FRAGMENTOS

¡Hola! Al fin un nuevo capítulo.

- Cbt1996: ¡Hola! Me alegra mucho que hayas notado esos detalles en el capítulo y que te mantengas tan intrigada. ¡Esa es la idea! En cuanto al cambio de nombre y lo sucedido en esa muerte tan misteriosa, te prometo que todo será revelado a su debido tiempo. :D ¡La trama se va poniendo más interesante! Sobre Kikyo, definitivamente ha logrado generar emociones fuertes en los lectores, ¡y creo que es justo lo que esperaba lograr con ella en este fic! (recalco, no tengo nada contra ella en el anime, es más, me parece un personaje con un gran desarrollo, sin embrago, necesito villanos en mis historias jeje) Por otro lado, Moroha es simplemente adorable, ¿verdad? Siempre roba corazones. El abuelo Toga es todo un personaje jeje Me encanta que lo hayas disfrutado. Entiendo perfectamente tus comentarios sobre el peso que lleva Inuyasha y cómo todo esto puede llevarlo al límite. Veremos cómo evoluciona todo en los próximos capítulos. Muchas gracias por tus felicitaciones y por seguir leyendo. ¡Es un placer escribir esta historia y compartir este mundo!

- Rosa. Taisho: ¡Hola! Entiendo completamente tu frustración con Kikyo, ¡es difícil no odiarla con todo lo que está haciendo! ¡Exacto! Ahora que se reveló la mitad del secreto sobre Moroha, las cosas comienzan a aclararse, ¿verdad? Pero aún quedan muchas incógnitas por resolver. Sesshomaru siempre ha sido un personaje misterioso, y su comportamiento definitivamente genera sospechas (jeje), ¡pero habrá que ver qué se trae entre manos! La teoría sobre la mamá de Kag como socia es muy interesante. ¿Podría ser parte de un plan más grande para proteger a Kag y Moroha? Lo de Kag perdiendo la memoria y Koga aprovechándose de la situación es una idea intrigante. ¿Podría ser parte de un plan más elaborado para manipular la situación a su favor? Es sin duda un misterio que aún no se ha resuelto ¡SON TANATAS TEORÍAS! PERO... ¿ALGUNA SERÁ CIERTA? :O Pronto lo sabremos. Por otro lado ¡Estoy emocionada por ver cómo se desarrollan los próximos capítulos y resolver todos estos misterios! ¡Gracias por tu entusiasmo y por seguir leyendo! Nos vemos en el próximo capítulo. ¡Besos!

- Annie Perez: ¡Hola! Entiendo perfectamente tu frustración, ¡ese final fue tan impactante que nos dejó con mil preguntas en la mente! ¡Es cierto! Hay tantas incógnitas sobre lo que sucedió hace cinco años que necesitamos respuestas urgentemente Jeje ¡Gracias por tu emoción y por seguir leyendo! Espero que este nuevo capítulo te guste mucho. Nos vemos en el próximo capítulo para resolver estos misterios.

- Ferdy Arevalo: ¡Hola! ¡Qué emocionante leerte! Estoy tan feliz de que estés tan involucrada en la historia jeje ¡Tienes toda la razón! Las pistas y los misterios se están revelando poco a poco, y parece que hay mucho más por descubrir. ¡Me encanta que te guste la idea de la precuela de la historia de Inu y Kag! Sería una manera increíble de profundizar en su relación antes de todos estos giros inesperados. Gracias por tu apoyo constante y tu entusiasmo. ¡Nos vemos en el próximo capítulo para más emociones!

- Lin Lu Lo Li: ¡Hola! ¡Sí, ese momento en la foto fue realmente especial! Es reconfortante ver cómo Kagome e Inuyasha disfrutaban de su tiempo juntos. Es cierto, Moroha ha encontrado un lugar cálido y acogedor en la casa de los Taisho, aunque la actitud de Kikyo deja mucho que desear ¡Y sí, la sorpresa dentro del oso fue inesperada! A veces las cosas más simples esconden los secretos más grandes. Gracias por compartir tus pensamientos. ¡Espero que disfrutes del próximo capítulo!

