Disclaimer: Nada de esto me pertenece, la saga crepúsculo es propiedad de Stephenie Meyer y la trama es del webtoon y la novela "La emperatriz divorciada" de Alphatart y con arte de Sumpul, yo solo busco entretener y que más personas conozcan esta historia.


Capítulo 368. La Desesperación De Irina (2)

—¿Qué sucedió? ¿Por qué me estás haciendo esto? ¿No éramos amigos?

—¿No se pierden amistades por el dinero?

—¡Tú te ofreciste a prestármelo! ¿Acaso te amenacé? Además, ¡estos pagarés ni siquiera tienen una fecha de pago!

—Ciertamente.

Irina recuperó el valor tras este último grito. Aunque fue espontáneo, las palabras que soltó eran ciertas. Un rayo de esperanza surgió en su interior.

En los pagarés no se especificaba cuándo debía efectuarse la devolución del dinero. Pedir la devolución inmediata era claramente un acto de coacción.

—Si Su Majestad todavía estuviera en su honorable posición, no tendría necesidad de instarla a devolver el dinero.

Sin embargo, Tom respondió con una leve sonrisa como si lo supiera todo sobre Irina. Ante las palabras de Tom, Irina se estremeció.

—Qué quieres decir...

Aunque murmuró sin comprender, pronto se dio cuenta de la intención de las palabras de Tom.

Cuando el poder es sólido, un pagaré sin plazo puede ciertamente no ser un problema. Pero ahora circulaban todo tipo de escándalos acerca de Irina.

Si los pagarés se hicieran públicos en un momento como éste, todos se asombrarían de la existencia de los pagarés, independientemente del plazo o de cualquier otra cosa.

Por eso, Irina se estremeció aún más y preguntó.

—No puede ser, pensabas cobrarme desde el principio... ¿no?

—Lo entendiste rápido. Muchas no se dieron cuenta hasta el final.

—¿Muchas? Qué quieres decir...

—¿No habla todo el mundo de eso? Soy un hombre muy perverso y malvado.

Irina frunció el ceño y su expresión se volvió rígida al instante. Recordó el consejo de Jasper de que no sería bueno quedarse al lado del Duque Riddle, debido a los malos rumores sobre él.

Pero en ese entonces el Duque Riddle había hecho todo lo posible por mostrar su amistad a Irina. La apoyó cuando todos la rechazaban, incluso más que Jasper. Por eso, ella había creído en el Duque Riddle.

Irina consideró que el consejo de Jasper había sido por celos. Pero después de lo ocurrido...

Abriendo los ojos conmocionada, Irina preguntó.

—¿Qué sucedió? ¿Qué sucedió realmente? ¿Por qué me estás haciendo esto?

—Como he dicho, el dinero.

—¡No mientas!

El Duque Riddle todavía tenía una sonrisa amistosa, lo que lo hacía aún más aterrador.

Cuando Irina dio un paso atrás al no poder soportar el asombro, esa sonrisa se volvió más suave y gentil.

—¿Importa por qué lo hice?

—Importa... ¡Importa mucho! ¿Qué hice mal?

Irina retrocedió con un miedo instintivo, pero gritó con rabia mientras su resentimiento volvía a crecer ante la pregunta del Duque Riddle.

—¿Qué hice para que me estés haciendo esto? Podría entenderlo si fuera la Emperatriz Isabella. Pero, ¡¿por qué tú?!

—Si estuviera en tu situación, tendría más curiosidad por otra cosa.

—¿Otra cosa?

¿Qué más? El corazón de Irina latió con fuerza y perdió la fuerza en sus piernas, por lo que se apoyó en el sofá a un lado. Mirando así a Irina, el Duque Tom dijo con indiferencia,

—Bueno. Ya te enterarás más adelante. En cualquier caso, no parece que tengas la capacidad de pagarme. No creo que puedas hacerlo tampoco en el futuro. ¿Estoy en lo cierto?

Irina lo miró sin decir nada. Quería decirle que le daría el dinero de inmediato, pero no tenía la capacidad para hacerlo.

