Nota de la autora: ¿Recuerdan las advertencias? Oscuro/Tabú, etc., veremos algo de eso aquí. Estén preparados.

Nota de la traductora: lo que dijo la autora! Gracias sofíaenunez por leer y comentar, tal vez este capítulo no sea como esperabas, pero hay una razón para todo, me alegra tenerte por aquí. Gred-y-Feorge este capítulo probablemente también te hará sentir mal aunque por razones diferentes, pero no te preocupes que termina en una buena nota, gracias por tus siempre constantes comentarios.

Se sentía como si estuviera flotando en una neblina entre estar dormido y despierto.

Cuando abrió los ojos se dio cuenta que estaba en su dormitorio, que curioso, y escuchaba vagamente el sonido de dos mujeres hablando aunque no podía entender lo que decían.

No mucho después se dio cuenta de que lo habían empujado hacia arriba hasta que estuvo sentado en la cama, y alguien estaba tirando de su abrigo y sintió que se lo quitaban.

Eso estaba bien, de todos modos tenía demasiado calor. Sintió la suavidad de su piel y ese maravilloso olor a pergamino, libros y cosas preciosas y supo que era ella.

Así que se aseguró de decirle lo encantadora que era, lo lindo que olía y lo mucho que la amaba.

Pero luego ella le desabrochó los pantalones y los zapatos hasta que estuvo en calzoncillos.

Demonios, eso también estaba bien, él no sabía por qué ella necesitaba sus pantalones, pero si los quería podía tenerlos y él tenía demasiado calor de todos modos, así que se aseguró de decírselo también.

De repente se dio cuenta de que ella le había desabrochado la camisa y estaba a punto de quitársela. No, ella no puede tenerla, la necesito. Había tenido demasiado calor hoy y no se puso una camiseta interior y no llevaba ningún glamour.

"No puedes tenerla, la necesito, no es para ti"

Estaba hablando de algo sobre contar glóbulos, no números, fiebres y 40, pero no tenía sentido. Ella no se sentía caliente, su piel se sentía hermosa y fresca en la de él y los glóbulos no pueden contar, por lo que debía de estar confundida.

Él la empujó, no quería lastimarle los ojos, no quería que ella lo viera. No quería que ella supiera lo malo que había sido. Necesitaba esa camisa.

Debió haber algo mal porque no pudo alejarla cuando lo intentó y fue consciente de una brisa fresca en su piel cuando le quitó la camisa.

Se sintió bien por un momento, pero luego sintió su mano trazando algo en su espalda y recordó por qué necesitaba la camisa, así que luchó por alejarla.

"No, no puedes, no puedes, no quiero que lo hagas... por favor, ya no seré malo, te prometo que seré bueno"

Había algo líquido goteando por su rostro, salió de sus ojos y goteó por sus mejillas y sintió que golpeaba la piel caliente de su pecho.

Se aseguró de decirle que cerrara los ojos para que no le disgustara lo que veía.

"Shhh cierra los ojos, está bien, no hay nada para ti, no se lo diré a nadie... te juro que soy un buen niño."

Debió haber funcionado porque ella lo abrazó y lo presionó contra su pecho, apoyando su cabeza en la de él mientras él sentía más de ese extraño líquido goteando esta vez de ella.

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Las cosas parecían haberse vuelto muy confusas últimamente y no estaba muy seguro de lo que estaba pasando.

A veces estaba en la cama, a veces en el baño y una vez en la bañera.

Aunque no recordaba haber llegado ni abandonado ninguno de esos lugares. Qué extraño.

Sin embargo, una cosa seguía igual, y era que ella siempre estaba ahí, y mientras ella estuviera allí, él sabía que estaría bien.

Recordaba vagamente que había hecho algo para lastimarla y quería asegurarse de que ella supiera que lo lamentaba.

Entonces, cuando sintió que ella presionaba algo frío contra su cabeza, aunque no estaba seguro de por qué lo hacía, se aseguró de disculparse una y otra vez con ella para que ella supiera cuánto lo sentía.

Y a veces él le decía que la amaba y otras veces simplemente decía por favor. No estaba seguro de lo que estaba pidiendo, pero quería asegurarse de que ella supiera que la quería y que lo sentía.

