Capitulo 12
Kiki y todo el clan Gremory estaban de pie en la piscina de la academia Kuoh que estaba muy sucia ya que no se ha usado desde el año pasado y no se ha limpiado desde entonces.
-Esto es asqueroso- comento Issei al ver el agua sucia de la piscina.
-¿Por que el Club de Investigación de lo Oculto tiene que limpiar la piscina?- Pregunto Xenovia.
-¿Y por que Kiki-san esta aquí?-.
-Esto originalmente era el trabajo del Consejo Estudiantil, pero lo estamos haciendo este año para pagarles por su ayuda durante el asunto de Kokabiel- respondió Rias.
-Yo me ofrecí a ayudar, ya que la mayoría de destrozos de la batalla fueron a causa mía, así que es lo menos que puedo hacer por las molestias- explico Kiki su presencia.
-Y a cambio de limpiarla, nuestro Club podrá usarla apenas terminemos-.
-¡¿Podremos usarla de inmediato?!- Issei se quedo congelado ante esas palabras.
Usar la piscina significa que podrían usar trajes de baño, por eso la Presidenta les dijo que trajeran algunos para hoy. Eso significa que verá a todas en trajes de baño. La foto que Rias le mando ayer durante el karaoke con sus amigos tenía todo sentido ahora.
-¡Viva la limpieza de la piscina! ¡Hip, hip, hurra!-.
-Tienes una mirada pervertida en el rostro, Issei-Senpai- a Koneko le molestaba cada vez que él tenía esa mirada. No presagiaba algo bueno para las chicas.
Kiki suspiro interiormente. Estos Demonios no eran malvados, pero si muy singulares.
Los chicos fueron a su camerino a cambiarse a la ropa que usan para gimnasia para que la que usan normalmente no se manchen y las chicas hicieron lo mismo.
-Issei- llamo Kiba a su amigo cuando este se quito su polera roja. -Te prometo, no importa quien sea que intente venir a buscarte, que te protegeré- para el rubio, ayudar a su amigo si esta en peligro era lo menos que podía hacer después de que él lo ayudo todo lo posible cuando solo quería venganza.
Pero Issei pensó un poco diferente. -¡¿A que viene eso de repente?!-.
-Es difícil decir esto en presencia de las demás-.
-Gracias, amigo- respondió incomodo. -¿Por que me dice esto? ¿No se suele dirigir estas palabras a las heroínas de la historia?- Entendía que Kiba no lo decía en ese sentido, pero igual era incomodo.
-Me salvaste. No puedo considerarme un Caballero de Gremory si no te regreso el favor-.
-Ustedes cada vez más me impresionan- la voz de Kiki rompió el incomodo ambiente para Issei. -Nunca espere que un Demonio dijera esas cosas llenas de honor- el lemuriano ya se estaba quitando su polera.
Al quitársela, Issei y Yuuto vieron que la complexión física de Kiki era mucho mejor que la de ellos, los músculos que tenían eran bien formados y aun así se veía delgado. Un joven normal de su edad no tendría músculos tan formados... ese pensamiento golpeo el orgullo masculino de Issei.
-Esas heridas...- a las palabras de Kiba, Issei noto que Kiki tenía algunas cicatrices por su torso, no eran grandes, pero si visibles.
-Son de mi entrenamiento para ser Santo Dorado. Los entrenamientos en el Santuario son muy duros hasta casi ser inhumanos, por eso no muchos obtienen armaduras, y el entrenamiento para ser Santo Dorado es más difícil. No es raro para alguien del Santuario tener cicatrices por el entrenamiento- explico Kiki. Aun recuerda como se hizo cada una de ellas, algunas fueron por su imprudencia, eran recordatorios de lo difícil que fue obtener la armadura de su maestro, pero que al final valió la pena.
-¿Casi inhumanos? ¿No es demasiado?- Exclamo Issei.
-Enfrentamos amenazas muy superiores al humano promedió, el entrenamiento para ser Santos de Athena debe, como mínimo, llevar al extremo cada músculo de la persona para tener siquiera oportunidad de sobrevivir. Claro, el entrenamiento físico es solo una parte del entrenamiento, pero una vital, ya que el Santo debe tener una fuerza y resistencia física para siquiera soportar sus técnicas-.
Aunque la victoria de los Caballeros se defina cuanto puedan elevar sus cosmos, también necesitan tener un cuerpo que soporte la carga del cosmos, un cuerpo mal entrenado es perjudicial, ya que si la persona eleva su cosmos a un punto que su cuerpo no pueda soportar, podría explotar por su propio poder. Por eso un Santo debe seguir entrenando su cuerpo, aun después de tener su armadura.
