La noticia del ataque que sufrió I-Island voló rápidamente por todo el mundo junto con la incapacidad de la seguridad y los héroes a la hora de la protección del lugar. Debido a esto, se decidió llevar a cabo una reunión de emergencia con los representantes de los involucrados en el proyecto que era la isla.
"¡No podemos permitir que estos idiotas disfrazados sigan provocando todo este caos!", exclamó un hombre, bastante exaltado. "¡Si los héroes no existieran no tendríamos supervillanos! ¡Deberíamos...!"
"Ese es un pensamiento demasiado infantil, señor Miller", el acento escoses del hombre que interrumpió al representante de Estados Unidos era bastante marcado. "Si aplicamos su lógica y eliminamos por completo a los héroes sin eliminar la limitante del uso de quirks en la población probablemente volveremos a la época oscura"
Miller rechinó los dientes con furia pero guardo silencio, no era el lugar para una discusión de ese tipo y tenia la reputación de su país en la espalda.
"Aun así, el señor Miller a puesto un buen punto. El estándar de los héroes profesionales no están siendo suficientes. En todos los países que pertenecen a Alianza de los Países Libres (AdPL) los héroes han tenido un indice de años a la propiedad del 74%. Si analizamos la situación de Japón, los estudiantes de secundaria están siendo mas eficientes". La voz femenina retumbó con firmeza por todo el salón. Ella presionó unas veces en la pantalla de su tableta y unas imágenes de Izuku Midoriya y el resto de la clase 1-A.
Halima Hassan se levantó de su asiento y caminó con gracia hasta el estrado. "Esta nueva generación de héroes en Japón esta siendo todo lo que nosotros necesitamos. Intrépidos. Creativos. Altruistas, Eficientes...", por cada palabra que decía la mujer, una imagen de los diversos logros de nuestros héroes aparecía en la pantalla. "...Pero lo mas importante es que tienen la voluntad de luchar contra lo imposible. Debemos tomarlos como ejemplo y exigirle mas a nuestros héroes para poder volver a tener paz en nuestros hogares". Luego de una pequeña pausa, los aplausos del representante de Escocia animaron al resto.
"Si nos deshacemos de los héroes ahora perderemos todo ese potencial nuevo que está intentando crear un mundo mejor. ¡En mi tierra hay algunos chicos que comenzaron a trabajar mas duro luego de que vieron lo que paso en la isla!"
Miller se quedo en silencio mientras el resto discutía sobre como mejorar a los héroes.
Nadie lo entendía.
Los héroes son los que habían condenado al mundo.
Aquellas Meta-Habilidades destruyeron aquella sociedad que añoraba.
Inko y Sayaka saltaron sobre Izuku y Toru cuando los vieron aparecer en el aeropuerto. Toshinori sonrió con pesar al verlos, pero el roce de un mano en su hombro lo distrajo.
"¿Tio Might, estas bien?", preguntó Melissa sorprendiendo un poco al hombre enfermizo.
"Yo... lo estaré, Melissa", respondió sonriendole, "No olvides que ahora soy Toshi". La chica se sonrojo levemente por la vergüenza al darse cuenta de su error.
"Lo siento, es que todo esto me superó...", comento la rubia con una expresión rara en su rostro.
"No te preocupes por eso", el héroe puso una mano en el hombro de su sobrina antes de hablar, "Ve a presentarte mientras tanto. Tardaré un poco en pedir que preparen todo y estoy seguro que a la señora Midoriya le encantará tener a alguien mas disfrutando de su comida". Ella asintió lentamente y se alejó de Toshinori.
A lo lejos, él se rió cuando vio a Melissa ser victima de un abrazo de oso de la mujer, teniendo que ser rescatada por los hermanos antes de que se desmayara por la falta de aire.
Luego de que las cosas se calmaron en I-Island, David confesó todo lo que hizo ante él y las autoridades del lugar.
Su corazón se apretó cuando vio a su mejor amigo derrumbarse en el suelo con el rostro lleno de lagrimas mientras rogaba que no arrastraran a su hija por culpa de sus acciones.
