Todos los personajes No son mi propiedad, todos los derechos son para la creadora Rumiko Takahashi, la historia es sin fines de lucro.
La historia es una muestra de agradecimiento para la autora, por crear tan bella serie que me sacó una sonrisa en mis momentos de soledad y aun me sacan una sonrisa.
Capítulo 7 Literatura
Akane se encontraba en su escritorio con su libro de literatura abierto y un cuaderno hasta que escuchó un ruido en su ventana, sin esperar la apertura, pero no vio a su prometido en cambio vio a un pequeño cerdito negro.
-P-chan, ¿Dónde te habías metido? Ven aquí pequeño- la peli azul tomó en sus brazos al pequeño y lo colocó en su pecho para darle un gran abrazo- Me alegra mucho que estés aquí-
-A Akane…- el trenzudo se encontraba en la ventana de la peli azul
-Ranma…- dijo sorprendida al verlo de nuevo en su ventana
-¿Qué haces aquí?- dijo molesto acercándose a su prometida-
-¿Cómo que qué hago aquí? Este es mi cuarto- dijo molesta
-No hablo de ti, estoy hablando de él- señala al cerdito
-Es P-chan acaso no te acuerdas de él, es mi cerdito viene de vez en cuando de momentos desaparece, pero siempre vuelve, lo tengo desde hace mucho y duerme conmigo- dijo algo confundida debido al comportamiento del pelinegro
-Que tu ¡¿Qué?!- el chico se quedó paralizado por la sorpresa al igual que su cara cambiaba de color de un tono pálido que en segundos se convirtió en rojo por la rabia que sentía- ¡¿Cómo puedes dormir con él? ! ¡Yo soy tu prometido! - el chico comenzó a gritar
-¡Podrías calmarte, es solo un cerdito- dijo molesta y gritando
-Solo un…- el chico pensó un momento- Eso no es un cerdo- señaló al animalito- Él es ¡Ay! – el pequeño cerdito mordió el dedo del tenzudo por lo que el artista sacudió su mano tratando de quitarlo, pero fue en vano el cerdito mordió con fuerza, Ranma se movió por toda la habitación para zafarse de la mordedura hasta que logró quitárselo, el pobre cerdito voló hacia la pared y cayó en el suelo- Al fin-
-Ranma- la chica estaba furiosa tanto que se lograba ver su aura de pelea y de una patada lanzó al trenzudo por la ventana cayendo en el estanque.
Ranma salió del estanque en su forma de mujer- Akane que tonta- gritó llamando la atención de todos Tomaré un baño- se duchó con agua caliente y salió en su forma normal y se dirigió al dojo para entrenar
La peli azul enfrentaba una serie de sentimientos en su interior, suspiro con gran pesar, su vida se había transformado con la llegada del trenzudo pero ahora es un revuelo por su pérdida de memoria, tantos sucesos en poco tiempo la mantenían agotada, pero no podía descansar al menos no antes de terminar con sus tareas
-Pobre P-chan- la chica tomó al animalito en sus brazos- Disculpa a Ranma no sé qué le pasó de pronto enfureció- la chica dejó al cerdito en el escritorio, mientras ella volvía a sentarse- De todas formas, no debería tratarte así , al parecer el haber olvido de mí lo volvió más imbécil- el cerdito chilló para que la chica volviera hablar- Ah ¿qué pasa? - volvió a chillar- A ya sé quieres saber que le pasó- el cerdito asiente en respuesta- Bueno al parecer Shampoo usó un incienso para borrarme de la memoria de Ranma, olvidó todo de mí- el cerdito abrió sus ojos de sorpresa y pánico, tan rápido como pudo corrió directo a la puerta comenzando a rasgarla- ¿Quieres salir?- el cerdito siguió rasguñando hasta que la chica le abrió la puerta, el cerdito se dirigió al baño en segundos salió Ryoga que no detuvo su paso buscando al trenzudo por toda la casa, rápido se dirigió al dojo lo encontró entrenando con el ceño fruncido
-Ranma- dijo mientras cerraba las puertas del dojo.