Issei miro de nuevo las cicatrices de Kiki, él debía ser solo un año mayor que él, pero paso por muchas cosas para ser lo fuerte que es... eso le provoco cierto malestar, no porque lo envidiara ni nada parecido, sino que le recuerda lo débil que es. Claro, él entreno con los demás antes del Rating Game contra Raiser, pero no mejoro mucho y perdieron. De no haber echo ese trato con Ddraig, la presidenta estaría casada con ese tipo ahora. No ha vuelto entrenar desde aquella vez y eso no fue lo mejor ahora que lo piensa, ya que contra el loco de Freed no hizo mucho, menos contra Kokabiel, que prácticamente no hizo nada y Kiki se encargo de todo él solo. Eso solo demostraba la gran diferencia de fuerza que había entre él y seres de allá afuera.
Aun era demasiado débil.
-Si no soy mas fuerte para la próxima, tal vez... ¡Kiki-Senpai!-.
-¿Hm? ¿Qué pasa?- A Kiki le sorprendió un poco que Issei le llamara con ese termino.
-¡Por favor, entréneme!- La petición sorprendió a Kiba y a Kiki. -Ahora que lo pienso, todavía soy muy débil, la Presidenta dice que tengo un gran potencial... pero no siento que haya hecho mucho para alcanzarlo, y al ver lo fuerte que eres... ¡estoy seguro que si me entrena, puedo ser de más ayuda para la Presidenta y los demás!-.
Kiki entendió que Issei quería mejorar por sus amigos. Ser mas fuerte por otros era algo muy noble y que cualquier Santo podía respetar, pero...
-Lamento poder decirte que no puedo ayudarte en eso-.
-¡¿Por que?!-.
-No te confundas, no es que no quiera, es que no me siento calificado para ayudarte a ser mas fuerte- Kiki no se menospreciaba, pero a pesar que obtuvo su armadura Dorada a los 13 años, no tenía la misma experiencia que Seiya y el resto, y se necesitaba de eso para que enseñar de manera correcta a alguien. -Pero creo que Seiya si puede entrenarte-.
-¿De verdad?-.
-Si quieres hacerte mas fuerte por otros, entonces no dudo que aceptara entrenarte. Además eres su alumno en su clase y ya te agarro algo de cariño-.
Ahora que se fijaba, Issei se parece un poco a Seiya. No sabe porque, pero el Peón de Rias tiene algo que le recuerda a su amigo. Tal vez esa actitud que Seiya tenia cuando se conocieron por primera vez o ese optimismo casi infantil.
Issei sonrió por inercia, Kiba ya se había hecho mas fuerte al tener su Balance Breaker, ahora él podría ser más fuerte para ayudar a la Presidenta. Quien sabe, tal vez también pueda usar esa armadura con libertad.
-[No espere que hicieras una petición como esa, compañero]-.
La voz de Ddraig en su mente lo sorprendió por un momento, pero luego respondió. -Es solo que ver a Kiki-Senpai tan fuerte me hace sentir un poco de envidia y me gustaría serle de más utilidad a la Presidenta en el campo de batalla que de apoyo-.
-[Te entiendo, y es bueno ver que empiezas a tomar un poco en serio las cosas, mas ahora que el Blanco apareció. Pero ten cuidado, si apenas podías con los ejercicios que ese tipo te ponía en clases, te aseguro que serán mucho peores, ya que los Caballeros no se caracterizan por ser delicados]-.
Con eso señalado, Issei trago saliva nervioso. ¿Por que sentía que se iba a arrepentir de esto después?
Ya cambiados, Akeno vació la piscina con magia, dejándolos con una piscina vacía pero aun sucia, así que todos bajaron a limpiarla.
Akeno estaba sosteniendo una manguera con la que mojaba en zonas sucias y los demás usaban escoba o trapeadores para limpiar.
-¿Qué le paso a Issei?- Pregunto Kiki, limpiando al lado de Koneko. Cuando salieron de los vestidores, el brazo de Issei pareció cambiarse de una manera no sana.
-Pasa cierto tiempo: el brazo de Issei es el de un dragón y para mantenerlo oculto, se le succiona la energía, de lo contrario, sería muy notorio a la vista de todos- explico Rias.
-¿No pueden ocultarlo con magia?-.
-Alguien debería estar cerca de él todo el tiempo y la energía que el brazo emite no es fácil de ocultar. Asia podría hacerlo, ya que tiene talento con la magia, pero todavía no es lo suficientemente hábil para ocultar durante todo el día el brazo y esencia de un dragón-.
-¿Y donde esta ella ahora?-.
