Capítulo 11
Corina había oído rumores sobre esto y quería respuestas antes del éxodo. Así como había Omegas que se habían ocultado del Ministerio, había Omegas que el Ministerio ocultó. Uno de los rumores más fuertes era que Bellatrix Lestrange era una Omega y varios de los seguidores de Voldemort lo eran o lo habían sido antes de fallecer.
Uno de los más sospechosos había sido Barty Crouch Jr., ya que su padre, que si bien era un bastardo, se esperaba al menos le diera sepultura a su hijo, mandó cremar el cadáver de su hijo cuando este murió en Azkaban. La cremación en el mundo mágico era un concepto bastante nuevo y muchos sangrepura lo consideraban barbárico. Así que, el que un sangrepura quisiera eso para su hijo, mostraba cuanto lo despreciaba por sus acciones…
O quizás era por otra cosa.
Los rumores eran cosas insidiosas, porque por más que una persona se convenciera de que solo eran eso, rumores, pequeñas mentiras creadas solo para entretenerse… siempre podía haber uno que fuera verdad.
Corina había estado recopilando rumores y pequeñas sospechas durante varios años. Sobre todo cuando notó que el equipo de quidditch que pertenecía a su familia había caído del lugar 2 al más bajo de la liga, justo detrás de los Chudley Cannons. Y era extraño.
Su equipo no es que fuera malo, de hecho arañaron el primer puesto de la liga durante más de una década, pero después de cierta decisión de sus padres, el equipo cayó hasta el fondo y fue cuando sus padres tuvieron una sospecha de que fue algo orquestado por el Ministerio.
Los padres de Corina no eran tradicionalistas. Incluso con su padre sangrepura (pero Traidor de Sangre porque su bisabuelo salvo la vida de un montón de muggles), nunca hubo esta cuestión de roles en su casa. Originalmente, ambos padres pensaron que este boicot podría ser por su estatus de matrimonio mestizo (su madre era una nacida de muggles Beta), hasta que investigaron y muy pocos mestizos, traidores de sangre y nacidos de muggles en realidad habían tenido problemas con sus respectivas empresas, trabajos o productos… pero si había una constante.
Todos los que habían sufrido reveses había tenido un sesgo positivo hacia los Omegas y habían contratado gente de ese género secundario en trabajos que ejercían algún tipo de poder. No un poder enorme sino simplemente con tener algún tipo de poder sobre al menos un empleado. En el caso de la familia de Corina, su equipo de quidditch era el único que había fichado Omegas entre sus jugadores.
Lo curioso es que ese hecho estaba enterrado entre montones y montones de artículos sobre su pobre desempeño en cada temporada, pero nunca se mencionaba todas las cosas extrañas que pasaban en cada partido. Cosas extrañas y muy variopintas que iban desde pociones en el agua, hasta accidentes con las escobas. A eso había que sumarle el arbitraje sesgado hacia cualquier equipo contra el que ellos compitieran y no era sorpresa porque estaban al fondo de la liga.
Aun así, cuando su familia descubrió este hecho, se negaron en redondo a despedir a los Omegas que habían fichado en el equipo y fue cuando hubo protestas en cada partido sobre la familia Holyhead. Si, la familia de Corina era la dueña del equipo Las Arpías de Holyhead (Holyhead Harpies).
Cuando Corina entró a Hogwarts, sus padres ya habían solicitado un tabú sobre su apellido y ella pudo vivir una vida escolar normal. Pero mientras estuvo en Hogwarts, fue sometida a toda esta propaganda anti-Omega y como los Omegas tenían sus lugares bien definidos.
Contrario a Harry, Iris, Hermione y otros tantos que investigaron en Hogwarts sobre la causa de este sesgo contra los Omegas, Corina uso otras "fuentes" de información y verifico cada uno de los rumores acerca de las leyes anti-Omegas que todos sospechaban existían pero nadie había podido verificar su existencia.
