Disclaimer: Nada de esto me pertenece, la saga crepúsculo es propiedad de Stephenie Meyer y la trama es del webtoon y la novela "La emperatriz divorciada" de Alphatart y con arte de Sumpul, yo solo busco entretener y que más personas conozcan esta historia.
Capítulo 370. Educación Prenatal (2)
—¿El Duque Berkshire dijo eso?
Esa noche, le conté a Edward en el dormitorio matrimonial la conversación que tuve con el Duque Berkshire. Edward ladeó la cabeza como si estuviera confundido por mis palabras.
—¿Qué crees que significa?
—Bueno, podría significar exactamente lo que dijo, o podría no ser literal...
—¿No estás segura?
—… No.
No era de extrañar que el hijo del Duque Berkshire se hubiera enamorado de Tanya, ni que al Duque Berkshire le preocupara.
Ahora Tanya estaba soltera, pero tenía amores abiertamente con el Vizconde Dimitri. El Vizconde Dimitri era el comandante de la 5ª División de los temibles Caballeros Transnacionales, actualmente mi guardia.
No querría meterse en problemas con el Vizconde Dimitri y tampoco querría meterse en problemas conmigo, por lo que debía ser un dolor de cabeza para el Duque Berkshire.
Sin embargo, Edward tenía razón.
—Tendré que preguntarle a Tanya primero.
—¿Se lo vas a preguntar?
—Hay algo que me inquieta un poco.
Antes de que el Duque Berkshire me hablara de su hijo, el propio Vizconde Dimitri me había contado la situación con el Marqués Berkshire.
Si había sido calculado por el Duque Berkshire, o si el Marqués Berkshire se había enamorado realmente de Tanya, este asunto debía aclararse.
Al ser Tanya, sería capaz de distinguir si el Marqués Berkshire se le acercaba con malas intenciones o si realmente estaba cegado por el amor.
—Reina.
—¿Qué pasa?
—¿Qué vas a hacer con esa carta? La carta de esa mujer.
—La devolveré.
—¿No es una carta secreta?
—Que sea una carta secreta no significa que sea necesario enviarla en secreto, ¿verdad?
Irina solía estar en una posición inferior, pero la Irina que envió esa carta tenía poder.
Esa carta fue enviada para atacarme como emperatriz de un país vecino, no había necesidad de ocultarla.
Estaba pensando en presentar un reclamo formal por esa carta.
—Es cierto.
Edward estuvo de acuerdo inmediatamente con una cara llena de felicidad, parecía complacido con mi respuesta.
¿Por qué le gustó más a Edward?
Tenía curiosidad, pero no tardé en averiguarlo por mí misma.
Edward también le guardaba rencor a Irina. Primero, Irina había ordenado a una sirvienta que se hiciera pasar por la amiga de cartas de Edward, luego ella misma se hizo pasar por la amiga de cartas de Edward, y, al final, tildó a Edward de mentiroso al revelar la verdad.
Al pensar en eso, recordé el apoyo emocional que había sido Edward desde entonces, así que lo abracé fuertemente y me quedé dormida.
Mientras dormía, de repente oí unos murmullos.
El tono de voz era bajo y suave, pero el contenido era un poco extraño.
¿Estaba en medio de una parálisis del sueño? Para ser eso, podía mover mis manos bastante bien.
Cuando finalmente abrí un poco los ojos, vi a Edward inclinado a mi lado, sosteniendo un libro y susurrando cerca de mi vientre.
¿Está leyendo un libro en voz alta?
Era la primera vez que lo veía hacer esto. ¿Se trataba de un hábito recién adquirido?
A medida que me iba despertando, la voz de Edward empezó a volverse más clara.
—El Rey Oldraggo se abalanzó sobre su enemigo con una lanza. Atravesó el pecho del enemigo, haciéndole un enorme agujero por el que brotó toda la sangre. Exclamó mientras sostenía el cadáver del enemigo como si fuera un trofeo. De ahora en adelante, haremos pagar cada gota de sangre derramada, no aceptaremos más opresión...
¿Qué es eso?
No pude evitar fruncir el ceño. ¿Por qué está leyendo eso en mi vientre?
—Bebé. Debes desarrollar un poco de musculatura, también debes tener huesos fuertes. Para luchar bien es mejor tener brazos largos...
—¿Edward?
Finalmente, no pude resistirme a llamarlo. Edward se levantó de un salto y tartamudeó, —¿Reina? ¡Reina!
—¿Qué estás haciendo?
Cuando le pregunté por su actitud sospechosa, Edward se estremeció y abrazó con fuerza el libro que sostenía.
Sin embargo, pude ver el título del libro a través de sus brazos cruzados.
—¿El Rey de la Guerra? ¿Biografía de Guerra de Oldraggo?
El Duque Riddle se marchó después de hacer esa impactante declaración.
Jasper se quedó sentado solo en el sofá, sumido en sus pensamientos. El escritorio estaba repleto de papeles que el Duque Riddle había dejado, asegurando que eran copias.
—Puf...
Jasper dejó escapar un pesado suspiro.
Maldijo al ver la enorme suma de dinero en cada pagaré, pero aún podía solucionarlo.
Bastaría con verter su riqueza personal sin tocar los fondos del país. El Imperio Oriental era un país rico, por lo que Jasper podía cubrir perfectamente esas cantidades por sí mismo.
Pero el puerto era completamente diferente.
Por supuesto, sería absurdo entregarlo sumisamente. Sin embargo, no hacerlo también sería difícil.
Si no quería entregar el puerto, tendría que demostrar que Irina no era apta para ser emperatriz desde el principio, lo que invalidaría el documento, o negarse a entregarlo alegando la posición especial de Irina y su pobre mente, la infame reputación de playboy del Duque Riddle, etc.
El Duque Riddle no se quedaría de brazos cruzados, así que probablemente tendría que solicitar la mediación de la Alianza del Continente Wol.
El problema era que una vez iniciada la mediación con la Alianza del Continente Wol, todos los países lo sabrían.
Lo que sucedería después era obvio. La dignidad de la Familia Imperial del Imperio Oriental caería por los suelos, y todos se reirían del Emperador por haber abandonado a la Emperatriz Isabella.
Cuanto más lo pensaba, más crecía su ira.
Irina no podía hacer el trabajo de una emperatriz porque había crecido en un entorno diferente, eso lo podía entender Jasper. Aun así, ¿no podía no causar ningún problema?
Por comer y dormir tranquilamente durante un año, podría disfrutar de la riqueza y vivir rodeada de lujos el resto de su vida. ¿Era tan difícil holgazanear durante un año? ¿Era tan difícil de cumplir?
¿Qué clase de emperatriz lunática en el mundo se comprometería por escrito a entregar un territorio de su país a la familia real de otro país? Ni siquiera un plebeyo lo haría.
—Esto es una locura.
Su ira seguía creciendo.
Ahora, lo único que podía hacer era decidir entre perder el puerto o perder el honor.
Por supuesto, si resultaba que el Duque Riddle intentó seducir a la Emperatriz para aprovecharse, él también sería despreciado por todos. Sin embargo, esa era la imagen que se tenía originalmente del Duque Riddle.
Al contrario, la Familia Imperial del Imperio Oriental no tenía esa imagen, así que al final, este bando sufriría más daños.
Después de un tiempo, Jasper se levantó y tocó la pequeña campana del escritorio.
Cuando entró el Marqués Karl, Jasper ordenó fríamente.
—Trae al Vizconde Vulturi.
