Capitulo 25
-¿Es que acaso no podía tener un solo día en paz?- Pensó Serafall, viendo la criatura que emergía desde la niña, aunque en el fondo estaba irritada porque su "paseo" fue interrumpido.
Wadatsumi, como se presento la criatura, se eleva cada vez más, así como su poder. Hyoga nota con sorpresa que esta concentrando la humedad del aire hacía él, al punto que se esta volviendo un remolino... eso del espíritu del agua puede que si sea correcto.
-¡Muéranse!- Grito Wadatsumi con la voz de la niña que poseía.
Arrojo todo el liquido que había reunido, empezando a destrozar los alrededores. Serafall extendió el brazo izquierdo y varios círculos mágicos aparecieron por toda la zona para evitar la destrucción del área, lo que causa las risas de burla de Wadatsumi.
-¡Eres estúpida! Mi cuerpo es agua, así que tu magia no funciona conmigo, y con esa fuerza en tus círculos mágicos puedo destruirlos fácilmente- declaro. -¡No pueden matarme! Los humanos, y ni siquiera los Demonios pueden hacer algo en contra de un desastre natural. Solo pueden temer a ello, huir de ello... y desaparecer-.
Concentra el tornado y lo lanza hacía ellos, Serafall levanto la mano... si es agua entonces puede congelarla... pero entonces vio como Hyoga daba un paso adelante.
-Estas equivocado... sin importar que dificultad les pongan de frente, los humanos también se levantaran... no solo ellos, cualquiera con la voluntad de seguir se levantara, sin importar que-.
La niña iba a replicar con una burla, pero luego nota que... su mano estaba fría. Mira hacía bajo... viendo que su mano derecha estaba congelada. Mira al rubio, notando un aura fría danzar a su alrededor y algunos copos de nieve caer del aura.
-Cualquier persona que nunca se rinde, es capaz de crear milagros, los humanos nunca nos rendimos, y por eso creamos milagros. No nos subestimes- espeto Hyoga.
Serafall vio con sorpresa el tornado de agua... era un tornado congelado. Hyoga, con apenas levantar su mano, congelo el tornado completamente antes de que los tocara... ella misma podría haberlo hecho, pero que exista otra persona capaz de tener una habilidad con el hielo a la par de ella... era sorprendente.
-Eres un maldito... ¡te atreviste a golpearme a mi! ¡Una pequeña niña! ¡No te lo permitiré maldito!- Grito con furia Wadatsumi.
La corriente del tornado se hace más intensa, Serafall nota que la niña esta usando magia para potenciar la fuerza del tornado, lo cual logra, rompiendo el hielo que lo congelo y ascendiendo al aire, chocando con el suelo, derribando y empujando hacía atrás a Hyoga y Serafall que se cubren con los brazos.
-Esto es... ¿una macro ráfaga?- Como ella es experta en magia de agua y hielo, reconoce que ese Demonio, espíritu, lo que sea... absorbe la humedad del oxigeno para incrementar el agua del tornado y usa magia para hacerlo más fuerte. Lo más sorprendente era que no usaba un círculo mágico... ese tipo de magia era algo que incluso superaba a Sona, que era una prodigio con la magia de agua.
El tornado que choco con el suelo gira a gran velocidad, ocasionando fuertes corrientes de agua y viento que sacan volando a los dos... aun en esa situación, Serafall coloca una mano sobre su falda para que no se levante.
-¡Hahahaha! ¡Estúpidos, mueran de una vez!-.
Cuando Serafall paso volando cerca del suelo, se aferro al suelo con una mano, ya harta de esto, levanto una mano y empezó a usar su magia de hielo para congelar el tornado de agua. Lo estaba logrando, o al menos haciendo el tornado más lento, Wadatsumi, quien noto eso, gruño furiosa y una de las cabezas fue hacía Serafall, pero esta creo un círculo mágico que disparo magia contra la cabeza para alejarla.
-Justo ahora tuve que sellar mis poderes, maldición- para no dar problemas y disfrutar de una semana tranquila en el mundo humano con su hermana, Serafall sello parte de sus poderes en lo que se queda en Kuoh. Con ese sello, su fuerza actual es el de un Demonio de Clase Alta, estando al mismo nivel que esa criatura.
Cuando el choque de hielo y agua de ambas estaba colisionando, una nueva corriente de hielo se lanzo por detrás de Serafall contra el tornado, congelando una vez más el tornado. Serafall mira atrás suyo, viendo a Hyoga con el brazo extendido.
-Con la humedad que libero ese tornado, fue un blanco fácil de congelar, eso creara una pared de hielo que la detendrá por ahora- explico Hyoga, viendo como el hielo del tornado se extendía al punto de crear un muro de hielo delante de ellos.
Serafall observo el hielo que Hyoga creo... ella podía notar que la temperatura de ese hielo era muy baja, puede que casi a los -200... y él lo hizo en un instante.
Pero luego frunció el ceño al notar como el muro de a poco se desquebrajaba.
-¿Qué diablos pasa? La corriente y el tornado debieron ser erradicados por el hielo- exclamo Hyoga.
De repente, un filo tremendo corta el muro de hielo. Hyoga y Serafall tuvieron que hacerse a un lado, notando que el corte también corto el suelo por donde paso.
-Ese no fue un ataque cualquiera... ese fue un ataque de Cosmos... un Cosmos lleno de ira, pero poderoso- Hyoga notaba que algo avanzaba con el corte... una silueta.
El joven de piel negra y cabello plateado llegó al campo de batalla, tenía extendido su brazo cuando llegó, como si fuera una espada que dio un estoque.
Hyoga vio como el joven se ponía de pie delante de ellos... este tipo era un guerrero que podía manejar el Cosmos como ellos... tenía que tener cuidado con él.
-Solo te puse una condición y ni siquiera eres capaz de cumplirla... bah, supongo que los Demonios son muy patéticos, sobre todo uno que ni siquiera tiene cuerpo- se burlo el chico.