Corina averiguo que si existían, pero nadie en realidad tenía una copia de ellas. La única copia era custodiada por el ministerio y solo se abría en una sesión al año para modificaciones menores. Lo peor es que cada ley tenía un fundamento legal en casos donde el poder "corrompió" a un Omega, así que demostrar la inutilidad de dicha ley, era un trabajo cuesta arriba.
Fue cuando Corina se decidió a buscar en qué casos se basaban estas leyes, pero fueron callejones sin salida, como si hubieran borrado las evidencias. Incluso encontrar profecías relacionas a Omegas fue difícil y no pudo acceder a registros sobre ningún tipo de profecía, aunque había miles de orbes que fueron retirados hace tiempo de aquella sala y se borró sus registros. Eso por sí mismo era revelador.
Sin embargo, había un pequeñísimo rumor que nadie había verificado sobre Bellatrix Lestrange y estaba ligado al rumor sobre ella siendo una Omega. Bellatrix Lestrange dio una profecía sobre los Omegas durante su juicio y la enviaron a una celda aún más estricta que la que estaba prevista. Todo para silenciarla.
Corina había logrado un acceso hacia esta celda. Nadie mejor que la propia Bellatrix para arrojar luz sobre este rumor. No eran solo Omegas y Betas los que ayudaban en la organización, sino también Alphas que estaban cansados de que sus parejas/hijos/parientes/amigos Omegas sufrieran por no sentirse parte de su propia nación. Fue uno de estos Alphas quién consiguió colar a Corina a la sección donde estaba Bellatrix.
Contrario a lo que esperaba Corina, Bellatrix parecía muy cuerda y sin decir una palabra, la mujer que en su juventud había sido muy hermosa… y temible, ahora solo era temible, pero no parecía loca. Bellatrix observó a Corina con detenimiento y luego, agarrándose de los barrotes de su celda, empezó a reír a carcajadas.
La risa era pura y contenía alegría sin diluir. No era una risa que se esperara de aquella mujer. La detuvieron cuando estuvo por torturar a los Longbottom, pero como fue detenida por Frank Longbottom, solo fue condenada por la muerte de Peter Pettigrew. Se suponía que la condena en esta celda era por el intento de tortura, pero incluso a muchos eso les sonaba a pretexto. Pero como la gente estaba harta de la guerra, la sentencia de los Lestrange y Crouch Jr., pasó desapercibida en medio de la alegría de que todo había terminado.
—Entonces… el exilio ha comenzado, ¿No es así? —La sonrisa de Bellatrix ciertamente daba una idea de lo hermosa que había sido la mujer en el pasado.
—Si—Corina no sabía por qué, pero simplemente sabía que Bellatrix si había lanzado una profecía.
Bellatrix había reído porque el Ministerio y su Wizengamot la habían condenado a la celda más alejada y cuidada de Azkaban, pero se olvidaron del factor humano. Muchos de los Aurores que custodiaban estas celdas, tenían parejas Omegas o amigos, o hijos, o hermanos, o padres… todos ellos ya habían visto de primera mano lo que el gobierno le estaba haciendo a una buena parte de sus ciudadanos y el descontento estaba creciendo.
La mujer les había dicho en su juicio que Voldemort no sería el último Omega que se rebelaría. Y fue ahí cuando su voz cambio, una verdadera profecía surgió de su boca y solo fue gracias a su esposo, que fue juzgado a su lado, que ella pudo saber el contenido de su propia profecía. Luego de ese juicio, fueron arrojados a una celda lo más adentro que se pudiera de Azkaban.
La profecía decía en pocas palabras, que los Omegas abandonarían el Reino Unido y ese éxodo, colapsaría el mundo mágico de su nación. La profecía fue ocultada y fue cuando el Ministerio se dio cuenta que había miles y miles de profecías relacionadas a los Omegas, profecías sin cumplir aún.
El Wizengamot entró en más pánico y más restricciones fueron puestas en el libro de leyes. Bellatrix sabía de este libro porque su esposo se lo contó y él era de los pocos en contra de mantener dichas leyes, tanto por considerarlas injustas como porque su hermano era un Omega.