- Karii Taisho: ¡Hola! Oh, qué emoción ver tu comentario, ¡gracias por compartir tus pensamientos! ¡Sí! La referencia a Escargot Princess y Panaberto Pecopón fue divertida de incluir, ¡esos personajes son inolvidables! En este caso, la presentación de Kagome como Escargot Hirano ha generado un montón de preguntas. Es como si cada respuesta nos llevara a más preguntas jaja. La incertidumbre sobre su identidad y lo que realmente sucedió es intrigante, pero seguro que con el tiempo todas esas incógnitas se resolverán. Estoy totalmente de acuerdo contigo sobre Moroha, es tan conmovedor verla atrapada en esta situación, pero tengamos la esperanza de que eventualmente encontrará la felicidad y el amor que merece (tiempo al tiempo) Por otro lado, Kikyo ciertamente está causando estragos, esperemos que InuYasha pueda ponerle un alto muy pronto, pero como están las cosas, tal vez no sea tan fácil para él. Y la muñeca, ¡fue un gesto despreciable! Kuma tenía un valor sentimental tan grande, y verlo destruido fue triste. ¡Ojalá que todas estas pistas nos ayuden a descubrir qué está pasando realmente! Gracias por tu interés en la precuela, definitivamente es algo que estoy considerando. ¡Y gracias por esperar ansiosamente el próximo capítulo! Aquí está... ¡Nos vemos en la siguiente entrega! Cuídate mucho.

- kcar: ¡Hola! El anterior capítulo fue emocionante, ¿verdad? Toga e Izayoi se roban el corazón, pero Kikyo... ¡ay! :D jaja La revelación sobre Kagome deja muchas incógnitas, ¡estoy tan intrigada! ¡Gracias por tu entusiasmo! Estoy trabajando en la próxima actualización, pero... siempre hay un, pero (daré más detalles al final de los comentarios) ¡Nos vemos pronto!

- Kayla Lynnet: ¡Hola! ¡Qué ternura lo de Toga llamando "morita" a Moroha, de seguro será el abuelo más consentidor! Sin embargo, Kikyo sigue siendo un dolor de cabeza, ¿verdad? Su actitud hacia Moroha es inaceptable. Y sobre la situación de Inuyasha, ¡vaya complicaciones! Es entendible su situación, pero ¿qué pasará ahora con Kag? La revelación sobre Koga y "Escargot Hirano" trajo mucho qué pensar (más teorías jeje), ¡necesitamos respuestas! Estoy ansiosa por la próxima actualización para ver si se aclaran algunas de estas incógnitas. ¡Nos leemos pronto!

- joiscar: ¡Hola! ¡Tus sospechas eran acertadas! Esa fiesta definitivamente fue un golpe bajo para Inuyasha, y hay demasiados misterios en juego. ¿Por qué Kag estaba ahí y dejó a la niña con Sango para que se la llevara a Inuyasha? (si es que eso fue lo que realmente pasó, claro) ¿Está siendo amenazada? ¡Son preguntas que necesitan respuestas urgentes! Estoy igual de ansiosa por descubrir y desarrollar más sobre los orígenes de esta historia ¡Gracias por tu comentario y sí, el apasionante lemon siempre añade un toque interesante! Jeje ¡Nos vemos en el próximo capítulo!

- Valentinehigurashi: ¡Hola! ¡Wow! ¡Qué sorpresa tan emocionante! Entiendo completamente tu reacción, ¡ese giro en la trama fue realmente inesperado! Me alegra mucho que hayas disfrutado de ese momento. Kikyo y Koga definitivamente agregan mucha profundidad a la trama, y sobre la precuela, ¡me emociona saber que te gustaría leerla! ¡Definitivamente habrá mucho para disfrutar en ese aspecto! ¡Un abrazo enorme y muchísimas gracias por todo tu apoyo y tus palabras tan alentadoras! ¡Espero que sigas disfrutando mucho de "El Rey de los Demonios"! Sin embargo, lamento mucho no haber podido actualizar la semana anterior, pero aquí está el tan ansiado capítulo ¡DISFRÚTALO!

- Rubi Diaz: ¡Hola! ¡Muchas gracias por tus palabras tan reconfortantes! Lamento la larga espera, sin embargo, me alegra mucho que disfrutes de la historia y que te mantenga tan intrigada. ¡Es todo un placer para mí poder compartir estas emociones a través de lo que escribo! ¡Gracias a ti por tu apoyo constante y por tu entusiasmo! ¡Estoy emocionada de seguir compartiendo más de esta historia en los próximos capítulos! ¡Nos vemos en la próxima actualización!

