Nota del autor: Sean bienvenidos a la primera entrega de Memories, aquí intentaré explicar algunos hechos que no tienen cabida en la narración principal, pero que les pueden ayudar a entender un poco mas la historia y el trasfondo de los personajes.

Estos no tendrán un cronograma o algo así, por lo que aparecerán de vez en cuando.

Debido a que no recuerdo haber especificado la edad de Lena y Sayaka, de ahora en adelante ellas serán un año menor que Izuku.

Sin mas que decir, nos vemos en el proximo capítulo.

Crow


Un brillo lo segó de la nada cuando sintió el mundo real por primera vez en su vida. El llanto vino de inmediato después de que el frió del ambiente tocara su piel.

"¡Cariño, escucha! ¡Tiene buenos pulmones!", dijo la voz de una forma incorpórea que el pequeño no pudo reconocer por culpa de las luces del lugar.

"Lo sé, Hisashi. También puedo oírlo", respondió una mujer que claramente estaba agotada.

El pequeño pudo sentir como un grupo de manos lo sujetaban, cambiando a su portador varias veces, hasta que llego a un abrazo cálido.

"¿Como desean llamarlo?".

"Izuku... Se llamará Izuku Midoriya". Luego de oír la voz de la mujer, la visión del bebe se aclaró y pudo reconocer los rostros sonriente de un hombre de pelo negro y ojos verdes y una mujer de tanto su cabello como ojos de color verde esmeralda.

En ese momento en que el pequeño se quedo observando a sus padres, los ojos de Izuku brillaron de un color turquesa brevemente antes de que se durmiera en los brazos de su madre.


3 años pasaron e Izuku creció rápidamente como un niño sano y feliz, claramente reflejando las personalidades de sus padres en el... a veces.

Aparte de eso, Inko y Hisashi tuvieron otro bebé un año después del nacimiento de Izuku, pero esta vez seria una niña a la que nombraron Sayaka, que compartía un gran parecido con Hisashi.

Una de las amigas mas cercanas de Inko, Mitsuki Bakugo, también había tenido un bebé unos meses antes que ella tuviera a Izuku, por lo que ambos niños estaban juntos casi todos los días y rápidamente incluyeron a Sayaka cuando esta llego a la vida de los Midoriyas.

Para sorpresa de todos, Izuku comenzó a aprender a escribir rápidamente y fácilmente gastó montones de cuadernos entre ideas, dibujos y pensamientos que tenia.

Hisashi sonrió ante el recuerdo mientras veía la fotografía de sus hijos y esposa que tenia guardada en su billetera mientras estaba sentado en unos vestidores.

"¡Yo, Hisa! Estas tardando demasiado, ¿Acaso el katsudon de Inko te ha hecho engordar estos meses?". El pelinegro rápidamente guardó la foto y se levantó del asiento aun manteniendo su sonrisa.

"¡Para nada! Me castigó hace 3 meses y no lo ha preparado desde entonces", dijo entre risas antes de chocar las manos con el otro hombre, donde se quedaron luchando durante unos segundos antes de darse un abrazo. "¡Koji Ogawa, maldito bastardo, hace años que no te veía!".

Koji Ogawa era uno de los tantos héroes dedicados al rescate marino que había salido de la generación a la que había pertenecido Hizashi en Ketsubutsu. Su rostro estaba marcado por una enorme cicatriz con forma de luna que cruzaba por su ojo derecho y su piel bronceada por el sol marino hacia destacar su cabello azul eléctrico y ojos anaranjados.

El peliazul bebió un trago de la botella que traía antes de hablar, "Ya sabes, hubo unos problemas con unos cargueros que venían de la Unión Latinoamericana y tuvimos que hacer un rescate masivo de todos los que estaban a bordo y luego acabar con un circulo de piratas que amenazaba toda la zona costera de la Unión".

Hisashi se quedo con la boca en forma de 'O' luego de escuchar la historia de su amigo mientras se abrochaba las ultimas ataduras de su traje de héroe. "¿Que demonios? Esa si que es una historia de película Koji"

"¡Bah! De seguro esos tipos harán algo con eso en el futuro, al menos al fin acabó y puede volver con mi hijita", dijo el hombre con una sonrisa boba antes de sacar una álbum de su bolsillo y que cómicamente cayeran un montón de fotos, "¡Mira que linda es!"

