Capitulo 29


El templo Kinkaku-ji, o el Pabellón Dorado como también es conocido, es un templo zen construido en el año 1397, aunque la estructura actual es del 1955 ya que en 1950 un monje con las facultades mentales alteradas le prendió fuego, cuenta con un precioso estanque enfrente llamado Espejo de agua y un jardín japonés, también es un paisaje que se usa en las postales de Kyoto.

Se ubica al Oeste de Kyoto, un poco lejos del centro. La característica más famosa del templo era su pabellón recubierto de hojas de oro puro o pan de oro. También es considerado un patrimonio de Japón, y de la humanidad por los materiales de su construcción. Han existido muchos rumores sobre como fue construido el templo, pero con el paso del tiempo se han perdido mucha información que ya no es seguro su origen.

Claro, solo si hablamos como de cosas humanas, cuando se relaciona a lo sobrenatural...

-¿Me estas diciendo que el templo de Pabellón Dorado fue construido por los Dioses?- Exclamo un sorprendido Seiya.

Hitsugaya, a su lado asintió. -Fue construido por Deidades menores para que se usara como base donde los Dioses podrían descender a la Tierra de manera discreta sin descender a sus templos, aunque era mayormente usado por los Shinimagis de la Diosa Amaterasu para cumplir su misión más rápido. Cuando paso el incendio que lo quemo, dejo de ser usado, aunque fue reparado en honor al servicio de las Tierras, y por si era necesario usarla de nuevo. Nadie espero que se volvería la base en donde Kagutsuchi-sama conspiraría contra Amaterasu-sama-.

Si. El lugar donde Athena alcanzo a rastrear la esencia Divina de Kagutsuchi fue hasta el templo Kinkaku-ji. Amaterasu ya había informado a las Cinco Familias de Kyoto de esto, y ellos usaron su influencia para vaciar el área para que no hubieran victimas por si estallaba una batalla, también habías varios magos Sintoístas ocultos a los alrededores especializados en usar ilusiones para que las personas no vieran nada de lo que pasaría ahora.

Actualmente, Seiya y los demás se habían separado en grupos de dos para atacar de diferentes direcciones: Seiya estaba con Hitsugaya, Marín con Byakuya y Tsunahi estaba vigilando desde el cielo, siendo los ojos del grupo.

-¿Has podido notar algo, Tsunahi-san?- Pregunto Hitsugaya por un círculo mágico.

-"Siento presencias divinas dentro del templo... creo que son al menos 3 Dioses, junto a un gran grupo de Shinimagis de bajo rango y algunos Yokais, pero no puedo definir si Kagutsuchi esta entre ellos, debe haber una barrera que me impida detectar con mejor claridad"- explico la Diosa menor.

-¿Ahora que? ¿Vamos a tocar la puerta y enfrentarlos?- Pregunto Seiya.

-"Es muy arriesgado. No conocemos la fuerza total del enemigo ni cuantos son"- respondió Marín a través del círculo mágico.

-Tampoco podemos dejarlos escapar, si Kagutsuchi esta ahí, es la mejor oportunidad que tenemos para detenerlo antes de que ejecute su plan, o podría ser demasiado tarde- sacando a relucir si impulsividad y poca paciencia, Seiya propuso pasar a la acción.

-Creo que tiene razón- Hitsugaya estuvo de acuerdo con Seiya. -Es cierto que no sabemos cuantos son o su fuerza, pero no podemos ignorar la oportunidad. Tal vez sea algo imprudente, pero es nuestro mejor recurso de acción-.

Hubo un breve silencio mientras el resto del grupo meditaba la idea. Podían avisarle a Amaterasu y Tsukuyomi para que enviaran refuerzos, pero quien sabe cuanto tardarían y en ese tiempo podrían sus enemigos escapar, además de que si esperaban mucho, sus enemigos se darían cuenta tarde o temprano de su presencia.

Con un suspiro que podía ser de irritación, Byakuya hablo. -"¿Que propone, capitán Hitsugaya?"-.

-Sugiero que un grupo de nosotros los ataque y los obligue a salir, y así el otro grupo los atacara cuando estén desprevenidos. Tsunahi nos apoyará desde el cielo y nos indicará si algún enemigo intenta escapar-.

-"No dejaré que nadie escape de mi vista"- declaro Tsunahi.

-¡Bien! ¡Vamos!- Y sin esperar más, Seiya fue hacía el templo.

-¡Espera, no dije que fuéramos nosotros!- Grito Hitsugaya, pero el castaño ya se había adelantado. -¿Por que me toco el impulsivo?- Con un suspiro, lo siguió.

Seiya se puso delante de la entrada del templo con Hitsugaya llegando detrás de él... era hora de tocar la puerta


El nombre del Dios Menor que estaba a cargo del grupo de espera del templo Kinkaku-ji era Klaus Amero-no-Itakumo. Un hombre de veintitantos de rasgos japoneses que usaba un yukata de color azul blanco. No tenía ninguna autoridad especial como los Dioses principales de su Panteón, pero su magia consistía en magia de agua muy poderosa, él mismo pensaba que era el mejor Dios que manejaba agua del Panteón.

Las ordenes de Kagutsuchi habían sido claras: quédense esperando en el interior del templo unas horas antes del anochecer, donde se realizaría el plan. No entendía porque tenía que quedarse a esperar, pero no solo asintió sin decir nada más, no era tan estúpido para ir en contra del Dios del Fuego que fácilmente podría matarlo.

Estaba tomando una copa de buen sake cuando el ruido de algo destruyéndose lo alerto a él y a todos en el interior del templo.

-¡¿Qué demonios esta pasando?!- Exclamo Klaus. Un Yokai de rasgos caninos apareció ante él.

-¡Mi dios, estamos bajo ataque! Los hombres están haciendo lo que puede para frenarlos, pero están siendo derrotados rápidamente-.

-¡¿Cuántos enemigos son?!-.

