¡Saludos, queridos lectores!
Debo disculparme, ya que esperaba dar mi regalo final del SasuKarin Month la semana pasada, pero me vinieron varias situaciones que no sólo no me permitieron subir lo que sí tenía, sino que no pude terminar lo que tenía planeado.
Hoy subiré todo lo que me sea posible y mañana subiré un poco más. Sin embargo, en cuanto termine de hacerlo, volveremos a una o dos actualizaciones por semana.
Al final del capítulo les dejaré algunos anuncios más, pero por ahora, los dejo con la actualización de esta historia n.n
Nadie se había atrevido a intervenir en la disputa entre Ichiro y Sasuke, pero de repente, había aparecido ese hombre que debía ser uno de los invitados más adinerados, pues los primeros diez números, sólo eran dados a gente de una posición muy alta o a invitados muy respetables.
Además, aquél hombre que llevaba la paleta, era conocido entre los millonarios, porque se dedicaba a ofrecer sus servicios de valuador. En pocas palabras, ese hombre rubio, bien vestido que tenía un teléfono en la mano, sólo era el representante de la persona que estaba al teléfono con él, así que, al no estar presente, probablemente le interesaba poco o nada la disputa que se había estado dando.
—Sasuke, por favor, te lo ruego, ya déjalo o harás que me de un paro —Karin le murmuró suplicante.
—Doscientos millones de ryō a las tres. ¡Vendido al caballero del teléfono! —exclamó la subastadora cuando el tiempo se había acabado— Felicidades señor, es un bonito y fino juego de vasos.
La gente comenzó a murmurar con respecto al enfrentamiento y a que alguien hubiese gastado tanto dinero por unos vasos que habían iniciado con un precio de treinta millones. Era mucho más de seis veces su valor.
—¿Sabes algo? Mejor ya vámonos —pidió la pelirroja cuando la subastadora pidió que trajeran el siguiente artículo— No estás bien y en lugar de actuar inteligentemente en esto, lo estas haciendo por impulso —tiró de su brazo— Nos vas a meter en problemas así.
—Si no nos arriesgábamos, nadie en la sala iba a creer que tengo el dinero —Sasuke le había evitado levantarse al apretar más su agarre en la cintura— Con los otros dos artículos, será más sencillo que se eleven los precios.
—¿Pero sabes lo riesgoso que fue eso? —Karin hizo un mohín, de verdad estaba asustada, porque si bien ella podía leer con facilidad a los hombres de mente sencilla, Sasuke era otra cosa. Es decir, sí, se había dejado llevar por la venganza y la ambición de sus metas en el pasado, pero habría que decir que tardó en perder la razón antes de hacer la apuesta que lo dejó sin nada.
En ese momento, la pelirroja sabía que él no estaba bien a causa del collar de su madre y le causaba pendiente que hiciera una locura, pero al mismo tiempo, sabía que no era el mismo que se había dejado llevar por las oportunidades y le era difícil saber si él estaba siendo razonable o no.
—Confía en mí. No te voy a defraudar de nuevo —Sasuke la miró a los ojos al decirle aquello y ella no pudo más que sonrojarse y desviar la mirada enfurruñada.
—No creas que esa mirada tuya va a convencerme —dijo soltándose de él y cruzándose de brazos— Otra de estas y me voy sin ti de la fiesta.
A Sasuke le pareció lindo el gesto que ella hizo y se sintió extraño al darse cuenta que no era la primera vez que la veía hacerlo, pero si la primera vez que pensaba así de ella, por lo que no pudo más que regresar la mirada al frente al no saber cómo reaccionar a ello.
—Para nuestro siguiente artículo…
Pasaron tres objetos a subastar antes de que presentaran el segundo artículo que ellos planearon que debían pujar. Se trataba de un abanico de seda al estilo occidental, pintado a mano. Cuyo dibujo, eran flores rojas de Higanbana, un detalle muy curioso teniendo en cuenta las supersticiones alrededor de la llamada "flor del infierno", pero que en el abanico se veía hermoso.
—Sasuke, ¿me regalas ese abanico? —pidió Karin en cuanto el artículo apareció y si bien lo dijo en voz alta, no fue lo suficiente como para que todos escucharan.
Ella había logrado usar el tono perfecto para dejar que varios alrededor la oyeran con emoción, sin que ninguno sospechara que ser oída había sido la intención.