- Rocio K. Echeverria: ¡Hola! ¡Me alegra tanto que hayas disfrutado el capítulo! La tensión y la emoción se sintieron hasta aquí, ¡y estoy encantada de haber logrado transmitir esas emociones a través de la historia! :3 Es comprensible tu ansiedad, ¡la trama está cada vez más intrigante y llena de sorpresas! Inu está demostrando su fuerza y determinación frente a Kikyo, pero ¿qué estará tramando ella exactamente? Esa foto partida a la mitad fue todo un hallazgo, y sí, el gesto de Kikyo con el juguete fue... ¿confuso, tal vez? Aunque su actitud después lo empañó un poco. Y ese final... ¡vaya sorpresa! Kag viva (Escargot en realidad jeje) y comprometida con Koga, ¡qué giro tan inesperado! La tensión sigue en aumento y no puedo esperar a ver qué nos depara el próximo capítulo. ¡Gracias por tu apoyo constante y por estar aquí compartiendo este viaje conmigo! ¡Un abrazo enorme y nos vemos en la próxima actualización! Cuídate mucho (o como yo siempre digo) ¡Cuídate muchote!

- Guest: ¡Hola! ¡Totalmente de acuerdo! La trama está alcanzando un nivel de intensidad increíble. ¡Estoy emocionada por todo lo que está por venir! Gracias por leer, espero que sigas disfrutando cada capítulo.

- Guest: ¡Jajaja! Esa referencia a Panaberto sería genial. Sin embargo, Inu es Inu :D ¡Pero qué giro tan inesperado, ¿verdad? Todas esas preguntas también están revoloteando en mi cabeza. ¿Por qué Escargot en lugar de Kagome? ¿Qué secretos esconden Koga y Kikyo? Y sí, Inuyasha tiene un gran peso sobre sus hombros. Espero que pronto tengamos respuestas a todas estas incógnitas. ¡Un abrazo fuerte y espero leernos pronto!

¿Me esperaban...?

Yo creo que algunos sí, jeje :3

Mis días siguen siendo un poco pesados, pero los voy llevando (un día a la vez), trato de no sobrecargarme, pero cuesta ¡Cuesta mucho! Jaja

¿Saben...? No me crucifiquen todavía, pero me apunté a una actividad extracurricular :D todo en busca de esa dosis de alegría que nos regalan las endorfinas.Aparte de escribir, también amo bailar, así que cuando se presentó la oportunidad, no pude resistirme. Reconozco que esto aprieta mi agenda un poco más, lo que significa menos tiempo para dedicar a la escritura, ¡pero! Nunca dejaré la historia, siempre habrá un nuevo capítulo, y seguiré adelante, con algunas actualizaciones rápidas y otras que quizás se tomen su tiempo, pero siempre habrá una continuación.

Después de todo lo dicho, solo puedo animarlos a que hagan lo que más les gusta, liberen esas hormonas que mantenemos dormidas, ya sea escuchando música, viendo un programa que nos guste, con un abraso de 20 segundos o un abrazo mariposa a nosotros mismos. Se puede ser un poco más feliz con pequeñas cosas.

Recuerden cuidar su corazón y sobre todo su mente.

Atte. XideVill


Disclaimer: Los personajes de esta historia son de Rumiko Takahashi.


CAPÍTULO 5.

(Seis años atrás)

INUYASHA

–¡Kagome, sube al auto! –demandé.

–¡No!

–¡Kagome…!

–¿Por qué haces esto, Inuyasha? Creí que estábamos disfrutando de la fiesta…

–¡Eso era antes de que te besaras con ese idiota!

–¡Yo no me estaba besando con él…! –Se defendió– Fue Koga quien me besó de pronto y no pude…

–¡Y no hiciste nada! –reclamé de nuevo, esta vez con más ímpetu al tener la imagen fresca en mi mente.

–¡No fue así…!

–Sube al auto –insistí.

No quería discutir, no en este lugar.

–Inu…

–¡Sube al auto, Kagome! –exclamé más fuerte de lo que quería.

Kag me miró durante unos segundos, y sentí la urgencia de descifrar qué pasaba por su mente en ese instante. La escuché soltar un suspiro antes de ocupar el asiento del copiloto sin decir ni una sola palabra. Encendí el auto y nos dirigimos hacia la carretera.

–No entiendo por qué estás actuando de esta manera –refutó mirándome.

–Ponte el cinturón.

–¡Por favor! Estoy tratando de hablar contigo ¡¿Y lo único que te preocupa es el maldito cinturón?!

Apreté el volante del auto con más fuerza tratando de contener mi enojo.

–Kagome…

–¡No! Por qué actúas de esta manera. Antes no eras así.

–¡Antes no eras mi novia! –aclaré– Ese es el maldito motivo.

–Estás siendo ridículo…

–¿Ahora soy ridículo? –solté con una risa forzada mientras intentaba adelantar al auto que teníamos delante.

–¡Cuidado…!

–¡No me digas qué hacer!

–¡Bien! Si vas a empezar a comportarte como un niño, hazlo, pero yo no pienso seguir tolerando esto.

