Aquí Saint Ninja 11 reportándose.
Hoy es 13 de julio por lo que es día del cumpleaños de Tsushima Yoshiko o Yohane para los amigos jeje.
Sin más, comencemos…
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Un nuevo día en Numazu, con el calor del verano dando con todo en la región tropical la cual era conocida por sus mandarinas, así como su hermoso mar azul con vista al monte Fuji.
En un apartamento de la ciudad, se encontraba una chica de cabello azul marino y ojos rosados vestida con un traje de gótica con alas de ángel negro sobre su espalda.
- Se supone que iba a venir temprano, ¿Por qué demonios se está tardando tanto? – decía la chica que respondía al nombre de Tsushima Yoshiko, estudiante de primer año de la academia Uranohoshi.
La joven que tenía de alter ego a una demonio poderosa de nombre Yohane y esta parecía estar esperando a alguien y fue cuando escuchó su celular sonó.
- Por fin – al revisar lo que le enviaron, solo sonrió y esperó hasta que minutos después, tocaron su puerta.
Al ir a ver, se encontró con un chico de cabello castaño oscuro, ojos azules y un poco más alto que la peli azul.
- Te tardaste.
- Jeje, lo siento, pero es que me hechizo de tiempo no se aplicaba cuando venía por llegando y todos los vehículos de transporte seguían pasando – el chico decía haciendo una pose con dos dedos de frente – o sea que el semáforo no daba la señal de paso al peatón.
- Te entiendo, es jodido cuando pasa eso, pero ni modo, alístate porque vamos a hacer eso – la chica hizo pasar al castaño. Este joven respondía al nombre de Tsuzuki Muneharu y con Yoshiko tenían una relación sentimental la cual inició de forma extraña, pero linda.
Los dos se conocieron en una convención de anime en donde iba vestida de ángel caído y él iba vestido de hechicero. Coincidieron en varias cosas y acabaron intercambiando números hasta que con el paso de las semanas y meses se hicieron pareja.
Y Muneharu también a veces deliraba con ser un hechicero poderoso, aun así, tenía mejor la percepción de la realidad que Yoshiko.
Volviendo al presente, ambos se habían reunido para llevar a cabo una especie de ritual que según Yoshiko, podría ayudar a fortalecer su relación.
- Técnicamente es un masaje.
- ¡No es un masaje! Es un ritual para poder ayudar a este ángel caído a la relajación extrema, así que por eso es que estaba esperándote, así que… hazlo – Yoshiko se acostó sobre la cama, quitándose sus alas, así como parte de su traje de gótica.
- De acuerdo, el gran hechicero Merlín hará su hechizo del ritual de la relajación máxima para el ángel caído Yohane – con eso, Muneharu iniciaría.
El castaño dirigió sus manos hacia los muslos de la peli azul quien gimió un poco, aunque el castaño continuó con lo suyo, aun así, se sonrojó un poco por escuchar los suaves quejidos de Yoshiko.
- ¿Te relaja?
- S-Sí… me relaja – esto siguió como si nada, pero las manos de Muneharu fueron subiendo de poco en poco hasta llegar a los muslos y siguió así.
Esto continuó hasta que llegó a los glúteos de la peli azul quien se sorprendió por eso, pero en lugar de reclamar, dejó que su pareja siguiera con lo suyo.
- Me está tocando el trasero… debería molestarme porque me está tocando ahí, pero es que se siente bien – pensaba la chica sintiendo las manos de su amante que continuaba de ese modo.
En un momento, el chico dejó de acariciar su trasero y se subió sobre su novia, frotando su entrepierna contra el trasero de Yoshiko, eso no lo vio venir.
- Muneharu, ¿Qué se supone que haces?
- Lo siento, pero es que eres jodidamente sexy, Yoshiko.
- Pero no era para que hicieras eso – a pesar de las quejas de Yoshiko, no le ordenó que se bajara de encima de ella y es que la oji rosada no perdió tiempo y ella también comenzó a moverse al son de las caderas de su novio.
Esto siguió hasta que la erección de Muneharu se hizo más insoportable por lo que se bajó su pantalón junto con su bóxer, revelando su pene erguido.
- Mi Little demon, ¿Por qué estás así con solo frotarte?
- Es que eres sexy Yoshiko.
- ¡Es Yohane! – sin importar el reclamo, Yoshiko fue haciendo lo mismo y su ropa interior fue quitada de ella, así mismo, la ropa de los dos fueron volando hasta que quedaron sin nada.
Puede que la peli azul no fuera la que mejor cuerpo tenía, pero tenía unos pechos de bonito tamaño, así como sus curvas y piernas buenas.
