— NOTAS DE LA TRADUCTORA —
La historia pertenece a: PimpedOutGreenEars.
Phineas y Ferb pertenecen a: Dan Povenmire y Jeff Swampy Marsh.
Apartamento vacío
Capítulo 36. Darnos unos a otros lo que queremos
…
Cuando Buford reconoció a Phineas faltaban unos minutos para las ocho.
—Entonces, ¿Dónde vive Larguirucho? —pregunto mientras Phineas subía al asiento trasero del destartalado Firebird negro del bravucón.
—Está justo al final de la calle; te diré cuando parar —respondió mientras se abrochaba el cinturón de seguridad.
Mientras Buford conducía, Baljeet se giró para mirarlo.
—Entonces, ¿Qué le dijiste a tu madre que ibas a hacer está noche? —cuestiono, pensando en la mentira que les había dicho a sus propios padres
Phineas juntó las manos mientras intentaba no pensar demasiado en como había engañado a su madre.
—Le dije que me quedaría en casa de Django.
No fue una mentira. Estaba planeando quedarse en casa de su amigo. Era solo que Django estaba dando una fiesta, y es probable que el pelirrojo terminará durmiendo en cualquier sofá en el que no hubiera alguien desmayado.
—Está bien, bueno, si mi madre llama a la tuya… —Baljeet comenzó a hablar, pero Phineas lo interrumpió.
—No te preocupes por eso, Jeet. Tus padres no te controlarán —dijo antes de que su amigo pudiera discutir, volvió a hablar—. Esta es la casa de Ferb.
Buford detuvo el auto frente a la casa y se giró como si fuera a decirle a Phineas que fuera a buscar al otro chico, cuando Ferb salió por la puerta principal. El bravucón se dio la vuelta y bajó la ventanilla.
—Aún nos sigues? —llamó cuando el británico salió de la casa.
Ferb solo avanzaba mientras caminaba hacia su auto en el camino de la entrada.
—Está bien, pero date prisa, ¡Buford no tiene todo el día! —grito por la ventana.
Phineas casi se rió, pero cuando Ferb salió del camino de entrada vio su expresión.
No parecía enojado, pero sin duda su mirada no era la típica llena de indiferencia. También que él era quien iba dirigida la mirada, a pesar de que no había dicho ni una palabra.
Phineas le regalo a Ferb una pequeña sonrisa, aunque dudaba que pudiera verla.
Ferb enojado o no, Phineas no iba a dar marcha atrás.
No esta noche.
Cuando los chicos llegaron a la casa de Django, la fiesta ya estaba en pleno apogeo. La enorme casa —con dimensiones a las de una mansión— estaba llena de adolescentes y el olor ya era espeso en el aire. La música también sonaba fuerte de fondo y las voces de The Fireside Girls llegaban a la multitud.
No we are not on the list (come on let's do it)
No, no están en la lista (vamos a hacerlo)
No we don't give a shit (come on let's do it)
No, no me importa una mierda (vamos a hacerlo)
Dance 'til your pants come off (come on get naked)
Baila hasta que te quites los pantalones (vamos a desnudarse)
Party till the break of dawn (come on let's do it)
Fiesta hasta el amanecer (vamos a hacerlo)
Now, come on let's do (come on, come on, come on)
Ahora, vamos, hagámoslo (vamos, vamos, vamos)
—¡Parece que va a estar bueno! —Buford le gritó a los chicos
—¡Definitivamente! —Phineas estuvo de acuerdo, con buen humor.
—¡Debo ir al baño! —les dijo Baljeet, esforzándose por hablar lo suficientemente alto para que lo escucharan, pero no tanto para que solo el grupo de chicos lo supieran.
—¿Por que no fuiste antes de que nos fuéramos? —pregunto el castaño, sonando irritado.
—¡Estaba emocionado! ¡No pensé en eso! —le espeto.
—¡Este es el tipo de cosas por la que siempre me gritas! —mientras levantaba los brazos en el aire.
—¡Como sea, solo tomará un minuto! —grito antes de girar sobre sus talones y dirigirse hacia el baño del piso principal.
—¡Nos pondremos al día con ustedes más tarde! —dijo el más grande poniendo los ojos en blanco molesto antes de dirigirse en la misma dirección que Baljeet.
Phineas sabía que la fila para ir al baño sería larga, pero eso no le molestaba. Estaba más que feliz de estar a solas con Ferb.
—¡Las bebidas están por aquí! —grito Phineas por encima de la música mientras comenzaba a caminar hacia la cocina.
Solo dio unos pocos pasos antes de que la mano de Ferb lo detuviera, posándose en su hombro.