-Esta quitándole la esencia, le enseñe como hacerlo y es más fácil que ocultarlo- respondió Akeno. Ella solía hacerlo, pero había dejado de hacerlo por... cosas que sentía. Aun así, estaba segura que Asia lo disfrutaría.
-Oye, Kiki. ¿Puedes hablarnos mas de los Caballeros y el Santuario?- Pregunto Xenovia. -¡Un poco de agua!- Akeno roció agua a donde ella pidio.
-Me gustaría saberlo también. Mi hermano solo me dijo que eran un grupo de humanos al mando de la Diosa Athena, y que podían romper la tierra con sus patadas y desgarraban el cielo con sus puños. Un poco exagerado, pero es todo- Rias también estaba curiosa.
-No es exagerado, de hecho- corrigió Kiki. -No se tiene establecido una fecha exacta; pero en la Era del Mito, cuando los Dioses aun estaba entre los mortales, Athena construyo el Santuario, que en ese entonces solo era un pequeño establecimiento de guerra, a las afueras de la ciudad de Atenas, y empezó a reclutar guerreros, luego de que Zeus dejara la Tierra a su cuidado-.
-¿La Era del mito?-.
-La era en la que todas las leyendas pasaron en el mundo, la época en donde todas las historias de héroes, dioses, y más criaturas mitológicas sucedieron. La Era del Mito se termino al inicio del primer año Después de Cristo- explico Kiki a la duda de Kiba.
-¿Por que la Diosa Athena reuniría guerreros?- Cuestiono Xenovia.
-Zeus le dio a Athena la Tierra para protegerla y ella sabía que no podría hacerlo sola, por eso recluto guerreros que puedan ayudarla. Cuando estallo la Primera Guerra Santa de la historia, en donde Athena enfrento por primera vez al Dios Poseidón, y la guerra en que las Cloths fueron creadas, ella se dio cuenta que no se sería la última guerra, ya que conocía la ambición de los demás Dioses, así que empezó a reclutar guerreros de todas partes de Grecia. Con el tiempo y el mundo expandiéndose, personas fuera de Grecia comenzaron a llegar al Santuario, que se había establecido en otra área de la primera, y se enlistaron entre sus filas; la derrota de Napoleón, el desastre de la Armada Invencible, la caída de Roma. Todas fueron hazañas en que el Santuario estuvo involucrado-.
-¡¿En serio?!- Exclamo Xenovia. Ella y todos los demás estaban asombrados, como mínimo, por todo el relato de Kiki. -¿Cómo es posible que nadie lo haya notado en todo este tiempo? Algún rastro debió de quedar-.
-Así es, pero la mayoría fueron ocultados, enmascarados, o contados de otra forma por los gobiernos de aquellas épocas. Si el mundo se enterara del Santuario o del poder que los Caballeros tienen, eso atraería a gente indeseada-.
Rias pudo entender eso, esa también era una de las razones por las que el mundo Sobrenatural esta completamente aislado del mundo humano actual.
-Claro, el Santuario nunca ha sido tan cerrado, siempre hemos dejado rumores a propósito de nuestra existencia para que mas gente venga al Santuario, o algún Caballero trae personas a entrenar. Hemos sido mas cerrados con el mundo sobrenatural, algo que Athena trata de cambiar, ya que sabe que el Santuario y su gente debe de cambiar junto al paso de las estaciones-.
Todos estaban impresionados. No sabían que el ejercito que pertenecía Kiki era tan importante en la historia humana. Un claro ejemplo que no todo era cierto en los libros.
Unos pasos se hicieron escuchar y Asia e Issei aparecieron, la rubia estaba con las manos cubriendo su rostro pero se le notaba sonrojada hasta las orejas e Issei tenía un rubor de vergüenza en sus mejillas.
Rias frunció el ceño, pero al menos estaba segura que los dos no hicieron algo indebido, solo debían estar avergonzados. Se sentía mas segura con Asia que con Akeno en ese lado. La chica aun no sabe porque su amiga le enseño a Asia como succionar la energía del dragón... pero al mirar de reojo a Kiki y notar como su amiga se le quedo viendo disimuladamente, le da una idea.
Unos minutos de limpieza después, la piscina quedo impecable. Los chicos estaban afuera tras cambiarse a unos trajes de baño. Como Kiki nunca había usado uno antes, no tenía, así que Issei le presto uno suyo que trajo de repuesto por si acaso, por suerte eran casi iguales de ancho.
Las chicas se tardaron un poco más y cuando salieron, los tres chicos las vieron... no hace falta decir que Issei fue el de expresión mas abierta.
Rias llevaba un traje de baño blanco de dos piezas. Akeno también llevaba uno de dos piezas de color purpura y rosa mezclados y un poco mas revelador que el de su Rey. Asia y Kokeno no tenían traje de baño propio, así que usan el traje de baño de una pieza que era de la academia.
