Luego de unos días, Hermione fue dada de alta, debía seguir un tratamiento por un mes para su proceso de recuperación, tras una charla con su novio y su mejor amigo, aceptó quedarse unos días con los Weasley y después volver con Draco, muy a su pesar, el rubio también accedió, la familia de pelirrojos la consintieron y cuidaron mucho.
-¿Así está bien?- preguntó Ron acomodándole la almohada a Hermione
-Si, muchas gracias- respondió ella recostándose sonriendo
-Aquí está tu cena y tu medicamento, te traje agua y jugo, no sé cual prefieras para tomarte las medicinas- Hermione sonrió
-No tienes que hacer ésto Ron, gracias por todas tus atenciones- le dió una leve sonrisa
-Nada que agradecer, quería aparecer en el mundo muggle cuando Harry nos informó del accidente pero nos dijo que vendrías acá y yo mismo me encargué de acondicionar ésta habitación para ti, quería que estuvieras lo más cómoda posible- le acarició el cabello -Lo que no me explicó fue cómo se dió cuenta él de que habías tenido un accidente- se extrañó
-Una compañera de trabajo le avisó, yo se lo pedí, no quería ser molestia para ustedes, fue por eso que le dije a Harry que no les comentara nada hasta un día antes de venir aquí- inquirió con nerviosismo
-Para nosotros jamás serás una molestia, Hermione, sabes lo mucho que te queremos, en especial, yo- le sonrió
-Gracias por todo, en verdad, ya me siento mejor, mañana debo volver, se terminará el permiso que tengo del trabajo- le informó
-Creí que aún te restaban algunos días-
-Si pero tengo algunos asuntos por atender- mintió
-Bien, de todas formas estaré pendiente para lo que necesites- sonrió y ella asintió y le tocó el hombro, el chico se acercó a ella y la abrazó
-Solo quiero que estés bien- le susurró al oído y la castaña sintió un escalofrío recorrer su espalda, Ron se apartó lentamente y sus rostros quedaron muy cerca, la muchacha se alejó pero Weasley fue más rápido y la tomó de la nuca para darle un beso, Hermione al instante lo apartó
-¡Ron!- se molestó y el jóven rodó los ojos para luego incorporarse -¿Qué es lo que te pasa?, no confundas las cosas, te agradezco lo que haces pero eso no te da derecho a aprovechar la situación- expresó de mala gana
-¿Crees que soy estúpido, verdad?, ¿Crees que me trago el cuento de tu compañera?- le miró fijamente con resentimiento -Sé perfectamente que estás viendo a alguien, Hermione, ¿Dónde está él, porqué no te está cuidando?- Hermione empezó a ponerse nerviosa
-No te debo explicaciones de nada, Ron, lo que yo haga no te importa- mencionó con voz temblorosa
-Claro que me importas, Hermione, me importas mucho, ¿De qué manera te hago entender que tu y yo nos pertenecemos?- se acercó y le tomó la mano
-¡Ya es suficiente Ron!- lo frenó Harry entrando a la habitación -Hermione no está en condiciones para tus tonterías, déjala descansar- se acercó a ellos
-¿Tú también lo sabías no?- se acercó el pelirrojo amenazante a su cuñado, él solo le miró inexpresivo, no estaba dispuesto a seguirle el juego a Ron -¡Vaya amigo que resultaste ser!- reclamó
-Debes respetar la decisión que ella tomó, estés o no de acuerdo- puntualizó el moreno
-¿O si no qué?- cuestionó intimidante
-Ron, por favor, ya basta- pidió la leona con la voz entrecortada, el chico los fulminó a ambos con la mirada y se retiró sin más
-¿Se lo contaste?- cuestionó ella tranquilamente
-Por supuesto que no, él se dió cuenta, no es tonto, Hermione- replicó Harry con fastidio
-Me iré mañana temprano, me sentiré muy incómoda si sigo aquí- se frotó la frente agobiada
-No tienes porqué irte, el que está mal es él- mencionó Harry en el mismo tono que el anterior
-Aún así, no quiero estar aquí, es mejor que regrese-
-¿Es tanta tu urgencia por verlo que no puedes esperar un par de días más?- frunció el ceño algo molesto
-No es eso Harry, yo...-
-¿Para qué quieres volver si no se puede cuidar ni él mismo?, menos podrá cuidar de ti y aún más si esos matones están tras él- interrumpió de malas
-No tienes porqué hablarme así, no soy una niña, Harry, sé lo que hago- repuso ella comenzando a enojarse
-Pues no parece- se apresuró a agregar de mala forma el elegido, ella lo miró atónita, el muchacho tomó aire intentando calmarse -Lo lamento, es solo que, temo lo que pueda suceder, Mione, ya te había advertido de las consecuencias de su relación y te veía tan triste al no estar con él y luego me entero del accidente y de las deudas que tiene con quién sabe que tipo de gente, ¿En qué otra cosa te estará mintiendo?, sólo...- suspiró y se sentó junto a ella sobre la cama - No quiero que nada malo te pase- expresó con preocupación
-En serio agradezco mucho que quieras protegerme, Harry, pero ya no podemos estar el uno sin el otro, me haría más daño si me sepáro de él, buscaremos la forma de resolver el problema, ya estoy planeando cómo hacerlo y no te ofendas pero, sea lo que sea que vayamos a decidir, será un asunto entre él y yo- habló tranquilamente, su amigo asintió
-Prométeme que tendrás mucho cuidado y que cualquier cosa que necesites o que pase, me lo harás saber inmediatamente- la muchacha sonrió y asintió, le dió un abrazo a su mejor amiga, sin saber ninguno de los dos que afuera de la habitación, Ron los estaba escuchando.
