¡Saludos, queridos lectores!
Debo disculparme, ya que esperaba dar mi regalo final del SasuKarin Month la semana pasada, pero me vinieron varias situaciones que no sólo no me permitieron subir lo que sí tenía, sino que no pude terminar lo que tenía planeado.
Este capítulo, podría interesarle a Agos n.n
Al final del capítulo les dejaré algunos anuncios más, pero por ahora, los dejo con la actualización de esta historia n.n
Era lunes por la mañana y Sasuke ya se encontraba apresurado con el trabajo. El proyecto con Kusa daba inicio ese día y debían llevarlo a cabo en tiempo récord para poder afinar cualquier tipo de detalles, pues la gente de aquella ciudad, era muy exigente y minuciosa cuando se trataba de gente ajena a su ciudad.
Kusa, era una ciudad pequeña y a veces parecía sin importancia, pero lo cierto es que era la ciudad que exportaba el noventa por ciento de las hortalizas del país y ahora que Sasuke había decidido entrar en el mercado de los comestibles, no podía quedar mal con ellos o la inversión de esa nueva rama se perdería.
Sasuke estaba tan concentrado en el trabajo, que ni siquiera pensaba en algo que no fuera el proyecto de Kusa, por lo que cuando su celular sonó al medio día, no miró de quién se trataba y respondió pensando que era sobre el trabajo.
—¿Sí?
—¿Sasuke-kun? ¿Cómo estás? —Sakura preguntaba contenta.
—Estoy trabajando —dijo irritado y a punto de colgar.
—Lo sé, no quiero quitarte mucho tiempo. Sólo te llamaba para preguntarte si vendrás a la casa a comer o si prefieres que vaya a llevarte la comida a la oficina.
—La terapeuta dijo cero contacto —le recordó.
—Sasuke-kun, ayer fue el último día de la separación. Hoy deberías regresar a casa y mañana es nuestra cita con la terapeuta —respondió la mujer e hizo una pequeña pausa— Siendo honesta, no sé si deberíamos regresar con ella. Pienso que la separación fue una pésima idea; estando lejos, no pudimos resolver nada.
La mujer esperó la respuesta de su marido. Creía que la apoyaría y que al regresar a casa, él estaría feliz y las cosas se arreglarían, pero el azabache no decía nada, porque no había caído en cuenta que el mes se había terminado.
—No voy a… —llamaron a la puerta de la oficina interrumpiendo a Sasuke— Adelante.
—¿Sasuke-kun?
—No vengas. Necesito volver al trabajo —el azabache colgó sin esperar respuesta y dirigió la vista a la persona que había entrado a la oficina.
—La sala de juntas que pediste ya está lista —anunció Juugo que sólo asomaba la cabeza por la puerta— Todos los que van a ayudar con esto también ya están allí.
—Voy en un momento.
Juugo asintió y salió de la oficina, mientras Sasuke tecleaba un poco más en la computadora, antes de mandar el archivo a las carpetas compartidas y salir de la oficina para ir a prisa a la sala de juntas donde todos los involucrados ya lo esperaban.
—Buenas tardes —se oyeron varios saludos cuando Sasuke entró a la sala de juntas y los presentes lo siguieron con la mirada hasta que él llegó a su lugar a la cabeza de la mesa.
—Ustedes están aquí porque son el equipo elegido para el proyecto de Kusa sobre la nueva rama de comestibles que nuestra empresa…
A Sasuke se le fue la voz, cuando entre los miembros del grupo, distinguió una cabellera roja que llamó su atención cuando levantó la vista hacia el equipo. Él se quedó perplejo al reconocer el rostro de la chica con la que había estado en el club Hebi Swinger que se presentó como "Laura".
Por unos instantes creyó que quizá la había alucinado, pero no, ahí había una chica pelirroja sentada a unos cuantos asientos más adelante.
También creyó que quizá era otra chica que se le parecía y que él la estaba confundiendo, pero enseguida notó que esa joven había empalidecido y se veía igual o más perpleja que él.
—¿Te sientes bien? —Juugo se le había acercado a Sasuke por la forma tan súbita en que se había quedado mudo.