-¡Cállate! ¡Esta es mi batalla! ¡Yo también quiero ser una heroína, así que no te metas!- Replico furiosa Wadatsumi.
-¿Tu eres quien envió a esta criatura?- Pregunto Hyoga al hombre.
Cuando el peliplata vio al Santo de Acuario, esbozo una sonrisa, no era una sonrisa de felicidad... era una sonrisa cruel y sádica, de alguien que disfruta matar y que ve a un oponente digno de ser asesinado por él.
-Se puede decir que si... deja que me presente: Soy Lancelot, descendiente del Lancelot de los Caballeros de la Mesa Redonda, y portador de la Espada Sagrada Arondight- se presento con una sonrisa cruel. -También formo parte de la Facción de los Héroes... dime, ¿en el Santuario ya ha surgido mi rey?-.
-¿Tu rey?-.
-No me refiero al príncipe mimado de Arthur, no... me refiero si ya hay un Santo que ha dominado la Espada Sagrada de mi rey-.
Si era el descendiente de Lancelot, al referirse a la espada sagrada de su rey, debe referirse a Excalibur, entonces debe estar preguntando...
-¿Sabe de Shoryu?- Hyoga mantuvo una expresión seria y helada, negándose a responder. Tan solo le vasto una mirada al chico para saber que era un desquiciado, y no expondría a su sobrino a un tipo como él, aun le faltaba como Caballero.
Pero el silencio pareció ser la respuesta de Lancelot, ya que su sonrisa desquiciada se hizo más grande, si es que podía. -Ya veo, así que ya hay uno, pero parece que todavía es inexperto. De acuerdo, no me molesta esperar un poco más para chocar armas con mi rey-.
Estaba decidido... este sujeto era peligroso, podía sentirlo en su Cosmos... este tipo era un asesino desquiciado, y como Santo, no puede dejarlo libre.
-Serafall… ¿crees que puedes contra ese espíritu?-.
-Actualmente en poder estamos igual... pero como controla el agua, entonces puedo vencerlo fácilmente- respondió la Maou confiada.
-Bien...- Hyoga empezó a caminar. -Te lo encargo. Yo me encargaré de este sujeto-.
-En ese caso, este lugar es pequeño para los cuatro...- y tras decir eso, Lancelot empezó a correr a la velocidad de la luz. Hyoga lo siguió.
Con Serafall y Wadatsumi a solas, el ente Demoniaco de agua empezó a reir. -¿Qué tu te encargaras de mi? ¡No me hagas reír! ¡Te arrancare esa bonita cara que tienes y...!-.
No termino de hablar, ya que la mitad de su cuerpo fantasmal fue congelado de golpe. Las manos de la niña fueron a sus ojos y gimió con dolor.
-¡Perra! ¡¿Qué hiciste?!-.
-Puede que nuestros poderes sean del mismo nivel ahora, pero soy una experta en la magia de hielo, así que congelar una masa de agua como tu es un juego de niños- dijo Serafall con una pequeña sonrisa traviesa. -Ahora me aseguraré de que pagues por haber arruinado mi día- declaro con una expresión tenebrosa.
Pero para sorpresa de Serafall, empezaron a aparecer fisuras en el hielo a medida que gotas caían al suelo... hasta que el hielo se rompió, liberando a la criatura liquida.
-¿Realmente crees que puedes hacerme pelear en serio? ¡No me subestimes, perra!-.
Y para sorpresa de Serafall, un círculo mágico apareció delante de Wadatsumi, del cual salió una tormenta de fuego contra Serafall. Al ver el alcance y poder que se le acercaba, la Maou no tuvo de otra más que esquivar el ataque haciéndose a un lado, provocando un camino de llamas por donde paso.
-También controla el fuego... esto será molesto- Serafall aun confiaba en su victoria, pero sería molesto llegar a ella.
-Así como puedo absorber el liquido del aire, también puedo absorber el oxigeno y usarlo como combustible para crear fuego- explico Wadatsumi. -¿Intentaras congelarlo? Estoy seguro que sabes que el fuego no es una materia, ¡así que no podrás congelarlo jamás!- Lanzo otra llamarada del círculo mágico.
Esta vez, Serafall bloqueo las llamas con un muro de hielo, las llamas se extendieron a los lados, empezando a llenar el centro de llamas.
Hyoga y Lancelot no se alejaron tanto de donde estaban Serafall y Wadatsumi. Se detuvieron a los pies de un gran edificio. En cuanto se detuvieron, Lancelot lanzo una estocada con su brazo hacía Hyoga, quien se cubrió con sus brazos, siendo empujado hacía atrás por el impacto.
Hyoga se mantuvo sereno, ignorando la sangre que caía de sus brazos y pecho. El golpe de Lancelot fue tan rápido y fuerte que no alcanzo a bloquearlo por completo... la manera de atacar de ese sujeto era parecida a la de Shura e Izo, como si su cuerpo fuera una espada.
-¿Qué se siente que tu sangre caiga, Santo? Siempre es un deleite ver a un fuerte enemigo sangrar por uno de mis ataques. Mi sangre arde por una batalla- declaro Lancelot con jubilo.
-Siempre estoy dispuesto a ser herido, es normal en los combates. Pero no importa las heridas, en tanto mi Cosmos y espíritu ardan, no caeré- respondió Hyoga.
-Esa es la respuesta de un guerrero. Entonces no tardemos más y comencemos con esta batalla mientras aun haya tiempo- un brillo se manifestó en la mano derecha de Lancelot, que empezó a tomar forma de un objeto largo.
Lo que apareció en la mano del joven era una espada... muy singular. Su hoja tenía forma en espiral y era más larga que una hoja de espada corriente. Su color era plateado con brillos arcoíris por toda la espada que brillaban con el sol y muchos grabados.
