FRAGMENTOS

¡Hola! Hoy tenemos cadena de actualizaciones.

- kcar: ¡Hola! :) ¡Gracias por seguir la historia y por tus reviews tan emocionantes! Me encanta cómo te sumerges en la trama y analizas cada detalle. ¡Tienes razón en sospechar que hay algo extraño pasando! El misterio se va profundizando y espero poder resolverlo pronto en las próximas actualizaciones. ¡Tus palabras me dan aún más ganas de seguir escribiendo! Y sí, la vida a veces puede ser un caos, pero siempre encuentro un poco de alivio en la escritura y en el apoyo de todas ustedes. :3 ¡Gracias por estar aquí y por tus mejores vibras! ¡Nos vemos en la próxima actualización! Disfruta mucho de estas dos.

- Rosa. Taisho: ¡Hola linda! ¡Gracias por compartir tus sospechas y teorías! Me encanta cómo estás analizando cada detalle de la historia. ¡Tus ideas son realmente intrigantes! :D La idea de que Naraku haya usado un cuerpo quemado para hacer pasar a alguien por Kag es muy impactante. Y las teorías sobre Kag perdiendo la memoria o estando en coma son muy interesantes también. ¡Es increíble cómo has conectado todos los puntos! ¿Pero... será eso lo que realmente pasó? (¡Hoy lo sabremos!) ¡Las preguntas que planteas son tan emocionantes! ¿Qué pasó realmente con Kag y Moroha? ¿Por qué Moroha recuerda haber estado con su mamá y Sango? ¡El misterio se vuelve más profundo con cada pregunta que surge! Jaja Estoy tan emocionada de tener lectoras como tú que se sumergen tanto en la historia. ¡Gracias por tu apoyo y por estar al límite con cada capítulo! ¡Te prometo que habrá más emociones y respuestas en los próximos capítulos! ¡Besos y nos vemos en la próxima actualización!

- joiscar: ¡Hola! ¡Gracias por tu review y por tu entusiasmo! Me alegra mucho que hayas disfrutado del último capítulo y que te haya dejado con tantas preguntas. La idea de que Moroha vea a Kag es realmente intrigante. ¡Imagínate la tensión y emoción que se desataría en ese encuentro! Y sí, también hay muchas incógnitas sobre qué está haciendo Kag en casa de Inuyasha. ¡El misterio se complica aún más! (pero aquí están las respuestas jeje) Aprecio mucho tu apoyo y tu interés en la historia. ¡Nos leemos en el próximo capítulo para descubrir juntos todas las respuestas que estamos buscando! ¡Gracias por estar aquí!

- Annie Perez: ¡Hola! ¡Gracias por tu review! ¡El baile fue realmente una montaña rusa de emociones! ¿No es así? Estoy ansiosa por ver cómo Moroha reacciona al ver a su mamá y qué revelaciones nos depara el futuro. ¡Y vaya que Naraku y Kikyo están haciendo de las suyas en esta trama! ¡Pero bueno, todo esto nos mantendrá pegados a la historia esperando el próximo capítulo! Gracias por tu apoyo constante y por sumergirte tanto en la historia. ¡Nos vemos en la próxima actualización!

- Cbt1996: ¡Hola! ¡Me alegra mucho que hayas disfrutado del capítulo, aunque haya sido una montaña rusa de emociones para ti! El recuerdo del accidente definitivamente fue intenso. Pobre Inuyasha, debe estar cargando una gran culpa. Y sí, la presencia de Kagome en esta situación plantea muchas preguntas intrigantes. ¿Qué estará pasando realmente detrás de todo esto? Es genial que estés emocionada por la relación entre estos dos personajes, ¡promete ser interesante! Y estoy ansiosa por descubrir qué nos depara el futuro en la trama. Por mientras, disfruta de este capítulo doble. Gracias por tus palabras y por tu apoyo constante. ¡Nos vemos en el próximo capítulo!

- Karii Taisho: ¡Hola! Wow, ¡qué análisis tan profundo de ese capítulo! (me encanta) Entiendo completamente tus sentimientos y tus teorías son realmente interesantes. La situación entre InuYasha, Kagome y Koga ciertamente es complicada y llena de emociones encontradas. Por otro lado, Kikyo, ¡qué personaje tan complicado y lleno de veneno! (en esta historia) Es comprensible tu frustración y enojo hacia ella por sus palabras hirientes hacia Kagome y Moroha. InuYasha también parece estar pasando por momentos difíciles, ¿verdad? Sus acciones impulsivas solo complican aún más las cosas. Pero esperemos que pueda encontrar una forma de enmendar sus errores. ¡Estoy tan emocionada por ver cómo será el encuentro entre Kagome y Moroha! Seguro que será un momento lleno de emociones y revelaciones. Gracias por tus palabras de ánimo y apoyo. Siempre es genial compartir esta historia contigo. ¡Nos vemos en el próximo capítulo y gracias por recordarme la importancia de equilibrar mis estudios y mis pasiones! Me va bien, y eso importa mucho ¡Saludos y abrazos!