—Sí… sólo me distraje —respondió el azabache sacudiendo la cabeza. Respiró hondo y recuperó su compostura— Como les decía, esta nueva rama debe tratarse con sumo cuidado, ya que nuestros proveedores no son personas fáciles —le dio una indicación con la mano a su asistente para que repartiera unas carpetas— Tenemos el tiempo encima.
Sasuke hizo la exposición de los detalles que se requerían para el proyecto, la administración de tiempo por sector y toda la información que el equipo necesitaba. Lo dio tan a prisa, que los presentes dudaron cuando él les dijo que podían retirarse sin haberles permitido un espacio para hacer preguntas.
Juugo tuvo que recordarle que el equipo podría tener algunas dudas y aunque a Sasuke le apremiaba terminar con la junta, cedió a la petición.
Durante la reunión y el espacio para las aclaraciones, él procuraba no mirar hacia la chica, pues temía volverse a quedar en blanco como cuando notó su presencia. Sin embargo, al mismo tiempo se veía obligado a mirarla porque aún no podía creer que ella estuviera allí.
¿Por qué ella estaba en el equipo de Kusa? ¿No era demasiado joven para un puesto de gerencia? ¿Desde cuándo era que la chica trabajaba para él? ¿Ella lo buscó o sólo era una coincidencia en que las lejanas probabilidades se alinearon para que ocurriera?
¡Ah! Él recordaba haberla visto dos o tres veces cerca de la empresa en el último mes, pero la había visto tan de prisa, que el terapeuta le sugirió que sólo la había alucinado, que quizá, su inconsciente, al saberse lejos de Sakura, trataba de decirle que de alguna forma estaba cerca de ella, porque ella representaba su libertad, pero ahora la veía ahí sentada cerca de él, así que el psicólogo podía irse a la mierda.
—Gracias a todos por venir. Por favor entreguen sus avances conforme al cronograma —decía Hiro, el asistente de Sasuke que despedía al equipo.
Mientras la gente salía de la sala de juntas, Sasuke fingía leer una de las carpetas que tenía a la mano porque aunque tenía ganas de hablar con aquella chica, no iba a hacerlo justo en ese momento.
—Sasuke, quiero presentarte a mi asistente. No había tenido oportunidad —Juugo llamó su atención y le hacía una seña a la chica pelirroja que no había abandonado la sala— Ella es Uzumaki Karin, la persona que pasó las pruebas.
—Mucho gusto, señor Uchiha —dijo la chica haciendo una reverencia y evidentemente evitaba su mirada.
El azabache no supo qué decir a ello, pero tampoco tuvo que hacerlo porque al menos tenía fama de no hablar demasiado.
—Creo que ya te lo había comentado, pero se está adaptando bien al ritmo de trabajo, así que será de mucha ayuda en esto.
Sasuke asintió una vez a Juugo e hizo el mismo gesto hacia la chica sin mirarla a los ojos. Después de ello, ambos se retiraron para retomar las labores y él tuvo que quedarse un poco más en la sala para tratar de asimilar lo que estaba pasando.
¿Qué carajos estaba pasando?
Él no sabía cómo asimilar aquél encuentro, pues si bien en su momento él llegó a esperar poder verla en el club, renunció a buscarla a las pocas semanas de conocerse. Ella se había quedado en su memoria como un buen recuerdo que le servía para darse cuenta que merecía ser feliz, por lo que jamás creyó que volvería a verla de nuevo y si por su mente llegó a pasar la idea de encontrarse, definitivamente, el reencuentro que tuvieron jamás fue una opción.
La verdad, él llegó a pensar que quizá ella lo buscó, porque le parecía improbable que la casualidad los reuniera de esa forma, pero tampoco podía ignorar el hecho de que ella se veía pálida al verlo. Además, ¿cómo podría encontrarlo? En aquél encuentro de hacía un año, el único dato personal que él recordaba haber dado, había sido su edad y después de la escena que Sakura le hizo, estaba seguro que ella tampoco dijo nada importante, porque…
—Señor Uchiha, el señor Uchiha Itachi quiere verlo —Hiro entró a la sala de juntas para anunciarle.
—Lo veré en mi oficina —respondió el azabache y su asistente se fue a acatar la indicación de inmediato.
