Capitulo 24
Era Domingo por la tarde, Kiki ya tenía sus cosas listas para irse a Grecia, había dejado algunas en su habitación ya que volvería, aunque en varias semanas después. Usaría el círculo mágico que esta en el templo Sintoísta que es territorio neutral para volver a Grecia. Podría usar su teletransportación, pero nunca se había teletransportado desde grandes distancia como lo sería la distancia de un país a otro, sobre todo países tan alejados como Japón y Grecia, así que un círculo mágico era más seguro, además que debían aprender y acostumbrarse a usarlos.
Ahora... el problema era que no lo dejaban irse.
Akeno estaba abrazando a Kiki fuertemente, sus brazos rodeando el cuello del Ariano y presionaba sus pechos en su pecho, haciendo que tuviera un sonrojo en su rostro que trataba de disimular con una expresión seria y neutra de las que le enseño su maestro. A un lado de ellos estaban Seiya y Shoko riéndose de la situación que pasaba, Shoko lo trataba de disimular con una mano tapando su rostro pero lo hacía mal, y Seiya ni siquiera trataba de ocultarlo.
-¿En serio tienes que irte tan pronto? Quédate un poco más~. Aun tenemos mucho que conocernos- dijo Akeno en tono meloso y algo triste. No quería soltar a Kiki.
-Son ordenes de mi Diosa, tengo responsabilidades como Santo Dorado que no puedo ignorar, Akeno- Kiki intento hacer que la pelinegra entienda su situación.
-Y... ¿no hay forma de que podamos visitarte?- Pregunto Xenovia, lo demostraba menos que Akeno, pero también le entristecía un poco que Kiki se fuera, no entiende bien porque... pero no le gusta que se vaya cuando ya estaban conociéndose.
-Todavía no, Athena tiene planes de que eventualmente, la gente de el Santuario y cualquiera de las Facciones puedan interactuar entre si fácilmente y visitarse los unos a los otros, pero tomará mucho tiempo-.
Saori ya tenía varios planes a futuro para la alianza de las Tres Facciones con el Santuario, muchas de ellas involucraban que los individuos de cada grupo se conocieran e interactuaran entre si, hacer que las personas de cada lado abran sus fronteras y demostrar que cada raza es distinta, pero al mismo tiempo, parecida a la otra. Pero para esos planes tomaría mucho tiempo, tal vez años.
-Ya, ya. Entiendo como te sientes Akeno, pero ya suelta a Kiki- intervino Shoko, colocando una mano encima de a estudiante, pero ella se negaba a soltarlo- ¡Suéltalo!-.
-¡No!- Protesto Akeno como una niña que no quiere soltar su juguete favorito.
Fue algo complicado, pero Shoko finalmente separo a Akeno de Kiki, quien volvió a respirar tranquilo. El Santo de Aries se acerco a Seiya y ambos se estrecharon la mano como despedida para después reencontrarse.
-No hagas ninguna tontería mientras no estoy-.
-Digo lo mismo-.
Ambos se sonrieron cómplices, a pesar de que maduraron y crecieron, en el fondo seguían siendo ese niño travieso y ese chico problemático y muy impulsivo.
El fin de semana paso rápido y se volvió Lunes... comenzando oficialmente las pesadillas de cualquier alumno... la semana de exámenes.
El peor que la paso fue Issei, aunque a diferencia de anteriores ocasiones, esta vez pudo defenderse, ya que Asia y la Presidenta lo ayudaron a estudiar; pero igual seguía siendo muy difícil, los estudios nunca fueron su fuerte.
De alguna manera logro pasar el Lunes... no sabe como le fue en los exámenes pero... solo hay que tener fe... ¿será posible que pueda hablar con la Presidenta alterar un poco las notas? Sería hacer trampa... pero cuando se trata de notas, todo vale.
Después de clases, Seiya y Shoko reunieron a las herederas Sitri y Gremory a las afueras de la ciudad con toda su nobleza para empezar a entrenar. Todos usaban buzos de gimnasia para no ensuciar sus ropas
Seiya lo puso fácil para que empezaran a calentar... 50 flexiones para todos de inicio, muchos pusieron cara de pánico ante eso, pero Seiya no les dejo objetar e hizo que empezaran.
La condición física de todos si que era pésima, para estándares de un guerrero. Seiya ya sabía que no todos eran guerreros y que no todos terminarían los 50, pero no espero que casi la mayoría se cansaran a medio camino. Asia y Gasper no pudieron ni hacer diez, algo que esperaba, pero la mayoría de chicas de la nobleza de Sona quedaron cansadas después de hacer un poco más de diez, y aunque siguieron, al final cayeron. La misma Sona no soporto mucho y solo por su terquedad, alcanzo a hacer 30 antes de caer cara al suelo.
Tsubaki, Saji, y esa otra chica llamada Yura, fueron los únicos que lograron hacer las 50 flexiones sin caer, la Reina Sitri se veía en mejores condiciones que sus otros dos compañeros, parece que ella estaba acostumbrada a los entrenamientos.
