CAP 2
"El Nuevo Equipo"
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Nota de Autor: solo como aclaración, el nickname del chico se pronuncia "Vii"
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Por un instante se sintió ofendido por el recorrido que aquella muchacha había realizado con la mirada a través de su cuerpo hasta que pudo percibir la sorpresa, la curiosidad y el descolocamiento que destilaba a través de sus ojos, que eran bastante extraños para un humano al menos dentro de lo que su sistema de archivos alguna vez hubiera registrado; el tono azul luminoso y que parecía brillar de forma antinatural bajo la sombra de algún mechón de cabello ondulado le decía que seguramente, debía de tener algún tipo de modificación en su ADN. Quizá era el primer humano con conos de bioluminiscencia? De igual manera su cabello era de un color azul algo oscuro, igualmente antinatural en cualquiera con genes de su especie.
Estaba intrigado pero lo estuvo aún más cuando pudo percibir el tono de voz no tan agudo como lo estaba esperando pero suave y amable de aquella persona de la que ahora constataba, era un chico y no una fémina cómo había malinterpretado de inicio por su figura y sus ropajes similares a una túnica oriental igualmente en diversas tonalidades de azul y gris:
-Entonces… eres el nuevo miembro que enviaron desde la base?... pregunta estándar solo para aclarar -dijo aquel humano ahora sonriéndole discretamente pero con suavidad mientras alzaba su propio sujetapapeles holográfico y comenzaba a pulsarlo para revisar lo que aparecía en su pantalla
L-3000 carraspeó un poco antes de alzar un dedo y sonreír forzadamente.
-En realidad creo que hay un error, sucede que yo tenía… y estaba en una situación con mi equipo y malinterpretaron creo mis palabras y entonces… oye al menos, un poco de atención! -se quejó el robot frunciendo el ceño al tiempo que se colocaba el dorso de las manos a los lados de las caderas conforme la persona que tenía delante ahora mostraba una expresión un poco más seria, moviendo lo que evidentemente era un informe de su presencia en aquella nave espacial
-Ya veo… así que te reasignaron a nuestro equipo debido a las peticiones que has hecho de un traslado -aquella persona pareció ignorar la queja de quien tenía delante a lo que el ser mecánico hizo un ruido de irritación -realmente esto es una sorpresa…
-Y que lo digas -comentó con un tono mordaz el robot ahora cruzándose de brazos sin percibir la discreta sonrisa divertida que había aparecido repentinamente en el muchacho -pero lo digo en serio, esto ha sido un error y de ser posible preferiría regresar con mi propio equipo si no te importa…
-De hecho soy consciente de tu situación y los motivos de tu petición -respondió con calma aquel humano a lo que Larry tragó un poco y esta vez cambió sus gestos por uno de preocupación, acercándose la punta de uno de sus dedos a los labios metálicos
-Ah, si?
-Por supuesto -repentinamente el gesto de aquel joven se había vuelto duro y frío, a pesar de que aún se observaba con una expresión apacible pero ello no engañaba al robot: teniendo aquellas mismas actitudes casi podía observar alrededor de la delgada figura del humano lo que parecía ser un aura de llamas negras y púrpuras que reflejaban los sentimientos que debían de pasar por dentro de este; tragó levemente pesado y entonces, el muchacho se giró cerrando los ojos con una sonrisa dulce mientras aferraba con fuerza su sujetapapeles sin engañar a las alarmas ya activas y precavidas del robot, haciéndole tragar pesado -pero bueno. En lo que aclaramos todo este evidente descalabro, sería bueno que te familiarizaras con la estación ya que no es similar en ninguna manera a cualquiera de las otras. Digamos… que fue construida con puntualizaciones muy… específicas
Dijo subrayando con la voz cada palabra que iba diciendo al tiempo que comenzaba a avanzar en dirección de la salida de lo que era la sala de teletransportación ahora siendo seguido por el cuerpo mecánico que iba resonando suavemente con cada paso que daba.
-Realmente… es un ambiente encantador -aseguró Larry intentando sonar un poco más animado y alegre de lo que se sentía, la verdad era que estaba más asustado de lo que quería admitir ante un sitio que definitivamente no se sentía como su hogar; había cubierto sus ojos con un brazo solo por un instante conforme entraban a lo que evidentemente era una enorme sala de estar que a diferencia de la de su propio hogar esta se encontraba en impecables condiciones, comenzando a darse cuenta de que muy a regañadientes tenía que darle un par de puntos a Belardo: un sitio de paredes blancas impecables terminaba por molestar a la vista de cualquiera, incluyendo la suya que era capaz de ajustarse a la luminosidad.