—¿No tienes miedo de las supersticiones? —preguntó Sasuke sin levantar la voz, pero seguía su papel, porque sabía que aquellos que habían oído a la pelirroja estarían al pendiente— ¿Me dejarías por culpa de las flores en el abanico?
—No digas tonterías. Sabes que no soy supersticiosa y el abanico es hermoso —respondió Karin— Además, combina bien conmigo. ¿No lo crees?
—Cien millones —Ichiro interrumpió a la subastadora que aún no daba el precio inicial, pero ya todos lo conocían por las fichas durante la exposición.
Si bien Ichiro no podía oírlos, podía ver la forma en que Karin le coqueteaba a Sasuke porque ella era muy expresiva con su cuerpo a sabiendas de esto y por otro lado, el azabache, metido en su papel, le sonreía.
—Tenemos cien…
—Ciento veinte —Sasuke levantó su paleta.
—Ciento veinte millones del caballero con el número…
—¡Ciento cincuenta! —exclamó Ichiro.
—Déjaselo —Karin le susurró al azabache esperando que no repitiera la locura de hacía poco.
—Ciento sesenta —una dama madura pujó en esta ocasión.
—¡Ciento ochenta! —un hombre a unos cuantos asientos de Sasuke levantó su paleta.
—Doscientos —dijo Uchiha y la gente aún no podía creer que él se comportara con tanta tranquilidad. Es decir, todos sabían que había quedado en la bancarrota y que de no ser por Karin, probablemente estaría trabajando de mesero o de conserje, pero aunque fuera asistente de la CEO de aquella empresa que casi destruye, aún era muy pequeña para pensar que él pudiera ganar suficiente dinero para estar en la subasta.
Dicho esto, las preguntas sobre su seguridad al pujar eran una constante. ¿Realmente nunca estuvo en bancarrota? ¿No sería Karin la del dinero? ¿Sasuke le había robado a alguien?
Todos allí querían saber si él realmente podría pagar algo como eso, así que dejaron de hacer pujas a excepción de Ichiro que no pudo evitar levantar de nuevo su paleta cuando vio a Karin meter su mano en el cabello del azabache de forma coqueta.
—¡Doscientos diez! —gritó Ichiro.
—Voy a tirar más fuerte si no paras —advirtió Karin que había halado del cabello de Sasuke cuando metió su mano en él.
—Me distraes —Sasuke miró a la pelirroja mientras lo decía.
—¿No te agradan mis caricias? —preguntó Karin siguiendo su papel, pero esperando que con ello, Sasuke se abstuviera a pujar de nuevo. De hecho, sostenía un mechón de los cabellos azabaches a modo de advertencia.
—Si me distraes, no podré conseguirte el abanico —dijo Uchiha.
—Quiero…
—¡Vendido al señor Sou, por doscientos diez millones! —anunció la subastadora.
—Te lo dije.
—En ese caso no volveré a interrumpir, pero debes conseguirme el anillo de diamante azul —respondió Karin soltando su cabello y fingiendo un puchero.
Visualmente, Karin tenía que ser muy explícita en su rechazo a Sasuke al no haber conseguido el artículo, pues sabían que difícilmente Ichiro los oiría, pero que sí entendía el lenguaje corporal, pensaría que la pelirroja iba a alejarse del azabache cada vez que fallara en las pujas. De lograr meterle está idea, sería más sencillo incentivar al hombre a gastar.
—Lo conseguiré para ti —respondió Sasuke volviendo a rodearla por la cintura para atraerla hacia sí, pero Karin lo hizo mantener la distancia.
Pasaron un par de artículos más antes de que comenzaran con la joyería y el anillo del que Karin había estado hablando, resultó ser el quinto en ser subastado.
Aquél anillo era medianamente famoso y se llamaba "Lágrima del mar". Su valor tenía más peso en su pasado histórico que en su valor geológico, pues se decía que aquel anillo había pertenecido a una Reina de otro país y que el fundador de Oto lo había robado en una batalla que perdió, pero de la que había logrado escapar.
La joya tenía al menos cincuenta años más que el Corazón de Sangre, pero no era tan espectacular desde el punto de vista geológico. Eso sí, seguía siendo un anillo exquisito y era muy codiciado por cualquier rico originario de Oto.
—¡Sasuke! ¡Mira! ¡Ese es el anillo que quiero! —exclamó Karin entusiasmada cuando descubrieron la pieza y comenzó a tirar del brazo del varón— ¡Consíguemelo! ¡Tu me lo prometiste!
