Todos los personajes No son mi propiedad, todos los derechos son para la creadora Rumiko Takahashi, la historia es sin fines de lucro.
La historia es una muestra de agradecimiento para la autora, por crear tan bella serie que me sacó una sonrisa en mis momentos de soledad y aun me sacan una sonrisa.
Capítulo 12 Flores
El sol brillaba con fuerza en Nerima, sobre todo en el instituto Furinkan, los alumnos se encontraban en los últimos minutos de clases para salir a almorzar, mientras cada alumno esperaba con ansias el sonar de la campana debido a que ese día había un calor sofocante.
-Para finalizar debemos tomar en cuenta los…- el profesor dictaba el tema a tratar en el momento que escuchó la campana
-Vámonos de aquí- dijo uno de los compañeros mientras casi toda la clase salía del salón con gran apuro les era necesario un respiro de ese sofocante salón
Akane se levantaba de su asiento muy tranquila esperando que la avalancha de sus compañeros terminara, miró a su costado y logró observar a su prometido durmiendo sobre el pupitre, posaba su cabeza entre sus brazos para una mayor comodidad, lo único de su rostro que se lograba ver era apenas unos mechones de cabello que cubrían levemente su ojo, la peli azul se posicionó a su lado, se inclinó un poco para estar a la misma altura que él, mientras lo miraba una tierna sonrisa salía de sus labios- "En otros tiempos lo habría golpeado por no prestar atención, pero ahora…"- la chica levantó su mano para esos colocar mechones que se interponían en la frente de su prometido para llevarlos atrás de la oreja del peli negro, lo siguió mirando por un par de segundos , observando que tan vulnerable se veía mientras dormía.
-Akane- se escuchó la voz de una de sus amigas proveniente del pasillo, además de fuertes pasos que se aproximaban, la oji café se erizó por la sorpresa, dejó de mirar a su prometido y sacar de su maletín el almuerzo que su hermana había preparado, mientras se apresuraba a la salida en ella ambas por poco chocan- Akane ¿por qué tardas tanto? Tenemos que salir a almorzar
-Si ya iba solo…- buscaba algo con que excusarse- Solo estaba sacando mi almuerzo- señaló
-Bueno, ven necesitamos un respiro - las dos chicas se alejan del salón quedando solo Ranma
En el momento que los pasos dejaron de oírse, el pelinegro se levantó de su asiento, dejando que los mechones de su fleco cubrieran sus ojos, pero su flequillo no era los suficientemente largos para ocultar el color carmín que adornaba sus mejillas no se encontraba dormido. solo quería saber cómo reaccionaría su prometida, se fue del salón.
La peli azul se encontraba en el patio con sus amigas, mientras almorzaban, pero ellas no dejarían respirar a la oji café, ellas no se creían el cuento del sorteo.
-Akane ya dinos ¿quién te envió los chocolates? - insistía en una amiga de Akane
-Ya les dije gané un sorteo- respondió llevando una porción de arroz a su boca
- ¿Oh yes? Entonces ¿Quién es Kentaro? – Dijo su otra amiga
-Mmm- la peli azul necesitaba encontrar las palabras adecuadas- Es el patrocinador del sorteo-
- ¿Y qué dijo la nota? - seguían insistiendo
-Felicidades señorita Tendo es la ganadora de la docena de cajas de chocolate, gracias por su participación que los disfrute- la chica odiaba mentirles a sus amigas, pero sabía que, si les decía la verdad, no la dejarían en paz para tratar de conocer a su "nuevo prometido"
-¿Solo dijo eso?-
-Si-
-Pero te tardaste leyendo la nota-
-La volvió a leer para confirmar que no se habían equivocado- otra mentira más a su lista
-Está bien, ¡ay! por un momento creímos que era de un admirador- se desilusionan
-No, no hay nada de eso- dijo firme terminando su almuerzo- Bueno ya acabé, saben iré por un refresco, ustedes quieren algo-
-No gracias Akane- dijeron sus amigas
