¡Saludos, queridos lectores!

Debo disculparme, ya que esperaba dar mi regalo final del SasuKarin Month la semana pasada, pero me vinieron varias situaciones que no sólo no me permitieron subir lo que sí tenía, sino que no pude terminar lo que tenía planeado.

Hoy subiré todo lo que me sea posible y mañana subiré un poco más. Sin embargo, en cuanto termine de hacerlo, volveremos a una o dos actualizaciones por semana.

Con esta historia en particular me disculpo, porque no me dio tiempo de hacer la revisión del capítulo, así que espero no tenga demasiadas fallas ortográficas o errores de dedo.

Al final del capítulo les dejaré algunos anuncios más, pero por ahora, los dejo con la actualización de esta historia n.n


Aquél debía ser el peor día de su vida, no sólo porque la habían echado de su departamento cuando el dueño le había dicho que esperaría a finalizar la semana para hacerlo si no depositaba aunque fuese una parte de la renta, sino porque además de encontrarse con su ex, había tenido que ceder cada vez más a su ayuda, la paga de su trabajo le vendría en tres días, y un montón de cosas que venía arrastrando desde hacía varios meses.

La verdad es que de no ser que se sentía tocando fondo, ella jamás habría aceptado la ayuda de Uchiha Sasuke, pero contradictoriamente, se sentía agradecida de no tener que lidiar con esa situación sola. Es decir, la idea de tener que pasar la noche en la calle, era una de las cosas que más temía, pues de joven había tenido una probada de ello, y sabía que aún en ese poco tiempo, había tenido suerte.

Eso sí, mucho de haber cedido a la ayuda de Sasuke se debía a que se sentía derrotada por todo lo que le había estado ocurriendo, pero por sobre todo, porque la explicación que él le dió sobre su rompimiento, la había ablandado un poco. Es decir, seguía enfadada por la forma en que la dejó, pero entre más lo pensaba, si las cosas habían sido como él le había descrito, había tomado el mejor camino hablando, incluso para ella.

—¿Es todo lo que llevarás? —Sasuke le preguntó al notar la pequeña maleta que ella había empacado, junto a una bolsa dónde había metido una vieja laptop.

—Tampoco tengo mucho —respondió la pelirroja avergonzada, pues desde el incidente con su ex, sus ingresos habían disminuido muchísimo, al punto de que la última vez que se había comprado una prenda nueva, había sido hacía más de un año.

Karin ni siquiera pensó en mentirle a Sasuke, porque en ese punto ya se sentía en su punto más bajo, que no pensaba que valiera la pena hacerlo. Además, con la suerte que había tenido ese día, quizá pasaría algo que la obligaría a decirle la verdad y sería más humillante.

—Está bien si quieres llevarte más cosas, incluso algún mueble. No uso la mayor parte del departamento.

—Con esto me basta por ahora.

—De acuerdo. Puedes esperarme en el auto.

—Me quedaré aquí a vigilar mis cosas —ella se opuso.

—Yo me encargo de eso mientras llevas tus cosas al carro.

Ella iba a protestar, pero ya no tenía la energía mental para oponerse a nada. Además, sólo le tomaría un minuto meter las cosas y regresar. Sin embargo, al darse la vuelta, Sasuke caminaba hasta ella.

—Este no…

—Esos hombres de allí son gente mía. Ellos cuidarán de las cosas —él le señaló a tres hombres fornidos que se colocaban alrededor de los muebles y demás— Sólo hay que esperar la mudanza e iremos a mi apartamento.

—No puedo creer que esté pasando esto —se le escapó de los labios. Entre más lo pensaba, más irreal parecía.

—Tus cosas estarán cuidadas y puedes quedarte conmigo el tiempo que necesites. Trata de relajarte un poco y después puedes pensar en tus siguientes pasos —él le hizo una señal para que subiera al carro.

—Es tan fácil decirlo…

—¿Qué más puedes hacer?

—Bien, tu ganas —replicó ella subiéndose al coche resignada y después de que Sasuke cerrara la puerta, él se subió al carro del lado del conductor.

Karin esperaba que Sasuke le hiciera una y mil preguntas sobre el cómo es que ella había terminado en esa situación, pero todo permaneció en silencio largo rato.

¿Qué acaso no tenía curiosidad? La noche anterior había estado insistente en preguntarle sobre su vida y hablar sobre su pasado juntos, pero en ese momento estaban sumergidos en un silencio que para Karin, se estaba volviendo incómodo, especialmente con toda la ayuda que él le estaba dando.