—¿Qué? —preguntó mientras se daba la vuelta.
Phineas se sorprendió un poco cuando Ferb lo acercó, pero se dio cuenta de que era para que el peliverde no tuviera que gritar tan fuerte.
—¿A quién crees que estás engañando? —preguntó, su tono era una mezcla entre ira e incredulidad.
—¿De que estás hablando? —en cuanto la pregunta salió de los labios del pelirrojo, se arrepintió.
—Tu manipulación podrá funcionar con los idiotas con los que pasas el tiempo, pero no funcionará conmigo —escupió.
Phineas se dio cuenta de que no era tanto la manipulación lo que le molestaba, sino la idea de que pensaba que se saldría con la suya.
Cualquiera que fuera la razón por la que el británico estaba molesto, Phineas no tuvo una buena respuesta.
—Estoy aquí para beber, no para verte. Métetelo en la cabeza —mencionó, su voz volvió a su típico tono monótono—. Y tal vez quieras practicar tu sutileza.
Si alguien más hubiera dicho esas cosas, Phineas se habría sentido herido. Sin embargo, no era alguien más; era Ferb. Ferb, que pensaba que tenía una inteligencia sobresaliente y en realidad no le importaba lo que hacía. Con tono enojado o no, Ferb ya había superado la discusión y estaba listo para beber sin pensarlo dos veces.
Es una lástima que Phineas no fuera a permitir que eso sucediera. Con rapidez, Phineas lo agarró del brazo y lo obligó a detenerse. Espero hasta que Ferb estaba frente a él para hablar.
—¿Quién dice que estaba tratando de ser sutil? —preguntó, lleno de confianza.
Ferb le dio una mirada que gritaba pura mierda, pero eso no detuvo al otro.
—¿Por que debería tener que serlo? —cuestiono, desafiando al otro a responder.
—Ambos sabemos porque hay que mantener las cosas sutiles —respondió, sonando aburrido con la conversación.
—Tu también quieres algo de mi —casi siseo Phineas. Ferb estaba listo para contradecirlo, pero el pelirrojo no le dio oportunidad de hablar—. Niégalo todo lo que quieras, pero ambos sabemos que es verdad. Pasaste de ignorar a todo a prestar atención, me dejaste caminar a casa contigo y me dejaste hacer planos para tu auto. No puedes engañarme. Tu quieres algo y lo quieres de mi.
—Ni siquiera… —comenzó Ferb, pero de nuevo fue interrumpido.
—No me importa que sea. No me importa lo que quieras. Todo lo que sé es que tu quieres algo de mi y yo quiero algo de ti. No tengo ni una razón para ser sutil al respecto contigo —dijo mientras lo miraba antes de calmarse—. Quería asegurarme de que estuvieras aquí esta noche. Me aseguré de llevar mi conversación con Adyson de una manera que te llevara aquí, ¿Y que? Solo estoy tratando de conseguir lo que quiero, al igual que tu. No estoy haciendo nada malo. No contigo.
—¿Sabes siquiera que diablos quieres?
—Sé que lo que quiero no se opone a lo que quieres —mencionó el pelirrojo—. No estoy tratando de ser tu amigo. No estoy tratando de ser algo que no quieres que sea. Solo te quiero cerca, y sé que hasta cierto punto quieres estar cerca de mi. Asi que deja ser un idiota cuando crees que no entiendo los limites, porque si los entiendo. No tienes que explicarme nada, Ferb, lo entiendo. No soy el único que no ha sido sutil.
Durante mucho tiempo Ferb se limitó a mirarlo. Estaban casi nariz con nariz, sin que ninguna de sus miradas se separaran.
Phineas podía ver lo que estaba pensando. Ferb estaba siendo tan egoísta como él en el asunto. Ferb sabía lo que quería e iba conseguirlo. Sabía que la mejor manera de conseguirlo era trabajar con él contrario, a pesar de que deseaba que hubiera una manera de conseguirlo sin tener que hablar con él. Phineas no sabía lo que quería Ferb, pero sin duda el peliverde no quería dejar pasar esta oportunidad.
—Siempre y cuando lo consigas —respondió por fin Ferb, sus ojos parecían atravesar a Phineas.
—Te aseguro que sí —respondió de vuelta antes de apartar la mirada—. Las bebidas están por aquí —dijo antes de abrir el camino y pasar junto a otras personas, incluida Gretchen, quien le sonrió con suavidad como siempre lo hacía.
Mientras Phineas guiaba a Ferb entre la multitud, se sintió victorioso. Sabía que todavía tenía mucho de que preocuparse. Engañó a su novia, se acostó con un extraño, estaba perdiendo el control con el rascado, le estaba mintiendo a su madre sobre lo que estaba haciendo y sabía que seguiría cavando un hoyo más profundo para sus problemas.
