¡Saludos, queridos lectores!
Entre tantas historias que tengo en proceso, esta es una que tenía tiempo sin actualización. Sin embargo, decidí usar este SasuKarin Month para poder darle continuación a esta historia n.n
Como les había comentado, había estado muy ocupada en el trabajo, así que no conseguí subir los capítulos de la semana en el día que corresponde, principalmente porque con el cambio de cuenta en Wattpad y el nuevo perfil en Inkitt, necesitaba tiempo para poder subir los capítulos pasados de esta historia.
Ahora que pude poner al corriente las cuentas de Wattpad e Inkitt con esta historia, me dedicaré a subir las historias del SasuKarin Month que debo, y subiré todo antes de irme a dormir, de esa forma, también tendrán el fin de semana para leer todas las actualizaciones n.n
Espero que la idea de retomar esta historia les haya gustado, así que les informo que el fic corresponde al Día 22: Yakuza del calendario 1 del SasuKarin Month Junio 2024
Como verán, la historia no tiene qué ver con los Yakuza concretamente, pero sí con la mafia, así que por eso elegí hacer la actualización. Sin más, los dejo con la actualización.
You've got the Queen of Hearts and you know
It's a losing game on its own
I got the Queen of Hearts and I know
You'll never belong to me alone
You've got the Queen of Hearts and you know
It's a losing game on its own
I got the Queen of Hearts and I know
You'll never belong to me alone
Itachi sabía que quizá la idea que le tenía no iba a agradarle del todo a su hermano, pero si Sasuke lograba confiar aunque fuese un poco en él, podría darse cuenta que era una buena idea, no sólo para el caso de Karin.
—Hacer que se enamore de otra mujer.
—¡¿Qué?! ¿Cómo podrías lograr que…?
—A decir de lo que he notado de Madara a través de los años, él cree estar enamorado de Karin, pero sólo ve en ella el recuerdo de su antigua prometida —explicó Itachi muy confiado— He encontrado a una chica con un parecido sorprendente con aquella mujer. Estoy seguro que se olvidará de Karin de inmediato al verla.
—¡Eso debimos haberlo hecho antes de que ella quedara embarazada! —exclamó Sasuke muy alterado— ¡Ahora con ese niño, no creo que Maadara realmente vaya a…!
—Si Sakura hubiese quedado embarazada de ti, ¿habrías desperdiciado la oportunidad de estar con Karin si se te presentaba? —planteó Itachi a sabiendas de que aquella novia que su hermano había tenido frente a la sociedad, sólo había sido una forma de tratar de olvidarse de Karin, después ella fue elegida por Maadara como amante y Sasuke la dejó poco después.
—No es lo mismo. Esa mujer con la que planeas reemplazar a Karin, no es la verdadera ex prometida —replicó el joven aún enfadado.
—Maadara no es como tú que jamás reemplazarías a la original. Él busca una sustituta de una mujer que jamás fue su amante y que él mismo asesinó por no amarlo. Está cegado por el orgullo y quiere vivir en la fantasía donde es feliz a lado de su familia, nosotros, y su amada, aún si es a base de la manipulación. Cree que así será feliz.
Sasuke soltó un gruñido por lo bajo, porque aunque le parecía absurdo, entendía que si todo lo que su hermano le había contado era cierto, no podría estar equivocado sobre Maadara.
—Habrá una fiesta en la mansión Hyuuga en una semana. Ahí haré aparecer a la chica que he conseguido.
—¿Y una vez que Maadara se acerque a esa chica, cómo salvaremos a Karin de sus garras?
—Aun no estoy seguro de la postura de Maadara respecto al niño. En el mejor de los casos, ya no lo querrá , obligará a Karin a abortar y en ese momento puedo hacerla pasar por muerta —respondió Itachi— Como a Maadara ya no le interesará, seguramente no investigará a fondo. Especialmente porque él lo provocará, pero si le interesa el bebé…
—¿Te das cuenta que estás mandando al matadero a otra chica inocente? —preguntó Sasuke disgustado, pues sabía que si Karin se enteraba que su libertad se conseguía bajo esas circunstancias, ella iba a odiarlo más.