Él prometió que sería bueno y juró que no era un bicho raro y que si ella no permitía que lo castigaran por estar enfermo, haría cualquier cosa que ella le dijera.

A veces ella presionaba su cabeza contra la de él, o contra su pecho, y él sentía ese extraño líquido fluyendo de su rostro una vez más, tan extraño, pero ella no dejó que lo castigaran, así que debió haber dicho algo bien.

xxxxx

A veces había estado muy enfermo cuando era niño, y nunca había medicinas disponibles, ya que las medicinas eran caras y no podían permitirse comprar el alcohol de su padre y también las medicinas .

Si estaba enfermo no podía ir a trabajar y hacer sus mandados de los sábados y trabajos ocasionales que ayudaban a poner dinero en la mesa para alimentar su desagradecido trasero, porque los niños de 10 años costaban mucho dinero y no quería ser un parasito.

Así que si enfermaba y no podía trabajar, tenía que ser castigado, ya que era egoísta no pagar sus gastos.

Entonces, cuando estaba sentado en el inodoro, con el cuerpo temblando y sudando mientras sus entrañas se vaciaban de todo lo que había comido y seguía vomitando en el balde que tenía en los brazos, lloró avergonzado por haberse permitido enfermarse y se aseguró de disculparse una y otra vez con ella, le prometió que trabajaría muy duro para compensarlo y prometió ser bueno y sabía que ella tendría que castigarlo, pero no la culparía porque se lo merecía.

Cuando ella le hizo beber pociones, él lloró y dijo que no podían pagarlas, que no quería ser castigado pero ella insistió en que las tomara y cuando ella le acarició la cara y le dijo que era un buen niño, él las bebió para complacerla, incluso las que sabían horrible.

Él le dijo que era encantadora y que la amaba mucho y que lamentaba mucho estar tan sucio y enfermo frente a ella, y le prometió no ser un bicho raro ni hacer cosas raras si ella por favor por, favor, se quedaba. Porque ella era tan encantadora y él la amaba muchísimo.

xxxxx

Una vez ella le estaba quitando los boxers y él le rogó que no lo castigara así, él se disculpó por estar sucio y no se ocultó mientras lloraba y lloraba para demostrar que realmente lo sentía y le rogó que no lo castigara de esa manera, por favor, cualquier cosa menos eso, le dijo que lo lamentaba, lo lamentaba mucho.

Funcionó porque ella no lo castigó así cuando le quitó los boxers, sino que lo abrazó fuerte y lo besó en la frente, a pesar de que estaba llorando, luego lo bañó y a él no le importó a pesar de que hacía frío.

Ella le lavó el cabello y le secó la cara, y el sudor de su cuerpo y todavía estaba llorando, así que él la rodeó con sus brazos y enterró la cara en su pecho mientras ella le pasaba las manos por el cabello. Él la abrazó y le dijo que era encantadora.

Te amo, eres tan encantadora, lo siento, por favor, te amo, seré bueno, te lo prometo, eres tan bonita y no haré nada malo, te juro que seré bueno. No soy un bicho raro, no lo soy. Lo prometo, por favor no me castigues así, por favor no te vayas, te juro que ya estoy bien, te lo juro, gracias, por favor. Por favor. Por favor.

xxxxx

Severus despertó en su cama. Sintiéndose como la muerte misma. Tenía el torso desnudo, lo cual era muy inusual, y se sentía cansado y pesado a pesar de que acababa de despertar.

Había una capa de sudor en su piel, se sentía húmedo y sudoroso y le dolía el cuerpo.

Dioses, qué infierno nuevo es este.

Lo último que recordaba era la expresión de los estudiantes, el personal y... Hermione.

Oh dioses, ¿qué he hecho?

Con eso, sus ojos se abrieron de golpe y se dio cuenta del hecho de que estaba en su habitación, pero no estaba solo. Hermione estaba acurrucada en la silla al lado de su cama.

Llevaba una de sus camisas y un par de boxers, y parecía como si no hubiera dormido en días.

"¿He... mi... ne?"

Dioses, qué pasó con su voz, su boca estaba tan seca como el Sáhara y su garganta estaba en carne viva.