-Son... solo dos señor- la revelación sorprendió al Dios menor. -Uno es un humano de armadura dorada con alas y el otro es un Shinimagi que por sus ropas, están bajo el servicio de la Diosa Amaterasu. El sujeto de la armadura dorada esta derribando a todos nuestros hombres con solo un resplandor que sale de su mano-.

-¡¿Cómo es posible que un simple mortal y un Shinimagi les estén dando tantos problemas?!- Exclamo Klaus furioso.

Pero la conversación no continuo porque la puerta de la habitación exploto, y una figura fue mandada a volar contra la pared del otro lado. Al ver el hombre, Klaus se sorprendió de ver a otro de los Dioses menores que apoyaban a Kagutsuchi junto a él. Tenía heridas por su cuerpo, como si lo hubieran golpeado miles de veces, pero no parecía muerto.

-¡Ten más cuidado! Este templo es un sinónimo de Japón-.

-Puedes mandarle los costos de la reparación a la Fundación Graad-.

Hitsugaya y Seiya entraron por la puerta destrozada. Seiya se había encargado de la mayoría de las personas en el camino con sus ataques de la luz. No mato a ninguno y aparte de la puerta de la entrada y esta, no destruyo nada más.

-Supongo que tu eres el líder de aquí- dijo Seiya, aunque era más retórico.

-¿Dónde esta el Dios Kagutsuchi?- Pregunto Hitsugaya mientras su mano tomaba la empuñadura de su espada que colgaba en su espalda.

-¡Bastardos infelices! ¡¿Se atreven a atacar la base de un Dios?!- Bramo Klaus enfurecido.

-Esta base no les pertenece, es propiedad de Amaterasu-sama y el resto del Panteón Sintoísta que tu y otros Dioses traicionaron. Ríndanse y Amaterasu-sama les mostrara compasión a la hora de su castigo- ordeno Hitsugaya con tono frío y calmado en su voz.

-¡Basura de Shinimagi! ¡¿Cómo te atreves a hablarme de ese modo?! ¡Soy un Dios!-.

-Si ganara una moneda por cada vez que un Dios se vanagloria a si mismo, me compraría una casa en el campo- bromeo Seiya, enfureciendo más a Klaus. -He enfrentando a muchos Dioses, pero con tal solo verte puedo notar que eres el más débil con el que me he topado-.

Eso fue el colmo. Alrededor de Seiya y Toshiro aparecieron diversos círculos mágicos de color azul con símbolos Sintoístas.

Normalmente cualquier persona se preocuparía por tantos círculos mágicos creados por un Dios, pero Toshiro y Seiya no eran cualquier persona. El Shinimagi desenfundo rápidamente su espada mientras pronunciaba unas palabras.

-¡Gobierna sobre los cielos, Hyorinmaru!-.

Cuando saco su espada, un dragón de hielo surgió de la hoja y volo alrededor de ellos. El Dios Menor se sorprendió de ver como los círculos mágicos que había invocado se empezaban a congelar hasta romperse cuando el dragón de hielo se esfumo.

-¡¿Qué mierda hiciste, Shinimagi?!-.

-Mi espada, Horyoumaru, fue creada a partir del núcleo mágico de un dragón de hielo de clase Divina que existió en las tierras de las Yuki-Ona. Tiene el poder de congelar lo que sea a mi voluntad con la forma del dragón del que fue creado. El Dios Hachiman creo esta espada para mi cuando me volví capitán de uno de los escuadrones de Shinimagi de Amaterasu-sama- explico Toshiro, apuntando su katana a Klaus.

-¡No te creas arrogante! ¡Un Shinimagi nunca se comparara a mi!-.

Klaus agito la mano para crear más círculos mágicos, pero Hitsugaya fue más rápido. Con un corte, creo de nuevo al dragón de hielo que golpeo al Dios Menor y lo estrello contra la pared, creando grietas.

Klaus se puso de pie y escupió sangre. El golpe de ese dragón era como si lo hubiera golpeado un tren. Su cuerpo comenzó a temblar de frío y al verse, se asusto al ver que la zona en donde fue golpeado por el dragón de hielo, comenzó a congelarse.

-¡¿Pero que mierda...?!- No tuvo tiempo de reaccionar cuando Hitsugaya se puso delante suyo y clavo la punta de la espada frente de él, congelando el suelo debajo suyo y empezando a congelar su cuerpo en un bloque de hielo. -¡Espera, hablemos! ¡Te puedo contar sobre los planes de Kagutsuchi, pero no me mates!-.

-Puedes decir todo eso en el interrogatorio- respondió el peliblanco fríamente.

Klaus siguió gritando por piedad, hasta que todo su cuerpo fue congelado en un bloque de hielo. Seiya se impresiono y no pudo evitar comparar lo que hizo Hitsugaya con el Ataúd de Hielo de Hyoga. Probablemente ambos se llevarían bien.

-Honestamente, fue decepcionante. Esperaba más de parte un Dios- dijo Seiya.

-Al menos lo capturamos vivo- respondió Hitsugaya, creando un circulo mágico de comunicación para hablar con Byakuya. -¿Cómo están por su lado?-.


-Algunos intentaron escapar, pero gracias a Tsunahi-dono, pudimos encontrarlos y detenerlos sin problema- respondió Byakuya, mientras Marín ataba a los oponentes que atraparon con una soga. -Entre ellos estaba uno de los Dioses que Tsunahi-dono detecto, y supongo que el resto esta con ustedes-.

-"Si, ya los vencimos, pero no hay rastros de Kagutsuchi. Aquí hay gato encerrado"-.

-Llevemos primero a los prisioneros para ser interrogados y a informarle a Amaterasu-sama de esto. También tengo un mal presentimiento-.

Con eso dicho, los capitanes cortaron comunicación y Byakuya se acerco al grupo de prisioneros, creando un círculo mágico para transportarlos a unas celdas.

-Algo esta mal, ¿cierto?- Dijo Marín, más que pregunta, era un hecho.