La verdad, en ese punto, a Sasuke ya no le importaba tal situación mientras pudiera cumplir su promesa, pero una parte de él temía que ella se enterara y se sintiera culpable por ello.
—No soy como Maadara, así que quédate tranquilo. Te aseguro que no es alguien a quien estoy obligando para acercarse a él.
Aún sin aclaraciones, Sasuke entendió que su hermano no le diría más, pues aparentemente tenía en marcha un plan mucho más elaborado de lo que le permitía saber, y que tampoco tenía intenciones de informarle.
Sasuke aún sentía dudas de su hermano, pero era la única esperanza que tenía para lograr sacar a Karin de ese infierno, pues sabía que intentar hacerlo sólo, era garantía de que ambos murieran.
Mientras tanto, ese mismo día, Maadara estuvo con Karin incluso en el desayuno y en todo ese tiempo, él no dejaba de hablarle con orgullo del gran futuro que ella y su hijo tendrían "como todos unos Uchiha en la cima del mundo". Sólo hubo una interrupción por parte de Itachi poco después de que los sirvientes retiraran los trastes del desayuno, quien los vio abrazados en la cama cuando el mayor de los Uchiha le permitió entrar.
—Lamento la intromisión —hizo una reverencia y se dirigió a Karin— Espero que estés mejor.
—Sólo fue estrés, yo…
—Ella estará bien. ¿Qué quieres?
Disimuladamente, ambos jóvenes se dirigieron una mirada breve, pero que ambos comprendieron como si hubiesen intercambiado palabras. Itachi había ido a comprobar su salud y ella había dicho la verdad sobre el estrés. Así mismo, supieron que Maadara no permitiría detalles.
—Sasuke y yo hablábamos sobre las tareas que nos asignó, pero no nos habló sobre la carrera de Rosa —miraba a Maadara como si le diera un reporte— Sería adecuado elegir la universidad y casa a distancias creíbles, pero primero habríamos de saber qué sueño quiere cumplir Ringu Mizu.
—¿Ringu Mizu?
—Es el nombre que elegí para ti, cariño —besó la mejilla de la chica— No se me ocurre mejor nombre para ti.
—Es bonito —contestó Karin como si le emocionara, pero para ella no pasó desapercibida la relación con el nombre de Uzumaki Mito.
—Tendrás que estudiar una carrera, querida. Quiero que nuestra historia de amor sea convincente y te vuelvas una inspiración —decía contento por la reacción de la chica al nombre— Los Uchiha siempre hemos estado involucrados en la política, pero quizá debamos aprovechar la elección para cubrir otros campos que nos den ventaja.
—Si me permite dar una sugerencia, pienso que la administración sería adecuada para Rosa y para nosotros —señaló Itachi como algo casual— Después de todo, ella ha llevado el burdel los últimos meses y ya está familiarizada con ciertos temas, además…
—Además, bien dirigida la idea, puede involucrarse en algunos aspectos políticos desde allí. ¡Me gusta!
—Yo no sé nada de administración más allá del burdel —decía la joven sorprendida con el tema y notó cierto disgusto en el hombre— No quiero fallarte, es una responsabilidad muy grande.
—Tomarás clases particulares hasta aprender lo necesario. Si no puedes hacerlo, no puedo seguir considerándote digna del puesto.
—Estoy seguro que Rosa puede, es muy inteligente —Itachi sonrió despreocupadamente y confiado— La universidad pública de Konoha será la mejor opción.
—¿Una escuela pública? —preguntó despectivamente— No es digna de una futura Uchiha.
—Recuerde tío, ella será la chica pobre que se casa con un millonario, no podemos usar escuelas privadas.