- Lin Lu Lo Li: ¡Hola! ¡Comprendo completamente tus sentimientos! La aparición de "Kagome" definitivamente plantea muchas dudas y sospechas. La situación del accidente es realmente grave y entiendo por qué Inuyasha se siente tan culpable. Sus celos pueden haber desencadenado una cadena de eventos desafortunados. Y estoy de acuerdo contigo en que exponer a Moroha a más incertidumbre y peligro no parece valer la pena. ¡La seguridad y el bienestar de Moroha son lo más importante! (veremos qué hace Inuyasha) Esperemos que pronto se resuelvan todas estas dudas y que podamos descubrir la verdad detrás de esta situación tan complicada. Gracias por compartir tus pensamientos y por ser parte de esta historia. ¡Nos vemos en el próximo capítulo!

- Rocio K. Echeverria: ¡Ahhhh! ¡Tu entusiasmo es contagioso! ¡Me encanta leer tus reviews llenos de emoción y análisis profundo de cada capítulo! Bien, empecemos, el reencuentro entre InuYasha y "Kagome" fue verdaderamente intenso, ¿verdad? Aunque todo parece indicar que es ella, aún quedan muchas incógnitas por resolver. La presencia de Kikyo y Koga en esta situación solo agrega más misterio a la trama. ¡Pero estoy contigo en que seguro hay un elefante escondido detrás de todo esto! (tal vez hoy lo descubriremos) La conexión entre InuYasha y la mujer misteriosa en el baile fue tan palpable que se podía sentir a través de las páginas. Y sí, ¡resolveremos la incógnita del por qué fue a la casa de Inuyasha! ¿Será que fue por Moroha, por él mismo o por una combinación de ambas razones? ¡Qué intriga! Jaja Es genial saber que estás bien y que te gusta saber de mí también. Tus palabras de ánimo y apoyo significan mucho para mí, enserio que sí. ¡Y sí, cada momento de desconexión es invaluable, especialmente cuando nos espera una historia tan emocionante como esta! ¡Gracias por tu amor y tu apoyo constante! No te preocupes por excederte, ¡me encanta leer tus pensamientos tan profundos! ¡Nos vemos en el próximo capítulo, lista para más emociones y misterios por descubrir! ¡Un abrazo enorme!

- Ferdy Arevalo: ¡Hola! Entiendo perfectamente tu reacción, ¡es completamente comprensible! Kikyo realmente ha sido un personaje que ha generado muchas emociones encontradas, ¡y no es para menos! Sus acciones a veces son tan frustrantes que dan ganas de ahorcarla, jaja (o al menos en esta historia) ¡pero es parte de lo que se ha ganado con su comportamiento! La situación con "Kagome" es realmente desconcertante, ¿verdad? ¿Qué habrá pasado en ese accidente? ¿Perdió la memoria? ¡Son tantas incógnitas que es difícil mantener la mente en calma! Estoy contigo en que es difícil creer que Inuyasha estuvo con Kikyo. ¡Probablemente ella se aprovechó de la situación para manipularlo y hacerle creer cosas que no son ciertas! Pero estoy casi segura de que Inu, piensa todo lo contrario. ¡Gracias por tu apoyo y tus comentarios tan intensos! Espero que las teorías no te vuelvan loca, ¡pero sí que nos mantienen a todos al borde del asiento! ¡Besos y abrazos para ti también! ¡Nos vemos en el próximo capítulo!

- Valentinehigurashi: ¡Holi! Wow, tu comentario me llegó al corazón. Me alegra mucho saber que mis escritos pueden ofrecerte un respiro en momentos difíciles y hacerte sentir que hay esperanza. Todos merecemos ser los protagonistas de nuestra propia historia y encontrar la fuerza para resurgir de las cenizas, ¡y estoy segura de que tú lo lograrás! ¡Eso te lo aseguro! :) Entiendo tus sentimientos hacia Inuyasha en esta situación tan intensa. A veces, las emociones pueden nublar nuestro juicio, pero espero que en el próximo capítulo podamos ver una evolución en su comportamiento. ¡Me emociona saber asistirás a clases de música! Llenar nuestra vida de cosas que amamos es realmente importante para mantener nuestra estabilidad mental. ¡Te deseo todo el éxito del mundo en esta nueva etapa! ¡Sé que brillarás! Yo también estoy lejos de casa, y supongo que son algunos de los sacrificios que uno hace por sí mismo ¡Gracias por tus palabras tan llenas de cariño y apoyo! Espero que tengas una semana llena de éxitos y momentos felices. ¡Un abrazo enorme y nos vemos en el próximo capítulo!