Byakuya asintió. -Fue demasiado fácil capturarlos a todos y no hay rastros del Dios Kagutsuchi… temo que hayamos caído en una trampa-.

-La pregunta aquí, ¿qué clase de trampa es?-.


Una hora después, todos estaban reunidos en el templo de la Diosa del Sol, mientras esperaban a Susanoo y a Tsukuyomi vuelvan de sacarle información a los prisioneros.

Diez minutos más de espera y los dos Dioses volvieron. Todos estuvieron atentos a lo que dirían.

Susanoo suspiro irritado. -No sacamos mucho, Klaus y los otros dos Dioses y sus subordinados no sabían mucho del plan, parece que Kagutsuchi no les tenía tanta confianza para contarle a detalle-.

-Lo único relevante que dijo fue que Kagutsuchi pondrá en marcha su plan hoy al anochecer- continuo Tsukuyomi.

-¿Al anochecer?- Amaterasu compartió una mirada de preocupación con sus hermanos. -¿Acaso va a intentar hacerlo en ese momento?-.

-¿Qué hay esta noche?- Pregunto Athena.

-Verás, Athena. Dos veces al año, se hace un festival frente al Castillo Nijou, en donde el velo del mundo humano y el sobrenatural se debilita. Ese velo sirve para que ningún humano ordinario entre a la parte sobrenatural de Japón, pero en ese festival el velo se debilita para que los humanos puedan entrar, es una forma para que los Yokais de Japón aun tengan contacto con las personas, porque son pocos los Yokais que salen al mundo humano por voluntad propia- empezó a explicar Amaterasu.

-El propósito del festival es para mantener más unido a ambas partes de Kyoto, la sobrenatural y la normal. Por supuesto que para las personas ordinarias los Yokais les parecen personas que hacen cosplay y se mantiene una estricta seguridad en secreto para que se mantenga así y no se revele nada al mundo humano- continuo Susanoo.

-el velo se debilita en la noche por ser la hora en que menos probabilidades hay de un caos. En un momento de la noche, yo hago acto de aparición y hago un ritual para que el velo no se rompa ante tanta energía de los Yokais que se mezclan con los humanos. Claro, es más para ser llamativo, ya que para el resto de las personas es más un acto de baile y entretención- termino Tsukuyomi.

-¿Creen que Kagutsuchi aprovechara la debilidad del velo para revelar al mundo entero lo sobrenatural?- Pregunto Marín.

-Todo indica que si- asintió Amaterasu.

-¿Por que el velo se debilita durante el festival? ¿No tienen algo para que no pase?- Pregunto Seiya.

-Por supuesto. Nuestro propio poder y autoridad basta para mantener lo sobrenatural separado del mundo humano... pero el propósito del festival es hacer que las personas, aun sin saberlo, sigan conectadas a lo místico de Kyoto. Nunca creí que esto sería usado en mi contra- suspiro la Diosa de manera triste.

-Lo mejor sería cancelar el festival. La mayoría de la población de Kyoto se reunirá frente al castillo y puede que sea lo que Kagutsuchi espere, es mejor cancelarlo y preparar la zona para cuando llegue-.

-O mejor que las cosas sigan como deben ser- hablo Athena, para intriga de todos. -Si cancelamos el festival, Kagutsuchi también detendrá sus planes y volverá a planear algo más, y no sabemos cuanto tiempo le tomará idear un plan o cuanto estará escondido, y para que su plan funcione, él debe de estar presente-.

-¿Sugiere que le tendamos una trampa?- Pregunto Tsunahi.

-Se que es arriesgado, pero puede ser la mejor oportunidad que tengamos para detener a Kagutsuchi-.

-Athena tiene razón. No nos gusta, pero puede ser la mejor oportunidad para detener a Kagutsuchi, de lo contrario volverá a intentarlo y puede que esta vez no podamos detenerlo- estuvo de acuerdo Tsukuyomi.

-Entonces hay que estar preparados. Repartiré varios Shinimagis alrededor de la zona en espera para cuando comience el festival- dijo Toshiro poniéndose de pie.

-Sugiero que el resto se camufle con las personas en el festival, es mejor pasar desapercibido y esperar el momento en que nuestro hermano actué- dijo Tsukuyomi y todos asintieron.

Cuando se estaban retirando de la sala, Saori le pidió a Seiya hablar a solas un momento, a lo que el joven confundido asintió y fueron a una sala privada a hablar.

-¿De que querías hablar conmigo, Saori?-.

-Es que te he notado un poco distraído y algo apagado desde que tu y Tsunahi nos informaron sobre el plan de Kagutsuchi, quería saber si estabas bien-.

Seiya no pudo evitar sonreír al ver que Saori se preocupaba por él... saco esas ideas de su mente, ya no es un niño. Tiene que hacerse a la idea de que Saori es su Diosa, y solo eso, tal vez podía ser una amiga a veces... pero nada más.

-Estoy bien Saori es solo que... ¿tu que piensas de los humanos? No como Diosa, sino como humana-.

La pregunta tomo desprevenida a Saori. -¿Por que preguntas algo así de repente?-.

-Es sobre lo que dijo Kagutsuchi… que los humanos causan más guerras que los Dioses y están más podridos que ellos... cuando quise replicar eso, ni una palabra salió de mi boca, ya que no encontraba nada para contradecirlo- Seiya agacho la mirada. -Yo siempre creeré en el potencial de los humanos, pero sus palabras me hicieron pensar... ¿los humanos estamos condenados a tener guerras eternas? Y no me refiero contra los Dioses, sino contra nosotros mismos. Puede que este contradiciendo todo en lo que siempre he creído... pero no puedo evitar pensar que tal vez Kagutsuchi tenga algo de razón-.

Saori coloco una mano encima de Seiya y lo miro con ojos que brillaban de comprensión.