La peli azul se dirigió a la cafetería, perdida en sus pensamientos, no quería que sus compañeros incluyendo al resto de la escuela se enterara del nuevo pretendiente, este era mayor que ella además de tener dinero, eso provocaría que sus amigas la inciten a tener una cita o que Kentaro se asocia con una de ellas o peor aún con su hermana Nabiki esa avariciosa es capaz de cualquier cosa para obtener dinero, tal vez le vendería información de ella y de Ranma o trataría de vender información para saber dónde se encuentran, aunque eso no le preocupaba tanto, conoce a su hermana y hasta ella tiene límites, lo que le preocupaba era la nota, las palabras que contenían le causaba escalofríos "obsesión", "serías solo mía", "tu sabor será mi favorito", la forma en la que la nota se refería a ella le causaba un poco de temor, quería que su padre fuera fuerte ante cualquier propuesta que ese riquillo le ofreciera- "No quiero estar atada a alguien a quien no conozco"- caminaba con la cabeza baja hasta que en su camino se cruzó con alguien a quién no había visto desde hace tiempo
-Ukyo- dijo sorprendida la peli azul pues acababan de chocar
-Hola Akane- respondió la cocinera
-No te había visto desde hace varios días y tampoco te había visto en la escuela-
-Si necesitaba tiempo para pensar…- llevó su mano a su nuca
-¿Por qué no llegaste a las primeras clases?- preguntaba muy curiosa la oji café
-Tuve un imprevisto en el restaurante, por suerte los demás lo arreglaron, decidí llegar a las últimas clases, porque ya no quiero faltar- le contestó muy sincera
-Ya veo-
-No he venido desde hace un tiempo, ¿Dónde está Ranma?- miraba detrás de la peli azul
-Bueno el…- a la peli azul le empezaba a doler el pecho cómo si tuviera una gran carga – "Al parecer las cosas no cambian, Ukyo sigue enamorada de Ranma"- suspiro- Creo que está con los chicos jugando- llevó una mano a la altura de su pecho
- Entiendo, y ¿cómo sigue con su problema de memoria? –
-¿Te enteraste?- se preguntó, llevando su mano a la altura de su boca
-Desde el día que me rechazó, pero lo confirmé cuando unos chicos fueron al restaurante y hablaron de Ranma había perdido la memoria, además que su comportamiento es diferente-
-Ukyo hablando de eso…- la chica bajó la mirada dejando que sus mechones cubrieran su cabeza, respiró hondo para hablar de frente lo que por mucho tiempo se estuvo posponiendo o que nunca se pensó hablar algún día- Yo… yo sé que te rechazó el otro día, aún no sé cómo solucionar esto, pero en el fondo sé que Ranma recuperará la memoria, tal vez no recuerdes lo que ocurrió estos días, así que no creas el rechazo puede ser que realmente no es lo que siente, al final. él es el único que decidirá, por eso te pido que no te separes si es eso lo que te llevó a faltar, tal vez todo esto es solo un juego de su mente, no me importaría hacerme a un lado porque al final solo quiero que sea feliz a quien sea que elija- las lágrimas amenazaban con salir de sus ojos, sus palabras eran una apuñalada al corazón así misma, pero necesitaba ser sincera, sabía que Ukyo era la mejor amiga de Ranma desde la infancia, no podía dejar que la oportunidad de Ranma de ser feliz se fuera solo porque ella se interpondría en ambos
-Si todo esto es un juego de su mente, entonces ¿por qué su mente ha estado jugando con el antes de su perdida? – la cocinera respondió lo más serena y amable posible
-¿Cómo?- la chica la miró sorprendida, nunca en su vida había llegado a pensar que su rival de amores dijera esas palabras con tanta claridad
-Akane, estos días me han servido para pensar y reflexionar, no creo que cuando me rehusé fuera porque su mente estaría jugando, lo sé desde hace un tiempo, nunca te has preguntado el ¿porque Ranma se queda dormido en clase? – cruza los brazos en señal que la peli azul adivinara la respuesta
-Porque no le interesa reprobar- fue lo primero que se le vino a la mente
-No- negoció con la cabeza, dejando caer sus brazos a su costado – es porque te mira a ti- la peli azul abrió los ojos a escuchar esas palabras - Desde que llegué al instituto me he sentado en la parte de atrás, desde ahí puede ver todo lo que hacían, Ranma coloca sus brazos sobre el pupitre para dejar caer su cabeza, no era porque se preparaba a dormir, era porque disimuladamente te veía concentrándote en resolver los problemas, de vez en cuando mostraba una sonrisa, tú eres lo. último que ve antes de dormirse, durante mucho tiempo me estuve engañando pensando que solo era una coincidencia, pero eran demasiadas-
La oji café seguía escuchando atenta a cada una de las palabras, sorprendida, no creía que ese insensible estuviera atento a cada movimiento que ella hacía.
