¡Saludos, queridos lectores!

Continuando con las historias que no había podido actualizar en la semana, les traigo esta, la cuál, espero siga siendo de su agrado.

Para no hacer larga la introducción, sólo me queda decir que la historia corresponde al Día 27: Novela romántica del calendario 1 del SasuKarin Month Junio 2024


Sasuke estaba tan distraído repasando mentalmente el vídeo de aquella mujer para tratar de encontrar más pistas, especialmente si estaban relacionadas con la habitación de Karin, que ni siquiera notó que ella había estado escribiendo en su celular.

El mensaje lo confundió bastante, especialmente porque su compañera había dicho que tenía algo qué confesar, lo cual le parecía una extraña selección de palabras.

¿A caso Suigetsu siempre tuvo razón de acusarla? No, sería muy extraño. Aún si Karin fuese Dark Moon, y la ladrona fuese tan osada, hacer una confesión directa sería un sin sentido.

Tampoco creía que ella fuese a decir algo como que había mentido sobre su habitación, pues ya habían notado que en efecto, el cuarto era igual al de la transmisión de Dark Moon.

Por otro lado, si ella le estaba pidiendo tiempo a solas para poder hacer esa confesión, tenía que ser algo o muy serio o algo que le avergonzaba, y de no ser que el mensaje se lo hubo enviado en medio de toda esa situación, habría sospechado que ella intentaba declarársele.

—Suigetsu, vuelve a la oficina y rastrea el vídeo. También trata de conseguir toda la información cibernética de esa cuenta.

—¡Maldita sea! ¿Acaso no podemos descansar cinco minutos? —bufó el albino muy irritado— Además, ya casi es hora de la comida y me gustaría poder ir a…

—Estamos a contra reloj. Comerás cuando termines —Sasuke interrumpió muy serio y bastante impaciente por conseguir la información— Juugo, continúa con la lista. Esto no cambia el primer plan.

—Sí.

—Karin, nos quedaremos aquí a hacer una última inspección de tu apartamento. Si hay algo que Shikamaru no vio, lo encontraremos.

Después de todo, cualquier pista o evidencia que pudieran encontrar después de la inspección policial, podrían trabajarla un poco antes de tener que reportarla y no podrían culparlos de modificar la evidencia porque había sido culpa de ellos no haberla visto antes.

Normalmente Suigetsu era el primero en evitar que Sasuke y Karin se quedaran solos, pues le encantaba joderle los planes a ellas, sin embargo, con todo lo ocurrido, el trabajo extra y que no podría comer sino hasta que terminara, le hizo olvidarse de ello y se fue junto a Juugo sin objeciones.

—¿Y bien? —Sasuke se dirigió a Karin cuando finalmente quedaron a solas, pues definitivamente no harían otra inspección.

—Pues… no sé cómo decir esto —comentó la pelirroja contrariada. Ni siquiera podía mirarlo a los ojos.

—No tengo tiempo. Habla de una vez —exigió el varón.

—Es que no es fácil decirlo. Sólo dame un momento para tomar valor —pidió ella inquieta, recibiendo un gruñido como respuesta.

—Si no es nada relacionado con el caso, no me interesa —advirtió el azabache sospechando que quizá era una confesión romántica, dadas laa últimas palabras de la fémina.

—¡Es sobre el caso, lo juro! —exclamó ella avergonzada— Pero no es fácil de confesar.

—¿De qué hablas? —preguntó Sasuke levantando una ceja, y al notar que ella movía los labios emitiendo balbuceos, sintió algo en él pecho que no sabía cómo describir, pero que provocó que sus pensamientos le aseguraran que ella iba a confesar ser Dark Moon.

—Pues… es que yo… ¡Te juro que no quería hacernos perder el tiempo! —exclamó de repente después de varios balbuceos— Intenté decírtelo desde que salió la novela, pero Suigetsu no…

—Sólo dilo —ordenó Sasuke impaciente, y aunque Karin tuvo que tomarse un momento más, al fin pudo confesar.