Los Black nunca habían sido la familia más estable pero hasta Bellatrix comprendía lo que sucedería si seguían restringiendo más y más a los Omegas. Ella se unió a la cruzada de Voldemort, no por sus posturas sangrepura (que eran las menos) sino por su promesa de acabar con el sesgo anti-Omegas.
Corina pasó una hora agradable con aquella mujer que sí, había cometido muchos crímenes, pero a la que no podía culpar por completo por ellos. Aquella guerra parecía una buena forma de obtener aquellos derechos que se les estaban negando, pero no funcionó porque Voldemort perdió el foco en el último año antes de su caída.
Bellatrix le dijo que la forma en que iban a rebelarse ahora, al parecer tendría mejores posibilidades de funcionar. Ellos, los mortífagos, jamás habían pensado en algo como eso. Quizás su error fue solo incluir sangrepuras (y algunos mestizos excepcionales) que eran los que podían financiar la guerra y si hubieran incluido a los nacidos muggles, sin importar si fueran Alphas, Betas u Omegas, a su sequito, ellos hubieran proporcionado otros puntos de vista.
Desgraciadamente, la animadversión de los sangrepura por los nacidos muggles era de larga data y les jugó en contra. Ahora eso ya no importaba y muchos sangrepura estaban viendo su mundo caer cada vez más. El éxodo de Omegas no había empezado apenas, sino que llevaba tiempo haciéndose, solo que en pequeñas cantidades. Esta vez sería masivo y no quedaría un solo Omega en el Reino Unido.
Bellatrix pensaba que era una venganza deliciosa darle al Gobierno lo que habían estado haciendo todo este tiempo: desaparecer a los Omegas.
Y no solo se estaban yendo ellos, sino también su círculo cercano de cada uno de ellos. No se limitaba a familias o cónyuges, sino también amigos. El Reino Unido iba a sufrir una disminución considerable de ciudadanos y eso iba a sacudir sus cimientos.
Al finalizar la visita, Bellatrix le dio su bendición a Corina, diciéndole que ella triunfaría donde ellos fracasaron y le dijo que investigara también al anterior Señor Oscuro, pero fuera a la fuente más fidedigna de él, su tía abuela y su "mejor amigo" Albus Dumbledore.
Corina le hizo caso y una semana después, finalmente tenía todos los datos sobre lo que había pasado, sobre porque esas leyes se crearon y por qué el gobierno había entrado en pánico con los Omegas, pero eso no los liberaba de culpa. ¿Qué si hubieran sido mujeres Beta en vez de Omegas Señores Oscuros? ¿Harían leyes para restringir a las mujeres Beta? ¿O las harían para todas las mujeres?
No, Corina sabía que Bellatrix tenía razón en esto, ella junto con todos sus colaboradores, tendrían éxito donde dos Señores Oscuros fallaron. Ellos no derramarían sangre, simplemente harían realidad los deseos del Gobierno.
El tiempo pasó y Harry finalmente alcanzó los 5 meses y exhibía un abultado vientre pero no en exceso. Simplemente parecía tener una pequeña joroba en lugar de panza, pero las chicas soltaban "awws" mientras Severus miraba aquel bulto con arrobamiento en sus citas. Habían decidido que si era una niña, le llamarían Lorelei y si era niño Galahad.
Severus le había mostrado algunos "recuerdos" de casas en Nueva Orleans a Harry y la que más les había gustado a los dos era una casa de 5 habitaciones de estilo regencia. Harry tenía su propia bóveda, así que podía aportar con algo a la compra, hasta que Severus le dijo que Regulus y Fenrir querían obsequiársela a ambos como regalo de bodas.
Harry estaba conmovido por el gesto e insistió en que al menos compraran a partes iguales los muebles. Severus estuvo de acuerdo.