Todo por haber intentado ayudar a All Might...
Cuando David le dio un ultimo vistazo antes de que la puerta del furgón policial se cerrase pudo sentir lo que su amigo le estaba diciendo. "No la dejes sola, por favor"
Casi se negó.
Tenia miedo. Miedo de que alguien viera como aquel héroe imbatible solo era un cascara que se estaba desmoronando poco a poco, pero una parte de él, aquella que seguía lamentando haber perdido aquella oportunidad, se antepuso al resto de sus pensamientos y aceptó tener la tutoría de Melissa.
Rápidamente Toshinori secó una lagrima que escapó de su ojo y comenzó a realizar un par de llamadas. No podía permitir que su sobrina descubriera que vivía en un departamento sucio y desordenado.
Cuando las presentaciones terminaron, la familia charló un rato con Melissa y discutieron las cosas que pasaron, cosa que fascinó a Sayaka hasta el punto que comenzó a sacudir a Izuku con furia cuando se enteró que pilotó y destruyó un mecha.
La madre de Toru sonrió al ver como su hija se divertía con todos, olvidando completamente esos días de ostracismo que vivió.
"Tenemos unos hijos maravillosos, no crees", comentó Inko a un lado de ella.
"Si... Realmente tengo que agradecerle a tu niño, Inko", dijo entre un suspiro la mujer, "Esta haciendo lo que mi marido y yo nunca pudimos"
"Ese es el don que tiene Izuku. Puede que nunca se diera cuenta por las cosas que ha pasado, pero siempre ha hecho que las personas se vuelvan la mejor versión de ellos mismos".
"Mamá ¿podemos volver a casa?", preguntó Toru acercándose a ellas mientras se restregaba un ojo, "Quiero dormir"
"Claro, To", Inko asintió con un leve movimiento con la cabeza cuando la madre de Toru le miró, "Hablaremos pronto", dijo como despedida.
Poco después apareció Toshinori rascándose la nuca avergonzado. "Señora Midroiya, lamento mucho lo que pasó"
"No te preocupes. Tampoco es que supieras lo que iba a pasar", respondió quitándole importancia, "Los invitaría a cenar...", el rostro de All Might se ilumino por un momento, "...pero no creo que sea lo mejor en este momento".
Izuku se rió al ver el animo de su héroe desinflarse por no poder probar la comida de su madre, pero rápidamente proceso las palabras. "¿Pasó algo en casa?", pregunto preocupado el chico.
"¡N-No! ¡Nada de eso!", respondió nerviosa Inko, desviando la mirada un poco, "Es solo que Lena no esta... en condiciones de conocer gente"
"Entiendo", dijo Toshinori leyendo el ambiente, "Nosotros iremos a casa entonces. Lo veré mas tarde en UA"
Luego de la despedida de All Might, el viaje a casa de la familia fue algo tenso. Al nombrar la situación de su amiga, el humor de Izuku se redujo bastante al recordar todo lo que había pasado en su pasantía con el señor Aizawa.
Inko abrió lentamente la puerta de la casa cuando llegaron y Sayaka condujo tranquilamente a Izuku hasta una habitación en el segundo piso. Luego de golpear la puerta y escuchar un débil "Adelante", la chica abrió la puerta.
El recuerdo del estado de Lena en el laboratorio cegó a Midoriya como si fuera un flash, pero rápidamente se fundió con la realidad permitiéndole ver como la chica le sonría levemente con su rostro cansado.
Sacudió un poco la cabeza para recuperar la compostura antes de hablar, "Lena, me alegro de que te estés recuperando"
"Es lento... pero creen que estaré completamente bien en unas semanas más", dijo la chica mientras desviaba su mirada al muñón en su pierna.
