Ladies and Gentlemen!
Yo si me imaginaba que Witch y Wizard eran pareja y que eran humanos que fueron modificados al igual que sus memorias, digo, en el manga todo era válido. Imaginaba que fueron padres, pero nunca imagine que serian de Shiki y que ellos no eran humanos si no que siempre fueron androides con memorias falsas. Pero, aun así, no quise dejar pasar este fic. Esta hermoso que les hará llorar. Esto es algo que me hubiera gustado ver.
It's time to read!
It's showtime!
Aclaración: Edens Zero no me pertenece. Es propiedad de Mashima Hiro. Yo solamente pido prestado sus personajes para poder escribir mis historias que se podrán leer a continuación.
Aclaración: Con estas historias no estoy cobrando por ninguna ganancia o regalía. Solo escribo para el entretenimiento de todo público pidiendo permisos al autor. Cualquier aclaración, pueden escribir en los comentarios su opinión al respecto.
Ellos ya no eran humanos.
Ellos ya no eran Regret y Leonard del planeta Tierra. Ella era Witch, una androide de las cuatro estrellas brillantes y siendo parte de la tripulación del Edens Zero. Él era Wizard, un androide de las cuatro estrellas oscuras y siendo parte de la tripulación del Edens One.
Ellos ya no eran humanos.
Dejaron de serlo desde hace mucho tiempo.
Pues al principio, solo eran unos cascarones vacíos, sin alma, sin vida, sin recuerdos. Fueron creados a semejanza de los humanos que murieron en aquel entonces y de quien Ziggy una vez conoció al momento de querer llegar a un planeta desconocido. Al rescatar al único ser que se encontraba con vida de aquel entonces, no pudo evitar pensar que alguno de todos esos humanos, podía tratarse de sus padres. Fue una total desgracia que en un planeta donde todo ser vivo murió, aquel pequeño niño, que se le hacia terriblemente conocido, sea el único sobreviviente de aquel lugar.
Hacer unos androides basados en la imagen de aquellos humanos, cuatro hombres y cuatro mujeres. Cada uno con una misión diferente, cada uno con recuerdos falsos.
Al final, aquel Rey Demonio no pudo soportar la culpa ante tantas mentiras que les había implantado. Que prefería que cada uno de ellos viviera su vida como deseaban.
Eso es lo que le hubiera gustado desear.
Pero se le olvido lo fuerte que puede ser el corazón. Se le olvido lo fuerte que puede ser el alma misma. Hace tiempo que él mismo lo olvido, así que no presto atención en ello hasta que fue demasiado tarde.
Pues a pesar de que eran unos androides que fueron creados por puro capricho. Androides con recuerdos falsos.
Alguna vez ellos fueron humanos. Eran capaces de sentirlo. Había algo mucho más fuerte que se encargaba de conectarlos a pesar de que desconocían sobre la existencia del otro. No importando que ellos se encontraban tan lejos del otro, los lazos eran imposible de romperse.
Aunque no había necesidad de dormir. Cada que cerraban sus ojos, recuerdos que no eran suyos los invadía.
En un mundo diferente, con una persona extraña a su lado. Eran felices.
Las grandes sonrisas en los rostros de aquellas personas que se encargaban de tomar su mano mientras corrían un gran camino. Aquellos sentimientos de cariño y de amor, se podían percibir en cada roce de manos, en cada beso en sus mejillas o en sus labios. Aquellas miradas llenas de ternura, pero al mismo tiempo, de un gran dolor. Al momento que abrían sus ojos, aquellas lagrimas se encargaban de mojar sus mejillas sin poder comprender que es lo que estaba pasando.
¿Qué era lo que les pasaba?
¿Por qué podían recordar algo que no era suyo?
No eran capaces de comprender lo que les sucedía. Cada que hacían un análisis de su cuerpo como de su programa, esperaban encontrarse con que alguien se había encargado de hacerle alguna mala travesura. Al terminar el examen les decía que todo se encontraba en perfecto orden. Eso era aun más difícil de creer.
No todo se encontraba bien, porque ellos no dejaban de tener aquellos recuerdos tan desconocidos, pero tan nostálgicos que, al despertar, las lágrimas no dejarían de mojar sus mejillas como ese fuerte dolor en su pecho, los molestaría a tal grado de no poder concentrarse en su misión principal.
Ellos no eran humanos, ellos eran unos simples androides. Eran las palabras que siempre se repetían. No tenían porque tener tales sentimientos, no tendrían por qué tener un corazón.
Entendían muy bien eso.
Pero.
