Capítulo 5: Resultado
-¿Se puede saber qué es lo que acaban de hacer? hijos míos- No lo sintieron llegar, quién sabe desde cuándo estaba ahí o que tanto escuchó. No querían voltear y ver a su padre -Mirenme cuando les habló niños- exigió arrastrando sus palabras con un claro enfado contenido, ambos tragaron saliva de forma coordinada y giraron sus cabezas lentamente para mirarlo, en este momento era mejor obedecer. Ahí estaba su Padre, el Creador, Dios, con su impecable traje blanco con hombreras y puños dorados, su sombrero de copa alto cubría parte de su rostro proyectando una tétrica sombra donde deberían estar sus ojos, aunque estos flotaban a los costados de su cara, tres pares no felices y ennegrecidos por la ¿ira?. A su lado estaba su mano derecha, Galim, con su único ojo los miraba molesto y la llama que simulaba su cabello ahora era roja y no dorada.
Abrieron la boca para decir algo, pero las palabras se perdieron en el intento -y bien mis queridos y pequeños niños- entrecerró los ojos -¿Acaso les comieron la lengua los ratones? cuentenme… ¿De que estaban hablando?- les miro los antebrazos a ambos para que quedara claro que ESO lo sabía -¿Qué sucedió con Adán? ¿Y qué es lo que acaban de hacer?-
Estaban en problemas, eso era seguro, podían sentirlo, cada célula de sus cuerpos se los decía, no importaba la edad, o si Lucifer ya no vivía en el cielo porque había sido expulsado hace diez mil años, para él sus hijos y especialmente ellos sólo eran unos niños pequeños. La alarma del celular de Salael comenzó a sonar y eso hizo saltar a los hermanos, los 45 minutos de receso estaban por acabar.
-De… debemos volver… aaa.. al.. al juicio… nos vemos Papá… nos vemos Galim- habló rápidamente y los transportó a ambos al lugar donde habían estado en el juicio. No les importó quién ya estaba en el salón, cayeron de rodilla al suelo detrás del podio con la respiración agitada y expresiones de horror.
-Estamos jodidos- murmuró Lucifer mirando a su hermana -realmente jodidos-
-¿Se encuentran bien?- cuestionó Gabriel desde las alturas entre preocupado y curioso.
- sí, sí… no pasa nada- ambos se levantaron con torpeza y nerviosismo. Un portal se abrió frente a las puertas, todos se levantaron de sus asientos y se reverenciaron, también ellos lo hicieron aunque de forma extremadamente rígida.
Galim y Dios avanzaron hasta quedar al lado de sus hijos menores, los escudriño con la mirada y les dijo en voz baja -Hablaremos cuando esto termine- Se estremecieron de forma evidente y asintieron con los labios apretados sin mirarlo, luego se dirigió a su hijo mayor -Me uniré a ustedes para escuchar la resolución de este caso… Espero que no les incomode-
-En absoluto Padre, siempre usted y Galim son bienvenidos- Contestó Joel tan solemne y educado como siempre. Ambos se elevaron hasta el podio más alto par aobservar.
-Por favor, continúen, olviden que estamos aquí-
Todos se sentaron y Leo comenzó a hablar -Después de escuchar a la testigo y ver las pruebas, la Corte Celestial desestima las acusaciones realizadas por la Alta Serafín Sera encontrando a Lucifer Morningstar Rey del infierno inocente- La serafín apretó los puños.
Gabriel continuó- Con las pruebas mostradas ante la Corte nos hemos dado cuenta del mal manejo de la alta Serafin, su falta de verdad e injurias, por lo tanto en este momento es despojada de su rango y de su cargo para siempre. Será desterrada de forma indefinida en la tierra, con la posibilidad de evaluar su caso cada mil años para que retorne al cielo pero no volverá a ocupar un cargo jamás.