"¡¿Tienes una hija?! ¡¿Cuando pasó eso?!"

"Fue cuando aun estaba en el rescate. La pequeña Lena nació sin su padre", Koji se limpió un lagrima antes de continuar, "Kohana estuvo tomándole un montón de fotos y me las enviaba para que pudiera verla", luego de decir eso y confundido por la falta de respuesta de Hisashi le golpeó levemente el hombro, "¿Y que hay de ti, hombre? ¿Inko logró convencerte?"

"Ah... S-Si... Tenemos dos, Izuku y Sayaka", le respondió a la vez que le mostraba a Koji la foto que tenia, "¿Tal ves podríamos hacer una cena para que se conozcan?"

"¿Inko aun sabe hacer ese salmón?", preguntó esperanzado el peliazul. Al ver que Hisashi asintió con la cabeza, rápidamente pateó la puerta del vestidor llamando la atención de todos en la agencia mientras tomaba un sorbo a la botella que traía, "¡¿Pues que esperas mejillón?! Hay que patear unos traseros antes de que veamos a nuestros hijos"

El padre de Izuku simplemente se rió por lo bajo antes de perseguir a su amigo. Había extrañado al idiota.


Ya era pasado medio día y había una suave brisa en el pequeño parque frente a su edificio que era refrescante para Izuku y Sayaka. El pequeño estaba cuidando a su hermana mientras él terminaba de leer un libro que le había regalado el tío Masaru.

Cuando Izuku estaba apunto de llamar a su madre, la puerta se abrió de golpe haciendo que Sayaka empezara a llorar. "¡Ay! ¡Cariño, esta bien, solo fue papá!", exclamó el pelinegro entrando corriendo a la sala de estar para recoger a la pequeña en brazos y calmarla.

El pequeño peliverde simplemente se encogió de hombros y continuo su lectura. Aun no podía entender por que su hermana lloraba tanto.

A lo lejos, pudo escuchar como sus padres charlaban de cosas que no le importaban, al menos hasta que escucho a su madre decir "¿Katsudon o aquel estofado...?", rápidamente el chico saltó hacia su madre exigiéndole que haga Katsudon, Hasashi acarició la cabeza de Izuku suavemente.

"Esta bien, esta bien. Tendrás tu katsudon, Izuku, pero recuerda que también tienes que comer otras cosas"

"Pero no son tan ricas como el katsudon", dijo mientras hacia pucheros.

"Tristemente...", respondió el hombre con lagrimas que caían cómicamente de sus ojos, al menos hasta que su esposa tiró de su oreja.

"No seas tan dramático Hisashi. Ve a comprar esto rápido antes de que se nos haga tarde"

Izuku vio a su padre salir con la cabeza gacha luego de recibir la lista de su madre. Aun emocionado por comer su plato favorito, el chico volvió a su lectura aunque casi no pudo concentrarse.

Sin darse cuenta de cuanto tiempo había pasado leyendo, Izuku fue hacia la puerta para abrirla luego de que escuchara el timbre sonar.

Cuando la abrió, se encontró con los ojos azules de una chica y se congeló el tiempo suficiente para que su padre apareciera preocupado por el marco de una puerta preguntando quien había llamado, pero cuando reconoció al Koji rápidamente fue a saludarlo.

"Parece que nuestros hijos se llevaran bien", comentó el marino luego de soltar una carcajada y golpeará la espalda de Hisashi.

"Vamos, hijo. Sabes que hacer", le susurró al peliverde, quien rápidamente se oculto detrás de su pierna.

"Hola... soy Izuku Midoriya", dijo el chico entre dientes, casi sin animo.

"¡Lena!" respondió la niña mientras levantaba las manos y caminaba torpemente hacia Izuku y comenzaba a pinchar la mejilla del chico con su dedo. "Cara graciosa"

"Vaya, vaya, le agradas chico, seguro que pueden ser amigos"

"¡Pues a mi no!", gritó el pequeño Izuku haciendo que la niña retroceda confundida. "¡No necesito mas amigos! ¡Con Kacchan es suficiente!"

"I-Izuku...", el padre del niño iba a hablar, pero el llanto de la hija de Koji los silenció a todos.

"¿No amigo?", preguntó la niña entre lagrimas mirando al peliverde, quien ya estaba sintiéndose culpable.

