Los días pasaron, Draco dió por hecho que Hermione no les había mencionado nada a sus amigos, ya que de otra forma, habrían ido a buscarlo ese mismo día que se vieron, pero de cualquier modo, diseñó una estrategia para evitar que la Gryffindor hiciera el comentario de su encuentro la próxima vez que se vieran.

Hermione buscaba una razón para ver a sus amigos, los extrañaba, por ello redacto la siguiente carta:

"Querido Harry:

Espero estés muy bien, les hecho de menos a ti y a Ron; tengo algo muy importante que contarles, por favor, avísame cuando tengan oportunidad para reunirnos; ¿Cómo va Ginny con su embarazo?, ya anhelo saber si el bebé será niño o niña, aprovecho la oportunidad para felicitarte, saludos también para Ron.

Besos, Hermione".

No perdió tiempo en hacerles llegar la carta, continuó con sus actividades laborales como de costumbre, durante esos días, el dolor se volvió a hacer presente, el medicamento que Draco le había proporcionado había dado resultado pero decidió regresar a la clínica para realizarse los estudios a pesar de las condiciones del clima que no parecían ser muy favorables; al llegar, buscó con la mirada al rubio pero no lo encontró por ningún lado, entró al consultorio y la sometieron a varios exámenes, posteriormente salió al cabo de un buen rato y nuevamente echó un vistazo para ver si en ésta ocasión lo miraba pero no fue así por lo cual, decidió emprender su regreso a casa.

Al salir de la clínica, una lluvia intensa le impidió seguir su camino de vuelta, así que optó por esperar a que la lluvia bajara y se quedó un par de horas en la cafetería del lugar aprovechando para comer algo, al notar que el clima no quería ceder, se arriesgó a salir de todas formas, corrió hasta su auto y lo encendió, al dar vuelta rumbo a la calle principal notó que había un hombre que estaba teniendo dificultades para poder entrar a su carro, afinó la mirada entre las gotas de agua que atacaban sin piedad su parabrisas y observó una cabellera rubia que estaba empapada.

-¿Malfoy?- cuestionó para si misma

El Slytherin se encontraba en un aprieto al finalizar su turno en la clínica; las llaves de su coche se le habían caído al suelo justo antes de que pudiera entrar en él y la presión del agua había hecho de las suyas para llevárselas directo bajo una alcantarilla, él estaba totalmente empapado y de muy mal humor, sabía que no podía hacer magia para conseguirlas pues cualquier evidencia realizada por el muchacho podría provocar que dieran con él.

-Si estuviera en tu lugar, usaría un paraguas- mencionó burlona en voz alta intentando ahogar el ruido de la lluvia bajando el cristal de la ventana lo suficiente para ser escuchada por él, Malfoy volteó para ver de quién se trataba y su humor empeoró al verla.

- Si estuvieras en mi lugar no serías una mediocre, estúpida- repuso gritándole y de inmediato recordó que no le convenía ser grosero con ella.

- ¿Mediocre?, no soy yo la que está bajo la lluvia y al parecer teniendo dificultades con el coche- expresó siguiendo la burla - Disfruta del baño- sonrió y empezó a subir el vidrio.

-Espera, Granger, ¿Te parece una buena oportunidad para mostrar los valores que te dejó pertenecer a tu querida casa de Gryffindor?- cuestionó el muchacho con sarcasmo mientras la lluvia seguía cayendo sobre él.

-¿Acaso Draco Malfoy le está pidiendo ayuda a la despreciable sangre sucia?- preguntó del mismo modo colocándose una mano en el pecho aparentando sorpresa.

-¿Lo harás o no?- quiso saber rodando los ojos, ella dudó pero no era capaz de dejarlo a su suerte en medio del diluvio.

-Sube- le indicó con fastidio y el chico obedeció lo más rápido que pudo -¿Qué hacías ahí?- preguntó frunciendo el ceño una vez que la serpiente subió.

-Resulta que en ocasiones me gusta tirar mis llaves en medio del un aguacero para que se pierdan en la corriente bajo una cloaca cuando estoy por subir a mi auto- mencionó siguiendo el sarcasmo y la muchacha rió.