-Los exterminios quedan total y completamente abolidos, se evaluará la redención de los pecadores- habló Rafael -Se asignarán algunos ángeles y miembros de la misma Corte para visitar el Hotel de la princesa del infierno, Charlie Morningstar-
Todas eran buenas noticias.
Miguel habló fríamente -Las exorcistas tienen estrictamente prohibido volver al infierno, desde hoy se convertirán en vigías de los límites celestiales a cargo de mi gente-
-La regencia del cielo queda en manos de nuestro hermano Gabriel y de la embajada del cielo en el infierno queda a cargo nuestra hermana Salael- Comunicó Joel mirando a sus hermanos menores con una cálida sonrisa.
-Vaya, ahora conocerás lo que es trabajar hermanita- se burló Azarael divertido mirándola juguetonamente, ella sólo le sacó la lengua.
-Ejem… con esto termina está reunión- continuó el administrador de la creación -Sera por favor- levanto su mano derecha, la teletransporto al piso y tanto sus alas como su halo en forma de corona desaparecieron, la vestimenta también cambió a un vestido más sencillo, moderno, humano. Al igual que su altura y rasgos, todo fue modificado para que pasara desapercibida -Esperamos que encuentres la paz y hagas buenas acciones en tu paso por la tierra- abrió un portal.
-¡Espera!- Exclamó la menor -Sólo dame unos minutos Joel, hay algo que quiero saber- su hermano asintió -Sera… ¿Por qué interceptaste el mensaje de Gabriel que me indicaba sobre está reunión?- sorpresa había en las caras de todos -y… ¿Por qué también evitaste mi participación en el juicio de mi hermano hace diez mil años?- La miró detenidamente unos instantes, la menor se tapó la boca con su mano izquierda, mientras sus ojos con sorpresa.
-¿Qué sucede princesa? Aún no le he respondido nada- La miró con suspicacia, en el pasado Sera había evitado estar cerca de ella, porque sospechaba que la hija menor del creador podía leer las mentes aunque no estaba segura de cómo funcionaba o si existía alguna condición especial, suspiro -Todo siempre lo he hecho pensando en el bienestar del cielo y de todos mi princesa-
-Espero que puedas encontrar la "paz" en tu destierro- más que un buen deseo, fue una amenaza, algo había pasado ahí.
Miguel se levantó abruptamente de su asiento para llegar a Sera -¿Qué es lo que…- Pero antes de lograrlo ella desapareció en el portal. Miró a sus hermanos menores dudativo, la última vez había lastimado mucho a Samael y las cosas no estaban siempre bien con su hermana por lo mismo, ella nunca se lo perdonó al cien. Pero aún así comenzó a acercarse a ellos, notó como su hermano menor se estremecía y cambiaba su postura, le temía -No te dañare- le aseguro -Nunca más, te lo prometo, por favor- casi rogó, es cierto que durante el juicio había sido desagradable pero necesitaba acercarse a su hermano y hablarle.
El resto de sus hermanos, Galim y su padre estaban bajando, se había salvado. Su hermana favorita es la nueva embajadora y apoyan al parecer el proyecto de su hija. A Pesar de todo lo bueno, el rey del infierno no podía seguir ahí, al ver a Miguel tan cerca y con claras señales de querer acercarse a él comenzó a tiritar de forma evidente, sintió frío, falta de aire, no podía pestañear porque sentía que debía estar alerta, los recuerdos comenzaron a arremolinarse en su cabeza. Su juicio comenzó a ser vivido, las heridas que le infringió su hermano y aunque ya habían sanado comenzaron a doler de nuevo -Necesito que me saques de aquí- Le susurro angustiado en el oído a su hermana -No creo soportar estar más tiempo aquí ahora, quiero volver al hotel… con mi hija- Sentía que se desvanecía, vio que su hermana movió la boca pero no pudo escucharla, parpadeó algunas veces sin sincronía entre sus ojos, un fuerte pitido apareció en sus oídos, todo se volvía negro, antes de perder cualquier sentido y su conciencia, sintió unas pequeñas manos frías que los sostenían.