–¿Qué haces? –cuestioné, con miedo evidente, al verla intentar abrir la puerta.

–Detén el auto, bajaré.

–¡¿Te has vuelto loca?! –solté mientras la sujetaba del brazo.

–¡Inuyasha, suéltame!

–¡No!

Hice una maniobra de último momento cuando me di cuenta de que habíamos invadido el otro carril. El auto se movió bruscamente con nosotras dentro y sentí las manos de Kagome aferrarse firmemente a mi brazo, hasta que logramos estabilizar el auto de nuevo.

Estaba lloviendo, era de noche y estábamos en la carretera en medio del bosque, sin duda no era buena idea conducir enojado, miré a Kag y por un segundo pude ver sus ojos vidriosos. La culpa me invadió por completo.

–Kag…

–Te juro que yo no lo besé –soltó de pronto– Pero si no me crees, supongo que está bien. No voy a obligarte a creerme, Inuyasha. Y mucho menos a estar conmigo.

¿Cómo habíamos pasado de todo a nada? Si hace tan solo unos meses le había pedido que fuera mi novia oficialmente, tal vez nunca debimos de intentar ser algo más cuando nos iba tan bien siendo nosotros mismos, sin una etiqueta que ahora pesaba.

Tenía tanto que decir, en serio que quería arreglar las cosas, pero tal vez fue el alcohol corriendo por mis venas o quizás fue el dolor que sentí ante su supuesta traición. Pero cuando me di cuenta, tenía el pie hundido en el acelerador y su mirada de miedo fija en mí.

–¿Qué haces…? Para…

–No hasta que retires lo que has dicho.

–Inu… ¡Para!

La bocina del otro auto sonó cuando lo adelanté.

–¡Detente, Inuyasha! –insistió lanzándose al volante.

Forcejeamos y en medio de tanto caos se escuchó el claxon de un camión. Todo se iluminó y lo único que pude ver fue aquella luz cegadora acercándose a nosotros.

–¡INUYASHA!

Giré el volante por instinto y sin pensarlo abracé a Kag cubriéndola con mi cuerpo cuando el auto impactó con un árbol.

Lluvia…

Frío…

Dolor…

Mi cuerpo no se podía mover.

¿En dónde estaba?

¿Qué había pasado?

¿Qué…?

¡KAGOME!

Abrí los ojos, pero fue imposible tratar de moverme, tenía las costillas rotas, lo podía sentir. Pero tenía que ir con Kagome.

–Kag… Kagome…

El auto estaba a metros de mí, lo veía claramente, volcado, pero no perdía la esperanza de que Kagome todavía estuviera dentro. Tenía que llegar a ella.

–¡Kagome…! ¡Por favor aguanta, ya voy!

No escuché nada. Con mucho dolor logré arrastrarme un poco, sin embargo, el auto aún estaba lejos.

–¡Kag…!

De pronto… Todo explotó.

El fuego se extendió a lo alto y tuve que cubrir mis ojos al sentir el calor a gran intensidad.

No. No. No.

Esto no… ¡ESTO NO PODÍA ESTAR PASANDO!

–¡KAGOME! –Fue un grito que me desgarró la garganta antes de quedar inconsciente.


–Inuyasha…

Dolor, probablemente era todo lo que podía sentir en mi cuerpo.

–Hijo…

¿Mamá?

Al despertar, me encontré rodeado de blancura: paredes, cortinas y sábanas se extendían ante mí como un lienzo puro, luminoso y sobre todo segador.

–¡Oh, Inuyasha! Gracias al cielo… –La escuché musitar con la voz rota.

Sentí la calidez de su mano rodear la mía.

–¡Toga! Inuyasha despertó.

¿Desperté?

¿Acaso me había quedado dormido…?

Kagome.

Al recordarlo sentí una punzada en el pecho.

–Kag…

–Shh shh… no hables, cariño –pidió mamá.

Intenté levantarme, pero supe que fue una mala idea cuando sentí un dolor horrible en las costillas. Pero tenía que ir con ella, tenía que…

–Inuyasha.

Miré a mi padre y traté de contener un grito de dolor.

–Tengo que ir con ella… –musité con dificultad mientras me arrancaba las vías.

–Hijo, por favor no te muevas.

–Hazle caso a tu madre, Inuyasha.

–No… –Tomé aire por la nariz–, solo quiero verla.

¿Por qué me veían así?

¿Por qué en sus ojos no encontraba color?

¿Por qué sentía que ocultaban algo?

–Kagome… –empecé– ¿Dónde…?

–Kagome murió, Inuyasha.

NO.

–Quiero verla… –repetí más para mí al sentir mis ojos arder– Solo quiero verla.

