CAP 3: ¿QUÉ ES ESTE DOLOR QUE SIENTO?
La escena que presenciaban sus ojos es una que Naruto prefería no haber visto nunca. Delante de él se encontraban Neji y Sasuke. Ese maldito Uchiha que lo abandonó a su suerte en aquel hotel para venir a hacer quien sabe qué con el ojo de huevo cocido, como lo llamó el rubio en su mente. Lo maldijo una y mil veces por ello, pero se le hacía tan adorable al notar un leve sonrojo en las mejillas del Uchiha debido posiblemente al calor que estaba haciendo. Sus ojos cerrados totalmente entregado al sueño que tenía, presumió que muy bueno porque sonreía tranquilamente. Sería una vista perfecta de no ser por un insignificante detalle: Estaba abrazado de Neji. ¿Por qué? Es la única pregunta que acudió a su mente ¿Por qué llegó a ese tipo de posición tan intima? Si Sasuke no lo mataba apenas lo hiciera despertar, lo haría Uzumaki, eso lo juraba.
—¡¿Qué estás haciendo con él, Teme?! —preguntó el rubio a gritos.
—Dobe no deberías gritar así y menos cuando alguien está dormido —respondió Uchiha con una tranquilidad irritante mientras abrías los ojos.
Al darse cuenta de la posición en la que se encontraban tanto el castaño como Uchiha se sonrojaron y se apartaron rápidamente el uno del otro.
—Yo, yo lo siento, Neji no era mi intención... esto ya... sabes—tartamudeo Sasuke.
—Eh... no, no importa, no es algo de lo que me arrepienta —contestó nervioso Neji.
—Pero yo no debería haber hecho algo así de vergonzoso contigo —dijo el de ojos noche mientras pensaba "que tonto soy, esto es muy humillante encima que duermo sobre él, a juzgar por la humedad de mi pulgar deduzco que estuve chupándome el dedo y lo peor creo que lo babeé a él también".
—No te preocupes, Sasuke te veías muy tierno mientras lo chupabas —lo disculpó el de ojos perla por humedecer su ropa con saliva.
Pero aquella frase no sonó igual para los recién llegados cuyos pensamientos los hacían gritar internamente una sola pregunta: ¿Qué era exactamente lo que chupó Uchiha? Dicha pregunta provocó que la joven Hyuga mirara con el más profundo odio al azabache y el Uzumaki no se quedó atrás, clavó su mirada en el castaño, aquella normalmente azulada estaba próxima a cambiar a roja si su furia seguía creciendo. Poco y nada le estaba importando si liberaba a Kyubi con tal de separar a su mejor amigo de ese pervertido.
—¡Hey! ¡No estamos pintados aquí! Sasuke me debes una muy buena explicación. ¡Vamos a hablar ahora mismo! —gritó Naruto antes de llevarlo lejos.
—Neji también quiero hablar contigo acerca de lo que paso —ordenó Hinata de una manera muy seria nunca vista en ella, apenas quedaron solos.
—Claro, no hay problema —respondió su primo como si fuese normal.
—¿Por qué te fuiste del hotel sin avisar? ¿Sabes acaso lo preocupada que estaba? —preguntaba muy molesta la joven de ojos perla, sintiendo un gran vacío en el pecho.
—¿Eso? —preguntó Neji restándole importancia—. Verás Sasuke y yo pensamos que era lo mejor para ustedes.
—¿Có... como que... lo mejor? —preguntó Hinata sintiendo que de alguna manera la respuesta la asustaba.
—Es que no hicimos bien en separarlos cuando elegimos las habitaciones. Ustedes son novios, lo normal es que duerman juntos si quieren, nosotros estábamos estorbando —explicó el de la rama secundaria.
—Eso… eso… no es verdad, nos preocupamos demasiado cuando no los vimos, debieron decírnoslo —protestó la heredera del clan Hyuga.
—Bueno no importa, nosotros nos encontramos bien. Ahora si me disculpa, Hinata-sama tengo cosas que hacer —dijo Neji antes de marcharse.