Pero también tenía la certeza de que iba estar con Ferb toda la noche y por el momento eso era suficiente.
Mientras tanto, Buford y Baljeet estaban parados cerca de una mesa discutiendo sobre bebidas.
—No te hará daño beber un trago o dos —dijo Buford mientras ponía los ojos en blanco.
—¡Claro que lo hará! ¡Soy yo quien nos llevará a casa esta noche, y no planeo hacerlo ebrio! —regaño al chico más alto.
—No tienes que emborracharte; solo bebe unos cuantos tragos para relajarte, ¡para cuando estemos listos para irnos, estarás sobrio! —argumento.
Baljeet apenas había salido del baño cuando Buford y él comenzaron a discutir. Los dos se dirigieron hacia una mesa que tenía licor encima, de inmediato inició una nueva discusión sobre si Baljeet bebería algo, a pesar de las miradas de los demás en la mesa.
—Tiene razón, Baljeet. Espera una hora por bebida y estarás listo —sugirió Milly desde a lado de Buford.
Milly era una ex Fireside Girl y también la principal proveedora de chismes de Buford durante el salón de clases. Ella y el matón se llevaban bien, lo que siempre había preocupado un poco a Baljeet, aunque la chica nunca había dado ningún indicio de que estuviera interesada en Buford y/o viceversa.
—Si, he oído esa regla. Solo no deseo perder el control de la situación —explicó Baljeet, tratando de ignorar los ojos en blanco de los chicos que habían estado sentados con Milly desde antes de que llegaran Baljeet y Buford.
—No vas a perder el control con un tiro o dos —argumento el bravucón, pareciendo frustrado.
Baljeet estaba apunto de responder cuando Milly volvió hablar.
—Si les hace sentir mejor, pueden acompañarme a casa si no están sobrios cuando estén listos para irse. De todos modos, esta noche seré DD —dijo la chica mientras señalaba a los dos chicos con los que estaba. Baljeet estaba bastante seguro que uno de ellos era su primo, mientras que el otro era un amigo en común.
Baljeet suspiro y se volvió para mirar a Buford.
—¿Por favor?~ —suplico Buford.
Baljeet no pudo evitar sentir algo cálido expandiéndose por su pecho al escuchar esas palabras que rara vez usaba el bravucón.
—Bien, pero yo no me voy a emborrachar, y tú tampoco —ordenó mientras tomaba un vaso lleno del centro de la mesa.
—No lo estaba planeando. No será muy divertido más tarde si estamos borrachos —dijo Buford por casualidad mientras tomaba un tiro y lo golpeaba contra el de Baljeet.
Mientras Baljeet tomaba su primer trago, no pudo evitar preguntarse si esta sería la noche en la que algo por fin sucedería entre Buford y él. Él sonrió mientras golpeaba su vaso sobre la mesa.
Lo esperaba con ansias.
Phineas y Ferb habían estado bebiendo por un rato. Era obvio que Ferb era un bebedor más experimentado basado en el hecho de que ya ha duplicado lo que ha bebido el pelirrojo y todavía no mostraba signos de estar ni siquiera un poco borracho.
Phineas era una historia diferente.
Ferb se dio cuenta por la forma en que sonreía que el alcohol, estaba empezando a hacer efecto.
—¿Ya estás borracho? —preguntó Ferb mientras bebía bourbon puro de un vaso rojo. Era asqueroso, pero disfruto el ardor mientras bajaba por su garganta.
—¿Qué quieres decir con que ya? He estado bebiendo poco —se defendió, aunque sonaba divertido. Phineas no estaba tan borracho, pero el peliverde creía que en realidad parecía un borracho feliz.
—Supongo que no estoy acostumbrado a beber con gente de mi edad —respondió encogiéndose de hombros.
Era verdad. Incluso en Inglaterra, Ferb siempre salía con personas mayores que él. Fueron años en los que él no podía seguir el ritmo. Su tolerancia al alcohol había sido algo que había ganado después de pasar muchas noches abrazando el inodoro.
Por supuesto, ahora podía beber más que muchos adultos, mientras que la mayoría de los chicos de su edad apenas comenzaron su viaje… ¿Qué? ¿Un año quizás? Y tal vez no lo hicieron con tanta frecuencia como Ferb. Cuatro años más de experiencia lo habían puesto delante de ellos.
—Eh, de todos modos no soy un gran bebedor. Solo me gusta relajarme —explicó Phineas mientras tomaba un sorbo de su cerveza.
