—NOTAS DE LA TRADUCTORA—

Estoy más feliz que estar con ustedes otra vez con una nueva historia, aunque no tan nueva y que es de una de mis autoras favoritas: PimpedOutGreenEars. Yo solo me encargare de la traducción de este bello fic (AU).

*Parejas*

—Phineas x Ferb

—Buford x Baljeet

—Django x Isabella

—Ferb x Vanessa (Pasado)

—Phineas x Isabella (Presente)

*Advertencias*

—Contenido sexual

—Autolesiones

—Mención de uso de drogas (breve) y alcohol.

—Menciones de abuso físico e intento de abuso sexual

—Universo alterno

*Derechos de autor*

La historia pertenece a: PimpedOutGreenEars.

Phineas and Ferb pertenece a: Dan Povenmire y Jeff Swampy Marsh.


Apartamento vacío

Prólogo

...

Viernes, 31 de enero.

Cuando los dos adolescentes chocaron contra la puerta del departamento de Ferb, el chico de cabellera verde se inclinó detrás de él para abrir la puerta. El pelirrojo estaba siendo especialmente rudo está noche. No es que al mayor le importara, le pareció que estaba bien.

Al menos, hasta donde Ferb sabía.

Una vez que Ferb logró abrir la puerta, rápidamente permitió que ambos entraran el departamento.

Ferb cierra la puerta detrás de ellos mientras lleva a su compañero a la sala de estar. Levanta al chico más pequeño para solo estrellarlo contra la barra que separa la sala de la cocina.

El chico de ojos azules gimió ante la sensación para después acercarse aún más a Ferb. Sus uñas se estaban clavando con fuerza en el hombro y el cuero cabelludo de un tono verde trébol, pero eso no importaba. El chico más bajo lo besaba con fuerza, su lengua luchaba contra la del otro con demasiada pasión. Las últimas dos veces que habían estado juntos, el pelirrojo había sido rudo en la cama, pero no tanto. Nunca había besado a Ferb con tanta desesperación.

Se separó para poder quitarle la camisa al más joven, pero en el momento en que se apartó escuchó un sollozo escapar de la boca del chico. Mira hacia arriba por un segundo, pero el chico más pequeño vuelve a juntar ambos pares de labios.

Puede sentir el cuerpo del contrario temblar, él puede sentir como el niño llora en su boca. Se aleja una vez más y observa a su compañero.

Las lágrimas corren por el rostro del pelirrojo, y sus ojos azules se ven más oscuros como nunca los había visto.

Es joven, era una de las primeras cosas que Ferb había notado cuando lo conoció.

Cuando vio al chico por primera vez en la taberna de Turnpike, pensó que estaba perdido. Fue la primera persona cercana a la edad del joven británico que entró al bar en más de un año. Supuso que no podría tener más de 17 años —y eso, calculando—, no sería sorprendente si fuera más joven.

—Estoy bien —se atraganto—. Sigue adelante —el chico ordenó.

No sería la primera vez que Ferb tuvo relaciones con personas mientras están lloraban. Hubo dos chicas y un chico cuya primera vez fue difícil. Él nunca se detuvo, nunca le pidieron que se detuviera.

Ferb sabía que debería seguir. Le habían dicho que siguiera. Pero por alguna razón no lo hizo. Tal vez porque el chico era joven. Tal vez porque de todos modos no deberían de estar —por tercera vez— haciendo esto. Por alguna razón, Ferb logró zafarse del control del más joven y una vez que lo tuvo, el muchacho solo tardo unos segundos en descomponerse.

Para que Phineas se descomponga.

Conocía su nombre desde la última vez que se vieron, pero optó por no usarlo. Un nombre al cual agrego como archivo adjunto y no tenía razón para vincularse de esa manera.

Phineas tembló mientras lloraba, girando su cuerpo para apoyarse contra la barra.

—¿Cómo puedo hacer esto? ¿Cómo puedo hacerles esto? —Phineas sollozo— ¡Estoy enloqueciendo! ¡No puedo soportarlo! ¡Nunca seré lo suficiente bueno! ¡Dios, ella es perfecta y no la amo! ¿Qué me pasa? ¡Ella me ama! Ella me ama... Y le hago esto. Se merece algo mejor. No puedo... No puedo —siguió temblando cuando Ferb entro a la cocina y puso agua en la tetera, antes de ponerla en la estufa.