-No te culpes por pensar en eso, es normal que hayas tenido una idea de que los Dioses eran los seres malvados por todas tus experiencias. El que ahora te cuestiones sobre estas cosas demuestran que estas creciendo como persona y expandiendo tu vista- dijo la pelilila. -Y sobre tu pregunta... como Diosa, es mi deber jurado proteger a la Tierra y a la humanidad, pero como humana... no puedo negar todo el mal que se han causado entre ellos, y creo ahora entender un poco porque los Dioses han deseado destruir a la humanidad-.

-¿Te arrepientes de haber nacido humana?-.

-Claro que no. Nunca me arrepentiría. Eso sería aceptar mi propia debilidad- Saori apretó un poco la mano de Seiya. -Los Dioses solo ven la parte mala de la humanidad, no el bien que han hecho. Puede que muchas de las cosas que la humanidad ha hecho para crear al mundo actual sean imperdonables, pero han aprendido de sus errores para no cometerlos de nuevo, o al menos lo intentan. No se puede juzgar a toda una raza por las acciones de unos pocos, o incluso la mayoría. Sin importar si somos humanos o Dioses, siempre debemos ser la mejor versión de nosotros y aprender de los errores del pasado para forjar un mejor futuro-.

-Saori…-.

-Desde la Era del Mito, a mi se me ha confiado las esperanzas de todos los que han peleado por mi nombre, y en cada Era, siempre peleo para que esas esperanzas que se me fueron dejadas no sean en vano, ya que todos pelearon por la esperanza de un mundo sin guerras en que todos se puedan entender. Aunque sea un sueño muy idealista y hasta imposible, yo seguiré luchando por ese futuro y siempre creeré en el bien de los humanos-.

A los ojos de Seiya, Saori estaba brillando en este momento. Sus palabras, su devoción en cada frase y su determinación... todo esa fe que tiene en las personas, y que tal vez la humanidad no merezca, era la razón por la que tantos Caballeros han peleado en nombre de Athena. Ella emitía una fuerza y confianza que te hacía creer que sus palabras podían ser posibles.

Con renovaba confianza, Seiya sonrió. -Tienes razón, solo porque la humanidad tropiece varias veces, no significa que caiga. Aunque no hay que olvidar el pasado, las personas que viven en el ahora no tienen que pagar los pecados de las personas que vivieron antes. Lamento haberme comportado de esta manera, Saori. Te prometo que mi voluntad no volverá a flaquear-.

Saori sonrió, ahora si se veía como el Seiya que conocía.

-Bueno, manos a la obra. Hay un Dios que detener- y con confianza, Seiya salió del templo para cumplir su misión.


Ya era de noche, poco más de las 10 de la noche. Seiya estaba mezclando entre la multitud con sus ropas de civiles. El festival era uno bastante animado y lleno de gente, donde las mujeres usaban hermosos kimonos y los puestos ambulantes estaban llenos de gente. Era un tradicional festival Japonés frente al Castillo Nijou.

A pesar de estar atento, Seiya aprovecho para disfrutar un poco el festival comiendo comida de los puestos. La comida en Grecia no era mala, pero nada puede superar a la comida típica del país de uno.

-¡Hmm~! ¡Estos Takoyakis son muy buenos! Siento como se derriten en mi boca. Ha pasado mucho tiempo desde que probé uno-.

Y si, no estaba solo. La misma Amaterasu estaba con él. Se le unió poco después de que empezó a mezclarse entre las personas del festival. Cuando le pregunto porque, dijo que era su obligación encarar a Kagutsuchi, tanto por ser su hermana como por ser quien lo volvió un Dios.

Seiya vio como las personas, sobre todos los hombres, los observaban, o mejor dicho, observaban a Amaterasu embobados y con lujuria y a él con odio y celos. Amaterasu usaba un kimono de color morado con dibujos de lirios y tenía su largo cabello amarrado en un moño y dos mechones caían a los lados de su rostro. Un poco de su escote se mostraba por lo grande que eran sus pechos y que el kimono difícilmente contenía. No sabe de que material estaba hecho, pero era muy resistente.

Seiya tenía que reconocerlo, Amaterasu sin duda era una mujer hermosa. Ese peinado con su expresión sonriente al comer Takoyaki la hacían ver una mujer muy hermosa, sumado a que su kimono se apretaba tanto a su cuerpo que parecía una segunda piel y apenas retenía un poco de sus pechos, no era raro que los hombres se le quedaran mirando por donde ella pasara.

-Se que los Takoyakis son muy buenos, ¿pero realmente esta tan bueno? Yo creo que debes comerlos todos los días- menciono Seiya.

Amaterasu negó con la cabeza. -No siempre. En el Taka no Hama debo comer mucho comida "digna" de una Diosa. No digo que sean malas, solo que muchas veces prefiero comer algo más simple como un Takoyaki, aunque claro, no puedo decir eso frente a mis subordinados-.

-Realmente la tienes difícil...- de reojo, Seiya vio a un chico tomarse unas fotos con dos chicas que tenían cola y orejas animales. El chico de seguro pensaba que esas chicas usaban cosplay -¿El velo ya esta muy bajo?-.

Amaterasu asintió. -Si. Es ahora donde los Yokais vienen al mundo humano para el festival. Aunque no lo creas, muchas de las personas de las tiendas ya saben de lo sobrenatural, lo se porque yo he contratado a algunos para el festival y ellos conviven perfectamente con los Yokais-.

-Parece que hay más gente que sabe de lo sobrenatural de lo que creí- comento Seiya impresionado. -¿Pero como funciona eso de que los Yokai viven en la parte sobrenatural de Kyoto? ¿Viven en otro reino como el Taka no Hama?-.

-Algo así... puedes ver al Kyoto que todos conocen como la cara de una moneda, y el Kyoto sobrenatural la Cruz de la moneda. Se creo ese "Kyoto sobrenatural" hace mucho por mi y mis hermanos para los Yokais que no querían dejar esta Tierra. Tiene una barrera, el velo para que ningún humano normal lo encuentre, aunque si existen portales en varios puntos de Kyoto para entrar y salir de la parte sobrenatural. Uno de los deberes de las Cinco Familias es proteger esos portales para que nadie los encuentre por accidente-.