Karin convenció a todos con su entusiasmo, por lo que no les extrañó que en esta ocasión gritara tan fuerte que probablemente todos los presentes lograron oírla. Sin embargo, les causó descontento que una extranjera, que tampoco era de su nivel económico, se atreviera a pensar que podría conseguir una pieza tan importante en la historia de su país.
Por supuesto, que ellos hubiesen elegido aquel anillo para su plan no era coincidencia. Sabían que por mucho que quisieran ver humillado a Sasuke, no resistirían la oportunidad de competir por la joya entre ellos, pues ambos conocían la historia del diamante. Karin sólo fingía demencia e ignorancia llamándolo "el anillo de diamante azul".
—¡Doscientos millones! —Ichiro se había precipitado a pujar antes de que la subastadora terminara de preguntar quién sería el primero en ofertar.
—¡Sasuke! —suplicó Karin tras la oferta de Ichiro.
—Doscientos cincuenta —ofreció Uchiha.
—Doscientos ochenta.
—Trescientos.
—Trescientos veinte.
Y así el precio se fue elevando. Nadie miraba quien estaba pujando, sólo estaban concentrados en obtener el anillo. Claro, nadie excepto Sasuke, Karin y por supuesto Ichiro.
—Cuatrocientos cincuenta —ofreció Uchiha y sólo en ese momento algunos volvieron a prestar atención al hecho de que no sabían si él podía pagar eso o no.
—Basta, Sasuke. Ya hay gente que ha dejado de pujar, no podemos arriesgarnos más si se sube la oferta —Karin se abrazó de su brazo para poder susurrarle— Aun si dejas de ofrecer, puede que Ichiro se encapriche por tenerlo y competirá con los demás.
—Quinientos —ofreció una dama de edad avanzada.
—¡No! No me vas a tener con el corazón en un hilo esta vez —protestó Karin que había abrazado al hombre y sostenía discretamente la manga del brazo que tenía la paleta para pujar. De esa manera él no ofrecería más y la pelirroja lo había hecho a tiempo antes de que él levantara la mano.
—Karin…
—Sólo déjalo. Ya gastó un montón de dinero en cosas que no valían tanto y además compró muchas otras —ella le recordó— Ya cumplimos con nuestro plan. Sólo esperemos a que su padre se entere y habremos ganado con esto.
—Bien.
—Dejemos que se cierre esta puja y después nos vamos a casa.
Sasuke asintió, porque al final, ella tenía razón y podrían hacer que él gastara más si seguían actuando de modo que alimentaran su fantasía.
—Finge que te enojas conmigo —Sasuke le murmuró y la fémina supo de inmediato el motivo.
—Prometiste que me lo regalarías —reclamó Karin para seguir con la actuación. Obviamente se soltó de él.
—Está fuera de mis manos —él respondió. Decir esto, también le haría dudar a los presentes sobre su poder adquisitivo, pues la forma en que estuvo pujando con seguridad anteriormente les hizo dudar si alardeaba o no, pero ahora que él mismo marcaba un límite, les daba a entender que sí, tenía dinero, aunque no fuera tanto como el de ellos.
La verdad, es que ese plan no sólo había sido hecho para joder a Ichiro, sino para elevar un poco el estatus del Uchiha y no por beneficio propio, sino que de esa forma, intentaba hacer dudar a la gente sobre su mala imagen, lo que ayudaría a Karin a conseguir nuevos socios e inversionistas, pues gracias a que lo contrató, había mucha gente que duda en hacer tratos con ellos.
Si la gente pensaba que todo había sido algún tipo de estrategia por parte de Sasuke, habría menos renuencia en negociar con ellos. Lo que aún no sabía el hombre, era cómo mostrar que esa supuesta estrategia realmente había dado algún beneficio a la empresa y que ello volviera atractiva la oferta de hacer negocios con ellos.
En fin, ya pensaría en ello en su momento, por ahora, plantar la duda había sido el primer paso.
—Entonces ¿para qué me lo prometiste? —ella reprochó mientras las pujas continuaban, pero la cantidad de participantes se iba reduciendo.
—No puedo regalarte ese, pero puedo regalarte un diamante azul —él fingía contentarla sin suplicarle.
—¿Y crees que será tan bonito como ese?
—Puedo mandarte a hacer uno personalizado.
—¡¿De verdad?! —preguntó ella con emoción y en silencio él asintió.