Al día siguiente, Hermione volvió al mundo muggle, como no podía hacer apariciones, Harry la llevó a un punto medio donde Draco la esperaba, llegaron a casa y el muchacho le había preparado un almuerzo especial con algunos de los platillos favoritos de la jóven, tan pronto cerró la puerta, llenó de besos a su castaña, feliz de verla de nuevo
-Han sido los veinte días más largos de toda mi vida- mencionó sujetándole el rostro entre sus manos, la muchacha dió una media sonrisa -Te preparé jugo de calabaza, quiero cuidarte mucho, no quiero que vuelvas a pisar el hospital- habló sirviendo un poco de jugo en un vaso
-¿Porqué, te buscará Astoria o los tipos a los que les debes?- cuestionó sarcástica, el chico al escucharla dejó de hacer lo que estaba haciendo y dejó la jarra y el vaso sobre la mesa para mirar a su novia con el ceño fruncido
-¿A que viene eso, Hermione?- quiso saber con tono moderado
- A que me haz mentido tanto que ya no sé si haces las cosas - apuntó con sus manos a la mesa -Por cariño o por remordimiento- expresó de malas
-Potter te envenenó en mi contra, ¿Verdad?- cuestionó él empezando a enfadarse
-No necesito que nadie me "envenene"- hizo comillas con sus dedos y se puso de pie- para darme cuenta de las cosas, Draco, no soy tan estúpida cómo crees- inquirió frunciendo el ceño enojada
-Jamás podría pensar eso de ti, no vuelvas a repetirlo- le pidió alzando un poco la voz
-Es la verdad, todo el tiempo me estás mintiendo y me ocultas cosas, ya me harté de que me creas tan débil y tonta para no poder soportarlo y no darme cuenta-
-Deja de hablar así, Hermione, no sabes lo que dices- volvía el Draco de Hogwarts
-¿Ah, si?, ¿No sé lo que digo?, ¿Crees que no sé cuál es la verdadera razón por la que estás aquí?- gritó la muchacha y el Slytherin la miraba como si la desconociera -¿Crees que no sé qué viniste al mundo muggle huyendo con tu madre para evitar ir a Azkaban junto con tu padre y que todo éste tiempo te han estado buscando?- el rubio la miró con la boca entreabierta -Si, también sé que esa es la causa de que no puedas realizar magia y no es por miedo a que los vecinos muggles se den cuenta, tu madre también estaba prófuga y murió sin cumplir su condena, como puedes ver, sé mucho más de lo que piensas- alzó un poco los hombros y se colocó las manos en la cintura
-¿Y qué hay de lo que tú me haz ocultado?- se acercó a ella imponente con su voz tajante pero no logró intimidar a Hermione ni una pizca, la leona estaba enfurecida -Jamás mencionaste lo de tu enfermedad y realizamos muchas cosas que pudieron ponerte en peligro, al menos tu ya sabes toda mi verdad, ahora dime qué más me ocultas tú, porque no creas que no note tu cambio de actitud conmigo desde que te subiste al coche, no quería decir nada porque aún estás convaleciente, pero ya que eres muy fuerte y tienes ganas de echar en cara las cosas, adelante-
-Pues a diferencia de ti, yo si tengo las agallas para hablarte de frente y con la verdad, Ron me besó- expresó sin más, el color del rubio cambió y se puso pálido del coraje y la impotencia -Y no comiences con tus escenas de celos, no tienes cara para reclamar absolutamente nada después de lo de Astoria y de todo lo que haz hecho, el único que miente aquí eres tu, si piensas que puedes burlarte de mi y seguir creyendo que no estoy enterada de tus asuntos, estás muy equivocado- se separó de él y se dirigió a la sala dándole la espalda, sintiendo su corazón latir fuertemente y un nudo se formaba en su garganta, sabía que había sido cruel con él, lo amaba, pero ya estaba cansada de descubrir uno a uno todos los secretos que su novio le guardaba
-¿Y entonces porque no me delataste en cuanto lo supiste, eh?- preguntó alebrestado de furia - Dime, ¿Por qué si sabías la verdad no se lo dijiste a tus amigos?, dime, quiero saber la razón- exigía a gritos el rubio enfurecido.