- Kayla Lynnet: ¡Hola! ¡Qué comentario tan detallado y emocionante! Me encanta sentir tu entusiasmo por la historia y aprecio mucho que compartas tus reflexiones con tanto detalle. El recuerdo del accidente fue realmente impactante y trágico. Los celos, malentendidos y la impulsividad pueden llevar a situaciones desastrosas, como bien vimos en este caso. La culpa debe estar pesando mucho sobre Inuyasha, especialmente por la última conversación que tuvo con Kagome. Estoy totalmente de acuerdo contigo en que Naraku y Kikyo están implicados en todo este embrollo, (¿pero Koga? ¿qué papel juega? Hoy lo sabremos). El nombre "Escargot Hirano" parece ser más que una simple casualidad, y el brillo en sus ojos de indica que algo más está sucediendo detrás de escena. Inuyasha ciertamente es impulsivo en cualquier universo, ¡pero es parte de su encanto! Es comprensible que quiera asegurarse de que realmente es Kagome quien ha regresado. ¡Y sí, maldito alcohol! Pero tienes razón, si no se acuerda, entonces no pasó, ¿verdad? Jajaja Estoy contigo en que seguramente todo fue un plan para hacerle creer a Inuyasha que pasó algo entre él y Kikyo. El dilema de Inuyasha ahora que "Kagome" está en su casa es realmente complicado. Me preocupa mucho cómo reaccionará Moroha cuando su mamá niegue todo (claro, si es se llegan a reencontrar, veremos qué pasa). Estoy de acuerdo contigo en que alejar a Moroha de todo esto podría ser lo mejor para ella, aunque sé que será una decisión difícil para Inuyasha. Gracias por compartir tus pensamientos tan apasionados. ¡Y no creas que me he olvidado de ti! Nonono, leo cada actualización con mucha más intriga, solo que el tiempo no me da para dejar mi respectivo Review, pero ya te digo ¡necesito actualización! Jeje Nos vemos en el próximo capítulo para descubrir cómo se desenvuelven todos estos dilemas. ¡Un abrazo!

- Guest: ¡Hola! ¡Qué emoción que hayas disfrutado tanto del capítulo! Me alegra que ¡Haya valido la pena la espera de dos semanas, sin duda! Jeje Estoy totalmente de acuerdo contigo, parece que hay muchas pistas que indican que la misteriosa "Escargot" es en realidad Kagome. Esa reacción al escuchar las palabras de Kikyo sin duda sugiere que hay más de lo que parece a simple vista. Es como si estuviera conteniendo emociones muy profundas. Es difícil decir qué puede estar pasando por su mente. Tal vez esté siendo amenazada o esté en una situación complicada que la obliga a esconderse y cambiar su nombre. Pero estoy segura de que hay una razón detrás de todo esto, ¡y seguro que nos sorprenderá cuando se revele! (y pude que este sea el día) Gracias por compartir tus pensamientos y teorías. ¡Es genial tener a lectores tan atentos como tú! ¡Nos vemos en el próximo capítulo para seguir revelando más de esta intrigante historia!

- MegoKa: ¡Hola, hola! No te preocupes por el nickname ¡De alguna forma algo me decía que se trataba de ti cuando leí el Panaberto jaja! ¡Agradezco mucho tu comentario y tu participación en la historia! ¡Wow, qué situación tan intensa y confusa, verdad! Es comprensible que estés tan desconcertada como Moroha en su nueva vida. ¡Todo esto es un torbellino de emociones y giros inesperados! La situación entre Kagome, Koga e Inuyasha es realmente complicada y llena de incógnitas. ¿Cómo es posible que sea Kagome pero al mismo tiempo no lo sea? ¡Es como un rompecabezas sin resolver! Y sobre Kikyo... ¡uff! ¡Es un personaje que nos tiene a todos en vilo con sus acciones! Esperemos que no sea cierto lo que insinúa sobre su relación con Inuyasha. ¡Sería demasiado! (pero amo el drama jaja) ¡Gracias por tu entusiasmo y por seguir acompañando la historia! ¡Esperemos que en el próximo capítulo se aclaren algunas de estas incógnitas! ¡Un fuerte abrazo y saludos!

¡Hola a todos! ¡Como lo dije en mi post de Facebook hoy tendremos capítulo doble! Espero que disfruten mucho al descubrir el pasado, lo que realmente pasó, lo que está por venir y, sobre todo, todo lo que ambos perdieron. Estos capítulos son intensos, uno un poco más extenso, pero absolutamente necesario.

Por último, quiero disculparme por la demora. El agotamiento ha sido abrumador, pero, aun así, he estado escribiendo en mis momentos libres y aquí está el resultado, jeje.

¡Nos vemos pronto! Cuídense mucho y gracias por seguir apoyando esta historia. Nada me hace más feliz que leer sus reseñas aquí y sus comentarios en Facebook.

Atte. XideVill


Disclaimer: Los personajes de esta historia son de Rumiko Takahashi.


CAPÍTULO 6.

(Seis años atrás)

KAGOME

–Inu…

Intenté moverme, pero un dolor muy fuerte en la cabeza me detuvo.

–Inuyasha…

Recorrí su cuerpo inconsciente con mis manos esperando que recobrara el conocimiento. Pero nada.

–Inuyasha, despierta –pedí al percibir un intenso olor a gasolina.

Las luces del auto parpadeaban y yo sabía que, si no fuera por la protección de Inuyasha, habría salido disparada por la ventana. Pero no, todavía estábamos dentro del auto y necesitaba encontrar una manera de salir antes de que todo estallara.

–Por favor… resiste un poco más…

Di un salto cuando las puertas se abrieron de pronto.

–¡Vaya, vaya! Mira nada más, parece que me acabo de encontrar a un pobre gatito abandonado en medio de la carretera.

–¡NOO! ¡Suéltame! –grité cuando sentí sus manos sobre mí.

Me sacó del auto y me agarró del cuello con fuerza, ejerciendo una presión considerable.

–Y ¿qué hago con este? –preguntó el otro sujeto refiriéndose a Inuyasha.

–¿Está muerto?

Lo miré con terror mientras esperaba su respuesta.

–No, solo está inconsciente.

–Sácalo de ahí.

