Nota del autor: Las actualizaciones a partir de ahora serán mas espaciadas ya que tendré para dedicarle a esto. Aun así creo que como mínimo podré actualizar 1 vez al mes.
¡Ojalá disfruten este capítulo!
Crow
Luego de que Izuku cerrará la puerta de su casa después de salir de la limusina de Momo, el chico se llevó una mano hacia su abdomen encorvando su espalda en un intento de aplacar el inmenso dolor que sentía.
Caminó hacia el baño apoyándose en la pared mientras el mundo se volvía borroso.
Izuku tosió con fuerza sobre su mano, su visión se aclaró un poco y pudo ver una gran mancha de sangre en su mano y el espejo. "Mierda...", murmuró.
"Izuku, ¿estas bien?", la voz de Lena hizo que el chico girará hacia ella rápidamente, olvidando su lesión.
La peliazul se cubrió la boca con su mano, horrorizada cuando vio toda la sangre sobre el espejo y la boca del chico.
"N-No es lo que parece", dijo el chico limpiándose la sangre antes de hablar.
"¿A-Alguien te golpeo?", le pregunto la chica. El peliverde negó con la cabeza y de inmediato le dio la espalda.
"Solo me caí practicando parkour". Izuku maldijo su voz temblorosa y rápidamente salpicó agua en su rostro.
Lena chasqueó la lengua al escucharlo, sabia que estaba mintiendo, Izuku era un libro abierto para ella que lo conocía tan bien. Cada tic y gesto que estaba haciendo ese idiota decía lo obvio, lo que dijo era una mentira.
"¿UA es como tu antigua escuela? Si es así estoy segura que..."
"¡No es así!", exclamó Izuku asustando un poco a la peliazul. "...Ellos son geniales, Lena", respondió el chico con un tono suave, volteándola a ver con una sonrisa como si nada hubiera pasado, "Solo olvidate de lo que viste y ve a tu habitación, Yo tengo algo que hacer".
Ella intentó tomar su mano, detenerlo para evitar que siga lastimándose, pero el miedo la detuvo cuando sus dedos rozaron la piel del chico.
Izuku simplemente volvió a salir por la puerta yendo a la playa para entrenar otra vez. Aun no era suficiente, tenia que aumentar el nivel y volverse mas fuerte si quería estar a la par de sus amigos.
Las olas golpeaban con fuerza la orilla de la playa a esas horas de la noche. Hacia frío por culpa de la brisa marina, pero a Izuku parecía no importarle.
El chico había estado corriendo desde que salió de casa y no parecía tener la intención de detenerse hasta que su pierna le falló y terminó con la cabeza enterrada en la arena.
En ese momento, Midoriya golpeó con fuerza el suelo y se llevó una mano al estomago para intentar aplacar el dolor que sentía por culpa de la caída. Sus ojos se llenaron de lagrimas por culpa del dolor y el enredo de sentimientos que tenia.
"No pienso decepcionar a nadie más...", murmuró el peliverde levantándose. "Debo ser mas rápido, mas fuerte... No puedo confiar siempre en mi equipo". Si sus piernas ya no daban mas entonces usaría sus brazos.
Las horas pasaron e Izuku simplemente se negaba a dejar de entrenar. Fue pura suerte que recordara que aun tenia que ir a clases, por lo que lentamente regresó a casa para darse una ducha.
Cuando abrió la puerta, Inko se lanzó sobre él, completamente preocupada. "¡Izuku! ¡No vuelvas a salir así! ¡Estuve toda la noche preocupada cuando la pobre Lena me contó lo que te pasó!".
Izuku miró por unos instantes a la peliazul, sintiéndose traicionado, pero rápidamente volvió a concentrarse en su madre. "Ya estoy bien, mamá. Tengo que ir a la escuela ahora", la sonrisa del chico era radiante, pero en el fondo todas sabían que estaba mintiendo. Antes de que Inko y las demás pudieran detenerlo para llevarlo a rastras al hospital, el joven peliverde se fue tambaleando a darse un baño.
"Ay... no sé que hacer", pensó la mujer llevándose las manos al rostro, "¿Qué puedo hacer, Hisashi? Tú siempre sabias como animarlo...". Inko se fue caminando hacia el baño para intentar hacer que su hijo recapacitara, dejando a ambas chicas solas.
"Deberíamos... no sé... ¿hacer algo para detenerlo?", preguntó Lena a su amiga que no había dejado de mirar al suelo.