—Yo soy Yanada Kaori. Yo escribí esa estúpida novela. ¡Pero no soy Dark Moon, lo juro!

—¿Qué? —preguntó Sasuke confundido.

—Hace tiempo que escribo novelas en internet de forma anónima, pero hace apenas unos meses se me ocurrió enviar una de mis historias a una editorial —ella se explicaba— Comencé a escribirla desde que apareció Dark Moon, primero como un diario y después se me ocurrió hacerla una novela. Inicialmente no iba a enviarla a la editorial porque sé que es un cliché estúpido y predecible, pero con todo el trabajo que hemos tenido, no tuve tiempo de planear algo más y tenía las fechas de entrega que la editorial me dió, encima —Karin hablaba rápido para explicarse— La verdad no creí que a la editorial fuera a gustarle, pero supongo que notaron que la idea iba a vender por las noticias de esa ladrona.

La joven hizo una pausa esperando respuesta o reacción del varón, pero él, como siempre, se mostraba estoico, y aunque la miraba directamente, no emitió ninguna palabra.

—Entiendo que soy sospechosa, especialmente con lo ocurrido en nuestro último encuentro con Dark Moon, pero te juro que yo no soy esa ladrona —ella insistió— Sasuke, estaba muy sorprendida de que las cosas que había escrito como parte de la ficción se habían vuelto realidad, porque yo no había enseñado a nadie esa historia, pero desde que reconocí mi habitación en la transmisión en vivo de Dark Moon, temo que ella…

—Maldita sea —espetó el azabache interrumpiéndola.

—Sasuke, yo no…

—Cállate —ordenó Uchiha en un tono con el que jamás se había dirigido a ella, de modo que la dejó muda. Sin embargo, Sasuke no la habría dejado hablar, pues inmediatamente la tomó por la muñeca y la arrastró fuera del departamento a toda prisa.

Al principio, por la impresión, Karin no dijo nada ni se opuso a ser llevada, pero cuando pudo reaccionar, intentó detener al varón.

—¡Basta, Sasuke! —comenzó a gritarle y cuando él ni siquiera la volteó a ver, ella intentó librarse de su agarre— ¡Me lastimas!

—Guarda silencio —le ordenó en el mismo tono que la última vez.

—Yo no…

—Cállate y sígueme —le ordenó ahora sí, mirándola y con los dientes apretados, apenas emitiendo sonido.

Fue extraña la actitud de Sasuke, pero a Karin todavía la confundió más que pasaron de largo el auto del azabache, él detuvo un taxi y la hizo subirse.

—Sasuke…

—No digas nada hasta que lleguemos —volvió a interrumpirla, y sin darle oportunidad de objetar, el chico le dió indicaciones al taxista.

Al principio, Karin quiso preguntarle directamente a dónde se dirigían, pues en lugar de decirle al conductor el sitio o la dirección a la que quería llegar, el azabache sólo le indicaba dónde dar vuelta cuando era necesario, pero se abstuvo a hacerlo, porque notó en Sasuke tal mirada, que sabía que no tenía sentido siquiera intentarlo.

Después de un ahora de viaje en la que habían dado muchas vueltas, finalmente llegaron a su destino.

Fue fácil para la pelirroja darse cuenta que Sasuke la había llevado al viejo edificio en el que habían vivido durante su época universitaria y la condujo rápidamente a la lavandería en el sótano del edificio.

A pesar del tiempo, tanto la puerta de la entrada como la del sótano seguían sin ser reparados, por lo que cualquier que conociera bien el edificio, sabía que forzando un poco las manijas, podían abrirse esas dos puertas.

La situación del edificio era un riesgo para los habitantes si algún malhechor sabía del tema, pero para aquellos estudiantes distraídos que olvidaban las llaves del apartamento, especialmente estando ebrios tras una larga fiesta, era bastante útil.

—Cuéntame sobre esa novela —ordenó Sasuke tras cerrar la puerta de la lavandería.