El lugar no era como cualquier estación que hubiese pisado anteriormente, tanto el piso como los muros parecían estilizados y curvos, suaves tanto en las esquinas como en los bordes de las puertas que parecían permanecer abiertas y las más lejanas que podía percibir apenas y dejaban escapar un suave sonido de desliz flotante.
Definitivamente, Brito ya estaría gritando y tratando de desordenar un poco para que no pareciese todo tan… muerto.
Si, esa era la palabra.
Muerto.
Y lo decía él que generalmente estaría alabando y admirándose de todo aquello! Quizá era porque justamente no se encontraba en el lugar por verdadera voluntad que no lo estaba disfrutando como lo haría en otras circunstancias pero mientras seguía la figura de su anfitrión y miraba los alrededores se preguntaba si aquello no sería alguna especie de sueño o de pesadilla. Los enormes ventanales de rigor con vidrio calibrado para las condiciones del espacio se observaban cristalinos al grado que tanto los pequeños fragmentos rocosos que flotaban a su alrededor y el brillo de las estrellas en el espacio casi podían sentirse rodeándolo.
Pero un fuerte sonido de jadeo salió de su sistema de sonido, frenándose de golpe cuando pasaron al lado de un segundo ventanal que se extendía por uno de los largos pasillos y que mostraba del otro lado un precioso campo verde y un cielo tan azul que parecía pintado; algunas aves pasaron en un flojo vuelo hacia un bosquecillo no muy lejos de aquella vista y una brisa que no podía sentir hizo que el césped se meciese perezosamente en conjunto con algunos matorrales floridos de donde unas cuantas abejas revolotearon incómodas antes de volver a sus labores.
-Pero qué buena calidad de imagen -soltó el robot antes de reír nerviosamente por la mirada de reojo del humano -imagino que son escenarios en tiempo real desde la tierra, cierto?
-Técnicamente… -comenzó a decir el joven acercándose a una puerta deslizante que cortaba en dos el ventanal y que Larry no había percibido al inicio -es la tierra
-No me digas -suspiró lacónicamente el robot dejando caer los párpados a la mitad de sus ojos sin entender el sentido de la burla; suponía, cosas de humanos, siempre haciéndose los listos cuando se trataba de los seres como él, construidos a partir de piezas frías y duras como diría su compañero de misiones. Dejó escapar un nuevo quejido cansino mientras que el joven delante suyo volvía a observarle de soslayo y abría aquella puerta con una manija, cosa anormal para una estación automatizada para luego apoyarse en el marco con suavidad mientras dejaba espacio para el paso del robot
Este torció su boca luminosa en una mueca antes de caminar a su lado y salir a lo que ahora comprendía tenía que ser una especie de invernadero como los que él cuidaba en casa… pero entonces, se dio cuenta de que aquello no estaba bien.
Sus sensores percibían la tierra bajo sus pies, profunda, suave hacia cierta profundidad donde se endurecía por los materiales minerales atrapados a presión, la cúpula celeste sobre su cabeza mostrando una atmósfera y una concentración de oxígeno y presión que revelaban miles de kilómetros sobre su cabeza mientras que nuevamente la brisa estival que parecía despedirse por la época del año en la que se encontraban; a lo lejos y casi hiriendo sus receptores lumínicos un sol de luces cálidas pero cada vez más atenuadas parecía despedirse en su andar por el vasto espacio encima suyo.
Aquello no era un error, no era una cúpula vital ni era una imagen holográfica: era la tierra y casi entra en pánico al darse cuenta de ello al no haberla pisado en un largo tiempo, al menos, no fuera de las misiones.
Era demasiado diferente… demasiado aterrador no estar en ese sitio con un trabajo de por medio sino en lo que entendía que era su hogar. Ese sitio como tal, donde le habían visto ser fabricado.
Volteó a ver al joven en la entrada esperando por una explicación y pude darse cuenta de que le observaba con un gesto parecido al de la melancolía, la tristeza y la expectativa por sus reacciones. No tenía sentido en su sistema que alguien a quien apenas había conocido hacía unos pocos minutos pudiese transmitirle con los brillantes ojos claros como los suyos un gesto de cariño y dolor como aquellos; era demasiado extraño y su confusión solo se iba incrementando con cada segundo que pasaba.