-Ustedes, los Santos se enorgullecen de las armaduras que los protegen, de arreglar las formas mano a mano sin el uso de armas... pero olvidan que la primera vez que la humanidad demostró su fuerza, fue con el uso de armas. Te mostraré lo que puede hacer un arma que fue convertida y fortalecida por el Cosmos-.
Cuando Lancelot termino de hablar, Arondight brillo con una luz plateado un momento para luego abrirse en pedazos y las piezas se ensamblan por todo su cuerpo, hasta que finalmente fue cubierto por una armadura plateada de brillo arcoíris, junto con una capa roja en su espalda.
-Deja que me presente una vez más: soy Lancelot, portador de Arondight-.
-¡¿Esa espada se volvió una armadura?!- Hyoga estaba atónito ante lo que vio, era la primera vez que veía y/o escuchaba de que un arma puede ser usada como armadura. Ni siquiera las armas de Libra tienen ese poder al ser parte de la misma armadura.
Dejo esa interrogante a un lado de su mente por el momento, tendría que derrotar a este tipo e interrogarlo.
Un brillo dorado se manifestó arriba de Hyoga, donde apareció la caja armadura que se abrió, revelando la forma estatua de la armadura de Acuario, que separo sus partes y cubrió a Hyoga y su capa ondeo detrás suyo.
-Yo soy el Caballero Dorado que rige el frío y la eternidad: Hyoga de Acuario-.
Una vez que se los guerreros se presentaron como dicta su código, la lucha empezó.
Lancelot fue el primero en atacar, ataca horizontalmente con su brazo derecho extendido, imitando un corte de espada... no, todo su cuerpo era una espada, estaba dando un verdadero corte.
El corte golpeo y detrás de Hyoga corto a la mitad un pequeño negocio, levantando humo... Lancelot no sintió que corto nada, y al ver a su oponente, vio que bloqueo su ataque levantando su brazo, creando una capa de hielo como segunda defensa que bloqueo su golpe.
-Golpe para cortarte el cuello, y aun así lo bloqueaste...- Lancelot retiro su mano. -Como se esperaba de un Caballero legendario-.
Eso llamo la atención de Hyoga. -Tu... ya sabías quien era antes de que comenzara la pelea, ¿verdad?-.
-La Facción de los Héroes sabe todo sobre los héroes y sus hazañas. Los Santos no están excluidos, sobre todo tú y tus amigos que lograron el milagro de acabar con el Dios Hades, el Dios del Inframundo más fuerte de todos los Panteones y quien estaba en el top 3 del ranking sobrenatural mundial... claro que supe quien eras en el momento en que te vi, Cisne Dorado-.
-Eso facilita las cosas... ya habrá tiempo de hablar más cuando te derrote-.
-¿Podrás hacerlo?-.
Mientras hablaban, Hyoga empezó a congelar con su Cosmos que liberaba en el aire el cuerpo de Lancelot, desde los pies hasta arriba. Lancelot sonrió mordazmente y con un movimiento de su brazo izquierdo, corto el hielo que estaba subiendo por su cuerpo.
Lancelot fue una vez más hacía Hyoga, esta vez con más velocidad lanzo un tajo que Hyoga esquivo al mismo tiempo que lanzaba un puñetazo que Lancelot esquivo apenas girando su cuerpo. Ambos se vieron un milisegundo antes de chocar sus puños cargados de Cosmos que levantaron escombros del suelo y destellaban en el punto que chocaban.
Ambos se separaron al mismo tiempo retrocediendo. Lancelot bajo su brazo derecho, aun extendido y lo cubrió de Cosmos.
-¡Espada de la Traición!- Levanto su brazo, enviando un corte hecho de Cosmos hacía Acuario que cortaba el suelo a su paso. La técnica era igual a la forma en que los Caballeros de Capricornio lanzan la Excalibur.
-¡Polvo de Diamantes!- Hyoga sabía que esa técnica era demasiado rápida como para esquivarla, así que la contrarresto con la suya.
El corte de Cosmos y la ráfaga helada de Cosmos chocaron, cancelándose al mismo tiempo que se levanto una pequeña neblina por la técnica de hielo. Hyoga se mantuvo sereno y concentrado en el campo, así pudo esquivar el estoque de Lancelot hacía sus ojos moviendo la cabeza y golpeando al descendiente del Caballero en el rostro, para darle un golpe Khen en el estomago que lo mando a chocar contra un edificio.
-Hay algo raro...- ese pensamiento acaba de cruzar la mente del antiguo Cisne al ver los destrozo que se creo en su corto intercambio de choques que duro un minuto apenas. -Con todo el caos y destrozo que surgen, hubiera sido más que suficiente para que las herederas vengan a revisar lo que sucede, y no solo ellas, Seiya y Shoko debieron de haber sentido como se elevaba mi Cosmos y el Cosmos de este sujeto. Se que no se hubieran involucrado, pero si para ayudar a evacuar la zona. Ni siquiera han llegado patrullas-.
Miro hacía el cielo... ahora que lo notaba, el sol no se ha movido de su posición. No debieron de pasar ni diez minutos desde que se encontraron con la niña... pero había algo raro en el aire... no lo había podido notar por estar concentrado en Wadatsumi y ahora en Lancelot... pero hay Cosmos en el aire.
-Estamos atrapados en una barrera- llegó Hyoga a la conclusión. -Esa barrera impide que los otros sientan nuestras energía... pero para poder bloquear tanto energía Demoniaca como Cosmos... no fue preparada por una persona normal-.
En lo alto de un edificio ubicado en el centro, una figura con capucha verde estaba observando los dos combates que se desarrollaban... por la capucha no se podía ver el rostro de la persona, pero si se alcanzaba a ver una barba de candado, indicando que era un hombre adulto.