-Conozco un truco muy sencillo para ese tipo de situaciones, ¿Te suena el hechizo "accio"?- lo miró burlona y siguió la ruta que estaba por tomar antes de encontrarlo.

-No puedo hacer magia frente a muggles- se excusó.

-Yo no vi ninguno- dijo con indiferencia

-Bueno, ya, no importa ahora, ¿O si?- mencionó exasperado, la leona se encogió de hombros sin darle importancia.

-Pudiste volver a la clínica, al menos no te mojarías mientras buscabas solucionar el problema- sugirió incomodándolo.

-¿Podrías solo conducir y llevarme a la calle Brick Lane?- preguntó con fastidio, se rehusaba a decirle a la castaña que no tenía amistades a quién avisar para que lo auxiliaran y en la clínica no tenía suficiente confianza con sus compañeros como para pedir favores dado que tenía poco de haber ingresado a trabajar ahí.

-Como usted diga, doctor Smith- sonrió burlona y el chico rodó los ojos- ¿Y porqué te cambiaste el nombre?- preguntó y Draco le miró.

-¿Cómo es que Potter y Weasley te soportan?- mencionó irritado con el ceño fruncido - Y hablando de ese par de idiotas, supongo que ya les dijiste que estoy en el mundo muggle, ¿Verdad?- preguntó intencionalmente tratando de averiguar.

-Aguardo con ansias, ¿Por qué, te preocupa que alguien además de mi sepa de tu nueva vida en Londres, Smith?- habló con ironía.

-Por supuesto que no, pero eres tan bocona que no dudaría en que les hayas escrito tan pronto te fuiste- intuyó el rubio, ella le miró de soslayo, de pronto dieron vuelta en una calle donde quedaron varados en el tráfico, dadas las condiciones del clima, se incrementó la circulación de los automóviles, al igual que la tensión entre ambos jóvenes.

-No puede ser- renegó Hermione al ver la larga fila de coches al frente y los autos que se colocaban detrás del de ella.

-¡Ah, genial!, como si no tuviera ya suficiente de ti- se quejó el Slytherin

-No estás obligado a pasar el resto del tiempo que estaremos aquí conmigo, puedes bajar y esperar a que pase un autobús que te lleve a donde quieres ir, a fin de cuentas ya estás empapado, buena suerte con eso- botó el seguro de las puertas y le miró desafiante.

-Disfrutas saber que tienes el control, ¿Verdad?- levantó una ceja y ella rodó los ojos- cualquier cosa sería mejor que seguir estancado aquí contigo, dime cuanto te debo por traerme hasta aquí- inquirió sacando su billetera y abriéndola para pagarle.

-No seas ridículo, si dejaras de lado tu orgullo te darías cuenta de que el único que se ha comportado hostil, eres tu, deberías agradecer que te estoy ayudando o al menos eso intento, ¿Contigo todo se trata de dinero?- expresó exasperada.

-Pues si dejarás de hacer preguntas tontas, no habría necesidad de tener un comportamiento inapropiado- respondió inexpresivo, la muchacha hizo una mueca avanzando lentamente conforme se lo permitían el resto de los autos, intentando abrirse paso.

- De acuerdo, hagámos algo, por lo que resta de trayecto hasta Brick Lane ninguno de los dos hablará, solo así podremos estar en paz hasta que lleguemos, suficiente es con todo éste caos vial- propuso la chica.

- Primera vez que estamos de acuerdo en algo- mencionó él entre pequeñas risas con sarcasmo.

-Es una lástima que no pudiste cambiar de personalidad como de nombre y de mundo- habló observando al frente entre los carros para ver que tan cerca estaban de que el tráfico les permitiera salir de ahí.

-¿Empezamos?- dijo sarcásticamente con un mal gesto y ella solo dió un bufido exasperado sin mencionar nada más.

Pasó un buen rato y ya habían avanzado un poco, la lluvia seguía repiqueteando con intensidad por todas partes, ella tenía la mano izquierda colocada en el volante y el codo del brazo derecho sobre la puerta del auto con sus dedos tocando su sien, mientras, el rubio tenía su maletín de cuero sobre el regazo y daba pequeños golpeteos con sus dedos sobre éste como si fuera un tambor, la chica intentando que el silencio sepulcral fuera menos denso, puso un poco de música, el muchacho hizo un gesto con el ceño fruncido.