Del grupo de Rias… Koneko y Xenovia terminaron las 50 flexiones sin problema, Koneko al ser una combatiente cuerpo a cuerpo y Xenovia al pasar por un riguroso entrenamiento en el Vaticano, no fue nada para ellas; pero no se puede decir lo mismo de los demás. Rias y Akeno terminaban cansadas y sudando cuando apenas hicieron 1/5 de lo pedido, Kiba, aunque logro hacer los 50, termino sudando y respirando agitadamente, el rubio era rápido para estándares Demoniacos, pero le faltaba fuerza física.
Issei también termino los 50 flexiones después de Yuuto, aunque se veía cansado, parecía sobrellevarlo un poco mejor que el resto. Tal vez se deba a su condición como portador de un Dragón Celestial... o que el chico estaba acostumbrándose a los golpes, quien sabe.
Ya una vez que todos terminaron de hacer las 50 flexiones, que entre se caían y volvían a hacerla, tardaron casi una hora, es que el entrenamiento se dividió en cada uno.
La mayoría del clan Sitri, excepto Sona, Tsubaki y Saji, se les fue asignada una serie de ejercicios de rutina que tenían que hacer, y en el caso de que alguna de ellas lograra completarlo en menos de dos horas, volviera a repetir el ejercicio, pero esta vez haciendo el doble.
Lo que dejo de miedo a las chicas era que los ejercicios, aunque rutinarios, tenían que hacerlo 150 veces cada ejercicio, 100 veces más que las flexiones.
Seiya hizo que Saji, Kiba, Koneko e Issei siguieran haciendo flexiones, pero esta vez les coloco a cada uno una roca pesada encima de sus espaldas, y tenían que hacer 200 flexiones en menos de una hora, y de no lograrlo repetirían el proceso y cambiaría la roca por una más pesada. Los chicos, al no tener otra opción, empezaron, aunque ninguno podía flexionar bien los brazos por el peso de la roca, mientras que Koneko lo hacía bien.
Al ver que Koneko cargaba sin problemas esa roca, Seiya decidió ejercer más presión en ella. Coloco un dedo encima de la roca que ella cargaba y la lleno de un poco de su Cosmos, eso hizo la roca más pesada y provoco que la pequeña albina casi cayera de cara al suelo, pero logro evitarlo a último segundo.
-Se ve que tienes mejor resistencia y fuerza física que el resto, así que te lo pondré más difícil que a los demás, ¿alguna queja?- Pregunto Seiya.
-Ninguna- respondió Koneko, empezando a hacer flexiones con mucha más dificultad. Y aun si tuviera alguna queja, de seguro Seiya-Sensei la ignoraría.
Issei miro sorprendido como Koneko se le dificultaba hacer flexiones con esa roca encima, cuando no tuvo problemas en cargar casi todo el equipo aquella vez que entrenaron para el Rating Game contra Raiser. ¿Cuánta energía uso Seiya-Sensei para ejercerle tanta presión a Koneko? Parece que para el castaño menor, nada.
-A pesar de ser solo un humano, Seiya-Sensei es realmente fuerte...- con ese pensamiento y recordando la fuerza que Vali demostró, Issei se motivo aun más para hacer flexiones, aunque le empezaran a doler los huesos.
Asia y Gasper solo trotaban alrededor de todos ellos, Seiya los había mandado a trotar todo el tiempo que podían hasta que ya no pudieran ni fuerza para levantarse. Al ser ellos dos los más débiles físicamente, Seiya y Shoko no tuvieron de otra que hacerles un entrenamiento más suave hasta encontrar una manera de entrenarlos sin matarlos o dejarlos lisiados de por vida... aunque parecía difícil.
Y con Shoko, que estaba ocupada con Rias, Akeno, Xenovia Sona y Tsubaki…
Un estruendo se escucho, ocasionando que todos los demás detuvieran sus ejercicios para ver como se levantaba una cortina de humo, cuando el humo de la tierra se iba despejando, se vio a Akeno y Sona en el suelo, ambas se veían dolidas.
-¿Ya? Pero apenas las toque...- Shoko estaba usando una camisa de ejercicio sin manga de color negro y un pantalón corto de color azul, mostrando sus bien torneadas piernas por los entrenamientos de Saintia. Se recogió el cabello en una cola de caballo alta para que no le estorbara.
Las chicas estaban teniendo una pelea de practica con la líder de las Saintias para ver que tanto resistían una pelea, lo que le hizo difícil a las jóvenes Demonios era que no podían usar magia para combatir, solo atacar cuerpo a cuerpo. Shoko también dijo que no usaría nada de Cosmos para combatirlas, solo su fuerza y habilidad.
Y obviamente Shoko era superior, ella desde niña había entrenado karate con su padre adoptivo y luego aprendió a pelear como Saintia bajo las enseñanzas de Mayura y Marín, para que después ella perfeccionara sus habilidades de combate. Puede que su Cosmos no este al nivel de un Dorado, pero a pura mano limpia le puede dar pelea a uno, el mismo Seiya y Shiryu lo confirmaron tras unas peleas de entrenamiento.