-¿Ustedes crearon todo un mundo sobrenatural de una ciudad? Increíble...-.

-No creo que sea tan genial, comparado a lo que he escuchado que pueden hacer los Caballeros con su Cosmos. ¿Es cierto que pueden crear técnicas que permiten incluso viajar entre espacio y tiempo?-.

-Si, pero yo no las domino, soy más de ataque bruto- Seiya se acordó de la Otra Dimensión de Saga cuando Amaterasu hizo la pregunta.

Amaterasu río un poco por el comentario. A ojos de todos, Seiya era alguien muy simple. No parecía tener ambiciones más allá de su deber como Caballero, pero se le notaba que le gustaba ser uno y se esforzaba en su trabajo.

Ambos siguieron caminando en un silencio cómodo. Seiya de repente vio a un par de niños jugando y corriendo hacía sus padres.

-Debería traer a Seika la próxima vez...-.

-¿Seika?- Pregunto Amaterasu, que escucho lo que dijo Seiya.

-Es mi hermana mayor. Estuvimos separados por mucho tiempo y nos reencontramos hace apenas dos años. Nos hemos esforzado para recuperar el tiempo perdido, estoy seguro que le encantaría venir a un festival así-.

-Me gustaría conocerla- Amaterasu sonó extrañamente muy animada ante la idea de conocer a la hermana de Seiya.

Pero un enorme estruendo se escucho por todo el lugar, llamando la atención de todos. Múltiples sonidos de armas de fuego se escucharon fuertemente, no solo en el área en donde estaban, sino por todo el festival y se vieron acercarse a múltiples de hombres con capuchas y gabardinas negras usando metralletas y otras armas de fuego, disparando al aire y asustando a la mayoría de personas.

-¡De acuerdo, todos! ¡Que nadie haga algo estúpido! ¡Solo caminen hacía el centro del castillo y nadie saldrá herido!- Grito uno de los hombres de gabardina. Como señal a sus palabras, disparo de nuevo al cielo, haciendo que la gente asustada hiciera caso.

-Esos tipos...- Seiya estaba listo para golpear a todos esos sujetos que tenían pinta de terroristas, pero Amaterasu le puso una mano en el hombro.

-Espera. Esto es extraño. Terroristas atacando el festival cuando también sabemos que Kagutsuchi atacaría esta misma noche no es coincidencia-.

-¿Dices que trabajan para ese Dios?-.

-Seguramente-.

-¡Oigan, ¿que están cuchicheando ustedes dos?!- Grito uno de los encapuchados, apuntándolos con su metralleta. -Lamento arruinarles la cita, pero empiecen a caminar ahora-.

Sin intimidarse, ambos comenzaron a caminar, así como el resto de personas en el área. En secreto, Amaterasu se acerco a los Yokais que estaban cerca de ellos para indicarles que mantengan la calma y no hagan nada, a lo que los seres místicos obedecieron.

En poco tiempo, todas las personas que estaban en el festival, incluyendo a los de los puestos, fueron reunidas a los pies del Castillo Nijou con los terroristas en el área haciendo un círculo para que nadie intentara escapar. Lo más raro era que había un escenario con parlantes a los lados.

El castaño pudo localizar a lo lejos a Marín y al resto que también lo ubicaron con la mirada. Todos hicieron el pacto silencioso de no hacer nada hasta que apareciera Kagutsuchi.

Al poco tiempo de que fueron reunidos, un sonido entrecortado se empezó a escuchar desde los parlantes, y una persona se subió al escenario.

-"1, 2, 3..."- la persona con el micrófono era Kagutsuchi, quien tocaba el aparato. -"¿Se escucha bien?"- Le pregunto a uno de los terroristas, quien levanto el pulgar. -"¡Bien! Entonces podemos comenzar con el show. Por favor, les pido que los que tengan celular en mano lo puedan sacar y empezar a grabar, que esto quedará la posteridad"-.

Con algo de temor, muchas personas sacaron sus celulares e hicieron caso, aunque estabas asustados, también estaban intrigados de porque el que parecía el líder terrorista les pidió hacer eso.

-Kagutsuchi…- susurro Amaterasu, ya entendiendo un poco mejor el plan de su hermano. Usaría el internet para revelar lo sobrenatural.

-Hay que detenerlo- dijo Seiya, estando a punto de levantarse, pero Amaterasu lo detuvo.

-Todavía no. Kagutsuchi dijo que iba a revelar lo sobrenatural con pruebas, tenemos que esperar a que saque esas pruebas-.

-¿Cómo lo haremos con tantas personas?-.

-Tengo un plan para eso, pero hay que esperar-.

-"Damas y Caballeros..."- Kagutsuchi empezó a hablar, los parlantes hacía que todos lo escucharan claramente. -"Lamento arruinarles la noche en el festival, pero Japón los necesita para un solo propósito que les cambiara la vida a todos: terminar con la sarta mentira en la que han vivido por siglos"- todos los civiles miraban y escuchaban con atención al Dios. -"Los niños que han sido adiestrados por los adultos, quienes a su vez, han sido adiestrados por el gobierno, que también les han mentido, y no hablo de política"- varios murmullos empezaron a escucharse. -"Estoy aquí para iluminar sus mentes a la verdadera realidad, y recordarles el honor en que sus antepasados dedicaban sus vidas"-.

Con las personas grabando la conversación de Kagutsuchi, varios noticieros locales empezaron a recibir las imágenes. A pesar de que ya se expandió la noticia de un ataque terrorista al festival frente al Castillo Nijou, esta noticia alarmo a los noticieros que la recibieron y empezaron a seguir las noticias... después de todo eso aumentara sus rating y ganancias. Debido a eso, el gobierno no era capaz de controlar el flujo de información que llegaba al resto de la población.

