Aviso para los lectores: Esta parte del capítulo tiene descripciones gráficas de violencia no apta para gente sensible.


La reunión había comenzado hace poco y Obe Motoyoshi secó el sudor de su cabeza al momento en que cayó sobre su asiento.

Recién había sido ascendido en la cede de Suecia de y no pudo dormir en toda la noche por los nervios.

"Llegas tarde, Motoyoshi", dijo un hombre viejo que estaba sentado en la cabecera de la mesa. "No volveré a aceptar tal inpuntualidad". Rápidamente el hombre se inclinó y aceptó la culpa.

Segundos después, la puerta de la habitación explotó arrojando a Obe al suelo completamente aturdido. Cuando recupero sus sentidos no pudo evitar el grito que salió de su boca al ver un hombre vestido de cuero negro junto a una mascara metálica que parecía tener un bozal, completamente empapado en sangre. Obe pudo ver la masacre que había al otro lado de la puerta y, como pudo, contuvo el vomito.

La figura se llevo una mano al lugar donde tendría la oreja por unos segundos antes de empezar a caminar hacia el jefe de Obe.

"¿P-Por que...? ¡Nosotros mantuvimos nuestra parte!", preguntó el viejo retrocediendo hasta chocar con una pared.

Todos vieron con terror como el cuerpo del asesino se envolvió en una sombra para luego comenzar a mutar hasta el punto de parecer una enorme bestia sedienta de sangre.

Este se quedo mirando a todos con unos ojos rojos penetrantes.

Las piernas de Obe dejaron de responder cuando se fijó en la sonrisa siniestra de la criatura... no... ese demonio frente a ellos. Era vil, irradiaba maldad en su estado mas puro a tal punto que calaba los huesos.

Obe simplemente cerró los ojos y aceptó su destino.

Solo esperaba que no doliera...

Nadie tuvo tiempo de ni siquiera gritar antes de que todos los cuerpos cayeran completamente desgarrados al suelo.

El asesino volvió a su forma original y antes de volver a colocarse la mascara escupió un trozo de hueso que quedó en su boca.

"Esta listo", murmuró con voz ronca.

"Bien hecho, ahora vuelve con tu tarea actual y mantenme informado de todo"

"Como ordene maestro".

Los ojos rojos brillaron debajo de la mascara cuando sintió a mas gente llegar a donde estaba. Antes de que lo guardias siquiera pudieran reaccionar, el villano le rompió la pierna a uno ellos con un solo golpe y utilizó el hueso roto para apuñalarlo en la garganta.

Al ver tal brutalidad, el resto de guardias comenzaron a disparar por sus vidas, pero a pesar de que las balas impactaban en su objetivo desgarrando trozos de carne y huesos, el villano no parecía inmutarse.

Cuando estuvo al rango, agarró la traquea de uno de los guardias y la arrancó de un tirón desparramando litros de sangre en el suelo y luego se la aventó al ultimo que quedaba en pie, golpeándolo directamente en la cara y arrojándolo al suelo.

El villano se subió lentamente sobre el ultimo guardia y transformó sus manos en las garras del demonio.

Solo se oyeron los gritos de dolor del guardia hasta que fueron reemplazados por el simple gorgoteo de la sangre y la risa siniestra del villano.

La bestia le había ganado, no pudo resistir su influencia. Aun era demasiado débil. Simplemente se resignó a aceptar la oscuridad que envolvía su mente.

Nadie quedo vivo en el edificio esa noche


Midoriya y Yaoyorozu tardaron poco tiempo en terminar de preparar todo, por lo que habían comenzado a charlar sobre las pasantías y todo lo que pasó.

La chica quedo horrorizada cuando el peliverde le comentó sobre lo que había visto con el señor Aizawa, aunque se negó a dar detalles cuando ella le preguntó.

"Es inaudito que haya gente capaz de eso", comento la pelinegra, "Menos mal que lograste salvar a tu amiga, Izuku"

"Pero aun así... era mucha gente, Momo. No los pude salvar. Fallé otra vez, maldita sea"

"¿Otra vez?", preguntó Yaoyorozu con sospecha haciendo que el chico se quedara tieso en su lugar.