—Bien, hazlo —aceptó Maadara no muy contento, pero sabiendo que él tenía razón sobre esos detalles— Y prepara tus asuntos, estarás a cargo de cuidar de Rosa una temporada.
—Entendido —asintió Itachi sabiendo por qué había sido elegido en lugar de Obito, que contaba con la plena confianza de su tío.
—Ahora déjanos.
—Si me permite, tío, aún hay algo que me gustaría preguntar pues no sé si ya ha contemplado ciertos aspectos —contestó Itachi al gesto de su tío que lo corría de la habitación.
—¿Qué aspectos? —preguntó enojado, pero curioso.
—Nadie en el bajo mundo sabe con certeza quienes somos, pero todos conocen a Rosa, si la ven con…
—Lo tengo cubierto. Les haremos pensar que la he vendido y cuando me vean con ella en público no me relacionarán —decía irritado recordando el mismo señalamiento que Sasuke le había hecho.
—Tío, ya hay rumores de nosotros como los líderes del bajo mundo, si hace eso, no faltará quien al ver a Rosa a su lado en público, sea una confirmación de esas sospechas —señaló Itachi— Bastará con uno sólo que crea que la presencia de Rosa es una confirmación para que se extiendan los rumores y ellos mancharán la imagen de Cenicienta que quiere crear en la alta sociedad.
—Caballo tiene razón —señaló Karin, sabiendo enseguida que todo ello era para evitar que fuera vista en sociedad, pues aunque ella estaba convencida de su suicidio, debía seguir fingiendo, especialmente frente a Itachi, que seguía en el juego.
—Mi sugerencia para solucionarlo, es la cirugía plástica —siguió Itachi cuando Maadra quedó pensativo con un gesto desagradable— No sólo cambiaría ciertos rasgos de Rosa, sino que podría aparentar un poco más de edad.
—Tienes cosas que hacer —Maadara corrió a su sobrino, sabía que él tenía razón, pero cambiar la apariencia de su amante le desagradaba porque aunque no quería admitirlo, ella sí que le recordaba a Mito y no quería perder eso.
—Deberíamos hacerlo —sugirió Karin cuando Itachi se fue— No quiero ponerte en riesgo.
—No.
—¿Dejaré de gustarte por verme mayor? —preguntó Karin en un puchero— Me rechazas antes de envejecer.
—No es eso… sólo, no quiero otro rostro —contestó Maadara acariciando la mejilla de su amante con mucha ternura— Fue a ti a quien elegí y no quiero otra imagen, no importa la edad.
La pelirroja apretó uno de sus puños por debajo de las sábanas, desde que Itachi le habló de Mito, ella ya podía imaginar que su parecido con la antigua amada de Maadara, era el motivo para tenerla con él, y la negación comprobaba aquella hipótesis.
—Tampoco quiero cambiar, pero si lo hago y me presentas así, te pondrá en riesgo —lo abrazó fingiendo preocupación— Prefiero seguir siendo tu amante en el bajo mundo que tu esposa si eso te pone en peligro.
—Cambiar tu rostros no está a discusión y no importa qué, serás mi esposa —aseguró Maadara antes de besarla, provocando en Karin frustración por la terquedad del hombre, pero aquel beso le dio tiempo de pensar en algo para tratar de convencerlo.
—Ya sé qué prueba quiero —detuvo el beso y miró a los ojos a Maadara que la veía con expectación.
—Dime —le sonrió con duda pues sospechaba de la petición.
—Quiero esa operación.
—¡¿Qué?!
—Cariño, siempre has sido un hombre muy calculador y precavido, no entiendo por qué te descuidas así —habló Karin fingiendo afecto mientras le acariciaba el rostro— Pero no te preocupes, yo te protegeré de ti mismo, así que, para comprobarme que seré tu compañera, quiero hacerme la cirugía para que nadie me reconozca.
—¡No! ¡No está a discusión!
—Piénsalo, no debe ser un cambio muy grande —insistió— Sólo el suficiente para que nadie sospeche.
