Alice toma una respiración profunda y luego toca el timbre de la casa. Diablos que está nerviosa. No tenía intención de hacer esto, hasta que se levantó hoy en la mañana después de consultarlo con la almohada como decían por ahí y decidió que era lo mejor para quitarse el peso de encima. Si algo aprendió de los problemas de su hermano, además de a no ser tan tonta como para vengarse de esa forma, es que uno necesita ser cuidadoso con sus palabras, que podrían herir a otra persona.

No debería mentirse a sí misma. Puede que sí haya sido un poco en forma de venganza la manera en que trató al rubio el cual nunca hizo nada para incomodarla, contrario a la amiga de éste, o sea Felicia. Se ensañó con él por ella, no por culpa de algo que él hiciera.

Uno de los hermanos Beilschmidt abre la puerta, es Gilbert. Él no es exactamente el tipo de persona que la chica quiera tener cerca, pero al menos no es tan molesto con ella, sabiendo respetar su espacio. Le pide que llame a su hermano, aunque confundido, lo hace.

A los pocos minutos, ambos están en el jardín de la casa para más privacidad. A ella le costó disculparse. Era una chica muy orgullosa, pero ese era problema suyo. Sin embargo, sabía que lo correcto era disculparse. Había reflexionado en sus palabras y era muy claro para ella que pudo llevar mejor las cosas.

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Le sorprende enormemente la confesión del rubio.

Alice quiere golpearlo, por más disculpas que ofrezca.

¡¿Cómo es eso de que solo le pidió salir porque pensó que eso pondría celosa a Felicia?!

¡Los chicos son unos idiotas!

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Chiara le grita a su hermana desde la habitación cerrada del baño, molesta porque tarda tanto en ocuparlo. Esto es otra de las cosas que siempre ocurren en la casa: su hermana tardándose en el baño. No le molestaría tanto si tuvieran otro baño o si luego no le preguntara por qué no se arregla más. Es casi misión imposible hacerlo en su casa.

Al menos esto significa que las cosas volvieron a la normalidad, decide la Vargas mayor.

Su hermana dejó de encerrarse, volvió a sonreír y ahora por cómo estaba tardando se notaba que iría tan arreglada como siempre, peinado y maquillaje impecable.

Si tan solo pudiera hacer todo eso en su habitación. Suspiró. Aparentemente no se maquillaba en el baño, solo necesitaba ponerse productos para la piel después de ducharse y no sé qué cosas más antes.

—¡FELICIA, MALDITA SEA!

—¡EN UN MOMENTO SALGO!

Algunas cosas habían mejorado, pero otras cosas nunca cambiaban.


The End!

Por ahora. :3

Gracias por seguirme con este fic, fue muy divertido escribirlo~~