—La mudanza ya no debería tardar —comentó Sasuke tras mirar un mensaje de su asistente en su celular.

—¿Vas a preguntarme cómo terminé así? —preguntó Karin sintiéndose todavía más derrotada.

—Me dejaste claro que no quieres hablar de tu pasado —respondió Sasuke— Pero si has cambiado de opinión, te escucharé.

—No, no quiero hacerlo. Ya he recibido muchas humillaciones el día de hoy… y todo este año —murmuró lo último.

—Antes de todo esto, te insistí en saber sobre ti y tú pasado, porque intentaba conectar contigo de nuevo —él la miró y ella se estremeció— Aún quiero hacerlo, pero viendo esta situación, entiendo que no es algo fácil —miró al frente de nuevo— Mereces un poco de paz, así que no volveré a preguntar. Lamento si fui muy insistente ayer.

A Karin se le escaparon algunas lágrimas que ocultó mirando hacia la ventana del copiloto, y ayudó que Sasuke parecía vigilar con la mirada a los hombres que cuidaban de sus cosas.

Durante toda su vida, sin mencionar a su madre, Karin no había conocido a muchas personas que fuesen consideradas con ella y en su tiempo en la universidad, Sasuke, muy a su modo, lo había sido, y aunque lo había olvidado por todas las emociones negativas que él le dejó al irse, no había podido evitar sentirse conmovida en ese momento. Es decir, Sasuke no sólo había mostrado esa consideración hacia ella, sino que él había cambiado, de forma positiva, al transmitir de forma más clara sus sentimientos.

—Gracias —apenas pudo pronunciar sin que se notara el temblor en su voz.

—La mudanza ha llegado. Podemos regresar a mi departamento —comentó Sasuke de tal modo, que Karin no estaba muy segura si él le había prestado atención, pero ya que ella aún quería tratar de rescatar al menos una pizca de su orgullo, no lo repitió.

—No te molestaré. Trataré de que parezca que no estoy.

—Rara vez estoy en el departamento, así que no importa —le aseguró mientras arrancaba el carro.

—Lo que quiero decir, es que no quiero ser un obstáculo para tus planes.

—No lo serás. Incluso, me gustaría dejar en pie el trato de acompañante.

—Sasuke, dijiste que…

—Dije que no intentaría cortejarte mientras vivieras conmigo, pero pagarte para que me acompañes a algunas reuniones de negocios, es beneficioso para ambos —ella fue interrumpida antes de terminar su reclamo— No sería algo romántico, sólo necesito una acompañante para algunas reuniones que repela la compañía indeseada y me ayude a quedar bien con los clientes.

—¿Quién podría ayudar a quedar bien a un témpano de hielo? —replicó la pelirroja, no sólo porque no sabía qué responder, sino que intentaba recuperar su compostura.

Casi al instante, Karin se arrepintió de su comentario, pues aún si en el pasado la comparativa le quedaba a Sasuke como anillo al dedo, en ese reencuentro, calificarlo de frío, resultaba injusto para él.

—Piénsalo. No tienes que responderme ahora. Además, primero debemos instalarte en la casa.

Karin prefirió no decir más. Aún estaba muy cansada emocionalmente por todo lo que había pasado y seguir protestando no la llevaría a nada. Necesitaba pensar en su situación actual y en sus siguientes movimientos.

Al llegar al departamento, Karin dudó en entrar, no sólo porque seguía sin gustarle la idea de aceptar quedarse, sino porque no fue sino hasta ese momento en que pensó en dónde dormiría.

No, no es que le molestara o se fuese a rehusar a usar el sillón, sino que se preguntaba cuál era la idea de Sasuke al respecto, pues después de la noche anterior, sospechaba qué querría que durmieran juntos.

—Vamos, te haré espacio en el armario —él le dió un suave empujón dentro de la casa.

—No, espera. No voy a dormir contigo —Karin protestó de inmediato.

—Durmamos o no juntos, necesitas dónde poner tus cosas. ¿No es así?

—Tampoco he dicho que me quedaré aquí a largo plazo —respondió la pelirroja recuperando un poco de su acostumbrada altanería.

—Podrías quedarte hasta que puedas recuperarte económicamente, y podrías pagarme acompañándome a las reuniones de trabajo —planteó Sasuke con una sonrisa— A cambio, tendrás techo, comida y todos los servicios de la casa. ¿Qué te parece? Podrás recuperarte pronto así.

—Aun siento que te salgo debiendo —bufó frustrada consigo misma.

—Debes estar disponible para mí veinticuatro/siete. Los servicios de ese tipo son muy caros.