—¡Dije que no! —se levantó de la cama de un salto y se paró erguido para reafirmar su autoridad.
—Entonces no me caso contigo —aseguró Karin que no mostró miedo a pesar de temblar por dentro.
—¡Te venderé!
—Hazlo —se cruzó de brazos de forma retadora— Es preferible.
Maadara no estaba acostumbrado a que lo desafiaran, especialmente la gente de la mafia, pero si no actuó como lo habría hecho en otras ocasiones, es que no pudo ignorar el hecho de que la chica tenía razón, esa forma de actuar irracional no era propia de él.
—Dije que no —quiso ser quien dijera la última palabra y se fue para tratar de aclarar sus ideas.
Cuando Karin se quedó sola en la habitación, soltó un suspiro de alivio a pesar de saber que ahora su destino era incierto por haber presionado así a Maadara. Debía apresurar su plan para poder ser libre, pero debía asegurarse de que nadie la encontrara agonizante o podrían salvarla.
Dicho lo anterior, Karin sabía que tras su desmayo, la tendrían vigilada, y que sería muy difícil encontrar una oportunidad. Su única esperanza era que a Maadara le solicitaran su presencia por trabajo en algún lado. Es decir, claro que dejaría un montón de vigilancia para ella, pero era más sencillo encerrarse y pasar desapercibida de gente que sólo la vigilaba por una orden, que de Maadara, quien iba y venía a su habitación con libertad por interés en el bebé que ella cargaba en su vientre.
Itachi podría ser o no un problema, pues no estaba segura si actuaría como el resto de los sirvientes o la estaría vigilando de cerca.
Por supuesto, Karin no podía confiar en la suerte y si por algún motivo Maadara permanecía cerca o Itachi la tenía en la mira, necesitaría un plan B para poder librarse.
Durante el resto del día, Karin pensó una y otra vez en ese plan, pero en todos dependía de la suerte mientras Maadara o Itachi tuviesen su atención en ella. Además, aún faltaba Sasuke como factor, pues tras la despedida, ella no estaba muy segura de cuáles serían sus movimientos. Quizá…
—¿Puedo pasar? Me envía el Rey —llamaron a la puerta y Karin reconoció enseguida la voz de Itachi.
—Adelante —suspiró la fémina a sabiendas de que sin importar si era verdad que había sido enviado por él o no, Itachi querría hablar con ella.
—¿Cómo te sientes?
—¿Podrías decirme a lo que vienes e irte? No estoy en condiciones ni de humor para nada.
—Vengo con la carta para tu libertad —le susurró mientras le entregaba un sobre.
—¿Qué es esto? —preguntó Karin muy confundida, ya que lo que le debía estar entregando, debía ser por orden de Maadara.
—Son los documentos para tu nueva identidad. Échales un vistazo antes de que el Rey venga, así si hay algo que quieras cambiar, aún estamos a tiempo de hacerlo —dijo Itachi retrocediendo— Considera que todo fue petición de él, así que quizá no te permita hacer muchos cambios, pero me dijo que te los mostrara para tu visto bueno. Ya no debe tardar. Adiós.
La pelirroja cerró la puerta de la habitación con llave muy confundida al principio, pero en cuanto quedó sola, se apresuró a abrir el sobre y rebuscar en el interior.
Itachi siempre le había enviado notas o artículos a través de objetos que Maadara le pedía que le enviara, no era nada nuevo para ella. Incluso había comprendido que debía ver el contenido antes de que llegara ese hombre, pero había estado tan ensimismada en sus pensamientos, que la había tomado por sorpresa.
Karin abrió el sobre rápidamente y sacó todo lo que había dentro, pues aunque la mayoría eran los documentos que le había indicado Itachi, también había una carta, un pequeño sobre y una cápsula.
"Tienes razón, siempre te he cuidado y cuidaré por el bienestar de Sasuke, pero en esta ocasión, me aprovecharé de que lo amas y la ayuda que te he prestado para cobrarme un favor. Una vez más, es para salvar a mi hermano y será tu carta de libertad."