Akeno se puso arriba de una de las pilastras de salida de natación y con un circulo mágico, hizo aparecer agua que lleno toda la piscina.
-Vamos, nademos para alegrar nuestros corazones- Rias miro a su Peón. -Issei-.
-¿Si?-.
-¿Te gusta mi traje de baño?-.
-¡Es increíble! ¡El mejor que he visto!-.
-Ara ara~. Parece que estas terriblemente entusiasmada por esto, Presidenta- Akeno no iba a perder la oportunidad de molestar a su amiga. -Debes haber esperado bastante para que Issei-kun, te vea así- soltó una pequeña risa.
Issei miro con una tonta sonrisa a ambas chicas. La figura de ambas era tan erótica. Tenía que agradecerle a Dios por esta vista. Espera, Dios esta muerto, así que darle gracias al Diablo.
Pero dejo su pensamiento pervertido a un lado al notar que faltaba alguien. -Por cierto, ¿y Xenovia?-.
-Dijo que me adelantara porque estaba teniendo problemas para ponerse su traje de baño- respondió Asia.
Kiki se sentó al borde de la piscina y dejo que sus piernas se mojaran con el agua. Era la primera vez que estaba en una piscina y aunque fuera infantil, estaba un poco emocionado. Había entrenado en aguas duras para aprender a nadar y a aguantar la respiración, pero solo eran entrenamientos. En una piscina podría relajarse un momento.
-Kiki, ¿te interesaría una carrera?- Pregunto Kiba al ver que su amigo solo estaba sentado.
-Suena bien- acepto Kiki.
Cuando el castaño se levanto, vio a Akeno acercarse.
-¿Que te parece mi traje de baño, Kiki? ¿Se me ve bien?- Poso un poco para que se notara mas si figura. Notar un claro sonrojo en las mejillas del Santo que la puso feliz.
-Te queda muy bien, Akeno. Ahora entiendo porque eres tan popular, sin duda eres una chica hermosa-.
La respuesta honesta y sin dobles intenciones de Kiki lograron sacarle un sonrojo a las mejillas a la Reina de Gremory y la pusieron mas feliz de lo que debería. Si, ella sabe que no debería sentirse tan feliz por unas palabras, pero no puede evitarlo. Kiki era fuerte sin duda, pero también era noble y alguien amable, estuvo dispuesto a ayudarlos en el combate contra Kokabiel aunque no era su asunto. Los sentimientos eran cosas caprichosas que llegan y no salen, solo quedaba seguirlos y ver a donde llevaban.
Rias, que le había pedido a Issei que le enseñara a Kokeno a nadar, vio a los dos hablar. Sonrió, feliz de que su amiga se este abriendo a un hombre. Akeno nunca fue abierta a ellos porque siempre la miraban con deseo, pero podía ver que era diferente con Kiki. Al inicio se había preocupado por el acercamiento que ella estaba teniendo con Issei, pero ahora confirmaba que su amiga no estaba interesada en su lindo Peón, eso le quita un peso de encima.
Su sonrisa cambio a una mas maliciosa. Sentía que podría devolverle a su amiga todas las burlas que la hecho. Si, todo sería mas divertido para ella a partir de ahora.
Pasaron unos minutos en los que cada uno disfruto la piscina. Luego de un par de vueltas de carrera con Kiba, Kiki salió de la piscina. Sin duda era muy relajante estar en una piscina.
-Kiki- Rias estaba acostaba boca arriba en su toalla mientras Issei le enseñaba a nadar, ahora a Asia. -¿Podrías ir a ver a Xenovia? Ya lleva cierto tiempo en el vestidor y me preocupa-.
El Ariano asintió. No entendía como Xenovia tenía tantos problemas con un traje de baño, no había mucha diferencia con una ropa interior. Justo cuando paso por la sala de almacenamiento, la puerta de esta se abrió y una intrépida mano lo tomo del brazo y lo atrajo adentro. El castaño se oriento rápido y vio que había sido empujado para estar sentado dentro de la sala.
-¿Qué estas haciendo aquí, Xenovia?- Cuestiono Kiki al ver que la chica que fue a buscar lo atrajo. -¿Y porque me trajiste aquí adentro?-.
La ex-Exorcista vestía un traje de baño de dos piezas de color verde oscuro con unos tirantes dorados. Kiki aparto un poco la mirada de la chica. No había visto trajes de baño hasta ahora, pero creía que no debían revelar tanta piel.
-Es la primera vez que uso un traje de baño, así que me tomo tiempo. ¿Me veo bien?- explico Xenovia su tardanza.