Rias y las demás usaban unas armaduras de práctica encima de sus buzos iguales a las que ella y sus amigas usaron cuando Marín las entreno mientras Seiya los demás enfrentaban a los Santos Plateados.
-¿Ven lo que pasa cuando dependen mucho de la magia? No digo que deban pelear de otra forma, pero si deben de entrenar sus cuerpos cuando no puedan usar la magia-.
Xenovia se lanzo hacía Shoko con el puño alzado. Al ser la única del grupo que había tenido un entrenamiento formal por el Vaticano, tenía cierto conocimiento en combate cuerpo a cuerpo; pero el conocimiento no se igualaba a la experiencia. Shoko esquivaba con facilidad los puños de Xenovia, eran predecibles y atacaba sin pensar, parecido a ella, aunque se notaba que la chica no sabía usar los puños.
Shoko tomo del brazo izquierdo a Xenovia, la levanto y estrello su espalda contra el suelo con un movimiento de karate. Sintió dos presencias detrás suyo.
Rias, como inexperta en combate, no sabía que hacer, pero entendían que debía hacer algo o terminaría comiendo tierra como Sona y Akeno, algo que le gustaría evitar, por lo que cuando Xenovia empezó a atacar a Shoko, Tsubaki se le acerco para decirle que cuando estuviera distraída, la atacarían. Cuando Shoko derribo a Xenovia, fue el momento.
Rias salto y le lanzo una mala imitación de patada voladora mientras Tsubaki se colocaba a la izquierda de la pelirroja mayor para darle un golpe en el cuello que la noquearía. Sonriendo, Shoko esquivo el golpe de mano de Tsubaki y tomo a Rias del pie, sorprendiendo a la niña rica y la lanzo contra su compañera. Ambas chocaron y terminaron en el suelo, Rias encima del estomago de Tsubaki forma horizontal. Ambas tenían los ojos hecho remolinos.
-Esa no fue una mala estrategia, yo y mis amigas la hemos hecho antes, pero hubiera sido mejor que me atacaran consecutivamente en vez de hacerlo al mismo tiempo- aconsejo Shoko, no había tono de superioridad o arrogancia en su voz, solo les daba un consejo para que mejoraran.
-Vaya... Shoko-san si que es impresionante, derribar a las Presidentas, Akeno-san, Tsubaki-san y a Xenovia tan fácil- exclamo sorprendido Issei.
-Supongo que no es la líder de su grupo por nada...- comento Kiba.
Los ojos de Koneko brillaron ante la forma en que se movió Shoko y derribo a las demás... ok, ahora ella tiene un ídolo a seguir.
-Parece que se están divirtiendo...- de repente, todos los Demonios sintieron una brisa de aire frío tocar sus rostros.
Vieron llegar a un hombre de la edad de Seiya, de cabello rubio largo y ojos azules que usaba una camisa blanca y una chaqueta de motociclista negra con líneas azules por las mangas y unos jeans con unas zapatillas celestes. Por su color de cabello y ojos uno podría pensar que es extranjero, pero se le notaban ciertos rasgos japoneses.
-Ah, hola Hyoga, pensé que llegarías un poco más tarde...- saludo Seiya a su medio hermano.
-El plan era llegar en la mañana, pero hubo un incidente que requirió mis habilidades, por lo que tarde más en llegar por el círculo mágico que Athena indico. Sentí sus Cosmos, así que deje mis cosas en la casa y vine a ver- Hyoga observo a los Demonios. -Así que estos son los Demonios que Kiki y tú conocieron, ¿eh?-.
-Sensei ... ¿quién es esta persona?- Pregunto Saji, respirando cansadamente mientras sudaba como perro en verano.
En ese mismo instante, Rias y las demás empezaron a recuperar el conocimiento, a tiempo de ver al rubio.
-Él es...- Seiya iba a presentar a Hyoga, pero él le hizo una señal de que se presentaría él mismo.
-Un gusto conocerlos, jóvenes Demonios. Mi nombre es Hyoga, Caballero Dorado de Acuario-.
Al presentarte, la mandíbula de todos los Demonios cayo y vieron con ojos como platos a Hyoga… ya sabían de antemano que vendría otro Caballero Dorado después de que Kiki se fuera... pero igual era impresionante, sobre todo para quienes conocen por primera vez a un Caballero Dorado... además que no esperaban que los conocieran de "este modo", sucios y en medio de su entrenamiento.
Rias, como pudo se puso de pie, aunque se detuvo un momento para llevarse una mano a la cabeza por el mareo que sintió, ignorando el leve dolor de su cuerpo, se acerco a Hyoga.
-E-Es un gusto conocerlo, señor Hyoga, yo soy...-.
-Rias Gremory, lo se- Rias se vio sorprendida de que Hyoga la conociera. -He leído los informes que Kiki y Seiya enviaban sobre ustedes y su situación en Kuoh, así que conozco a la mayoría de aquí- explico con voz calmada. -Y no hace falta que me llames "señor", no soy tan viejo.- bromeo un poco. -Solo llámenme Hyoga-.
