LA RESPONSABILIDAD DE LOS ADULTOS, LA SOLITARIA NIÑA BAJO LA LLUVIA
Después de los acontecimientos sucedidos días atrás, la organización conocida como Ratatoskr de la cual Kotori era la comandante en jefe, decidió que para multas prácticas y medidas de precaución; tanto Seiya como Tohka tuviesen a alguien a su lado para monitorearlos y estimularlos en cuanto a actividades diarias se refería, siendo Shidou el indicado para hacerse cargo de Tohka mientras Seiya le fue asignado a Reine, pues al ser de las primeras que tuvo contacto directo con el castaño, Kotori no pensó en nadie mejor que ella para el trabajo.
Y hasta ahora no había surgido inconveniente alguno, en el transcurso de un par de días, en la relación de Tohka y Shidou no surgieron grandes cambios y por lo visto parecía mantenerse en un buen nivel de confianza, claro que eso se lo podíamos agradecer a Kotori quien se encargaba de juntarlos en diferentes situaciones embarazosas que Reine no quiso leer en el informe que residía en sus manos.
Se suponía que su trabajo era vigilar de cerca al espíritu que los gobiernos denominaban "Knight" ver como actuaba, investigar su comportamiento y cualquier posible debilidad para usarla en su contra si es que la situación lo demandase, pero… lo único que había observado los últimos 2 días fue la vida ordinaria de un hombre.
Nada más alejado de la realidad, convivir con Seiya le demostró que pese a que ambos venían de diferentes mundos las costumbres y sus culturas eran casi similares; aunque claro, el castaño no siempre podía usar ciertos artefactos a los que él denomina desconocidos o hasta casi futuristas lo cual la llevo a pensar que quizás Seiya provenía de un mundo con una civilización muy parecida a la suya solo que varios siglos atrasados.
Sin embargo; eso no ocasiono más que simplemente el despertar de la curiosidad por parte de Reine, debido a que esta sabía perfectamente por simple lógica que eso, no eran las verdaderas costumbres a las cual ese "hombre" estaba acostumbrado. Se suponía que Seiya pertenecía a una Orden de caballeros sagrados con la misión de proteger y salvaguardar a la Diosa de la guerra y la sabiduría del panteón griego, siendo más específica… Seiya era miembro de la élite de aquellos 12 guerreros con armaduras tan brillantes como el oro. Por lo que no era difícil asumir que a tal rango dentro de 88 combatientes… se le asignaron misiones de un grado de dificultad que ostentaban un peligro extremo para la humanidad, un trabajo que ningún otro humano podría realizar.
Por lo que en cierto punto el estudiarlo no tenía sentido si ese hombre no estaba en su "hábitad" natural, algo decepcionante en su opinión. El único factor a resaltar… era el entrenamiento; si bien ambos eran Profesores siendo ella una auxiliar médica de la enfermería y él de Educación Física dentro de la preparatoria Raizen, eso no explicaba el porqué de su comportamiento tan enérgico que el castaño había tomado desde el primer momento en que empezó a convivir con ella. . Todos los días era la misma rutina, ambos adultos asistían a la preparatoria para desenvolver el papel que se les había asignado al estar cerca de Shidou y cuidar que nada se saliese de control, y con eso nos referíamos a Tohka.
Del mismo modo que Seiya, Tohka había sido introducida dentro de la preparatoria haciéndose pasar como una estudiante más, afortunadamente, ambos no habían intercambiado palabra alguna desde el incidente en las montañas, y si seguían así mucho mejor para la operación en opinión de Kotori.
Pero fuera del salón de clases Seiya hacia su propia vida, en algunas ocasiones salía de casa y en otras simplemente se quedaba, pero en ambos casos, coincidía el hecho de que siempre entrenaba.
Al principio para Reine fue de lo más normal puesto que con solo haber visto el cuerpo al desnudo de Seiya durante sus exámenes médicos se había dado la idea de que para mantener ese índice de masa muscular y tonificación de cada fibra en los músculos hacía falta una exigente rutina de ejercicio por parte del castaño, pero… a eso no se lo podría llamar una "simple" rutina de ejercicio. Desde abdominales hasta sentadillas; Seiya realizaba todo tipo de ejercicio excepto que este lo llevaba a un nivel absurdo que rozaba casi lo demente pues lo hacía hasta desfallecer o bien que las piernas y brazos le sangrasen.