"No, él debe darse cuenta de lo que esta haciendo por su cuenta". Lena suspiró decepcionada y comenzó a volver al salón. Sabia que, pese a sus palabras, Sayaka estaba muriendo por ir a hacer entrar en razón a su hermano.
En el baño, Izuku observó la herida que tenia y como esta ya estaba mucho mejor que la primera vez que la vio.
"Al menos ya no duele", murmuró mientras se colocaba la camisa de su uniforme y salia del baño.
"Izuku Midoriya", para desgracia del chico, su madre estaba esperándolo afuera con una expresión severa en su rostro, "No me gusta lo que estas haciendo"
El chico iba a decir algo pero se mordió la lengua e intentó pasar junto a Inko, pero ella lo detuvo. "Estas castigado hasta que diga lo contrario. No podrás entrenar ni hacer nada relacionado al trabajo heroico hasta que aprendas a controlarte"
El chico abrió los ojos como platos cuando escuchó las palabras de su madre, "P-Pero mamá, el examen..."
"¡Me importa un cuerno el examen! ¡Si aprobar implica que arruines tu salud entonces es mejor que no lo hagas!". Izuku estaba completamente en shock, rara era la vez en la que Inko estaba enojada y en ese momento estaba furiosa. "Izuku, nunca pensé que llegaría a castigarte para protegerte de ti mismo"
"¡No puedes hacerme hacer eso!", exclamó el chico desesperado, "¡Si no entreno yo...!"
"¿Tú que, Izuku? Dímelo para poder entender", al ver que el peliverde solo se quedó en silencio con la cabeza baja, Inko dejó escapar un triste suspiro, "Llamare a tu maestro y le diré lo que pasó. Te quedaras en casa hoy"
El joven Midoriya observó atónito como su madre de alejaba de él hablando por teléfono.
¡Simplemente tenia que ser un mal chiste! No estaba tan mal, tal vez un poco cansado, ¡pero nada mas!
"¿Por que tan preocupado?", dijo la voz extraña, "¿Realmente piensas así de tus amigos? ¿Tan poca confianza tienes en ellos?"
"Confío en ellos... solo no confío en mi mismo", respondió el chico mirando sus manos temblorosas. "Tengo miedo... Pensé que ganarle a Todoroki y a luchar contra Kacchan lo resolvería, pero aun, después de todo eso..."
Izuku se mordió la lengua al final, sin atreverse a decir aquello que lo atormentaba en ese momento. La voz no volvió a pronunciarse, por lo que Izuku lo tomó como el final de la conversación.
"Uhg... será mejor que haga algo para pasar el tiempo... ¿Habrá algún nuevo héroe?", dijo el chico rascándose la cabeza.
Sacando su cuaderno de la nada, el chico fue a la sala para ver las ultimas noticias de los héroes locales para poder escribir nuevas entradas en su diario de análisis e ideas.
Las horas pasaron e Izuku se quedó en el sofá completamente aburrido mientras repasaba algunas cosas que tenia escritas en sus cuadernos. Por suerte, el castigo no incluía sus inventos, por lo que al menos podía seguir construyendo cosas.
¿El problema?
No tenia ninguna idea en ese momento.
Izuku simplemente dejo caer su cabeza hacia atrás y se concentró en el techo. "Que alguien acabe con mi sufrimiento"
"No harás que cambie de opinión, Izuku", dijo Inko en otro sofá frente al chico, sin sacarle la mirada a lo que estaba tejiendo.
Antes de que Izuku pudiera volver a quejarse, su teléfono comenzó a sonar y rápidamente contesto con una voz plana, "Diga"
"¿Izu? ¿Estas bien? Suenas un poco apagado"
El peliverde se cayó del sofá sorprendido cuando escuchó la voz de su novia, "¡Toru! Estoy bien... solo mamá me castigó por haber entrenado mas de la cuenta...", respondió el chico rascándose la mejilla.
"Oh... está bien, le diré al resto que no podrás venir", la chica se tomó unos segundos, pero volvió a hablar, "T-Te amo, Izu... Nada cambiará eso"
Esas palabras se sintieron como una estaca en el corazón del chico, quien apretó un poco su mano libre, "Y-Yo también... adiós"
Dejando a un lado el teléfono, el peliverde se encogió en el sofá antes de perderse en sus pensamientos. Algo que realmente necesitaba hacer.
¿Por que tanto miedo...? ¿Por que tantas dudas?
Cuando decidió seguir los pasos de su padre tenia una meta clara, pero ahora... todo estaba borroso. Quería ser un héroe, si, ese había sido siempre su sueño, pero también tenia la responsabilidad de acabar con la organización.
