Diablos y más diablos, no tengo idea de cómo empezar esto.
La realidad es que siempre he sido un idiota. ¿Con qué cara puedo ir y decirle que me gusta cuando toda su vida lo hice sentir como un bastardo miserable? Esto me pasa por imbécil, un perdón no basta, pero en serio...
En serio me gusta.
No sé en qué momento sucedió, pero cuando me di cuenta sólo podía mirar a Izuku, ¡mierda! Hasta el apodo Deku despareció de mi mente. Simplemente con verlo escribir con tanta tenacidad me hacían admirar los bonitos rizos que golpean su frente, su nariz inquieta y fruncida cada que encuentra un error, su mano ágil, fuerte, masculina, apretando la punta del útil mientras observa pensativo la página de su cuaderno. Incluso ahora recordándolo sólo puedo suspirar con una sonrisa de idiota.
¡Agh, vamos! No es para tanto, que me guste no debe de traerme así, pero desde que soy consciente de estos sentimientos quiero poder acercarme a él, ser capaz de tomar su mano, mirarlo a los ojos y decirle que es lo más bonito que he visto en toda mi vida. Mierda. En serio mi mente siempre lo dirige a él.
Es por eso que estoy aquí con una libreta que pienso quemar si esto no funciona. ¿Cómo puedo enamorar a Izuku? Esto es horrible.
No. Debo de hacerlo bien. Si quiero acercarme a Izuku es importante cómo lo haga ya que definirá la clase de relación que tendremos posteriormente. ¡Ese inicio ya lo tuvimos, uuuuugh! Vamos, Bakugō, concéntrate. ¿Qué puedo hacer para enamorar a Deku? Dejar de llamarlo Deku, eso funcionaría, pero él me sigue llamando Kacchan como cuando éramos niños..., pero eso no es lo mismo, el apodo que me tiene es cariñoso y el mío es... Bien, ya veré otro, deberé empezar a llamarlo Midoriya, pero eso sería extraño.
¿A quién quiero engañar? No puedo acercarme a Izuku si no consigo su perdón.
Y es aquí donde empieza mi travesía.