Casualidad o no, él debía seguir con su trabajo. Ya habría tiempo de averiguar qué estaba pasando, pero para ello, debía cumplir con sus metas de trabajo.
Respirando hondo y menos tenso, Sasuke volvió a su oficina donde Itachi ya lo estaba esperando.
—¿Está todo bien? —preguntó Itachi, pues conocía a su hermano de toda la vida como para saber que, aunque su gesto parecía el de siempre, su mirada delataba que algo le inquietaba.
—Tenemos mucho trabajo. Hoy empezamos el proyecto de Kusa —respondió mientras caminaba a su escritorio.
—Es muy pronto para que tengas esa cara si acaban de empezar.
—¿Qué quieres?
—Quería invitarte a cenar. Mañana vuelvo a las Flores y no estoy seguro de cuándo regresaré —respondió el mayor a lo que él menor, confundido, lo miró interrogante— Estuve hablando con Kisame y quedamos de hablar frente a frente. Si volvemos, me quedaré allá y si terminamos, debemos llegar a un arreglo con la casa y el resto de las cosas —le aclaró a su hermano— Qué curioso, no estamos casados y suena como si fuera un divorcio. ¿No te parece?
—Claro, cenemos.
En los últimos días, Sasuke e Itachi habían tenido algunas salidas para tratar de reconectar. Era difícil para ambos que hacía mucho no salían como hermanos, pero lo intentaban. Además, sabían que llevaría tiempo, especialmente porque cada uno tenía su vida y debían integrar al otro a sus vidas al ritmo que fuera más adecuado.
—Sólo vine a despedirme de algunas personas y a avisarte. No quiero quitarte más tiempo —comentó Itachi— Aunque es muy probable que vuelva en las fiestas decembrinas, si es que no tienes planes.
—Quizá yo debería hacerte una visita.
—Eso sería recomendable. Pero ya hablaremos de eso en su momento. Te enviaré mensaje cuando haga la reservación —comentó Itachi y Sasuke asintió en silencio.
El mayor estaba a unos pasos de la salida, cuando el menor lo detuvo con una pregunta.
—¿Por qué se separaron?
Sí, habían estado conviviendo y claro que se habían contado un par de cosas sobre su vida, pero ninguno de los dos había sido muy abierto sobre sus respectivas relaciones, así que Sasuke no tenía ni idea de qué problema podría tener su hermano con su pareja para quererse separar.
No, no es que él quisiera ser cotilla, pero la duda le nació como una forma indirecta de preguntar por consejo al recordar que él debía ver a Sakura al siguiente día en la terapia y si bien pudo haber esperado a la cena para preguntar, Sasuke se sintió en mayor confianza en la privacidad de la oficina que si preguntara en el restaurante.
—Son muchas cosas que dejamos guardadas y no resolvimos en su momento, pero la gota que derramó el vaso fueron el matrimonio y lo hijos —respondió Itachi— El Fuego aún es un país conservador pero en las Flores, los matrimonios homosexuales son legales y la adopción o subrogación son comunes.
—¿Tú…?
Llamaron a la puerta interrumpiendo la pregunta de Sasuke.
—Nos vemos por la noche —Itachi se despidió, pues seguramente su hermano tendría asuntos que atender.
Al abrir la puerta para salir, Itachi se encontró con Sakura.
—Itachi-san, hola —ella sonrió, pero se veía ansiosa por acercarse a su esposo.
—Hola. ¿Cómo estás? —saludó el aludido.
—Sakura, ¿qué haces aquí? —preguntó Sasuke molesto.
—Yo… te traje de comer —ella le ofreció el paquete que llevaba en las manos— Tenía muchas ganas de verte.
—Los dejo. Mucho gusto en verte Sakura —Itachi sólo hizo un gesto a su hermano para despedirse y se fue.
—Adiós, Itachi-san.
—Sakura, vete.
—Pero…
—Te dije que no vinieras. Estoy muy ocupado.
—Sí, pero hace varios días que no nos vemos. No podía esperar a la noche a qué volvieras a casa —se acercó a él queriendo abrazarlo y besarlo, pero él retrocedió— Además, cuando trabajas mucho no comes bien porque no sales de la oficina, por eso te traje de comer.
—Me estás quitando el tiempo. Vete.
