Día 1: Cabello

Era una tarde fresca de verano en la playa de un pueblo costero rico y próspero. Un joven se encontraba al borde de la costa sentado en una de las rocas que estaban allí que no llegaban a entrar en contacto con el mar.

Había dejado un bolso de mano de cuero de tonos marrones en una de las rocas mientras hacía algunas anotaciones en un cuaderno, solía pasar bastante tiempo en la playa últimamente.
Escribió algunas cosas hasta que sintió que su mano le molestaba, se había lastimado hace poco en un incidente con un espejo que había tenido en su hogar. Todavía tenía una venda en la palma de su mano que la rodeaba por completo.

Aunque sus ocupaciones usualmente eran encargarse de algunos negocios de su familia que era bastante adinerada, disfrutaba la tranquila soledad que el mar le brindaba con su constante murmullo de las olas yendo y viniendo una y otra vez.

Su vida era bastante aburrida, solía pasar la mayor parte del tiempo solo aunque tenía algunos amigos en el pueblo. No negaba que le agradaba ser alguien solitario aunque siempre había sentido en su interior que le faltaba algo, aunque no sabía qué era.

Dejó de lado sus anotaciones y metió su cuaderno en el bolso que dejó en las rocas, iba a acercarse al mar para poder verlo de cerca antes de volver a su casa. La misma estaba prácticamente frente al mar, aunque él se había alejado varios metros para poder ir a esa zona en la que se encontraban las rocas.

Miró el paisaje, el mar se veía brillante y reflejaba los colores naranjas y rosas del cielo que lo hacían lucir alucinante en compañía del dorado resplandor que todavía podía alcanzar a alumbrar las olas, se movían suavemente al ritmo constante de la naturaleza.

Sintió el fresco viento en su rostro, era un alivio ya que había hecho calor ese día.
Era algo reconfortante poder tener ese momento tranquilo allí antes de volver a sus actividades, hasta podría decir que ese era su hobby aunque resultará extraño. Tenía un interés particular por el mar y lo que en él estuviera aunque no se metiera en él tan a menudo.

La espuma de mar nacía y se deshacía cerca de sus zapatos negros, mientras el seguía disfrutando el paisaje por última vez ese día. Tendría que volver pronto o le preguntarían qué había estado haciendo para llegar tan tarde a la casa.

Luego de una última mirada, se dirigió hacia la zona de las rocas otra vez para poder tomar sus cosas e irse de allí. Se acercó y tomó el bolso de cuero, acomodó bien las cosas que estaban en él y se aseguró de que no se hubiera mojado, aunque el agua no llegaba a esa parte ya que la marea estaba baja, de vez en cuando alguna ola podía llegar a salpicar hasta allí.

Al tomar la correa del bolso sintió dolor en su mano, había olvidado tomarlo con la que estaba sana ya que su mano hábil era la que había sufrido el incidente.

Auch-dijo para sí mismo, el bolso se le había escapado al sentir el dolor en la palma de su mano y había caído en las rocas nuevamente. Aún así no le preocupaba mucho, no tenía algo que pudiera romperse adentro.

Volteó a ver el bolso ya que antes había visto su mano para verificar que la venda estuviera bien, todavía le dolía un poco. En cuanto lo hizo, notó que había una mujer muy cerca de las rocas que estaba mirándolo fijo de forma imperturbable, se sorprendió ya que no se había dado cuenta cuando se le había acercado tanto.

Iba a decir algo hasta que notó que la chica no tenía piernas, al parecer se había subido a las rocas pero solo con ayuda de sus brazos ya que su cadera finalizaba en una cola, como si fuera de un pez, que tenía escamas moradas en ella.

Se preguntó si eso no era un disfraz por un segundo hasta que vio a la chica retroceder un poco al notar que él también la miraba a ella ahora. Era algo extraño, nunca había visto algo igual, siempre iba a ese lugar y nunca había visto a alguna chica disfrazada de sirena por allí.

Espera-dijo Vegeta al ver que la chica había retrocedido, en el ademán que él hizo con su mano, ella notó rápidamente que él tenía algo en ella. Se acercó un poco inclinándose y miró con detenimiento la mano del hombre que había estado observando. Tenía una venda y ahora podía verse un poco de sangre en ella, al parecer haber tomado el bolso con esa mano había hecho que la herida se abriera un poco

Vegeta se sorprendió de que ahora ella estuviera viendo su mano, aunque no estaba tan cerca de él la chica había vuelto a acercarse para poder ver la venda que tenía en su extremidad.