Esa fría indiferencia caló hondo en el corazón de Hinata, aunque desconocía la razón de dicho sentimiento. Ella tenía como novio a la persona que amaba, entonces. ¿Qué era ese deseo de sangre que sintió al ver a su primo abrazando a Sasuke? ¿Era temor a que su primo la dejara de lado nuevamente como ocurrió en el hotel? Sin nada más que hacer o alegar se fue a su casa. Mientras tanto con los otros dos las cosas querían ir a mayores…
—Sé que peleamos, Teme, pero explícame ¡¿Por qué fuiste tan egoísta de irte sin avisar?! —preguntó encolerizado el rubio.
—Tks qué molesto eres, Dobe —chasqueó la lengua Uchiha—. Deberías agradecérmelo.
—¿Agradecerte? ¿Agradecerte qué? ¿Qué casi me mataras de la preocupación?
—No deberías haberte preocupado yo soy un ninja no me puede pasar nada —dijo Sasuke sintiéndose ofendidos por sus palabras—. Además, tendrías que haber aprovechado la oportunidad que te dimos Neji y yo.
—¿De qué demonios estás hablando, Teme?
—Tú querías estar a solas con tu novia ¿no? —cuestionó el dueño del sharingan—. Lo pediste cuando repartíamos los cuartos y nosotros lo arruinamos, por eso les dejamos solos para que disfruten.
El desconcierto en Naruto era enorme, buscó en la mirada de Sasuke algún rastro de falsedad, pero se sorprendió al ver algo que no esperaba, o mejor dicho al no verlo. Cuando era niño estaba acostumbrado a recibir miradas gélidas que negaban su propia existencia, pero que con detenimiento podía hallar el odio, desprecio o cualquier otra cosa, en cambio al ver esos ojos negros no encontró nada, absolutamente nada. No lograba encontrar aquel brillo que convertía sus ojos en dos gemas oscuras.
—¿No te largaste por la pelea que tuvimos? —preguntó cohibido el blondo.
—No, tenías razón, Dobe. Fue un completo error y la más grande estupidez de mi parte haberme enamorado de ti. Pero no preocupes, ya no siento nada por ti, he olvidado por completo esos absurdos sentimientos. Ahora me voy tengo que atender mi huerta. Nos vemos —dijo y se largó.
Esa frase fue todo lo que se quedó junto al rubio que estaba en estado de shock, con un dolor espantoso en medio del pecho, aun desconociendo la razón de éste. Nadie lo había hecho sufrir tanto en ninguna de sus batallas, ni el propio Sasuke cuando lo atravesó con su chidori en su pelea en el valle del fin. Haciendo un gran esfuerzo para no mostrar el dolor que le provocaron las palabras del moreno, Uzumaki lo siguió hasta su casa y lo convenció de que almorzaran juntos, para compensarle el mal rato vivido en el hotel. Uchiha aceptó sin mayores objeciones y organizó un almuerzo en su mansión para los cuatro el día siguiente.
Al mediodía, como acordaron se encontraban Hinata, Naruto y Neji al frente de la casa de Sasuke. Aunque el rubio aun deseaba ver desangrándose al castaño luego de recibir un par de rasengans y la furia de kyubi, por atreverse a tocar a su amigo de aquella forma.
Otra vez presenciaban la misma tensión que el día de la misión, la razón era la que difería de aquella ocasión. Naruto estaba sentado delante de Neji, al lado de Sasuke y Hinata frente a Sasuke, al lado de su primo. Comían en silencio cada uno perdido en sus propios y tormentosos pensamientos, la pareja de jounin en el porqué de ese repentino dolor y sed de venganza, ni que fueran un Uchiha para sentir una repentina necesidad de destruir a alguien, más específicamente a los que tenían enfrente. Los otros dos en la maravillosa sensación que experimentaron al quedarse dormidos juntos después de trabajar con los tomates. Se sintieron bien y tranquilos, pero les resultaba un poco molesto, las miradas y reproches que recibieron, a su parecer sin motivos.