-Hyoga-san...- hablo Issei, había aprovechado la llegada del Undecimo Caballero para dejar de hacer flexiones, aunque aun tenía la roca en su espalda. -¿Usted es extranjero?-.
-Mi madre era Rusa y mi Padre Japonés, yo herede la mayoría de los rasgos de mi madre, aunque legalmente soy de nacionalidad Japonesa- respondió Hyoga, no le molestaba hablar de eso con personas.
Seiya se puso al lado de Hyoga y le coloco una mano en el hombro. -Hyoga es mi medio hermano, así como Mei. En total, quedamos 11 medios hermanos, y aunque tenemos ciertas diferencias y estamos más conectados con otros, somos unidos-.
-¿Quedan?- Repitió Sona, que estaba sentada en el suelo, después de ser lanzada de esa forma, no podía levantarse sin tambalear. -¿Acaso...?-.
La expresión de Seiya y Hyoga se agriaron... no hubo falta más palabras, todos entendieron eso... era triste y horrorozo.
-Esa... es una historia para otro día- Shoko intervino, notando que el ambiente se hacía pesado. -Por hoy terminamos, ya que mañana tienen clases, pero quiero que se preparen, ya que seguiremos a este nivel antes de las vacaciones y después de ella-.
Todos los Demonios suspiraron... esta semana iba a ser la más difícil que cualquiera haya tenido.
(Al día siguiente)
Hyoga caminaba por las calles de Kuoh por su cuenta, Seiya y Shoko estaban en su papel de profesores durante el día, por lo que no podrían acompañarlo. Además que explorar el área y hacer reconocimiento era una de sus especialidades como guerrero. Por eso casi siempre él era enviado a hacer misiones de reconocimiento a ciertas áreas peligrosas que para un humano normal le sería imposible acceder.
La ciudad y sus habitantes eran tranquilos, si no fuera por la energía concentrada de diferentes razas, sería como cualquier ciudad.
Él no se le dio un papel para pasar desapercibido como a Seiya o Shoko, ya que solo estaría una semana y sería más extraño que se cambiara un profesor por otro por solo una semana. Tampoco es que él vaya a holgazanear, su medio hermano le ha explicado el método de entrenamiento para los Demonios esta semana y él esta dispuesto a ayudar un poco.
Cerca de ese lugar, Serafall también estaba explorando la ciudad por su cuenta. ¡Su hermana era cruel! Ella quería que su hermana le mostrara la ciudad y de paso ambas se diviertan, pero su querida Sona ponía como excusa que tenía escuela y entrenamiento con el Santo de Sagitario, algo que le pregunto a Azazel y este confirmo que era parte del trato de Sirzechs con el Santuario.
Aunque... ver como Sona llegaba más muerta que viva a la casa, desplomándose apenas entro y cerró la puerta y quedarse dormida, para que en la mañana se despierte y llegue tarde a la escuela, le hace querer saber que clase de entrenamiento barbárico están sometiendo a su hermana... si era algo que la ponía en peligro, comenzaría una guerra con el Santuario.
Al estar pensando en la seguridad de su hermana, doblo con descuido una esquina y choco con algo que la hizo caer de trasero al suelo. Se llevo una mano a la nariz adolorida, ¿choco con una pared o algo?
-Perdón, tome mi mano-.
Serafall tomo la mano por inercía, por la voz era un hombre, aunque algo familiar... cuando se levanto y abrió los ojos para agradecerle el gesto caballeroso... los abrió como platos al reconocer el rostro del sujeto.
-¿Serafall-san?-.
-¿Eres el Santo de Acuario?-.
Hyoga no se esperaba que literalmente al doblar una esquina, se encontrara con la misma Demonio que conoció el día que enfrento a Minos, y por su expresión, ella tampoco... el mundo si que era pequeño.
-¿Qué esta haciendo usted aquí?- Pregunto Hyoga.
-¡Eso debería decirlo yo!- Dijo Serafall. ¿Cuántas eran las posibilidades de encontrarse con la misma persona que vio en pocos días?
-Estoy aquí como rotación en lugar de Kiki de Aries como parte de la alianza de las Facciones y el Santuario para hacer solidas esta alianza- respondió el rubio, soltando la mano de la pelinegra.
Serafall parpadeo... ahora que recuerda, Sirzechs le comento algo de eso, aunque no le presto mucha atención aquella vez, pero tenía sentido.
-¿Y usted que hace aquí, Serafall-san?- Pregunto Hyoga, aunque seguía la etiqueta de hablar Ruso que le enseño su madre, con personas que no conoce o gente importante usa los sufijos japoneses, la mujer de coletas era ambas cosas. Aunque le dio una buena impresión, no la conoce lo suficiente para hablarle informalmente y era una Maou, alguien importante en su respectivo Inframundo.
