Draco despertó en una cama de hospital, se sorprendió al ver que junto a él se encontraba Ginny.
-Tranquilo, ella está bien, se encuentra en otra área del hospital, acaba de dar a luz, Harry fue a pedir información sobre ella-
-¿Qué?- intentó levantarse pero un dolor en su espalda se lo impidió y dió un quejido
-Calma, te acaban de operar para extraerte la bala... creo que así se llama, el médico dijo que dió en un hueso, no lo quebró, pero tiene fisura, tampoco logró perforar ningún órgano, te hicieron transfusión de sangre, debes reposar-
-¿Dónde está Potter?- quiso saber
-Aquí estoy- respondió él entrando por la puerta a un costado
-¿Qué te dijeron?- la pelirroja le quitó las palabras de la boca a Malfoy y se adelantó a preguntar
-Están bien los tres- Draco suspiró aliviado -Los bebés se adelantaron un par de semanas y deberán estar en observación unos días, a Hermione la darán de alta mañana, fue parto natural pero tardó unas horas, está muy cansada, ya le dije que tu estás bien también, está tranquila-
-Menos mal, ese desgraciado quería matarnos de nuevo-
-Los abogados del bufete dieron aviso a las autoridades y auxiliaron a Hermione, el tipo era uno uno los hombres que trabajaban con ese tal Fáderick, lo atraparon a unas cuantas calles del lugar, empezó a delatar a muchas personas y lugares en los que operan, ya se está realizando la investigación correspondiente, será cuestión de tiempo para que los atrapen-
-Me alegro, se atrevió a meterse con lo que más amo en el mundo-
-En eso también consiste el ser padre- miró a Ginny y le acarició el cabello -Darías la vida por ella y por tus hijos, sin dudarlo- la muchacha le sonrió
Pasaron unas semanas, Draco y Hermione junto con los bebés habían salido del hospital, eran niño y niña, el pequeño Scorpius y la pequeña Lyra junto a James llenaban de alegría el hogar, el Slytherin se había quitado el aparato ortopédico que le recomendaron usar para que sanara el hueso de su espalda, desde entonces no dejaba de cargar a sus hijos entre sus brazos, se sentía mucho mejor y tenía poco de haber entrado a trabajar como medimago en San Mungo.
Constantemente visitaban la madriguera, Molly le ayudó a Hermione y a Draco a cuidar a los niños durante la recuperación del rubio, las cosas con Ron también habían mejorado, el muchacho era más maduro y comprensivo, ahora estaba saliendo con una bruja compañera nueva del trabajo que venía de España, una chica encantadora al igual que su acento.
Una tarde, Draco y Hermione recibieron una carta con una notificación de citatorio del ministerio.
-¿Y ahora qué querrán?- cuestionó él
-No lo sé, pero será mejor que vayamos a averiguarlo- sugirió ella
Al llegar, el ministro de magia los esperaba en su oficina para hablar con los dos
-Me alegra que estén bien los dos, supe que tuvieron un altercado en el mundo muggle de nuevo, los cité aquí para entregarles algunos objetos que les pertenecen, sus varitas y el anillo de compromiso de la señorita Granger-
-Creí que habían roto mi varita- se extrañó Draco
-Fue considerado por los auditores y por mi, pero debido a que usted cumplió al igual que la señorita Granger con su condena y que ahora es un medimago, necesitará dicho artefacto para poder desempeñarse en su trabajo, espero que ésta vez sepa usarla con responsabilidad, señor Malfoy- el muchacho sonrió y asintió
-También fue considerado por nosotros el ofrecerle un puesto como auror dentro del ministerio, señorita Granger, el señor Longbottom necesita una persona de confianza para llevar asuntos delicados, él tenía a otro auror visualizado para el puesto, pero dicho auror la sugirió a usted, talvez lo conozca, también fue sugerencia de él devolverle la varita al señor Malfoy, el auror Weasley- ambos se quedaron atónitos ante el comentario, ¿Ron intervino para que les devolvieran las varitas y para conseguirle trabajo a Hermione?, la chica se quedó pensando un momento y luego habló