Esos tipos eran el motivo por el que él era así, ellos le habían arruinado la vida y quería vengarse, pero al mismo tiempo quería evitar que la gente saliera lastimada por su culpa... por no ser suficiente para cumplir su deber.
Cosa que ya pasó 2 veces.
Lo recordó de la conversación que tuvo con Momo antes de que llegaran los demás. Aun se sentía culpable pese a todo el tiempo que había pasado, ambas veces se quedo quieto sin hacer nada para intentar salvar a quien tenia delante. Su padre y aquel hombre en el callejón, sus caras siempre volvían en sus sueños aun que sean como un pequeño recordatorio de sus fallos.
No era miedo a que lo abandonaran... era miedo a no poder salvarlos cuando sea la hora.
Izuku se levantó del sofá lentamente, con su rostro ensombrecido. Tenia la intención de estudiar con la esperanza de que eso lo ayudara a quitarse esa sensación extraña que tenia en el cuerpo luego de aquella meditación.
Los días pasaron lentamente para Izuku. Entre examen y examen el chico pudo charlar un rato con sus amigos antes de volver a casa para cumplir con su castigo.
Sus amigos estaban algo felices al ver que Izuku finalmente estaba dejando que su cuerpo descanse, aunque igual lo extrañaban, sobre todo Hagakure.
Afortunadamente, ya era el ultimo día de los exámenes escritos. Solo tenia que superar la prueba practica y después podría disfrutar el campamento.
Nada podía salir mal... o al menos eso pensó.
Caminando por la tarde junto a Sayaka, Izuku logró notar como algo extraño estaba ocurriendo dentro de un restaurante y sus instintos heroicos estaban palpitando, incitándole a actuar.
"¿También lo notaste, Izzy?", le preguntó la pelinegra. Izuku asintió, dudando un poco de lo que podrían hacer. "¿No vamos a ir?"
El peliverde levantó una ceja, "¿Nosotros? Sayaka, es muy peligroso, ademas es ilegal que tu interfieras"
"No seria la primera vez. Ya te ayude con Katsuki"
El chico se tambaleó al notar lo decidida que estaba su hermana. Suspirando decepcionado de su incapacidad de decir que no. "Ni se te ocurra pelear o usar tu quirk. Céntrate en ayudar a las personas"
"¡Sí! ¡El equipo Midoriya va a salvar el día!", exclamó la chica emocionada mientras veía como Izuku se subía la capucha de su sudadera y se colocaba una mascara que traía en su bolso.
Mientras se acercaban, los hermanos pudieron ver a través de los ventanales del restaurante como un grupo de matones estaban amenazando a los empleados con sus quirks. Teniendo la seguridad de que un crimen estaba en curso, Izuku marcó el numero de Yuu y le informó todo lo que estaba pasando y cortó la llamada de inmediato para evitar escuchar las advertencias del oficial.
Ambos hermanos se miraron y asintieron. Izuku abrió la puerta de una patada sorprendiendo a todos lo que estaban dentro. Moviéndose rápidamente, Izuku le lanzó una silla al villano que estaba custodiando a los rehenes, haciendo que quedara aturdido, permitiéndole así golpearlo.
El peliverde se quedo sorprendido al ver como el villano ni siquiera se había inmutado con su golpe.
"Je... golpeas como una niña", dijo el hombre antes de golpear al vigilante, arrojándolo al otro lado del lugar. "¡No se queden ahí parados, estúpidos!", le gritó al resto de villanos en el lugar.
Uno de ellos levantó sus brazos y un par de zarcillos fueron directamente a Izuku con intenciones de atravesarlo, pero el joven hizo una voltereta a un lado y luego dobló su espalda para esquivar un ultimo zarcillo que iba a su rostro.
Sayaka había perdido la noción de su entorno mientras se centraba en soltar las ataduras de los rehenes. Cuando ella llegó al segundo grupo, le quitó la cinta adhesiva a un chico que estaba frente a ella y justo cuando iba a liberar a la persona de al lado, el mismo chico de antes le gritó, "¡Está detrás de ti!".
Ella volteó solo para ver como una enorme mano de lava se cernía sobre su rostro solo a centímetros de chamuscarla. Fijándose mejor, Sayaka pudo ver como Izuku estaba sosteniendo con fuerza el villano que había intentado atacarla con uno de los zarcillos del otro villano mientras forcejeaba con él.
"¡Sal de ahí!", le gritó y ella obedeció llevándose a rastras a los rehenes.
Izuku perdió el control del villano de los zarcillos justo cuando Sayaka salió del restaurante con los últimos rehenes.