-Bueno, bueno... Lancelot no la tendrá fácil, aunque supongo que es lo que le gusta, solo espero que recuerde no enloquecer, el Sensei se enojara con él si lo hace- murmuro el hombre para si mismo. -Y esa señorita no lo hace nada mal contra Wadatsumi, pero se nota que no esta acostumbrada a luchar contra un fuego que se iguale a su hielo; me quito el sombrero ante ese espíritu que creaste combinando magia de agua y el alma de un Demonio, Euclid-.
Cuando Lancelot vino para pedir su ayuda para crear una barrera que evite que se pueda sentir desde afuera cualquier energía, incluyendo Cosmos, no encontró como negarse... además que también estaba interesado en ver la fuerza de un "Caballero Legendario".
Pero aun así no fue fácil colocar sellos mágicos alrededor del área del centro y potenciarlo con Cosmos para hacerlos más fuerte, sin contar que tuvo que dormir y borrar la memoria de todos los transeúntes que estaban en el lugar cuando Wadatsumi apareció y crear una segunda barrera que hace que cualquier persona normal se acerque, de media vuelta.
-En serio... para la próxima creo que voy a cobrar algo por tanto esfuerzo, casi me siento sobrexplotado-.
Se callo y mantuvo su atención en los combates.
Serafall la estaba pasando mal.
A medida que Wadatsumi usaba el círculo mágico para lanzar llamas, iba quemando más la zona, lo que la pondría en desventaja con tanto fuego, por lo que su prioridad fue impedir que usara ese círculo, su primer pensamiento fue atacar el cuerpo de la niña que usaba... pero lo dejo de lado, ella no era tan desalmada para atacar a una niña, aun si solo es un cuerpo vacío que su enemigo usaba.
Así que se concentro en atacar y congelar zonas del cuerpo de Wadatsumi para ponerlo a la defensiva y hacer que le sea difícil el atacar... cosa que pudo funcionar con cualquier enemigo, este resultaba más problemático.
El cuerpo de Wadatsumi cambio, de ser liquida a espesa y de un color grisaceo como la humareda y lanzaba fuego de sus bocas que empezaron a llenar el lugar de fuego al punto que Serafall tuvo que elevarse al cielo para no ser tocada por las llamas, el único lugar que no se veía afectado por el fuego era en donde el cuerpo de niña de Wadatsumi estaba de pie.
-¡¿Qué sucede, perra?! ¿No que ibas a encargarte de mi? ¡Solo eres una burla!- Grito Wadatsumi, lanzando varias bolas de fuego.
Serafall creo un domo de hielo a su alrededor para protegerse del ataque, funcionando, pero el calor de esas bolas de fuego derritió parte de la zona frontal de su muro, dejándola expuesta para para una lanzallamas... Serafall reaccionó rápido e hizo aparecer un círculo mágico que libero una ráfaga de hielo que contrarresto el lanzallamas. Ambos ataques mágicos chocaron y crearon neblina en el aire, Serafall se elevo más en el aire, aunque por la neblina no podía ver a su enemigo.
-Esto ya se esta complicando... a esas temperaturas, ni siquiera mi cuerpo resistiría- a pesar de la situación, Serafall mantenía la calma. Fue una de los generales de la Facción Anti-Satán, experiencia tiene de sobra para mantener la calma aun si la situación se ve mal. -Si estuviera al 100% sería capaz de congelar ese fuego... pero en estas circunstancia puedo apenas enfriarlo lo suficiente para que no me afecte, pero eso no basta-.
Serafall no pudo seguir pensando porque del humo salió un golpe de presión contra ella, abrió los ojos sorprendidas y creo un círculo mágico defensivo que bloqueo el golpe, pero la hizo caer un poco antes de recuperarse en el aire, pasando la neblina y estando elevada lo suficiente para ver de nuevo a Wadatsumi, pero que también podía sentir el calor de las llamas esparcidas por toda el área.
La niña se ve molesta al ver que Serafall no tenía ninguna herida a pesar de sus constantes ataques, mientras que la pelinegra.
-¡Mi cabello!- Serafall tomo una de sus coletas, notando humareda en su cabello. -¡¿Sabes lo que cuesta mantenerlo limpio y sedoso para que se vea lindo?! ¡El Shampoo que uso es muy caro!-.
-Eres realmente inocente, o estúpida para preocuparte por algo así en una pelea... los tipos "justos" y "buenos" como tu y ese rubio me repugnan- escupió Wadatsumi con despreció. -Y además, ese cabello no es tan lindo como el mío-.
-¡¿Qué dijiste?!- Al ver de nuevo a la niña, una idea cruzo por la mente de Serafall… no estaba segura de funcionar, pero era lo mejor que tenía en esta situación.
-¡Ya me estoy hartando de esto! ¡Muere incinerada de una vez por todas!- Wadatsumi elevo su cuerpo de humareda y lanzo una gran llamarada de cerca.
Serafall pensó en esquivarlo, pero si lo hacía, el fuego podría extenderse a los edificios y comenzar un gran incendio por toda la ciudad, así que creo un gran muro de hielo que bloqueo las llamas y se aseguro de enfriar en cada segundo que soportaba. Una gota de sudor cayo de su frente igual a las gotas de agua que caían del muro.
-¡Ahora quemaré tu cuerpo con vapor!- Dejo de lanzar llamas para empezar a crear una gran esfera de vapor en la palma de la mano de la niña... ninguna barrera de hielo que esa mujer creara soportaría este calor.
Pero ese corto lapso para crear esa esfera fue lo que Serafall esperaba... rompió su muro de hielo que cayo en fragmentos cerca de la niña, al tocar la tierra cerca de la niña que no estaba afectada por el fuego, el suelo se congelo y se levantaron pilares de hielo que rodearon y atraparon el pequeño cuerpo, inmovilizándola.
-¡¿Qué?!-.
-Juju… me subestimaste, niña- Serafall sonrió triunfantemente. -Aunque no estoy en mi 100% y tenga algo fuera de práctica, no soy la Maou Leviathan por nada- levanto la mano, donde creo una esfera de hielo.