"Oh... soy un imbécil", pensó el peliverde mientras una gota de sudor caía por su rostro, "¿N-No puedo pedirte que lo olvides?"

Momo simplemente lo miró en silencio con su rostro completamente serio. El nerviosismo del chico llego a un punto critico y simplemente bajó la cabeza derrotado.

"Es complicado y peligroso... realmente me gustaría decírtelo, pero podría ponerte..."

"¿Acaso tiene que ver con tus salidas como vigilante?", Izuku giró su cabeza como un robot oxidado para poder ver como la chica le sonreía y le guiñaba un ojo, "Eres demasiado obvio, Izuku Midoriya".

"Claro, por supuesto te diste cuenta de eso", murmuro el chico enfurruñándose. "Algo así... pasó casi al inicio del año. Una psicópata me emboscó diciendo que quería que me uniera a la Liga de Villanos", Midoriya cubrió parte de su rostro con las manos luego de reclinarse en el sofá, "Intenté huir de ella, pero aun no tenia mucha experiencia y termino por acorralarme"

"¿Y que paso?", preguntó la chica con delicadeza a la vez que colocaba suavemente una mano sobre la pierna del chico.

"Ella... tomo un rehén... Yo... yo quería salvarlo... N-No pude moverme... Recordé a mi padre, Momo. C-Cuando vi como murió...", el chico tomó una respiración profunda antes de continuar en un intento de controlar los sollozos, "Luego apareció Midnight y la villana huyó. El resto es historia"

"Izuku ¿Toru sabe de esto?", el chico asintió con una sonrisa.

"Si... ella me ha estado ayudando. Realmente le agradezco"

Momo hizo una leve mueca, pero desapareció tan pronto como llegó y en cambio le sonrió al chico antes de acariciar la cabeza del chico sorprendiéndolo. "Recuerda que tienes gente que te quiere, Izuku. No luches solo contra tus demonios", luego de unos segundos de acariciar la cabeza del peliverde, Momo apartó la mano, "Ya veo por que haces eso. Es agradable"

"Sin comentarios", respondió el chico completamente sonrojado desviando la mirada.

De la nada la puerta del salón se abrió de golpe, sorprendiendo a los dos jóvenes, quienes saltaron del sofá.

"¡Yo! ¡Ya estamos aquí Yaomomo!", exclamó Mina entrando por la puerta mientras el mayordomo ordenaba unos libros que cayeron por el golpe de la puerta. El resto de la clase entró poco después.

Midoriya saludó a todos con una sonrisa, pero grata fue su sorpresa al ver cierto cabello rubio particular entre toda la gente, "¡Kacchan! ¡No pensé que vendrías!", el rubio pareció encogerse cuando escuchó el apodo y todas las miradas fueron a él.

"¡¿Que ven extras?! ¡Vine por que ustedes inútiles necesitan a alguien competente para no ser unas completas mierdas"

"¿Viniste a ayudar? ¡Gracias Kacchan! Contigo las cosas podrán ir mas rápido y tendremos mas tiempo para entrenar". El peliverde reviso unas hojas antes de volver a mirar a Bakugo, "¿Podrías encargarte de Física? se que eres bueno con eso"

"¿Con quien crees que hablas, maldito nerd?", Bakugo arrastro a un grupo hacia una de las pizarras y luego saco unos lentes de su mochila y se los colocó, "¡Si uno me interrumpe lo explotare!"

Izuku vio todo con una sonrisa se oreja a oreja mientras Momo y los demás simplemente no entendían nada, "Típico Kacchan", murmuro el peliverde. "Ahora ¿quienes quieren empezar con fundamentos del heroísmo?"

Las horas pasaron y afortunadamente la sesión de estudio funcionó perfectamente, y con la ayuda de Bakugo todos pudieron repasar los contenidos necesarios para los exámenes finales al menos una vez.

Ahora, era el tiempo del entrenamiento físico.