–¡No! –Traté de liberarme– ¡No se atrevan a tocarlo! ¡Inuyasha!

–Shh shh, bonita. No quieres hacer eso –amenazó el hombre que me sujetaba.

–No te tengo miedo… –musité con dificultad y él sonrió con grandeza– ¿Quién te mandó? ¿Para quién trabajas?

–No te apresures, bonita. Pronto lo conocerás.

Oí un sonido seco golpear el suelo y mi corazón se detuvo.

–¡Inuyasha! –grité al presenciar cómo le propinaban patadas en las costillas– ¡YA DÉJALO!

–¿Estás llorando, bonita?

Me sujetó del cabello.

–¡YA, POR FAVOR! ¡NO LE HAGAN DAÑO!

–¿Te portarás bien?

Asentí con la cabeza mientras las lágrimas bañaban mis mejillas.

–Perfecto. ¡Oye, Renji! Ya suéltalo y trae a esa otra mujer.

–Sí.

Miré con verdadero pánico el cuerpo inconsciente de aquella mujer en sus brazos.

–Mírala bien –habló el hombre que me sujetaba– ¿No es una buena actriz?

–¿Qué…?

–Casi ni se mueve, casi podría decirse que está muerta –Soltó una carcajada que me erizó la piel en segundos– Pero qué idiota soy, si yo mismo la maté.

Me recorrió un escalofrío espantoso por la espalda cuando lo dijo.

–Listo, jefe. Ya la dejé en el auto.

–Vámonos, bonita. Nuestro trabajo aquí ha terminado.

–No… –solté mientras me llevaba a la fuerza– Inuyasha…

–Tranquila, cuando despierte probablemente no podrá ni caminar, así que no irá a ninguna parte.

Me empujó dentro de un auto negro, asegurando mis muñecas con unas esposas.

–Esto –dijo levantando mis manos–, es por seguridad.

–Jefe.

–Hazlo ya, Renji.

La explosión que vi desde el auto me sobresaltó.

–¡NOOO! ¡INUYASHA!

–¡Arranca, idiota! –demandó aquel hombre.

Empecé a retorcerme en busca de una salida, y apenas me di cuenta cuando me colocó un trapo sucio sobre la cara.

No podía dejar a Inuyasha.

No podía dejarlo solo en ese lugar, y menos en el estado de inconsciencia en el que se encontraba.

Pero…

¿Y si ya había despertado? ¿Y si se había dirigido al auto intentando encontrarme? En ese caso la explosión…

¡NO! Eso no.

Tenía que pensar en otra cosa. Aquel hombre había dicho que cuando despertara Inuyasha probablemente no podría caminar.

¡SÍ! Entonces estaba bien, tenía que creer que lo estaba.


–¿Sigue dormida?

–Sí, señor.

Aquellas voces… ¿de dónde venían?

–Entonces ¿qué estás esperando? ¡Despiértala!

–En seguida.

Abrí los ojos cuando sentí el agua helada recorrer mi espalda. ¿Dónde estaba? ¿Qué había pasado?

–Por fin despiertas, niña.

Aquella voz. No puede ser, era de Naraku Hirano.

–¿Te sorprende verme? –cuestionó con autoridad.

–¿Qué es lo que quieres?

Negó lentamente con la cabeza mientras se acercaba a mí.

–Aquí, las preguntas las hago yo. ¿O ya se te olvidó en qué posición te encuentras?

Miré a mi alrededor, este lugar no era más que una antigua casona abandonada. No tenía ventanas, estas estaban cubiertas por maderas mal colocadas y las paredes, no eran más que simples esqueletos de lo que alguna vez fueron.

Naraku soltó un suspiro tomando asiento frente a mí.

–Se lo dije a tu madre, se lo advertí –Sacó un cigarro y se lo llevó a la boca– Nada bueno saldría de esa absurda asociación que tienen con los Taisho.

–¿Y yo qué tengo que ver en todo esto?

Sonrió y dejó escapar el humo por la boca.

–Mucho mi pequeño gatito indefenso. Tú eres mi pieza clave para acabar con esa unión entre ambas familias.

–¿De qué hablas? –cuestioné confundida.

–Tu madre se negó a colaborar conmigo ¿Y por qué? Todo por esa maldita unión con los Taisho, entonces tenía que encontrar una forma de quebrantar aquel vínculo y qué mejor que convirtiendo al hijo menor en un asesino.

–Inuyasha, no…

–Hoy has muerto para todos, Kagome Higurashi, será mejor que lo aceptes, Inuyasha es el único responsable.

–¡No lo es!

–Solo tú y yo lo sabemos. Pero claro… tú ya estás muerta.

–¿Entonces qué caso tiene mantenerme con vida? ¡¿Por qué no me matas de una vez?! –exclamé inclinándome hacia él– ¡Hazlo!

Se puso de pie recorriendo con la mirada todo el lugar.

–Aún no lo entiendes ¿verdad? –Dejó caer el cigarro y lo pisó– Te necesito con vida. Cuando sea dueño absoluto de las corporaciones Higurashi y Taisho, necesitaré de ti para adueñarme de…

Guardó silencio cuando supo que se había dejado llevar.

–Pero eso será más adelante, pequeño gatito –sonrió– No te atormentes, será mejor que descanses, este será tu nuevo hogar por un tiempo muy largo. Acostúmbrate.