"Lamento no haber llegado antes. Yo...", se disculpo el chico mientras se acercaba a intentar tocarle el hombro, pero se detuvo de inmediato al ver como la peliazul retrocedía en su silla completamente aterrorizada. "L-Lo siento, me quedare en la puerta si eso te hace sentir cómoda"
"¡N-No!", exclamó Lena mientras extendía su única mano hacia el chico, aún con el cuerpo temblando, "E-Es solo un reflejo... Se que no debo tener miedo de ti, Izuku", ella tomó un par de respiraciones profundas antes de lograr dejar de temblar, "Q-Quiero darte las gracias. De no ser por ti yo aun estaría atrapada en ese lugar. Eres mi héroe"
El chico lentamente se acercó y tomó la mano extendida de la chica, cubriéndola con cuidado con las suyas, "Me aseguraré de que ahora estés a salvo. Es una promesa", luego de unos segundos, Izuku soltó la mano de su amiga para evitar incomodarla. "Ahora imagino que ustedes querrán charlar un rato así que yo..."
"Usted no ira a ningún lado, señor Midoriya", dijo Sayaka evitando que el peliverde saliera de la habitación sujetándolo por el cuello de cu camiseta.
Lena y Sayaka sonrieron con complicidad haciendo que el chico se rascara la mejilla nervioso mientras la pelinegra cerraba la puerta de la habitación.
El joven Midoriya estrelló su cabeza contra la almohada de su cama completamente agotado. Había intentado forzar su cuerpo a quedarse mas tiempo despierto mientras escuchaba como las dos chicas intentaban hablar con él y contaban todo tipo de cosas de chicas. No podía simplemente ignorarlas y quedarse dormido sin más.
Justo cuando sus ojos comenzaron a cerrarse y Morfeo comenzaba a rodearlo con su cálido abrazo... el despertador comenzó a sonar. Una vena comenzó a palpitar en la frente del peliverde antes de lanzar el dichoso aparato contra la pared destruyéndolo.
"Izuku, ¿qué fue eso? Ya es hora de ir a la escuela". La voz de Inko resonó como un martillo contra una campana en la cabeza del chico, quien se quejo mientras se enrollaba mas en las sabanas.
"¿Tengo que ir?", preguntó balbuceando por el sueño y abriendo un ojo para fijarse en su madre. Al ver que ella se había quedado en silencio mirándolo mientras una chancla flotaba al lado de ella simplemente suspiró y salió de la cama para comenzar a vestirse.
"El desayuno estará listo en 3 minutos", agregó Inko con un tono alegre antes de volver a la cocina.
Luego de llegar a UA, Izuku volvió a enterrar su cabeza en la mesa frente a el llamando la atención de todos por unos segundos.
"Eh... parece que Midori no pudo dormir anoche", comentó Mina mirando sutilmente al chico antes de sonreír de forma irónica, "¿Acaso pasó algo interesante?"
La cara de Toru se volvió un tomate al recordar lo que casi pasa en el hotel hace unos días, pero rápidamente negó con la cabeza, "¡N-Nada de eso! ¡Me fui a casa con mamá!"
Mina simplemente se rió ante la vergüenza de su amiga mientras esquivaba los golpes que ella le estaba lanzando. "¡Deja de reírte!, exclamó la chica invisible.
El resto de la clase simplemente ignoró las payasadas de esas dos, ya completamente acostumbrados.
Luego de vencer el cansancio tras una lucha intensa, Izuku logró mantenerse despierto el tiempo suficiente hasta que la clase de Ectoplasm terminara y fuera la hora del almuerzo.
"Al fin podré dormir", dijo Izuku mientras acomodaba su mochila como almohada en la mesa.
"Izu...", el chico giró su cabeza cuando escucho la voz de Toru a su lado. Podía notar como la chica estaba nerviosa por la forma en la que balanceaba su cuerpo de lado a lado. "¿Q-Quieres dormir en mi regazo?"
El cerebro del peliverde se detuvo por completo cuando escuchó esas palabras. Tardó unos segundos en procesar lo que había pasado, "¿Acaso los dioses me sonríen?", murmuró. Cuando recupero la compostura sonrió amablemente a su novia. "Por supuesto. Nada me haría mas feliz"
Lentamente el chico se acomodó al lado de Hagakure donde ella le había indicado y poco a poco acomodo su cabeza en los muslos de la chica. Las mejillas de Midoriya se sonrojaron un poco luego de soltar un gran suspiro.