–Hijo…

–¡SOLO QUIERO VERLA!

Noté cómo el tono del monitor de signos vitales aumentaba, y enseguida varias enfermeras irrumpieron en la habitación. Observé cómo intercambiaban miradas con mi padre, quien finalmente asintió con la cabeza, otorgándoles el permiso implícito para administrarme la sedación.

–¡Quiero verla…! –exigí, notando cómo gradualmente mi cuerpo dejaba de responderme– Quiero verla una última vez…

Solo una vez más...


(Actualidad)

Era ella.

Sus ojos.

Su cuerpo.

Sus labios.

Era ella. Kagome…

Al intentar dar un paso, la mano de Kikyo envolvió mi brazo, deteniéndome en seco. Koga se acercó a ella y le ofreció el brazo, que aceptó sin dudar, pero sus ojos no soltaron los míos.

–Perdón que lo diga, pero no vas a negar que mi prometida es la mujer más bella de esta fiesta.

Permanecí en silencio, no porque no quisiera hablar, sino porque las palabras se negaban a salir de mi boca.

–Inuyasha… –musitó Kikyo a mi costado– ¿No vas a decir nada?

–¿Eh? –La miré.

–¿No dirás lo contrario? ¿Acaso no soy la mujer más hermosa de esta fiesta? –preguntó, tirando de mi brazo.

–Es un gusto señor Taisho.

Aquella voz.

Su voz…

–He escuchado mucho de usted –dijo mirándome para luego ver a Kikyo– Y de su bella esposa. Felicidades por la boda.

–Gracias…

Qué otra cosa podía decir cuando no quería hablar, cuando todo lo que quería era abrazarla y perderme en su fragancia.

–No seas tan modesta, querida –soltó Kikyo.

–Es que así es ella –habló Koga– Mi bella Escargot es un amor ¿No es así?

Ella asintió con una sonrisa.

¿Escargot? Un momento. Miré a Kikyo.

–Creí escuchar ¿Escargot Hirano? ¿Son familia?

–Ay sí cariño, ¿no te lo dije? –soltó con una sonrisa– Escargot es mi hermana, bueno, media hermana –Se inclinó hacia mí para susurrarme al oído– Por no decir que es la bastarda de mi padre, ya sabes, una de las muchas aventuras que tuvo.

Si la intención de Kikyo era disimular, no lo logró del todo, ya que pude percibir la incomodidad en el rostro tanto de Koga como en el de su prometida.

–Pero bueno, supongo que la generosidad de mi padre es increíblemente grande.

–Escargot Hirano –nombré tratando de convencerme de que ese era su nombre real y no, Kagome Higurashi– ¿A qué te dedicas?

–Me gradué en medicina.

–¿Ejerces?

–No por el momento.

–y ¿por qué no?

–Bueno… –Su mirada viajó de Kikyo a Koga– Quiero concentrarme en la boda y todo lo que implica planearla.

Koga le sonrió antes de robarle un beso, beso que por cierto me disgustó por alguna razón.

–Ya veo –musité– ¿Tienes hijos?

–Inuyasha –increpó Kikyo con cierto enojo.

–Taisho ¿A qué viene esa pregunta?

–Es simple curiosidad –solté volviendo a mirarla e ignorando a Koga.

–No –respondió Escargot– No tengo hijos.

–Que mal… –solté con un fingido suspiro.

–¿Mal? ¿Por qué?

–Porque yo sí tengo una.

Kikyo me apretó el brazo, pero me negué a mirarla.

–¿Qué? –cuestionó Koga con sorpresa– ¿Dices que tienes una hija?

–Sí, se llama Moroha y es una niña maravillosa.

Quise verla cambiar de expresión, quise ver algo que me indicara que era ella. Pero no pasó nada, al contrario, ella sonrió.

–Ya veo, supongo que es la niña que irrumpió en su boda ¿o me equivoco?

–¿Lo sabes? –cuestioné.

–Aquí la pregunta que importa es ¿quién no lo sabe? –La vi mirar a Koga y esquivar la mía– Fue mi prometido quien me lo dijo. Por supuesto, en ese momento, nunca imaginamos que se tratara de su hija.

–No es su hija –soltó Kikyo con molestia– Esa niña es…

La miré fijamente esperando por lo que diría.

–Una pobre huérfana, su madre la abandonó como si no valiera nada, la abandonó como si fuera basura o peor que eso –Volvió a mirar a la pareja frente a nosotros– Solo está confundida, y nosotros no podemos ser ajenos a esa realidad, es por eso que decidimos adoptarla.

¡¿QUÉ?!