–Despierta, niña. El señor Naraku está abajo.

¿Cuánto tiempo llevaba aquí?

Después de un mes, había perdido la cuenta de los días. Me vestí y descendí a la planta baja con la esperanza de encontrar algún cambio, quizás nuevas flores en el jarrón, diferentes a las ramitas secas que probablemente llevaban allí desde antes de mi llegada.

–Kagome, sígueme.

Entré al comedor sin decir palabra alguna, pero me llevé una gran sorpresa al ver a una mujer sentada en una de las sillas.

–Ella es Sango –Soltó–, es de mi entera confianza y de ahora en adelante se encargará de ti y de lo que necesites.

–Hola –Me saludó, pero yo no respondí.

¿Por qué debería? No tenía la obligación de ser buena persona con aquellos que me tenían aquí encerrada ¿o sí?

–Sango es la mejor en su trabajo.

–¿Qué trabajo? –cuestioné levantando una ceja– ¿Asesinar? ¿Torturar? ¿O secuestrar?

–Ya basta, deja de portarte como una niña engreída ¿Acaso no te gusta este lugar?

Sonrió, y con aquella sonrisa estúpida abandonó el lugar dejándonos solas. Sango se veía bien, a diferencia de mí, estaba segura de que su ropa era nueva y olía bien.

–Kagome ¿verdad?

–Qué más da, de todas formas, ese nombre ya no existe.

–¿Cuánto llevas aquí? –preguntó dejando una palmada en la silla junto a ella.

–¿Hace cuanto dejó de llover?

Hizo cálculo mental mientras me sentaba a su lado.

–Creo que hace dos meses.

Me miró y entonces lo entendió.

–¡¿Llevas dos meses aquí?! –exclamó sorprendida.

–Y estaré aquí mucho más.

–Naraku no me dijo nada de eso.

–¿Qué eres de él?

Soltó un suspiro.

–Cuando mis padres murieron él se hizo cargo de mí.

–¿Y de casualidad tus padres eran dueños de una gran corporación farmacéutica?

–¡Sí! ¿Cómo lo sabes?

Apreté mis manos en un puño. Era evidente.

–¿Confías en él? –pregunté sintiéndome mareada.

–Sí… ¿por qué?

–Sango, él…

Me puse de pie de inmediato.

–¿Kagome? –Me sujetó del brazo– ¿Te sientes bien?

–No…

Salí corriendo hacia el baño para devolver la cena.

–¡Kagome!

–¡No entres! –advertí– Estoy bien…

Vomité todo hasta que mi estómago ardió como si fuera ácido.

–¿Todo bien? –cuestionó Renji, el guardia, del otro lado de la puerta.

–Sí –dijo Sango– Solo algo le cayó mal.

–Lo que faltaba ¡Oye niña! –exclamó tocando la puerta– Si te sientes mal no andes por toda la casa, no vaya a ser algo contagioso.

Me lavé la cara y salí tratando de mantenerme en pie. Para mi sorpresa Sango seguía esperándome.

–¿Te sientes mejor?

Asentí con la cabeza.

–Sí, sólo necesito descansar un rato –dije subiendo las escaleras y me metí a la cama tratando de contener el llanto.

–Kagome…

–Por favor… quiero estar sola.

No dijo nada y en silencio se sentó al pie de la cama. Me tensé al sentir que acariciaba mi pierna con cariño.

–¿Tú…?

–Sí –respondí de inmediato.

–¿Naraku lo sabe?

Me senté y dejé escapar una lágrima.

–Tengo miedo, si se entera que estoy embarazada es probable que mate a este bebé y no… –sorbí por la nariz– Ya me quitó mi vida, mi familia, todo lo que más amaba. No quiero que me quite esto también.

Tomó mi mano y la acarició. Por un instante me sentí menos sola, por un instante sentí que le importaba a alguien.

–Tarde o temprano se notará.

–Lo sé –respondí.

–¿Qué harás?

–¡No sé…! –dije entre sollozos.

Me abrazó cuando ya no pude más, lloré y lo hice en silencio para no alarmar a Renji.


–¡Eres una cualquiera!

La bofetada que me dio dolió menos que sus palabras.

–¡¿Embarazada?! –soltó– ¡Niña tonta, lo arruinaste todo!

Me aferré a las sábanas tratando de contener el llanto.

–¿Qué haré ahora? –preguntó más para sí mismo– Él no querrá estar con alguien como tú.

¿Él?

Lo miré de reojo.

–¿Qué haré? ¡Maldita sea! ¡¿Qué haré?!

Levantó la mano y yo me cubrí el vientre.

–Perdón… –musité.

¿Por qué pedía perdón? ¿Por qué lo hacía? Tal vez quería que tuviera compasión por mí y no le hiciera nada a este bebé.

Tomó un hondo respiro y se sentó en la silla sin dejar de mirarme. No sé en qué pensaba, pero probablemente no era nada bueno. Salté cuando empezó a reír como un desquiciado.

–¡Esto es fantástico! –exclamó– ¡Completamente fantástico!

–¿Qué…?

–¿Quieres a ese bastardo?

Parpadeé varias veces.

–¡Responde! –exigió.

–¡Sí!

–¡Esto es genial! –reiteró– Me acabas de dar tu punto débil, con esto serás muy fácil de manipular mi pequeño gatito.