-Cómo? -preguntó sin pensar ya que su tecnología aunque increíblemente moderna todavía no llegaba tan lejos como para conectar de aquella insólita manera el espacio y el planeta -esto es real…?
-Mi hermano mayor creó este sistema para que pudiéramos ir y venir sin tener que desmaterializarnos a cada minuto, porque a final de cuentas se descubrió que hacerlo tan seguido genera un daño en las cadenas de ADN que a la larga termina por enfermar y acortar la vida de cualquier ser con un mínimo de integración orgánica -explicó aquel joven y aquello hizo palidecer de golpe al robot mientras que el pequeño Otto aparecía en su mente; se llevó una mano a la boca con un gesto que indicaba pánico completo -afortunadamente… también inventó la cápsula de reparación que se asegura de que las cadenas dañadas vuelvan a integrarse. Te alarga la vida y la vuelve más saludable. No te hace inmortal… pero al menos si estuviste años moviéndote por los túneles transportadores con la cápsula, es casi como rejuvenecer
Finalmente un pequeño asomo de risa por parte del humano relajó al robot que le devolvió el gesto antes de cerrar los ojos y extender un poco los brazos, dejando que el viento pasase por su sistema. Al menos hasta que volteó a ver con un gesto un poco más serio al muchacho.
-Pero no llegué yo a tu nave a través de un tubo de teletransportación?
-En la llegada ya vienen integrados los sistemas de la cápsula -el joven sonrió suavemente ante el cuestionamiento del otro que se relajó un poco -y mi hermano mayor arregló los sistemas en la base principal. Así que no tienes de qué preocuparte
-Y porqué no han hecho esos arreglos en las naves de los equipos generales? -cuestionó nuevamente molesto el robot comenzando a caminar de regreso a la puerta que lo conectaba a la nave, ingresando en esta mientras su anfitrión cerraba por detrás de ellos con el suave sonido de los paneles deslizándose y encajando al cerrarse -si realmente está haciéndose ese daño en nuestros oficiales…
-Ya se está implementando -asintió aquel joven de cabello ondulado comenzando a andar de nueva cuenta hacia otra de las salas de aquel sitio siendo seguido más de cerca por Larry -pero las bases son numerosas y están estacionadas no solamente en diferentes puntos del espacio sino del tiempo y acceder a todas y cada una para reemplazar los sistemas de transporte lleva un tiempo más largo del calculado -dejó escapar un suspiro cansino y el robot asintió con algo de fastidio, sabiendo que ellos serían uno de los últimos equipos en ser actualizados como siempre -pero al menos se está haciendo algo, que cuando nosotros llegamos a este sitio estábamos seguros de que… CUIDADO!
Exclamó de golpe el muchacho abriendo los ojos con alarma
-Con qué!? -apenas había alcanzado a cuestionar Larry cuando percibió el fuerte tirón de aquel humano. Apenas y había tenido tiempo de sorprenderse por la anormal fuerza que debía de haber tenido en su agarre a pesar de su cuerpo evidentemente delgado, los cálculos de su computadora indicaban que no habría debido poder hacer aquello debido a su peso en metal pero sin embargo le había arrastrado con una facilidad similar a la que él podría haber empleado para con el pequeño niño humano y justo a tiempo puesto que tres humanos nuevos habían pasado corriendo justo por donde él había estado unos momentos antes, arrojándose un balón ovalado que mostraba que se encontraban jugando futbol americano
-Hola Vee! Adiós Vee! -habían gritado de uno en uno mientras corrían arrojándose aquel juguete ante la expresión dura y reprensiva del joven lo que consiguió que al final se detuviesen los tres, volteando despacio a verle y comenzando todos a rascarse la nuca al mismo tiempo como niños regañados -ah… lo olvidamos amigo, no correr ni arrojar objetos dentro del ala de ingreso a las instalaciones, lo siento -se disculpó el más grande de ellos y que al robot le recordaba al tipo de Belardo: cuerpo grande y fuerte de hombros y pecho amplios pero mucho más joven que este, cabello castaño claro con pequeños destellos dorados y ojos celestes.