—Pero ¿qué…?

—¿Desde cuándo enviaste esa historia a la editorial? ¿La enviaste completa o enviaste el final de último momento? ¿Quién la leyó antes de que la enviaras a la editorial? Dime por qué no debo sospechar que tú eres Dark Moon cuando algo que no había pasado aún, ya estaba escrito.

Sasuke se veía muy exaltado y Karin, aunque entendía el motivo por el que él dudaba de ella después de aquella confesión, sentía que estaba más exaltado de lo que podría esperarse.

—Envié la historia completa un mes antes de que esa zorra te besara. La envié completa y una de las razones por las que no creí que fuera a interesarles a los editores, es porque el final lo escribí apresuradamente sin meditarlo bien, por eso dejé un final abierto. Ni siquiera sé con exactitud qué voy a escribir para el segundo volumen —explicó Karin nerviosa— Yo soy la única persona que conocía la historia antes de mandarla a la editorial porque me da vergüenza que alguien que me conozca, sepa que escribo esas tonterías. Por eso también me es difícil confesar esto, pero no quiero que sigamos perdiendo el tiempo y… después de lo de hoy, tengo miedo de Dark Moon.

—¿Por qué debo de creer que tú no eres Dark Moon? —Sasuke reiteró la última de sus preguntas, y aunque aún sonaba duro, su exalto había disminuído.

—Sé que no debería enojarme por sospechar de mí bajo estas circunstancias, pero ¿en serio? Sasuke, para hacer todas las acrobacias que hace esa mujer, debería poder entrenar varias horas al día para no perder condición y me la paso la mayor parte del día con ustedes en la oficina sentada revisando artículos o haciendo papeleo. Incluso puedes darte cuenta que mi bicicleta fija lleva años como perchero. Ni siquiera sé si el aparato aún sirve —señaló la pelirroja, notando en la mirada de su compañero que necesitaba más que eso— Bien, no tengo forma de comprobártelo, pero ¿qué sentido tendría delatarme en la novela y luego delatar que yo la escribí? Entiendo que pueda parecer un plan arriesgado de hacerme parecer culpable como evidencia de mi inocencia, pero Sasuke, te conozco, y sé que aún decidas decirme que me crees, vas a seguir vigilándome y tarde o temprano va a ocurrir algo que hará que me creas o que sea para videncia para ti de que soy culpable.

Uchiha la miró fijamente largo rato, y ella le sostuvo la mirada hasta que finalmente, él relajó los músculos y suspiró.

—Tienes razón, voy a seguir observándote.

—Sasuke, estoy muy asustada. Sé que mi historia la leyeron varias personas para la publicación y la venta, pero ver a Dark Moon en mi habitación, y comprobar que estuvo en mi casa al encontrar esos libros, me hace pensar que ella pudo haber entrado a mi casa desde mucho antes —comentó Karin angustiada— Si encontró una forma para entrar y salir de mi casa sin que lo notara hasta que ella quiso, tal vez también ha entrado y salido de la oficina de investigación a su antojo. Tampoco podemos descartar que haya encontrado la forma de entrar en tu casa, la de Juugo o la de Suigetsu.

—¿Cuánta información confidencial metiste en ese diario antes de convertirla en esa novela? —preguntó Sasuke con seriedad.

—Al principio, toda. Se suponía que iba a ser una recopilación de nuestra investigación, pero un mes después de iniciarlo, Suigetsu me hizo enojar tanto, que en lugar de escribir la información, comencé a desahogar mis emociones. Cuando me sentí más calmada, lo leí y se me ocurrió hacer una historia con eso. Además, como habíamos descartado mucha de la información que había escrito, y teníamos en la oficina los respaldos de siempre, no iba a importar lo que hiciera con ese archivo.

—¿Lo escribías a mano o digital?

—Hacía algunas notas a mano y pasaba todo en limpio a la computadora estando en mi casa.

—¿Qué hiciste con las notas escritas?