-¿Crees que por inmovilizar este cuerpo has ganado? ¡Es inútil!- La criatura volvió a ser liquida y se alza aun más. -¡Porque sigo moviéndome de todas formas! ¡Eres una tonta!-.
Con una mirada impasible, Serafall observo como el espíritu se alzaba más de manera que buscaba intimidarla... con las palabras que dijo, finalmente le quedo claro algo.
-Ya entiendo... esa apariencia de niña no es la verdadera- la criatura se vio confundida. -Solo es un cuerpo, tal vez un cadáver de una niña que tomaste, ¿verdad? Tus palabras, y que puedes moverte de esa forma aun con mis barras a tu alrededor... solo eres un monstruo-.
-¿Y me lo dice un Demonio? Si que es hipocresía- se burlo Wadatsumi. -¿Y que vas a hacer entonces?- Se lanzo hacía la Maou para embestirla o comerla... o ambas.
Serafall como respuesta... formo una pequeña sonrisa. -Ya que no tengo que contenerme más para atacar-.
Y antes de que la criatura se acercara, le lanzo la bola de hielo, la esfera impacto en Wadatsumi, y para sorpresa de la criatura, fue congelada en el acto.
-¿Qué...?-.
-¿Realmente creíste que le haría daño a una linda niña como ese cuerpo? Atacaba buscando la manera de separarla de ti, no soy experta en magia como Ajuka, pero se una o dos cosas de separar posesiones; pero como ya se que no hay nadie más que tu en el interior, no tengo razón para contenerme más- Serafall se acerco hasta estar de frente al espectro. -Te lo dije, aunque no este al 100%, debiste quedarte en tu forma de vapor-.
Y con un golpe de su palma potenciada de magia, Serafall golpeo a Wadatsumi, destruyendo el hielo que lo congelo, lanzando a la criatura, y al cuerpo de la niña, a volar.
-Esta perra... pudo derrotarme desde antes... pero no lo hizo solo por compasión... maldita perra- el cuerpo de la niña cayo, mientras el espíritu de Wadatsumi lo abandonaba y se escapaba por un corredor.
-¡Espera!- Grito Serafall, tenía pensado en perseguirlo, pero noto que las llamas seguían elevándose. -Primero tengo que encargarme de esto...-.
Levanto el brazo y creo un círculo mágico del tamaño de la zona de combate, del círculo salió aire helado y nieve que empezó a apagar las llamas hasta desvanecerlas por completo.
Era un hermoso espectáculo de hielo que cualquiera hubiera disfrutado.
-Listo- dijo Serafall al ver que apago las llamas. -Ahora...-.
No termino de hablar al escuchar un fuerte estruendo, al ver el origen del estruendo... vio como se alzaba una gran cruz que superaba en tamaño cualquier rascacielos de la ciudad.
-¡¿Qué demonios?!-.
(Momentos antes, con Hyoga y Lancelot)
Hyoga dejo sus observaciones con la recién descubierta barrera que impedía que otros los sintieran al escuchar risas desde el lugar donde Lancelot se estrello, primero fueron risas leves, para luego convertirse en carcajadas. Un segundo después, se vio a Lancelot de pie y sin marca en su rostro o armadura de los golpes que Hyoga le dio.
-¡Hahahaha! ¡Esto es lo que me gusta! ¡Chocar armas y puños con un oponente de gran poder hierve mi sangre!- La mirada de Lancelot era de un sádico mientras levantaba su puño. -¿Tu no opinas igual, Santo? ¿No es esta la forma en que ustedes arreglan las cosas?-.
-¿Dices que los Caballeros usamos la fuerza nuestra justicia?- Pregunto Hyoga.
-¿No es así? Athena y sus Santos acaban sin piedad con sus enemigos. No lo malentiendas, me agrada esa forma de actuar, después de todo en las batallas no debe haber piedad. El que tiene poder no es para lo demás, el usar ese poder para uno mismo... es prueba de necesidad. El poder y todo, esta conformado por el deseo. Los héroes mitológicos lo han demostrado. El poder se emplea para uno mismo-.
Hyoga observo y escucho en silencio a Lancelot y su discurso, mientras las capas de ambos ondeaban con el viento... Hyoga sabía que no podía negar en parte las palabras de Lancelot, pero...
-El poder existe para usarse, si... pero no estoy de acuerdo contigo-.
-¿No estas de acuerdo?- Repitió el peliplata confundido.
-Así es. Yo no creo que el poder sea algo que se use para uno mismo- Hyoga levanto su mano. -El poder es algo que se usa para para los demás-.
-¿Para matar a los demás?-.
-Te equivocas... es para proteger a los demás, tanto a los inocentes, como a quienes nos importan. Para proteger los derechos que toda vida debe poseer. Para detener a aquellos que usan el poder para violar esos derechos, pelearemos para ganar-.
-Eso es una falacia- espeto Lancelot, se veía molesto. -El que una persona de razones para matar a otra persona es ridículo-.
-Tal vez... aun así...- Hyoga encendió su Cosmos, siendo rodeado por su aura dorada. -Para las personas... para los Santos, es una razón justa... eso es llamado: justicia-.
Hyoga lanzo de nuevo el Polvo de Diamantes y Lancelot un corte de Cosmos. Las técnicas chocaron de nuevo; pero esta vez, el ataque de Hyoga resulto más fuerte y congelante que el anterior, golpeando parcialmente a Lancelot y sacándolo a volar, aunque giro en el aire y aterrizo sin problemas, su técnica bloqueo la mayor parte del golpe.
-¡Jaja! ¡Ya veo!- Lancelot agito su capa, quitando el hielo que se le pego. -¿Tu puño esta con la justicia? Parece que los Santos y la Facción de los Héroes no se podrán llevar bien- la mirada de Lancelot se volvió sádica, elevando su Cosmos. -¡En ese caso te lo demostraré! ¡El verdadero poder de mi Arondight! Te aseguro que es diferente a cualquier otra espada sagrada que hayas visto-.