-Él es muy sobreprotector contigo, mucho más después de su viaje en Jusenkyo…, el día de nuestro enfrentamiento, no dejaba de verte, pensé que solo te veía porque te creía débil para la batalla, en el momento que intervino fue para protegerte, no negaré que estaba celosa, por eso me atreví a besarlo si eso cuenta como beso apenas rozamos labios, su reacción fue alejarse y luego me mandaste a volar- se ríe un poco
-Lo siento-
-No te preocupes, ganaste la batalla, eso es lo que cuenta, esto parece un chiste, la mayoría cree que eres la más débil, pero la realidad eras la más fuerte, siempre fuiste el más grande rival que pude haber tenido, la verdad. es que eres tú quien merece estar junto a él, lo apoyas, lo cuidas, te preocupas y siempre estás ahí para él, yo nunca fui una opción, eres la única para él-
-Yo… no lo-
-Créelo- la cocinera colocó su mano en uno de los hombros de la peli azul- Lo miro en sus ojos y en los tuyos, ustedes harían una linda pareja, deja a un lado la inseguridad- baja su mano y coloca su brazo a la altura de su pecho- Ya entendí y la verdad me siento bien con eso- le da una sonrisa
-¿Estas segura?- la peli azul se preocupaba por el bienestar de todos
-Sí, lo he estado pensando mucho y me he dado cuenta que mi compromiso realmente no cuenta, no me puedo comparar con un carrito de comida- se ríe
La peli azul se le contagio la risa por lo que ambas ríen
-Suerte, tal vez la necesites- dijo la cocinera
-Gracias- le regala una sonrisa gentil
La cocinera se va en dirección al salón, se sintió triste al dejar ir el único objetivo que permaneció por mucho tiempo, aunque de cierta manera se sintió liberada, como si un gran peso se quitara de sus hombros y de su corazón, aun así, no perdería la esperanza de encontrar a alguien que la amara así, como Ranma ama Akane.
-Akane, Akane ¿te pasa algo? - preguntó el trenzudo
-No, no tengo nada- contestó salida de sus pensamientos
La pareja se encontraba en camino al dojo, la peli azul no dejaba de pensar en las palabras de Ukyo, no podía creer lo que había pasado, Ukyo había renunciado a pelear por Ranma dejándola como ganadora, aunque eso no fuera del todo cierto aún quedaba. otro rival de amores para ella, pero no valía la pena pensar en eso ahora, la cocinera había revelado que el insensible de su prometido la había estado observando desde antes de la pérdida de memoria, que la había estado preocupándose por ella, que la observaba , que se preocupaba por su bienestar además de protegerla de todo peligro, si eso fuera verdad eso significaría…
-Estas segura - no te veo que este bien- contestó el peli negro
-Si estoy segura- sus ojos miraban a otro lugar que no fuera él
-Te ves algo distraído- se acercó su caja al de la chica para observarla y lograr que dijera algo más
-No lo estoy- mintió
-Si lo estas, durante la clase no pudiste responder la pregunta del profesor, esa era una pregunta hasta que yo sabía- se rascó la frente
-Se me olvidó la respuesta- volteo la cabeza hacia el lado contrario de su prometido
-Estuviste haciendo un reporte del tema justo ayer- replicó
-Estaba cansada, me distraje un poco- dirigiéndose su mirada hacia el cielo
-Akane ya di la verdad, estas así desde que terminó el descanso-
-No es verdad-
-Si-
-No-
-Si-
-No-
-Vamos a volver a esto del sí y no- dijo el trenzudo
-No…, realmente no tengo nada- dirigió su mirada hacia él
-¿Segura?-
-Si – miró hacia otro lado, mientras el chico estaba frustrado al no tener una respuesta de su prometida que encajara con su lenguaje corporal.