"E-Espera, no llores", el llanto empeoró, "¡Esta bien! ¡Somos amigos, solo deja de llorar!"

"¡Oki!", respondió la niña cambiando completamente su estado de animo y volvió a pinchar la mejilla del peliverde dejando en completo shock a los hombres del lugar.

"Viejo... tu hija es peligrosa", dijo Hisashi aun sin sacar el asombro de su rostro.

"Diablos Kohana ¿por que mi pequeña tenia que heredar eso de ti?", murmuró el peliazul.

"¿Dijiste algo, querido?", Koji tembló cuando sintió el quirk de su esposa sobre él "Oh.. ya veo, volveremos en un momento"

Hisashi se quedo en silencio mientras escuchaba los gemidos de dolor de su amigo y luego volvía con la cabeza gacha.

"No preguntes", le dijo el peliazul y eso fue exactamente lo que hizo Hisashi.

Izuku suspiró irritado mientras su hermana y su nueva amiga le estaban pinchando las mejillas a la vez mientras el intentaba leer tranquilo.

"¿Pueden parar?", preguntó el chico con una vena palpitando en su cara. Ambas chicas negaron con la cabeza, por lo que Izuku empezó a idear otro plan.

Había visto por televisión a un sujeto enseñándoles a un grupo de niños un poco de ciencias, si bien el no sabia nada de eso tal ves podría entretenerlas y así salvar su rostro.

Con un rápido movimiento Izuku se liberó del agarre de las dos chicas y comenzó a leerles un cuento que rápidamente les llamo la atención.

A lo lejos, los padres de los niños sonrieron al verlos y decidieron dejarlos solos durante un rato mas, de cualquier forma, la cena se mantendría caliente gracias a Hisashi.


Un año había pasado desde aquella cena y Lena, Sayaka e Izuku se hicieron grande amigos e incluso Katsuki a veces aparecía para estar junto a ellos, cosa que el peliverde agradecía, ya que igual era agotador siempre tener cuentos nuevos para esas dos.

Ya con 4 años cumplidos, Izuku estaba emocionado por obtener su quirk, todos en el jardín ya los estaban obteniendo y luego de que Kacchan obtuviera sus explosiones él estaba ansioso por ver que tendría su amigo para poder iniciar los planes para convertirse en héroes juntos.

En ese tiempo, Izuku tuvo una pelea con uno de los niños del jardín. El pequeño lo había insultado diciéndole inútil por no tener un quirk, que era una vergüenza para un héroe como su padre y eso colmó la paciencia de Izuku. Con un estallido de rabia, el joven peliverde golpeó con toda su fuerza la mandíbula del niño, pero este resistió el golpe y él y sus amigos procedieron a darle una paliza al peliverde hasta que la maestra los detuvo.

Izuku se quedó en el suelo ignorando a la aterrada profesora. Esa fue la primera vez que perdió una pelea. Fácilmente concluyó lo obvio pese a su corta edad, era débil y eso no iba a cambiar nunca.

Los días pasaron e Izuku no salio de su cuarto ni siquiera para comer. Hisashi e Inko estaban preocupados ya que no sabían que hacer para ayudar a su primogénito.

Por suerte, Katsuki fue capaz de convencer a Izuku de abrir su puerta y dejarlo entrar. Cuando el niño vio el estado del joven Midoriya realmente se asustó. Izuku estaba completamente ido, sus ojos no parecían conectar con nada y gran parte de los intentos de Katsuki para hacerlo hablar fueron en vano.

"No valgo la pena... Solo soy un deku", murmuró el pequeño peliverde.

"¿Y eso que? ¿Eres mi amigo, no? ¡Vamos a ser héroes y les mostraremos a todos que estaban equivocados! ¡Podrías ser mi compinche o usar tu enorme cabeza para hacer planes para derrotar a los malos y yo los exploto!", exclamó el pequeño Katsuki mientras le extendía una mano a Midoriya.

Los ojos de Izuku se volvieron a iluminar poco a poco hasta que el joven tomó la mano de su amigo. "Ya veo. Gracias Kacchan".

"¡Ya sé, hagamos una promesa! Si uno de los dos tiene problemas, el otro siempre estará para ayudarlo".

Izuku asintió, "Por supuesto, siempre podrás contar conmigo".