Volvió a reír.

En su momento no lo entendí, en su momento fui tan inocente como para saber lo que significaba, hasta que nació y la tuve entre mis brazos.

Mi pequeña.

Mi ojos bonitos.

Mi Moroha.

Mi punto débil.


–¡Feliz cumpleaños!

Me sobresalté al entrar al comedor, dando un pequeño brinco por el susto.

–Sango –recriminé al ver la cara de Moroha pasar de una hermosa sonrisa a un puchero a punto de explotar.

–Lo siento –Se disculpó.

Pero ya era demasiado tarde, el llanto de Moroha no se hizo esperar.

–Ya, bebé –dije meciéndola en mis brazos–, la tía Sango no lo hizo a propósito ¿Verdad?

La miré y ella sonrió.

–Pues claro que no, mi intención solo era saludar a la cumpleañera –comentó mientras pedía cargar a Moroha– No todos los días se cumple un año.

–No lo sé, sigo pensando que esto no era necesario.

Sango se la llevó a la mesa mientras yo miraba todo a mi alrededor. Las paredes estaban decoradas con cintas de colores y había unos cuantos globos en el piso. El pastel de cumpleaños destacaba con una pequeña vela en el centro. Aún no podía asimilar que mi hija cumplía su primer año, no era así como me imaginaba celebrarlo, no aquí, ni yo sola. Me preguntaba qué estaría haciendo Inuyasha en ese momento. ¿Me extrañaría? ¿Pensaría en mí?

–¡Kag! –Miré a Sango– Oye, ya despierta, te estoy hablando.

–Ah… sí ¿qué decías?

–Decía que, ¿primero pastel o regalos?

–¿Compraste regalos?

Ella asintió con una sonrisa. Desde que Naraku la había dejado en este lugar, solo ella podía salir de la casa, solo ella tenía ese derecho, de alguna forma necesitaba de alguien que hiciera las compras diarias, alguien que se encargara de la comida y sobre todo alguien que se encargara de mantenerme aquí, encerrada.

No sabía con claridad a lo que ella se dedicaba, pero, algunas noches, especialmente aquellas cuando el frío se colaba en los huesos, la había visto escabullirse y salir de la casa sin hacer ruido, y al regresar, se lavaba las manos con sumo cuidado. ¿Qué intentaba borrar? Probablemente sangre, la sangre de algún inocente que, lamentablemente, había caído en las garras de Naraku.

Sango, ella era solo otro peón en su juego, quizás la más peligrosa, una asesina. Sin embargo, cuando estaba conmigo y Moroha, era completamente distinta: cálida, siempre sonriente y, sobre todo, amaba a mi hija. No era de extrañar que la haya dejado ser su tía.

Su tía Sango.

–Ven a verlos –animó a que me sentara a su lado.

–¿Qué compraste?

–Bueeeno…

La miré de inmediato.

–¡Lo robaste! –acusé y ella me sonrió.

–Antes de que te enojes mejor echa un vistazo.

–Te has vuelto loca…

–Kag…

–No, Sango…

–Cálmate, para que te sientas mejor quiero que sepas que nadie salió herido.

–Pues eso espero, porque de no ser así yo…

–Ya ábrelos –exigió ansiosa.

Me alcanzó una caja mediana y un sobre.

–Ven Moroha, veamos qué te trajo la tía Sango –dije mientras la tomaba en brazos.

Ella sonrió y se distrajo con la caja de inmediato. Supone que no hacía falta preguntar por cual empezar, Moroha había decidido que el primer regalo en ser abierto era la caja.

–Le encantará –comentó Sango viéndonos con ansias mientras lo abría.

Mi pulso se detuvo al ver aquel oso, mi oso de peluche.

–¿De dónde…? –Apenas pude pronunciar unas palabras cuando lo entendí– ¡¿Fuiste a mi casa?!

–Shh… baja la voz, no queremos que Renji se entere ¿o sí?

–¿Por qué lo hiciste? –cuestioné sintiendo el pulso cada vez más acelerado.

–Solo quería que Moroha tuviera un regalo especial.

–¿Alguien te vio? ¿Viste a mamá o a mi hermana? ¿Viste a Rin?

Negó con la cabeza.

–No había nadie cuando entré.

La decepción me golpeó de frente.

–¿Hice mal? –preguntó realmente arrepentida– Kag, yo lo lamento, nunca debí…

–No. Está bien.

–Pero…

–Supongo que Moroha se merecía algo especial en este día ¿No? –Le sonreí– Gracias.

Kuma, era el regalo que alguna vez me había dado mi padre antes de morir. Tal vez por eso aún lo conservaba a pesar de ser una adulta y ahora sería de Moroha, un regalo especial para alguien que hace especial toda mi vida.

–¿Y esto? –cuestioné al sujetar el sobre– No es dinero ¿O sí?

–Cómo crees –dijo con una sonrisa.

–¿Entonces?

–Bueno…

Parpadeó un par de veces.

–Déjame adivinar –solté– También lo robaste de mi casa.

–No puedes culparme por tratar de hacer feliz a mi sobrina.

Estiró la mano para apretar la mejilla de Moroha.

–Sango…

–Kagome –Al decir mi nombre completo supe que nada bueno vendría– Sé que no te gusta hablar mucho de esto –Solté un suspiro, lo sabía– Y cuando estuve en tu casa, bueno… vi esa foto y…

–¿Foto? –interrogué abriendo el sobre– ¿Qué foto…?

