Naruto & Company son propiedad de Mr. Kishimoto.
'El camino de regreso a ti'
Capítulo 1: 'Luz y Ceguera'
A causa de su rostro cubierto y el monótono tono de voz, en su andar diario en la aldea a plena luz del día, era imposible para cualquiera saber las emociones que estaba experimentando el shinobi. Pero aquella noche de cielo despejado y luna llena, aún en las penumbras del frondoso bosque, un aura de frustración era palpable para quienes rodeaban a Shino.
- ¿No pudieron ingresar tus insectos? -, preguntó Neji.
-No-, respondió el ninja-. En la tierra que rodea la construcción hay una barrera. No está hecha de chakra, como normalmente sería, sino de una especie de líquido. No es algo que esperaba-.
"Algo inesperado", fue el pensamiento al unísono que tuvo el equipo.
-Con esto se va al demonio el plan "D"-, espetó Naruto-. Si hubiéramos procedido según mi propuesta ya estaríamos de regreso-.
Neji fijo la mirada en el rubio, asintiendo sin pronunciar palabra. No concediéndole la razón, sino autorizándolo a que avanzara según su plan.
Uzumaki extrajo de entre sus ropas el plano del edificio. Lo desdobló sobre el suelo. Gracias a la intensa luz de luna le era posible distinguir el bosquejo que había realizado allí cuando presentaba su idea. En realidad, lo conocía de memoria, pero quería corroborar que la cantidad de ventanas y puertas que se detallaban en el papel coincidiera con la versión física de la estructura que los espías habían esbozado como parte de la inteligencia previa.
Confirmó por enésima vez el lugar por donde ingresaría. Luego procedió a verificar velozmente su armamento. Se colocó la máscara blanca cuyos trazos en color rojo emulaban a un zorro.
-Procura obtener prisioneros, aunque sea uno-, casi suplicó Hyuuga.
-No prometo nada-. Fue la respuesta que dio el rubio antes de desaparecer casi al instante, moviéndose a una velocidad que pocos podían manejar.
Ninguno dudaba del éxito de Naruto. Lo único que esperaban era que pudiese controlarse esta vez. Las ocasionales quejas de los clientes siempre se relacionaban a sus métodos un poco…excesivos. Ello había impedido que se lo asignara como líder de un equipo de elite. Uno de los pocos rasgos que conservaba del pasado era la forma aparatosa pero efectiva de cumplir las asignaciones, solo que ahora no se trataban de formas que hacían irritar a un superior a cargo, sino que hacía percatarse a cualquiera que lo conociese que poco y nada quedaba del pequeño revoltoso del pasado. Siendo reemplazado por un shinobi que no le temblaba la mano al momento de ejecutar cualquier tipo de misión sin el más mínimo ápice de arrepentimiento o vacilación. A veces tan frío y desapegado que parecía que quien tenían en frente no era él.
-Creo que prefiero al antiguo Naruto-, opinó Rock Lee cuando un aterrador grito femenino llegó hasta ellos.
-El objetivo es rescatar tanto a la madre como a la hija-, cortó Neji antes que los demás hiciera eco de la opinión expresada por el ninja. -No sabemos qué pasó exactamente en ese lugar hace dos años, pero mientras cumpla con su deber no somos nadie para criticarlo-. Aunque Naruto seguía prefiriendo hacer todos sus deberes él solo, ahora aceptó su idea porque ninguno de ellos era tan rápido como él y si entraba más de uno corría el peligro de que los perpetradores hiriesen o dieran muerte a las víctimas. En sí, Naruto no era perfecto, pero si efectivo y eso era todo lo que debía pesar al momento de hablar de diferencias o similitudes con su forma de ser en el pasado.
-Pero debes aceptar que es como si parte del Naruto hubiera muerto allí-, comentó Shino, para sorpresa de todos, ya que difícilmente expresaba su opinión sobre ese tema.
-Él cambió-, reconoció Hyuuga-. Pero si lo hizo es poque de otra forma no hubiera regresado a Konoha y menos estaría vivo a estas alturas-. Observó al cejas poblabas para replicarle: - ¿Qué es lo que prefieres Rock Lee, un Naruto soñador y revoltoso a tres metros bajo tierra convertido en un héroe caído o a un ninja, uno de los más hábiles que existen, protegiendo la aldea con todo lo que tiene? –
Si alguien iba a decir algo más, fue interrumpido por el sonido que hacía el intercomunicador al activarse.
-Capitán-, se oyó la voz de Naruto-. El objetivo está asegurado-.
- ¿Qué hay de los criminales? ¿Algún sobreviviente? -
-Uno y medio-. Después de eso, Uzumaki cortó la comunicación.