Lancelot encendió y elevo cada vez más su Cosmos, puso su mano atrás, y Acuario noto como algo empezó a aparecer detrás de Lancelot... algo grande.
-Mi espada sagrada, Arondight… y la Gram de Siegfried, no sostienen esa ideología. Estas aparecieron frente a nuestros ojos, ¡como materialización de la muerte!-.
Si... Lancelot jamás olvidaría ese día... aquel día cuando solo era un niño y su padre lo golpeaba porque no se llevaba bien con Arthur, solo porque no quería seguir la tradición de su familia en ser leales a los Pendragon solo porque su ancestro fue alguien que sirvió al original Rey Arthur... ese día que su padre casi lo mata a golpes... el día en que por primera vez uso a Arondight y lo mato, atravesando su corazón con la espada, y poco después, el Sensei lo recogió.
Ese día nació en realidad... descubrió lo hermoso de la sangre, ese día empezó su entrenamiento con el Cosmos para seguir experimentando esa dicha... para que su espada fuera la más suprema a todas.
Hyoga observo como lo que aparecía detrás de Lancelot era la forma de la hoja resplandeciente de una espada hecha de energía que emana de él, que se iba haciendo cada vez más y más grande, hasta el punto de alzarse a los cielos, superando los rascacielos de la ciudad.
-¡Encarnación de Espada Sagrada!- Grito Lancelot cuando hoja de la espada se hizo tan grande que desde lejos, podría ser confundida como una gran cruz. -¡Torre de Espada Sagrada!- Y Lancelot lanzo esa gigantesca hoja hacía Hyoga.
Hyoga, mientras se asombra del ataque, lo recibe brutalmente, mientras la hoja acababa con todo a su paso.
Mientras los trozos salían volando, Lancelot quedo de pie en su lugar, con un pensamiento en su cabeza.
¿Eso es todo?
-Fue demasiado efímero, desde hace mucho quería enfrentar a un Santo Dorado, pero no pensé que fuera así. Jamás creí que los Santos Dorados fueran tan débiles-.
-¡Hyoga-chan!- Serafall descendió volando al campo de batalla, sorprendiéndose por los grandes destrozos que hay en la zona. Busco con la mirada al Santo de Acuario, pero no lo encontró.
Lancelot mira a Serafall con cierta fascinación. -Así que ahora una Maou hizo su aparición, seguro porque este es territorio de Demonios- se giro hacía ella. -¿Tu me enfrentaras en nombre de tu amigo?-.
-¡Tu! ¡¿Cómo te atreviste?!- Energía Demoniaca se libero de Serafall, levantando sus coletas y leves escombros. Decir que estaba enojada era quedarse corto. -¡Mereces morir mil veces!-.
Lancelot sonrió, levantando su mano para cortar a la chica... solo para encontrarse con la sorpresa de que no podía mover su cuerpo.
-¿Eh?- Se miro a si mismo, sorprendiéndose de ver un anillo de hielo y escarcha envolviéndolo, el aire frío más el anillo impedía que se moviera. -¿Qué es esto?-.
-Koliso… ahora que estas atrapado en esa técnica, no podrás moverte-.
Serafall y Lancelot vieron hacía los escombros, encontrando a Hyoga alzarse de los restos parcialmente herido: su casco había salido volando y sangre caía del lado izquierdo de su frente por su rostro, pero aparte de eso no se le notaba más heridas, tampoco se le notaba agotado.
-¡Hyoga-chan!- Serafall se alegro de verlo a salvo.
-Es vulgar entrometerse en las batallas de otros, Serafall. Esta batalla aun continua y no necesito que nadie me ayude-.
-¡¿Qué estas diciendo?! ¡Entre los dos ahora podemos...!-.
La pelinegra se callo al ver la mirada azulada que Hyoga le lanzo... no era una mirada fría y amenazante... era una mirada tranquila que le pedía comprensión para la situación y le dejara terminar lo que empezó.
Con un suspiro exasperado, pero resignado, se tiro una de sus coletas hacía atrás. -No entiendo a los hombres y su deseo de las batallas-.
-Gracias-.
Pero su platica fue interrumpida por una carcajada, soltada por Lancelot.
-¡Es magnifico! ¡Te ves hermoso cubierto de sangre, es una imagen esplendida! Me asegurare de guardarla en mi corazón-.
Elevando su Cosmos, pudo mover un poco su cuerpo para cortar el Koliso. Ya libre del anillo de hielo, volvió a manifestar la Torre de Espada Sagrada y la lanzo contra Hyoga.
Y aunque la gran hoja avanzaba peligrosamente para matarlo, Hyoga no perdió la calma; siempre frío, no dejes llevarte por tus sentimientos, analiza a tu oponente, fueron algunas de las enseñanzas de su maestro Camus que él siempre puso en práctica.
Y ahora que ha heredado la armadura de su maestro, debe usarlas más que nunca, si se permite caer, no podría ver a la cara a sus amigos o a su maestro cuando se reúnan en el más allá... la fuerza de su pensamiento hacía arder su Cosmos cada vez más, que al mismo tiempo, liberaba un aire cada vez más helado alrededor.
-Lancelot... cada persona tiene su propia definición de justicia... pero esa justicia no existe dentro de una espada- Hyoga elevo su Cosmos que rodearon principalmente sus brazos y creaba guantes de hielo encima de sus manos. -¡Existe en el corazón de las personas!-.
Y para sorpresa de Lancelot y Serafall, Hyoga se hizo a un lado cuando la punta de la hoja se acerco a él, y con las manos protegidas de hielo desvío la espada hacía arriba.
-¡¿Esquivo y desvío mi Encarnación de Espada Sagrada con las manos?! ¡Eso no debería ser posible!- Exclamo Lancelot a sus adentros. La fuerza cósmica y física para hacer algo así era inhumana.