-¿Era porque eras Devota de la Iglesia?- Pregunto Kiki. La miro un segundo y se sonrojo al ver tanta piel que mostraba. Maldecía su falta de contacto normal con mujeres. -Y si, te ves bien-.
-No estaba interesada en estas cosas, la verdad-.
-Aun no me respondes porque me trajiste aquí-.
-Verás... después de convertirme en Demonio, estaba perdida por la muerte de Dios, no sabía que hacer. Así que le pedí consejo a la Presidenta Rias. Me dijo "Los Demonios son codiciosos. Conceden deseos. Hacen a la gente codiciosa y avariciosa. Vive tu vida como quieras"-.
-¿Eso que tiene que ver con esto?-.
-Así que decidí darme un nuevo y femenino objetivo. Decidí tener un sueño- Xenovia se inclino hacía adelante, mirando a Kiki a los ojos. -Decidí seguir la vida de una mujer que antes me negaba debido a la Iglesia, Kiki… quiero que tengas un bebé conmigo-.
Ante aquella audaz declaración, Kiki se quedo en blanco. Ningún entrenamiento lo preparo para esto. Es como si las estrellas explotaran y no quedara nada. Eso mismo paso en la cabeza del mas joven de la actual orden dorada.
-¿Qué...?-.
-¿No me oíste, Kiki? Ten un bebe conmigo- repitió Xenovia. Su tono era similar al de una persona que hablaba del clima.
Para alguien que se mueve a la velocidad de la luz, el cerebro de Kiki tardo unos segundo en procesar todo lo dicho por la Demonio. -¡¿Q-QUE?!- Su grito fue comprensible. -¡¿Por que me pides esto?!-.
-Como dije, decidí seguir la vida de una mujer-.
-No eso no. ¡¿Por que yo?!-.
-Bueno, tienes todas las cualidades que estoy buscando- Xenovia se separo un poco de Kiki para darse a entender mejor. -Eres dedicado, lo cual se demuestra al deber que tienes como Caballero y tu misión de reparador de armaduras. Eres trabajador, por lo mismo, ya que reparar solo las armaduras de todo un ejercito no debe ser fácil. Y no dudas en ayudar a quien sea aunque arriesgues tu vida, eso se demostró cuando viniste a ayudarnos e impediste que Valper y Freed escaparan. Y durante tu batalla contra Kokabiel, donde superaste por completo a uno de los líderes de Grigory me hizo comprender que tu poder es muy superior a cualquier ser. Quiero que mi hijo tenga esas cualidades que lo harían un hombre fuerte-.
Al terminar de enumerar sus razones, dio un paso adelante y Kiki se arrastro hacía atrás, su espalda choco con el metal del objeto donde se guarda los salvavidas. Los nervios que sentía eran tan grandes que había olvidado que podía teletransportarse lejos del lugar.
-¡E-Espera! ¡Si quieres un hijo fuerte, ¿por que no se lo pides a Issei?!- No quería tirar al chico a la boca de la bestia, pero un hombre hacía lo que sea por sobrevivir.
-Si pensé en él, pero tu eres mas fuerte, además... no quiero tener problemas con la Presidenta o con Asia-.
Ok, nadie puede culpar ese argumento.
-De cualquier forma, intentémoslo- se llevo las manos atrás de su cuello, desatando el nudo que mantenía la parte superior de su bikini, exponiendo sus pechos a Kiki.
-¡¿Qué haces?!- Con toda la fuerza de voluntad, el Santo de Aries no levanto la mirada. Seria irrespetuoso, él no era un pervertido, y aunque admitía que Xenovia tenía una hermosa figura, no la miraría, su maestro le enseño moral.
-Kiki, no hace falta que evites mirarme... yo también estoy nerviosa, ya que no tengo experiencia, dejemos llevar, o eso es lo que he escuchado que pasa en este tipo de situaciones- se sentó a horcajadas sobre la cintura del chico y lo hizo mirarla de frente.
El rostro del castaño estaba tan rojo como el cabello de la Gremory. -¡E-Espera! ¡No puedes apresurar las cosas! ¡Tener un hijo no es tan fácil como parece!- Aun recordaba como Shunrei, luego de dar a luz a Ryuho, le dio toda una charla sobre tener responsabilidad en esta clase de "cosas", según ella, necesitaba saberlo porque ya estaba en la adolescencia. -¡A-Además, n-no soy tu novio, así que esta mal!-.
Xenovia inclino la cabeza con una confusión inocente que hacía más difícil a Kiki enojarse con ella. -¿No quieres tener hijos conmigo? Admito que no soy tan hermosa como la Presidenta o Akeno; pero tengo confianza en mi apariencia-.