—Las quemé una vez que las pasé en digital. Sabía que no podía permitir que nuestra información se filtrara, así que no me iba a arriesgar.

—¿Tu laptop tiene contraseña?

—Sí, y adelantándome a tu siguiente pregunta, por sugerencia del estúpido de Suigetsu la cambio al menos una vez al mes.

De nuevo, Sasuke quedó pensativo y aunque Karin seguía inquieta, esperó su siguiente pregunta.

—Tendremos que decirle a Suigetsu que inspeccione tu laptop para que averigüe si no tienes algún virus que le permita a Dark Moon ver tus archivos.

—Sasuke, no creo que haya nada de eso.

—Pudo haberse metido en un correo, un archivo, un…

—Es mi vieja laptop de la universidad y no tengo internet en mi casa, por eso pago un plan caro de internet para mi celular, porque no pago internet en casa. La última vez que esa laptop estuvo conectada a internet, fue antes de mudarme a mi departamento sola —aclaró Karin— Aún si hubiese un virus, nadie podría robar archivos vía internet, porque ni siquiera comparto los datos de mi celular en ella. Las redes me distraen mucho, así que opté eliminarlas para poder seguir escribiendo. Cada vez que quiero subir algo a la red, guardo el archivo en una memoria y lo hago en la oficina.

Cuando Karin terminó de decir aquello, ambos callaron al instante mientras se miraban a los ojos, porque les llegó la misma idea alarmante al mismo tiempo. Ambos incluso se sentían estúpidos al no haberlo pensado antes.

Sasuke sacó su celular de inmediato y soltó una maldición por lo bajo mientras presionaba los botones.

—Debemos volver a la oficina de inmediato.

Tan pronto como salieron del sótano, Sasuke llamó a Suigetsu y Juugo para ordenarles que volvieran a la oficina de inmediato y que no usaran ningún aparato con internet hasta que él y Karin llegaran.

Sasuke y Karin se habían dado cuenta que si no había forma de que nadie viera lo que la pelirroja escribía, especialmente cambiando la contraseña de su laptop constantemente, existía la posibilidad de que Dark Moon hubiese conseguido la novela de la pelirroja a través de las computadoras de la oficina, lo que resultaba en una noticia terrible para una agencia privada de detectives.

Así mismo, Karin entendió mejor por qué Sasuke la había llevado al sótano de aquel viejo edificio, pues era bien sabido por quién sea que viviera en ese lugar, que en el sótano no había señal de ningún tipo, y si Dark Moon tenía ojos y oídos en el departamento de Karin o incluso acceso a su celular, ese sitio era ideal para hablar.

—Sasuke, un momento —pidió Karin de repente mientras buscaban un taxi.

—No…

—Por favor, no le digas a nadie que soy Yanada Kaori. Te prometo que cooperaré en todo lo que me pidas, pero no le digas a nadie. Ya es vergonzoso saber que tú lo sabes y leíste esa estúpida novela.

—No diré nada si no es necesario —aseguró, pero con la mirada le advertía que aún estaba bajo sospecha.

Ambos fueron a la oficina tan rápido como pudieron, y desde que salieron del sótano de aquel edificio, evitaron retomar el tema de la novela. Por ahora su prioridad era revisar su zona de trabajo, pero Karin sabía que Sasuke aún le tenía muchas preguntas sobre la novela.

—¿Qué carajos haces? ¡Sasuke les dijo que sin internet! —exclamó Karin quitándole el celular a Suigetsu que estaba navegando en redes.

—¡Devuélveme mi teléfono! —gritó Suigetsu furioso.

—¿Qué es lo que ocurre? —preguntó Juugo y Karin se sintió inquieta de que Sasuke, después de todo les dijera a esos dos su identidad como autora para poder explicar lo que estaba pasando.