Ambos jóvenes salieron del cuarto deshecho para ir a comer algo y luego de una larga conversación con sus padres, se decidió llevar de una vez por todas a Izuku a un especialista.

Eran las 8 de la mañana de un 8 de agosto e Izuku se despertó de golpe. El ansia por saber cual era su quirk no le dejó dormir bien. Quería saberlo todo, tenia que saciar el hambre de conocimiento que tenia desde que tiene memoria y en ese preciso momento, su quirk era el misterio mas interesante para él.

En ese momento un pinchazo en la parte de atrás de su cabeza lo puso nervioso. Confundido, el chico salió de su cama para ver si tenia algo encima, pero cuando lo hizo un fuego de color turquesa incendió su habitación de la nada. Izuku intentó gritar, pero el fuego no le dio oportunidad alguna y lo engulló antes de que pudiera siquiera abrir la boca.

Se sentía mareado, casi como si estuviera flotando en el agua. Todo estaba oscuro cuando abrió los ojos, pero lentamente pequeñas luces comenzaron a aparecer.

Luego de dar vueltas en el vacío durante un tiempo, el pequeño Izuku se dio cuenta de algo. No estaba viendo cualquier cosa.

Frente a él estaba la tierra en todo su esplendor junto al resto de planetas del sistema y a su alrededor una enorme corriente del mismo fuego que incendió su habitación. El chico movió su mano hacia adelante, asombrado por todo lo que estaba viendo, y con su movimiento la imagen frente a él se alejó aun más mostrandole como el flujo de fuego se extendía por todos los rincones del universo.

Una mariposa hecha del fuego revoloteó junto a él. Izuku sonrió ya que sabia que a su hermana le encantaban. Con todo el cuidado del mundo, el chico la toco.

Su cuerpo volvió a salir disparado, sus ojos comenzaron a brillar y el fuego comenzó a emanar de estos al igual que de su cuerpo. Miles de imágenes pasaron frente a sus ojos, cosas que no logró entender, personas que no conocía, fechas que no recordaba. Absolutamente todo.

La información estaba saturandolo y su nariz comenzó a sangrar, por lo que su movimiento se detuvo abruptamente y apareció de nuevo frente a la tierra. El chico sabia lo que tenia que hacer, tal vez por instinto o por que alguien se lo dijo, no podría saberlo, pero simplemente hizo un ademan con sus manos dejando un dibujo en el espacio que luego atravesó.

El chico cayó en su cama, tan agitado como si hubiera corrido una maratón. Lentamente recuperó el aliento y pudo ordenar sus pensamientos.

"¿Que fue todo eso?", se preguntó mientras miraba su mano e intentaba volver a invocar el fuego sin resultado. "Debe ser mi quirk, pero nunca creerán una historia tan loca. Ni siquiera Sayaka". Izuku simplemente se lavó y vistió para la visita al especialista en quirks. Debía mantener todo eso en secreto, al menos hasta que sus padres supieran que si tenia un quirk y que no estaba volviéndose loco.

En el desayuno Hisashi miró como su hijo parecía preocupado por algo. Sintiendo como su instinto paterno le estaba obligando a hacer algo, se acercó al pequeño peliverde con un plato con un par de tostadas, "¿Quieres?", le preguntó. Por suerte el chico las aceptó con una sonrisa.

"Sabes hijo...", empezó el héroe mientras bebía su café, "se que eres muy maduro para tu edad, pero aun eres un niño"

Izuku inclinó la cabeza confundido cuando las palabras de Hisashi llegaron a sus oídos, el hombre tomó el silencio como señal para continuar, "Se que estas preocupado por tu quirk, pero quiero que sepas que nosotros te amaremos sin importar lo que pase y tus amigos igual"

"Pero si soy quirkless ¿no seria inútil? ¿no me haría incapaz de ser un héroe como tú?", preguntó el chico con verdadera curiosidad.

"Je, eso es lo que has oído de todos, ¿no es así?", el chico asintió, "Eso es basura, lo que realmente importa en una persona es su corazón", dijo mientras colocaba su dedo en el pecho del chico, "Dime por que deseas ser un héroe ¿Es por te sientes obligado? ¿Fama? ¿Gloria?"

"Solo quiero ayudar", respondió el chico con una sonrisa cegadora.

