Entonces, aquí viene la canción que Rose está escuchando se llama ''Diddy Bop'' de Jacob Banks y Louis the Child

CAPÍTULO 6 - No puedo concentrarme

No me malinterpretes, pero tenía que ver si realmente tenía algo que hacer, porque no creía ni una palabra de lo que me decía. No me gustaba que la gente me mintiera y tampoco estaba acostumbrada a que me rechazaran. Así que pasé los siguientes quince minutos mirando por la mirilla de mi puerta. Ni un solo movimiento desde que lo vi entrar a su propio departamento. Ese bastardo. Yo tenía razón. Bueno, al diablo con eso, no me importa.

Me di la vuelta y me puse a abrir y sacar mis cosas de las cajas. Un par de minutos después, escuché que se abría la puerta de mi vecino. Inmediatamente me pegué a la puerta. Hice un pequeño ruido en el proceso y él giró la cabeza hacia mi puerta. ¡Mierda!. Me arrestaron. Pero luego se dio vuelta y cerró la puerta sin investigar más las cosas. ¡Uf! Lo estaba viendo un poco borroso. Tuve que limpiar esa mirilla de mierda para poder espiar mejor. Lo único que pude distinguir fue que su cabello ahora estaba desatado. ¿Y que llevaba un vestido?. No, no un vestido. Un abrigo largo. ¿Qué fue eso, un plumero?. ¿Dónde pensaba que estaba?. ¿Hacia el lejano oeste?. Bueno, al menos no me mintió. Satisfecha con mi descubrimiento, volví a desempacar.

Lo primero que hice fue poner mi estéreo. Seguramente no iba a arreglar todas esas cosas en la casa sin algo de música de fondo. Me tomó casi dos horas encontrar todo lo que necesitaba y ensamblarlo de la manera correcta, pero estaba orgullosa de mí misma. Fue lo primero que hice únicamente por mi cuenta. Encendí la música y comencé a trabajar.

Han pasado unas tres horas y solo eran las 11 de la mañana. Vaya, que lento pasaba el tiempo cuando te levantas tan temprano. La música estaba a todo volumen. Estaba bailando en la sala y tratando de decidir dónde poner el lindo sofá azul claro. Después de moverlo a un lugar conveniente, me di la vuelta todavía bailando y me detuve en seco cuando lo vi, mitad dentro y mitad afuera de mi puerta. Lo único que pude hacer racionalmente fue gritar:

'¿Qué carajo estás haciendo ahí?'

"Bueno, después de golpear y tocar tu puerta durante tres minutos con la esperanza de que eventualmente la abrieras, pensé que podía abrir la puerta para que pudieras verme".

'Está bien, te veo ahora. ¿Cuál es el problema?'.

"Vine a pedirte que bajes un poco la música, estoy tratando de concentrarme".

Ah, pero estaba escuchando mi última canción favorita.

'¿En realidad? ¿En qué te estás concentrando?

'Lectura.'

'¿Lectura?' Pregunté sarcásticamente.

'Sí. Ya sabes, esa actividad que algunas personas hacen por diversión.'

'Bien, bien. Lo rechazaré. ¿Pero puedo al menos escucharlo una vez más, por favor? Me gusta muchísimo.'

Él sonrió un poco, no mucho, asintió y dijo:

'Sí, en cierto modo lo entendí después de escucharlo una y otra vez durante tres horas seguidas. Cinco minutos más no me matarán.

¿Tres horas?. ¿Cuándo volvió?. Bueno, chico, comencé a sentirme mal. Pensé que no molestaba a nadie, pero me dejé llevar. Apagué la música.

'¿Todo el edificio está escuchando mi música?. Realmente no estoy acostumbrada a tener vecinos. Y me dejé llevar un poco, supongo. Lo siento.'

'No sólo yo. Los apartamentos están de alguna manera separados del resto del edificio, acústicamente hablando. Antes aquí vivían unos músicos, en estos apartamentos, y lo tenían todo insonorizado. Si no tenías ninguna ventana abierta, deberías estar bien.'

'Oh, bueno... um, lo siento de nuevo por...'. Mi estómago gruñó fuertemente. Me reí. '¿Sabes que? ¿Estás ocupado en este momento?' Sacudió la cabeza. '¡Perfecto! ¿Qué pasa con esa pizza que prometí antes?

'¿Por qué no? Iré a buscar el número.

Mientras esperaba, me di cuenta del calor que hacía dentro de mi apartamento. Supongo que tener las ventanas cerradas durante tanto tiempo podría provocar eso. Los abrí todos para que entrara la brisa. Después de eso, salí del apartamento y me senté en el primer escalón. Fue muy bueno. Tan frío. Dos minutos después, apareció, se colocó a mi lado (¿cómo podía un hombre tan grande moverse con tanta gracia?) y me dijo que había pedido una pizza y que estaba en camino.