¿Por qué era imposible alejar esos sentimientos y ese dolor en su pecho?
Había algo más de todos aquellos recuerdos que les era imposible ver.
Había algo más que se encontraba en sus brazos y era el causante de que cada que abrían sus ojos, el dolor era imposible de alejar. Un pequeño cuerpo cubierto en una adorable manta de color azul y que cabía perfectamente entre sus brazos. Suaves y tiernas risitas viniendo de ese pequeño ser, un aroma tan relajante y unas pequeñas manos que se encargaban de tomar sus dedos con tal fuerza que, para los seres de aquellos recuerdos, grandes sonrisas aparecían en sus rostros, pero que, para ellos, se tratara de un gran tormento.
¿Quién era esa persona con la que compartían esos momentos?
¿Qué era esa pequeña cosa que, al momento de abrir sus pequeños ojos oscuros, ellos le dieron la bienvenida a ese mundo?
Aquellos recuerdos se convirtieron en algo personal.
Era imposible hablar de los mismos con los demás que preferían mantenerlo en secreto. Era mejor continuar con su tarea en solitario. No querían involucrar más sentimientos innecesarios, no querían involucrarse más con los dueños de aquellos recuerdos.
Paso el tiempo.
Conocieron a más seres en su camino. Pero de alguna manera, no eran lo que estaban buscando.
No era aquella sonrisa la que querían ver, no era ese pequeño cuerpo el que querían volver abrazar. Por más que intentaron deshacerse de aquellos recuerdos, estos nunca se fueron. Una parte de su interior, les decía que no debían hacer eso, pues algún día encontrarían lo que todo ese tiempo habían tratado de buscar. ¿Por qué creer en aquel presentimiento? Era imposible que aquello los encontrara.
Nunca fue imposible.
Porque tal y como lo presintieron.
Lo que tanto habían esperado, fue este mismo quien se encargó de encontrarlos.
En el momento que Shiki llego a la vida de Witch, pudo sentir dentro de su pecho como todo se conectaba. Una sensación tan extraña al momento de ver aquel joven de cabellos alborotados de color negro llegar al Edens Zero. Una sensación de alivio, un sentimiento de cariño combinado con el dolor.
Cuando cerro sus ojos, pudo verlo claramente. Aquel pequeño que cabía a la perfección entre sus brazos, era un pequeño bebé de adorable sonrisa y tiernas risitas. Un bebé que había dejado su cuerpo tan agotado pero satisfecho de tenerlo al fin ahí con ella. Era difícil controlar aquellas lágrimas, como también, era difícil olvidar las palabras que escucho de aquella persona a su lado.
"Lo hiciste bien Reg… lo hiciste bien ca… tenemos a nuestro… en nuestros brazos al fin…"
El suave beso de su frente fue más que suficiente para alzar el rostro al fin y encontrarse con aquella gran sonrisa tan parecida al del joven parado frente a ella. Fue imposible ver más, aquel rostro se encontraba tan borroso que lo único que pudo apreciar, fueron aquellas lagrimas mojando la pequeña cabecita del bebé.
Por eso, en el momento que al fin conoció a Shiki. Ella no pudo evitar llorar enfrente de todos.
-Lo había estado esperando todo este tiempo -Murmuro Witch al verse al fin cara a cara con aquel joven.
Si todo era correcto, él era todo lo que estaba esperando.
Si las cosas hubieran sido diferentes, realmente le hubiera gustado encontrar a ese hombre de sonrisa cálida que estaba a su lado.
En el momento que Shiki conoció a Wizard, hubiera deseado que fuera en otras condiciones y no en aquella guerra en la que tanto el joven de cabellos negros estuvo más que dispuesto a participar como él que no tuvo de otra porque tenía que obedecer las órdenes que le asignaron. Los golpes de la gravedad en realidad dolían demasiado, pero él, de igual manera podía golpear, podía hacer daño con su propio Ether. Los golpes de aquel chico en realidad dolían, pero no era capaz de comprender porque en cada golpe que le propinaba al chico, su pecho era el que terminaba por doler más.
Al alzar la vista y encontrarse con aquellos ojos, pudo verlo claramente. Aquella mirada era tan aguda como la de aquella mujer que se encontraba a su lado en cada recuerdo que lo invade.
¿Por qué podía decir que era tan parecido a los de ella si ni siquiera es capaz de recordar su rostro?
¿Qué era lo que estaba pasando?
"Leo… nuestro… debe vivir… por no… hacer más… realmente… lamento no… verlo más…"
Claro, ahora todo encajaba.