Era un mensaje corto en el sobre, pero al abrirlo, notó que la carta dentro de ella, tenía una larga explicación. Usualmente él dejaba notas cortas, para que ella pudiera deshacerse de ellas de inmediato, así que lo que fuese que Itachi estaba pensando, debía ser algo muy complejo.
—Le acabo de dar los documentos de identidad a Rosa hace un momento —Karin oyó la voz de Itachi afuera de su habitación cuando iba a la mitad de la carta y sabía que debía esconder todo rápidamente— Cualquier cosa que desee aún se puede cambiar. La mayoría de forma rápida.
—Lo revisaré con Rosa —se oyó la voz de Maadara para acto seguido, entrar a la habitación, dónde Karin estaba recostada en la cama mirando los papeles que le habían sido entregados.
Itachi dió un suspiro interno al ver que Karin parecía haber tenido tiempo de esconder todo.
Usualmente él prefería no dar notas largas, pero esa ocasión no era cualquier ocasión y no podía estar seguro de tener más oportunidades de acercarse a ella sin levantar sospechas.
Ahora sólo era cuestión de esperar y ver si Karin le hacía el favor de salvar a su hermano. Tal como decía en la carta, le daría una semana para la labor, de lo contrario, tendría que usar el plan B. Sin embargo, para Itachi fue sorprendente darse cuenta que a ella sólo le tomó dos días poner en marcha su plan, y sabía que había sido intencional haberlo hecho cuando Sasuke había sido enviado a una misión en la ciudad vecina, lo que provocó un caos en la mansión.
—¡Rosa! ¡Rosa! —gritaba Maadara desesperado, pero la sangre del cuerpo de la joven se escapaba junto a sus esperanzas para el futuro— ¡¿Dónde está el maldito doctor?!
Karin fue llevada al hospital, y a pesar de los esfuerzos de los doctores, ella ya había perdido al bebé antes de llegar al nosocomio, dejando a la joven muy débil y frágil.
—Lo siento mucho señor, pero no pudimos…
—¡Nada de "lo siento"! ¡¿Cómo carajos es que perdió al bebé?! —gritaba Maadara furioso.
—Parece ser que su cuerpo rechazó al feto. Previamente había tenido un desmayo y los estudios demostraron que su salud se deterioraba por tener una carga grande de estrés, así que su cuerpo debió expulsar al feto para sobrevivir —explicaba el médico con firmeza, pero el aura que ese hombre despedía le daba temor— Ahora la señorita está muy débil y debemos tenerla en observación hasta que recupere fuerzas —hizo una pausa que parecía solemne— Quiero que sea consciente, señor, de que la señorita no está fuera de peligro. Ahora mismo está recibiendo el mejor tratamiento que tenemos, pero el resto queda en manos de la señorita y su resistencia.
—¡No…!
—Tío, lamentablemente no ganará nada gritándole al médico —Obito detuvo a Maadara y lo apartó del médico, no sin antes hacerle una señal a Itachi para que hablara con el doctor— Lamento su pérdida, sé cuánto deseaba a ese niño, pero si Rosa no pudo llevar hasta el final el embarazo, lo mejor que puede hacer, es fingir que sigue preocupado por ella, y cuando la den de alta, puede buscar a otra mujer más apta —señaló Obito— Recuerde que tiene muchas opciones para…
—Quiero ir a ver a Rosa —Maadara apartó a Obito agresivamente mientras se dirigía al médico.
—Sí, señor. Puede pasar a verla, pero tardará en despertar, entre la anestesia y la debilidad…
—Sólo lléveme con ella —ordenó Maadara y el médico optó por sólo hacerle una señal para que lo siguiera a la habitación donde Karin dormía.
—Obito, vas a quedar a cargo mientras estoy con Rosa —indicó Maadara antes de entrar a la habitación— Itachi, tu vas a encargarte de los movimientos en el hospital.