Midoriya estaba frente a sus compañeros, que estaban formados en fila frente a él esperando que diera sus instrucciones. El chico golpeo su mano con su puño cuando estuvo satisfecho con sus planes y luego sacó unos cuadernos de su mochila.

"Aquí tengo algunas notas con ideas que podrían funcionar con sus quirks", dijo mientras las entregaba a cada uno, "Si necesitan mas ayuda avísenme".

Izuku sonrió cuando vio como todos abrían los ojos sorprendidos al ver las notas y de inmediato se ponían a trabajar. Sin duda esto haría que todos subieran su nivel.

El peliverde caminó hasta llegar al lado de Toru, que estaba leyendo furiosamente la libreta buscando algo. "Lo que tengo escrito ahí está mal, aquí tengo la actualizada", dijo el chico con una sonrisa mientras levantaba el cuaderno junto a su cabeza.

La chica invisible se alegró al escucharlo y rápidamente saltó a su lado para escuchar las ideas de Izuku. Si algo había aprendido en su tiempo con el es que las ideas locas del chico funcionaban.

"Luego de I-Island comencé a re formular el funcionamiento de tu quirk y creo que tengo algo que explica tu invisibilidad".

Toru ladeo la cabeza confundida mientras se miraba sus manos enguantadas, "¿No que mi cuerpo solo dobla la luz?"

"Es algo así, pero no solo eso. Hay mucho mas escondido en tu quirk de lo que se ve a simple vista", dijo el chico para luego mostrarle unos dibujos explicativos en una pizarra que Dios sabe de donde saco, "¿Si solo doblaras la luz entonces como explicas que puedas brillar y absorber luz como lo hiciste en el festival deportivo?". Toru se quedo en silencio intentando pensar en una respuesta, pero nada se le podía ocurrir.

"De alguna forma, tu cuerpo tiene control de la luz con la que hace contacto", Izuku hizo un extraño dibujo en la pizarra que tenia, "Los cambios de color involuntarios que has tenido pueden explicarse fácilmente si asumimos que estas cambiando la frecuencia de la luz que reflejas dependiendo de tus emociones".

El chico rápidamente le dio un beso en la mejilla a Hagakure haciendo que ella se sonrojara y comenzara a brillar de un tenue color rosa. "Ves, te lo dije". Toru golpeó suavemente el hombro del chico antes de abrazarlo con fuerza.

"E-Eres cruel, Izu. Hacer eso solo para comprobar una teoría...", el peliverde se rascó la nuca un poco apenado por tener el rostro de su novia tan cerca. Ambos estaban acercándose poco a poco y justo cuando estaban apunto de besarse una explosión de Bakugo los devolvió a la realidad.

"Ejem... Toru, intenta hacer lo mismo que hiciste en el festival. Absorbe un poco de luz en tu mano". Dijo Izuku algo avergonzado por lo que acababa de pasar.

Ella lo hizo de inmediato, haciendo que su mano comenzara a brillar de un color blanco prístino. "Ahora, quiero que te concentres y pienses en que quieres que es luz tome forma, no importa la que sea".

Ella estaba un poco confundida, pero aun así obedeció, Izuku tenia ideas extrañas cuando los quirks estaban involucrados, pero rara vez se equivocaba. Entonces simplemente cerró los ojos y se concentró en lo primero que pasó por su cabeza...

"¡V-Vaya, sin duda ser un artista es natural para ti, Toru!", dijo Izuku un poco avergonzado mientras tocaba lo que había en la mano de la chica solo para darse que era tan solido como el acero.

"¡Ah! ¡¿Por que?!", preguntó exaltada la chica solo para darse cuenta que la luz que tenia en la mano se había trasformado en un pequeño busto de Izuku. El rostro de la chica volvió a sonrojarse como nunca y el brillo rosa regresó cuando perdió el control de su quirk.

"¡Dejando eso aun lado, esto es genial! ¡Tu quirk es genial! Eres casi como ese super-héroe con un anillo verde de los comics antiguos"

"¿Eso quiere decir que soy mas que una simple chica invisible?", preguntó la chica con esperanza. Ya podía sentir las lagrimas en sus ojos.