—¡Vendido en quinientos cincuenta millones al anfitrión! —se oyó decir a la subastadora y a diferencia de otros artículos, fue más evidente el enojo o frustración de varios compradores que deseaban esa joya histórica.
—Mañana podemos ir por él —aseguró el azabache.
—Pero si vas a hacerme esperar, entonces también quiero unos aretes y un collar —Karin fingía hacerse la difícil.
—Un conjunto exclusivo para ti —volvió a tomarla de la cintura. Ambos fingían que ya no prestaban atención a la subasta.
—En ese caso, vámonos ya de la fiesta quiero hacer algo más divertido —sugirió Karin poniendo su mano sobre el pecho del azabache y acariciándolo suavemente mientras se acercaba a su oído para susurrarle— Haz un gesto de satisfacción o algo así y vámonos de una vez.
Sasuke estaba dispuesto a irse tal cuál Karin se lo había sugerido, pero cuando él iba a levantarse de la silla para invitarla a acompañarlo de regreso a casa, la voz de la subastadora llamó su atención.
—Nuestra siguiente joya, tiene tanta, aunque no más, historia que la Lágrima del mar. Hoy también tenemos el Corazón de Sangre —anunció la joven mientras el edecán destapaba la pieza— Está joya es originaria de Konoha y ha pertenecido a la familia Uchiha por casi cien años. Su valor es de treinta millones. ¿Alguien ofrece cuarenta?
¿El plan de Sasuke para con Ichiro y su imagen, funcionará? ¿Habrán convencido a todos los presentes de que Sasuke no está en la banca rota y que son pareja? ¿Cómo reaccionará Sasuke ahora que se ha anunciado la competencia por el Corazón de Sangre que perteneció a su familia? ¿A Karin le dará un infarto con los riesgos que Sasuke ha tomado? ¿Qué otras preguntas les han nacido al leer el capítulo?
Me encantará leer sus teorías y preguntas en los comentarios n.n
A continuación dejaré unos anuncios que podrían ser algo largos, así que si sólo lees esta historia, no será necesario que continúes leyendo, sin embargo, si sigues más de mis historias o estás esperando ver las comisiones sin censura del SasuKarin Month, continúa leyendo n.n
Sobre las comisiones:
Ya he subido todas las comisiones a mi X (antes Twiter). Así mismo, he creado un Devianart, donde también planeo subir las comisiones, sólo que por algún motivo que desconozco, no me ha permitido subir la mitad de las ilustraciones. En cuanto me sea posible, las subiré. De igual forma, he creado un perfil de Redit, donde eventualmente planeo subirlas.
Hay una sorpresa más que estoy preparando próximamente (la fecha no está en mis manos, así que tendremos que esperar), así que seguir alguna de esas cuentas, les permitirá ver esa sorpresa cuando la suba.
Les dejaré una lista con los nombres de perfil de cada plataforma que mencioné antes, y de igual forma, en mi página de Facebook, pueden encontrar los links.
Facebook: SaKaSu Fanfics
X (Twiter): SasuKarinSui
Devianart: SaKaSu11
Redit: SaKaSu_SK
Sobre la sorpresa final del SasuKarin Month:
Originalmente, esperaba poder subir al final del mes, un capítulo a cada historia nueva que subí durante el mes, el final de Reina de corazones, y de ser posible algunos capítulos más de las demás historias (sí, lo sé, fui muy ambiciosa). Sin embargo, como les he comentado durante el mes, estuve muy ocupada, así que no pude cumplir mi objetivo.
A pesar de no haber cubierto mi objetivo original, si pude escribir varios capítulos, así que entre hoy y mañana estaré subiendo lo que conseguí escribir, esperando compensar, aunque fuera un poco de mi ausencia de la semana pasada.
Las historias que estaré actualizando entre hoy y mañana son:
*Apuesta XL
*Relación reanudada
*El concubino de la Princesa
*El secretario de la CEO
*El cliché de los gemelos
*No quiero sólo una tregua
*RTN Pasado
Mala noticia:
En Inkitt, me han eliminado la historia de Padre soltero debido al contenido, así que no podré subirlo de nuevo y para poder leerlo, tendrán que buscar la historia en fanfiction o Wattpad. Lamento la molestia si es que había alguien que estaba leyendo la historia en la plataforma, pero esta situación no está en mis manos.
Sin más por el momento, más allá de esperar que les gusten las historias y las comisiones, me despido por el momento n.n
¡Hasta la próxima actualización!