—Pero…
—No tengo tiempo para discutir contigo. Vete o hago que te saquen —advirtió el azabache en un tono muy serio y si bien él siempre había sido así, la pelirrosada había notado que había algo diferente en ello.
—De acuerdo. Te dejo la comida —Sakura luchaba por no tartamudear— Te esperaré en casa.
Sasuke quería recordarle que no iba a ir a la casa, que sólo se verían hasta la terapia, pero si no dijo nada, fue porque de verdad estaba ocupado con el proyecto y no quería más dramas. Eso sin mencionar que, aunque estaba dejando de lado el hecho de que la chica a la que se cogió hacía un año y lo motivó al divorcio, estaba trabajando para él, aún le hacía mella.
Por su parte, Sakura estaba descolocada con la amenaza de su marido, pues si bien en otras ocasiones ella había ido a verlo a la oficina estando él muy ocupado y que, de hecho le pedía que se fuera, esa era la primera vez que la amenazaba con echarla. Es decir, entendía que la hubiese amenazado cuando se supone que tenían que cumplir el mandato de la terapeuta, pero ella pensó que sólo estaba fanfarroneando y decidió hacerle caso ahora que el mes ya había pasado. Sin embargo, tenían tiempo sin verse así que le dolió que él la echara y la amenazara con sacarla si no se iba.
Con el sentimiento en el pecho, la pelirrosa salió de la oficina tratando de fingir que estaba bien, y no dejando que su llanto por aquella actitud saliera enfrente de nadie, pero cuando llegó al estacionamiento para abordar su auto, una voz la detuvo.
—¿Estás bien?
—¿Itachi-san? —se sorprendió al ver a su cuñado.
—Voy a hacer una visita. ¿Te gustaría acompañarme?
—No…
—Sasuke acaba de empezar con un proyecto y va a estar muy ocupado con él, así que, además de no recibir a nadie, estará muy irritable —comentaba el hombre— ¿Por qué no me acompañas? Podemos hablar en el camino si quieres y si no, sé que al menos te distraerás un poco.
—Gracias, Itachi-san, pero hoy Sasuke regresará a casa y necesito tener todo listo para cuando regrese. Además…
—¿No puedes darte media hora? Ven, acompáñame.
La mujer estaba renuente a ir, pero la forma tan amable en que su cuñado le hablaba y le sonreía, le quitaron las ganas de rehusarse. Es decir, debido a que él vivía tan lejos, Sakura y él no habían tenido la oportunidad de convivir mucho y ella sabía lo importante que era mantener una buena relación con la familia de su esposo. Además, de nueva cuenta, quizá él podría ayudarle hablando con Sasuke para arreglar su matrimonio.
—De acuerdo.
Itachi invitó a Sakura a subir a su coche y en pocos minutos, ya estaban saliendo del estacionamiento.
Al principio del trayecto, ambos hablaron cosas banales como el clima y algunos comentarios vagos de Itachi señalando lo sorprendido que estaba por los cambios en la ciudad, pero a pesar de que Sakura intentaba mantener una apariencia estable, lo cierto es que aún tenía atravesado el dolor de la forma en que su marido le había hablado hacía muy poco.
—¿Cómo te fue en este mes sin Sasuke? —Itachi se atrevió a preguntar.
—Yo… me he sentido muy solitaria y vacía. Lo extraño muchísimo, pero supongo que puedes entenderme, ya que mencionaste que también estabas pasando por una separación.
—No exactamente. Es decir, no es que no extrañe los buenos momentos con mi pareja, pero es que hace tiempo que ya no los tenemos —respondió Itachi— Ya no somos las mismas personas de antes y a menos que podamos recuperar un poco de ello, pienso que esto ha terminado.
—Si la amas, deberías luchar por ella —Sakura habló de inmediato.
—El amor no es lo único que mantiene una relación. A veces hace más daño aferrarse que saberse rendir —respondió el varón mientras conducía.
—Si te rindes, es que no la amabas lo suficiente, porque el amor es el que impulsa a que uno mejore y deje todo lo demás atrás para anteponer su relación. Tu pareja siempre debe ser lo más importante —respondió la pelirrosa estando en desacuerdo— Por ejemplo, cuando tus padres me dijeron que si quería casarme con Sasuke-kun debía convertirme en ama de casa de tiempo completo, yo renuncié a todo lo demás porque lo amo muchísimo.