-Llámame Serafall a secas, no me gusta que usen conmigo los sufijos japoneses- dijo la pelinegra, prefería que la gente le hablara informalmente fuera del trabajo. -Y en lo que hago aquí, es que vine a pasar la semana con mi querida hermana, pero ella esta muy ocupada como para estar con su querida Onee-chan, ¡yo solo quiero darle mi amor y cariño como toda buena hermana mayor!-.
Una gota de sudor cayo por la nuca de Hyoga… esta chica si que era expresiva y enérgica hasta casi el punto de infantil, puede que mucho más que Shoko o Seiya cuando era más joven.
Serafall recién entro en cuenta que Hyoga estaba solo andando en la ciudad y no como algún profesor en la escuela, él explico que como solo estaría una semana aquí, no era necesario, mientras interactúe con los jóvenes Demonios no habrá problema, y ahora esta explorando la ciudad para conocerla mejor, lo mismo que ella esa.
Con esa concordancia, un foco imaginario se encendió arriba de la cabeza de la Maou… ella había estado pensando como conocer más al Caballero de Acuario y ahora lo tiene delante suyo, ambos querían familiarizarse con la ciudad, porque aunque Serafall ha venido un par de veces en el pasado, nunca la ha recorrido por completo porque no se ha quedado más de dos días... era una oportunidad de oro y ella no es una estúpida como para dejarla escapar.
Envolvió el brazo de Hyoga con los suyos, para confusión y sorpresa de este y empezó a avanzar, arrastrando detrás suyo al chico.
-Oye ¿qué crees que haces?-.
-¡Vamos! ¿No es obvio? Ambos queremos explorar la ciudad y es aburrido hacerlo sola, ¡así que tu serás mi escolta hoy! ¿O acaso dejaras a esta pobre mujer a su suerte?- Y para rematar, Serafall uso una de las armas más poderosas de una mujer... uso los ojos de cachorro.
Hyoga iba a replicar... pero al verle esos ojos de cachorro... y que hacía temblar su labio para agregar... por Athena, por cosas como esas a veces maldice no haberle hecho caso a su maestro Camus y ser más frio de carácter.
-Tu lideras el camino...-.
-¡Yey!- Serafall celebro como niña y empezó a avanzar, aun tomando el brazo de Hyoga.
El rubio volvió a suspirar, ya no le quedaba de otra más que seguirle el ritmo a la chica... e ignorar lo más que podía la sensación de sus pechos en su brazo, por suerte controlaba mejor sus emociones, o se notaría que estaba avergonzado.
En otra parte del mundo, en uno de los campamentos de la Facción de los Héroes, los líderes principales se estaban reuniendo para su entrenamiento del día de hoy para dominar el Cosmos. El entrenamiento que los sometía la persona a la que llamaban "Sensei" no eran para nada sanos, eran de una intensidad que la primera vez había agotado a la mayoría; pero según el Sensei, ese nivel de intensidad eran los entrenamientos que los Santos Dorados se sometían todos los días.
Al escuchar eso, los motivo para seguir haciéndose más fuertes... si humanos normales pudieron superar esos entrenamientos para tener el poder que tienen ahora, ellos, como los descendientes y herederos de los héroes de antaño, también deben de superarlos.
Cao Cao y Sigfried llenaron a un claro lejos del campamento donde entrenaban junto a sus camaradas. Al lado de Cao Cao estaba una hermosa joven rubia de ojos azules usando un traje de batalla con una armadura naranja encima suyo y botas café.
Al lado de la rubia estaba un chico de cabello negro y gafas, vestía una combinación de uniforme escolar Japonés, más específicamente, los Gakuranis que vestían los escolares Japoneses en el otoño. Encima del uniforme usa una túnica de mago de color rojo con una capa de plumas.
Al lado de Siegfried estaba un hombre de dos metros de altura de una constitución fuerte y muscular, tiene cabello gris hasta los hombros, lleva el mismo uniforme escolar que Cao Cao y el de lentes cubierto por una armadura café que se inspiraba en las antiguas armaduras griegas.
Esos tres se hacían llamar, Georg, Jeanne y Heracles. El primero era el segundo al mando de Cao Cao y descendiente del humano que hizo un pacto con el legendario Demonio, Mephistopheles.
La mujer era una antigua seguidora de la Iglesia, pero al descubrir que llevaba el Espíritu de Juana de Arco en su interior hace años, los líderes de la Iglesia que ella seguía quisieron usarla para su beneficio, a lo que termino escapando y se encontró con Cao Cao, quien la recluto al conocer sus condiciones, y desde ese entonces ella se volvió una fiel seguidora.
El tercero decía llevar el espíritu del Héroe Griego Heracles y por eso era que tenía super fuerza, pero en realidad solo era un descendiente de sangre del Héroe. Lo que sucede es que sus padres también eran descendientes de Heracles y al nacer su hijo, sucedió lo que podría considerarse milagro... Regresión Genética.
La Regresión Genética sucede cuando ambos padres tienen genes iguales y son heredados al hijo, estos reaccionan y despiertan en el hijo, activando cualquier habilidad oculta en el gen. Eso, sumado a la fuerza que él obtiene gracias a su Sacred Gear, le dan su super fuerza... aunque ni él mismo lo sabe y por alguna razón piensa que tiene el espíritu del Héroe Heracles en su interior, cuando dicho Héroe sigue vivo y ahora es un Dios.