La pareja se encontraba en la entrada de la casa, la chica deslizó la puerta y de inmediato los invadió un gran olor floral, los chicos se cambiaron los zapatos mientras atravesaban el pasillo, preguntándose cuál sería la razón de ese olor, al entrar a la sala lograron ver todo el cuarto lleno de flores exóticas, se encontraba un ramo de flores de esquina a esquina, además de cada mueble de la casa mantenía al menos un ramo de flores
-Bienvenidos- dijo Kasumi con una tierna y cálida sonrisa.
-Kasumi ¿qué es esto? - preguntó la oji café confundida al ver todas esas flores en su sala, estaba segura que nunca había visto tantas flores en un mismo lugar, ni siquiera en una florería.
-En la mañana tocaron la puerta y en el momento que abrí entraron muchos hombres con varios ramos de flores y las colocaron por toda la casa – expuso la mayor
-Dejaron este ramo apartado para entregarlo personalmente a Akane- dijo Nodoka caminando hacia la peli azul con un ramo grande con lirios, orquídeas y rosas, se lo entregó a la peli azul, en la punta del ramo tenía una carta que decía Akane
La chica deja su maletín en el suelo y toma el ramo con mucho cuidado de no dejarlo caer, coloca el ramo en la mesa para tomar libremente la carta que permanecía en la punta de las flores y empieza a leer en su mente.
El pelinegro miró la expresión de su prometida lejos de ser una expresión de desagrado la vio perpleja, al notar ninguna pista de odio en su mirada, quiso acercarse a ver el contenido de la carta, pero su madre lo tomó del brazo para detenerlo, dándole la señal que su prometida necesitaba un poco de privacidad
La carta a primera vista era escrita a mano que decía:
"Cada día sin verte es un gran martirio
Cuento los segundos para volverte a ver
No paro de pensar en el momento que nos vimos
Con tus dedos delicados me ayudaste a curarme
Recuerdo el olor de tu perfume tan sutil y dulce
No paro de recordar el suave tacto de tus dedos.
Una flor se toca con suavidad, para evitar dañarla.
Así debe ser tu piel
Blanca como la porcelana
Suave y frágil como la flor.
Entre suspiros anhelo ese tan preciado momento
Tenerte entre mis brazos para no dejarte ir
Una sola flor no alcanza para mostrar cuanto te pienso al día
Esas flores no son la mitad del día
Pero son suficientes para llenar de su aroma a toda la casa
Espero que las disfrutes mi elegida
Tu eterno enamorado Kentaro"
La chica sintió un escalofrío recorrer su espalda, tragó saliva fuertemente, sus manos empezaron a temblar sutilmente, antes que alguien lo notara doblo la carta lo más pequeño posible al tamaño de su mano, conteniendo la respiración para no dejar salir la frustración que sentía de aquel momento dirigió la mirada a su hermana mayor
-Kasumi ¿qué podremos hacer con estas flores? - habló firme
-No lo sé Akane, pero hay que apartar algunas flores de los cuartos más el cuarto de papá es alérgico al polen y al parecer al tío Genma le efecto cuando es panda- miró toda la sala llena de flores
-Parece que hay que empezar- dijo la peli azul
-Yo le ayudo- apareció Nabiki quien vio todo lo que ocurría, entró a la sala con una mano levantada
-Tú Nabiki ayudándonos- replicó la menor llevando sus manos a la cadera
-Claro que sí, necesito ver cuáles son las mejores para vender- empezó a oler el ramo
-Pero Nabiki no puedes hacer eso, son un regalo- dijo Kasumi
-Sí, pero no podemos tenerlas aquí por la salud de papá y el tío Genma, además sería más descortés que las tiremos a la basura, por lo menos que nos aporte dinero- Nabiki tenía una sonrisa de oreja a oreja pensando en el dinero que le darian por las flores
-Por mí está bien- dijo Akane
-Si no te causa algún inconveniente está bien- dijo Kasumi
Las chicas empezaron a ordenar las flores.