–¿No es así, cariño? Diles, Moroha no es tu hija, sino nuestra –Por alguna razón resaltó aquella palabra "Nuestra" – Tuvo mucha suerte, imagínense, ¿qué hubiera pasado si no llegaba a nosotros? ¿se pueden imaginar la clase de vida que tenía antes de eso? o ¿la clase de madre que tenía? sin duda esa mujer es una maldita, mira que abandonar a una niña pequeña –Movió la cabeza en forma negativa– Sin duda algunas mujeres no merecen ser madres, y es por esa razón que en cuanto me vio, Moroha me llamó mamá.

–¿Lo hizo? –cuestionó Escargot y pude ver un brillo singular en sus ojos.

–Cariño ¿qué pasa? –dijo Koga tomándola del brazo– ¿Estás llorando?

–No, es solo que… es muy conmovedor todo lo que acaba de contar Kikyo. En verdad, es muy generosa.

–Lo es –dijo él besando su frente– No les digo, mi bella Escargot es un amor.

–Con permiso –dijo ella– Creo que tengo que retocarme el maquillaje.

–Ve tranquila, querida. Y no dudes en tomarte tu tiempo, sí que lo necesitas –soltó Kikyo.

Escargot sonrió, o al menos trató de hacerlo antes de desaparecer en medio de tanta gente. Kikyo hizo lo mismo al ver a su padre ingresar y ocupar una mesa.

–Entonces ¿qué opinas? –cuestionó Koga– ¿Te sorprendí, Taisho?

–¿En qué sentido?

–¡Oh, vamos! Sabes de lo que hablo.

–No, de hecho, no lo sé –sentencié– Tienes que ser más específico, Okami.

–Hablo de Escargot.

–¿Qué hay con ella?

–Ay por favor, no vas a negar el gran parecido que tiene con Kagome.

La sola mención de su nombre me golpeó duro. Kagome…

–Escargot es idéntica a ella por no decir que es la misma persona, pero eso es imposible, porque fuiste tú quien acabó con ella.

–¡Cuida tus palabras Okami!

–¿O qué? Armarás un escándalo por algo que sabes que es cierto.

Apreté mis manos en un puño y tuve que controlar mis ganas de estampar mi puño en su rostro y acabar con esto de una vez.

–Inuyasha –Escuché la voz de Sesshomaru tras de mí– Nuestro padre te está buscando.

–Dile que iré en segunda.

–Dijo ahora –sentenció.

–Adelante Taisho, ve con tu hermano. De todas formas, digas lo que digas o hagas lo que hagas, yo ya gané, me quedé con la chica y, aunque no sea ella, al menos pude encontrar a alguien idéntica, no como tú, que tuvo que conformarse con alguien que no le llega ni a los talones a Kagome…

–¡Quieto!

Sesshomaru me detuvo antes lanzarme sobre el idiota de Koga Okami.

–No causes un escándalo –soltó– Compórtate.

–Suéltame, Sesshomaru.

–Hablo enserio Inuyasha, no querrás verme enojado ¿o sí? –advirtió.

Lo miré, nos debatimos en un juego de miradas que tuvo como único vencedor a él, a él y a su maldita mirada intimidante.

Tomé un respiro y caminé rumbo a la mesa en donde estaba nuestro padre junto a Izayoi.

–¿Qué quieres? –espeté.

–Primero, quiero que te controles y por último no quiero que armes un escándalo –advirtió.

–Pero padre, la viste…

–Sí, todos aquí la vimos.

–Es ella…

–No, Inuyasha. No es ella –aclaró tajante.

Miré a mi madre y ella me regaló una mirada cariñosa.

–Hijo…

–Madre, es ella –le dije– Sé que es ella, lo siento.

–Ella está muerta, Inuyasha –intervino Toga, hablando por bajo– No hay forma de que se haya salvado de aquella explosión. Tú mismo viste su cuerpo.

–Pero padre…

–Dije que cero escándalos –sentenció– Y eso implica alejarte rotundamente de esa muchacha.

Tomé una gran bocanada de aire. ¿Alejarme? ¿Cómo podría hacerlo? ¿Cómo? Si ella era idéntica a Kagome.

No.

Ella era Kagome, lo podía sentir.

Mis ojos se desviaron brevemente hacia el pasillo de los baños. Sin pensarlo dos veces, me levanté, ignorando a mi padre, y me abrí paso entre la gente para llegar allí. Justo cuando ella salió, alcancé a tomarla del brazo.

–¡¿Señor Taisho?!

–Ven conmigo.

–¡Qué…!

La conduje hacia una de las numerosas habitaciones de la casa.