"Tenias razón pa', las almohadas de regazo son lo mejor", pensó el chico con una sonrisa tonta en el rostro mientras recordaba una pequeña conversación que había tenido con su padre años atrás.
Toru comenzó a acariciar el pelo de Izuku mientras comía su almuerzo y de vez en cuando se le escapaba una sonrisa cuando veía la mueca que tenia el rostro del peliverde.
Poco a poco sus amigos comenzaron a llegar a la mesa en la que estaban y comenzaron a charlar en voz baja luego de notar al chico durmiendo.
"En serio debería descansar más. Midoriya aun es un adolescente como nosotros y debería tener al menos 8 horas de sueño. ¿Acaso está pasando algo en su hogar?", comentó Yaoyorozu preocupada.
"No lo creo. La señora Midoriya también está preocupada por él", respondió la chica invisible evitando comentar las escapadas de Izuku como vigilante.
"Tal vez es solo el jet-lag, fue un viaje largo. Yo tampoco pude dormir mucho anoche", agregó Kirishima bostezando.
Todos le dieron una vuelta en su cabeza a las palabras del pelirrojo y simplemente se encogieron de hombros y cambiaron de tema. Toru suspirrioó al no saber si podría inventar alguna otra excusa para el cansancio del chico.
Rápidamente el tema de la conversación pasó a ser los exámenes finales y si Hagakure era sincera, ella también estaba preocupada por ellos.
Si bien tenia algo de confianza en sus capacidades, no era alguien como Yaoyorozu, Iida o Izuku, que estaba en el tercer puesto de su clase. Ella estaba en el miserable puesto 16, simplemente superando a Mina, Kirishima y Kaminari.
La chica invisible apoyó su cabeza en su mano mientras la desesperación comenzaba a llegar.
¿Podría pedirle ayuda a Izu o estaría molestándolo demasiado?
¿Qué pasa si él se da cuenta que es una tonta?
Una nube negra pareció cubrirla luego de meditar sus opciones para poder ir al campamento de verano, pero una voz rápidamente evitó que siguiera en ese espiral negativo.
"¡Oh! ¡Podríamos hacer una sesión de estudio en mi finca! Hay suficiente espacio para todos en mi casa". Los ojos de la pelinegra brillaron por la emoción cuando la idea cruzó por su cabeza.
"Buena idea, Yaoyorozu. Yo podría enseñar principios del heroísmo", comentó Izuku de la nada entre bostezos mientras se sentaba correctamente.
"Yaomomo, eres un ángel", dijo la chica antes de lanzarse hacia la pelinegra para abrazarla, "¡Tu también, Midori!"
"¿Tal ves podríamos entrenar? Recuerdo que el señor Aizawa nos dijo que también habría una parte practica en los exámenes"
Izuku sonrió cuando escuchó a Kirishima y asintió con sus energías renovadas por la emoción. "¡Claro! ¡De paso podríamos entrenar sus quirks! ¡He querido estudiarlos... digo, ayudarlos desde hace mucho tiempo!"
Yaoyorozu escribió furtivamente unas cosas en su teléfono y, luego de unos segundos, una sonrisa se formó en su rostro, "¡Acabo de discutirlo con mi padre y los recibirán a todos con los brazos abiertos!"
"Entonces se lo anunciaré al resto durante la clase del señor Aizawa", dijo el peliverde mientras sacaba el ultimo onigiri del plato de Hagakure y se lo comía. "¡Oh! Esto esta muy bueno"
"¡Oye!", exclamó la chica invisible indignada.
Todos rieron al ver la escena de esos dos, pero la campana sonó regresandolos a todos a la realidad. Tenían que volver a clases.
Momo volvió a revisar su celular y suspiró tristemente mientras se levantaba, "Enviare a todos la dirección de mi casa por el chat grupal de la clase", dijo antes de irse del lugar en silencio luciendo cabizbaja.
Izuku se dio cuenta de esa reacción e hizo una nota en su cabeza para investigar sobre aquello.