Su boda la estaban planeando para un par de días luego de su autoexilió y sería en un pequeño salón en la parte mágica de la ciudad. Iris ya había decidido irse con Harry, ya que no creía soportar a sus padres, una vez que Harry se fuera. Claro está que Iris no iba a exiliarse, pero se iba a quedar unos cuantos meses con Harry, solo para castigar un poco a sus padres por ser tan obtusos.
Leo y Aquarius se sinceraron con Harry e Iris y finalmente sintieron paz al revelar su secreto. Iris dijo que sospechaba algo y Harry que estaba casi seguro de que no eran Alphas.
El tiempo siguió su marcha y los exámenes arribaron a finales de Mayo. Harry tenía casi 8 meses de embarazo y ahora su vientre era enorme. Afortunadamente los EXTASIS que iba a presentar solo requerían su mano y su varita. Los EXTASIS de Defensa Contra las Artes Oscuras y Pociones, los presentaría en Estados Unidos luego del alumbramiento.
Fue una semana tensa para todos los alumnos, más para un sector especifico de la población, pero todos finalmente lograron acabar sus exámenes y tenían por delante un par de semanas libres.
Para los Omegas y los suyos, sin embargo, empezó la cuenta regresiva para su plan de escape.
El día había amanecido particularmente hermoso. Era un día de esos que hacían que la gente sintiera más alegría de lo habitual. Muchos alumnos estaban pasando tiempo juntos en el descanso previo a salir de Hogwarts.
Este buen humor no se limitó a Hogwarts únicamente, sino que parecía que todos los hogares, tiendas e incluso San Mungo y el Ministerio de Magia, se habían contagiado de este buen humor. La gente estaba siendo más cordial que de costumbre y muchos trabajadores incluso llegaron a agradecer a otros por aquellos pequeños actos de amabilidad que tuvieron con ellos en el pasado.
Hubo negocios de comida donde estaban incluso regalando muestras gratis de productos o como en el caso de Sortilegios Weasley, kits de broma para "probar la mercancía". Muchas personas sintieron que había algo extraño en esta amabilidad, pero sus sospechas cayeron en oídos sordos. Todos los magos y brujas estaban emborrachados por esta actitud positiva generalizada.
En medio de esto, Albus Dumbledore estaba dando una entrevista a la reportera más conocida del mundo mágico, sin dejar de lado nada, excepto como había deshecho el vínculo Gellert. Albus solo dijo que Gellert se llevó ese secreto a la tumba y era mejor así.
Rita Skeeter tuvo que prometer por su magia que no publicaría el artículo hasta el día siguiente, como una cortesía para Albus Dumbledore. Ya que el anciano mago le dijo a la bruja que él quería advertir a algunas personas sobre el contenido del artículo, sobre todo para que no hubiera malos entendidos entre él y su círculo cercano de amigos.
Rita no estaba muy feliz pero este artículo era una bomba, así que tuvo que jugar con las reglas de Dumbledore y sabía que el artículo valía portarse bien por un día.
Una vez terminada la entrevista, Albus se Apareció en casa de los Potter. Ahí fue que noto que esa aura de alegría no cubría todas las cosas del Reino Unido pero bueno, estos muchachos se lo habían ganado a pulso.
Si bien los Potter estaban algo extrañados de la visita, la agradecieron enormemente. No solo estaba el matrimonio, sino también Sirius Black, quien era un invitado permanente, ya que Remus Lupin lo había corrido de su hogar luego de Navidad.
Ni James, ni Lily, ni Sirius ocultaron lo que había pasado y Albus fue el primer mago de su círculo que no los condeno. Les dijo que era normal temer a los cambios y ellos simplemente trataron de aferrarse a lo conocido. Eso no los hacía exactamente malos, sino solo humanos. Lo que los hizo malos fue forzar sus ideas sobre sus hijos, sobre sus parejas e intentar disolver un vínculo que todos, incluso Walburga Black, incluso Voldemort, consideraba sagrado, solo para mantener ese Status Quo, y peor, tratar de hacerlo sin consultar con los afectados.