Aquel pequeño cuerpo que se encargaba de cargar entre sus nerviosos brazos porque tenía tanto miedo de que se le fuera a caer. Aquel joven de cabellos negros golpeo su mentón para hacerlo regresar al campo de batalla, una sonrisa apareció en su rostro. Ya todo se encontraba claro.
-Eres tú -Susurro.- Lo que todo este tiempo estaba buscando -Suspiro.- Siempre fuiste tú
Sentimientos que aparecieron dentro de su pecho. Sus propias manos empezaban a temblar y empezaba a dudar en cada golpe que lograba acertar.
No estaba hecho para atacar a ese joven de cabellos negros. No estaba hecho para hacerle daño. Algo dentro de él quería impedírselo, pero sus órdenes eran mucho más fuertes que no tenia de otra más que obedecer. Si lo hubiera conocido en otro tiempo, en otro momento. No hubiera dudado en ir con él y no estaría dudando tanto en hacerle daño. Si tan solo aquello hubiera sido diferente, le hubiera gustado ver en que se convertiría.
Si las cosas hubieran sido diferentes, realmente le hubiera gustado encontrar a esa mujer que siempre se encontraba a su lado.
Aunque Witch y Wizard no eran humanos, no tenían un corazón y solo contaban con sus recuerdos pues solo eran unos simples androides que un Rey Demonio se encargó de crear. Pudieron sentirlo en ese momento que aquel joven se paró frente a ellos.
Sentimientos tan desconocidos, pero tan cálidos aparecieron dentro de ellos. Aunque ellos solo fueron construidos con otros motivos y con recuerdos que ahora se sentían tan falsos, lo que se encontraba en su interior, podía recordar. Aquello a lo que llaman corazón, aquello a lo que llaman alma, fueron los únicos que pudieron reconocer a Shiki.
Algo importante para ellos, algo que les dolía tanto.
Pues aquel ultimo recuerdo que tienen sobre él, no son tan bonitos como los que tuvieron en el transcurso de su viaje.
"Agonizaban, su cuerpo dolía horrores. Era imposible mantenerse de pie, pero aún no era momento de caer de rodillas. Aunque sea con su ultimo respiro, se encargarían de proteger a su pequeño. No podían evitar lamentarse, no podían evitar culparse por no haber hecho más. El futuro que tanto desearon, se había perdido. Pero aún no querían darse por vencidos, querían estar seguros que su hijo podría sobrevivir a la destrucción de su mundo. Pero el dolor de sus pechos era tan fuerte que las lagrimas no dejaban de mojar sus mejillas. Mientras seguían cayendo al piso, un fuerte abrazo dedicaron a su pequeño hijo que lloraba. Ellos sin poder mover más su cuerpo, realmente se disculpaban por no haberle entregado una mejor vida. Regret y Leonard se vieron una ultima vez antes de sentir como todas sus fuerzas se agotaban. Querían gritar por ayuda, aunque sabían que nadie los escucharía, era demasiado tarde cuando aquel extraño ser apareció frente a ellos y tomo a su bebé. Una sonrisa apareció en sus rostros como amargas lagrimas eran las ultimas que sintieron antes de sentir como todo dentro de sí, se apagaba por completo. Al menos, su hijo podrá tener la vida que siempre desearon para él, aunque estaría vagando solo sin saber si sus padres lo abandonaron o no, pero estaría viviendo…"
Regret y Leonard despertaron de golpe ante aquella pesadilla. El sudor resbalando de sus ojos como el dolor de su pecho. Todo aquello, se había sentido tan real que tuvieron que mirarse para saber si ambos tuvieron la misma pesadilla. Aunque sus respiraciones se encontraban aceleradas y sus cuerpos temblando, no pudieron evitar preocuparse por algo más.
-¡Papá, mamá!
La puerta de su cuarto se abrió de golpe y un pequeño niño de cabellos negros corría para poder subirse a su cama y ser cobijado por los brazos protectores de sus padres.
En el momento que su pequeño Shiki entro en el cuarto, tanto Regret como Leonard no pudieron evitar soltar todo el aire que habían estado guardando como también sentir su propio corazón relajarse. Entre suaves arrullos trataban de tranquilizar a su pequeño.
No sabían porque habían tenido aquella horrible pesadilla. Ahora que el mundo empezaba a restaurarse gracias a la tecnología avanzada que una vez unas androides les entregaron, es que pudieron vivir con más tranquilidad. Disfrutar de la vida con su pequeño niño entre brazos, verlo crecer, verlo ser más fuerte a pesar de las caídas. Disfrutar de las travesuras que de vez en cuando hace.