—Llegamos —comentó Itachi sin querer responder el señalamiento de su cuñada.
—¿A dónde vamos exactamente? —preguntó Sakura, que recién se preguntaba por el destino.
—Mañana vuelvo a las Flores y quiero ver a unos amigos antes de irme —respondió Itachi mientras se estacionaba— Quizá tarde una temporada en venir de nuevo, así que me gustaría verlos.
—En ese caso, no debí venir. No quiero interferir —respondió preocupada.
—Sólo vengo a hablar unos minutos con ellos. Estoy viniendo sin avisar, así que probablemente ellos tengan planes y tú puedes ver un poco del lugar mientras estamos allí.
Sakura iba a protestar, no estaba de humor para socializar, pero de nuevo pensaba que debía comportarse amable con su cuñado y si sólo serían unos minutos, podría hacerlo.
Tras bajar del auto, Itachi la condujo hacia un edificio que si bien tenía interfón, él no tocó ningún botón y en su lugar, hizo una llamada rápida en la que sólo dijo "Estoy en la puerta. ¿Podrías abrirme?" y al poco, se oyó el mecanismo de la puerta que les daba paso al edificio.
Itachi abrió la puerta e invitó a pasar a Sakura, después, caminaron por un pasillo hasta pararse frente al elevador. Este no tardó mucho en llegar y tras subir al quinto piso, se encontraron que a unos cinco pasos, había una puerta abierta.
Sakura ya había notado que el edificio al que habían llegado, era un sitio de oficinas, de esos en que se alquilan pisos para diferentes empresas que por lo general, no eran muy grandes para tener su propio edificio y que llegaban a mudarse constantemente, pero cuando entraron a ese piso, ella se sorprendió al ver el lugar lleno de un montón de cuadros, material de arte y un hombre desnudo que posaba en medio del salón mientras otras personas alrededor intentaban dibujarlo.
A la pelirrosa casi se le escapa un grito de pánico al ver al varón, pues además de que era la primera vez que veía a un hombre desnudo que no era su esposo, el modelo no era otro que el rubio grosero que se había detenido a saludar a Itachi en el restaurante aquella vez.
—Qué sorpresa verte por aquí —un hombre pelirrojo se acercó a Itachi estrechándole la mano. Su rostro era serio, pero su tono era agradable.
—Es un gusto saludarte. No has cambiado casi nada —Itachi le sonrió amistosamente— Mira, quiero presentarte a mi cuñada, Sakura, esposa de mi hermano menor —después se dirigió a la aludida— Él es Usubeni Sasori, un viejo colega.
—Mu… mucho gusto —saludó la pelirrosa tratando de evitar mirar al hombre desnudo que no estaba muy lejos de allí.
—Es un placer, señora —Sasori estrechó la mano de Sakura.
—Lamento la interrupción, veo que estás en clase y Deidara también está ocupado —comentó Itachi— Sé que debí avisar antes, pero tendré que regresar a las Flores antes de lo planeado.
—¿De nuevo el trabajo?
—No, diría más bien, problemas de pareja.
—Entiendo.
—Supongo que tendré que aprovechar mi próxima venida al Fuego para charlar con ustedes —comentó Itachi.
—Pueden quedarse como oyentes si tienen tiempo a menos que quieran sentarse a dibujar —comentó Sasori— La clase terminará en diez minutos y podemos charlar cuando todos se vayan, si tienen tiempo.
—Sasori-sensei ¿podría ayudarme con algo? —un joven llamó al pelirrojo.
—Tomen asiento si gustan quedarse —el pelirrojo indicó a sus invitados y fue a atender a su alumno.
—¿Te gustaría probar? —Itachi se dirigió a Sakura que, avergonzada, seguía mirando para cualquier lado menos hacia Deidara.
—¡No! ¡No podría! ¡Qué vergonzoso! —exclamó alarmada mientras se tapaba el rostro— Ni siquiera debería estar aquí. Si Sasuke-kun se enterara de esto…
Al principio, Itachi no entendió la reacción de su cuñada, pero al echar otro vistazo dentro, comprendió qué era lo que le incomodaba.