-¿Qué quieres traidor? – dijo mientras seguía practicando
-Escucha Ranma ya sé lo que te pasó, por eso te pido no digas nada- dijo mientras se acercaba al trenzudo con las manos en forma de súplica
-Ah con que a escondidas- se rascó la frente con un dedo mientras un ojo saltaba de enojo- No lo puedo creer lo que estás diciendo creí que éramos amigos, pero ahora te atreves a pedirme que no le diga a la familia, eres tú el que se mete a su cuarto en forma de cerdo, eres un cobarde y un traidor por robarme a mi prometida- el chico empieza a lanzar golpes contra Ryoga
-Idiota ¿De qué rayos estás hablando? – Ryoga esquiva los golpes con dificultad, intenta apartarse para pensar hasta que calló en cuenta de lo que su amigo quería de decirle- A caso tú crees…- el chico empieza a ponerse rojo- Para nada Akane y yo no tenemos ese tipo de interacción - se justificó tratando de ocultar su rostro, pero al mismo tiempo soñador
-Mentira- lanza un golpe fallando causando un agujero en la pared
-No Ranma es verdad, lo único que pido es que no le digas a Akane que soy un cerdito-
-¿Cómo?- el trenzudo se detuvo para tratar de pensar, su amigo se sentó en el suelo para que el trenzudo se sentara al frente de él
-Escucha hace más o menos un año Akane cree que encontró un cerdito negro, le puso por nombre P-chan, ella no sabe que P-chan soy yo, si lo descubre perderé su amistad para siempre y no querrá verme nunca más, por eso te pido no digas nada- el trenzudo empezó a gruñir de enojo- De verdad te juro que cuando estoy en su cuarto duermo en el borde de la cama no intento hacer nada más-
-Está bien- dijo Ranma entre dientes, aunque no le gustaba la idea, sabía que su amigo era una buena persona.
-Gracias me salvaste el pellejo- dijo aliviado
-Pero estaré al pendiente, si escucho algo te mandaré de vuelta a las montañas- dijo amenazando
-C-Claro- Ranma quitó la mirada malvada del pobre muchacho- Akane tiene razón, cambiaste-
-¿De qué hablas?- dijo mientras se ponía de pie con los brazos cruzados
-Hablo que tú nunca amenazas, no recurre a la violencia de inmediato, te gusta hacer cosas absurdas para separarme de Akane, pero nunca lanzas el primer golpe, parece…- el chico llamó un segundo tratando de ocultar un dolor que oprimía su pecho- Parece que te estás enamorando-
-Eh… yo…-el chico bajo su mirada comenzando a jugar con los dedos tratando de encontrar palabras para excusarse
-No lo negaste- el chico baja su mirada triste- Normalmente lo niegas de inmediato tratando de excusarse- inhaló lo más profundo que pudo- Deberías ir a hablar con ella- el trenzudo lo ve sorprendido- A eso fuiste a su cuarto ¿no? –
-Si, pero no puedo decir nada solo de imaginarlo, me es imposible-
-Busca la manera- el chico empezó a caminar a la salida del dojo- Yo estaré abajo me iré mañana, suerte- el chico de la venda amarilla se retiró del dojo, su mirada reflejaba la tristeza de un acto que sabía que ocurría tarde o temprano
La peli azul finalmente terminó sus tareas, se puso su pijama para dormir, pero de nuevo escuchó otro golpe en su ventana.