—Deberías probar la marihuana.
—¿Fumas marihuana? —preguntó sonando sorprendido.
—Lo intente varias veces, no es para mi. Aunque relaja a muchos tipos —mencionó.
Solo lo hizo tres veces cuando tenía trece años, pero le hacía sentir hambre y letargo. Fue fácil dejarlo.
Phineas se rio.
—Nada relaja más a un hombre que alguna que otra droga problemática —bromeó. El pelirrojo irradiaba felicidad. Había estado feliz con las primeras bebidas y cuanto más bebía, su alegría aumentaba.
Ferb estaba a punto de hablar sobre como la marihuana no era una droga tan perjudicial cuanto un grupo de chicos y una chica se acercaron a ellos que estaban junto a una ventana.
—Hola Fletcher, he escuchado mucho sobre tu habilidad para beber —un chico alto de cabello rizado le habló en tono en lo que se supone que debía ser intimidante.
—¿Te conozco? —preguntó Ferb en lugar de corregir al otro chico porque no había dicho nada por el estilo.
—Oh, él es Adam McGregor —dijo Phineas con una sonrisa antes de señalar a las otras personas que estaban con él—. Y estos son Mike Leech, Donovan Thompson y Melissa Andrews. ¿Han conocido a Ferb?
—Estoy en la sala de estudio con él —respondió Adam sin quitar los ojos de Ferb.
Ferb asintió, pero no dijo ni una palabra. Si fuera honesto, admitirá que ni siquiera recordaba haber visto antes al chico frente a él.
—Entonces, ¿es verdad? —preguntó Adam.
No volvió a responder. Supuso que Adam era el típico macho alfa que buscaba involucrarse en un concurso de bebidas para demostrar su valía.
Patético, pensó Ferb.
La gente estuvo hablando de él en la escuela. Parecía un delincuente y había conseguido cabrear a más de un profesor. Además, parecía que alguien —no podía decidir entre Buford y Adyson— había estado hablando sobre como manejaba el licor. Y como era de esperarse, Adam sintió la necesidad de recuperar el control y demostrar que era el tipo rudo de Danville High.
Era como el argumento de alguna mala película de los ochenta.
—¿El gato te comió la lengua? —preguntó el chico antes de darle un empujón a Ferb.
En respuesta, puso los ojos en blanco. Este tipo no puede estar hablando enserio, pensó.
—Vamos chicos, no hay razón para pelear. Se supone que esta noche debe ser divertida —razonó Phineas.
Ferb miro al pelirrojo. Nunca lo había visto hablar con Adam, pero era probable que si. En realidad, Phineas era bastante popular en la escuela. No era el típico deportista popular de la secundaria, pero era muy querido. Era inteligente, tenía talento musical y era la estrella de fútbol del colegio.
—No podía estar más de acuerdo, Phin —coincidió Adam con una sonrisa—. Así que si Fletcher acepta un pequeño concurso de bebida, no tendremos que hacerlo.
Ferb se burló. Pensó que todo el asunto era ridículo. ¿Realmente creyó este tipo que podía ser intimidado para hacer cualquier cosa?
—Vamos, ¿ya no te sientes como un gran hombre? —pregunto, y los chicos de atrás rieron, mientras que la chica que estaba con ellos parecía molesta.
—Si compito contigo, ¿prometes no volver a hablarme nunca más? —pregunto el británico.
Se estaba irritando. Había una parte de él que quería nada más que empezar una pelea con el chico. No había estado en una pelea desde hace tiempo, no desde la última vez que le rompieron la nariz. Sin embargo, una pelea solo llamaría más la atención sobre él. Descubrió que si cedía lo callaría sin tener que decir algo.
—Por supuesto, odiaría hacerte perder el tiempo con gente como yo —menciono y Ferb no pasó por alto el sarcasmo—. Sígueme.
El peliverde permitió que el grupo de Adam fuera primero antes de volverse hacia Phineas.
—Había olvidado que toda esta escuela estaba atrapada en una película de los ochenta.
Phineas se rio, un sonido que le recordó a Ferb que el contrario todavía estaba zumbado, antes de agarrar el brazo del peliverde y tirarlo hacia adelante.
—Vamos; eres el protagonista. Tienes que derrotar al malo, robarle a su chica y terminar con un número de baile funky —bromeó, alegre.
Ferb sacudió la cabeza, pero permitió que Phineas —emocionado— lo empujara hacia adelante.
Adam y sus amigos terminaron deteniéndose en una de las muchas mesas que tenían vasos de chupito encima. Adam comenzó a llenarlos con vodka mientras el resto del grupo permanecía en silencio y observaba.