- Yoshiko.
- Ya te dije que es Yohane – susurró esta y los labios de ambos se unieron en un beso apasionado, así como el frote de sus cuerpos.
- Se supone que solo íbamos a darnos un masaje y acabamos así, es rápido ¿no?
- Bueno, el gran hechicero no se podía resistir al cuerpo del ángel caído – la peli azul decía con una sonrisa de lado.
- Pues entonces, tendremos que mostrar lo linda que eres.
- ¿Eh?
Lo siguiente que se vio fue a Muneharu llevar a Yoshiko hacia el balcón a pesar de las protestas de esta de no hacer eso, pero al final, acabaron teniendo sexo en esa zona.
La peli azul se encontraba apoyada en la baranda de metal mientras el castaño estaba tomándola de la cintura embistiéndola con fuerza.
- D-De todos los sitios tenía que elegir este… es un idiota, pero que rico – los pensamientos de la oji rosada eran nublados por el placer del acto.
A pesar de que era arriesgado que en pleno día estuvieran haciéndolo en esa zona de su apartamento, para Muneharu era excitante a muchos niveles, lo que solo provocó que el movimiento siguiera con más rapidez y dureza.
El oji azul no perdía tiempo y con sus manos, fue hacia los pechos de Yoshiko, quien se tenía que morder el labio para evitar gemir duro, algo que sabía que atraería la vista de algún metiche.
- Y-Yoshiko… m-me tengo que… correr – su novio aumentó la velocidad de sus toques hasta el punto en que se podía oír con más claridad el choque de cuerpos.
La peli azul no respondió ya que se encontraba tan sumergida en el placer que no encontraba palabras para decirle a su pareja, pero el tiempo apremiaba por lo que sin esperar alguna respuesta de su novia, eyaculó dentro de ella.
El grito que soltó Yoshiko fue algo duro, pero rápidamente se mordió el labio para evitar seguir haciendo ruido, sin más, el chico arrastró a su pareja hacia el interior del apartamento antes de que algún vecino saliera a ver.
Ya cuando las cosas se calmaron, los dos seguían unidos hasta que el castaño se separó dejando que un poco del semen dentro del ángel caído cayera.
- Eso fue genial – Muneharu decía sonriendo un poco, pero cuando miró a su novia verlo con molestia, esta solo le pegó algunas veces en el pecho.
- ¡Idiota! ¡Nos pudieron haber visto!
- L-Lo siento, pero es que me ganó la emoción.
- ¡Te ganaron las ganas! ¡¿Qué pasaría si alguien me grabara y lo subiera a internet?! – Yoshiko despotricó con el oji azul, aunque luego de unos minutos de calmó – nunca más volvamos a hacerlo en el balcón, ¿entendido Little Demon?
- De acuerdo, Yohane.
- ¡Que es Yoshiko! – se calló – no, ahora si lo dijiste bien y por eso, tendrás un premio para servir a tu ama, mi Little Demon.
Al reanudarse la actividad, Yoshiko se encontraba ahora cabalgando a su novio con mucha fuerza, el castaño por su lado solo se dedicaba a ver el espectáculo que tenía frente a él, con los pechos de la fémina moviéndose. A pesar de su tamaño, podía tomarlos y apretarlos para hacer que Yoshiko fuera más rápido.
Dejando de jugar con los pechos del ángel caído, pasó a dar nalgadas que solo provocaban a la de ojos rosados a ir más rápido lo que solo provocaba que la cama rechinara con fuerza.
- Q-Que rico… h-harás que… me corra…
- C-Complace a tu ama… tienes que hacerlo… suéltalo – las palabras de Yoshiko fueron órdenes para Muneharu a lo que acabó eyaculando de nuevo en el interior de la peli azul.
La joven se quedó encima de él por un momento antes de desplomarse sobre el cuerpo del castaño quien la abrazó fuerte. Unos minutos después, el pene se ablandó dejando salir algo del esperma dentro de Yoshiko.
- ¿Este es el final del ritual de calma?
- Sí… no puedo sentir mi cuerpo – la peli azul exclamó acostándose a su lado, Muneharu jugó con sus pechos – ah… no, no los toques… ah… estoy sensible.
- Lo siento, pero es que te ves sexy así.
- Como sea… Yohane tiene que retomar fuerzas y ocupa del gran hechicero para recuperar energías.
- Entiendo – los dos se acomodaron a dormir y sin más, se sumergieron en el mundo de los sueños, sin olvidar la gran sesión de sexo tenida.