-¡No es eso!- Ya empezaba a respirar de manera entrecortada, era mala señal. Indicaba que estaba llegando a su limite.
-Si es sobre la responsabilidad, no te preocupes; mientras estés presente de vez en cuando para el bebé, yo me hare cargo de todo- le dio un corto beso en la mejilla, lo que llevo a Kiki mas al limite. -Dime, Kiki… ¿soy suficiente para ti?-.
Una vez, alguien dijo que las mujeres son las que tientan a los hombres... esa persona tenía razón.
En una reacción que fue mas de impulso, Kiki tomo a la chica de los hombros y la puso en el suelo con una fuerza que la sorprendió. Xenovia vio a los ojos a Kiki y noto que se había oscurecido de deseo... con solo esa mirada, ella sintió que su entrepierna se humedecía.
Incluso el hombre mas firme sucumbe ante el deseo cuando la tentación es demasiado.
Y cuando parecía que la cosa ya iba aumentar de nivel... la puerta de la sala se abrió y su sangre se congelo. Sus gritos debieron haber llamado la atención de los demás y vinieron a ver que sucedía.
Todo el Clan Gremory, a excepción de Kiba y Koneko, que debían seguir en la piscina, estaban de pie en la entrada. Todos vieron en que posición estaban los dos.
-¿Qué esta pasando aquí?- Pregunto Rias muy confundida, aunque se daba una idea.
-Ara, ara. Esto es hacer trampa, Xenovia-chan. Se supone que yo seré la que tome la castidad de Kiki- dijo Akeno muy "dulcemente".
-Kiki-Senpai… ¡que envidia! ¡Realmente quiero aprender de usted!- Exclamo Issei con muchos celos. Xenovia apenas se había unido y llegaron tan rápido a ese nivel.
-¡N-NO ES LO QUE PARECE! ¡JURO QUE HAY UNA EXPLICACIÓN!- Si Seiya se entera sería la mayor vergüenza de su vida, pero si Athena, o peor aun, Shaina, que era como una hermana mayor para él, se entera de esto... es hombre muerto.
Y justo cuando Kiki iba a explicarse...
-¿Que pasa, Kiki? Vamos, tengamos un bebé- Xenovia miro confundida al joven, sin entender porque él aun no hacía nada.
-¡¿BEBÉ?!- La sorpresa de todos no se hizo esperar.
Kiki maldijo que la muy idiota haya hablado... ojala Seiya nunca se entere... al menos él debe de estar mucho mejor.
(Con Seiya)
El Dorado estaba en un pequeño bar, sentado en una banquilla. A su lado estaba el líder de los Ángeles Caídos, Azazel, terminando de tomarse su primer trago del día de un viaje.
-¡Ah~! Beber luego de terminar un papeleo es de lo mejor que existe- Azazel siempre lo diría, el licor es uno de los mejores descubrimientos que la humanidad a hecho.
-Parece que tienes mucho tiempo libre-.
-No es así, tuve un infierno de papeleo y apenas podía descansar un rato durante las noches. No ayudaba que mi asistente se enfocara en hacerme trabajar sin una gota de licor- Penemue puede dar mucho miedo cuando se lo propone. A la tipa le urge un novio que le quite lo seria y recta.
-¿Y bien? Dudo que me hayas traído hasta este bar solo para beber- inquirió Seiya, tomando un poco de la cerveza que le sirvieron.
-Ya te lo dije: ahora que me libre del papeleo que me genero Kokabiel en su intento de guerra, pensé que sería una buena oportunidad de conocerlos, ahora que me revele ante el Sekiryuutei-.
Seiya no confiaba en este tipo, aunque admitió que no tuvo nada que ver en los planes de Kokabiel, sigue siendo el líder de los Ángeles Caídos, y que se esforzó en ocultar su presencia en esta ciudad para vigilar a uno de sus alumnos no le daba mas confianza.
-¿Cómo supiste que era un Caballero? Habría sentido tu presencia si hubieras estado cerca el día que Kokabiel ataco-.
-Te vi en la calle por coincidencia cuando fui a comprar un poco de alcohol y vi tu aura dorada. Los Caballeros pueden manifestar eso que llaman "cosmos" a voluntad, pero al igual que la energía sagrada y demoniaca, es una esencia que se puede sentir y ver. Es más difícil que el resto, pero para alguien como yo, fue bastante fácil- explico Azazel. -Pero imagina mi sorpresa al ver a un Caballero Dorado aquí, esta ciudad si que atrae a gente interesante-.
-Me sorprende que nos conozcas-.
-No son tan desconocidos en el mundo sobrenatural como piensan. La mayoría de razas no se meten con ustedes porque los idiotas que han intentado saber sobre sus poderes para usarlos para su propio beneficio, terminan muertos, así que evitamos meternos en su camino-.