-¡Hermano!- Exclamó la pequeña con premura, al notar el peso muerto repentino causado por la pérdida de conciencia. En sólo unos segundos su hermano mayor estaba a su lado sosteniéndolo con delicadeza, acomodo el cuerpo para cargarlo como cuando era un niño, aunque a pesar de los años y de su destierro seguía siendo un niño para él, además la diferencia de altura entre ellos era evidente, sus hermanitos eran más de un metro más bajos que él por alguna extraña razón.
-Hay que llevarlo a un lugar cómodo para poder examinarlo mejor- sugirió Rafael preocupado, durante el juicio había notado ciertos patrones de malestar.
-Pueden llevarlo a mi habitación si es que no hay inconvenientes-
-Es una buena opción hija mía- El padre los transportó a todos al área común del piso donde están las habitaciones de Miguel, Salael y aún la de Samael.
Ella se apresuró a abrir la puerta de su habitación para que entrara Joel con su hermano en brazos y Rafael -Por aquí- Los guió a la puerta donde estaba su cama, afortunadamente tenía todo ordenado, Joel dejó con delicadeza a su hermanito en la cama y Rafael comenzó a trabajar de inmediato con su resplandeciente y curativa luz verde.
-Todo estará bien- la tranquilizó el mayor -Dejemos que Raf trabaje tranquilo- Ella asintió, pero cuando estaban en el recibidor, antes de salir para encontrarse con el resto de su familia ella lo detuvo tomando su manga -¿Qué sucede?-
-Hermano, yo- suspiro -Lu sufrió un colapso mental cuando vio que se acercaba Mike, revivió todo el daño que le hizo y el juicio- su hermano la miró fijamente y se sentó en el suelo a pesar de que tenía unos cojines tan grandes como sillones, no era lo óptimo pero sabía que necesitaba hablar con él antes de salir, ella lo imito y quedaron frente a frente.
-Continua, que más viste o sentiste-
-Su angustia, temor, duda y en el fondo algo de esperanza y felicidad por volver a verlos- él le tomó sus pequeñas manos -Pero se siente demasiado abrumado, nunca ha superado su caída. Lo que sucedió hace años le duele mucho aún y…- ella bajó su mirada, pero él con la mano libre levantó su mentón para que lo mirara a los ojos, sabía que había más -Quería decirle esto a padre primero, pero creo que es mejor que te lo diga a ti, padre suele ser más temperamental-
-Me estás preocupando-
-Yooo… bueno, sabes que puedo leer las mentes e indagar en los recuerdos de forma dirigida- él asintió -Cuando era más joven practique para no hacerlo sin querer y aislar las mentes de otro de mí-
-Lo sé, recuerdo que fue un problema para ti "escuchar" en tu mente tantas voces sobre todo cuando no entendías muy bien de qué se trataba todo eso y que le pediste ayuda a Samael para poder aprender por ti misma a bloquear todos eso estímulos mentales, ya que eres la única con esa habilidad- le explicó con calma y acarició su rostro con dulzura -Hermanita, puedes decirme sin rodeos lo que sucede, puedes confiar en mi-
-Joel- lo miro seria- Después de miles de años pude ver e indagar en la mente de Sera hace un momento, ella siempre me evito y eso me parecía sospechoso- suspiro con pesar, quería un abrazo -Ella intervino en las notificaciones de los juicios de mi hermano porque sospechaba de mi habilidad y temía que descubriera… la verdad- su corazón latía a mil.