-Yo les ayudo- contestó Nodoka con una sonrisa en su rostro
-Gracias- contestó la peli azul tratando de ser lo más neutral, pero era obvio que no era así, en su interior sentía fastidio, enojo, asco, temor, inseguridad, esa expresión era nueva, el trenzudo no lograba descifrar su rostro.
-"Será… acaso… no quiere quitar las flores de la casa"- pensó el peli negro
-Ranma, no te quedes ahí parado- dijo Nodoka provocando que el chico volviera a la realidad- Ayúdanos con las flores- dijo tomando un ramo
-Si- el chico se puso manos a la obra
Mientras todos empezaban a tomar un ramo la oji café notó que la mayoría empezaba a trabajar, en un momento tomó su maletín y colocó la carta que aún tenía en sus manos en el bolsillo que había puesto la otra y dejó el maletín en una esquina para que no estorbara, sin embargo, no contaba que el pelinegro la veía con suma atención
Todos estaban en la misma labor tratar de alejar las flores de la casa, así que las colocaron en una esquina del jardín excepto las que Nabiki escogía para vender, el oji azul tomó una estrategia, mientras su prometida tomaba un ramo, él tomaba el ramo. más próximo para logarla ver, su mirada notaba fastidio y tristeza, sabía que no tenía mucho de volverla a conocer, pero algo le decía que lo que le pasaba no era normal y esa expresión era nueva- "¿Ella quiere quedarse con las flores? , ¿le agradaron?, ¿por qué se ve tan triste?, ¿acaso le interesa ese riquillo?, ¿Será por eso que esta triste alejando las flores? No, no, no, no puedo pensar eso de ella, no es capaz? de enamorarse de alguien a quien acaba de conocer, ese idiota no sabe nada de ella, bueno yo apenas sé un poco de ella, pero eso no puede ser válido, perdí mis recuerdos con ella, además soy su prometido, debería tener más ventaja ¿ ¿No?" - el chico miró de reojo a su prometida dejando el último ramo en el jardín, con su misma expresión se dirigió a la casa, el sin hacer ruido fue detrás de ella
-Bueno parece que eso sería todo- dijo Nodoka
-Así parece, iré a ver cuánto me dan por las flores, vuelvo más tarde- dijo Nabiki dirigiéndose a la salida de la sala
-Está bien nos vemos, dijo Kasumi- Prepararé la cena- la mayor empezó su caminar hacia la cocina
-Te ayudo Kasumi- dijo Nodoka
-Gracias tía- ambas se dirigieron a la cocina
-Yo…- la peli azul tenía la mirada baja- Iré a cambiarme el uniforme y entrenaré un rato- la chica se dirigió hacia la esquina de la sala donde había dejado su maletín
-¿Quieres que entrenemos juntos?- propuso el trenzudo
-No gracias Ranma, necesito perfeccionar mis patas, entreno mejor cuando estoy sola- dijo la peli azul
-Está bien- la chica se dirigió a las escaleras, sin ser consciente de una oportunidad de estar sola con su prometido, él la miró irse, una gran presión en el pecho empezaba a nacer del chico- Voy a salir- no le dio tiempo para que alguien le contesta, cuando sonó la puerta cerrándose
Kasumi y Nodoka escucharon desde la cocina
-Vaya, ¿cree que estarán bien? – dijo Kasumi
-No lo sé, pero confiamos que lo solucionen ellos solos- dijo Nodoka
El pelinegro saliendo del dojo comenzó su caminar al principio caminó después aceleró su paso convirtiéndolo en correr hasta que se cansó.