Esa noticia estaban empezando a ser mostrada a cada televisor y canal de noticias de todo Japón, donde muchos dejaban de hacer lo que hacían para prestar atención a lo que a simple vista parecía un ataque terrorista y el líder del ataque daba un discurso.

En el templo divino, Athena, Susanoo y Tsukuyomi, así como el resto de Dioses del Panteón Sintoísta miraban con desconcierto y preocupación lo que pasaba en sus respectivos templos. Todos en el Taka no Hama miraban con preocupación a Kagutsuchi y el comienzo de su plan.

Las Cinco Familias también miraban las noticias, con las cabezas de cada clan haciendo todo lo posible para que la policía no acuda al Castillo Nijou, ya que sería un suicidio para los oficiales y solo empeoraría más las cosas.

Y en el Kyoto sobrenatural, a pesar de como era llamado, también tenían televisores y más aparatos humanos que estaban conectados a ellos, incluyendo las noticias. La líder de los Yokais, Yasaka, estaba impaciente por las acciones del Dios del Fuego. Se le fue advertida, pero aun así no espero que el Dios hiciera una acción como esta. A pesar de la distancia, podía sentir el aura divina y poderosa del Dios, un Dios principal que en poder se podía igualar a su hermano Tsukuyomi e incluso superar a algunos Dioses de otros Panteones.

En las facciones Yokais del Norte, Sur y Este, los respectivos líderes de cada zona con sus subordinados también miraban lo que ocurría con sus propias reacciones. Magari, la Nekomata y Nekoshou más fuerte de todas, tampoco podía creer lo que veía.

Sonriente de tener la atención de todos los civiles, y estaba seguro que también la del resto de Dioses y seres sobrenaturales de Japón, Kagutsuchi chasqueo los dedos y... empezó a levitar. Todos los civiles quedaron con la boca abierta mientras seguían enfocando las cámaras al pelirrojo, mientras que esa acción solo asusto más a los seres sobrenaturales de Japón. Kagutscuhi podía levitar no por magia, sino gracias a su Senjutsu y Doujutsu.

-"¿Sorprendidos? Y esto no es nada..."- dijo el Dios pelirrojo con una sonrisa. -"En el pasado, en el antiguo Edo, las personas eran más puras y con honor, no necesitan ocultar nada para demostrar que tenían el control, solo con su poder y valor era suficiente para demostrarle a los demás quien era el más poderoso y el que mandaba. Aunque puede haber discusiones sobre esa época, al menos la vida era más valiosa y desde cierto punto de vista, más "pura". Uno podía decir con orgullo que estaba feliz de vivir... en cambio, ahora todo se trata de ganancias, ganar poder a través de engaños y personas que no aprecian la vida que tienen, cuando en el pasado, muchos hubieran matado para al menos vivir un día de la vida de muchos en la actualidad"-.

La misma Amaterasu ya se estaba asustando de lo que decía Kagutsuchi, incluso se sorprendió a si misma de tener el autocontrol suficiente para no detener a Kagutsuchi de inmediato, pero es que aun flotando con un círculo mágico, él necesitaba más pruebas que eso para que sus palabras fueran verídicas.

-"Ustedes, humanos, se han vuelto corderos..."- Kagutsuchi miraría a los civiles con una mirada que se consideraría paternal. -"Les han vendado los ojos ante la verdad del mundo con palabras bonitas... la realidad es que nunca han estado solos. Y no me refiero a alienígenas para aclarar, me refiero que han sido acompañados por criaturas que ustedes consideran fantasía, ignorantes de muchas guerras religiosas que se han desatado en el pasado, ¡y siguen desatándose algunas todavía! Ustedes han olvidado el valor del honor y la espada por una vida más cómoda, pero aburrida"-.

Los civiles, tanto en el lugar como de afuera, intentaron asimilar las palabras de Kagutsuchi.

-"Pero no se preocupen. Yo, como alguien que vivió entre los humanos de Japón en su mejor momento, les mostraré la verdad que han olvido y que los seres de arriba de ustedes han intentado ocultar y así guiarlos a una nueva era donde el honor y el valor de la vida en las batallas volverán a tener significado"- el Dios miraría a los terroristas, quienes asintieron. -"Y para eso, empezaré revelándoles la verdad de los seres que se han mantenido ocultos frente a sus ojos todo el tiempo"-.

Varios encapuchados se acercaron a donde los civiles estaban rodeados y empezaron a levantar a la fuerza a varias personas, Seiya y compañía notaron que levantaban a personas con rasgos de animales, a Yokais que vinieron a disfrutar el festival.

-¡Va a mostrarles a todos que son en realidad Yokais!- Murmuro Seiya alarmado.

-¿Pero como hará para probar que...? Oh no...- Amaterasu se dio cuenta con terror de que... si Kagutsuchi tortura o le arranca las orejas y cola a esos Yokais, será que demostrara que esas personas no son humanos, sumándole al hecho de que Kagutsuchi flotaba, solo podía ser explicado como magia, sería suficiente para colapsar la débil estabilidad de Japón.

-¿Esas son pruebas suficientes?-.

-¡Si! ¡Cierra los ojos!-.

Seiya cerró los ojos y Amaterasu junto sus palmas, al empezar a abrirlas de a poco empezó a salir una intensa luz de una pequeña esfera de energía que creo. La luz atrajo la atención de los civiles quienes se enfocaron en la Diosa. En el instante que vio esa luz, Kagutsuchi cerró deprisa los ojos, así como Marín y compañía ya que seguramente era parte del plan de la Diosa.

La luz se extendió aun más, iluminando por completo toda la zona que rodeaba al Castillo Nijou. Cuando la luz se desvaneció, todos los civiles, Yokais y terroristas cayeron inconscientes al suelo sin daño alguno, quedando Kagutsuchi, Amaterasu, Seiya y compañía como los únicos conscientes.