Sus ojos se posaron en los de él y saltó a su lado, poniendo su mano en su frente.

"Dioses, Severus, gracias a Merlín, bebe esto"

En un instante, había convocado un poco de agua y un frasco de poción.

Extendió la mano y se sorprendió cuando tembló tanto por el peso del vaso que ella tuvo que ayudarlo a beberlo.

La poción que le dio era un antiviral y un antifebril, un poco excesivo para una gripe.

"No vuelvas a asustarme así, bastardo testarudo."

Se sorprendió al ver lágrimas en sus ojos.

"Estás exagerando un poco por una gripe"

De repente, las lágrimas se derramaron de sus ojos mientras ella lo miraba con puro fuego Gryffindor.

"¡Severus Snape, no tuviste una jodida gripe!"

Sus ojos se clavaron en los de ella ante su lenguaje.

"Te contagiaste de norovirus, que ya es un virus bastante horrible, pero como lo ignoraste y tu recuento de glóbulos blancos era tan bajo, terminaste con una fiebre de 40 grados. ¡Has estado mal durante 3 días!"

¿3 días?

De repente recordó cómo estaba vestido, o no vestido y como no estaba solo trató de agarrar la colcha solo para ser empujado hacia abajo por su hombro.

Sus ojos llorosos se encontraron con los de él.

"Ya vi todo cariño y aún tienes fiebre, te he estado cuidando desde que se fue Poppy"

Tenía el corazón en la garganta y sintió que le ardían los ojos, pero se negó a llorar. Poppy nunca lo había visto desnudo, siempre había mantenido su camiseta o sus glamoures puestos, incluso llegando a curarse a sí mismo la mayor parte de las veces que regresaba de las reuniones de mortífagos.

"Poppy..."

Su mano apretó la de él.

"Ella no vio nada"

Soltó el aire que estaba conteniendo cuando ella dijo eso, pero todavía estaba mortificado y avergonzado de que ella lo hubiera visto completamente desnudo, con cicatrices y todo.

Ella nunca lo querría ahora que sabía lo dañado que estaba.

"Cuando colapsaste discutimos pero conseguí que te trajera aquí, sé cuánto valoras tu privacidad y que no querrías estar en la enfermería"

Él apretó los dientes y asintió con la cabeza, pero no habló.

"Discutimos, pero le dije que me quedaría y te cuidaría, Poppy ya tiene un ala del hospital llena de estudiantes con lo mismo, pero tú fuiste el peor. Le dije que mientras menos gente tratara contigo, mejor. Necesitabas atención las 24 horas del día y ella tenía otras responsabilidades, lo que significaba que yo habría tenido que ayudarla de todos modos, así que sabía que preferirías que fuera solo una de nosotras".

Tenía razón, era una situación horrible pero ella realmente lo conocía.

"¿Tú... yo... dije algo o...?"

La mirada triste que ella le dio fue toda la respuesta que necesitaba y apartó la mirada de ella, avergonzado.

"Estabas bastante fuera de ti, dijiste muchas cosas cuando la fiebre estaba más alta".

"¿Qué dije?"

"Severus, no tenemos que hacer esto ahora..."

"¿Qué dije?"

Suspirando, respiró hondo y lo miró con tristeza.

"Te disculpaste mucho, prometiste ser bueno si no te castigaba, me rogaste mucho... que me quedara y que no te castigara."

Sus ojos se cerraron con mortificación, dioses, ella debía pensar que era tan débil.

"Me llamaste adorable, dijiste que me amabas y..."

"Lo hago."

Sus palabras se interrumpieron y sus ojos muy abiertos se encontraron con los de él.

"Te amo, y lo siento, lo que dije fue reprensible, no quise decir nada de eso realmente... solo..."

Esta vez sus palabras fueron interrumpidas cuando ella se inclinó hacia adelante y lo besó suavemente.

Cuando rompió el beso, le acarició la mejilla mientras lo miraba a los ojos.

"Te perdono Severus, estabas enfermo y avergonzado y yo no debería haber sido tan familiar contigo en público."

Se inclinó para abrazarla, pero cuando sintió que sus piernas rozaban sus calzoncillos, miró hacia abajo bruscamente.