—Espero que no te moleste, pero me tomé la libertad de revisar la huerta y me parece que deberíamos cosecharlos, Sasuke—dijo Neji quien rompió el silencio tan incómodo que había.
—¿En serio lo crees? ¿No es muy pronto? —contestó Uchiha con otra pregunta.
—No, en verdad están maduros. Espero no te importé, pero traje uno, pruébalo, verás que está maduro —aseguró el genio de los Hyuga.
Neji sacó de su bolsillo un tomate y fue rápidamente a lavarlo, cuando volvió extendió su mano con el tomate hasta la boca del de ojos ónix, éste abrió la boca y le dio un mordisco algo inseguro, avergonzado por lo que acababa de hacer, sus mejillas se tiñeron ligeramente de carmín. Pero ni con eso se negó el placer de probar su fruta favorita, sacaba la lengua y la pasaba suavemente sobre aquella roja superficie, atacaba con pequeños mordiscos a los alrededores. Mientras que con su traviesa e inquieta lengua saboreaba el jugo de la misma sin desperdiciar una gota, aunque el líquido llego a manchar los dedos del castaño. Uchiha probó de sus dedos aquel sabor que tanto lo enloquecía. Era una imagen demasiado erótica para los espectadores hombres, a Hinata sólo la hacía rabiar que lamiera los dedos de su primo.
Estúpido y sensual, Teme como siga así me provocara una ere… NO, a mí me gustan las mujeres, no voy a dejarme estimular por un espectáculo tan erótico, aunque esa lengua es de lo más juguetona por lo que veo. El muy bastardo hasta se ha apoyado sobre la mesa que los separa, está un poco inclinado hacia adelante para alcanzarla y tiene sus ojos entrecerrados, si sigue así quedará en cuatro, listo para que yo lo... NO, NO Y NO, mi cuerpo no debería reaccionar así, pero como me encantaría que me lamiera a mí, pero no unos simples dedos, sino algo más grande y jugoso. MIERDA tener un amigo gay me está afectando más de la cuenta.
—¡Sasuke-kun eres un pervertido! Deja de lamer los dedos de Neji-Niisan — gritó Hinata muy enojada haciendo amague de levantarse a separarlos ella misma.
—Lo siento, Neji —se disculpó Sasuke—. Ayer babeé toda tu ropa y hoy tus dedos —dijo algo nervioso por la situación.
—No te preocupes, Sasuke, a mí no me molesta en lo absoluto —habló el castaño en tono conciliador—. Además, hasta tu saliva tiene un buen sabor.
Esa última frase la dijo mientras él mismo lamía sensualmente los dedos en los que antes estuvo la lengua del de ojos negros. A la vez que le lanzaba una mirada de lo más seductora, provocando acentuar el sonrojo en el rostro del otro y la furia de los otros dos acompañantes.
Antes de matarse entre sí se dio por terminado el almuerzo de "reconciliación", todos los invitados se fueron a sus respectivas casas, aunque claro que Uzumaki como buen amigo que era, no se despegó del Uchiha hasta que el castaño se largó. Sin embargo, no pudo evitar que ambos acordaran verse al otro día para entrenar juntos. Sin nada más que poder hacer, el rubio decidió que sería un buen día para tener una cita con su novia. La verdad era que sabía que si se quedaba solo se pondría a pensar en lo que hacía su mejor amigo con el Hyuga de segunda, un nuevo insulto que se sumaba a su lista luego de la escena que presenció. Tratar de controlar ese nuevo sentimiento era igual a intentar controlar al kyubi, así que mejor intentar distraerse y no pensar en lo que sucedía entre esos dos.