Izuku sujetó la mejilla de la chica antes de darle un beso en la frente, "Por supuesto. Si practicas lo suficiente estoy seguro que seras una de las heroínas mas fuertes"

"¡Entonces no hay tiempo que perder!", exclamó Toru emocionada y se colocaba en posición. Izuku sonrió nervioso al ver que pasaban los segundos y ella no hacia nada "¡No sé que hacer!"

El chico rió entre dientes ante la reacción de Hagakure, "Tómate un tiempo, estoy seguro que podrás resolverlo", dijo el chico antes de darle un corto abrazo, "Estuve demasiado tiempo contigo así que iré a ver a Kirishima, estoy seguro que quiere practicar un poco mano a mano".

Cuando Midoriya se alejó, Toru se sentó en el suelo y cerró con fuerza los ojos. Iba a exprimirse el cerebro para cumplir su meta y ademas, si lograba mejorar su control, la idea de ser visible era muy tentadora.

Quien sabe, tal vez incluso logre tener un súper movimiento antes de tiempo.

Tal y como había predicho Izuku, Kirishima le pidió de inmediato pelear con él, por lo que los dos se posicionaron frente a frente en un ring improvisado.

"¡Vamos a darlo todo, Midoriya!", gritó el pelirrojo emocionado mientras golpeaba sus puños sacando chispas.

"¡Por supuesto!", respondió Izuku poniéndose en guardia.

Kirishima activó su quirk en sus brazos y corrió hacia el peliverde en un ataque frontal directo, "Estas dejando demasiadas aperturas", comentó Izuku luego de golpear la pierna del chico haciéndolo caer al suelo de cara. "Careces de estilo de lucha, solo corres hacia adelante y golpeas con todas tus fuerzas. Debes intentar buscar algo que aproveche todas tus virtudes."

Kirishima se levantó y volvió a hacer lo mismo, pero esta vez, Izuku simplemente lo esquivó, "También intenta mejorar un poco el control fino de tu quirk para poder utilizarlo adecuadamente para pelear"

Luego de decir esas palabras, Izuku tuvo que esquivar un rápido golpe que rozó su mejillas para dejar un agujero en el suelo donde impactó. Cuando volvió a mirar a Kirishima, Izuku pudo ver como el chico estaba completamente sorprendido por la velocidad de su golpe.

"Veo que se te ocurrió una idea. Probemos una vez mas", dijo el peliverde mientras arrojaba su camiseta a un lado.

Al ver eso, el pelirrojo sonrió e imitó a Izuku, "Tu cuerpo es muy masculino, Midoriya"

"Gracias, el tuyo igual", respondió mientras se ponía en guardia, "¡Ahora, ven y pelea!"

Aprende de tus errores, adaptarte, siempre vence. Esos eran los mantras que han regido la vida Eijiro Kirishima desde que se decidió a ser un héroe y no pensaba fallar.

Activó su quirk en su cuerpo completo, pero esta vez no se endureció al máximo, solo lo suficiente para cubrirse de los golpes de Izuku.

El peliverde estaba perdiendo terreno y rápidamente se dio cuenta que sus ataques perdieron efecto.

"¿Ahora es mas fuerte y rápido que yo?", se preguntó Midoriya en su mente sorprendido mientras seguía bloqueando y esquivando los ataques del pelirrojo. "¡¿Cómo pasó esto?!"

Izuku intentó ir a por los oídos del pelirrojo cuando vio una apertura, pero justo cuando sus manos estaban por hacer contacto con la cabeza de Kirishima, el chico aumentó el endurecimiento de su cuerpo para resistir la maniobra del peliverde y, aprovechando el impulso que tenia, Kirishima golpeó con fuerza la boca del estomago de Izuku.

Cuando el golpe hizo contacto, Izuku escupió sangre y cayó al suelo de rodillas mientras intentaba recuperar el aliento desesperadamente, antes de que su conciencia se esfumara, el peliverde le levanto un pulgar a Kirishima.

"Bien hecho...", pensó antes de caer inconsciente.