Eso quizás fue peor que si simplemente los hubiera condenado al infierno. Albus tenía esta manera de hacerte sentir peor por haberlo decepcionado que por haber hecho algo malo.
Sin embargo, los Potter más Sirius estaban quedándose dormidos y se disculparon con Albus, quién les dijo que fueran a dormirse, que él se iría por flu. Eso hizo… en apariencia. Una vez que no se escuchaba ningún ruido en la casa, Albus entró de nueva cuenta a la residencia Potter mediante el flu en que acababa de entrar.
Con cuidado, retiro el recuerdo de la receta de cambio de género en su totalidad y luego altero la memoria para que hubiera fragmentos enormes que no pudieran recordar de ella. Una vez que quedó satisfecho con el resultado, convocó cada pedazo de pergamino y papel que pudiera tener siquiera un ingrediente de aquella infame receta y puso todo a resguardo.
Con todo en su lugar, Albus ahora si se retiró del hogar de los Potter, mientras Poppy activaba los hechizos necesarios para un segundo libro de personas mágicas, solo que este tendría la facultad de registrar los géneros secundarios desde el nacimiento y la habilidad de rastrear a estos magos y brujas. Solo Poppy tendría acceso a este libro y solo ella podría leer lo que se escribiera en el. De esta forma, ella podía proporcionar los nombres y las direcciones de los futuros Omegas y les daría la ventaja respecto al Ministerio para ponerlos a resguardo.
Una vez a salvo, se estudiaría la posibilidad de ampliar el acceso al libro a otras personas de la organización, pero mientras tanto, Poppy era la mejor persona para proteger este libro y Albus tenía la tarea de proteger a Poppy.
Como último acto del día, todos los magos y brujas que se exiliarían, escribieron una carta a sus amigos que se quedaban atrás, familiares que no entendían por que sufrían siendo Omegas en esta sociedad que los restringía, todas esas personas que a pesar de todo, extrañarían cuando se fueran.
Dejaron las cartas donde las podrían ver y antes de que el alba despuntara, un enorme número de magos y brujas desapareció del Reino Unido.
Para todos estos magos y brujas, el viaje fue desagradable. Si los trasladores de por si mareaban a muchos, un traslador internacional era lo que le seguía de malo. Aun así, todos estaba felices de haber llegado sanos y salvos a donde sea que estuvieran.
Para más seguridad, pocos sabían a donde habían aterrizado, Harry y Severus sabían que estarían en Nueva Orleans, ya que Regulus y Fenrir le aseguraron a Corina y otros de la organización que ellos se encargarían de garantizar su seguridad. Incluso garantizaron la seguridad de la familia Lupin menos Sirius. Remus estaba desgarrado por dentro, pero viendo a sus hijos mucho más animados que en años, pensaba que valía la pena.
Como los gemelos Weasley eran la pareja de los gemelos Black-Lupin, también aterrizaron en Nueva Orleans.
Algunos otros como Ginny Weasley y Colin Creevey, junto con toda la familia del chico, aterrizaron en Nueva York y estaban maravillados con la Ciudad.
Todos los demás exiliados estaban, la gran mayoría, desperdigados en 4 países, Canadá, Nueva Zelanda, Estados Unidos y Australia. El resto de los exiliados que quería estar aún más lejos de cualquier país de habla inglesa, fue enviado a países africanos o latinoamericanos. Algunos optaron por ser enviados incluso a Asia.
Como fuera, todos los exiliados estaban felices de estar en estos nuevos hogares y más viendo la agradable recepción que tuvieron. Había de todo, desde asignación de una casa, hasta escritorios donde había ya ofertas de trabajo que estaban desligadas de su género secundario, a menos que este fuera una necesidad, como aquellos trabajos donde la fuerza de un Alpha era una ventaja. Y aun así, a muchos les pareció que esa era al menos una regla lógica en vez de las leyes restrictivas de su país natal.