-Pensé que mamá y papá se habían ido -Murmuro el pequeño entre gimoteos.- Pensé que me había quedado solo -Con cuidado, mamá le quito las lágrimas de sus ojos.- Creí que mamá se había convertido en un robot al igual que papá, dolían aquellos golpes -Papá se quedó paralizado ante aquellas palabras. ¿Cómo es que sabía lo que había pasado en su sueño? Ambos padres se miraron un poco preocupados.- Pero dolió más no poder hacer nada por mamá ni papá
-Pero aquí estamos cariño -Arrullo Regret entre sus brazos mientras pequeños besos eran depositados en su pequeña carita.- Papá y mamá no irán a ningún lado, nunca te dejaríamos solo
-¿En serio?
Aquella tierna carita que era capaz de derretir su corazón. Leonard tomo a su esposa e hijo entre brazos. Aquel abrazo tan protector que ambos no pudieron evitar soltar una pequeña risita.
-Un padre nunca seria capaz de golpear a su propio hijo -Hablo al fin Leonard.- Nunca me atrevería a hacerte algo malo, nunca me atrevería a hacerle algo malo a tu mamá -Soltó una pequeña risita.- Somos familia, eres mi querido y travieso hijo, aun si papá y mamá no estemos aquí, siempre te acompañaremos a tu lado, aunque sea imposible para ti vernos
-¿Cómo un fantasma?
Ambos padres no pudieron evitar carcajear ante aquella tierna inocencia.
-Tal vez como fantasmas -Hablo la mujer.- Pero quiero que recuerdes esto -Tomo a su pequeño por las mejillas.- Es nuestra tarea cuidar, amar y proteger a nuestro pequeño hijo, no tienes que hacer nada por nosotros, solo sigue metiéndote en travesuras y después podremos echar la culpa a alguno de tus tíos
-Somos tus padres Shiki, puedes depender mucho de nosotros, está bien -Soltó un pequeño suspiro.- Mientras el problema no sea demasiado grande
-¿Y si quiero ser un Rey Demonio que se encarga de cuidar a su familia? -Ambos padres abrieron los ojos sorprendido. El pequeño se levanto de golpe y empezó a brincar por la cama.- ¿Está bien si me convierto en eso?
-Puedes ser lo que quieras -Suspiraron ambos padres.- Un héroe o un Rey Demonio, está bien lo que quieras ser
El pequeño siguió brincando en la cama hasta que sus padres lo atraparon. Era imposible que su pequeño hijo quisiera regresar a su cuarto así que lo arroparon entre el espacio de ellos dos. Dos besos en la frente y una dulce caricia a esos alborotados cabellos negros. Fue más que necesario para verlo bostezar y dormirse inmediatamente.
Les encantaba ver a su hijo dormir, les encantaba sentirlo a su lado.
-¿Crees que haya tenido la misma pesadilla que nosotros? -Murmuro Leonard.- Todo se sintió tan real que realmente me dolió el pecho
-Quien sabe -Sonrió Regret al ver como su hijo había atrapado su mano entre sueños.- Aquellas androides que aparecieron una vez frente a nosotros, nos dejaron con más dudas que respuestas, quizá en otro tiempo, ellos no pudieron salvar este planeta y nuestro hijo se encontraba vagando solo por el universo -Carcajeo con suavidad.- O quizá todo fue una pesadilla, no lo sabremos nunca
-Algún día lo sabremos todo -Leonard bostezo.- Pero este aun no es el momento para ello
Una pequeña sonrisa se dedicaron. Un suave beso en los labios compartieron antes de acomodarse mejor en cama y apagar las luces. Sus manos, fueron posadas en el pecho del menor. Sentir esa suave respiración de Shiki, fue lo que los tranquilizo aun más hasta quedarse profundamente dormidos.
Quizá fue una pesadilla.
Quizá aquello pudo ser real.
No lo sabrían nunca.
Lo que si sabrían, es que no importa donde se encuentren o que sean, el amor y el cariño de padres nunca desaparecerá. Sera capaz de transcender mundos e incluso universos para volverse a encontrar.
¡Muchas gracias por leer!
Creo que me esta gustando escribir sobre Regret y Leonard que siento que puedo explorar mucho a estos dos. Claro que podía tomar a los demás, pero por el momento, con la pareja que me esta fascinando escribir, son de ellos dos. ¡Las ideas no dejan de aparecer!
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¡Nos vemos a la próxima!
Atte.: AnZuZu Dragneel
Fecha: Viernes 28 de Junio de 2024