Siendo el primer hombre de esa clase que veía; Reine decidió no interferir, después de todo al ser ella un médico (no certificada) esta le aplicaba los primeros auxilios casi todos los días con la esperanza de que se detuviese, pero aunque se lo pidiese estaba segura de que él no la escucharía –saldré unas horas ¿quieres que compre algo?- nuevamente la rutina se volvió a repetir; sentada en el escritorio de la sala yacía Reine ocupada en su Laptop mirando de reojo como su compañero de casa parecía ir a trotar por la ciudad.
-¿con este clima? Pescaras un resfriado- con el cielo completamente nublado, no hacía falta ser un genio para saber que la lluvia vendría pronto; sin embargo, para Seiya eso no parecía molestarlo en lo absoluto y eso Reine lo noto en seguida –bien… solo no vuelvas tan tarde, te preparare la ducha para cuando llegues- Ok, quizás para cualquiera que los que Vivian por ahí les resultaba de lo más normal esa conducta dado que ambos se suponían eran "hermanos"
Pero incluso para Seiya se le era extraño que Reine tuviese ese comportamiento tan sobreprotector hacia él pues en palabras de Kotori; Reine era una mujer apática a lo que sucedía a su alrededor casi incluso un tanto anti social por lo que aquel comportamiento tan repentino de hacerse cargo de Seiya la había tomado de improviso. Algo que sin duda Seiya tomaría en cuenta a futuro, pues si lo que esa enana peli roja decía era cierto… aquí había gato encerrado.
–no tardo- cerrando la puerta, Seiya dejo a Reine sola en la casa para encaminarse por las calles de la ciudad Tengu encontrando el panorama más amigable al no ver caminar a tanta gente por la inevitable lluvia que cubró la zona entera en cuestión de minutos; todos por sentido común se fueron a refugiar a sus hogares o locales más cercanos a fin de evitar el frío ambiente; aunque claro, el único tonto que conocemos se encontraba ajeno a todo ello.
Pese a estar completamente empapado, Seiya seguía trotando por las calles ante las miradas de los pocos que pasaban por ahí con sus sombrillas que lo confundían con algún Maratonista preparándose para algún evento. Todo iba muy bien hasta que… simplemente ya no pudo más; yendo a dar de cara contra el lodo por haber perdido el aliento, se encontraba Seiya respirando con dificultad tirado en alguna pileta de un parque de la ciudad –debo de decirle a Reine que no haga tantas frituras- a manera de burla hacia el mismo, este no evita lanzar un comentario solo para él al no encontrar a nadie por toda la zona ¿cierto?.
Falso, ni bien empezaba a recobrar la visión este sentía como alguien parecía estar picándole con algo puntiagudo por la espalda -¿una niña?- percatándose de aquella presencia, Seiya se encontró con la sorpresa de que a un lado suyo residía una pequeña alrededor de 13 a 14 años de edad. Tenía el cabello ondulado de color azul, pestañas largas y ojos del mismo color que su cabellera.
Su ropa no difería mucho al del resto en esos momentos pues consistía en un impermeable verde con orejas de conejo y unas botas del mismo color junto a aquel vestido corto de color blanco que traía por debajo. Un traje un poco llamativo pero razonable para alguien de su edad en opinión del mismo Seiya; aunque la pregunta a responder en cuestión… ¿era saber de dónde había salido?
Si bien Seiya ya no moldeaba su cosmos tan a la perfección como en su mundo, se le era difícil pensar en que en ningún momento pudo percibir el acercamiento de la menor hacia él; aun con lo restringido que se hallaba en esa Dimensión se suponía que al menos sus instintos estaban alertas para cualquier cambio a su alrededor; solo con Tohka tenía ese problema de no poder percibirla en algunos momentos lo cual se debía a su condición de espíritu por lo que… esa niña tal vez… también podría serlo; era eso o que había perdido condición tanto física como mentalmente.
