— NOTAS DE LA TRADUCTORA —
La historia pertenece a: PimpedOutGreenEars.
Phineas and Ferb pertenece a: Dan Povenmire y Jeff Swampy Marsh.
Apartamento vacío
Capítulo 26. Segundas impresiones
…
Sábado, 1 de marzo.
Las malas elecciones siempre traen terribles consecuencias, y hace unas horas al fin Ferb se prefirió que había tomado una al quedarse despierto tan tarde. Eran un poco más de las once, pero el joven británico ya estaba listo para irse a la cama.
Había acudido a Turnpike la noche anterior y se quedó más tiempo de lo que pensaba. Cuando llegué a casa, eran más de las tres y su padre estaba dormido en el sofá. El muchacho dedicó no despertarlo.
Cuando llegó la mañana, Ferb se levantó de la cama y se encontró con su padre en la cocina; Lawrence ya estaba sentado tomando un café. El castaño se apresuró a decir que no tenía que acompañarlo a trabajar a la tienda de antigüedades, pero su hijo negó con la cabeza antes de servirse un poco de café.
A Ferb le hubiera encantado regresar a la cama, las siete de la mañana era demasiado temprano para despertarse, pero él sabía en el fondo que se sentiría culpable por hacerle eso a su padre. En especial cuando era bastante obvio que Lawrence lo espero despierto.
Su progenitor siempre hacia cosas como esas. Se preocupaba demasiado.
Así que Ferb había venido con su padre a la tienda y lo estaba ayudando con lo que podía. No era exactamente un comerciante de antigüedades, pero se le daba bien el regateo y era lo suficientemente fuerte para cargar artículos grandes en los autos de los clientes.
En ese momento la tienda estaba vacía y Ferb pasó su tiempo distraído barriendo en la parte de atrás de la tienda. Pasaría menos de una hora antes de que su padre y él se encontrara a almorzar, y el peliverde pensó que si podía conseguir un Red Bull, podría funcionar por el resto del día.
Ferb escuchó el timbre de la tienda, así que dejó la escoba para ayudar a su padre con quien quisiera que hubiera entrado.
Cuando llegué al frente vio a su padre sonriendo con alegría desde su lugar del mostrador. Al mirar hacia la puerta y entendió el porque.
Linda Flynn le devolvió una sonrisa con la misma energía desde la puerta.
Linda se acercó al mostrador mientras Ferb se mantenía a distancia, esperando a ver que decía su padre.
—¡Hola! —saludo Lawrence, quizás un poco ansioso.
—Hola a ti también —respondió la mujer con una sonrisa.
—Mi hijo me dijo que te conoció, pero yo mismo apenas lo creí.
—Lo sé, es una muy feliz coincidencia —mencionó Linda—. ¿Dónde está Ferb?
Ferb avanzó un poco, el sonido de sus pasos en el piso de madera alertó a los adultos de su presencia.
—Hola de nuevo, Ferb —lo saludo, pareciendo genuinamente feliz de verlo.
Él asintió en su dirección.
—Phineas está afuera, fue a poner una moneda en el parquímetro —explico. Era claro que no se dio cuenta de que a Ferb le importaba un carajo donde estaba Phineas. Luego volvió su atención a Lawrence—. ¿Has conocido a mi hijo Phineas? Mencionó haber estado en tu casa una vez, pero no mencionó si se topo contigo.
Las cejas de Lawrence se juntaron mientras pensaba.
—Yo…
Justo cuando estaba a punto de responder, la puerta de la entrada se abrió y reveló al pelirrojo en cuestión.
—Phineas, ¿has conocido al padre de Ferb?
Ferb vio como una mirada de perplejidad cruzaba en el rostro de su padre. Tal expresión no era una absoluta sorpresa. La última vez que el hombre había visto a Phineas, el chico estaba sin camisa y arriba del capó de su coche. El peliverde se giró para mirar al más joven solo para evitar la punzada de culpa en el estómago que provenía por la forma de la mirada de su padre.
A diferencia de Lawrence, Phineas anticipó de mejor manera ese encuentro, aunque todavía parecía un poco tenso.
—Uh, lo vi mientras se preparaba para ir a trabajar —respondió. Ferb noto que la sonrisa que ofrecía el pelirrojo a su padre era forzada—. Hola.
—Hola… —saludo Lawrence, forzando una expresión de asombro en su rostro.
—Tenía toda la intención de venir a ver la tienda. Me encantan las antigüedades…
Linda comenzó a hablar con Lawrence sobre la tienda mientras Ferb regresaba de nuevo hacia la parte trasera.
No se sorprendió ni un poco cuando Phineas lo siguió. Apenas se alejaron del alcance del oído cuando Ferb escuchó suspirar al contrario. El peliverde se detuvo y se apoyó en un mostrador que se usaba como estación de limpieza mientras miraba al otro.
Phineas se movió para pararse a su lado antes de hablar.
—¿Fue tan incómodo como pensé que sería? —preguntó, frotando el cuello.
—¿Pensaste que fue terriblemente incómodo?
—Si, bastante.
—Entonces si, fue tal y como lo pensaste —dijo con facilidad.
—No quería entrar. No pensé que tu padre supiera que yo era su hijo —explicó.
Ferb se encogió de hombros. Para ser honesto, tampoco estaba contento con el encuentro, aunque tenía que suceder en algún momento. Era seguro que para el castaño sería difícil actuar como si no hubiera visto nada. Además de que no diría nada al respecto.
A Lawrence era obvio que le gustaba Linda y Ferb no quería estropearlo. La incomodidad estaría ahí solo con tener el conocimiento de que se involucró con el hijo de la mujer en la que estaba interesado, pero no había nada que hacer al respecto. Para ser justos, no lo supo hasta que fue demasiado tarde.
La culpa carcomerá vivo al pobre hombre por siempre al guardar el secreto a Linda de lo que había visto. Tal vez en ese momento Lawrence no sabía que tipo de persona era Phineas, pero si ambos se juntaban, lo descubriría.
Escucharía todo sobre el joven modelo que era, sobre lo inteligente y talentoso que era. Pero eran bajas las posibilidades de que alguna vez olvidará a Phineas empujado contra el capó del coche. Solo fingiría que no sabía nada de lo que escondía Phineas Flynn.
Solo por Ferb.
—No lo hizo —confirmó el peliverde.
Phineas solo asintió antes de que los dos se quedaran en silencio. Fue así durante mucho tiempo, ambos solos en silencio. Sin embargo, no fue incomodo. Ambos pensaban en sus propios problemas.
Si tan solo dejara de retorcer las manos, esto seria mas cómodo. Pensó Ferb, y cuando estaba a punto de manifestar ese pensamiento, se escuchó la voz de Linda llamando a su hijo.
Phineas dejó escapar un suspiro y forzó una sonrisa—. Te veo el lunes.
Ferb no respondió mientras lo miraba irse.
De repente ya no estaba deseando que llegara la hora del almuerzo.
—NOTAS DE LA TRADUCTORA—
Personitas hermosas tengo el placer de informarles que oficialmente con este ultimo capitulo actualizado y traducido, hemos llegado a la mitad de los capítulos que ya ha publicado la autora de la historia original :')
Pronto nos leeremos para las demás actualizaciones, y espero pronto saber más de la historia original que al parecer ya esta también en su recta final, no olviden darle amor.
Sin más que decir, besos y abrazos.
Historia original:
El enlace en mi perfil.
¡LolitaMick14 fuera, paz!