—No creo que a Sasuke le moleste que hayas visto a un hombre desnudo en una clase de arte, así que no seas dura contigo —comentó Itachi para tranquilizarla— Pero si te sientes incómoda, entonces vámonos. Sólo me despediré de Sasori y de Deidara. Si quieres, adelántate al coche.
Sakura asintió y salió de allí tan rápido como pudo, que ni siquiera esperó a que Itachi le diera las llaves de su coche para poder subirse, así que él se apresuró en despedirse de sus amigos y fue a alcanzar a la fémina.
—¿Estás bien?
—S… sí. Creo.
—Lo siento mucho, no pensé demasiado en que tendrían sesiones de desnudos en este momento —Itachi abría las puertas del coche— Tampoco esperaba que te fueras a sentir tan incómoda. Sólo quería que conocieras a Sasori y vieras el lugar para ver si te animabas a tomar clases —ambos se subieron al coche— De haber sabido que había modelo, te habría avisado desde el principio. Realmente no fue mi intención.
—Ya te he dicho que no tengo tiempo para esto —respondió Sakura avergonzada, porque aunque fue sólo un breve momento el que vio al rubio, la imagen seguía constante en su mente— Y yo no podría traicionar de esta forma a Sasuke-kun.
—¿Traicionar? Pero si no has hecho nada malo.
—Es indebido y pervertido ver a otra persona desnuda que ni siquiera es tu pareja.
—Lamento ser incorrecto y pervertido, pero esa es la forma en que se enseña a dibujar y pintar —comentó Itachi riendo por la afirmación de la pelirrosada.
—¿Tú…? Pero… Sasuke-kun dijo que…
—Sí, ambos estudiamos administración de empresas porque era lo que nuestro padre quería, pero de joven quise estudiar arte —respondió Itachi— En la universidad tomé algunas clases con Sasori, por cierto. Además, vi a muchas personas desnudas estando comprometido.
—Yo no sabía eso. Sasuke-kun no lo mencionó —decía avergonzada por la forma en que lo había juzgado indirectamente.
—Es de esperar que no te lo mencionara, pues sólo mi prometida lo sabía, porque mi padre no quería que las tomara. Decía que me distraían de mis estudios —dijo quitándole importancia a su acusación— Aún así, Sasuke también probó suerte en el dibujo un par de meses, pero independientemente que mis padres no estaban de acuerdo, él lo dejó porque no era lo suyo. Aprecia el arte, pero hacerlo no es lo suyo —explicaba— Por eso no deberías avergonzarte y trata de darle una oportunidad al arte. Además, hay escuelas que dan ejercicios con modelo a parte para los niños y personas pudorosas.
—¿Sasuke-kun…?
Sakura no tenía ni idea de que a su marido le gustara el arte, y mucho menos que había tomado clases de dibujo alguna vez. Él jamás lo había mencionado y tampoco era como que comprara pinturas o esculturas.
—Le llevaste de comer a Sasuke. ¿No es verdad? ¿Tu ya comiste? ¿Te gustaría comer conmigo?
—¿Me hablarías más de Sasuke-kun cuando niño? —preguntó Sakura, pues si bien era un tema que ya había hablado con su difunta suegra, al parecer, había cosas que ella no le había mencionado— Me gustaría saber más cosas como estas del dibujo.
—Claro, puedo contarte varias anécdotas, pero las clases de dibujo no las tomó de niño —comentó Itachi arrancando el auto— Acababa de entrar en la universidad cuando probó suerte. Supongo que aún no se conocían.
—¿En la universidad? —preguntó Sakura sorprendida.
—Sí. Aunque ya estaba en la carrera, él intentó algunas otras cosas en las que estaba interesado, pero al final dejó todo porque quería complacer a nuestros padres —respondió el varón— Él quería que nuestros padres estuvieran muy orgullos de él, así que renunció a muchas cosas y accedió a lo que ellos le exigían para conseguirlo. Supongo que podría decirse que hizo lo que tu dijiste que debería hacer una persona que ama a otra, sólo que en este caso, él lo hizo por nuestros padres —comentó Itachi— Pero por lo que he hablado con él, parece más feliz desde que retomó el deporte. A él siempre le han gustado las actividades que requieren de disciplina.