-Le agradezco en verdad que me tome en cuenta, pero creo que ese puesto le corresponde precisamente al auror Weasley, sé de sobra que se ha esforzado mucho para que se le considere apto para dicho puesto-
-Si él toma ese puesto quedará vacante el de él-
-Yo puedo tomarlo, aunque honestamente, me gustaría disfrutar un poco más de tiempo a mis hijos, todavía están muy pequeños, necesitan de mi-
-Tome el tiempo que sea necesario, la oferta de trabajo seguirá en pie, mañana le será notificado al auror Weasley sobre su ascenso- Neville tocó la puerta -Adelante- mencionó el ministro
-¿Me mando llamar, señor ministro?-
-¡Ah, si!, auror Longbottom, ¿Sería tan amable de llevar a la señorita Granger a recoger las varitas y el anillo al auditorio?, aún tengo un asunto pendiente que atender con el señor Malfoy- la Gryffindor se puso de pie y salieron
-¿Pasa algo?- se preocupó Draco
-Nada malo, tengo aquí, el testamento de su padre Lucius Malfoy, al cual daré lectura, pero primero debe leer ésta carta que él dejó para usted- le extendió el sobre, el muchacho lo tomó con sus manos temblorosas, lo abrió y leyó:
"Amado hijo Draco:
Sé que cuando estés leyendo ésto, ya no estaré aquí, pero quiero que sepas que sin importar nada, ame a tu madre y a ti con todo mi ser, siempre quise lo mejor para ustedes, intentaba protegerlos, en mi desesperación por la culpabilidad de haber tomado malas decisiones, cometí errores realizando acciones que los obligaron a hacer lo único que era correcto. alejarse de mí, te escribo ésta carta desde Azkaban, luego de enterarme que tu madre perdió la vida, ésta prisión es el único lugar al que puedo llamar hogar, te preguntarás como podría referirme así a un sitio tan horrible como éste, mi corazón se siente más triste y vacío que éste lugar desde que los perdí, pero no puedo cambiar nada, después de todo, es el resultado de las decisiones que tomé, te pediré un último favor, hijo, si algún día tienes hijos, no seas cómo yo, piensa bien tus acciones y palabras antes de decidir, porque una equivocación podría afectar tu felicidad y la de tu familia para siempre, sé que no seguirás mis malos ejemplos y los llevarás por el buen camino, tu madre y yo estamos muy orgullosos de ti y te amamos, no tengas duda de eso, dale un buen trato a la mujer con quien compartas tu vida, no importa si viene de buena familia, solo importa que te ame y se quede a tu lado pese a toda circunstancia.
-Deseo todo lo bueno del mundo para ti, te lo mereces, te amo y te acompañaremos siempre, Lucius Malfoy."
A Draco no le importó que el ministro lo viera, comenzó a llorar de dolor, hubiera querido escuchar esas palabras directamente de la voz de su padre, que le dijera lo mucho que lo amaba y que estaba orgulloso de él, el ministro le pasó un pañuelo a Draco y continuó para dar lectura al testamento, Lucius le dejó a Draco toda su fortuna, la mansión y todo el oro que tenían en el banco de Gringotts, así como tres propiedades en el mundo mágico que formaban parte del patrimonio familiar, tanto él como sus hijos tendrían la vida resuelta durante el resto de sus generaciones, pero no iba a dejar de trabajar, les iba a enseñar buenos valores a sus hijos y a esforzarse por lo que quieren en la vida, a tener respeto por las personas sin importar su condición, sangre, color, etcétera, algo que le hubiese gustado saber a él y no haber tenido todo servido en bandeja de plata y comportarse como un cretino con todo mundo.
Una tarde, Ginny llevó a Hermione con los ojos vendados al jardín de la madriguera, no sin antes pedirle que usara un hermoso vestido nuevo en color azul rey.