Harry y Severus simplemente tomaron posesión de su casa, mientras Remus y sus hijos fueron invitados a quedarse en la casa de Regulus y Fenrir, temporalmente. Remus tenía su propio dinero, producto de sus inversiones con el dinero que Sirius le fue dando como asignación. Sus hijos tenían sus propias bóvedas y sabían que estarían bien.
Remus jamás pensó que tendría que trabajar, ya que amaba estar con sus hijos pero Regulus fue muy amable con él y le mostró algunos trabajos que podían hacerse desde casa. Remus se vio tentado en hacer un trabajo de escritura de libros para niños, ya que no había muchos de ellos para explicar conceptos complejos como la Aparición y por qué no era buena idea que los niños pequeños la intentaran.
Regulus prometió presentarle a su jefe, ya que tenían una vacante en el departamento de libros infantiles y Remus aceptó la oferta. Ahora solo quedaba buscar una casa a su gusto.
Los gemelos Weasley ya estaban viendo una casa enorme en el distrito Vudú, ya que se sintieron como en casa en medio de todos los médicos brujos, magos vudú y magos oscuros quienes no se amedrentaron con sus bromas y en cambio les hicieron otras.
La casa que les gustaba era enorme y tenía un área separada que antes había sido un solario o invernadero y estaba bastante alejada de la casa principal. Pensaban convertir el lugar en su laboratorio y dentro del sector mágico pero turístico, había un local que se prestaba a convertirlo en su tienda de bromas.
Habían dejado su tienda a cargo de unos amigos que se convertirían en su junta directiva del Reino Unido a futuro. Finalmente, los gemelos Weasley buscaban expandir su marca, solo que pensaron que sería mucho más adelante.
Severus y Harry, mientras desempacaban y las mascotas recorrían el lugar. Ni Hedwig, ni Mr. Whiskers apreciaron el traslador, pero al parecer les gusto la casa. Severus parecía haber sido aceptado tanto por la lechuza como por el gato, así que de una forma extraña, Severus sintió que esquivo un Avada Kedavra hipotético.
A Mr. Whiskers, el gato negro de Harry, le gusto especialmente el solario mientras Hedwig, que era una lechuza nival muy aventurera, apreció los amplios espacios abiertos y la cercanía de un pantano para cazar.
Todos los Omegas y sus círculos cercanos veían el futuro con esperanza, mientras el caos se desataba en el Reino Unido.
El caos puede ser una fuerza creadora si se emplea bien. Nada nuevo surge de lo ya establecido y es ahí cuando el caos brilla como un faro. Nadie sabe que saldrá de ese amasijo de cosas, sensaciones, magia y sueños que no tienen un orden, ni una razón u objetivo. Por eso es más probable que algo nunca visto, surja de sus entrañas.
Sin embargo, el caos en esta ocasión sirvió para cubrir un caos mucho mayor que se estaba desarrollando justo en las narices de los magos. El artículo de Rita Skeeter ciertamente lanzó al caos a la población.
Fue más el hecho de que Gellert Grindelwald había sido un Omega y este disolvió su vínculo de Destinados con Albus Dumbledore, que le hecho de que Dumbledore mismo fuera la pareja Destinada de un mago oscuro, lo que lanzó este caos.
Y es que la pregunta en boca de todos era "¿Cómo un débil Omega pudo convertirse en un Señor Oscuro?". Era de conocimiento general que los Omegas no tenían fuerza o mucha habilidad mágica, y por eso solían dedicarse a actividades de escritorio o labores hogareñas.
Entonces alguien comenzó un rumor ligado a este artículo pero diferente: ¿Y si Voldemort también había sido un Omega? El rumor cobró fuerza durante el día y en la noche ambas cosas se habían establecido como hechos verificados cuando solo el hecho de que Grindelwald había sido un Omega, era el corroborado.
El Ministerio estaba trabajando horas extra para acallar los rumores, porque mucha gente escribió a El Profeta sobre las causas de que 2 Omegas se hubieran vuelto magos oscuros y no solo magos oscuros, los 2 últimos grandes Señores Oscuros de la historia reciente.