-Bueno…-dijo Neji poniéndose de pie, encaminado al edificio pasando por sobre los matorrales del bosque. Se volvió al par que lo seguía, antes de que Ino llegase para chequear el estado de todos los que se hallaban en la construcción dijo: - Al menos no perdió algo de su sentido del humor…bastante negro, pero humor al fin-.
A través de los ventanales del despacho del Hokage se veían seis Anbu distribuidos en la cornisa de la estructura, observando sin siquiera pestañear a las personas que estaban en el interior de la habitación. Dentro había un total de diez de esta clase de shinobi rodeando a un solo individuo. Sus katanas apuntaban a diferentes partes del cuerpo, listos para arremeter en el momento en que moviese un solo dedo con intensiones hostiles.
Hatake Kakashi, el sexto Hokage, observaba al recién llegado con estupefacción. Jamás habría imaginado que esta persona regresaría después de desaparecer años atrás. Demasiada sangre y sufrimiento fue derramada por algunos en el infructuoso intento de traerlo de vuelta a la aldea. Con varios centímetros más de altura, la complexión física indicaba que estaba en plena forma. Músculos tonificados y fuertes pero sin perder la ligereza necesaria para moverse con velocidad, algo vital en un ninja. Sus ojos, tan oscuros y fríos no transmitían nada, como siempre. Pero había algo diferente, lo sentía diferente.
- ¿Cómo debería decir? – Empezó Kakashi-. ¿'Gracias por la visita' o 'bienvenido de vuelta? –
-Esto es de forma permanente-, aclaró el Uchiha.
-Permanente… ¿Definitivo? –.
-Si-.
-Bien entonces-. Suspiró, estaba contento, pero esto significaba que se avecinaban muchos problemas. No podría descansar como se debía en mucho tiempo. -Antes que nada, debo hablar con los ancianos, por el momento te quedarás en un apartamento que se te designará. Tendrás vigilancia las veinticuatro horas. Si por mi fuera, te daría un poco de libertad…-.
-Que no ordene que me encierren bajo tierra es más de lo que había esperado, Hokage-. Interrumpió Sasuke.
-Por el contrario-, contradijo Kakashi. Se puso de pie y los Anbu presentes modificaron rápidamente su posición, adoptando una que les permitiera proteger al Hokage. Cuando éste se aproximó más de lo que consideraban prudente, el líder de ellos quiso protestar, pero con un gesto Hatake le impuso silencio. Fue hasta el joven y le puso las manos en los hombros, esperando a que lo mirase para continuar: -Para mí has sido tú el que ha estado encerrado en la oscuridad estos cinco años. Es hora de que te liberes y busques tu propia luz y libertad. No más Sasuke, ya puedes bajar los brazos y descansar. Basta de imponerte un camino, sigue tu corazón para encontrar tu destino-.
Ninguno mencionó a Naruto. Ese era un tema que por el momento Kakashi prefería dejar de lado. Dos años atrás, sabía exactamente la reacción que tendría éste al ver regresar por su propio pie a su amigo, pero ahora ya no tenía idea de lo que diría. Quizás, sólo quizás (aunque sabía que había mas de su propio deseo que certeza en esa posibilidad) Naruto se alegrase de corazón y volviera a haber entre ellos dos la misma vibrante armonía que existió en el pasado.
Un leve golpe resonó en el despacho y Hatake autorizó el ingreso. Nara y Hyuuga ingresaron, percatándose al instante del recién llegado.
-Esto será problemático-. Farfulló Shikamaru mientras soltaba un suspiro. Neji a su derecha seguramente pensaba algo similar al notar como el ceño del pelilargo se pronunciaba cada vez más. Se aclaró la garganta y mientras se rascaba distraídamente la nuca, miró a Sasuke y dijo: - ¿Bienvenido? –
El aludido asintió para luego mirar al vacío.
Hyuuga ni siquiera se molestó en dirigirle la palabra. Observó al Sexto y preguntó:
- ¿Él ya lo sabe? –
El Hokage sin quitarle la vista al informe que leía con extraña atención, negó con un gesto.
- ¿Se lo piensa ocultar por más tiempo? Han pasado horas desde el arribo de Uchiha a la aldea-. Inquirió Shikamaru, sorprendido por la respuesta. -Naruto no es estúpido, usted ya lo había autorizado a salir a esa asignación por medio año a la aldea de la arena. No va a tardar demasiado en creer que ahora revocó el permiso porque cierta persona regresó-. Justamente Neji y él habían ido a ver al Sexto para consultar acerca del documento que recibieron ellos en cuanto regresaron a Konoha. Una vez que vieron a Sasuke, todo fue evidente para ambos.