-¿Cómo se atreve?- el trenzudo caminaba furioso por las calles, la sorpresa de su rival no le agradó en nada- ¿Quién se cree?... ¿Quién se cree para enviarle flores a mi prometida? Ese idiota piensa que con solo presentarse ante la familia y pedir su mano puede hacer lo que se le pega en gana, esos chocolates y flores son exagerados, ni siquiera vi que sonriera, apuesto que mis regalos le han sacado más de una sonrisa- en eso frenó su caminar- Un momento… ¿alguna vez le he regalado algo? Claro que sí que idiota, soy su prometido apuesto que fueron muchos… en ese caso ¿qué le habré regalado? Ay Akane ese no me ha contado, ¿será que no le he regalado nada? No, no, eso no es posible, otra vez mis problemas de memoria- lleva las manos a la cabella- Ay estúpido riquillo todo esto es tu culpa, si no hubieras puesto tus asquerosos ojos sobre mi Akane nada de esto estaría pasando…. – el chico siguió caminando con las manos en los bolsillos de su pantalón, debes en cuando dejaba que un quejido de enojo saliera, no soportaba pensar que alguien le estaría quitando lo que apenas estaba conociendo, la idea de perder no era la cuestión que lo enojara, si no la posibilidad de perder a su querida Akane era lo que le fastidiaba, seguía caminando sin rumbo por las calles, se sumergió tanto en sus pensamientos que no había notado que se encontraba en la parte mercantil de Nerima, esa parte estaba un poco alejada del dojo, lo único que lo detuvo fue un olor familiar- Ay otra vez ese olor no quiero saber nada de eso..- el chico miró a su costado, se encontró junto a un local, lo cual ese local contenía algo que solo enfocó su mirada en eso
Mientras el chico liberaba su estrés con la caminata, la peli azul se había puesto su traje para entrenar, miró a una esquina de su cuarto donde había puesto su maletín, eso la hizo enfurecer más de lo que ya se encontraba, se dirigió al dojo. sin mucho esperar, al principio comenzó con unos trucos leves, la rutina que siempre seguía antes de entrenar en serio, al terminar se paró en medio del dojo y empezó a golpear al aire con todas sus fuerzas mientras realizaba unas volteretas y se movía por todo. el lugar, después siguió con unas patadas al aire, unas que le gustaría darle a Kentaro en la cara, en su mente seguían clavadas las palabras de su carta y la única manera de liberarse de su estrés es el entrenamiento, aunque las palabras se repetían. en su cabeza una y otra vez – "¿Quién se cree?... ¿Quién se cree para escribir algo así?, ¿Cómo se atreve?... ¿Cómo se atreve a hablar así de mi cuerpo? – lanzó una patada al aire – Yo no lo ayudé a curarlo con bajas intenciones, que hable así de mi cuerpo, me perturba, ¿Cómo se atreve a solo imaginar que yo esté entre sus brazos, que asco, yo no soy aquellas chicas a las que está acostumbrado? , aquellos que se entregan por dinero- la chica hace una pausa para tomar unos bloques de concreto, ponerlos encima de otros y de un solo golpe romperlos todos, en el momento que logró destruir cada uno de ellos, la chica se dio un descanso, su respiración estaba agitada por el entrenamiento y su furia, llevó unos de sus brazos a su frente para limpiarse el sudor y llevó sus dedos a su frente para tratar de pensar cómo solucionar el problema que no se buscaron, pero nada se le vino a la mente, miró a las ventanas del dojo y con sorpresa notó que la oscuridad de la noche ya empezaba a aproximar su llegada – Valla ¿Cuánto tiempo llevo entrenando? – la chica se dirigió a la sala con la esperanza de obtener algo para comer, al llegar vio a su padre y tío jugando, a su tía recogiendo los platos de la comida, con gran pensar sacó la conclusión de que se había perdido la comida
-Akane- su hermana se dirigió hacia ella- Ten te aparté tu plato- la chica le deja en la mesa su porción de comida