Perdí la voz al ver aquel pedazo roto de fotografía. Era Inuyasha…

–En todo este tiempo nunca has hablado del padre de Moroha, pero cuando vi esa foto entre todas tus cosas lo supe, tiene sus ojos, entonces él es…

–Mi ojos bonitos… –dije en un susurro empezando a ser invadida por las lágrimas.

–Así llamas a Moroha –comentó.

–No, así lo llamaba a él.

–¿Entonces sí es él?

Asentí.

–Sí. Inuyasha es su padre…

Sango se apresuró y me abrazó tratando de contener mi llanto. No queríamos alarmar a Renji, no queríamos que Naraku se enterara de esto.

–Kag, sabes que puedes confiar en mí ¿cierto? –Asentí– ¿Puedes contarme lo que pasó?

En todo este tiempo no había sido capaz de hablar sobre lo que había pasado, sobre el por qué estaba aquí, pero creo que había llegado el momento, confiaba en Sango y sabía que solo la tenía a ella cuando las cosas algún día salieran mal.


–Mami, ¿crees que papi piense en nosotras?

La pregunta se sintió como un baño de agua fría. Era natural que Moroha hiciera ese tipo de preguntas, más ahora que al tener cinco años la curiosidad crecía con ella.

–¿Tú piensas en él?

Preferí responder con otra pregunta. Ya que cuando yo había muerto, él no sabía que estaba embarazada, incluso yo no lo sabía, hasta unos meses después de estar encerrada aquí.

–Mucho, mami –respondió abrazando la foto de Inuyasha– Quiero que papi esté aquí, con nosotras.

La abracé antes de arroparla bajo las sábanas.

–Yo también –Besé su frente– Pero ya hablamos de eso, es nuestro secreto, nadie debe de oírte hablar de él ¿de acuerdo?

–Solo la tía Sango.

Sonreí mientras le peinaba el cabello.

–Sí, ojitos bonitos, solo la tía Sango.

–¡Kagome!

Me alarmé al escuchar aquel grito. Dejé a Moroha dormida antes de bajar a la planta baja, no fue sorpresa encontrar a Naraku en el comedor.

–Vaya, hasta que por fin te dignas a bajar.

–Lo siento, estaba haciendo dormir a Moroha…

–Ay… esa niña –dijo con un suspiro– Supondrá un problema ahora que te cases.

–¡¿Casarme?! –solté sorprendida.

No estaba entendiendo nada. A qué venía todo esto.

–Como sabrás… –sonrió dejando caer un periódico sobre la mesa– Mi hija se casa en unos días.

En la primera plana salía una foto de ella junto a… No.

Lo miré de inmediato.

–Muy pronto las empresas de Toga Taisho pasarán a ser mías –comentó con pasividad– Kikyo se ocupará de eso; al fin y al cabo, Inuyasha Taisho es solo un títere en manos de su padre. Estoy seguro de que seguirá todas las órdenes de ese anciano. Oh, y resulta que él obedece todo lo que yo digo con tal de no ver caer sus clínicas.

Soltó una carcajada y yo me tensé cuando dirigió su mirada hacia arriba, el cuarto donde dormía mi hija.

–Por desgracia solo tengo una hija –habló– Me hubiera gustado tener a alguien más que se ocupara de las empresas de los Okami.

Aquel apellido me era familiar.

–¿Qué es lo que quieres? –solté al ya no soportar tanto misterio.

–Sigues siendo tan perspicaz, pequeño gatito.

–Sé directo Naraku, me has tenido encerrada aquí por más años de los que debería, sé muy bien que es por algo. ¡Qué quieres de mí!

–¿Conoces a Koga Okami? El heredero de…

–Sé muy bien quién es él –respondí de inmediato.

–Bien, ya que pronto pasará a ser tu prometido.

–¿Qué…?

–Tranquila, te daré los detalles en seguida, pero por lo pronto tenemos que hablar de esa niña. ¿Cómo fue que la llamaste?

–Moroha.

–¡Ah, claro! Moroha –sonrió– ¿Cuándo me la presentarás?

–Nunca –solté arisca.

–Vamos, no seas tan ruda, recuerda que llevas viviendo aquí por años.

–Lo dices como si tuviera otra opción.

Se recostó en el respaldo de la silla y me miró sonriente.

–Seré directo, Kagome. Cuando tú te cases con Koga, esa niña pasará a ser una molestia.

–Es mi hija…

–Pero él no tiene por qué saberlo –soltó con voz grave– Entrégame a la niña, yo la cuidaré por ti, te aseguro que nada malo le pasará siempre y cuando tú hagas tu parte.

Apreté mis manos en un puño llena de ira.

–¿Qué harás con ella?

–Has oído hablar de Saint Elizabeth.

–¡¿Piensa dejarla en un internado?!

–Piénsalo un poco, es lo mejor, para ella y para nosotros.

–No dejaré que te lleves a mi hija fuera del país –advertí dando un paso hacia él.

–Veo que sabes dónde queda –dijo con una sonrisa– No me esperaba menos de la hija de Naomi Higurashi. La clase aún corre por tus venas ¿no es así?

Se puso de pie y caminó hacia mí.