Los ojos de Izuku comenzaron a abrirse lentamente y poco a poco se incorporó. Para su sorpresa se encontraba en una lujosa habitación en vez de su amada cama de hospital. Luego de mirar un poco a los alrededores, se percató que Toru estaba a su lado con los ojos cerrados y cambiando radicalmente de colores como si fuera un arcoíris con una pequeña esfera de luz orbitando a su alrededor.

"Eh... ¿Toru?", preguntó el chico intentando sacarla del trance.

"¡Ah!", exclamó la chica asustada, perdiendo completamente la concentración y volviendo a ser invisible, "¡Izu, otra vez! ¡¿Cuando dejaras de ser tan imprudente?!"

"En mi defensa, esta vez fue culpa de Kirishima", Hagakure simplemente rió levemente antes de calmarse.

"¿Que fue lo que pasó?", preguntó la chica, "Solo vi que caíste al suelo y había sangre en el piso"

"Un buen golpe en la boca del estomago", dijo el chico luego de levantarse la camiseta y mostrarle a la chica un enorme hematoma cubriendo todo su abdomen. "Whoa... Solo espero que no haya sangrado", murmuró el chico cuando vio la herida.

"¡P-Pero Kiri dijo que se contuvo! Todos vimos la pelea y no debería...", Toru se quedo en silencio cuando recordó algo, "Cierto... no tienes nuestra misma resistencia".

"¿Qué...? ¿Todo ese tiempo no estuvo peleando en serio?", Izuku se quedó en silencio por unos segundos procesando lo que le dijo la chica antes de responder, "No te preocupes por mí, ya pensaré en algo para compensarlo. Por ahora solo tengo que evitar que me golpeen otra vez".

Con gran dificultad se levantó de la cama y acomodó su ropa, completamente preparado para continuar con el entrenamiento.

"Intenta tomártelo con calma desde ahora, al menos hasta que alguien revise eso", aconsejó la chica invisible.

"Claro. Tampoco quiero estar adolorido todo el tiempo". Izuku evitó el contacto visual con ella mientras decía eso, dándole la espalda a la chica.

Cuando Izuku salió de la habitación con Toru ambos se dieron cuenta que había pasado mas tiempo del que habían creído ya que estaba completamente de noche.

"Uh... esto es malo, creo que ya no hay trenes hacia mi casa", dijo la chica luego de revisar la hora en su teléfono. Izuku asintió recordando también los horarios.

"¡Izuku! Me alegro de verte en pie. Me preocupe muchísimo cuando te vi caer". Yaoyorozu salió de la nada y rápidamente abordó al peliverde sosteniendo sus manos. A un lado, Toru estaba mirando a la pelinegra sorprendida.

"No es nada, Momo. Solo iré a casa a dormir. Creo que puedo llegar caminando"

"Nada de eso, puedo llevarlos a ambos si lo necesitan. Mi chófer está disponible"

"Te lo agradezco, Momo", dijo Izuku con una sonrisa haciendo que la pelinegra se sonroje levemente.

Cuando Yaoyorozu se alejó para hablar por teléfono, Izuku sintió un pinchazo en su cabeza y volteo a ver a Toru solo para notar los ojos fríos de la chica que llegaron a helarle los huesos junto al tenue brillo morado que ella tenia. "¿T-Toru, pasa algo?", preguntó el chico dejando escapar un poco su tartamudeo.

"¿Izu, cuando comenzaron a llamarse por sus nombres?", preguntó la chica con calma. Izuku simplemente tragó saliva y secó el sudor de su frente antes de responder.

"H-Hoy, un poco antes de que todos llegaran, tuvimos una conversación...¿Por qué preguntas?"

"Solo curiosidad", el chico empezó a ponerse mas nervioso ante la falta de respuesta de Hagakure por lo que empezó a temblar un poco.

El viaje en la limusina fue incómodamente silencioso. Izuku, sabiamente, decidió solo quedarse mirando por la ventana para intentar evitar una masacre y por su parte, Momo también logró leer el ambiente y evitó el contacto visual con su amiga.

Afortunadamente para el chico, su casa era la primera parada, por lo que, luego de despedirse de ambas chicas, salió corriendo lo más rápido que pudo hasta la seguridad de su hogar.