—No puedo aceptar eso. Mi trabajo en la universidad…

—La mayoría de las reuniones son cenas, y si llegan a haber desayunos, son los fines de semana —él le aclaró mientras la tomaba de la cintura y la conducía a través de la casa— Aún si dices que no, necesitas un sitio donde guardar tus cosas personales. Desde la habitación te será más sencillo llevarlas al baño, porque en el baño de invitados no hay regadera —abrió la puerta de la habitación y la invitó a entrar. Ella lo hizo— Puedes dormir en la habitación y yo dormiré en el sofá. Sólo entraré cuando necesite cambiarme o ducharme.

—No, basta. Agradezco lo muy generoso y amable que estás siendo conmigo, pero quitarte la cama es algo que no haré —ella se apresuró a decir— No puedo pagar nada de lo que me ofreces, y tampoco sé si quiero ser tu acompañante, pero al menos puedo dormir en el sillón.

—Si eso deseas, está bien, pero en mi opinión, es un desperdicio que no aceptes usar la cama en mi lugar —respondió Sasuke comenzando a mover cosas del armario para hacerle espacio a la pelirroja— Salgo de casa desde muy temprano y llegó muy tarde. Han habido veces que no llego a dormir.

—Déjame guardar algo de orgullo.

—Bien —él sonrió mientras seguía moviendo cosas del armario y hubo en silencio entre ambos hasta que él le señaló que podía guardar sus cosas.

—Pareces emocionado de que me quede —mencionó enfurruñada, mientras comenzaba a acomodar sus cosas.

—Hasta esta mañana, tenía miedo de no volverte a ver.

—Aún es una posibilidad —ella le aseguró más como alarde que decirlo de verdad.

—Realmente espero que no.

Karin no podía evitar sentirse inquieta con aquella declaración, pues aún se sentía humillada por todo lo que le estaba ocurriendo, pero había un sentimiento cálido en su pecho de saber que había alguien que realmente deseaba verla y se preocupaba por su bienestar.

No es que Juugo o Suigetsu no estuviesen al pendiente de ella o no pudiera apoyarse en ellos, era solo que Karin les había omitido algunos detalles de su vida para no seguir abusando de su ayuda. Ellos tenían vidas relativamente tranquilas y buenas, y no quería molestarlos, así que al ocultarles ciertos detalles, hizo que ella comenzara a sentirse sola. Empero, ahora aparecía Sasuke, quien la ayudaba en todo sentido, y aunque no era precisamente la persona que esperaba, no podía evitar sentir esa calidez en el corazón.

—Antes de seguir con esto, necesitamos poner algunas reglas —Karin se dirigió a Sasuke después de haber acomodado sus cosas en el armario.

—Te escucho.

—Primero que nada, nada de intentar tocarme, besarme, o husmear cuando me cambie de ropa o me bañe. ¿Entendido?

—Sí. Yo no tengo problema si tú haces algo de eso conmigo —Sasuke sonrió y Karin se sonrojó y se apresuró a hablar para fingir que no le interesaba.

—Número dos, no puedes intervenir de ninguna manera con mi trabajo en la universidad. ¿Me oíste? Por ahora es lo único más o menos seguro que tengo y no quiero arruinarlo.

—No lo haré.

—Y tercero: si por algún motivo discutimos, debes prometer que me darás una semana para poder irme y no me echarás a la calle a mitad de la noche —comentó sería, pero al mismo tiempo asustada.

Lo último que necesitaba era volver a la calle de un momento a otro, y sabía que existía la posibilidad de que una discusión que escalara sin más, podría llevarla a la misma situación de un momento a otro, y quería sentir que al menos en esta ocasión no sería tan drástico.

—Si discutimos hasta ese punto, seré yo quien se vaya de aquí —él le aseguró y se acercó a ella para besarle la coronilla.

Karin se sonrojó y no pudo evitar ponerse algo nerviosa.

—¡Oye! ¡¿Qué te dije de la primera regla?! —replicó la pelirroja dándole un suave empujón al azabache.

—Yo también tengo tres reglas para ti —respondió Sasuke y Karin se alejaba fingiendo que reacomodaba algo de sus cosas de un cajón.

—Claro, dime.

—No puedes traer hombres al apartamento.

—¿Celoso? —Karin sonrió y lo miró.

—Sí.

—No puedes hacer nada si salgo con alguien más —replicó Karin enfadada, aunque sonrojada, pues era la primera vez que él afirmaba sentir celos.

—Lo sé, pero no quiero verte con otro hombre en mi casa —respondió serio— No puedo detener lo que hagas fuera de ella.