—No sabemos cómo es que Dark Moon entró al departamento de Karin, pero no podemos descartar la posibilidad de que haya hecho lo mismo en la oficina o en nuestras propias casas —respondió Sasuke— Suigetsu, revisa las computadoras de la oficina a fondo y nuestros celulares; cerciorarte de que no hay ningún virus o dispositivo que envíe información de la oficina a alguien más. Si lo hay, rastrea el sitio —el azabache puso su celular frente al albino y con una mirada indicó al resto que hiciera lo mismo— Juugo, Karin, van a ayudarme a buscar cámaras o micrófonos ocultos en todo el lugar. Los tres vamos a revisar los mismos lugares. No podemos dejar ni un rincón sin revisar.

Entendiendo que si alguien pudo haber escrito una novela sobre su vida, podría ser a causar de estar siendo espiados, ninguno de los varones se opuso ni dudó de la labor que se les encomendaba, pero Karin entendía que el que Sasuke pidiera que se revisara todo más de una vez, era porque él aún sentía cautela de ella.
Les llevó todo el día y la noche revisar todo, no sólo porque la revisión fue de la oficina, sino también de sus propias casas, y aunque sí encontraron una cámara en la entrada de la casa de Sasuke, a Suigetsu le fue sencillo encontrar el sitio al que transmitía.

No, no se trataba de una cámara de Dark Moon, más bien era de un fan enamorado, por no decir obsesionado con él, y estaban seguros que ese chico no era la ladrona, porque además de ser más o menos de la misma estatura que Sasuke, el chico tenía coartadas para varios de los atracos.

Por supuesto, Sasuke también hizo trabajar a Suigetsu para que detectara cualquier información que pudiera recabar de las transmisión en vivo de Dark Moon, pero además de reafirmar el hecho de que dicha transmisión había sido hecha desde el departamento de Karin, el albino lo único que logró identificar, fue que la transmisión había sido hecha desde un celular desechable que ni siquiera pudieron rastrear.

—Vayan a dormir y nos veremos mañana a primera hora —indicó Sasuke tan cansado como su equipo, pues además de no haber dormido en toda la noche, habían investigado el destino de la cámara, por lo que era el mediodía del día después de la transmisión de Dark Moon.

Juugo y Suigetsu no protestaron, más bien se alegraron de poder ir a casa a descansar, pero Karin se interpuso en el camino de Sasuke cuando él también se disponía a irse.

—Sasuke…

—¿Qué ocurre? —preguntó irritado. De verdad necesitaba dormir, aunque era más justo decir que necesitaba resolver ese caso, pero sin un cerebro descansado, sabía que le iba a ser muy difícil.

—Yo… sé que el hecho de que no hayamos encontrado virus, cámaras o micrófonos, salvo el de tu acosador, hace que yo me vea todavía más sospechosa, pero… ¿puedo dormir en tu casa esta noche? —preguntó la pelirroja, notando que el azabache se veía muy sorprendido por la petición— Saber que esa ladrona podría estar saliendo y entrando de mi casa con tanta facilidad, hace que me de mucho miedo estar sola en mi departamento, así que… Te prometo que mañana me quedaré en un hotel.

Él miró con el ceño fruncido a su compañera, y aunque en efecto, las circunstancias hacían más sospechosa a Karin, tampoco podía descartar que fuese inocente. De serlo, era más que comprensible que ella tuviese esos miedos, y de hecho, si era inocente, dejarla sola podría ser peligroso.

Si se detenía a pensar un poco en el hecho de que Suigetsu había dicho que la transmisión había sido hecha desde el apartamento de Karin, cuando él sabía que ella estaba afuera del edificio lidiando con los reporteros, podría considerarla descartada por completo como sospechosa. Empero, aún estaba la duda de si aquel vídeo había sido grabado con anterioridad o si había alguien más ayudando a Dark Moon.

Claro, hasta el momento, no había señales de que Dark Moon tuviese cómplices, pero tampoco quería descartarlo aún, pues aún con toda esa condición gimnástica, le era difícil pensar que ella sola pudiera alejarse de los atracos sin llamar la atención con el traje negro que le cubría de pies a cabeza, mucho menos cuando toda la ciudad estaba al pendiente de ella.