-¿Qué, no te gusta esa música?- quiso saber dándole una mirada rápida

-Por supuesto que no- respondió él, tan pronto la castaña escuchó la respuesta, subió el volumen de la radio, Draco rodó los ojos y apagó de golpe el aparato

-¡Oye!- se quejó ella mirándole un segundo y volviendo a observar al frente

-Si tuvieras buen gusto no tendría inconveniente en escucharla- puntualizó mirando por la ventana entre la lluvia para ubicarse- toma ese carril- le ordenó

-¡No!, no me dirás que hacer, no soy tu elfo- se molestó

-Es una vía corta a Brick Lane, la tomo diario, hazme caso o nos quedaremos aquí mucho más tiempo y ya va a oscurecer- insistió, la jóven hizo una mueca y trató de cambiar el carril para desplazarse hacia donde el rubio le indicaba pero al hacerlo, un carro se adelantó y le impidió el paso, provocando que los conductores cercanos al auto de ella se molestaran al quedar atravesada y bloqueando el paso, la muchacha al instante dió un sobresalto al escuchar los claxons que reclamaban y con nerviosismo volvió a incorporar rápidamente su vehículo al carril del que intentaba salir, el jóven dió una risotada con ganas, la muchacha se sonrojó e irritó.

-Que pésima conductora eres- se burló

-¿Quieres conducir tú?- repuso de mala gana

-Y además de ser mala conduciendo, ¿A qué te dedicas?- cambió el tema tratando de evitar una nueva discusión

-No me digas que te interesa saber- mencionó con sarcasmo

-No, pero al parecer no sabes respetar los acuerdos mutuos, así que si de todas formas pasaremos más tiempo aquí y no podemos estar callados...- levantó los hombros, Hermione dió un suspiro

-Soy abogada- informó indiferente

-¿Y pierdes los casos tan rápido como pierdes la cabeza?- sonrió en burla

-Si fuera así, no estaría a cargo de uno de los mejores bufetes de abogados en Reino Unido- le echó en cara, él sonrió levantando las cejas al notar el comentario pretencioso de ella

-¡Ja!- mencionó irónico- Dices que yo no cambié y tu sigues siendo la misma presuntuosa que conocí en Hogwarts- habló negando con la cabeza

-Al menos me veo mejor conservada que tú- mencionó avanzando en el camino

-Pues a juzgar por las patas de gallo que se forman en tus ojos cuando te ríes, no estaría tan seguro- mintió burlándose y ella abrió sus ojos como platos con expresión ofendida al escucharlo

-Eres tan mezquino- frunció el ceño y el chico rió a carcajadas- Si te dedicáras a lo que yo, te verías aún peor de lo que ya te ves- inquirió exasperada

-Mi trabajo es salvar vidas, Granger, ¿Te parece que no estoy sometido a presión?- cuestionó con ironía elevando un poco las palmas de sus manos

-¿Y abrumar la vida de otros más no?- repuso con desgane mirando por la ventana, ya habían avanzado un buen tramo más, sin embargo la lluvia era incesante

-¿Y estás llena de gatos o de hijos?- siguió interrogando

-Ninguno de los dos... solo tengo un par de plantas, no estoy casada- respondió

-Y con justa razón- se apresuró a decir

-Bueno, ¿Y qué hay de ti?, me parece absurdo pensar en que alguna mujer logre amarte y tolerarte por el resto de su vida- rió en burla

-La hubo, pero no hablaré del tema contigo- replicó inexpresivo y Hermione al instante ahogó su risa, ¿Draco estuvo casado?, ¿Habrá enviudado?, pensó para si misma, se hizo un breve silencio incómodo que fue disipado por el ruido del estómago del rubio, el chico se sonrojó, como no había probado bocado desde que inició su turno por la mañana, sus tripas reclamaban por comida.