Cualquiera fuese el caso, aquella niña pequeña estaba de cuclillas frente a él mirándolo como si fuese la cosa más interesante del mundo –duele- quejándose levemente por el dolor que la varita de madera le proporcionaba al picarle su espalda, es que la niña se detuvo al fijarse como aquel hombre cubierto de lodo se levantaba –deberías volver a casa jovencita, tus padres deben estar preocupados- diciéndolo como consejo, Seiya salió tranquilamente de ahí dejando atrás a esa extraña infante que se perdía entre la niebla, pero eso no evito que mirase de reojo para contemplar como aquella pequeña se le había quedado observando con una expresión que solo los niños de su edad podían expresar ante algo nuevo y misterioso. Honestamente pensaba que en algún momento él adulto a carga de esa joven aparecería para llevarla de vuelta a casa; Después de todo, no parecía ser huérfana y mucho menos… alguien perdida.
Fue así que los días pasaron, pero la lluvia en los cielos permanecía tajante demostrando que cubriría a la ciudad hasta nuevo aviso; con ello presente podemos situarnos en la preparatoria Raizen durante el periodo de receso donde tanto los alumnos como profesores disponían de un tiempo para descansar; y claramente esta era la hora favorita de Seiya. Sin nadie quien lo moleste y sin Reine para conversar, a nuestro castaño no se le ocurrió mejor idea que salir a la azotea donde en palabras de él era su sitio favorito de la Preparatoria.
Después de todo a los alumnos se les tenía prohibida la entrada y él, al ser maestro gozaba del beneficio de poder estar ahí, casi incluso lo sentía como una zona VIP –me pregunto… si Reine me matara por no meter la ropa- con un rostro un poco pálido y decaído, Seiya no evito recordar la simple instrucción de la peli plata para sacar la ropa seca del cordel –por favor, que no lluev…- como si el cielo le escupiese en la cara, rápidamente y sin aviso alguno, las nubes empezaron a descargar una lluvia torrencial como los días anteriores mientras Seiya miraba hacia el cielo con una sonrisa irónica y sus cabellos tapándole los ojos, maldiciendo por primera vez las palabras que salieron de su boca.
Regresando a dentro, a este no se le ocurrió mejor idea que hacer lo que había estado planeando hace unos días; caminando hasta llegar a ese salón fue que encontró a esa persona con la cual quería hablar aunque, a juzgar por cómo le estaba yendo pensó que era un mal momento –Shidou- al escuchar su nombre, el mencionado habló su vista hacia la entrada del salón encontrándose con aquel castaño de días atrás.
-¿Seiya?- percatándose de las señas para que viniese hacia donde se encontraba, Shidou se las arregló para salir de la discusión que Origami y Tohka habían causado en esos momentos –¿pasa algo?- estando en el pasillo y teniendo un poco más de privacidad para conversar fuera del rango de la visión de aquellas 3 estudiantes que los miraban extraños, es que Seiya decidió actuar.
Inclinando levemente la cabeza, Shidou no se sintió cómodo por como en un solo día había conseguido que Origami y Seiya actuaran de esa manera con él -lamento no haber estado cerca el día en que te dispararon, si no hubiera sido por mi imprudencia esa bala, no te habría alcanzado- si bien las cosas habían terminado en buenos términos aquel día en donde casi pierde la vida, Shidou carecía de la seriedad con la que Seiya tomaba sus responsabilidades –no puedo prometerte que siempre estará cubriéndote la espalda; Sin embargo, si estoy cerca considerate a salvo-
Shidou lo sabía, Kotori le conto lo suficiente como para saber que Seiya también era un "espíritu" de otro mundo diferente incluso al de Tohka; pero que por el momento ambos compartían la misma suerte de no pertenecer a ese tiempo o espacio interdimencional salvo que el castaño era más consciente de su situación. Del mismo modo que él se hacía cargo de Tohka al tenerla bajo su cuidado y protección, la señorita Reine hacia lo mismo con Seiya.
-entonces, cuento contigo- queriendo darle algo de confianza a ese hombre cabizbajo, a Shidou no se le ocurrió nada mejor que extenderle el brazo para chocar los puños como gesto de confianza –puede que no lo parezca, pero créeme que daré lo mejor de mi si es que surgen los problemas- ladeando los ojos levemente, ambos miraron a la lejanía como Tohka parecía estar observándolos cautelosamente para esconderse al verso descubierta.