-¡Ginny, me estás mareando!-
-Tranquila, te prometo que me lo agradecerás, ¿Estás lista?- le descubrió los ojos y había una mesa con una deliciosa cena, todos estaban ahí vestido muy elegantes, Molly y Ron sostenían a los mellizos en sus brazos, Harry a James y su novio se acercó a ella sonriendo para luego tomarla de las manos
-En aquella ocasión, había varias situaciones en cuestión y no pude pedirte que fueras mi esposa como te lo merecías, todos ellos forman parte importante de tu vida y ahora también de la mía, es por eso que frente a ellos de nuevo y con el mismo amor te pregunto otra vez- se arrodilló y sacó el anillo del estuche -Hermione Jane Granger, ¿Me harías el inmenso honor de convertirme en el hombre más feliz del mundo y casarte conmigo?- la muchacha se encontraba envuelta en llanto, no podía hablar, asintió y estiró su mano izquierda donde Draco colocó el anillo en su dedo anular, se besaron, todos aplaudían, Molly y la novia de Ron también lloraban.
-¿Dónde encontraste el anillo?, lo había buscado durante días, creí que se me había ido en la coladera- se limpió las lágrimas sonriendo
-Le pedí a George que lo robara por mi, le fue bastante fácil- la muchacha buscó al gemelo con la mirada, éste le guiñó el ojo en señal de complicidad a Draco
Se sentaron a cenar y compartir la felicidad, bailaron, brindaron y al cabo de un buen rato, Draco llevó a su amada a contemplar la puesta de sol, mientras los demás seguían disfrutando en la mesa que se encontraba unos metros atrás, la abrazó por detrás y le susurró
-Todavía no podemos casarnos- la muchacha se giró y lo miró extrañada
-¿Por qué?- quiso saber
- Porque- metió la mano al bolsillo de su saco- Hay dos testigos muy importantes que tienen que estar presentes en nuestra boda- le extendió los boletos de avión para Australia, el labio inferior de Hermione tembló y comenzó a llorar -Espero que estos no los rompas y me los...- los labios de su amada lo interrumpieron.
Una semana después, se encontraban frente a la puerta de la casa de los padres de Hermione, la muchacha estaba muy nerviosa
-No sé qué es lo que les voy a decir- lo miró
-Solo diles todo aquello que no pudiste decirles la última vez que los viste- la besó, Hermione tocó la puerta
Su madre salió, estaba distinta, la edad se notaba en su rostro pero la pureza de su sonrisa era la misma, su padre salió también la muchacha se presentó y comenzó a hablarles y a explicar, los adultos le miraban extrañados ante lo que decía, Draco se apartó un momento con la carreola de los niños, aprovechó para sacar discretamente su varita y revertir el hechizo de Hermione hacia sus padres, los recuerdos volvieron a la memoria de los Granger, abrazaron a su hija entre lágrimas, luego de unos minutos, entraron con ellos a la casa para tomar el té que había quedado pendiente, los abuelos estaban fascinados al conocer a sus nietos.
Varios meses después, Draco y Hermione se casaron, la boda fue hermosa y la luna de miel fue para cuatro, ya todo había terminado ya no había más dolor ni sufrimiento, todo aquello había quedado atrás, ahora se dedicarían a trabajar y a cuidar a sus pequeños, a ser felices y a envejecer juntos compartiendo está vida los años que les restaran
-Tenías razón cuando dijiste que sentías que me querías desde hace mucho tiempo- expresó él mientras ambos contemplaban a los bebés dormidos
-¿Ah, si?- replicó coqueta, él asintió sonriendo
-Siento que te amo hace mil años-
-Si es que no nos amábamos hace mil años, nos amaremos tanto en ésta y en la otra vida que perderemos la cuenta-
-Definitivamente, mi preciosa, Granger- se besaron apasionadamente
FIN.
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Listo, aquí está el final feliz que querían jajaja honestamente soy más de finales trágicos pero ustedes son las que mandan, espero que les haya gustado mucho y hayan disfrutado leerla tanto como yo disfruté escribirla, gracias por su apoyo, espero me sigan leyendo en historias futuras.
Si gustan, escuchen la canción "Mil años" de Carla Morrison, fue la que me sirvió de inspiración para éste último capítulo
Travesura Realizada... ¡Nox!