-Podríamos parar por algo para que comas- mencionó ella con tranquilidad tratando de enmendar el comentario que había hecho anteriormente

-Está bien, solo quiero llegar a casa lo antes posible, además se está cayendo el cielo allá afuera, si no podemos salir del tráfico, menos podremos parar por comida- expresó fríamente

-Bueno, quizá comida rápida, como una hamburguesa o...-

-Dije que no- interrumpió de golpe y al ver la expresión de la chica notó que ella solo intentaba ser amable, por lo cual repuso prontamente- además, ¿Hamburguesas?, ¿En serio?, ¿sabes cómo esas porquerías dañan tu cuerpo?- la miró frunciendo el ceño

- Apuesto a que nunca haz comido una- repuso con desinterés presionando su pecho con la palma de su mano

-No, ni lo haré, si supieras lo que afectan, tú tampoco las comerías- aconsejó y dió un estornudo que le hizo sentir lo pelos de punta mientras daban vuelta rumbo a la calle Brick Lane que ya se encontraba casi en penumbras al igual que el resto de la ciudad.

-Dime donde me debo orillar para no dejarte tan lejos- habló con dificultad sintiendo un poco más fuerte el dolor de su pecho, tocando con una mueca e intentando tomar aire por la boca.

-¿Te duele otra vez?- cuestionó el rubio al notar el gesto de la chica

-No, estoy bien- mintió

-¿Dónde está tu medicamento, lo estás tomando?- quiso saber

-Lo... dejé en casa- entre cerró los ojos tocando con la yema de sus dedos su pecho, el rubio rodó los ojos

-Te creí más inteligente, Granger- inquirió con hostilidad

-¡No sabia que pasaría todo el día atrapada contigo en medio del tráfico, mi plan era realizarme los estudios y volver a casa tranquilamente y lo antes posible para evitar las inclemencias del clima- habló con fastidio y volvió a tomar aire con dificultad

-Pudiste decir que no y te hubieras evitado tantos problemas- replicó sarcástico y ella suspiró molesta

-¿Dónde es?- le urgió saber

-En el edificio que está ahí- apuntó una cuadra a lo lejos y ella aceleró un poco para proceder a orillarse botando el seguro de la puerta de Draco

-No deberías conducir hasta tu casa si te sientes mal- recomendó el muchacho

-Lo que haga no es de tu incumbencia- cerró sus ojos tratando de mitigar el dolor haciendo presión en el área

-No seas orgullosa, Granger, volverás a quedar varada en el tráfico por horas con ésta tormenta- insistió

-¿Y qué pretendes, que me quedé aquí en el auto a esperar?- cuestionó molesta

- En mi apartamento puedo atenderte- le informó

-De ninguna manera pienso subir contigo- se negó

-No seas necia, ya oscureció y no estás en condiciones de conducir, si algo te pasa podrías provocar un accidente, deja que te atienda- la muchacha sabía que él tenía razón, además de que el dolor se estaba volviendo más y más intenso, por lo cual le tomó la palabra

-En cuanto me sienta mejor y la lluvia se detenga me iré, ya tuve suficiente de tus groserías- botó el seguro de su puerta

-Espera- el muchacho bajó el maletín de su regazo a sus pies y se empezó a quitar el abrigo

-¿Qué haces?- cuestionó ella

-Está húmedo pero al menos evitará que te mojes tu también- tomó el hombro de la chica para empujarla ligeramente hacia adelante y colocárle el abrigo sobre los hombros y la espalda- Quédate aquí- le indicó tomando el maletín y colgándoselo en el hombro para abrir la puerta y salir de inmediato cerrándola tras de sí, la chica tomó aire para refutar pero no tuvo oportunidad, se limitó a tomar su bolso, el Slytherin corrió hasta la puerta de Hermione y la abrió, le acomodó el abrigo cubriéndole también la cabeza y lo más rápido que pudo la sacó del auto y la tomó de los hombros para entrar juntos al edificio.

-Buenas noches- saludó un hombre abriéndoles la puerta del edificio

-Buenas noches- respondió Malfoy algo avergonzado dirigiendo a Hermione a la puerta del ascensor y oprimiendo el botón para llamarlo

Se abrió la puerta y los dos jóvenes entraron, el hombre que les abrió la puerta del lugar, no perdió detalle al ver como Draco le quitó el abrigo de la cabeza a Hermione y se lo acomodaba nuevamente en los hombros a la chica, así como tampoco perdió detalle al ver como ambos se miraron fijamente sin decir una palabra mientras las puertas del elevador de nuevo se cerraban.