Los cinco se reunieron alrededor de una figura que vestía una túnica negra que tapaba todo su cuerpo con una capucha que le impedía ver el rostro, pero se notaban algunos mechones negros sobresaliendo.
El aura de esa persona... la fuerza que sentían venir de él... era algo que superaba lo humano... esa persona delante era tanto un Dios, como algo más... y era él quien se encargaba de entrenarlos en el arte del Cosmos. El resto de la Brigada del Khaos de los diferentes grupos han intentado obligar al hombre a que también les enseñe, solo para terminar en el suelo con heridas de gravedad, y solo si no lo hacían enojar... este hombre dejo en claro que solo le enseñaría a usar el Cosmos a ellos.
-Espero que se tomen en serio el entrenamiento este mes... vamos a acelerar el proceso para que aprendan más rápido de lo estimado- dijo el encapuchado, su voz sonaba profunda y fuerte. Aunque para ellos era una voz que les transmitía confianza a todos.
-¿Por que se acelera el entrenamiento?- Pregunto Jeanne.
-Al revelarse la Brigada del Khaos a las Facciones y al Santuario, no tardaran en empezar los combates, y al nivel que ustedes están, no duraran mucho contra las batallas que vendrán... y aparte de Cao Cao, el resto todavía no alcanza el nivel de un Dorado, así que se aumentara la intensidad del entrenamiento, ¿les quedo claro?-.
Todos asintieron... ellos eran Héroes, no escaparían de un desafío que ellos mismos aceptaron por voluntad. El ejercito de los Dioses Griegos no eran los únicos que podían aprender a usar el Cosmos.
-¿Hm?- Siegrfried miro alrededor, buscando a alguien. -Oiga, Sensei. ¿Dónde esta Lancelot?-.
-Lo envíe a probar el proyecto de la Espada Sagrada- respondió el encapuchado.
-Va a ver un baño de sangre- dijo Georg con cara de poker.
Lancelot, como decía su nombre, era un descendiente directo del Caballero de la Mesa Redonda, Lancelot. Ese sujeto se unió a ellos cuando el Sensei empezó a entrenarlos hace ya casi un año, y era el más avanzado de todos, ya tenía despertado y dominado el Séptimo Sentido, el sentido que lo ponía a la par con los Caballeros Dorados. Aparte de eso, era un gran espadachín que incluso Siegfried tenía que enfrentar con sus seis espadas para siquiera pelear al mismo nivel.
El problema con él es que... era un lunático total, una persona con una gran sed de sangre que disfruta matar y que se excita por un combate que le haga hervir la sangre, el mismo Cao Cao admitió que aunque disfrutaba una lucha, Lancelot disfrutaba a un nivel más grande y retorcido que él.
El "Sensei" miro las expresiones del resto de Héroes. -Le dije que se controlara, y aunque dudo que me vaya a ser caso del todo, es lo suficientemente listo para saber cuando tendrá que retirarse... sabe lo que le pasara si me desafía-.
Todos asintieron... el Sensei era alguien calmado, hasta amable con ellos, pero cuando se enojaba... mejor rezarle a cualquier deidad, excepto a los Griegos, eso lo enojara un más.
En eso Cao Cao recordó algo que vio... o más bien, algo que faltaba.
-¿Acaso Lancelot se llevo a ese espíritu de aquel espíritu que poseyó el cuerpo de esa niña? Conociéndolo... es lo más probable- se guardo eso para si mismo, de todos modos no era importante, aquel espíritu solo lo dejaron con vida para que Leonardo lo estudiara.
Con nada más relevante que decir, empezaron su entrenamiento.
(En otra parte de Kuoh)
Cerca del centro de la ciudad, habían dos figuras conversando, la primera de ellas era un joven apuesto de piel negra, cabello corto de color plateado donde tenía un largo mechón cayendo al lado derecho de su rostro y grandes ojos violeta, vestía un polar rojo de cuello de tortuga con una chaqueta verde encima, unos pantalones grises y botas verdes.
La segunda figura era más pequeña; era una niña de cabello gris de coletas largas y ojos grises y desorbitantes, como si no hubieran nada dentro de esa mirada. Usaba un vestido amarillo con una chaqueta para niña de color rosa encima, medias en los muslos y zapatos de tacón.
-¿Entiendes? Si eliminas esa cantidad de personas en menos de una hora, te dejaré libre para hacer lo que quieras, pero si eres incapaz de hacerlo, te volveré a sellar como lo hice-.
La niña, o más bien, la entidad dentro de la niña gruño... pero asintió. Odiaba seguir las ordenes de esta persona, pero no tenía otra opción, de todos modos, matar a personas era algo que le producía placer.
Aunque... tenía una duda.
-¿Por que haces esto? ¿Por que me haces este trato y no lo haces tu mismo?-.