¿Qué estas haciendo aquí?- preguntó Vegeta al ver que la muchacha no hablaba, ella se acercó un poco más trepando un poco sin mucha dificultad en las rocas.

La chica lo miró un segundo pensativa, levantó su mano y tomó la muñeca de él para acercarla un poco más a ella. Vegeta la miró confundido sin resistirse al no saber qué iba a hacer, ya comenzaba a sospechar que eso era mucho más inusual que una muchacha disfrazada de sirena en una playa.

La chica desamarró su cabello azul largo, al parecer usaba una especie de caracol de tonos rosados para poder peinarse ya que eso es lo que había quitado de él con la mano que le quedaba libre.

Dejó el caracol en una de las rocas y miró a Vegeta mientras tomaba su cabello y lo envolvía en la mano de él. Vegeta la miró confundido, aunque sintió cierto ardor en su herida al entrar en contacto con el cabello de la mujer, estaba mojado y precisamente con agua salada.

Agh ¿Qué estas...?-preguntó el hombre de camisa blanca sin entender demasiado, la presencia del agua salada en su herida estaba haciendo que ardiera.

La mujer lo miró mientras abría la boca, parecía que estaba cantando aunque ningún sonido saliera de su boca en absoluto. Su cabello comenzó a brillar de forma inusual sorprendiendo al hombre que observaba detenidamente cada uno de sus movimientos.

Vegeta no pudo más que quedarse estático al ver eso, ni siquiera sabía como había llegado a esa situación. El cabello azul ahora se veía tan claro como el cielo de la mañana y resplandecía de forma consistente, no era normal que el cabello fuera capaz de emitir un brillo así.

Luego de unos cuantos segundos, ella dejó de hacer su mímica de cantar y su cabello dejó de brillar casi al instante. Quitó su cabello de la mano de él con cuidado y sonrió ante la mirada expectante del hombre que la miraba.

¿Qué hiciste?-preguntó Vegeta confundido mirando su mano ahora que ella la había soltado, por algún motivo sentía que algo había cambiado- ¿Quién eres?-preguntó ahora mirándola a ella.

La chica había retrocedido en cuanto él la volvió a mirar. Era la ocasión perfecta para poder irse de allí, ya había cumplido su cometido.

Espera-dijo Vegeta al ver a la chica volver al agua de inmediato, fue tan rápido que apenas y alcanzó a ver algunas escamas moradas perderse en el medio del agua que rodeaba a las rocas.

Vegeta miró confundido el mar, no entendía qué acababa de suceder ¿Por qué una chica disfrazada de sirena le haría algo así?

Volvió a tomar su bolso mientras pensaba en el asunto, pero esta vez notó que la herida de su mano ya no le dolía al agarrar la correa del mismo. Lo colgó en su hombro y decidió quitarse la venda de la mano ya que ahora estaba mojada por haber tocado el cabello de la muchacha, mucha fue su sorpresa al notar que la herida ya no estaba.
Su mano estaba completamente curada, era algo increíble.

Se decidió a irse de allí sin saber cómo es que esa mujer había podido curar su mano usando su cabello para eso, pero antes notó que el caracol que ella se había quitado del cabello aún estaba en las rocas en las que se habían visto. Lo tomó y lo miró detenidamente, no parecía nada muy extravagante, era un caracol rosa que al parecer había sido tallado para poder engancharse en el cabello.
Lo guardo en el bolso sin pensarlo demasiado, al menos ese caracol era prueba de que lo que le había sucedido era algo real y no un invento de su propia mente.

Siguió pensando en lo sucedido mientras caminaba a su casa esta vez, no podía quitar a la muchacha sirena de su mente. Bien podría haber caído en la broma de una chica disfrazada de sirena, pero que curara su herida de esa forma era algo imposible.

Buenas noches! Estuve intentando fuertemente no participar de esto ya que tengo varias ocupaciones ahora mismo para estar haciendo algo así (además de varios fanfics que tengo en proceso) pero no podía sacarme las ganas de hacer algo así con Vegebul, son perfectos para casi cualquier temática. Espero les guste cómo se presenta la historia en este primer capítulo, todos serán Vegebul. Esta dinámica es debida al Mermay de la página Es de fanfics en Facebook.

Nos leemos en la próxima parte.

Niebla.