Antes de que el chico pudiera perseguir a la pelinegra, una mano flotante cayó sobre su cabello llamando su atención.
"¡Heyo, brocoli!", saludo una chica de cabello verde y dientes afilados con una sonrisa. A su lado, estaba la representante de la clase 1-B, Itsuka Kendo.
"Midoriya, es un gusto verte", dijo la pelirroja con una sonrisa cálida.
Junto al resto de miembros de la clase 1-A, Toru estaba observando todo el intercambio en silencio con una mirada neutra.
"Tokage, Kendo, ¿Pasa algo?", preguntó el chico confundido. No eran muchas las ocasiones en las que hablaba con las representantes de su clase hermana fuera de las reuniones del comité.
"Solo queríamos ver como estaban preparándose para los exámenes. Aunque tu no pareces muy preocupado", comento Setsuna antes de abrazar un brazo del chico, "Oh... tu si que no tienes que preocuparte"
Izuku rió nervioso mientras se rascaba la nuca. "Bueno, por lo que he oído de Kaibara a ustedes tampoco les va mal".
Kendo estaba a punto de hablar, pero se detuvo al ver como su la peliverde había acercado su rostro al de Midoriya sin vergüenza alguna, "Soy algo mas que una cara bonita. Podemos tener una sesión de estudio... privada. Si quieres"
"¡Setsuna! ¡Controla tu hormonas mujer!", Kendo golpeo la nuca de la peliverde con un rápido movimiento, dejándola inconsciente. Con el rostro enrojecido por la vergüenza volvió a encarar a Izuku que estaba sonriendo algo incomodo, "Lo siento muchísimo, Midoriya. Ella está algo... desesperada"
"N-No te preocupes", respondió el chico mientras se daba la vuelta. "Deberíamos ir a clases ahora, Kendo. Al menos al señor Aizawa le gusta que lleguemos 5 minutos antes"
"¡Ah! Quería decirte que un amigo de tercer año me aviso que la parte practica de los exámenes será una lucha contra los robots del examen de ingreso"
Izuku se detuvo y volteo levemente su cabeza y le sonrió a la chica, "¡Gracias por el aviso! ¡Suerte en tus exámenes!"
Cuando el chico se perdió entre la gente, Kendo suspiró mientras agachaba la cabeza. "Realmente quieres verlo en el campamento, ¿eh?", dijo Setsuna aun colgando flácida del brazo de la pelirroja.
"Cállate y vuelve a dormir", respondió la chica mientras dejaba caer a Setsuna como si fuera un costal de papas.
Izuku se quedó de piedra cuando vio el enorme portón frente a él. Había decidido llegar unas horas antes a la casa de Momo para ayudarle a preparar todo para la sesión de estudio, pero nunca se imaginó que estaría frente a una mansión que fácilmente ponía en vergüenza a un centro comercial en términos de tamaño.
Aún algo sorprendido, el chico presionó el botón del citófono antes de hablar. "Disculpe, soy Izuku Midoriya, amigo de Momo Yaoyorozu. Ella me dijo que viniera a esta dirección"
"Señor Midoriya, por favor camine por el sendero hasta la mansión. Lo recibiremos allí". Con un sonido extraño la puerta se abrió dejando vía libre al peliverde.
Durante su caminata, el chico se deleito con la vista de las hermosas flores y los arbustos arreglados en formas extravagantes y con solo unos minutos, Izuku llegó hasta la puerta donde vio a un hombre vestido con un chaleco formal negro y camisa blanca. Claramente un mayordomo.
"Señor Midoriya, bienvenido. Permitame colgar su chaqueta", el hombre colgó cuidadosamente la prenda en un perchero y luego señaló con su mano hacia un sofá. "Informaré a Lady Yaoyorozu sobre su llegada. ¿Desea un poco de té para la espera?"
El chico asintió levemente y el mayordomo fue a preparar la bebida. En ese momento, unos gritos se escucharon a lo lejos llamando la atención de Midoriya.
"¡Ya te dije que... Eres mi hija y yo...!"