Aquellas palabras aceleraron el corazón de Karin, pero no podía permitirse caer de nuevo.

—Bueno, pienso volverme monja en cuanto salga de mi mala racha, así que ni siquiera pienso en los hombres —respondió Karin volviendo a fingir que acomodaba cosas en el armario— Por supuesto, tú estás incluído como todos ellos, así que dime tus otras dos reglas.

—La segunda regla, es que puedes entrar a mi despacho y usar los utensilios de oficina que necesites, pero no puedes sacar, fotografiar o difundir nada de lo que hay dentro a menos que te dé el consentimiento.

—Créeme, si hay datos confidenciales que me gustaría exponer para arruinar a alguien, no son los tuyos —aseguró Karin pensando con enojo en su exnovio, quien prácticamente había hecho eso mismo con una investigación de ella, y encima de todo, lo presentó como una investigación suya a la competencia.

—La última regla, es que queda prohibida la entrada a la habitación que está entre este cuarto y mi despacho —Sasuke la sacó de su pensamientos.

—¿Qué tienes allí? ¿Un calabozo sexual, Mr. Gray? —bromeó Karin soltando una risita.

—Es la habitación que le preparé a mi hija.

—¡Oh! Lo siento.

—Cuando le informemos del divorcio, espero que ella quiera visitarme de vez en cuando.

—¿Hay alguna razón por la que ella no querría hacerlo? —preguntó Karin confundida, ya que realmente no sabía nada de la relación que Sasuke había tenido con aquella mujer o con la hija que tuvo con ella.


¿Cuánto tiempo Karin se quedará en el departamento de Sasuke? ¿Sasuke podrá cumplir con las condiciones? ¿Karin podrá cumplir con las condiciones de Sasuke? ¿Sasuke le hablará a Karin más a fondo sobre su relación con su futura ex esposa y su hija? ¿Qué razones tendrá Sarada para no querer visitar a Sasuke? ¿Qué otras preguntas les nacieron al leer el capítulo?

Me encantará leer sus teorías y preguntas en los comentarios n.n

A continuación dejaré unos anuncios que podrían ser algo largos, así que si sólo lees esta historia, no será necesario que continúes leyendo, sin embargo, si sigues más de mis historias o estás esperando ver las comisiones sin censura del SasuKarin Month, continúa leyendo n.n

Sobre las comisiones:

Ya he subido todas las comisiones a mi X (antes Twiter). Así mismo, he creado un Devianart, donde también planeo subir las comisiones, sólo que por algún motivo que desconozco, no me ha permitido subir la mitad de las ilustraciones. En cuanto me sea posible, las subiré. De igual forma, he creado un perfil de Redit, donde eventualmente planeo subirlas.

Hay una sorpresa más que estoy preparando próximamente (la fecha no está en mis manos, así que tendremos que esperar), así que seguir alguna de esas cuentas, les permitirá ver esa sorpresa cuando la suba.

Les dejaré una lista con los nombres de perfil de cada plataforma que mencioné antes, y de igual forma, en mi página de Facebook, pueden encontrar los links.

Facebook: SaKaSu Fanfics

X (Twiter): SasuKarinSui

Devianart: SaKaSu11

Redit: SaKaSu_SK

Sobre la sorpresa final del SasuKarin Month:

Originalmente, esperaba poder subir al final del mes, un capítulo a cada historia nueva que subí durante el mes, el final de Reina de corazones, y de ser posible algunos capítulos más de las demás historias (sí, lo sé, fui muy ambiciosa). Sin embargo, como les he comentado durante el mes, estuve muy ocupada, así que no pude cumplir mi objetivo.

A pesar de no haber cubierto mi objetivo original, si pude escribir varios capítulos, así que entre hoy y mañana estaré subiendo lo que conseguí escribir, esperando compensar, aunque fuera un poco de mi ausencia de la semana pasada.

Las historias que estaré actualizando entre hoy y mañana son:

*Apuesta XL

*Relación reanudada

*El concubino de la Princesa

*El secretario de la CEO

*El cliché de los gemelos

*No quiero sólo una tregua

*RTN Pasado

Mala noticia:

En Inkitt, me han eliminado la historia de Padre soltero debido al contenido, así que no podré subirlo de nuevo y para poder leerlo, tendrán que buscar la historia en fanfiction o Wattpad. Lamento la molestia si es que había alguien que estaba leyendo la historia en la plataforma, pero esta situación no está en mis manos.

Sin más por el momento, más allá de esperar que les gusten las historias y las comisiones, me despido por el momento n.n

¡Hasta la próxima actualización!