Sus otros dos compañeros parecían de la edad, aunque de cuerpos más delgados y no musculosos, el segundo de ojos miel casi dorado con el cabello rubio llevando un corte militar y el último de ojos verdes y con cabellos de un tono rojizo muy oscuro y con un corte a lo punk aunque era en lo único que se separaba del resto; Larry podía decirlo con solo ver sus ropas de descanso aunque con el emblema de los Escuadrones: todos eran oficiales del tiempo con labores y rangos diversos pero tenían las medallas impresas en sus playeras que indicaban su nivel de profesionalidad lo que era algo bueno para una estación tan grande como podía ver que era aquella.
Aunque lástima de que siempre los reclutadores parecían elegir humanos con un coeficiente más que infantil.
El silencio que se mostraba en aquellos momentos era cada vez más y más incómodo, siendo Larry el callado testigo de aquel intercambio de emociones que solo podían percibirse en el miedo y nerviosismo de los humanos que habían comenzado a apiñarse en un extremo de la pared casi cubriéndose por detrás del cuerpo más grande mientras que el muchacho de cabello azul a su lado había dejado de verles, con un gesto pensativo mientras apoyaba la barbilla en el pecho con las manos juntas por delante sin dejar de sostener el sujetapapeles.
Los oficiales comenzaron a tragar pesado y el robot volvió a colocarse un dedo cerca de los labios comenzando a contagiarse del nerviosismo de aquel intercambio.
En verdad aquel pequeño y escuálido humano podía ser capaz de espantar de forma tan abrumadora a los otros tres que eran más grandes y cuyos miembros ahora temblaban como si estuvieran a punto de ser sentenciados? Tanto el rubio como el pelirrojo se observaron por un ínfimo segundo antes de empujar con fuerza al más alto por delante de ellos mientras que este, ahora parecía tambalearse en sus piernas y se mordía entre pequeñas risas agudas la punta de un dedo sin que quien tenía delante lo viese.
-Ah… podría sugerir…? -había comenzado a hablar Larry pero los oficiales más delgados y jóvenes abrieron los ojos con alarma y rápidamente agitaron sus manos para llamar su atención y negaron vehementemente con la cabeza, lo que le indicó que cualquier intento de ayudarles probablemente solo lo empeoraría; y casi como un preámbulo a lo que se venía, uno de los dedos índices del muchacho de cabello ondulado comenzó a golpetear la superficie del sujetapapeles haciendo temblar aún más al joven hombre que le superaba en tamaño.
Quién lo diría…
-No rompimos nada, te lo juro por mi madre! -chilló finalmente aquel enorme humano alzando un poco las manos en son de paz -solo… no vimos el camino, te lo prometo, te lo juro que no hemos roto nada y solo hemos andado por los pasillos y para compensar cualquier trabajo que haya hecho Arnold previamente nosotros limpiaremos la próxima semana… o mejor todo el próximo mes! -agregó con un tono más alto y agudo lo que pareció hacer salir un pequeño suspiro del de menor tamaño
Parecía que de poco en poco las cosas se iban calmando y los párpados del humano al lado del robot descendieron apenas a la mitad, como meditando sobre sus palabras.
Todos permanecieron en silencio y finalmente, el joven de cabello ondulado se giró para observar a L-300 que se enderezó en su posición esperando un regaño hacia él a pesar de que no había hecho nada hasta ese momento; sin embargo, el humano de piel pálida tan solo señaló con un suave movimiento de mano al oficial de gran musculatura que finalmente pareció darse cuenta de la presencia del robot, observándole con total asombro e impacto, como si jamás en su vida hubiese visto un robot lo que hizo fruncir suavemente el ceño a este.
-William "Wheels" Lazer, Teniente Segundo, Conductor y Piloto encargado de cualquier nave o vehículo pesado dentro y fuera de cualquier misión de turno -presentó el muchacho con un nuevo movimiento lánguido de su mano en dirección del hombre joven de cabello castaño que repentinamente había sacado el pecho y se había acomodado en una pose que a Larry le recordaba definitivamente a la de Belardo; emitió un pequeño quejido, seguramente el tipo sería del mismo corte que su compañero… o eso creyó hasta que dio un pequeño brinco por el asombro que le provocó el ver una enorme mano que se extendía en su dirección de forma animosa
Dándole una mirada dubitativa al de cabello ondulado, el robot extendió su mano antes de sentir cómo el humano se la tomaba y se la agitaba con fuerza más sin sacudirlo violentamente como su oficial solía hacer la mayoría del tiempo con todos; el impacto era demasiado, era casi como si realmente le considerase un humano más lo que solo le descolocaba en medio de todo lo extraño que era aquello.