Los teléfonos que graban todo también cayeron al suelo, provocando que los de afuera se confundieran, ya que lo último que vieron fue una gran luz y luego nada.

-¿Qué hiciste?- Pregunto Seiya abriendo los ojos una vez que sus parpados no sintieron más la intensa luz.

-Solo los puse a dormir un poco- respondió Amaterasu, levantándose, así como el resto.

Kagutsuchi chasqueo la lengua y tiro el micrófono al suelo. -Esperaba a Tsukuyomi o Susanoo, no pensé que tu vendrías en persona, Amaterasu-.

-Yo soy la líder del Panteón Sintoísta, así como la persona que te trajo al Taka no Hama, hermano. Es mi obligación ser quien te detenga- respondió la Diosa con fuerza en su voz.

-No importa, mi plan va en marcha sin problemas. Espero que no pensarás que solo estos pocos fueron los únicos que reclute-.

Chasqueando los dedos, varios círculos mágicos aparecieron a nivel del suelo y en el aire, trayendo a varios soldados que Amaterasu reconoció como subordinados directos de Kagutsuchi, así como en el cielo aparecieron varios Shinimagis del Yomi que seguramente se unieron a él en sus planes. Todos usaban armas, guadañas, kadichis, etc.

Puede que los superaban de cinco a cien o mil, pero cualquiera de ellos podía derrotar con facilidad a todos estos hombres.

-Hermano, te pido que te rindas, por favor. Aun no has hecho nada grave como para no volver atrás- pidió Amaterasu, como último intento de hacer reaccionar a Kagutsuchi. -Entiendo tu odio a nuestro padre, así como reconozco mi culpa al haberte traído al Taka no Hama sin considerar tus sentimientos o la vida que llevabas como mortal, pero si quieres castigar a alguien, hazlo conmigo, el resto de nuestros hermanos y Japón no tiene porque verse involucrado-.

-Querida hermana... a pesar de ser la líder del Panteón, eres bastante ingenua- no hubo burla en las palabras del Dios del Fuego. -Esto no se trata solo de venganza, sino que también es mi amor a la humanidad, ¿cómo esperas que acepte que ellos tengan una vida monótona en donde solo les esperar morir de viejos? No hay gloria en eso. Es mejor una vida que dura un instante, pero que sea emocionante, a una larga vida aburrida. Esa es la conclusión que he llegado como Dios-.

-¡Tu no eres nadie para decidir eso!- Grito Seiya, ganando la atención de Kagutsuchi. -Sin importar la forma en como viven los humanos, ya sea una vida llena de peligros o una vida de aburrida paz, eso solo lo pueden decir ellos mismos. ¡Aunque seas un Dios que convivió con los humanos, no eres nadie para decidir nuestro modo de vida! Solo impones tus ideales a otros sin preguntar, eso no te hace diferentes de los Dioses que he conocido-.

La miradas de Seiya y Kagutsuchi chocaron por un segundo. Se podía ver el intenso fuego en las pupilas del Dios que enfrentaba la fuerte luz de determinación del humano que ha derrotado a muchos Dioses... se sostuvieron la mirada por unos segundos, antes de que Kagutsuchi cerrara los ojos al suspirar.

-Parece que nunca podremos estar de acuerdo... bien, así no me arrepentiré de esto...-.

Al terminar esas palabras, un gran círculo mágico se activo debajo de todo el Castillo Nijou, iluminando los alrededores y el cielo unos instantes. Todos estaban confundidos, pero un grito los hizo ver que.

-¡Amaterasu-sama!- Byakuya y el resto vieron como la Diosa del Sol fue quien dio el grito, y unas cadenas enolvieron su cuerpo.

-No puedo... moverme... estas cadenas no son... normales...- dijo la Diosa con esfuerzo en su voz, sintiendo como su conciencia se apagaba de a poco.

-Te dije que esperaba a Susanoo o Tsukuyomi- la voz de Kagutsuchi llamo la atención. -¿Realmente pensaron que este espectáculo era todo mi plan? Quería que vinieran, por eso hice que atrapar al idiota de Klaus y los demás inútiles-.

-Querías atraernos a tu trampa...- concluyo Marín.

-Si. ¿Qué mejor prueba para mostrar lo sobrenatural de Japón que revelarse a las personas la existencia de sus Dioses? Es un plan que se me ocurrió luego de hablar en la cafetería. Al inicio pensé usarme a mi mismo como prueba, pero luego se me ocurrió usar mejor a otro Dios importante para esto. Y que sea Amaterasu lo hace mejor, ya que de paso, avergüenzo a mi padre al ver como su hija favorita es mostrada a todo Japón. Es un gran plan, aunque lo diga yo, ¡Jajajaja!-.

-¡No te lo permitiremos!- Toshiro blandió su espada y libero a su dragón de hielo contra Kagutsuchi, pero este levanto su mano y libero unas llamas que derritieron al dragón antes de que lo tocara. -¡Imposible!-.

-Eres fuerte, niño, pero todavía no estas en mi liga-.

El círculo mágico empezó a brillar de más intensidad y Kagutsuchi atrajo las cadenas que ataban a Amaterasu. La Diosa del Sol no sabía de que estaban hechas, pero obviamente no eran cadenas normales, ya que sentía como absorbían su divinidad y la inmovilizaban.

-¡No te escaparás tan fácil!- Seiya salto en persecución de Amaterasu que era atraída por el tirón de las cadenas a Kagutsuchi.

Los demás fueron a seguirlo, pero los subordinados de Kagutsuchi los detuvieron poniéndose en su camino.

El círculo mágico brillo intensamente una vez más, y todo el Castillo Nijou, así como Kagutsuchi, Amaterasu y Seiya, desaparecieron del lugar.

Tras desaparecer, los Shinimagis y subordinados de Kagutsuchi se lanzaron contra Marín y el resto. Los 4, al ver la situación, decidieron acabar pronto para buscar una manera de salvar a la Diosa del Sol de Japón.