-será mejor que vuelvas con ella, no necesitamos otro conflicto de por medio- zanjando las cosas con aquel joven, Seiya no tenía nada más interesante que hacer por el resto del día mas que revisar unos papales y ordenar unos archivos en la laptop. Curiosamente Seiya demostró saber lo básico al menos en lo que respeta a trabajar con algunos artefactos como computadoras y demás; aunque fue más gracias a la profesora Tamae que Seiya empezó a desenvolverse en su ámbito de trabajo como profesor junto a la ojerosa de su compañera.
Puede que ese oficio solo era una farsa para estar cerca de Shidou y vigilar que Tohka no se saliese de control, pero si iba a hacerlo; debía de hacerlo bien aunque, los cabos sueltos nunca podian faltar en una misión. Deteniendo su caminar, Seiya ni se molestó en voltear hacia atrás para saber quién le estaba siguiendo los pasos –dime ¿tus heridas ya sanaron?- detrás suyo, estaba Origami con su semblante serio sin haber dicho una palabra hasta ahora.
-"Knight" ¿o prefieres que te llamen… Murasame Seiya?- con el silencio sobre el ambiente, solo el gotear de la lluvia parecía ser la Reyna del ambiente al no estar emitiendo ningún otro sonido.
-no creo que vinieras hasta aquí solo para saludarme señorita Tobiichi ¿puedo ayudarla en algo?- sonando lo más cordial y profesional posible, eso de poco sirvió ante Origami que solo camino hasta estar a un lado de ese hombre pero sin quitar la mirada de frente.
-desconozco las intenciones por las que tú y ella están aquí, pero déjame dejarte algo en claro…- sonando más a una amenaza, Seiya comprendió las palabras de la joven a su lado; después de todo si alguien completamente desconocido llegase de la nada con altas probabilidades de causar destrucción a su alrededor él también haría algo parecido si estuviera en sus zapatos -…si te entrometes en mi camino o le haces daño a Shidou, yo misma seré quien te mate. No me importa si me salvaste o si tratas de ser alguien bueno, pero eso no quita el hecho de que aún somos enemigos-
Tajante pero sombría en su advertencia, aquella albina empezó a caminar dejando solo al castaño quien solo suspiro en su sitio; no por el hecho de que le hayan dicho que era un simple pedazo de basura sino, por el hecho de que alguien más había escuchado su conversación con la joven miembro de las AST -jóvenes… yo también solía ser así- ladeando la vista hacia la puerta de aquel salón vacío, es que Seiya pudo dar con la figura de aquella maestra tan querida por todo el alumno en general… Tamae Okamine.
-Yo no estaba… quiero decir, si pero no… yo… solo… me perdi…- que terrible era mintiendo, Seiya supuso que esa cualidad era su principal virtud –la verdad… yo…- jugando con sus dedos y mirando hacia el suelo, aquellas acciones por parte de la profesora Tama solo provocaron extraer una leve mueca de diversión al único hombre presente.
-no hay nada de lo que avergonzarse, usted solo cumplió su papel de maestra al vigilar el comportamiento de sus estudiantes, en todo caso debería ser yo el avergonzado- confundiéndola, esta simplemente miro con timidez como aquel castaño miraba en dirección hacia donde Origami se había ido –si le soy sincero, no es la primera vez que lidio con adolescentes; ya sea aquí o allá, los jóvenes como ella son el motivo por el cual nosotros los viejos no podemos descansar, si lo hiciéramos ¿Quién si no para guiar a las nuevas generaciones? Mujeres como usted son muy pocas hoy en día… asegúrese de seguir así- pasando a un lado de la castaña, Seiya no evito darle unas pequeñas palmadas en la espalda a Tama como gesto de confianza; quien sintió un leve cosquilleo al sentir aquellas manos tan ásperas y pesadas haciendo contacto con su espalda.
La conversación pudo terminar ahí si no fuera… por eso. Deteniendo su caminar por esas palabras, Seiya giró levemente su cuello para contemplar como aquella pequeña mujer tenía una sonrisa plasmada en su ser –gracias… en verdad, necesitaba escuchar eso- en un acto involuntario, Seiya miro como las manos de esa gentil mujer temblaban sin parar ¿miedo? ¿Alegría? No tenía idea de que la emoción predominaba sobre su compañera de trabajo. Lo que si tenía en mente era una cosa, el mismo lo dijo; ya sea aquí o en su mundo… todos eran iguales, ella tenía sus defectos y él los suyos; cada quien los afrontaba a su manera pero… a veces, incluso los ancianos como ellos necesitaban un poco de ayuda.