-Y también puedo encargarme de cualquier cosa pesada que se tenga que cargar… si son armas, tanto mejor -sonrió con agrado aquel joven provocando esta vez una risa más divertida por parte del robot que un momento después le dirigió una mirada casi maliciosa
-No me digas… y te gustan todas las cosas rudas y violentas como si no hubiera un mañana -añadió L cruzándose de brazos provocando que a quien tenía delante se le iluminasen los ojos
-Pero por supuesto!
-Y por supuesto que se mataría en el intento -el joven de corte punk empujó de lado a su compañero que no pareció molesto y que sin esperar tomó una de las manos del robot para saludarle -George Smith
-Sargento Mayor, Mecánico en Jefe de la nave base y nuestro encargado de defensa de la retaguardia en misiones -presentó el joven de traje oriental sin inmutarse por la alegría que mostraban aquellos humanos o por la curiosidad y diversión que dejaba ver el robot que parecía haberse olvidado de que nadie en casa se había dado cuenta de su ausencia -y él es…
-Elijah… Wilson, Sargento Mayor también y encargado de Reconocimiento de los Terrenos a los que nos dirigimos así como de planear la mejor estrategia para entrar y salir sin mucho problema, también llevo conmigo cualquier artefacto extra que se pueda requerir en caso de estancias largas así como aprovisionamientos -señaló con orgullo el otro joven señalándose con el pulgar mientras le guiñaba un ojo lo que hizo que el enfoque de L-300 se hiciese pequeño por el impacto
Los tres humanos comenzaron a reír por sus reacciones lo que provocó que el aludido se ruborizase fuertemente a pesar de su estructura metálica; no estaba acostumbrado a ese tipo de trato, eran muy raros y contados los humanos que le trataban como un igual y no como un artefacto de acompañamiento por lo que aquel recibimiento era definitivamente abrumador. Volteó a ver al muchacho que le había recibido de primer instancia como cuestionándole aquello y finalmente pudo ver como volvía a relajarse para él y componía una suave sonrisa tranquilizadora.
-No es algo de lo que debas de preocuparte en este sitio -pareció tratar de calmarle pero antes de que pudiese añadir algo más, una voz femenina y juvenil, similar a las que el robot solía escuchar en sus telenovelas con porristas se elevó por encima de la de quien ahora sabía, llamaban "Vee"
-Así que… nuevo compañero de equipo? -inquirió una de las dos féminas recién llegadas, una rubia de coleta delgada y de gran extensión seguida de una chica de cabello rojo intenso y largo que lo sostenía con un enorme moño negro -Olivia Johnson -se presentó saludando con la misma gracia que el resto al robot que estaba ahora más tenso que antes, perplejo ante la cantidad de personas que había en aquel sitio -Armamento y Fuerza de Ataque. Comandante -se señaló antes de hacer una seña a su compañera que sonrió con gracia saludando de igual forma a L-3000 -ella es Anya Sidorov
-Comandante, Médico Militar y encargada primaria de las comunicaciones entre fuerzas menores y secundaria en cuanto a comunicaciones con la nave y la base principal. También me especializo en químicos, venenos y cualquier material que pudiera servirnos como medicina o como respuesta violenta y directa ante una amenaza! -dijo con un tono firme y golpeado repentinamente, estrellando un puño cerrado y enguantado en contra de la palma de su otra mano haciendo saltar al robot -pero casi nunca hacemos esas cosas, nuestro Teniente generalmente tiene todas las situaciones controladas y en el raro caso de que debamos de actuar de una manera más… bueno, efectiva, siempre intentamos que queden los menores daños posibles -explicó cerrando los ojos como si aquello no tuviese importancia al tiempo que los demás humanos asentían provocando en Larry un fuerte dejo de irritación
Era como estar en una nave rodeado de mil clones de Belardo en todas direcciones.