"¡Mamá, no soy... Tú no puedes... Yo debo decidir mi vida!"
Justo cuando los instintos heroicos de Izuku estaban activándose un hombre bien vestido, que rondaba sus cuarentas, entró en el salón. Su parecido con Momo era imposible de no notar, por lo que el peliverde llegó a la conclusión obvia, ese hombre debía ser su padre.
"Veo que otra vez volvieron a sus peleas", masculló el hombre antes de extender su mano al chico sentado en el sofá. "Debes ser Izuku Midoriya, mi hija ha hablado mucho de ti"
El chico se sonrojó levemente antes de estrechar la mano del hombre, "Y-Ya veo... es un honor señor..."
"Oh, perdona mis modales, mi nombre es Kenzo. Kenzo Yaoyorozu, el padre de Momo como te habrás imaginado"
"Disculpe mi osadía, señor ¿Pero esto pasa seguido?", preguntó el chico preocupado por los gritos de fondo.
"Ah... si, desgraciadamente ya todos nos hemos acostumbrado. Mi esposa no está muy contenta con las decisiones de vida de nuestra hija y no puede evitar hacérselo saber"
"¿Hay algo que pueda hacer para ayudar?", Kenzo se quedo mirando a Midoriya por unos segundos sorprendido antes de reír suavemente.
"Veo que ese es el espíritu heroico del que mi hija me ha contado", comentó entre risas, "No creo que puedas hacer mucho. Mi esposa no le tiene mucha estima a los héroes y a menos que seas un mago no podrás hacerla cambiar de opinión"
De la nada los gritos se detuvieron y segundos después se escucho un portazo. "Oh, ahí viene Momo. Los dejare solos", dijo el hombre con una sonrisa mientras le guiñaba el ojo a Izuku.
Tal y como dijo el señor Yaoyorozu, Momo apareció en el salón unos pocos segundos después de que él se fuera. "Midoriya, lo siento por no poder recibirte. Estaba charlando con mi madre". Ella lucia hermosa, claramente su vestido largo y cabello suelto resaltaban su belleza natural a los ojos del peliverde.
"Si a eso se le pudiera llamar charlar", pensó el chico nervioso mientras se rascaba la mejilla antes de responder. "No hay problema. Tampoco se suponía que llegara a esta hora, pero quería ayudarte a preparar todo"
Los ojos de la pelinegra se iluminaron cuando escuchó las palabras del chico, "No tenias por que preocuparte por eso, pero muchas gracias, Midoriya. Siempre eres muy considerado", dijo la chica mientras enredaba un mechón de su cabello negro en su dado, luego comenzó a prepararse un poco de té para aligerar la conversación y olvidar lo que había pasado.
"¿En serio? Siento que te he dejado demasiadas veces el trabajo de los representantes solo a ti y no te he ayudado"
Momo detuvo la taza a unos centímetros de su boca. Midoriya no pudo interpretar correctamente los sentimientos que la chica frente a él podía estar sintiendo, pero lo mas cercano era tristeza.
"No me molesta... de hecho me ayuda a sentirme útil", comentó la pelinegra sin desviar la mirada de la taza, "He visto como todos han progresado, volviéndose mas poderosos y hábiles... pero siento que yo no estoy a la altura".
"Eso no es verdad, Yaoyorozu. Eres un líder increíble y envidio el control que tienes con tu quirk"
"Pero me congelé en I-Island. Al principio no supe que hacer y de no ser por ti probablemente hubiéramos muerto", luego de respirar profundamente, Momo logró recuperar la compostura. "Tal vez madre tiene razón. No estoy hecha para ser un héroe".
"Momo...", la chica levantó sorprendida la cabeza ante la seriedad del chico, "Perdona mi lenguaje, pero esa es la estupidez más grande que te he escuchado decir"
Izuku sonrió con calidez mientras miraba a su amiga, "Debes dejar de menospreciar tus logros. Entraste a UA por recomendación y aprobaste ese examen, tienes el primer lugar en calificaciones de nuestro año y, cabe recalcar que UA es una academia de excelencia por lo que no cualquiera podría si quiera aprobar un examen ahí, sobreviviste al USJ, llegaste al ultimo evento del festival deportivo y, aunque no lo creas, eres una increíble estratega". Por cada logro de la chica que decía, Midoriya levanto un dedo de su mano derecha mientras Momo lo miraba aturdida.