No, Sasuke no era ningún idiota, sabía que si Karin era la ladrona, dejarla dormir en su apartamento podría ser un riesgo. Sin embargo, él era de los que creía en la frase "mantén a tus amigos cerca y a tus enemigos aún más cerca", así que optó por ceder. Además, esa también podría ser una oportunidad para tratar de descubrir si su compañera decía la verdad o no.

—De acuerdo.

—¡Gracias! —exclamó Karin aliviada, pero enseguida volvió a mostrarse cautelosa— ¿Podrías acompañarme a mi apartamento por algunas cosas? —ella pareció avergonzada— No quiero ir sola.

Uchiha gruñó, le hacía falta descansar y todo ese asunto sólo lo retrasaría, no sólo del descanso, sino para poder ponerse con la investigación. Sin embargo, no dudó en sentir y ambos fueron al departamento de la pelirroja tan rápido como encontraron un taxi que los llevara.

Mientras Karin preparaba un pequeña maleta, pues aún si había dicho que sólo se quedaría una noche con él, ella no pretendían volver al apartamento muy pronto, Sasuke decidió volver a analizar la casa. Es decir, sabía que después de todas las revisiones que habían hecho, tanto de las pistas de la estadía de la ladrona como cuando buscaron cámaras y micrófonos, difícilmente encontraría algo diferente, pero ahora que la pelirroja figuraba con más peso como sospechosa, podría detectar algo que antes no había conseguido.

Parado en la sala, miraba alrededor para después caminar lentamente por el lugar.

Anteriormente su mente había estado enfocada en la búsqueda de cámaras, micrófonos, posibles huellas dactilares recientes o cabello extraño, pero ahora buscaba otra cosa. ¿Qué? No estaba seguro.

Dark Moon parecía mostrarse muy confiada de sí misma como para arriesgarse para burlarse de la policía y los investigadores, así que en esa confianza, Sasuke esperaba que si Karin era la ladrona, quizá tuviese en su departamento cosas de la ladrona a la mano, y que todos lo habían pasado por alto a causa de tener la mente en otro tipo de pistas.

Quizá podría encontrar el traje negro, o el traje morado de la transmisión. Quizá en algún sitio podrían estar las joyas robadas, especialmente el collar de los Hyuuga e incluso… ¡Alto!

Karin había sido muy enfática e incluso agresiva en permitir que Juugo o Suigetsu revisaran su habitación aún con el miedo de que hubiesen cámaras o micrófonos. Él había sido el único que miró el lugar, pero incluso en ese momento, él no miró a fondo.

¡Qué idiota había sido!

Cómo en aquella ocasión se trataba de Karin, su compañera a aquella que esperaba que no fuese la ladrona, él se había descuidado y había permitido que el argumento de la pelirroja sobre la privacidad, le cegara. Si se hubiese tratado de alguien más, ni siquiera habría dudado en mirar.

—Listo, ya…

—Revisaré una vez más el lugar —Sasuke la interrumpió haciéndola a un lado para entrar a la recámara y sin dudarlo, comenzó a revisar él mismo a fondo el lugar.

—Sasuke, pero ¿qué…?

—Me aseguro.

—¿Asegurarte de qué? Hemos revisado mi apartamento cientos de veces. No creo que…

Ella, al verlo tan empeñado en continuar con la búsqueda, se dió cuenta que no tenía sentido seguir objetando, además de que, por la forma en que lo hacía, parecía que no habría poder humano que lo detuviese para abrir los cajones del tocador o destender su cama.

Uchiha sacó todo de todo cajón y gaveta, siendo muy minucioso con cualquier cosa que podría ser un joyero, e hizo lo mismo con el cajón de ropa interior, porque ¿qué otros escondites podrían ser más íntimos y privados para una mujer?

Admitía que al principio de haber abierto aquel cajón, sintió duda por el calor en sus mejillas, pero no podía permitirse otro error, mucho menos uno, que estaba seguro que su hermano jamás cometería.