Todo el público en general estaba desconcertado ante lo que ocurría frente al Castillo Nijou. No entendían lo que pasaba, ya que parece que los rehenes de aquel lugar parecían estar en el suelo, quizás inconscientes, y los celulares tirados en el suelo, ya no pudiendo mostrar lo que pasaba, pero lograban escuchar algunos diálogos que eran difíciles de entender por lo lejano que sonaron.

Al poco tiempo, el gobierno de Japón, cuyos altos mandos también sabían de lo sobrenatural y trabajaban para mantener el orden del país y el mundo, lograron tomar el control sobre los medios noticieros, cortando la señal que ocurría en Kyoto; pero eso solo sería temporal, ya que en las afueras del Castillo Nijou, las personas que no fueron al festival comenzaran a ir a investigar, por lo que tenían que hacer algo para evitar que más gente entrara, sería todo un problema.

Por suerte era un problema que los líderes de las Cinco Familias de Kyoto estaban trabajando en resolver. Usando sus influencias, colocando el área en cuarentena y enviando a muchos de sus agentes para asegurarse que nadie entre, así como enviando a varios ilusionistas para que cubran la ausencia del Castillo Nijou y ocultar las batallas que se librarían. No sería una tarea fácil, pero como el riesgo de lo sobrenatural esta en juego, tenían que esforzarse.

En el Taka no Hama, Tsukuyomi y Susanoo estaban como locos para calmar la situación. Hicieron una visión holográfica por un círculo mágico para ver lo que realmente pasaba luego de que Amaterasu hiciera dormir a todos... Kagutsuchi secuestro a su hermana y Seiya fue a rescatarla, mientras sus servidores más fuertes peleaban contra los subordinados de Kagutsuchi. Llamaba demasiado la atención la presencia de varios Shinimagis, sin duda su madre debía de estar apoyando en secreto a Kagutsuchi, pero eso no era lo importante ahora.

Saori estaba sus contactos como la líder de la Fundación Graad para apoyar al gobierno y las Cinco Familias para tapar cualquier información del tema, así como se estaba intentado contactar con su Santuario para pedir refuerzos.

Normalmente, los Dioses irían para detener la locura de una vez... pero no podían arriesgarse, Kagutsuchi ya demostró ser muy astuto y planificador, no saben si hay otra trampa para capturarlos como hizo con Amaterasu, tampoco podían ir a rescatar a su hermana porque no sabían a donde Kagutsuchi se la había llevado, probablemente a una Dimensión de Bolsillo, lo que complicaría la cosa, ya que esas dimensiones son muy complejas.

Por primera vez en sus vidas, Tsukuyomi y Susanoo se sintieron impotentes y débiles. Tenían el poder para hasta destruir un país, pero no podían hacer nada en estas circunstancias más que dar apoyo, esto superaba el juramento que hicieron de apoyar a los mortales... solo les quedaba creer en sus seguidores y los aliados que hicieron.


Cuando Seiya abrió los ojos, se vio de pie delante del Castillo Nijou, pero todo a su alrededor era diferente. El cielo era de un color gris con una media luna como único astro en el cielo y la tierra debajo de sus pies era arrida y muerta.

-¿Dónde estoy?-.

-No espere que me siguieras. La velocidad de los Caballeros Dorados es tan buena como dicen-.

Al alzar la mirada, Seiya vio a Kagutsuchi de pie en la parte más arriba del Castillo. Se elevo con las alas de Sagitario para quedar a la misma altura que el Dios.

-¿Donde estamos? ¿Qué es este lugar?-.

-Es una Dimensión de Bolsillo que cree para este momento. Mi plan era traer al Castillo Nijou aquí y que todos se sorprendieran por verlo desaparecer de la nada, para reaparecer y mostrarles a todos lo que es un verdadero Dios. Tu no estas incluido- explico Kagutsuchi.

-Pues lamento entrometerme, pero tu plan termina ahora- declaro Seiya.

Kagutsuchi sonrió emocionado, sintiendo como por primera vez en mucho tiempo, su sangre burbujeaba a la expectativa de un gran combate.

-Pues veamos si puedes detenerme... Asesino de Dioses- Kagutsuchi tomo la katana que estaba a su cintura y la desenfundo. -¡Dame un combate que haga arder mi vida!-.

El Dios se lanzo contra Sagitario, quien encendió su Cosmos... el combate para determinar la seguridad y estabilidad de lo normal y sobrenatural de Japón acaba de iniciar.


N/A: Hasta aquí el capitulo. El siguiente estará lleno de acción. Dos capitulos más, o uno y medio se terminara este arco.

También veo que Kagutsuchi ha tenido una buena aceptación por su plan e ideales, eso me alegra mucho.

Y antes de responder comentarios, explicaré de que sirve este arco: aparte de lo ya dicho, de ver como se estableció la alianza entre Athena y el Panteón Sintoísta, como Amaterasu se enamoro de Seiya y presentar algunos personajes para darle fuerza al Panteón Sintoísta (que presentaré más a futuro, y algunos ya se harán la idea de quienes presentare) también es para establecer algo que empezaré a formar de a poco en el fic.

No diré que será, pero será un parte fundamental de enemigos de nuestros héroes. Esto sirve como inicio para eso.

daizuke: Me alegra que te gustara.

Roy4: Me alegra que te gustara tanto Kagutsuchi, creo que es de los personajes más completos y complejos que he hecho como enemigo. Ya que no es ni malo ni bueno, solo alguien que extraña como fue la época que vivió y tiene un odio al padre que fue quien lo puso en esa situación en un inicio. También es bueno que te gustara la explicación del mundo, y te aviso que no será la última vez que se toque ese tema.

Al final decidí que llamare al Dios del Tiempo Cronos y al Titan padre de Zeus Kronos. Así es más fácil y sin confusión.

Sin nada más que decir me despido. Visiten y comenten el resto de mis historias por favor. CHAO.