-Pero si solo usas tu fuerza para matar, eso no es justicia... ¡simplemente te hace un asesino! ¡Recibe la fuerza de mi puño helado, que contiene la justicia! ¡Polvo de Diamantes!-.
Aunque fue desviada, Lancelot pudo mantener firme la Encarnación de Espada Sagrada para lanzar un segundo ataque, esta vez chocando con la técnica fría de Hyoga. Ambos ataques parecían estar a la par; pero Lancelot se dio cuenta que su técnica estaba siendo congelada a medida que el choque continuaba.
¿Este tipo podía congelar su Espada Sagrada que fue mejorada a niveles cósmico? ¿Esta es la verdadera fuerza de un Santo Legendario?
Finalmente, el Polvo de Diamantes congelo y destruyo la Encarnación de Espada Sagrada, antes de que el ataque lo golpeara, Lancelot recogió su capa y dio un brinco hacía atrás, esquivando la fría ráfaga de aire por los pelos. Aunque noto que una de sus piernas fue congelada al esquivarla.
-Rompiste la espada que se creo por la manifestación de mi corazón... ¡esplendido! ¡Como se esperaba de una de las personas que son consideras héroes en esta época!- Un círculo mágico de color verde apareció debajo de Lancelot. -¡Lo dejaremos hasta aquí por hoy, ya probé lo que quería! ¡Terminemos los saludos! ¡La próxima vez, resolvamos las cosas de manera justa! Y dale a un mensaje al joven Rey que pronto surgirá: ¡dile que estaré esperando ansioso el momento de chocar espadas con él y matarlo!-.
Hyoga lo observo irse en ese círculo mágico. En ese momento noto que la barrera que impedía que otros sintieran sus energías también se fue. ¿Lancelot fue quien la creo? No, la creación de algo así debió ser hecha por alguien muy meticuloso y que es un erudito, Lancelot no encajaba con ese perfil, ¿un aliado de él?
-Se te cayo- la voz de Serafall lo trajo de vuelta a la realidad. Vio que la pelinegra sostenía el casco de armadura.
-Gracias- Hyoga tomo el casco con la mano izquierda mientras que se limpiaba la sangre que le caía con su dorso derecho antes de colocarselo.
-¿Estas bien?-.
-Si. He recibido heridas peores, esto es solo un corte-.
Serafall no quería saber que tipo de heridas había recibido para considerar un ataque de ese magnitud como "solo un corte".
-¿Y tu estas bien? ¿Qué paso con esa criatura liquida?-.
-Sobre eso...-.
-Bueno, bueno. Sin duda fue un espectáculo interesante- el encapuchado jugaba lanzando una bola de cristal al aire y atrapándola. -Fue sorprendente ver a alguien capaz de darle pelea a Lancelot, y que ni siquiera usara todo su poder para capturarlo vivo. Los Caballeros de Athena si que son temibles, ¿no lo crees, Wadatsumi?-.
Vio la bola de cristal con la que jugaba, en su interior estaba el espíritu de Wadatsumi atrapado. Luego de pelear con esa señorita intento escapar, pero lo atrapo y encerró en esta bola, sería malo si este sujeto escapa. A diferencia de Lancelot u otros de la Facción de los Héroes, él tenía algo de "verdadera moralidad"
Solo un poco...
-Bueno, será mejor que vuelva, tengo trabajo que hacer en la enfermería y tengo que devolver esto a su dueño- y tras eso, se fue a la velocidad de la luz como una estrella fugaz.
Hyoga y Serafall habían vuelto al lugar donde la Maou tuvo su combate. Era una pena que el espíritu hubiera escapado, tendrían que buscarlo, pero ahora estaban viendo el cuerpo tirado de niña que uso para moverse.
-Esta niña no es un cadáver y ya, sino la suma de varias existencias de niños que no tuvieron vida desde el principio. De alguna manera combinaron eso y crearon el cuerpo de esta niña que fue usada por ese espíritu a su antojo para manipular la compasión de sus adversarios-.
-Que horror...- Serafall había visto cosas horrendas en su vida y la Guerra Civil del Inframundo... pero usar a niños para algo como eso...
Hyoga apretaba de manera silenciosa sus puños de la rabia… quien quiera que haya hecho esto... era un ser despreciable y horrendo que no tenía escrúpulos en usar incluso a niños.
Acuario se acerco al cuerpo de la niña, con delicadeza le cerró los ojos. -Ustedes fueron usados de manera cruel por gente horrenda, pero ahora pueden tener algo de paz- se quita la capa para cubrir el cuerpo de la niña. -Te prometo que encontraré a quien hizo este mal... mientras tanto, descansen en su sueño eterno-.
Levanta la mano y con su Cosmos, crea el Ataúd de Hielo para la niña... Serafall observa todo eso en silencio con un semblante triste por esa niña.
-Vámonos, tenemos mucho control de daño que hacer, e informar sobre esto- dijo Hyoga, en un destello dorado, su armadura desapareció, volviendo a mostrarlo con sus ropas de civil.
Serafall asintió, pero cuando apenas dio un par de pasos, escucho un crujido.
Hyoga, que también escucho el crujido, abrió sus ojos como platos y se giro rápidamente. Ambos especialistas de hielo vieron como el Ataúd de Hielo se rompía en pedazos que caían al suelo.
-¡¿El ataúd de Hielo se rompió?! No debería ser posible, solo las armas de Libra, o alguien que domine el Cero Absoluto puede romperlo- el rubio no daba crédito a lo que vio, su sorpresa aumento cuando el cuerpo de la niña se levanto y los vio.
-¿Donde estoy? Me siento muy triste. ¿Qué esta pasando?- Y además hablo, con un tono inocente de un niño, aunque apagado.
-¡¿Esta viva?!- Exclamo Serafall. Este día había sido de sorpresas y parece que no acaba.