—¿No preferirías que yo saque la ropa para ti? No es que me moleste que precisamente tú toques mi ropa interior, pero ya sabes, son las cosas de una chica —preguntó ella evidentemente nerviosa, y aunque podría atribuírsele al hecho de que un hombre hurgaba su cajón de ropa íntima, había algo en el tono de voz de su compañera que le decía que había algo más detrás.

Con esa pista, Sasuke sacó el cajón completo y lo volteó sobre la cama. La idea era que primero miraría el interior de dicho cajón para buscar cualquier cosa, incluso una trampilla de fondo hueco, si no, esparciría la ropa en caso de que hubiese algo oculto entre ella, pero justo cuando volteó el cajón, Karin fue muy rápida al tomar algo que el azabache apenas pudo identificar como una fotografía.

—¡Eso no! —exclamó la pelirroja en un grito de pánico que no recordaba haber oído en ella.

—¿Qué es? —preguntó Sasuke muy serio.

—Una foto, es todo. Lo juro.

—Déjame ver —ordenó con firmeza.

—No, Sasuke, por favor. Sigue revisando mi lencería si quieres, pero esto no —insistió ella nerviosa, con las mejillas rojas e incluso, Sasuke podía jurar que se veía asustada.

—Aún estás bajo sospecha, y hay muchas pruebas circunstanciales en tu contra. Si quieres que confíe en ti, muéstramela.

—¡¿Estabas buscando evidencia en mi contra?! —exclamó Karin enfadada— ¡Pensé que estabas buscando cámaras y micrófonos!

—Sea lo que sea y sea quien sea, debo revisar todo lo que sea sospechoso.

—Yo pensé que si me habías dejado dormir en tu apartamento, había sido porque confiabas en mí —señaló ella que ahora más que enojada, sonaba decepcionada.

—Muéstrame eso.

—Supongo que la realidad, supera la ficción. ¿Verdad? —comentó con tristeza, recibiendo de él, un ceño aún más fruncido— ¿Sabes algo? Olvídalo, me iré a un hotel sola.

Tras decir aquello, ella le dió la fotografía que ella había estado ocultando tras su espalda y se la entregó boca abajo, esto con el fin de ganar tiempo antes de que él la viera.

Apenas la entregó, ella se dirigió a toda prisa a la salida con su maleta en la mano.

Sabía que Sasuke aún sospechaba de ella, lo conocía lo suficiente para saber que esa era su naturaleza, pero a pesar de ello, Karin no había creído que él fuese a desconfiar de ella al punto de tratarla de esa forma, como si fuese cualquier otra persona.

Con aquella situación, podía darse cuenta que él la veía de la misma forma que el personaje principal de su novela veía a su compañera de trabajo: como si fuese cualquier persona con la que podría tropezarse en la calle y olvidarla al segundo siguiente.

Objetivamente hablando, ella sabía que Sasuke estaba haciendo lo correcto, no podía darse el lujo de investigar cualquier pista, mucho menos una que ella misma sabía que era demasiado evidente para dejarlo pasar, pero a ella le dolía demasiado el corazón estar en esa situación y no podía ignorarlo.

Karin estaba cruzando la sala del departamento, cuando Sasuke la detuvo sosteniendo su muñeca.


¿Qué habrá en la fotografía que Karin no quería que Sasuke viera? ¿Karin tiene razón al pensar que Sasuke la ve como si fuese una persona cualquiera? ¿Cómo es que "Dark Moon" entró y salió de la casa de Karin? ¿Logró entrar a las oficinas aunque no encontraron nada? ¿Qué otras preguntas les han nacido al leer la actualización?

Me encantará leer sus teorías y preguntas en los comentarios n.n

Esta noche estaré actualizando todo lo de la semana, así que sean pacientes para poder subir todo n.n

Sin más por el momento, me despido por ahora n.n

¡Hasta la próxima actualización!