Naruto se levantó temprano, no para prepararse para su cita, sino para matar el aburrimiento de estar en la cama tendido maldiciendo al Hyuga. Se bañó, se arregló un poco con desgana y saltó su desayuno de ramen. Las escenas del día anterior le causaban una acidez capaz de matar su apetito de ramen, testificando la gravedad de la situación. Buscó a su novia en su casa y ella se veía en igual condición que él, sin ánimos de nada en verdad. Aun así, dieron su mejor esfuerzo por pasar un momento, agradable juntos. Mientras paseaban llegaron al bosque, les surgió la idea de que un lugar así les podría traer la paz que tanto requería su interior.
El bosque era muy hermoso cuya vegetación era verde vivo, no se hallaba nada marchito y si no mal recordaban cerca de allí había un lago de aguas cristalinas. Genial, nadar los despejaría completamente, serían libres de pensamientos homicidas. Sin embargo… sólo logró acrecentarlos de nueva cuenta. Todo por culpa ¿De quién más? Si no Uchiha y Hyuga. ¿Qué nueva escena martirizante tenían para sus ex amores?
Muy simple. Hace rato que ellos se encontraban entrenado arduamente, a decir verdad, desde muy temprano esa mañana, por lo que acabaron sumamente cansados y sudorosos. Aprovechando el lago decidieron bañarse. Después de todo, ¿cuál era el problema? Ambos eran hombres no tenían nada que esconder, se tomaron la libertad de desnudarse para nadar. Luego de un rato de estar nadando el castaño salió, el portador del sharingan estaba por salir junto a su compañero, pero se resbaló con la tierna gramilla que bordeaba el lago. No recibió ningún golpe gracias a la velocidad del otro quien lo sostuvo de la cintura antes de caer y lo acercó a su cuerpo. Hay que aclarar que para los espectadores fue demasiado cercano ese acto. Ya que provocó que ambas entrepiernas se rozaran levemente arrancando un gemido del de ojos ónix, en una mezcla de placer por la sensación y sorpresa por lo sucedido.
—¡¿Qué le estás haciendo, pervertido?! Ahora sí te mataré ttebayo —bramó con furia el Uzumaki mientras se acercaba para atacar.
Los otros dos cubrieron rápidamente su desnudez con lo primero que hallaron, aunque sólo llegaron a taparse de la cintura para abajo y el castaño logró evadir el ataque. Al cual le sucedieron varios más, una "pequeña" batalla dio inicio entre ellos, dejando a los otros dos distanciados. Aunque Uchiha no pudo esquivar la bofetada que le dio Hinata, por lo inesperado de dicha acción.
—¿Por qué me pegaste? —exclamó enojado el azabache tratando de no golpear a la novia de su mejor amigo.
—Por hacer cosas indecentes —dijo Hinata con un tono que serio que tras fondo seguramente quería decir que no sólo se conformaba con eso.
—Hinata-sama no debió hacer eso —intervino Neji, luego de golpear ciertos puntos en el ojiazul que lo dejaron casi inmóvil.
—Pe…pe… pero... esto yo —tartamudeaba por el tono que usó con ella.
—Lo lamento, Sasuke, es mi culpa este comportamiento tan deplorable de la descendiente de la rama principal —dijo Neji a Sasuke.
—Lo que ella haga no es tu culpa. Además, también siento que es mi culpa que el Dobe te atacara. ¿Quieres venir a mi casa a que te cure? —ofreció Sasuke.
—Me encantaría. Podré aprovechar para ayudarte a cosechar, seguro aun no lo has hecho.
Se terminaron de vestir para alejarse juntos mientras dejaban a Hinata sin palabras por el nudo recientemente formado en su garganta conteniendo sentimientos de frustración e impotencia, y a Naruto muriéndose de ganas de recuperar la sensibilidad en su cuerpo para ir y matar al aprovechado de Neji. Nuevamente sentían ese sentimiento tan abominable en su interior, una voz en el interior de ambos les gritaba que era un error dejar que estén juntos. Si los dejaban más tiempo el rubio y la morena presentían que un abismo sería lo que habría entre ellos y los que se acababan de ir.
CONTINUARÁ….