–¡Se ha vuelto loco! –exclamó liberándose de mi agarre– ¿Qué se supone que hace?

–Mira, no quiero asustarte.

Por unos instantes, sus ojos se encontraron con los míos antes de apartarse hacia otro lado.

–Y lo dice después de haberlo hecho.

Respiré profundamente.

–Kagome…

Ella volvió a mirarme.

–¿Perdone?

–Eres tú, sé que eres tú.

–Lo siento, pero creo que me está confundiendo, yo no soy…

Me precipité hacia ella y la abracé.

–... Kagome, no tienes idea de lo mucho que te he extrañado.

Sus manos buscaron una salida y, cuando finalmente lograron liberarse, me apartó de ella bruscamente.

–Por favor, salga de aquí –demandó– ¿Se ha puesto a pensar en lo que está haciendo? ¿Qué hará si se enteran de que usted está aquí con otra mujer?

–Me da igual.

–¡Pues a mí no! –exclamó dando un paso hacia mí– Mi prometido está afuera esperándome, y si no me encuentra, estoy segura de que esto no terminará bien.

–¿Tu prometido?

–Exactamente. Y le recuerdo que su esposa también está afuera. Ahora, si me permite, quisiera regresar a la fiesta.

–Kagome…

–¡Ya le dije que no soy esa! –aclaró tajante– Mi nombre es Escargot y lastimosamente para mí tengo que lidiar con idiotas como usted todos los días.

Sonreí. Fue precisamente esa actitud la que reforzó mi creencia de que ella era Kagome. La vi alejarse del lugar tan rápido como pude alcanzarla.

–¿Qué hace…? Suélteme…

–Si lo que te preocupa es el idiota de tu prometido, puedo solucionarlo.

–¿Qué?

Nos abrimos paso entre la multitud, y noté cómo se tensaba en cuanto notó a dónde nos dirigíamos.

–Naraku –saludé al llegar a su mesa– Espero me perdones por ser tan directo, pero necesito a Kikyo.

–Cariño, ¿pasa algo? –cuestionó ella con los ojos puestos en Escargot.

–Solo quiero bailar.

–¡Ay! Pero por supuesto –chilló de emoción tomando mi brazo– Mira, allá está tu prometido, querida–soltó áspera–, porque no vas con él.

–Qué buena idea –Comenté, llevándolas a ambas al centro de la pista.

Escargot intentó liberarse cuando vio a Koga frente a nosotros.

–¿Sucede algo? –cuestionó este en tono grave– Escargot…

–Un baile –solté de pronto cuando quiso apartarla de mí– Vamos– Miré a Koga–, como en los viejos tiempos.

–¿De qué hablas, Taisho?

No le dejé muchas opciones cuando la música empezó a sonar y yo me llevé a su prometida a la pista de baile. Koga y Kikyo no tardaron en seguirnos, pero por sus caras sabía que la molestia estaba presente.

La gente empezó a abrirnos paso y en cuestión de segundos teníamos la pista para nosotros solos.

–Fue de muy mala educación lo que acaba de hacer.

La mire desde mi altura.

–No sé de qué hablas.

–Oh, lo sabe muy bien señor Taisho –refutó.

–Por favor, no me trates de usted. Creo que podríamos tener la misma edad.

Escuché su risa y no pude evitar sentirme fascinado por ella.

–Yo no lo creo, usted podría ser mi padre.

Esta vez, fui yo quien soltó la risa.

–¿Naraku Hirano? No, no lo creo.

Soltó un suspiro y aproveché el momento para atraerla más hacia mi cuerpo.

–Sé que no empezamos con el pie derecho, y quiero pedirte perdón si fui un poco… ¿cómo decirlo?

–¿Acosador?

–¿Qué?

–Esa es la palabra que busca–aclaró.

–Yo pensaba en imprudente, pero creo que acosador encaja a la perfección.

Sonrió.

–No lo conozco señor Taisho…

–Trátame de tú –pedí nuevamente.

–Bien, no te conozco Inuyasha Taisho, pero he escuchado mucho de ti.

–¿A sí? Espero cosas buenas.

–Créeme, mi prometido no habla mucho de tus virtudes, si es que tienes algunas claro.

–El idiota de Koga no me conoce, así que de él puedo esperar cualquier cosa.

–Dices que lo que oí de ti ¿no es cierto?

–Depende –solté haciéndola girar hasta tener su espalda pegada a mi pecho– Si habla de lo bueno que soy bailando entonces debes de creerle.

Sus ojos, de un marrón intenso e hipnotizante, se encontraron con los míos en un instante que pareció eterno. El roce de su mano con la mía, su dulce aroma y su sola y encantadora belleza fueron mi perdición.