Al verse sola frente a Toru, que claramente estaba enojada, Momo trago saliva e intento aplicar todas las enseñanzas que sus padres le habían inculcado sobre negociaciones.

"¿Desde cuando?", pregunto la chica invisible. Momo arrugó el rostro confundida, por lo que Toru re-formuló su pregunta, "¿Quieres que Izuku sea algo mas que tu amigo, no es así?"

Yaoyorozu se atragantó con saliva ante la pregunta y tardó un tiempo en recuperar la compostura, "¡¿Que?!", exclamó avergonzada mientras su amiga la miraba con el rostro estoico, "P-Para nada, Izuku es solo un buen amigo y..."

"No te molestes, yo ya pase por la fase de negación, solo admítelo para que podamos charlar"

"Esta bien... me gusta Izuku ¿ok?", admitió la pelinegra bajando la cabeza derrotada, "Pero no voy a traicionar tu confianza como amiga e inmiscuirme entre su relación. Los quiero demasiado a ambos como para hacerles eso". Momo empezó a enrollar su cabello en uno de sus dedos para calmar sus nervios mientras hablaba.

"Ay, esta bien, Momo. Lo siento, nunca dude de ti", dijo la chica invisible mientras se sobaba la cien, "Fue solo el calor del momento. A veces pienso que Izu es un imán para las chicas a pesar de su apariencia simple", comento entre risas Toru. "No sabes cuantas veces he tenido que evitar que interesadas se acerquen a él luego del festival deportivo"

"Vaya. Entonces, su encanto a llegado a algunas chicas de la clase B y el curso de soporte por lo que he logrado ver"

"¡No puede ser! ¿Cuantas chicas mas va a enamorar ese idiota?", se quejó Hagakure mientras llevaba sus manos a su rostro y se desparramaba en el asiento, "Temo lo que pase cuando sea un profesional".

Ambas chicas se rieron ante el comentario, demostrando que aun esteba esa hermandad.

"Entonces... ¿no intentaras nada con Izu?", preguntó mirando de reojo a la chica pelinegra.

Momo se quedo en silencio un momento, con las manos juntas en su regazo, "Yo... me conformo con que sea platónico...", Toru estaba a punto de suspirar de alivio, pero luego la pelinegra se inclino hacia ella luciendo absolutamente confiada, "Pero si lo hechas a perder, yo estaré ahí para Izuku"

"Oh... así que quieres guerra", respondió Toru con una sonrisa similar a la que tenia Yaoyorozu, "No te preocupes, no creo que nada pueda separarnos"

Luego ambas chicas se miraron sin decir una palabra durante unos segundos antes de explotar en carcajadas. La charla difirió a otros temas mas casuales a medida que el viaje continuaba tranquilizando la atmósfera entre las chicas.

Eran amigas y eso nada lo iba a cambiar.


Kurogiri estaba en su habitación mirando la fotografía que guardaba celosamente para evitar que llegara a estar cerca de las manos de Shigaraki.

Era el único recuerdo de su vida pasada. Lo único que atesoraba aparte de aquel whisky escoses de 2095 que tenia reservado para momentos especiales.

Un flash pasó por la vista de hombre junto al dolor de su cuerpo aplastado y el terror que sintió. Esa maldita memoria otra vez.

Justo cuando estaba a punto de tomar un sobro del vaso que tenia en su mano, su collar vibró. Era la señal para ir a buscar al maestro.

Guardando rápidamente la fotografía en un espacio oculto, Kurogiri abrió un portal y viajó hasta donde estaba el maestro, la base del Shie Hassaikai.

Al llegar a la ubicación exacta se encontró con la imagen grotesca de una habitación cubierta de sangre frente a él mientras una niña de cabello blanco respiraba con dificultad, probablemente por el dolor que sentía por la herida sangrante en su ojo.

"Felicidades, Chisaki, esta versión es aceptable. Comienza con la producción de prueba y has los preparativos para la venta en los barrios bajos. Quiero ver como los héroes se desesperan al perder lo único que los hace útiles". La voz del maestro resonó en el lugar, y Overhaul hizo una mueca detrás de su mascara antes de asentir y desaparecer por una puerta dejándolos solos.