-Sally, continua por favor-
-Sera intervino y de cierta forma empujo o guió a Samael y a Lilith para que se enamoraran y le dieran la manzana a Eva…-
-¡¿QUÉ?!- gritó, no esperaba eso, ella se asustó -Perdón, perdón- Se disculpó -¿Cómo y por qué Sera hizo eso?-
-El porqué, es simple, siempre quiso mantener fuera a Samy de la creación, no le gustaban sus ideas y de cierta forma estaba obligada a mantenerlo en el equipo ya que esas fueron las órdenes de padre y bueno era el príncipe- Se encogió de hombros -A pesar de que nuestro hermano era el primer ángel de creación siempre lo infravaloro, lo encontraba: infantil, inmaduro, idealista, torpe y consideraba que era un peligro para lo que habían hecho hasta el momento. Ella temía perder el poder y control que padre le había dado, el punto de quiebre fue cuando padre le dijo que Samy era quien tomaría la regencia del cielo cuando llegaran los primero humanos, no lo encontraba digno y sentía que se perdería el equilibrio y el sistema que ella creó colapsaría-
-Dame un segundo, necesito procesar esto- cerró los ojos por unos minutos -Continúa-
Ella creó una esfera del recuerdo en sus manos para ir mostrando imágenes mientras narraba -Sera bajó a Eden, sabía que Lilith no estaba feliz con Adán porque deseaba someterla así que le recomendó que enamorara y se emparejara con Samy. Porque había notado que ambos se llevaban bien, además le dijo que al ser uno de los príncipes del cielo y el favorito de padre no habría problema alguno, ella sería considerada princesa en el proceso. Naturalmente a Lilith si le gustaba nuestro hermano, había una amistad muy cercana entre ellos y por el consejo de Sera ella se atrevió a dar un paso adelante, bueno Samy no puso mucha resistencia que digamos-
-Claro que no-
-Cuando se dio cuenta de que eso no había sido suficiente para alejar a nuestro hermano de su brillante destino, Eva fue creada para someterse a la voluntad de Adán y uso eso para deshacerse de él. Ella sugirió sutilmente lo de la manzana, con comentarios como: lástima que esté ciega por no tener libre albedrío, si comiera del fruto se liberaría, pero está prohibido, entre otros- Joel tenía la boca abierta por la sorpresa, no esperaba esa bomba, la indignación no tardó en llegar -ella no esperaba que la cosas salieran tan mal, quería seguir en el poder y deshacerse sutilmente de nuestro hermanos para que quedara relegado de cualquier función por sobre ella. Samy cayó redondito y ahora en este juicio malintencionado. Ella quería cubrir sus espaldas sin importar el costo. Por años nos mintió y quiso taparlo todo culpando ahora a Lucifer, total, ya lo había hecho una vez y había funcionado-
-Por suerte esta vez estabas ahí hermanita- La abrazó con más fuerza de la pensada -Padre debe saber esto, al igual que nuestros hermanos. Estaré contigo en todo momento, pero primero padre y cuando estemos seguros de que nuestro hermano este mejor, se los diremos a ellos-
-Estoy de acuerdo- ella le sonrió suavemente -Gracias por escucharme hermano- Se acurrucó aún más entre sus brazos -No se lo digas a Zazy, pero eres el mejor-
-Es una lastima me hubiese gustado ver su cara- aún abrazados le beso la frente y le acarició la cabeza.
-Siempre eres tan tranquilo hermano, me sorprende la calma con la que te lo tomaste-
Él suspiró -creeme, en este caso me gustaría hacer lo que deseo y no lo que debo, la calma es algo que padre me regaló en exceso, soy el hermano mayor de nueve y los tres menores fueron todo un desafió- risita.
-No estoy segura si sentirme ofendida o halagada- lo miró feo de forma fingida.
Él sonrió y se levantó, extendió su mano para ayudarla a pararse -a mi me sorprende que tú te lo tomes con calma- silencio acusador, suspiro con cansancio -Salael… ¿Qué le hiciste a Sera?-
Sonrió con malicia -Digamos que no encontrará descanso, sabes, la mente es frágil y puede ser nuestra peor enemiga-
-ok, fingiré que no escuche esto último, vamos con los demás-