Después de llenar varios vasos, Adam se detuvo y miró a Ferb. Luego tomó asiento y le indico al peliverde que tomara uno también.
—Tomemos algunas tomas para empezar —mientras le lanzaba tres tiros a Ferb y tres a él mismo.
Ferb no tuvo ningún problema con eso ya que primero terminó el bourbon que aún quedaba en su vaso rojo antes de tomar los tres tragos. Adam también remató sus tiros sin problemas.
—Muy bien, ahora emparejamos tiro por tiro hasta que uno de nosotros ceda —explico con una sonrisa en su rostro.
Los amigos de Adam, Mike y Donovan, le dieron palmaditas en los hombros en señal de apoyo, mientras que Melissa todavía parecía descontenta por todo el asunto.
Phineas sonrió mientras se inclinaba, miro a Ferb y susurro:
—Patea su trasero.
El propio casi se rio solo porque nunca había escuchado al pelirrojo maldecir, sonando tan agudo y forzado.
A partir de ahí, los dos chicos tomaron cada uno un trago y empezaron a beber. Cada uno tomaba un vaso al mismo tiempo, lo terminaban y lo golpeaban contra la mesa antes de tomar otro. Esto continuó durante bastante tiempo, y la gente cerca de la mesa comenzó a interesarse mientras observaban a los dos chicos beber.
A medida que avanzaban, comenzaron a aparecer claras señales que insinuaban la falta de sobriedad de un miembro de la mesa. Adam se balanceaba hacia adelante y hacia atrás mientras disparaba. También estaba desacelerando considerablemente.
Ferb, por otro lado, estaba disparando de la misma manera que antes, el único cambio era su ritmo más lento mientras esperaba a Adam.
Mientras ambos chicos tomaban otro tiro, Adam comenzó a balancearse una vez más.
—¿Borracho, Fletcher? —siseo Adam.
—Por fin me emociono —respondió antes de disparar y esperar a que Adam hiciera lo mismo.
—¡Adam, estás haciendo el ridículo! ¡Ríndete! —gritó Melissa mientras hacía un gesto de enfado con la mano.
—¡N-no me digas que hacer! Voy a limpiar el suelo con su cara, mi cara, voy a… —Adam no tuvo la oportunidad de terminar la frase antes de caerse de su asiento e ir directo al suelo.
Algunas personas parecían preocupadas por la caída, mientras que otras aplaudían la victoria de Ferb.
—¡No es una puta ganancia! Mike, Donovan, llévenlo a casa. ¡Ya no voy a lidiar con esto! —grito la chica antes de irse en otra dirección.
Hubo algunas personas que felicitaron a Ferb, pero él los ignoró; tomó una botella de vodka medio llena de la mesa y se levantó para ir a un lugar menos concurrido.
Solo había caminado unos pocos pasos antes de que Phineas caminara a su lado, riendo.
—¿Viste su cara cuando cayó? —preguntó Phineas mientras se alejaban del grupo que todavía estaba en la mesa.
—¿No deberías preocuparte? —preguntó el peliverde mientras tomaba un trago de vodka.
—No, esto sucede todo el tiempo —dijo con una sonrisa en su rostro—. ¿Puedo tomar un trago de eso?
—Déjate inconsciente —dijo antes de entregarle la botella al pelirrojo.
Ferb observó como el pelirrojo tomaba un trago y se atragantaba un poco con el sabor. Dejó escapar un resoplido ante la acción.
Phineas le devolvió la botella a Ferb.
—¡Creo que alguien se está divirtiendo! —dijo Phineas con voz cantarina.
—Más bien, alguien finalmente se está emborrachando —dijo Ferb antes de tomar otro trago. Phineas solo rio.
Las Fireside Girls habían estado tocando durante bastantes canciones cuando Django apareció al costado del escenario y señaló su reloj.
Isabella se dio cuenta de esto y con discreción subió al escenario para chocar con Adyson. La castaña asintió con la cabeza mientras ella continuaba cantando la última estrofa de la canción.
Last Friday night
La noche del viernes pasado
Yeah, I think we broke the law
Creo que rompimos la ley
Always say we're gonna stop-up
Siempre decimos que vamos a parar (whoa-oh-oah)
But this Friday night
Pero este viernes por la noche
Do it all again
Hazlo todo de nuevo
Una vez que terminó toda la canción, Adyson hizo una señal a las otras chicas de la banda.
—¡Muy bien chicos, vamos a tomar un descanso! ¡Volveremos más tarde esta noche! —grito Adyson antes de que la música comenzará a sonar en los estéreos de la habitación, sin duda obra de Django.