-Porque te conocí verdaderamente y me enamoré de ti y todas esas tonterías que dicen sobre el amor cobraron sentido para mi, entendí la razón por la cual se dice que cuando amas a alguien eres capaz de lo que sea y estás dispuesto a todo por esa persona- dijo la castaña levantando la voz entre sollozos y su labio inferior tembló.
Draco, la miró fijamente inexpresivo un instante y luego se dirigió inmediatamente hacia ella y sin más sujetó su nuca y la besó con frenesí como si se le fuera la vida en ello, Hermione al instante respondió y le llevó sus manos al cuello desencadenando una lucha por ver quien besaba con más fuerza, rapidez y pasión al otro, unos momentos después se separaron, lamentando sentir la necesidad de respirar y en cuanto recobró el aliento, el joven la sujeto de las mejillas sin separar su rostro de ella
mirándola fijamente a los ojos.
- Júrame... júrame que lo que acabas de decir no es mentira o de lo contrario me vas a matar- habló agitada y ente cortadamente el Slytherin.
- Lo juro por ti que eres lo más valioso e importante que tengo porque nisiquiera la vida misma es tan indispensable para mi como lo eres tú- mencionó con desespero entre sollozos con la voz y el cuerpo temblorosos.
Inmediatamente después tomaron aire y volvieron a unir sus labios como si desearan quedar impregnados el uno en el otro para la eternidad, no perdieron el tiempo, sé recostáron en el sillón y se dejaron llevar por las sensaciones que tenían al rozarse sus cuerpos.
Sin darse cuenta, estaban completamente desnudos, el muchacho le besó el cuello y bajó al pecho, observó la cicatriz en medio de los pechos de Hermione pero no le importó, por el contrario, ahora tenía una razón más porque admirarla, la acarició desenfrenadamente, bajó lamiéndo el abdomen, flexionó la pierna de la chica y la colocó sobre el respaldo del sillón para abrirse paso y llegar hasta la intimidad de la castaña, comenzó a saborearla despacio y suculentamete, mientras jugueteaba los pezones de su amada con las yemas de sus dedos, la muchacha apretó el cojín del sillón gozando lo que su novio hacía con ella, acariciándole el cabello y rozándole el pie en la espalda, el muchacho, con su dedo pulgar, empezó a hacer círculos pequeños en el punto exacto de Hermione mientras seguía probándola, los pies de la Gryffindor se contraían y comenzó a gemir y a mover su cadera hacia arriba y hacía abajo, sintiéndose muy húmeda, el muchacho volvió a subir su lengua recorriéndola de abajo hacia arriba, la besó y se incorporó un poco para lubricar su propio miembro con saliva y penetrar a Hermione, la cual dió un quejido al sentirse invadida, el rubio se llevó ambas piernas de su novia a los hombros y comenzó con sus embestidas, quería disfrutarla, la había extrañado demasiado, la chica sentía todo su cuerpo estremecerse, no había nada que le gustara más que sentir a su novio entrar y salir de ella, él bajó las piernas de su chica y salió de ella, la tomó de la cintura y le dió la vuelta boca abajo, le alzó la cadera y la posicionó a cuatro patas, jugueteó la cabeza de su miembro en la vúlva de Hermione y de nuevo lo introdujo en su vagina, ella inclinó su espalda y abrió más sus piernas para darle mayor acceso a Draco, quien colocó una rodilla sobre el sillón y mantenía el otro pie sobre el suelo para darse más impulso, tomó el hombro de ella con una mano y con la otra, su cadera y la embistió más duro, la leona empezó a gritar enloquecida de pasión, el rubio inclinó su pecho sobre la espalda de su novia y le cubrió la boca con su mano, la penetró con más fuerza y rapidez y sintió la contracción de ella, se apartó un poco para permitirle terminar dejando empapado el sillón, volvió a entrar en ella y deslizó su pene una y otra vez incorporando un poco a Hermione para acariciárle los senos y sujetarla del cuello sin extrangularla, la intimidad de la muchacha de nuevo se contrajo y el mago llegó al extasis, gimiendo detrás del oído de Hermione, la castaña cayó rendida sobre el sillón y su novio salió de ella, la joven se dió la vuelta y de nuevo Draco se reclinó sobre ella para intentar recostarse en su pecho y escuchar sus latidos, pero la muchacha lo apartó y se puso de pie.