Al alejarse, los zarcillos cortaron la piel del chico, haciéndole bastante daño y el tipo de las manos de lava lo golpeó con fuerza, por suerte Izuku pudo bloquearlo, pero su antebrazo quedo con una fea quemadura.
"¡No te olvides de mi, hijo de perra!", gritó el primer villano golpeándolo en la espalda llevando a Izuku al suelo.
Midoriya se levantó solo para ver como todos corrían hacia él, por lo que antes de que todos se chocaran con él, Izuku dio un salto alto en el aire que terminó haciendo que los villanos chocaran entre si.
Tomando un mantel de una mesa que estaba cerca suyo, Izuku lo utilizó tal y como si fuera un látigo envolviendo a los villanos, asegurándose de que no tuvieran forma de escaparse y solo por si acaso los noqueó.
Tambaleando un poco, Izuku se encontró con el oficial Yuu tomando las declaraciones de los rehenes junto con Tsukauchi. Cuando el rubio vio a Midoriya, él suspiró agotado y se sacó la gorra antes de ir a hablar con él.
"Esta es sin duda la cosa mas irresponsable que has hecho. No solo pusiste en riesgo tu visa si no que también la de tu hermana", susurró el oficial haciendo que el peliverde agache la cabeza avergonzado, "Realmente te gusta darnos problemas, Midoriya. Dejaremos todo esto bajo la alfombra, pero debes intentar dejar de hacer esto. Es un montón de papeleo"
El rostro de Izuku palideció al escuchar esa maldita palabra y rápidamente asintió, "L-Lo lamento, es solo que no podía dejar esto pasar"
Yuu sonrió al escucharlo, pero golpeó la frente del chico con su lápiz, "Aun así, recuerda que todavía no eres un profesional".
Antes de que pudiera decir algo mas, Sayaka apareció por detrás del oficial y lo empujo lejos para poder quedar frente a Izuku. Ella estaba tan emocionada que parecía estar brillando, "¡Eso fue genial! La forma en la que te movías y luchaste contra esos tipos ¡¿Puedes enseñarme?!"
"Eh... no se de que hablas jovencita", dijo Izuku intentando evitar que la gente sepa que ambos están relacionados. Dándose cuenta de eso, Sayaka se llevó las manos a la boca y se disculpó en voz baja. "Pero podemos discutirlo después", le susurró mientras le guiñaba un ojo.
"Vigilante, ven conmigo. Usted también señorita", le dijo el oficial haciéndoles un gesto a ambos hermanos, quienes lentamente se subieron a la patrulla donde estaba Yuu.
"Parece que estas un poco herido, Midoriya. Voy a llevarte con alguien que pude ayudarte sin que quede registro"
"Uh... no es por ser desagradecida, ¿pero quien es este tipo?", preguntó la pelinegra algo a la defensiva, pero Izuku puso una mano en su cabeza y la acarició para calmarla.
"Es un amigo de la policía...", explicó Izuku dejando las presentaciones a Yuu.
Luego de un corto viaje, Yuu se detuvo frente a una casa pequeña y tocó el timbre. Tras esperar unos segundos, la puerta se abrió revelando a un mujer joven con la apariencia similar a una avispa humanoide en ropa de casa, que al ver a Yuu saludándola nerviosamente y a Izuku con sangre en el cuerpo solo movió sus mandíbulas soltando un siseo.
"No", dijo y simplemente comenzó a cerrar la puerta, pero el oficial fue mas rápido y puso su pie para evitar que ella se fuera. Aun así, la mujer comenzó a acribillarlo a portazos.
"¡Mako, por favor! Es un amigo y necesita ayuda", suplicó el oficial adolorido con ojos de cachorro. La mujer resistió por unos segundos pero al final cedió.
"Bien, entren y tú quítate esa sudadera", dijo señalando a Izuku.
El grupo entró a la casa y Mako se sorprendió al reconocer Izuku luego de que se sacara la ropa y la mascara. "Whoa, pensé que estabas bromeando cuando dijiste que lo conocías", le dijo a Yuu.
"¡Hey! Nunca te he mentido", respondió Yuu.
"¿Quieres que te las diga en orden alfabético o por fecha?", contestó Mako con una sonrisa irónica, avergonzando a Yuu.
Ambos Midoriyas' se miraron algo incómodos y al darse cuenta de eso Mako comenzó a inspeccionar las heridas de Izuku. "No te preocupes, estoy estudiando enfermería. Se lo que estoy haciendo".