Isabella le sonrió a Adyson antes de que ella y el resto de las chicas salieran del escenario. Una vez fuera, Adyson las detuvo a todas y señaló a Isabella.
—¡Ok chicas, nos vemos aquí en una hora para que podamos continuar! ¡Hasta entonces, diviértanse! —anunció Isabella.
Holly y Ginger se fueron juntas, mientras Katie y Adyson se quedaron.
—¿Quieres venir a pasar el rato con nosotras? —preguntó la castaña, aunque la sonrisa en su rostro decía que ya sabía la respuesta.
—No, chicas, sigan adelante. Voy a ir a buscar a Phineas —respondió Isabella mientras se recoge el cabello con la liga que estaba en su muñeca
—Gran sorpresa —bromea la castaña mientras le da un codazo a Katie.
—¡Espero que lo encuentres pronto! —dijo Katie antes de que ambas se fueran, probablemente en busca de alcohol
Isabella también estaba a punto de irse cuando Django se acercó a ella.
—¡Buen espectáculo! —la felicito.
—¡Muchas gracias! —dijo la morena con una reverencia en broma.
—Entonces, ¿Cuál es el plan ahora?
—Voy a tratar de encontrar a Phineas, ¿supongo que no lo has visto?
—Me temo que no. Vi a Baljeet y Buford hace un rato, pero Phin no estaba con ellos.
—Oh, entonces debe de estar con Ferb.
—Puedo ayudarte a buscarlo si quieres —ofreció Django mientras regalaba una sonrisa sincera.
—No, deberías disfrutar de la fiesta —le dijo con un movimientos de su mano.
—No sería un problema. Sabes que no puedo beber ya que soy el anfitrión —le recordó.
—Se que no, pero se que te encanta ganarle a los borrachos en ese juego de surf —señaló Isabella con una sonrisa de complicidad.
—Amo tanto ese juego —admitió—, pero si veo a Phineas, le diré que lo estás buscando.
—Lo apreciaría —dijo antes de salir en busca de su novio.
Adyson y Katie habían logrado encontrar la mesa en la que estaban sentados Buford, Baljeet y Milly con bastante rapidez, y se unieron a ellos.
En ese momento todos estaban bebiendo y pasando un buen rato, lo que le facilitó a Adyson salirse con la suya con todos los mensajes de texto que estaba enviando.
Mishti y ella habían estado enviando mensajes desde que Adyson salió de la escuela y solo habían dejado de hacerlo para que la castaña pudiera subir al escenario.
Adyson le había estado contando a Mishti todo sobre la fiesta, entre las bebidas que estaba tomando. Mientras tanto, Mishti había estado informando sobre su visita a Nueva York.
—¡Adyson, bebe este tequila conmigo! —gritó Katie mientras servía tragos para las dos.
—Bien, bien —dijo Adyson mientras dejaba su teléfono sobre la mesa y movía los asientos para poder estar más cerca de Katie.
Las chicas solo habían disparado dos tiros cuando Buford las interrumpió agarrando el hombro de Adyson.
—¿Por que Mishti te envía mensajes de texto?
A Adyson le tomó un minuto darse cuenta de que Buford estaba sosteniendo su teléfono con la pantalla iluminada con el nombre de Mishti.
—Mierda —maldijo Adyson mientras miraba al otro lado de la mesa para ver como estaba Baljeet.
El chico hindú parecía un ciervo antes unos faros. Nunca espero que Mishti apareciera en la conversación.
Buford dirigió su mirada hacia donde estaba la de Adyson.
Miraba a Baljeet.
—¿Ella está aquí? —pregunto enojado.
Baljeet cerró los ojos como si se estuviera preparando para el impacto de algún golpe letal. Con precaución, los volvió a abrir y miró directo a los ojos de Buford.
—No.
—¿Lo estará? —pregunto una vez más, muy consciente de que Mishti no llamaba ni enviaba mensajes a menos de que estuviera en Estados Unidos.
—Si, pero no hasta dentro de una semana o dos… —intentó explicar Baljeet, pero Buford ya estaba de pie para irse.
—Buford se va. Encuentra tu propio camino a casa —anunció antes de arrojar el teléfono de Adyson sobre la mesa y comenzar a alejarse.
—¡Buford! ¡Buford! —lo llamo Baljeet mientras se levantaba para seguirlo.
—Joder —maldijo de nuevo la castaña mientras levantaba su teléfono y se arreglaba el busto de su vestido—. Voy a ir a buscar a Isabella.
—¿Quieres que vaya contigo? —preguntó Katie.
—No, solo nos vemos en el escenario cuando sea el momento —le dijo Adyson antes de desaparecer ante la multitud.