"Sinceramente, Momo, eres bastante increíble. No dejes que las palabras de otros te distraigan de tu objetivo".
"Pero..."
"¿De verdad quieres ser un héroe?", la interrupción de Midoriya dejó a la chica en silencio por un momento.
Cuando Yaoyorozu reaccionó, asintió con el fuego de la determinación en sus ojos reavivado. "¡Por supuesto! ¡Quiero salvar a la gente! No quiero quedarme detrás de un escritorio caro mientras la gente está en problemas"
"Entonces eso es todo lo que importa", dijo Midoriya con una sonrisa mientras colocaba su mano sobre la cabeza de Momo y comenzaba a acariciarla, "Si tu corazón lo desea, entonces no hay nada que pueda detenerte. Mucho menos con el apoyo de todos tus amigos a tu lado"
Luego de quedarse unos segundos mirando a los ojos verdes del chico, Momo se comenzó a sonrojar hasta el punto de parecer un tomate. "¡T-T-T-Tenemos que ir a buscar los pizarrones!", exclamó la chica alejándose rápidamente del peliverde, pero luego de dar unos pasos se detuvo y giró levemente la cabeza para ver al chico. "Izuku, gracias por ser mi amigo".
"Es un honor, milady", respondió haciendo una reverencia exagerada con un sonrisa en el rostro.
Ambos se fueron riendo y charlando a buscar las cosas necesarias para la sesión de estudios sin saber que los padres de Momo estaban escuchando a escondidas todo lo que había pasado.
"¿Lo entiendes ahora, Inari? Nuestra hija ya abrió sus alas, es hora de que la dejemos volar libre", dijo el pelinegro antes de abrazar a su esposa que estaba llorando.
"¿P-Pero que pasa si la lastiman...? ¿Que pasa si pasa lo mismo que con mi padre y nunca volvemos a ver a nuestra hijita?", comentó la mujer entre sollozos y lagrimas que eran delicadamente secadas por su esposo.
"Es uno de los riesgos de la vida, mi amor. Nosotros como padres solo podemos apoyarla y siempre estar para ella".
Luego de decir sus palabras, Kenzo miró como su hija volvía al salón completamente emocionada y con una sonrisa que rara vez podían ver.
"Izuku Midoriya, realmente te lo agradezco", pensó antes de conducir a su esposa a su habitación para evitar que ellos notaran su presencia.
En un bar en una ubicación desconocida, Kurogiri estaba mirando como los miembros de la liga estaban destruyendo el lugar en una de sus típicas peleas.
Ya estaba cansado de todo eso. Quería irse a descansar, pero no podía desobedecer al maestro, su misión era proteger a Tomura Shigaraki.
Cuando alguien se estrelló contra el estante que contenía gran parte de su stock de licores el hombre niebla soltó un gran suspiro mientras sentía como el dolor de cabeza estaba comenzando.
A un lado suyo, la figura enmascarada, completamente vestida de cuero negro, lo miraba fijamente con la cabeza ladeada por la confusión, "¿Que sucede 01?", preguntó con calma.
El chico señaló con su dedo el marco de una foto vieja de 3 personas que se veía a penas entre las botellas de vino. Kurogiri tomo la foto y la miró por unos segundos antes de guardarla en un cajón cercano. "Es un recuerdo de una vida pasada... No significa nada ahora"
01 se quedo mirando a Kurogiri por mas tiempo, analizándolo, antes de volver a quedarse en blanco ignorando todo lo que sucedía a su alrededor.
El villano comenzó a arreglar el estropicio con la cabeza revuelta por lo recuerdos, algunos doloroso y otros felices. La nostalgia llegó rápidamente. Esa vida ya no era la suya. La perdió hace años en el accidente.
Si tan solo hubiera una forma de que todo fuera como antes...