¿Acaso Harry Potter, el último Omega poderoso del que se tenía conocimiento, también se volvería un Señor Oscuro?
Fue entonces, hasta ese momento, que el Ministerio notó que algo estaba mal. No había suficiente personal administrativo en las oficinas, tampoco servicio de limpieza. Muchas oficinas donde se manejaba mucho papeleo estaba falto de personal. Incluso el departamento de misterios estaba inusualmente callado, mucho más que de costumbre.
Cuando quisieron enviar Aurores para investigar si esta situación estaba sucediendo en las calles, se dieron cuenta de que faltaba al menos la mitad de ellos. Entrando en pánico, el Ministerio envió a través de la RMI un mensaje de emergencia, instando a la población a notificar la ausencia de familiares y amigos, trabajadores o si estos estaban en casa pero bajo algún tipo de enfermedad mágica o muggle, o en su defecto, había algún tipo de comportamiento extraño en sus casas o negocios.
Unas horas después, el Ministerio estaba entrando oficialmente en alerta máxima. Al menos la mitad de la población mágica de todo Reino Unido había desaparecido y no solo eso, sino que incluso gente importante como Albus Dumbledore, Poppy Pomfrey, Filius Flitwick que trabajaban en Hogwarts, estaban desaparecidos junto con más de la mitad de los alumnos de Hogwarts.
Varios Lores del Wizengamot también estaban desaparecidos junto con sus familias. Y no importaba el estrato o condición, había desde sangrepuras, hasta nacidos muggles y traidores de sangre.
Artistas, cantantes, escritores, aurores, jugadores de quidditch, empresarios… no había una sola profesión donde no hubiera alguien que hubiera desaparecido. Cuando estaba por amanecer el nuevo día luego del escándalo de Albus Dumbledore y Gellert Grindelwald, junto a la desaparición de tantas personas, llegaron las respuestas.
Finalmente, aquellos que fueron dejados atrás, revisaron las habitaciones de los desaparecidos. Realmente revisar las habitaciones y no solo entrar y revolver las cosas. Fue cuando encontraron las cartas de aquellos que se fueron.
Las cartas eran una despedida para aquellos que dejaron atrás. Los Omegas y sus allegados estaban hartos. Estaban hartos, enojados y cansados de ser tratados como basura por el resto. Estaban hartos de ser limitados en cuanto a trabajos, a ser menospreciados por algo que solo era suerte biológica, en ser segregados y encerrados en labores y trabajos que no eran lo que querían para sus vidas.
Muchas de las cartas, incluyendo las de Harry, Iris, Leo y Aquarius incluían la decepción que tenían sobre sus padres, que en vez de estar felices porque Harry había mostrado su género secundario, se mostraban enloquecidos, como si ser un Omega fuera alguna especie de pecado. Iris escribió que siempre iba a amar a sus padres, pero en ese momento, no quería estar cerca de ellos.
Leo y Aquarius escribieron que ahora tenían miedo de Sirius y confesaron lo que habían hecho para ocultar su verdadera naturaleza. Remus simplemente escribió que estaba muy decepcionado de su pareja, pero que siempre lo iba a amar. Aun así, primero estaban sus hijos y no concebía un futuro para ellos si permanecían en el Reino Unido.
Harry… Harry simplemente escribió una frase. Tan pequeña que en su simpleza era el equivalente a haber lanzado una bomba atómica a sus padres. Les escribió "Adiós. Los amo. No volveré".
Muchos padres que no supieron apreciar a sus hijos, en esos momentos estaban devastados, pensando que al hacer todas esas cosas que lastimaron tanto a sus hijos, en realidad los estaban protegiendo. Ahora sabían que siempre los lastimaron y eran sus propios temores de que las cosas cambiaran. Habían perdido a sus hijos, a sus amigos… habían perdido una parte de su alma cuando todos estos magos y brujas se rindieron con esta nación.