Phineas y Ferb estaban sentados juntos en un sofá, con la botella de vodka todavía entre ellos. Habían estado sentados juntos por un rato, hablando de diferentes cosas, incluidas las piezas que Ferb había encargado para el auto. Sin embargo, en ese momento estaban hablando de música.
—Si, siempre quise tocar en el show de talentos de fin de año, pero siempre decido no hacerlo en el último minuto —explicó el pelirrojo.
Phineas ya le había explicado a Ferb que dicho show era exactamente lo que parecía. Fue un espectáculo que se llevaba a cabo cada fin de año, justo antes de los exámenes finales, y que se hacía como una forma de relajar a los estudiantes antes de los exámenes.
Los actos fueron aprobados por los profesores y juzgados por un panel de tres jueces que fueron seleccionados por los miembros del consejo estudiantil que no estaban actuando. El ganador recibió un trofeo y un bono de ahorro que podía usarse para la universidad.
—¿Por qué? —preguntó Ferb.
—No lo sé. Supongo que en parte se debe a que las Fireside Girls siempre están ahí y siempre me dice que debería hacerlo, pero no quiero enfrentarme a ella, ¿sabes? —explicó antes de quitarle la botella a Ferb.
Quería asegurarse de mantener su entusiasmo. Siempre fue más feliz de esa manera.
—Ganarías si lo hicieras.
Phineas sonrió ante eso.
—¿Lo crees?
—Ellas son buenas, pero tu eres mejor. Lo único que sobresale de ellas es su atractivo sexual.
—Tal vez debería trabajar en mi atractivo sexual. Mostrar un poco de piel —bromeó Phineas, lo que provocó una pequeña risa en Ferb.
Phineas se dio cuenta de que Ferb estaba borracho, bastante borracho. Aunque no era tan obvio a simple vista. No arrastraba las palabras ni perdía el equilibrio al caminar. Pero Phineas noto que sus ojos estaban más enfocados y que estaba más relajado. De hecho, soltó una carcajada de vez en cuando.
—Asegúrate de mostrar tu trasero. Es lindo —respondió, aunque el pelirrojo sabía que no estaba coqueteando. Lo dijo con demasiada indiferencia, tomó la botella y tomó un trago inmediatamente después.
Aun asi Phineas sonrió. Se sentía bien recibir un cumplido de Ferb, incluso si no lo decía en serio.
—Me gusta beber. Me siento muy bien cuando bebo, siempre y cuando no beba demasiado. Me pongo triste cuando bebo demasiado —mencionó el pelirrojo mientras se hundía un poco en el sofá.
—El alcohol es un depresor. Entristece a mucha gente —explicó Ferb mientras sacaba un cigarrillo de su bolsillo y lo encendía.
—¿Te pone triste? —preguntó Phineas mientras respiraba profundamente. El olor a humo lo calmaba.
—Me hace no pensar tanto. Es más fácil —admitió.
—¿Alguna vez te ha molestado ser más inteligente que los demás? —pregunto Phineas en voz baja. Si no estuviera bebiendo, nunca habría formulado la pregunta.
—Me molesta que no sean mas inteligentes, no que yo no sea mas tonto —menciono antes de dar otra calada.
Phineas asintió.
—Ojala fuera normal —admitió.
—Naciste siendo extraordinario y desearías ser ignorante. Creo que eso es triste —dijo sin rodeos.
—Tal vez he bebido demasiado —respondió el pelirrojo con una pequeña risa.
—Dudo que el alcohol sea tu problema —mencionó antes de ofrecerle su cigarrillo.
Phineas nunca fumó antes, pero aun así lo tomó sin dudarlo y dio una calada. Solo le tomó un segundo comenzar a toser.
Ferb se rió entre dientes ante la tos del pelirrojo antes de agarrar su cigarrillo. Por supuesto, escucharlo reír, solo hizo reír a Phineas.
De hecho, Phineas todavía se reía cuando su novia se acercó a él.
—¿Qué es tan gracioso? —preguntó Isabella con una sonrisa en su rostro.
—¡Hola, Izzie! —saludo Phineas, ignorando por completo la pregunta.
—¿Se están divirtiendo chicos? —pregunto mirando a ambos chicos.
—¡Si! Ferb estuvo en un concurso de bebidas con Adam del equipo de baloncesto, y Adam se desmayó. Fue genial —explicó, sonando como un niño pequeño emocionado.
—Dios, ¿otra vez? ¿Está bien? —preguntó, con la voz llena de preocupación.
—Oh, no sé. Probablemente —respondió, sin parecer preocupado en absoluto.
Isabella suspira.