-Gracias Kasumi- la chica le dedicó una tierna sonrisa y le dio un abrazo por no olvidarse de ella –Eres la mejor hermana-
-De nada, ahora come, después de varias horas debes estar agotada- la peli azul avanzando y se dispuso a disgustar la comida que puso le caía como anillo al dedo, pues tenía tanta hambre que se comió su porción a una velocidad que hasta ella le despertar
-Gracias por la comida-
-Akane, debes tomar un baño y trata de descansar un poco-
-Sí, gracias Kasumi- la chica siguió las instrucciones de su hermana, después de ese entrenamiento, necesitaba un respiro, pero su mente no la ayudaba en nada, aún seguían las palabras de la nota, susspiró hondo con disgusto, no sabía por qué , pero las palabras de la carta solo le traían disgusto ya la vez le hacían sentirse incomoda con su cuerpo,
Salió del baño con su pijama lista para dormir, aunque ella sabía que esas palabras no la dejarían pegar el ojo en toda la noche, la peli azul entró a su cuarto se sentó en el borde de su cama, mientras se secaba el cabello, notó que su libro de literatura estaba en su escritorio, pero algo se interponía entre las páginas, se acercó, con mucho cuidado lo abrió y dentro del libro descubrió lo que se interponía entre las páginas, era un clavel, un clavel naranja, un naranja deslumbrante , sus pétalos estaban abiertos todos y cada uno de ellos dejaba ver su hermosura, la oji azul dejó que una tierna sonrisa saliera de sus labios, su corazón había saltado de emoción al ver ese bello clavel, sus ojos se iluminaron, con gran cuidado tomó Ese clavel para llevar a su rostro para respirar su aroma, sutil pero se encontraba ahí, seguía sonriendo, hasta que notó que su libro había sido marcado, unas palabras habían sido subrayadas con color rojo "Para ti"
La chica se emocionó tanto que dejó que otra sonrisa combinada con saltos de alegría se demostraran, no había tenido que adivinar quién fue, pues conoció de quien venía ese hermoso clavel, nada más que su prometido, aunque al inicio no lo podía creer por lo insensible y poco detallista que sabía que era, ahora tenía en sus manos un hermoso clavel y unas palabras dirigidas a nada más que a ella y solo para ella, al terminar de dar saltos de alegría por todo su cuarto volvió a oler su flor y se dejó caer en su cama rodando de un lado hacía otro con mucho cuidado de no dañar su flor, hasta que se cansó, colocó su clavel a altura de su pecho y dejó salir un suspiro de alegría, no sabía cómo o él porque le había regalado un clavel, lo que importaba es que de una manera u otra le había regalado su flor favorita pues lo asociaba con su mamá y eso Ranma lo sabía, bueno al menos el que si la recordaba, aunque no le tomó importancia a eso si no al detalle que había tenido con ella, se levantó de la cama y colocó su clavel en un vaso con agua que su hermana le ponía en su cuarto para que ella no tuviera la necesidad de bajar, miró unos segundos más su flor con una sonrisa, de reojo miró su reloj despertador y notó que ya era la hora de dormir, de seguro su familia incluyendo a su prometido ya se encontraban durmiendo, la chica apagó las luces de su cuarto, se recostó en su cama mientras seguía viendo su regalo iluminado por la luz de la luna eso la hizo dormir profundamente con una sonrisa
No hay duda una flor de la persona correcta vale más que cientos de ellas de cualquier extraño
Los claveles de color naranja, al menos en el país donde vivo, significan cariño y afecto, simbolizando a la amistad, que es así como inició su relación después del odio que se tenían Ranma y Akane al inicio de su historia.
Lo prometido es deuda aquí el capitulo, disculpen la tardanza, pero ya falta muy poco para que actualice más seguido, hasta luego artistas marciales