–Bien, fue divertido –soltó Koga apartándola bruscamente de mí– Pero creo que ya es hora de que disfrute un baile con mi prometida.

–Cariño… –Kikyo rodeó mi brazo con sus manos– Vamos, nosotros también deberíamos de hacerlo.

Al volver a mirar a Escargot, se formó un nudo en mi garganta al verla besándose con el maldito de Koga Okami. La prensa no tardó en capturar el momento, y en segundos la pista se llenó de flashes, personas y aplausos. Desplazándonos a un costado.

–Mierda… –mascullé antes de abandonar la pista.

–¡Inuyasha, espera!

Ignoré a Kikyo y fui directamente a la mesa donde estaban mis padres y Sesshomaru. Nadie dijo nada; incluso se mantuvieron en silencio mientras bebía de un trago el Gin tonic que estaba sobre la mesa.

–Cariño ¿qué ocurre? –cuestionó Kikyo con una voz demasiado aguda para mi gusto.

–Necesito más de esto –solté y me encaminé hacia la barra.

Definitivamente tenía que apagar y olvidar todo lo que su sola presencia había ocasionado en mí en cuestión de minutos. Necesitaba encontrar la manera de contenerme y no armar un espectáculo. Ya no era un niño y se esperaba que actuara con madurez, pero cuando la veía, simplemente no podía pensar con claridad.


¿Cuánto había bebido?

Sentía la cabeza como una pesada roca, el malestar se intensificó al intentar abrir los ojos, y la urgente necesidad de agua solo empeoraba la situación.

–...Mmm... cariño…

Miré a la mujer acostada a mi lado y simplemente la resaca pasó a ser lo de menos. ¿Qué diablos había pasado?

Levanté las sábanas y me vi completamente desnudo bajo ella, tenía a Kikyo enroscada en mi pierna y también estaba desnuda.

–Mierda… mierda… –maldije levantándome como pude.

¿Cómo había permitido que algo así pasara?

No recordaba nada; lo último almacenado en mi memoria era ella, Escargot, besando al idiota de Koga, y después yo, bebiendo tanto alcohol como fuera posible.

¡Maldición!

Después de eso, no podía recordar nada. ¿Cómo había llegado aquí? ¿Cómo había permitido que esto sucediera? ¿Cómo?

Me puse los pantalones y salí de la habitación tratando de no hacer mucho ruido. ¿Qué hora era? ¿Por qué sentía que habían pasado días y no horas?

–¡Papi!

La vi bajar de los brazos de mi madre y correr hacia mí subiendo las escaleras. Estiré los brazos y la cargué pegando su frente con la mía.

–¿Cómo se portó mi princesa?

–Bien –dijo con una sonrisa– Papi, mi abuelita dijo que no gritara mucho cuando te viera.

Sonreí, porque al parecer había olvidado hacerlo.

–¿Así? –cuestioné con una sonrisa– Y te dijo tu abuelita ¿el por qué?

Moroha negó con la cabeza y yo miré a mi madre, quien nos observaba desde abajo.

–Hijo, no me culpes por tratar de cuidarte. Esa cabeza tuya debe de estar a punto de explotar.

–Gracias, mamá –dije con una sonrisa.

–Papi, papi, vamos a ver a los patos.

–¿Quieres verlos?

En ese momento sonó el timbre de la casa.

–¡Sí! Vamos, por favor, ¡vamos!

–Está bien, princesa.

Besé su mejilla y la atraje hacía mí, Moroha rodeó mi cuello y me abrazó recostando la cabeza sobre mi hombro. Y aún con la sonrisa en mi rostro bajé la mirada hacia las escaleras y me encontré con unos ojos que había estado deseando ver de cerca otra vez.

Kagome…

–Hola… –saludó al verme.

–¡Por dios! ¿Qué es todo ese escándalo? –Kikyo salió de la habitación usando solo un camisón que se transparentaba con la luz y al verla, se le dibujó una sonrisa en el rostro– Oh, querida, pero ¿qué haces aquí?

Apreté a Moroha contra mi pecho, tratando de evitar que viera lo que estaba sucediendo. ¿Qué pasaría si ella la viera? Moroha podría pensar que ella era su madre.

Pero lo era, ¿o no? Ella era Kagome, entonces sí era su madre.

Pero ¿y si no lo era? Moroha era solo una niña, no entendería y quería protegerla de ese dolor.

Pero, también quería que la viera, quería saber cómo reaccionaría Escargot Hirano al ver a Moroha.

¿Qué se suponía que debía hacer?

¿Qué era lo correcto?

¿Qué…?

Continuará...