El Ministerio sabía que era cuestión de tiempo antes de que voltearan hacia ellos, exigiendo que buscaran a sus familiares y amigos, a sus parejas… y el Ministerio pensó en buscar primero con los familiares muggles de los nacidos muggles pero eso demostró ser otro callejón sin salida.
Los Omegas no solo huyeron con los suyos que eran mágicos, sino también con aquellos que no la poseían. El ministerio raramente investigaba en las escuelas muggles y las escuelas muggles raramente guardaban información sobre sus alumnos como los amigos con los que solían pasar tiempo los mágicos, antes de entrar a Hogwarts.
El libro de leyes, que fue creado para proteger a la comunidad mágica del peligro de un Omega Señor Oscuro, estaba resultando en un verdadero fiasco, y aun así, como habían predicho en la Organización de Corina, los del Ministerio seguían pensando en cómo hacer regresar a los Omegas y poner leyes aún más restrictivas.
El último informe que recibió el Ministro Fudge, fue que todo el equipo de las Holyhead Harpies había desaparecido también e incluso dejaron atrás el papeleo correcto para salir de la liga de quidditch nacional.
Al ministro no le asombro, ya que si los Omegas habían huido, sería lógico que el único equipo de quidditch que fichaba Omegas, también desapareciera.
El Ministerio no pensaba rendirse sin luchar y demostrarían no aprender de sus errores.
Petunia Dursley estaba en su asiento de avión de primera clase, rumbo a la ciudad de Kenner, Louisiana en Estados Unidos. Sus sobrinos y Severus le habían hablado de este éxodo a tierras mejores para los suyos. Petunia no entendía bien a bien porque estaban huyendo pero cuando le ofrecieron irse con ellos a Estados Unidos, ella aceptó encantada.
No había nada que la atara en el Reino Unido y contrario a los magos, aquellos familiares muggles que huirían con sus familias mágicas, prefirieron hacerlo mediante viajes muggles tradicionales para confundir aún más a los mágicos cuando la bomba estallara.
Buscarían los medios de transporte a los que los mágicos estaban acostumbrados y tardarían en pensar en los no mágicos. Pero cuando eso pasara, el rastro de los muggles se habría enfriado bastante y no sabrían por dónde seguir el rastro.
Petunia ya había estado en Francia "de vacaciones" y luego tomó otros dos vuelos con distintos nombres, uno a Alemania y otro a España. Fue en esta última locación donde finalmente tomó el último vuelo que la llevaría a una ciudad donde podría usar un traslador que le dieron, para llegar con Severus y sus sobrinos.
Al parecer, Iris viviría un tiempo con Harry en lo que encontraba una casa a su gusto y Petunia estaba decidida a vivir con su sobrina, ya que podrían ahorrar en la renta si compartían los gastos. Petunia estaba aterrada, pero emocionada a la vez. Estaba haciendo cosas que jamás pensó haría y con su familia.
El futuro lucía prometedor ahora y ella, una mujer que hasta hace pocos años estaba amargada por el rumbo de su vida, finalmente veía una luz de esperanza en que podría encontrar un camino diferente para su vida.
Igual que ella, había otros muggles que también tenían pensamientos similares. Estaban decepcionados de lo que el mundo mágico había hecho con sus pobres familiares, pero este éxodo a tierras mejores, les estaba dando una oportunidad de volver a conectarse con sus familiares, de encontrar un nuevo sueño…
Si, muchos dirían que huir era de cobardes, pero cuando tus posibilidades de ganar son literalmente cero, huir era una decisión completamente lógica. El gobierno mágico jamás iba a entender lo que le estaban haciendo a su gente, hasta que sufrieran verdaderas consecuencias a largo plazo. Cierto que hubo dos guerras, pero las guerras suelen desvirtuar los ideales por los que fueron empezadas.
No, lo mejor era poner mucha tierra (y océanos si era posible) entre ellos y el Reino Unido.