-O los más reparables o los que creen el menor número de líneas alternativas posibles -suspiró el muchacho llamado Vee dejando escapar un suspiro antes de parpadear con evidente sorpresa ante el ahora arrebato del robot que parecía furioso y que había alzado ambos brazos
-Reparables?... Menores Daños!? -Larry esta vez no pudo menos que estallar, olvidándose por unos instantes del temor que sentía por estar en un sitio nuevo y por los rangos de quienes le rodeaban -no se supone que son un Escuadrón dedicado a proteger la línea temporal que mantenga nuestro futuro como el lugar brillante y tecnológico que es!? -soltó observando a los humanos que se vieron discretamente entre ellos antes de que la muchacha rubia observase al joven de cabello ondulado que había vuelto a su expresión neutral, casi como si hubiera esperado aquel abrupto
-Aún no lo sabe? -preguntó con un dejo casi burlón y divertido esta señalando con un dedo al robot en una pose presuntuosa mientras que L-3000 se colocaba las manos en la cadera e imitaba un poco la pose de la fémina
-No me señales con el dedo jovencita, que es de muy mala educación -riñó el robot bajando los párpados con severidad solo provocando que la aludida riese por lo baso cubriéndose muy apenas los labios con la mano que había movido -lo mismo pasa con burlarse de las personas!
-Muy bien, muy bien… oigo gritos, por qué escucho tanto alboroto?... nadie se ha metido en la cocina de Vee, cierto?
-Oh no… esto es mucho mejor hermano -respondió en voz alta el oficial llamado William comenzando a reír de buena gana ante la expresión irritada del robot… antes de que otro humano ingresase en aquel pasillo; por el amor a todo lo electrónico, pero cuántos humanos podían caber en un solo equipo? Larry estaba seguro de que aquello se pasaba por entre todas las tuercas las reglamentaciones establecidas para los Escuadrones del Tiempo pero antes de decir nada más o reclamar al recién llegado, se había girado para verle…
Y entonces, el circuito vocal casi se le había ido al suelo de la impresión.
Un joven de cabello rojo húmedo y largo les observaba entre confundido y curioso, los ojos de un verde brillante posándose en cada uno de los presentes hasta llegar al propio Larry 3000 que permanecía congelado en su lugar, sin poder dejar de ver al humano delante suyo lo que provocó que los ojos del recién llegado se abriesen con alarma y soltase el único trozo de tela algodonado que había estado cubriendo su cintura hasta aquel momento; algo en su interior había saltado, casi como si hubiera dado un mal paso en el aire porque sus circuitos gritaban que lo conocían, algo en el fondo de su banco de datos le decía que sabía perfectamente de quién se trataba a pesar de que en aquellos momentos todas las diferencias eran notorias en grados supremos.
Se veía atlético, más que sus demás compañeros pero no al nivel exagerado que mostraban tanto Tuddrussel como el otro muchacho, su forma era buena y dejaba ver que se mantenía saludable y probablemente, ahora se cuidaba lo suficiente como para no cargar con todos los problemas médicos que de niño llevaba a cuestas; no veía las enormes y pesadas gafas redondas por ningún lado pero el ligero brillo en los ojos parecía indicar lentillas o quizá, alguna intervención laser, no estaba seguro.
Las pecas habían desaparecido en su mayoría, difuminadas por la piel levemente bronceada signo de varios días bajo la luz del sol y el cuerpo en general húmedo por alguna ducha reciente y ahora descubierto después de la caída de la toalla por reflejo del susto provocado en este, dejaba ver algunas cicatrices en muslos y brazos lo que indicaba que los entrenamientos que había tomado para llegar a ese punto habían sido más intensos de lo que él hubiese permitido por parte de Brito jamás en su vida. Pero lo que más le preocupaba, era la evidente y profunda quemadura que atravesaba su pecho demasiado cerca del corazón haciéndole sentir un breve momento de angustia que hizo doler sus circuitos más allá de lo concebible.
No podía estar equivocado.
Aún seguía siendo algo sin mucho sentido para su banco de información pero no había error alguno. Reconocería a su niño, su alegría y su fuerza de voluntad, todo lo que lo había llevado hasta aquellos momentos, sin importar el sitio o las circunstancias. Se llevó ambas manos hacia los labios, si pudiese emitir lágrimas como los humanos en aquellos momentos lo estaría haciendo aunque de todas maneras su cuerpo mecánico comenzaba a producir una especie de condensación de vapor sobre sus cámaras de visión.
-Ojitos?
-Lawrence?
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Notas de Autor 2: Gracias Warner... con el borrón a Cartoon Network terminé dolida y con más animos furiosos de seguir editando estos fics, te odio por hacerme esas cosas TnT.