"Dime, Kurogiri, ¿Por que crees que hago todo esto?", preguntó el hombre, aun dándole la espalda. Su voz profunda siempre le traía escalofríos.

"Mis conclusiones no son importantes, mi señor", el hombre negó con la cabeza mientras chasqueaba la lengua varias veces.

"Eres mi mas estimado subordinado, siempre leal. Casi como mi, digamos, consejero. Por eso quiero escuchar que opinas de esto"

"La verdad, señor. No entiendo por que no ataca ahora. ¿Por que tomar tantas molestias en destruir a los héroes y en capturar a ese chico?"

"Mi estimado Kurogiri. No podría explicarte todos los motivos aunque quisiera ya que no tendríamos tiempo, pero puedo resumirlo", el hombre giro levemente la cabeza para mostrarle unos de sus ojos rojos a Kurogiri, "Quiero venganza". El cuerpo de Kurogiri tembló de miedo al ver al maestro así de enojado. Afortunadamente, logró calmarse en pocos segundos. "En cuanto al chico... el es especial y puede sernos útil en algunos proyectos como miembro de nuestras filas"

"Dudo que acepte, mi señor. He visto como él actúa"

"Eso es lo que todo el mundo me ha dicho, Kurogiri...", respondió el hombre sin dar mas detalles mientras miraba su teléfono.

Luego de esa charla, el maestro le ordenó a Kurogiri transportarlo a un edificio en Inglaterra y él obedeció de inmediato. Ambos aparecieron en medio de una sala de conferencia y todos gritaron de miedo cuando reconocieron al maestro.

"¡T-Tu! ¡¿Q-Qué haces aquí?!", preguntó una de las personas claramente mucho más mayor que el resto.

El maestro caminó hasta una de las personas y colocó una mano en su hombro, solo para que esta se desintegrara completamente en una nube de ceniza y rayos rojizos. Luego, el hombre se sentó y les sonrió a los aterrados presentes.

"Verán, recientemente, mi negocio tuvo un problema con uno de nuestros proveedores, ya que quisieron disminuir la cuota de ingresos que destinaban hacia nosotros y la cantidad de mercancía. Por desgracia tuvimos que encargarnos de ellos y ahora no tenemos quien nos entregue los metales que necesitamos"

"Nosotros...", el hombre fue interrumpido por unas carpetas cayendo sobre la mesa desde un portal morado.

"Investigamos su empresa y tienen justo lo necesario junto a una increíble cantidad de trapos sucios que fácilmente podría filtrar a su gobierno. Entonces...", el hombre sonrió calidamente hacia las personas frente a él, "Podemos hacerlo por las buenas...", con un rápido movimiento, el maestro aventó las carpetas a cada una de las personas junto a un lápiz, "O podemos hacerlo por las malas", su semblante cambió drásticamente, solo su presencia hacia que quisieras echarte a llorar al suelo y ademas, en la mano del hombre habían unos zarcillos extraños que parecían ser bastante afilados.

Kurogiri tuvo suerte de haberse acostumbrado a todo eso.

Luego de unos tensos segundos, todos firmaron. El maestro sonrió mientras se levantaba y con un chasquido hacia desaparecer todas las carpetas, "Eligieron bien. Mañana a primera hora tendrán un representante mio que se quedara con ustedes hasta nuevo aviso como consejero. Tengan buen día caballeros".

Por suerte esta vez no tuvo que ordenar ningún desastre, Kurogiri aun tenia sangre en uno de sus conjuntos luego de que alguien rechazara la propuesta del maestro.

Después de que dejó al maestro en la sede principal, Kurogiri no pudo pensar en aquella niña sufriendo.

Algo dentro de él estaba gritando desesperadamente que la sacara de ahí, que no podía permitir ese tipo de crueldad.

Esos impulsos estaban siendo cada vez mas fuertes y mas difíciles de ignorar.

Tenia que hacer algo, ¿pero cómo... cómo podría salvarla?