Dado que el Barón Lant administraba su dinero, no disponía de efectivo para pagarle de inmediato. Las joyas y otros artículos de valor que recibía como regalo iban a parar en manos de los Vizcondes Greengrass, el Vizconde Vulturi, y su verdadero padre.

Incluso después de no poder reunirse a menudo con el Duque Riddle, la demanda de dinero continuó. También había gastado mucho dinero en la contratación de asesinos.

—En efecto, no puedes. Sin embargo, con el puerto es diferente. Su Majestad aún no está divorciada, así que sólo hay que mostrar este documento al Emperador.

—Tú... eres un hombre malvado.

Las lágrimas brotaron de los ojos de Irina. Las lágrimas corrían por sus labios, que se habían agrietado por el punzante dolor en su corazón. Se veía tan desconsolada que hasta la persona más fría se compadecería.

Le dolía mucho el corazón porque realmente creía en el Duque Riddle. Esta fue una conmoción completamente diferente a la que se llevó cuando supo que Jasper amaba a Isabella.

Jasper fue el amor que la salvó en su desesperación, pero Tom había sido la única persona en la que pudo depositar su confianza, su fe y su amistad.

Sintió que su mundo se derrumbaba al ver actuar de esta manera a la persona en la que más confiaba. Estaba aún más aturdida porque no sabía qué le pasaba al Duque Riddle.

—¿Qué sucedió?

Preguntó Irina de nuevo, sin poder resistirse.

—Eres insistente.

—Sólo dime por qué lo haces. ¿Por qué me estás haciendo esto?

—…

—¡No lo entiendo! Nos llevábamos bien, ¿verdad? Dijiste que no era mi culpa haber nacido como esclava. Yo...

—Por supuesto, no es tu culpa haber nacido como esclava, señorita.

En ese momento, la forma de hablar del Duque Riddle volvió a los días en que Irina había sido concubina. Era la forma de hablar del tiempo en que la tranquilizaba y le daba seguridad.

Irina lo miró perpleja.

—…

—Me lo reservé.

—¿Qué...?

—Me estaba debatiendo si aprovecharlo o no. Al final, decidí que no.

—¿De qué estás hablando?

—Tonterías. Pero no creas que este es el final. La persona que me lo dio parecía tener una opinión diferente a la mía.

—Espera. ¿De qué estás hablando? ¡¿De qué estás hablando?!

El Duque Riddle sonrió y apartó un mechón de cabello de la cara de Irina.

—Yo también he tenido siempre esa curiosidad. Sé lo que se siente. Aunque saber la razón no cambia nada, es insoportable no saber por qué.

Los ojos de Irina vacilaron levemente. Le resultaba muy difícil entender de qué hablaba.

¿Se habrá golpeado la cabeza?

Sin embargo, su decepción y sus dudas se desvanecieron repentinamente.

¿Qué importa ahora? Después de todo, un traidor es un traidor, y este hombre es una basura.

—Vete al infierno.

—Por supuesto que me iré. He venido a llevarte conmigo.

Sin dudarlo, Irina levantó la mano y le dio una bofetada al Duque Riddle en la mejilla. Se escuchó un sonido fuerte, y unas líneas rojas se dibujaron en su piel impecable. Acto seguido, gotas de sangre cayeron de esas líneas. El anillo de Irina tenía manchas de sangre. Una huella roja de una mano no tardó en aparecer alrededor de la herida.

Aunque debió dolerle mucho, el Duque Tom sonrió como si no fuera nada. Realmente parecía un demonio arrastrándose desde el infierno.

—No se preocupe, señorita. No irá sola.

El Duque Riddle le susurró a Irina sin un atisbo de ira, luego agarró la caja y se marchó.

Qué quiso decir con eso...

Irina se quedó pensando en su sitio un rato, pero pronto se echó a reír sintiéndose vacía.

Da igual qué quiso decir

Irina se rió como si estuviera leyendo un libro que no podía comprender. Mientras reía, lágrimas caían de sus ojos.

No debe haber nada que vuelva más loca a una persona que un mal desconocido. Irina finalmente llegó a una conclusión sobre cuándo las cosas habían empezado a ir mal. Primero había sido por Alec, después, por este hombre malvado.