-Al parecer te gusta entrar por la ventana-
-Tal vez- dijo con una sonrisa
-¿Ahora qué quieres?- dijo con los brazos cruzados estaba molestando
-¿Qué te pasa?- se colocó al frente de ella
-Yo… no entiendo lo que estás hablando- dijo mientras desviaba su mirada
-Desde la cena estas triste- la chica bajó su rostro, pero no hubo respuesta- Estas así porque tal vez no recupere mis recuerdos-
-Bueno… es solo que…-
-¿Solo qué?- el chico toma la mejilla de la peli azul con suavidad, pero la chica se aparta al sentir la mano de su prometido
-Solo que no quiero que te sientas obligado a tratarme si no quieres, al fin y acabo nosotros… terminamos con nuestro compromiso- sus ojos brillaban por la tristeza y la amenaza de las lágrimas
-Ya te dije no sé si quiero romperlo- el chico sintió una gran carga en el pecho cuando la escuchó
-¿Por qué?-
-Quiero conocerte- dijo acercándose a ella nuevamente
-¿Para qué?- la chica quería admitir su derrota sabía que entre más pronto lo aceptara más rápido se iría el dolor- Si cuando tenías memoria nunca fuimos nada, ¿Para qué conocerme? si ya habías tomado una decisión
-Yo… no lo sé- el chico no lograba expresarse sin que la vergüenza se apoderaba de él
-Lo ves no vale la pena intentarlo, creo que debemos separarnos- las lágrimas empezaron a salir traidoras de la devoción de la peli azul, sus esperanzas se esfumaron al entender que ya no había recuerdo o sentimiento en el cual le dé la oportunidad
-Espera…- el chico tomó la mano de su prometida, su cuerpo reaccionó por sí solo, como si fuera una necesidad tenerla cerca- Yo…- el chico buscó a su alrededor algo que lo ayudara finalmente soltó la mano de su prometida tomó el libro de literatura del escritorio junto con una marca textos, empezó a hojear el libro hasta que encontró algo y con la marca texto señaló unas palabras, miró a su prometida se sentó en el borde de la cama invitándola a sentarse junto a él, la peli azul así lo hizo y el chico señaló el libro
-Si teníamos…- la chica leyó en voz alta lo subrayado, el chico volvió a hojear- La oportunidad…- el trenzudo siguió su búsqueda- De separarnos…; porque…; - la búsqueda tardaba unos segundos- No…; lo hicimos…; antes…; ?-
-Yo…- la peli azul estaba sorprendida su prometido había encontrado una forma de expresarse sin decir nada, volteó a verlo tenía la cara roja la vergüenza se apoderó del trenzudo tanto así que su mirada solo se enfocaba en el libro mientras dejaba sus mechones caer en su rostro tratando de ocultar el rojo de sus mejillas, ella conoció el gran esfuerzo que hacía quería ser sincero con él- No lo sé… tal vez la rutina, la presión o todo lo que sucedía mientras estábamos juntos, pero ya habías tomado una decisión y pienso respetarla
El pelinegro buscó entre las páginas algo que le pudiera servir hasta que lo encontró y la peli azul volvió a leer en voz alta
-Aún…; No…; él…; tomado…; una…; decisión…; - la chica quería retomar su plática del otro día- Claro te dije de romper el compromiso…-
-Pero callé- esas fueron las palabras que señalaron el pelinegro
La chica estaba perpleja, tenía razón esa noche Ranma no dijo nada solo se fue, no le había dado respuesta alguna fue ella quien lo descifró así- "¿Por qué no me respondió?"-
-Te… te propongo algo- dijo el trenzudo apartando la vista y tratando de ocultarse en el libro y seguir buscando palabras, invitando a la chica a leer
-Debes… contar… lo… que… vivimos… déjame conocerte… si… después… quieres… terminar… lo aceptaré…- la forma de sorprenderla era única, la ojicafe pensó unos segundos para luego decir- Acepto tu propuesta- el trenzudo la miró a los ojos le compartió una sonrisa, una sonrisa con la que la chica tenía la esperanza de solo ser ella la única en verla, pronto el ojiazul se levantó dejó el libro en el escritorio, agitó su mano en forma de despedida para salir lo más rapido por la ventana
Akane lo vio desde la felicidad se reflejaba en su sonrisa finalmente ambos tenían un trato uno en el que ambos aceptaron, Akane tenía mucha ilusión de contarle todas las aventuras que tuvieron, todas aquellas veces en el que él la había salvado y como ella lo había apoyado, además era su oportunidad de reprocharle por todas esas veces que la apodaba así como las millas de travesuras, la chica cerró la ventana para mirar el libro- Valla, nunca creí que me gustara tanto la literatura-