-No sería muy "caballeroso" que empiece a matar personas sin razón, no es mi estilo... además que se me ordeno controlarme, y no quiero hacer enojar a esa persona... da miedo hasta para mi- respondió el joven.
-Entiendo... aunque si es así, ¿puedo pedir algo?-.
-Si quieres dinero, olvídalo, no tengo ahora mismo-.
-No es eso... yo también quiero una... ¿a quien tendría que pedírselo?-.
El joven ladeo la cabeza, no entendiendo a la "niña". -¿Qué cosa?-.
-Una espada sagrada- la niña sonrió, pero con esa mirada en su rostro, era una sonrisa sádica y cruel.
-Ahh… con que eso es... ¿acaso quieres ser una heroína?-.
-¡Si! ¡Después de verlos a ustedes, quiero ser un heroína! ¡¿Cómo debo hacerlo?!- La niña se tomo las coletas y dio saltitos.
-Convertirse en un Héroe es sencillo. En nombre de la justicia, debes matar incontables personas- el joven sonrió con cruel diversión a sus propias palabras. -"Si matas a una persona eres asesino, si matas a miles eres un héroe". Una frase de Porteus que un conocido me enseño-.
Al mismo tiempo, también cerca del centro, Hyoga y Serafall revisaban el lugar, aunque Serafall aprovechaba de ver las vitrinas de las tiendas en que pasaban. Si una persona los viera, los confundirían por una pareja, ya que Serafall le había agarrado el brazo a Hyoga algunas veces desde que empezaron a avanzar, y eso fue hace 40 minutos.
Aunque el rubio no podía decir que la pasaba mal, Serafall era una buena conversadora y conocía bastante de la cultura humana pese a ser un Demonio, fue ahí que se entero que ella protagonizaba un programa como Chica Mágica en el Inframundo... eso lo sorprendió, por no decir que lo confundió. ¿Qué tan diferente podía ser el Inframundo Bíblico del de Hades?
-Oye... lo siento mucho por hacer que me acompañes- dijo la Maou de repente. Hyoga la miro con una ceja alzada. -Se bien lo enérgica e impulsiva que soy y a veces arrastro a las personas a ciertas cosas, So-tan me regaña mucho por eso- se disculpo, recordando que por su actitud, los chicos se alejaban de ella cuando era más joven, y los que se acercaban a ella era solo para meterla a la cama.
-Aunque no niego que fue un poco incomodo al inicio... puedo notar que no eres mala persona, y al final me divertí charlando contigo y memorizando la ciudad, tenías razón cuando dijiste que es más divertido estar con alguien- dijo Hyoga.
-Me alegro, la próxima vez podríamos ir a otra parte, conozco un Museo...- Serafall hablo por inercia, pero luego se llevo una mano a la boca... casi estaba pidiendo una cita.
Y ahora que lo piensa... ambos solos paseando por la ciudad, ella viendo tiendas y él la acompañaba... además que a veces lo tomaba por el brazo, al inicio para ver su reacción, pero al notar que no se inmutaba dejo de hacerlo... pero en algún momento lo siguió haciendo por inercia cuando quería ver algo… sin siquiera quererlo o hacerlo, parecía que ambos estaban teniendo una cita.
-¿Un Museo? No suena mal, hace mucho no voy a uno- Hyoga no le vio problema en salir a otra parte con Serafall, además que era cierto que hace mucho que no va a un Museo, no habían muchos cerca del Santuario.
-¿E-En serio me acompañarías de nuevo?- Pregunto ella nerviosa. -A pesar de que soy un Demonio...-.
-Demonio o humano, eso no importa, lo que importa es el valor de tu corazón, y puedo ver que el tuyo vale mucho... además que al hacerlo, estaría cumpliendo mi rol de mejorar la alianza, así que sería matar dos pájaros con una pedrada-.
-V-Vaya... pues gracias- el corazón de Serafall salto cuando Hyoga menciono lo de su corazón, no pudiendo evitar sonrojarse, pero como tenía la cabeza inclinada hacía abajo, Hyoga no le podía ver el rostro.
Serafall observo a Hyoga… notando que él no era como el resto de hombres en el Inframundo. La mayoría son unos arrogantes y estúpidos que solo la quieren para tener sexo o poder político, algo que ha aprendido a notar y soportar de mala gana, incluso los vejetes del Consejo han querido buscarle marido para que tengan jóvenes Demonios con genes poderosos en sus filas, pero ella ha rechazado todo prospecto que le han mandado.
-Yo solo me casare con alguien que sea más fuerte que yo- fue la condición que puso para que los vejetes la dejaran en paz, hasta ahora nadie lo ha logrado, los únicos más fuertes que ella son Sirzechs y Ajuka, pero ambos eran solo sus amigos y el primero estaba felizmente casado y el segundo no tenía interés en una relación de momento... si es que alguna vez se interesaba en algo más que no sean sus proyectos.
Y Hyoga es fuerte, no sabe que tan fuerte ya que no vio con claridad su lucha contra ese sujeto de la armadura oscura; pero es muy fuerte, aun así no ha escuchado ningún comentario sobre alarde, de hecho él ni siquiera parece una persona que le guste presumir.