-¿Qué sucede?- se extrañó el Slytherin
-No creas que porque tuvimos sexo ya está todo olvidado, eso no quita el hecho de que- se puso una bata
-A ver, te voy a dejar algo muy en claro, yo nunca he tenido sexo contigo, yo te hago el amor y te voy a decir otra cosa, si quieres saber la verdad, yo no pretendía ésto- le hizo saber poniéndose los pantalones
-¿A qué te refieres?- se acomodó el cabello y se cruzó de brazos
-No pretendía enamorarme de ti- le hizo saber mirándole fijamente -Quizá después de ésto me vas a odiar toda tu vida, pero quieres que sea honesto contigo y lo haré, mi plan en un principio era estar cerca de ti y ganarme tu confianza para que no le dijeras nada a ese par de idiotas- informó con gesto inexpresivo, la chica sólo le miraba con el ceño fruncido- quería enamorarte y todo me salió al revés, el idiota fui yo porque me enamoré de ti, antes que tú de mi- suspiró resignado y se sentó en el sofá, tallando su rostro con su mano sintiéndose agobiado
-Eso no cambia el hecho de que me mentiste y que ya no te tenga la misma confianza, ahora cada cosa que digas, estará en duda para mi, quizá ésto también me lo estés diciendo para que siga sin delatarte ante el ministerio, a fin de cuentas Harry ya lo sabe- inquirió acidamente
-Si eso es lo que piensas, ten por seguro que no volveré a molestarte, me duele, pero quiero que me ames por decisión propia y porque estás segura de que eres completa y sinceramente correspondida, no por lo que crees que yo quiero que pienses de mi o porque me convenga tenerte conmigo, si quieres decirle al ministerio o a Weasley dónde estoy, te aseguro que no me iré a ningún lado- habló tranquilamente y se puso de pie, se dirigió al baño para darse una ducha, camuflando sus lágrimas con el agua de la regadera.
Hermione se dirigió a la habitación y abrió el armario para sacar la maleta y empacar sus cosas, al jalar el velíz de la parte superior del armario, cayó una caja roja, era el último regalo que había quedado pendiente por abrir el día del cumpleaños de Hermione, la chica lo tomó en sus manos y recordó las palabras que su novio había mencionado aquel día
-"Quiero que lo habrás solamente cuando llegues a tener dudas respecto al gran amor que siento por ti"-
Granger, se quedó pensando un momento, colocó la caja sobre la cama y lo abrió, dentro de la caja, había otra caja más pequeña, la tomó y la abrió para descubrir otra caja más chica y al final un estuche, lo abrió para revelar un hermoso anillo de compromiso con un diamante al centro e incrustaciones de rubíes a lo largo del anillo, el corazón de la castaña dió un brinco y empezó a latir con fuerza, bajo el estuche, había una nota pegada, la despegó y leyó.
"Mi amada Hermione:
Mi madre en su agonía, me pidió como última voluntad que le entregara éste anillo a la mujer de la que estuviera completamente convencido de que es el único, verdadero y gran amor de mi vida, no tengo dudas, tu corazón es el que quiero llevar tatuado dentro de mi alma, tu mirada, lo primero que vea al despertar cada mañana, tu mano, la que sujete en cada paso que dé en éste viaje que se llama vida, no pienso darte un apellido falso, para mi tú eres lo más importante y mereces todo lo bueno de éste mundo, es por eso que volveremos al mundo mágico, sin importar las consecuencias que vengan para mi y te haré mi esposa en cuanto mi situación se resuelva, si estás dispuesta a esperarme, éste amor aguarda por ti y perdurará para siempre.
Te amo y así será eternamente...
-Draco Lucius Malfoy Black.
Hermione se cubrió la boca y empezó a llorar
-Y nada de lo que está escrito ahí es mentira, tenía miedo de que me abandonáras cuando supieras toda la verdad, por eso te la decía de a poco, fuí egoísta, lo sé, pero por ti estoy dispuesto a todo, Hermione, no te imaginas cuánto te amo- expresó el rubio entrando a la habitación, la muchacha lo miró fijamente, él se acercó a ella y le quitó el estuche con el anillo de sus manos -Ahora que he desnudado mi alma por completo a ti, quiero preguntarte- se arrodilló a los pies de la castaña -Hermione Jean Granger, ¿Me harías el inmenso honor de convertirme en el hombre más feliz de la tierra y aceptar casarte conmigo?-