Con gran habilidad, Mako comenzó a limpiar y suturar las heridas mas profundas del joven Midoriya y luego de unos minutos, para la sorpresa de Izuku y asco de Sayaka, la mujer araña sacó una fibra extraña de su boca y la colocó sobre las heridas del peliverde.
"¡Eww! ¡Que asco!", exclamó la hermana de Izuku, "¡¿Que demonios estas haciendo?!"
"¡Vaya...! ¿acaso tu tela tiene propiedades curativas?", preguntó el joven héroe sorprendido.
"Mas o menos, mi saliva es la que ayuda a la curación de las heridas... es un poco asqueroso lamer a la gente así que creo un vendaje con mi seda", respondió la mujer sin dejar de trabajar, mostrándose profesional en todo momento... no como cierto oficial que aun estaba sobando su pie.
"Y lo perdimos...", murmuró Sayaka viendo como Izuku se perdía en su tormenta de murmullos mientras escribía teorías sobre el quirk de Mako en su cuaderno.
Luego de un rato, Mako chasqueó sus mandíbulas un par de veces después de limpiarse la boca con el antebrazo. "Está listo. Tenias algunas lesiones importantes, pero la peor de todas es esa herida en tu estomago. Hice lo que pude para ayudarte a sanar rápido, pero tardaras un par de días en estar bien, eso si no te ejercitas demasiado"
Izuku sudó nervioso cuando escuchó las palabras de la enfermera, sabiendo que solo faltaban horas para su examen practico. Al darse cuenta de la reacción del joven, Mako solo negó con la cabeza soltando un suspiró decepcionado. "Héroes... nunca obedecen"
"¡N-No es mi culpa tener el examen practico mañana!", exclamó avergonzado Izuku haciendo que todos rían.
"Entonces deberías se mas consciente de tu salud y dejar que alguien mas te ayude. Nadie puede hacerlo todo solo, ni siquiera cuando tienes un quirk"
La mujer se levantó para ir al baño a lavarse las manos, dejando a Izuku pensando sobre lo que le había dicho.
Dándose cuenta de la hora, Yuu llevó a los Midoriyas' a casa y luego de mentirle piadosamente a la madre de ambos diciéndole que ambos se habían quedado en medio de una lucha entre unos héroes con un villano, el oficial comenzó a conducir a casa un poco melancólico luego de ver a Mako.
Su teléfono sonó poco después de comenzar a conducir y él lo contestó mecánicamente, "Diga jefe"
"Vaya, no pensé que ascendería tan rápido"
"¿Mako...? ¿Qué pasa?", preguntó el joven policía confundido por la repentina llamada.
"Solo quería hablar contigo... ¿es pedir demasiado?", dijo la mujer algo triste.
"Lo siento, se que no he estado ahí y..."
"Shh, se que estas ocupado, pero realmente me enojé esta vez. Me dejaste plantada por 3 horas en el restaurante. ¿Acaso sabes lo vergonzoso que era ver la cara de lastima que me daba el mesero y las demás personas?"
El peso de la culpa comenzó a afectar a Yuu, por lo que decidió detenerse al costado del camino para evitar un accidente.
"Mierda, Mako... lo siento", se disculpó, "Es solo que las cosas están complicadas"
"¿Es tu familia?", preguntó preocupada la mujer araña, "¿Acaso volvieron a...?"
"No el viejo bastardo de mi padre decidió por fin dejarme en paz y madre tampoco me ha dicho nada", dijo con una carcajada, "Es solo que con el detective Tsukauchi estamos investigando algo y es... grande. Aun no juntamos todas las piezas, pero puede sugerir una red de corrupción que llega al gobierno de Japón y mucho mas. Ese chico, Midoriya, ha estado ayudándonos"
Mako se quedo en silencio durante unos segundos, pero para Yuu parecieron horas. "No vayas a casa. Te quedas conmigo hasta nuevo aviso"
"¡¿Q-Que?!", preguntó el hombre sonrojándose, "¡¿E-Estas segura?!"
"Si y deja de ser un niño acerca de eso, hemos estado saliendo desde la secundaria"
Yuu tragó la saliva que tenia acumulada en su boca para intentar calmarse... No funcionó pero al menos lo intentó.
"Y-Yo voy en camino...", murmuró en voz baja.
"Tendré listo tu postre favorito cuando llegues"
El oficial Hamada dejó su teléfono aun lado con su mano temblorosa. Dándose unos segundos para calmarse comenzó a conducir de regresó a la casa de su novia.
Dios, esa mujer siempre lo convertía en un desastre... pero no la cambiaría por nada en el mundo.
Ni siquiera por un quirk.