-¡HA! ¡¿Qué hace un Demonio aquí?!-.
Ambos se sobresaltaron y voltearon, viendo a la niña de coletas grises viéndolos y apuntando con el dedo a Serafall… lo más sorprendente es que reconoció que ella era un Demonio.
-¿Una niña?- Pregunto Hyoga. -Espera…- noto algo raro en la niña. -¿Qué clase de niña es?-.
-¿A que te refieres?- Pregunto Serafall.
-No te dejes engañar por su apariencia... esta niña emite un aura similar a la tuya, pero combinada con sangre-.
Serafall se concentro en la niña... notando que efectivamente, del interior de ella se sentía energía Demoniaca, estaba oculta y por eso no la noto enseguida.
Las personas que pasaban observaban curiosos al trío, al ser apenas medio día, el centro estaba lleno de personas... era el lugar indicado para una matanza.
-Esa niña no es humana... el aura en su interior es el de un Demonio de Clase Alta; pero hay algo más- con la experiencia de Serafall, ella es capaz de identificar sin problemas el aura y fuerza de una persona.
-¡Qué cruel! ¡Yo soy muy tierna, eres cruel! ¡Estoy enfadada! ¡Esta decidido!- Ambos notaron como la energía en el interior de la niña aumentaba, sus ojos empezaron a brillar. -¡Ustedes serán los primeros que voy a asesinar!-.
La niña extiende los brazos y empieza a llorar de una manera anormal. Las lágrimas empiezan a elevarse, y bruscamente, las lágrimas se derraman en mayor cantidad y dan forma a un fluido, el fluido empieza a tomar forma de una criatura cristalina que tenía tres cabezas con forma de cráneo.
Las personas comenzaron a correr en pánico al ver surgir a la criatura, otros le tomaban fotos y grababan, pero ante el rugido de las tres cabezas, empezaron a correr, o al menos a esconderse lo más lejos.
-¡Despojare la carne de sus rostros! ¡Desgarrare su piel, malditos!-.
Hyoga y Serafall se pusieron en guardia... esa niña, no, esa cosa tiene una energía horrible.
-¿Qué eres?- Pregunto Serafall.
-¡Soy el espíritu del Demonio del agua! ¡Soy Wadatsumi!- Se presento la criatura mientras se elevaba al aire.
Bueno... hasta aquí el paseo.
N/A: Hasta aquí el capitulo.
Se vio el comienzo del entrenamiento que Seiya y Shoko le darán a los Demonios. Uno de mis problemas con DxD fue que nunca vi una buena escena de entrenamiento, lo más cercano fue el entrenamiento que todos recibieron en el Inframundo, pero quien si mejoro de verdad fue Issei, los demás nee, no mucho, lo de Koneko y Akeno solo fue que se aceptaron a si mismas y usaron los poderes que ya tenían.
Aquí intentaré mejorarlo aunque sea un poco. Ya el comienzo fue difícil para ellos porque ninguno están acostumbrado a entrenar, sobre todo Rias, Sona y Akeno, y eso que Seiya esta siendo más amable con ellos de lo que fue Marín con él cuando era niño.
Y ahora... Hyoga y Serafall juntos... como dije, Serafall estará con Hyoga, su personalidad contrasta con la personalidad calmada de Hyoga y creo que por eso me encanta. También he pensado en otra pareja para él aparte de Serafall y Rossweisse. ¿Qué opinan de Fler, la hermana de Hilda?
Y Lancelot y el espíritu Wadatsumi… sobre eso, son de Episodio G Assassin, Lancelot es una incursión que quise meter para que Seiya y compañía tenga más enemigos a la par de ellos, y Wadatsumi… bueno, varios me preguntaron si aparecerá la hija de Hyoga de Assassin en este fic.
La respuesta es si.
oswaldo Enrique: He estado pensando en otra chica para Seiya aparte de las ya confirmada, todavía no es nada confirmado... pero puede ser.
daizuke: No exactamente. Es cierto que actualmente, los Cinco Protagonistas Son Dorados muy superior al promedio, al nivel de Saga y Shaka, pero siguen estando al nivel de un Dorado, solo que son más fuertes que el promedio.
Roy 4: Kiki esta aprendiendo que hay más cosas que ser un Santo, y si debe tener cuidado, Shunrei ya le dio "la charla". Y sobre June... solo diré que ya tengo pensado sus escenas de peleas graciosas con Kuroka.
La admiradora de Ikki se revelara en algunos capitulos más, no se cuantos exactamente. Además que es cierto, Ikki es el que más fans tiene, tanto dentro como fuera del manga XD.
Se que SoG no fue la mejor secuela para la saga de Asgard, por eso no la cuento como oficial en el fic, si me gusto para entretener... pero solo para eso.
Guest: Well, several talks are coming for Kiki. It's time for Ikki to get some love after his love interests died unjustly, Kurumada was not good to him in that area.
Sin nada más que decir me despido. Visiten y comenten el resto de mis historias por favor. CHAO.