—¿Él ha estado feliz sin mí? —preguntó la pelirrosa con la voz entrecortada.
—Dije que parecía feliz con el deporte. Sobre si es feliz o infeliz sin ti, es algo que tú deberías preguntarle —respondió Itachi— Esta separación debió ayudarle a saberlo, y claro, tú también debiste darte cuenta de cómo sentiste su ausencia.
¿Qué tanto le afectará a Sasuke saber que aquella chica de hacía un año ahora trabaja para él? ¿El terapeuta tendrá razón sobre las sugerencias que le da a Sasuke aún cuando se equivocó sobre las "alucinaciones"? ¿Sakura tomará la sugerencia de Itachi de tomar clases con Sasori ahora que lo ha conocido? ¿Cómo continuará la charla entre Itachi y Sakura? ¿Qué otras preguntas les han nacido al leer el capítulo?
Me encantará leer sus teorías y preguntas en los comentarios n.n
Agos: espero que aunque la aparición de Sasori haya sido breve (e incómoda para Sakura a causa de Deidara), te haya gustado verlo al fin en escena. Eventualmente tendrá mayor interacción con Sakura n.n
Me alegro mucho que la historia te esté gustando y agradezco mucho tu apoyo. A mí nunca me gustó cómo se llevó la relación de Sasuke y Sakura, a diferencia de Sasuke y Karin, y si iban a dejar a Sasuke con Sakura, pienso que hubo muchas formas de que ocurriera de una mejor manera. Si te interesa otra historia con el SasoSaku como pareja secundaria, te sugiero leer otra de mis historias llamada "El cliché de los gemelos" n.n
A continuación dejaré unos anuncios que podrían ser algo largos, así que si sólo lees esta historia, no será necesario que continúes leyendo, sin embargo, si sigues más de mis historias o estás esperando ver las comisiones sin censura del SasuKarin Month, continúa leyendo n.n
Sobre las comisiones:
Ya he subido todas las comisiones a mi X (antes Twiter). Así mismo, he creado un Devianart, donde también planeo subir las comisiones, sólo que por algún motivo que desconozco, no me ha permitido subir la mitad de las ilustraciones. En cuanto me sea posible, las subiré. De igual forma, he creado un perfil de Redit, donde eventualmente planeo subirlas.
Hay una sorpresa más que estoy preparando próximamente (la fecha no está en mis manos, así que tendremos que esperar), así que seguir alguna de esas cuentas, les permitirá ver esa sorpresa cuando la suba.
Les dejaré una lista con los nombres de perfil de cada plataforma que mencioné antes, y de igual forma, en mi página de Facebook, pueden encontrar los links.
Facebook: SaKaSu Fanfics
X (Twiter): SasuKarinSui
Devianart: SaKaSu11
Redit: SaKaSu_SK
Sobre la sorpresa final del SasuKarin Month:
Originalmente, esperaba poder subir al final del mes, un capítulo a cada historia nueva que subí durante el mes, el final de Reina de corazones, y de ser posible algunos capítulos más de las demás historias (sí, lo sé, fui muy ambiciosa). Sin embargo, como les he comentado durante el mes, estuve muy ocupada, así que no pude cumplir mi objetivo.
A pesar de no haber cubierto mi objetivo original, si pude escribir varios capítulos, así que entre hoy y mañana estaré subiendo lo que conseguí escribir, esperando compensar, aunque fuera un poco de mi ausencia de la semana pasada.
Las historias que estaré actualizando este fin de semana son:
*Apuesta XL
*Relación reanudada
*El concubino de la Princesa
*El secretario de la CEO
*El cliché de los gemelos
*No quiero sólo una tregua
*RTN Pasado
Mala noticia:
En Inkitt, me han eliminado la historia de Padre soltero debido al contenido, así que no podré subirlo de nuevo y para poder leerlo, tendrán que buscar la historia en fanfiction o Wattpad. Lamento la molestia si es que había alguien que estaba leyendo la historia en la plataforma, pero esta situación no está en mis manos.
Sin más por el momento, más allá de esperar que les gusten las historias y las comisiones, me despido por el momento n.n
¡Hasta la próxima actualización!