Hisashi sonrió de igual forma que su hijo. Izuku antes era alguien egoísta, casi antipático y retraído, pero la presencia de Lena y Katsuki sin duda lo cambiaron para bien, nunca podría juntar las palabras necesarias para expresar el orgullo que sintió al escucharlo decir esas palabras

"Entonces no necesitas nada mas", respondió el adulto, viendo de reojo como Inko se apoyaba en la pared sin querer interrumpir, "Si tu voluntad es lo suficientemente fuerte puedes hacer lo que quieras, Izuku. Nada será imposible"

El chico se quedo en silencio con los ojos abiertos como platos durante unos segundos. En ese momento, Inko decidió que era buen momento para entrar y llevar a sus hombres al auto para ir al doctor.

La lluvia azotó la ciudad esa noche. Sayaka estaba llorando abrazando a su hermano mientras que Inko lucia mortificada. Izuku había recibido el resultado de sus exámenes y habían sido negativos.

Hisashi sintió que el doctor fue algo vago en sus explicaciones, pero eso no cambiaba el resultado, el mismo había visto los exámenes y le pidió a un amigo que los revisara.

Izuku era completamente quirkless.

Tomó un par de respiraciones profundas antes de levantarse de golpe atrayendo la atención de todos. Inko ya estaba apunto de llorar mientras extendía una mano hacia él temiendo lo peor, pero la sonrisa de Hisashi la tranquilizo, era la misma sonrisa que lo había hecho un héroe tan popular, aquella que podía rivalizar con la de All Might.

"¡Vamos, campeón! ¡Nuestro entrenamiento comienza ahora!"

"¿Eh?", preguntó el chico sorprendido después de salir de su propio mundo.

"¿No querías ser un héroe?", preguntó su padre con una sonrisa, "A quien lo importa si no tienes un super-poder ¡Te ayudaré a ser tu propio héroe!"

Izuku vio la mano que su padre le estaba ofreciendo, y sin dudarlo la tomó. Tenia cosas en las que pensar y de paso podría descubrir que diablos había sido ese sueño.


Hisashi e Izuku hicieron del entrenamiento su actividad favorita del día. Ambos pasaron meses entrenando en la playa, claramente nada exigente para el cuerpo en formación del chico, pero si lo suficiente como para que aprendiera las técnicas necesarias.

Fue entonces, un día soleado como cualquier otro, que Izuku había acompañado a su padre a comprar un poco mas de equipo para sus entrenamientos.

Estaba emocionado ya que empezaría con artes marciales y técnicas de defensa personal. Kacchan se moriría de envidia cuando se enterará.

Mientras el chico estaba en su mundo, una persona chocó contra él y el peliverde escuchó algo que de inmediato le trajo recuerdos: el llanto de una chica.

Cuando dejó de sobarse el trasero, el chico vio a un linda chica que parecía una señal de neón cambia colores frente a él, llorando sin parar. "¿Estas bien?", le preguntó mientras le ofrecía ayuda a levantarse.

"M-Mi mamá... no sé donde está", le respondió. Izuku sabiamente ignoró que encontró agradable la voz de la niña.

"Puedo ayudarte ¡mi papá es un héroe! ¡Estoy seguro que podremos encontrarla entre los 3!"

"¿Lo prometes?", el llanto de la chica cesó cuando escucho las palabras del peliverde. Izuku simplemente se inclinó hacia ella y le acarició la cabeza. Esa técnica siempre funcionaba.

"Lo prometo", Izuku escribió un mensaje a su padre antes de continuar, "Vamos a buscar a mi papá primero, debe estar en la tienda del frente", la chica asintió y comenzó a caminar un poco delante de él.

Cuando la chica llegó a la tienda, Hisashi salió por la puerta vistiendo su traje de héroe, "Tu debes ser la niña. Soy el héroe Spit-Fire. Izuku me dijo que no sabes donde esta tu mamá"

"Si... estábamos caminando, pero me quedé viendo televisión en una de esas pantallas y... perdí a mi mami"

Hisashi se agachó para reconfortar a la niña, pero de inmediato se dio cuenta que algo andaba mal, "¿Izuku?", preguntó al aire, confundiendo a la chica, "¡¿Izuku?!", volvió a preguntar, completamente desesperado.

Ese día, Izuku Midoriya desapareció...