—Realmente pierdes de vista las cosas cuando bebes —menciono, pero incluso cuando lo decía estaba mirando a Phineas con tanta adoración.
Parecía que Isabella iba a decir algo más cuando Adyson se acercó a ella corriendo.
—¡Isabella, tenemos un problema!
—Eh, ¿Qué pasa? —preguntó la morena mientras Phineas observaba el intercambio de cerca.
—Digamos que Mishti me envió un correo hace tiempo diciendo que iba a estar en la ciudad…
—¡¿Qué?! —exclamó, pero Adyson la ignoró y prefirió continuar.
—Pero no dije nada porque Baljeet no lo mencionó y, no tenía ganas de meterme en el medio entre Buford y él. De todos modos Mishti está en Estados Unidos haciendo turismo antes de llegar a Danville, y yo… Le he estado enviando mensajes de texto. Buford vio un mensaje de ella, armó casi un escándalo y se enojó con Baljeet antes de irse —explicó con rapidez.
—Oh no, ¿Dónde está Baljeet? —pregunto preocupada.
—No lo sé, fue tras Buford. Buford dijo que se iría y que encontraría su propio camino a casa.
—¿Buford está borracho?
—Tal vez, un poco, pero no estaba borracho como de costumbre.
En ese momento Django y Gretchen se acercaron al grupo.
—Oigan, Katie nos acaba de contar lo que pasó. ¿Están bien Buford y Baljeet? —preguntó Django.
—No lo sé —dijo Isabella, pero Phineas se dio cuenta de que estaba elaborando un plan—, pero Phineas y yo iremos a averiguarlo. Adyson, nuestra hora casi ha terminado, ve a reunir a las chicas. Todo estará bien.
—Izzie, ¿estás segura? —pregunto Adyson.
—Si, ustedes pueden manejar la música y nosotros podemos manejar esto —dijo la morena con confianza.
—Está bien. Lamento que esto haya sucedido esta noche.
—No es tu culpa. Ahora ve, enserio. Nadie necesita saber que están peleando de nuevo —dijo Isabella, y Adyson avanzando antes de salir hacia otra dirección—. Phineas, te parece genial venir conmigo, ¿verdad?
—Si, pero ¿Qué pasa con Ferb? —pregunto Phineas. Su mente estaba más centrada en el chico que estaba a su lado a pesar de lo que estaba ocurriendo entre sus amigos.
—Me voy —dijo Ferb antes de levantarse y entregarle a Phineas el vodka que habían estado bebiendo.
— ¿Cómo llegarás a casa? —preguntó Isabella.
—En mi coche —respondió en forma seca.
—Um no, Phineas acaba de decir que estabas en un concurso de bebida, no hay manera de que estés sobrio —lo reprendió—. Puedo llevarte a casa después de que todo esto esté resuelto.
—No voy a dejar mi coche —mencionó poniendo los ojos en blanco.
Phineas mira a Ferb un poco decepcionado. No quería que se fuera todavía.
—Podemos llevar a casa si eso ayuda —ofreció Gretchen, señalando a Django ya ella.
—En realidad eso sería fantástico —respondió Isabella antes de mirar a Ferb en busca de su aprobación.
—Lo que sea —respondió antes de quitarle la botella de vodka a Phineas y caminar hacia la puerta.
—Tomaré el auto de Ferb y, ¿tú nos sigues? —sugirió Gretchen a Django.
—Suena bien —concordó, el castaño.
—No te preocupes, Jefa. Tenemos esto bajo control —dijo la pelirroja antes de que ella y Django salieran tras Ferb.
Phineas mientras observaba se marchaban, deseando ir con ellos.
—Muy bien, vayamos a ayudar a Buford y Baljeet —dijo Isabella mientras extendía una mano hacia su novio.
Phineas tomó su mano y le permitió levantarlo. Su diversión había terminado por esa noche, era hora de dejar de pensar en Ferb y empezar a pensar en los amigos que lo necesitaban.
—Te apuesto lo que sea a que todavía están peleando afuera —dijo el pelirrojo con una sonrisa tranquilizadora mientras comenzaban a salir.
—NOTAS DE LA TRADUCTORA—
Quiero a empezar a decir que lamento mucho la tardanza, se cruzaron algunas cosas y ya no pude publicar —además de que este capitulo es el mas largo que he traducido hasta ahorita—. Espero publicar el siguiente en tiempo y forma.
Sin más que decir. Besos y abrazos.
Canciones:
—Party at a Rich Dude's House by Ke$ha
—Last Friday Night (T.G.I.F.) by Katy Perry.
¡LolitaMick14 fuera, paz!