-Naruto debe aprender que mis decisiones deben ser acatadas. No recuerdo haberle dicho que contaba con mi favoritismo en ningún momento. Puede que haya sido mi alumno, pero una cosa no tiene nada que ver con la otra. Si digo que se queda, así será-.
Shikamaru miró con irritación al hombre que contestó de forma sonriente por lo que podía adivinar en lo descubierto de su rostro y en la liviandad en su tono de voz. Si estaba teniendo algún favoritismo en ese momento era hacia Sasuke. Lo más probable era que lo estuviera haciendo por él para que, al reforzar los lazos con Naruto, Uchiha no pensase en volver a marcharse.
-Nos retiramos-, dijeron ambos ninjas. No estando de acuerdo, pero acatando decisión del alto mando. Tras ser autorizados, salieron.
- ¿Qué es esto de 'uno y medio'? -, murmuró Kakashi, leyendo el informe que tenía entre manos. Específicamente la transcripción de las intercomunicaciones.
- ¿Hasta cuándo me tendrá aquí como un ornamento de este despacho? -. Indagó indiferente Uchiha.
-Dime, ¿Falta alguien más de tus excompañeros que sepa de tu retorno? -.
Sasuke rememoró las lágrimas de Sakura y la sorpresa general de los demás.
-Solo Naruto-.
Hatake se volvió y lo observó atentamente.
- ¿Tú quieres verlo? -.
-Tarde o temprano tengo que hacerlo, ¿O no? -. Intentó transmitir que le daba lo mismo pero su tono de voz salió más afectado de lo que le hubiese gustado.
- ¿Qué sucedió el día que Danzou murió, Sasuke? -.
La respuesta a su cuestionamiento no llegó.
-Esta bien si no me lo quieres decir, sólo debo advertirte que él ya no es quien solía ser-.
-… ¿Qué? -, preguntó con gravedad.
- ¿Cómo decirlo? ...-. Empezó Kakashi, apoyándose en el respaldo del sillón-. Tú lo conociste, por lo que sabes que fueron sus sueños, antes que nadie se acercara a él, los que lo sacaron a flote en primer lugar. Los objetivos que eligió alcanzar. Y que a medida que fue avanzando, también abarcaron a las personas que se aproximaron a él… No es que se haya dado por vencido y renunciara a ellos-.
- ¿Entonces qué fue? -.
-Los objetivos de Naruto acabaron con la esperanza que había en él. Quizás uno en particular-. Aclaró mirando con intención al pelinegro-. Permitió que el fracaso aplastara sus sueños. La amargura, el dolor y todo lo que estaba sintiendo desde hace años carcomieron eso especial que había en su interior…aunque conservo la esperanza de que algún día él pueda abrir su corazón otra vez-.
En la mente de Sasuke resonó el grito desesperado que Naruto lanzó ese día, dos años atrás:
'- ¡Porque te amo hago todo esto, por favor Sasuke…te lo suplico, ya basta, detente! Haré lo que sea…lo que quieras, moriré si me lo pides, no más…-.
El brillo rojizo de la sangre que bañaba su espada se reflejó en los ojos claros de Naruto. Sasuke se aproximó a él, tomándolo de sus ropas. Aproximó su rostro a la del rubio.
- ¿Morir? -. Sonrió fríamente. -A esta altura eso me parece insuficiente… Lo que deseo ahora es destrozarte Uzumaki. Quiero despojarte de eso que hace a todos orbitar cerca de ti. Anularte será mi recompensa, sólo así dejaré en paz a tu adorada Konoha… Haré que te ahogues en ese maldito amor que dices tener por mi hasta que no quede nada de lo que eres. No te irás hasta que maldigas el día en que me conociste-. '
La culpa estrujó el corazón de Sasuke, haciéndolo temblar.
En aquellos momentos, aquel día, sólo cuando vio los ojos cristalizados de Naruto ya sin esa luz de esperanza que mencionó Kakashi, despertó para salir de la oscuridad de odio interminable y deseo de venganza en las que se hundió por años. Finalmente fue libre…solo para vislumbrar los sentimientos que siempre albergó por ese Usuratonkachi. Era su íntimo y profundo secreto que cada vez que sabía que él lo estaba buscando, sentía felicidad saber hasta qué punto era importante en su existencia.
Descubrir que amaba a Naruto con un ansia y locura en el momento exacto en el que cometía el peor error que su ceguera lo condujo a realizar. Él mismo extinguió aquella hermosa luz. Percatarse de ello lo condujo a tal desesperación que huyó.
Pero ahora estaba devuelta, dispuesto a hacer lo que sea para recuperarlo.
Naruto lo sacó de las sombras y en el proceso hundió a su salvador en unas más profundas. Ahora era su turno, y no cejaría hasta recuperar ese hermoso y preciado amor que una vez destruyó.
Continuará…
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