-¿Que esta pasando? ¿Acaso que ese espíritu dejara el cuerpo tuvo algo que ver con esto? Tiene consciencia, aunque no personalidad. Es claro que la niña vive- Hyoga observaba a la niña de una manera diferente, mientras ella empezaba a lagrimear.
-Tengo miedo... ¿que hago?- La niña miro a Hyoga. -¿Papa?- Hyoga se paraliza un momento. -Papá... ¿donde estas?-.
El corazón le dolía a Serafall al verla llamar a su padre, como cualquier niño que esta perdido. No importa si antes estaba siendo poseído por su enemigo o debía ser un cadáver, como adulto, como persona, ella no puede ignorar a una niña llorando y llamando a su padre.
Antes de que hiciera algo, Hyoga se le adelanto: rápidamente la cubre con la capa que esta en el suelo y le susurra. -:Aquí estoy. Esta bien... no hay nada de que temer... Papá acabará con todas las cosas que te den miedo-.
-¿Hyoga?- Serafall se quedo sorprendida por la acción del rubio.
-¿De verdad Papa?-.
-Así es, ya no tienes que temer, quiero que lo recuerdes bien... desde ahora estarás bien. Desde ahora no habrá nada que temer-.
Mientras la abraza, Hyoga piensa sobre su situación. -La vida de esta niña... ¿cuanto durará? ¿Cuánto más permanecerá su alma? Nadie lo entendería, pero esta viviendo... por eso, debo mantener la vida, por esta niña-.
¿Este sentimiento que estaba empezado a surgir en su pecho era el mismo que Shiryu sentía cuando decía que protegería a Shoryu y Ryuho con su vida?
Se levanta y acaricia su cabeza. -Ya estas bien... es un milagro-.
-Ya no tengo miedo...- dice la niña más calmada.
-Bien, por ahora debemos irnos, aquí es un poco peligroso-.
-Papá...- llama la niña al adulto. -¿Cuál es mi nombre?-.
-¿Eh?- Eso no se lo espero. ¿No recuerda el suyo o ni siquiera tiene uno? -Tu nombre...-.
Esta niña, a pesar de lo que suceda, sería una razón más para él para luchar, para arriesgarse y una razón para volver... para una niña, solo había un nombre para alguien tan importante para él.
-Tu nombre es Natasha- toma a la recién nombrada Natasha de la mano.
-¡Natasha! ¡Yo soy Natasha!- A la niña parecía gustarle su nombre.
-Recibiste ese nombre por la madre de Papa-.
Serafall se limpio una lagrima, conmovida por la escena que tuvo el honor de presenciar... en un acto de puro desinterés y bondad, Hyoga adopto esa niña, incluso le puso el nombre de su madre.
-Él es realmente poderoso... pero sobre todo... es alguien muy amable-.
El corazón de Serafall latía fuertemente mientras veía la espalda del rubio...
Quería saber más... quería saberlo todo de él, quería... quería estar al lado de ese hombre con un corazón de oro.
Ella no era tonta, sabía cual era este sentimiento que estaba surgiendo dentro de ella... pero no le importaba seguirlo para ver a donde la lleva.
Con una sonrisa y las mejillas ligeramente sonrojadas, siguió al par formado de padre-hija... hoy fue un gran día.
N/A: 7112K, espero que les haya gustado.
Espero que les haya gustado las batallas, para hacerlo más equilibrado para el combate de Serafall vs Wadatsumi tuve que nerfear un poco a Serafall, pero creo que quedo bien.
También me gusta que la incorporación de Lancelot haya sido bien recibida por todos, la explicación de como Arondight se puede convertir en armadura vendrá, así como dentro de poco quien se presentara la persona que ayudo a Lancelot.
Pista: es otro personaje de Episodio G Assassin.
Y Hyoga ya adopto a Natasha, y Serafall se da cuenta de lo que esta empezando a sentir por Hyoga, ¿como no quererlo? Es un papucho rubio de ojos azules.
También se menciono que fue Euclid quien creo a Wadatsumi, no aparecerá antes de tiempo, pero si se le nombrara a veces, además que así plantee una posible rivalidad par Hyoga.
daizuke: Es cierto que tienen despierto el 8 Sentido, pero eso no es lo que les permitió acceder a las Armaduras Divinas en Elíseos, algo que explicare en su momento, además que ahora usan las Armaduras Doradas, que aunque se repararon, no están bañadas por la sangre de Athena. Son Santos más fuertes de la media, pero no invencibles, Thanatos podría volver a derrotarlos en otro hipotético combate, aunque no tan fácil, pero el resultado no cambiaría.
Sir Galahad El Lobo Solitario: Algunos personajes y elementos de Assassin que ajustare a la historia, no la historia del manga en si. Claro que estará la oportunidad, pero aun falta mucho para eso.
oswaldo Enriques: Ahora Requime ha mostrado elementos interesantes que usaré algunos, pero el manga todavía es corto como para sacar mucho material, así que por ahora no.
Roy4: Esa charla de la FDH y el Sétimo Sentido llegara en poco tiempo, obviamente no todos lo despertaran, aunque Cao Cao y Harbinger ya lo tienen despierto aparte de Lancelot.
Y obviamente luchar contra un Santo Dorado no es fácil, menos con los antiguos cinco de bronces que podrían ser los más fuertes Dorados de sus signos de todas las Eras, Lancelot creyó ganar y casi es convertido en paleta de hielo, y Hyoga ni siquiera todo su poder, se necesita de un Dios para ponerlos en aprietos, así de roto están esos cinco.
adrianwolf4: I like that idea of Shoko and Koneko. Do not include that memory, since it will not put anything of the alternate Patriarch in the story. Now if Natasha is present and Hyoga has one more reason to fight, Shoryu and Ryuho have a cousin.
From the training of the Heroes it is not Pontos, but you are lukewarm. I won't reveal who it is so as not to ruin the shock of the surprise.
Sin nada más que decir me despido. Visiten y comenten el resto de mis historias por favor. CHAO.