Ferb sacó dos tazas mientras escuchaba los sollozos de Phineas llenar la habitación.

Sabía mucho sobre el chico a pesar de no conocerlo en su totalidad. Sabía que estudiaba en una escuela en Danville, que tenía una novia y un anillo que sellaba una promesa, y que comenzó siendo tímido, pero de alguna manera fue capaz de transformarse en una persona segura en cuestión de segundos.

Permaneció en la cocina esperando que el agua se calentará durante unos minutos, sin volver a mirar a Phineas, cuyos sollozos finalmente se habían calmado. Una vez que escuchó el silbato de la tetera, se acercó y la sacó de la estufa. Vertió el agua en las tazas que había preparado y añadió bolsitas de té antes de caminar hacia Phineas. Puso la taza en frente del chico, quien ansiosamente bebió el té a pesar de ser a regaños. Mientras Phineas bebía, Ferb sopló su té antes de tomar un pequeño sorbo.

—No eres tan malo como crees —comenzó Ferb, Phineas lo miró ligeramente—, pero tampoco eres perfecto.

No tenía mucho sentido, pero era algo que el abuelo de Ferb le había aconsejado cuando se sentía fastidiado y de cierto modo lo consolaba.

Phineas dejó escapar un ligero bufido, como si no estuviera de acuerdo, pero no dijo nada. Ferb sabe que debería decir algo para llevar al chico hacia la puerta, pero no lo hace.

—¿Quieres ver Space Adventure?

Ferb no sabe porque pregunta. Tal vez está esperando que el chico rechace su oferta, la mayoría de las veces solo quiere terminar el silencio y no tener una conversación más profunda sobre los problemas de Phineas. El pelirrojo parece sorprendido, pero después de un segundo de vacilación responde:

—Claro.

Los chicos se dirigen al sofá de la sala de estar donde Ferb enciende el televisor antes de sentarse. Phineas se mueve al extremo opuesto del sofá y recoge la manta que está ahí, se cubre y mantiene la vista en el televisor.

Dentro de los primeros veinte minutos Phineas ha dejado de llorar y está citando ligeramente el diálogo de la película en voz baja. El británico está feliz de que Phineas no esté hablando con él.

Una vez que la primera película termino, comienza la segunda de la trilogía. Al final de la segunda película, mira hacia un lado, observando que el pelirrojo se ha quedado dormido.

Apaga el televisor antes de tomarse un segundo para considerar sus opciones. Podría despertarlo, pero como su padre no estará en casa hasta la tarde del día siguiente, decide no hacerlo. Puede sacar al chico temprano a la mañana siguiente. Viéndolo desde otro punto, es probable que sea demasiado tarde para que el chico tome un autobús a casa y el peliverde no quiere llevarlo hasta donde vive.

Ferb se pone de pie y se estira antes de mirar al chico dormido que se le ha caído la manta. Se encoge de hombros y se gira para ir a su habitación. No es responsable de cuidar al pelirrojo.


A la mañana siguiente, Ferb se despierta a las ocho y sale de su habitación con la intención de decirle a Phineas que se vaya, pero al entrar a la sala lo encuentra vacío. Ve la manta doblada sobre el sofá, y luego de una inspección más profunda encuentra las tazas de la noche anterior en el fregadero de la cocina y la puerta de la calle cerrada.

Era como si el chico nunca hubiera estado allí.


—NOTAS DE LA TRADUCTORA—

¡Hola! Sean bienvenidos a los viejos y nuevos usuarios. La traducción de esta historia ha estado desde el 2018 y como el ultimo capítulo de la historia original ya sido traducido, me propongo corregir los errores que he dejado pasar a lo largo de este tiempo (ortográficos, de puntuación, redacción, etc); todo para que sea más agrado la lectura para ustedes.

La portada y fanarts de está historia pueden encontrarla en mi Twitter, el cual el link está anclado a este perfil. De igual forma, también el link de la historia original está ahí :)

Sin más que decir, besos y abrazos.

¡LolitaMick14 fuera, paz!