–Kikyo contraerá matrimonio con Inuyasha Taisho, mientras que tú te unirás al heredero de los Okami. La niña quedará completamente apartada de todo esto, y estará a salvo únicamente si cumples eficazmente con tu trabajo.

–Inuyasha no es tan idiota como para caer en esto –advertí– El sabrá quién soy apenas me vea.

–Y ese es tu trabajo, gatito. Hacerles creer a todos de que no eres Kagome Higurashi.

–¿Entonces quién? –solté– ¿Me presentarás como tu sobrina?

–Mi hija –corrigió– De ahora en adelante serás Escargot. Escargot Hirano, y más te vale, por el bien esa niña, que todos se crean tu papel. ¿Queda claro?

Nos sumergimos en un juego de miradas intenso.

–¡¿Queda claro?! –repitió con más ímpetu.

–Sí…

–Perfecto –sonrió mientras tomaba sus cosas– Mañana vendré por ti y por la niña a primera hora. Estoy seguro de que Sango llegará dentro de poco.

Dicho eso se fue dejándome sola. ¿Qué podía hacer? Escapar no era una opción si Renji escoltaba la puerta. Pero no podía dejar que se llevaran a mi hija, no podía dejar que Naraku le hiciera algo.

–¿Kagome? ¿Te sientes bien?

Miré a Sango, quien entraba por la puerta ajena a todo.

–Kag…

–Por favor llévatela –rogué sujetando su mano con desesperación.

–¿Qué pasa?

–Es Naraku… él… estuvo aquí…

–Kag, no logro entenderte, trata de calmarte…

–¡No! Él se llevará a Moroha, piensa sacarla del país –exclamé comenzando a temblar.

–¿Qué…?

–Sango, por favor, sé lo mucho que quieres a mi hija… llévatela.

El silencio que se instaló después fue una completa tortura. Podía ver la duda en sus ojos, el mío mezclado con confusión.

–No puedo… –musitó– Sabes que no puedo, Naraku, él ha sido tan bueno conmigo, le debo mucho.

–¡Él mató a tus padres! ¡¿Qué no lo ves?! Date cuenta, Sango. ¡Él no es bueno, solo te está utilizando!

–Mami…

Ambas miramos de golpe a Moroha, quien nos miraba apoyada en el marco de la puerta.

–¿Por qué lloras, mami?

Estiré los brazos y ella vino hacia mí de inmediato.

–No, mi amor –susurré al mirarla– No estoy llorando, es solo que recordé algo triste.

–Y tú, tía Sango ¿También recordaste algo triste?

Sango asintió con la cabeza mientras le acariciaba la espalda a Moroha. Abracé a mi hija pensando en que tal vez esta sería la última vez que lo haría. ¿Cómo podría vivir sin ella? Cómo podría despertar y no tenerla a mi lado ¿Cómo?

–¿Cuál es el plan? –soltó Sango de pronto y yo la miré con algo de esperanza– Sabes que no llegaré muy lejos con ella, Kag. Él nos encontrará.

–Lo sé, lo sé… Ven conmigo.

Subimos al cuarto de Moroha y una vez dentro me puse a buscar entre sus cosas hasta encontrar un marcador.

–Dame tu brazo–pedí y ella obedeció de inmediato.

Escribí una fecha y dirección.

–¿De quién es la dirección?

–Es una iglesia –respondí.

–¿Quieres que la deje en una iglesia? –cuestionó algo preocupada.

–No –dije acariciando la cabeza de Moroha– Quiero que la dejes con su padre.

–Kag, no entiendo nada

–Cuando Naraku me mostró el periódico lo vi, Inuyasha se casará… se casará con Kikyo, te acabo de anotar la dirección y la fecha exacta.

–¿Estás segura de esto?

–No tengo muchas opciones… –musité– Pero, sé que Inuyasha no dejará que nada malo le pase.

–Kag…

–Asegúrate de dejarla en el lugar correcto –pedí derramando unas lágrimas.

–Puedes contar conmigo.

–Después quiero que te escondas en un lugar seguro.

–Kag…

–Por favor… –dije entre sollozos– No quiero que te hagan daño…

–Tranquila, yo estaré bien, sé cuidarme sola.

Sonreí con tristeza y ella me abrazó.

–Kag, ¿estás segura de esto?

–Sí, no pienso dejar que mi hija corra peligro.

–Tía Sango… no puedo respirar.

Sonreí y Sango rompió el abrazo.

–Ven aquí, ojitos bonitos.

La tomó en brazos y yo aproveché el momento para poner la fotografía de Inuyasha dentro de Kuma. Se lo entregué a Sango y ella me sonrió.

–Supongo que solo nos llevaremos lo necesario.

–Kuma es importante para Moroha –le dije y miré a mi hija– Recuerda, que si me extrañas en las noches cuando no puedas dormir, puedes abrazarlo y eso te calmará.

–Mami…

–Te amo, hija… –besé su frente– Pórtate bien y cuida de la tía Sango ¿está bien?

–Mami…

La vi estirar las manos, esperando que la tomara, y me dolió profundamente no poder hacerlo.

–Cuídala… Sango, por favor.

Ella asintió, saliendo con Moroha en brazos.

–¡Mami! –Escuché su llanto y aquello me rompió– ¡No, mami! ¡Mamita!

Continuará...