Tenía lógica sus palabras. El Santuario siempre ha sido estricto con su métodos de aprendizaje, ya que el conocimiento de despertar y usar el cosmos son algo que puede ser peligroso en las manos equivocadas. El ejemplo más claro que tiene son todos los enemigos que enfrento en el pasado que seguían a un Dios que quería destruir la humanidad. Todos ellos fueron usuarios del cosmos que fueron difíciles de vencer, así que el conocimiento del cosmos era muy bien resguardado.
-Bueno... ¿hay algo más que quieras decir, aprovechando que estoy de buen humor?-.
-Muchas cosas, el cosmos es una fuerza muy interesante, pero no me quiero arriesgar- Azazel podía ser un coleccionista y amante de hacer inventos, entre ellos Sacred Gear artificiales y estaba interesado en experimentar con el cosmos, pero no era tan estúpido para preguntarle a un Santo como se usa. -Prefiero esperar a la Reunión de los líderes y después preguntarle a Athena sobre eso-.
-¿Sirzechs te dijo sobre su idea?-.
-No, porque es obvio. La única razón por la que dos miembros de elite del Santuario estén aquí y se hayan involucrado con Demonios al punto de ayudar a evitar una nueva Gran Guerra entre las facciones, es porque quieren una alianza, ¿estoy en lo cierto?-.
Seiya tenía que darle crédito a este hombre. Era mas listo de lo que parecía.
-En ese caso, te doy por sentado que me gustaría aceptar dicha alianza. No estoy interesado en una Guerra, menos contra una Diosa y su ejercito que ya han derrotado a varios Dioses mayores de su Panteón- Azazel se termino su tercer baso de alcohol, mientras Seiya apenas termino el primero. -De hecho, como acto de buena voluntad de que hablo en serio, te regalo esto-.
Le entrego al castaño tres canicas que cabían apenas en su mano, parecían estar hechas de vidrio o un material que se parecía al vidrio y tenían un brillo opaco.
-¿Qué es esto?-.
-Una versión en miniatura de un campo de energía que esta entre mis planos. Puedes cargar las esferas de energía y su resistencia depende de cuanta energía la cargues. Ustedes no usan armas, ¿verdad? Pensé que algo como eso podría ser útil, ya que escuche que el cosmos es infinito-.
Seiya observo las canicas. No era de usar aparatos, ya que a la mayoría, mientras no le fuera útil, no le veía la necesidad de tenerlo... pero un campo de energía no suena mal, más aun si esta en una pelea y hay un tercero que debe proteger.
-Ok, me lo quedo- las guardo dentro de la maleta que usaba al ir a dar sus clases. Iba a tomar mas de su baso, pero se dio cuenta que estaba vacío.
-¿Más?- Ofreció Azazel con una sonrisa, sosteniendo la botella de licor.
-Claro- tal vez este tipo no era tan malo.
(En el Santuario)
Akira y Tatsuya ya habían subido las Doce Casas del Zodiaco y habían llegado a la sala del Patriarca, donde contaron todo lo que paso en el Inframundo al Patriarca Nicole y a Athena, hasta el punto que fueron devueltos a la Tierra.
-Lamentamos nuestra incompetencia... si hubiéramos sido de más utilidad...- Akira, que estaba hincado al igual que su amigo, apretó sus puños con rabia por la impotencia que sentía.
-No hay nada de lo que tengan que lamentarse. Era un enemigo que los superaba por mucho y Mei tenía la orden de devolverlos si algo pasaba. Ustedes no hicieron nada malo- dijo Athena con una voz tranquila. No quería que esos jóvenes que conoció en el orfanato tengan pesares en sus corazones.
-Lo que me preocupa es ese Cuarto Juez...- hablo Nicole. -Pensé que era un mito. Se decía que existía un Cuarto Juez vigilando el Elíseos y juzgando a quienes merecen vivir en el paraíso de los Dioses. Después de que Hades fuera derrotado, debió liberarse del cuidado de los Elíseos-.
-Athena, ¿Mei esta...?- Tatsuya se atrevió a preguntar.
-Aun siento su cosmos, es débil, pero se que Mei sigue vivo- aseguro Saori, ella también estaba preocupada por Mei, pero debía tener la compostura para una situación tan delicada. -Es indispensable rescatar a Mei, ningún Caballero se quedara atrás en este conflicto- le dijo a su Patriarca, quien asintió de acuerdo.
-Pueden retirarse, Caballeros-.
-¡Pero queremos ayudar!- Tatsuya se puso de pie impulsivamente. Quería salvar a Mei, ya que sentía que él pudo pelear mejor si no hubiera sido porque tenía que protegerlos.