Obito e Itachi asintieron a la orden y se retiraron, pero antes de que Maadara pudiera decirle al médico que se fuera para poder quedar a solas con la pelirroja, los aparatos que monitorear los signos vitales de Karin, comenzaron a pitar escandalosamente.
Tanto Itachi como Obito oyeron el sonido de los aparatos y ambos supieron lo que significaba.
Ninguno de los dos se inmutó, pero Obito se acercó a Itachi.
—Si esa puta era tan especial para tu hermano, no creo que pueda ocultar su dolor cuando se entere que murió de esta forma, pues con lo débil que estaba ella, no creo que los doctores puedan revivirla —Obito le dijo a Itachi, mientras se oía el alboroto del personal de salud para asistir a la pelirroja, así como los gritos de Maadara.
Darle la noticia a Sasuke no iba a ser para nada fácil, pues Itachi estaba seguro que su hermano podía comportarse con un arranque de tristeza e ira, algo que sería más que evidente para quien quiera que lo viera reaccionar, y aún después del primer impacto de la noticia, sabía que su hermano menor no lograría controlar sus emociones para su supervivencia.
Itachi sabía que para Sasuke, Karin era la única luz que podía encontrar en esa vida tragada por la maldad de Maadara, y aun cuando por mucho tiempo, tras la trampa de su tío, su hermano había considerado que la pelirroja y él lo habían traicionado, sabía que en el fondo del corazón de su hermano, aún había una esperanza: el amor de Karin.
Si Sasuke se enteraba que esa luz, esa esperanza llamada Karin, había muerto cuando querían intentar sacarla del alcance de su tío, no iba a soportarlo… Necesitaba tomar cartas en el asunto para que su hermano no delatara su traición a Maadara, pues no iba a permitir que ese hombre que les había quitado tanto a ambos, fuera a quitarles algo más.
—No entiendo por qué piensas que Rosa era tan especial para Sasuke como para que le duela —Itachi se hizo el desentendido mostrando confusión, pues aún si su pensamiento había sido rápido, él no demoró en responderle a su primo— Aunque quizá tengas razón al pensar que se aburrirá ahora que no tendrá quién lo esté jodiendo frente a tío.
—Sabes a lo que me refiero —respondió Obito irritado para después de hablar con tono de advertencia— Aún confirmaremos la paternidad del niño que murió, así que quizá nos enfrentemos a otra muerte dependiendo de los resultados —comentó el hombre— No creas que se dejará pasar.
—Me compadezco de la próxima persona que moleste a tío Maadara. No está en su mejor momento.
—Los estaré vigilando —respondió Obito antes de entrar a la habitación donde aún se oían los gritos desgarradores de Maadara.
Itachi sabía que no podía correr a buscar a su hermano, porque Obito lo sabría, y estaba seguro que él se aseguraría de darle la noticia a Sasuke para ver su reacción, así que debía actuar rápido y de forma astuta para seguir ocultando el amorío que su hermano había tenido con la amante de su tío.
Una vez que salió de la vista de Obito, Itachi hizo una llamada rápida, de un celular que mantenía oculto.
—Todo ha quedado en marcha —fueron las únicas palabras que Itachi dijo cuando le respondieron del otro lado de la línea— Por favor, te lo encargo.
En cuanto Itachi colgó la llamada, supo que a partir de allí, las cosas no serían sencillas, ni para él, ni para su hermano, pero que sería su hermano el que más sufriría cuando se enterara de la muerte de Karin.
¿Qué preguntas les han nacido al leer el capítulo?
Me encantará leer sus teorías y preguntas en los comentarios n.n
Esta noche estaré actualizando todo lo de la semana, así que sean pacientes para poder subir todo n.n
Sin más por el momento, me despido por ahora n.n
¡Hasta la próxima actualización!
Nota: Una disculpa por el error que hubo al subir este capítulo, y lamento mi tardanza al corregirlo, pues tuve que hacer una revisión para no volver a equivocarme.