Estos no eran los boxers que él se había puesto, eso significaba que ella los había cambiado.

Él la miró a los ojos y cuando ella desvió la mirada de repente, supo que ella lo sabía.

La bilis subió a su garganta.

"Dime"

"Severus, tenías fiebre... mucho de lo que dijiste no tenía sentido..."

"Dime.."

Ella sacudió la cabeza y puso una mano en su mejilla.

"No importa Severus"

Sacudiendo la cabeza con ira, la miró a los ojos y entró en su mente.

Se vio a sí mismo en sus recuerdos, tenía fiebre, sudaba y tenía el rostro sonrojado.

Ella había estado tratando de darle antifebriles, pero el desagradable sabor de la poción combinado con sus náuseas dieron como resultado que solo vomitara las pociones.

Su fiebre estaba en su punto máximo, así que había preparado un baño frío e intentaba meterlo en él.

Se vio a sí mismo como ella lo había visto, comenzó a llorar, a llorar de verdad cuando ella intentó quitarle los boxers.

Al principio ella no había pensado mucho en eso, ya que él ya había llorado mucho por la fiebre, pero cuando comenzó a rogarle que no lo castigara de esa manera, sus ojos se clavaron en los de él y su rostro se arrugó en repentina comprensión.

Lo vio allí de pie, sollozando con los ásperos sollozos de un niño con el corazón roto, tratando de protegerse y suplicándole que no fuera eso, todo menos eso.

Con un sollozo ahogado, lo abrazó y prometió no lastimarlo, solo quería que se bañara y eso era todo.

Ella lo besó y lo calmó y mientras él yacía en el agua fría, tratando de bajar su temperatura, se aferró a ella y lloró, suplicó y prometió, mientras las lágrimas corrían por su rostro...

Volviendo en sí mismo, sintió el calor en su rostro.

Estaba tan humillado, tan avergonzado que ella lo viera tan débil.

Sentía un nudo en la garganta, un ardor en los ojos y un dolor en el pecho.

Cualquier oportunidad que alguna vez tuve con ella se ha ido ahora.

Necesitaba que ella se fuera antes de ver la decepción y el disgusto en sus ojos, pero sabía que ella sería demasiado educada para irse por su propia voluntad.

"Vete."

"No."

Sus ojos se clavaron en los de ella mientras luchaba desesperadamente por contener las lágrimas, ya había sido bastante débil frente a ella.

"Quiero que te vayas."

"No,"

"Maldita sea bruja, lárgate, no quiero ver la expresión de tu rostro."

"Estoy orgullosa de ti Severus"

¿Qué?

"¿Qué?"

Ella se acercó y le rodeó la cintura con los brazos, de modo que quedaron uno al lado del otro en la cama, con las caras a centímetros de distancia.

"Estoy orgullosa de ti. Estoy muy orgullosa de que incluso después de todo lo que has pasado, no dejaste que eso te detuviera. Eres un hombre guapo, fuerte e inteligente. Estoy orgullosa de que eres un muy buen hombre, estoy orgullosa de ti Severus Snape, y no podría estar más orgullosa de que seas mío y sólo hay una cosa que quiero decirte".

Su pecho estaba agitado por su entrecortada respiración cuando se encontró con su suave mirada, las lágrimas cayeron de sus ojos y dejó escapar un sollozo de alivio ante sus siguientes palabras y la abrazó con fuerza contra él y la besó profundamente.

"Yo también te amo, miserable bastardo."

Nota de la autora: Para aquellos de ustedes que no lo saben, el norovirus es un virus bastante malo, causa vómitos, diarrea, dolores musculares y fiebre.

Siempre imaginé que Severus, al crecer tan obviamente delgado y descuidado, probablemente tendría un sistema inmunológico bastante deficiente como el de muchos niños que no reciben el cuidado adecuado, así que si contraía un virus grave y lo ignoraba, su cuerpo no sería capaz de combatirlo muy bien.

Sé que este fue un capítulo un poco duro, pero para mí muchas cosas sobre el Severus adulto gritan fuertemente abuso y negligencia infantil.

Nota de la traductora: lloremos... Porque revivir a Tobias para volver a matarlo no se puede.