-Y entiendo como se sienten, pero el habernos traído esta información ya es de mucha utilidad para su rescate. Vayan al sanatorio y que les vean las heridas, nosotros nos encargaremos de salvar a Mei- Nicole entendía que ellos eran jóvenes y al tener de modelos a Seiya, querían lograr tanto como él, pero no entendían por todo lo que Seiya y los demás tuvieron que soportar.
-Pero...- la mirada de fiereza del Patriarca cayó lo que sea que iba a decir Akira. -De acuerdo-.
A regañadientes, ambos Santos de Bronce se retiraron de la sala patriarcal. Cuando las puertas se cerraron, Nicole suspiro.
-Se nota que Seiya influencio mucho en ellos, tienen su misma imprudencia-.
Escucho a Athena reír. Sin duda era verdad.
-¿Cómo haremos para rescatar a Mei? ¿Envío a Ikki y al resto para rescatarlo?-.
Solo el Caballero de Cáncer podía viajar de este mundo al Inframundo por sus habilidades, pero existía otra forma de llegar vivo al Inframundo sin el permiso de Hades: eso era despertando el Octavo Sentido, el Arayashiki. En la última Guerra Santa, los Cinco Santos de Bronce despertaron ese sentido para llegar al Inframundo, y actualmente, solo ellos cinco tienen la capacidad de viajar al Inframundo vivos.
Athena negó con la cabeza. -Aun cuando llegaran, tendrían que recorrer las 8 Prisiones del Inframundo, y no estoy segura que Perséfone haya capturado a Mei en alguna de ellas-.
-¿Y si siguieran el rastro de su cosmos?-.
-Podrían llegar directamente a él, o al menos acercarse a su ubicación, pero seguir el rastro actual del cosmos de Mei es difícil, yo puedo porque tengo mas sensibilidad al sentir el cosmos por ser una Diosa-.
-Si es así, entonces hay podemos hacerlo- un plan se formo en la mente del joven Patriarca. -En el Santuario, ese hombre es él único que podría sentir el cosmos de Mei casi a su mismo nivel, y además podría pasar las Prisiones del Inframundo desapercibido-.
Saori entendió a quien se refería Nicole y estaba de acuerdo. Aunque no quería exponerlo a un grave peligro por ir solo al Inframundo, estaba segura que él correría el riesgo por salvarlo.
-Tienes razón, él es el único que puede ayudarnos en esta situación. ¡¿Escuchaste, verdad?!-.
Las puertas de roble de la sala se abrieron, un Caballero Dorado entro al recinto. -Lamento haber espiado, pero no pude evitarlo al saber que un amigo estaba en peligro-.
-Eso no es de importancia ahora, este es un asunto de gran urgencia- Nicole levanto la mano y la extendió hacía el lado. -¡Shun de Virgo, esta será tu misión! ¡Ve al Inframundo y rescata a Mei de Cáncer! ¡Ambos tienen la obligación de volver, ¿quedo claro?!-.
Shun, que en ese momento traía puesto el casco de su armadura, asintió lealmente. Sus ojos estaban llenos de determinación.
-Le juro, Gran Patriarca, que rescatare a Mei, sin importar que obstáculos estén en mi camino-.
N/A: Si, Mei sigue vivo y ahora es el turno de Shun en entrar a un poco de acción para salvarlo.
El capitulo fue en su mayor parte la escena de la piscina y donde Xenovia dejo claro sus intenciones con Kiki… y el chico peleo cuanto pudo, pero sigue siendo adolescente, pero para bien o para mal no se llegó a más.
Y Seiya con Azazel… tal vez algunos hubieran esperado algo más, pero los dos se podrían considerar sencillos y aunque Seiya no confiaría mucho en Azazel por ser el líder de los Ángeles Caídos, al final le agararría amistad. Esas esferas que le dio es algo que puse por capricho, pero que Seiya usara.
Y no, non son una Sacred Gear artificial, solo son un pequeño campo de fuerza como explico.
daizuke: Lo de tu idea de Seiya y Saori tal vez... y lo de la hija de Hyoga, no sería mal aditamento.
oswaldo Enriques: Bendiciones a ti también.
diego4560: Mei no esta muerto, solo de parranda XD.
Guest: I'm glad you like the story as well as the choices I'm making so far.
Guest: Es cierto que podría hacer ver a Saori de esa manera. Me alegra que te guste la historia.
Dark flamearon: Me alegra mucho que te guste la historia, espero ver mas de tus comentarios amigo.
Sin nada mas que decir me despido. Visiten y comenten el resto de mis historias por favor. CHAO.