Sintiendo un invasor en su cabeza, fue que la Maestra Tamae salió de su pequeño mundo para admirar como ese hombre tan alto yacía justo en su delante acariciándole su cabellera -¿Profesor Murasame?- levantando la mirada, Tamae se dio cuenta que teniéndolo así de cerca, ese castaño era sumamente grande, comparándose en tamaño ella apenas si le llegaba por debajo de los hombros con ayuda de sus mechones y tacones.
-si llega a un punto donde sienta que la carga es muy pesada para sus hombros, a veces, apoyarse en un amigo puede ser una buena opción- motivándola, Seiya supo al instante que incluso detrás de una radiante sonrisa, a veces se encontraba alguien llorando, porque fue él mismo quien lo experimento en carne propia, aunque ello… era otra historia.
Acompañándola hacia su salón correspondiente, ambos castaños caminaban por los pasillos conversando acerca de los estudiantes u otra anécdota en general sobre sus vidas -…y así fue como descubrir que nuestros cuerpos solo pueden soportar 98 Quacks- tocándose el estómago en recuerdo de aquel día en el que cayó en un coma alimenticio, Seiya parecía haber encontrado una buena oyente de sus historias pues aquella pequeña mujer parecía disfrutar sus anécdotas siendo aquel brillo especial en sus ojos lo que la delataba.
Habiendo creado confianza entre ambos; Tamae se sintió con la seguridad de preguntar lo siguiente -la verdad, es que tengo un poco de curiosidad ¿Por qué alguien como usted no está casado?- fue inocente y sin intención de causar daño; pero al parecer, fue un tema delicado para Seiya por como paso de una faceta alegre a una tanto melancólica.
-bueno pues; no estuve casado, aunque… hubo un tiempo cuando era más joven en el que, realmente estuve enamorado sin embargo… no funciono- no lo recordaba con creces; Fue hace mucho tiempo y aunque en su momento le dolio, aprendió a vivir con ese dolor hasta que simplemente… desapareció. Acepto que ella tenía su lugar como Diosa y él, su lugar como persona, lamentablemente… fue algo que tuvo que aprender por sí solo; pues no hubo nadie que lo confortase en un abrazo para decirle "todo estará bien"
En momentos como ese; Seiya deseaba con todas sus fuerzas sentir el cariño y el amor maternal de aquella mujer que lo trajo al mundo, experimentar lo que se sentía tener una plática con su madre mientras esta lo abrazaba y le decía que no era el fin del mundo; que esa mujer no era la indicada para él, que no valía la pena sufrir por alguien que no lo valoraba, que la mujer correcta aparecería y que solo debía ser paciente. Irónicamente… ni siquiera recordaba el rostro de la mujer que lo abandonó a él ya su hermana en el orfanato; su único confort yacía en los relatos griegos.
Pues según las leyendas y la mitología… Pegaso nació de la sangre de la reina de las gorgonas así que, de cierta manera, Medusa era su madre… una; que solo podía contemplar durante las noches en el firmamento, aquella constelación fue y posiblemente será lo más cercano a una figura materna que tendría. Y ahora con el descubrimiento de nuevos universos e infinitas versiones de él se puso a pensar en que quizás; ahí a fuera, en algún rincón del infinito cosmos… una; aunque sea solo una versión de él, creció con lo que la mayoría de sus reencarnaciones soñaban… una familia.
Incluso llego a soñar con la descarrriada imagen de una enorme mujer con serpientes en lugar de cabellos; mirada fría e indiferente hacia los demás pero maternal y cálida para él, una que posiblemente lo esperaría en casa con la correa en mano por sus malas calificaciones pero con un plato caliente que solo una madre podría ofrecer a su hijo… una mujer; que a pesar de ser considerada la más horrenda, vil y sanguinaria de las criaturas… para él; Seguiría siendo la más hermosa, bella y deslumbrante estrella en el firmamento que lo cuido, protegió y guio cuando más la necesito… sin embargo… para los huérfanos como él, ese era un privilegio del cual la vida le prohibió dandole solo los sueños como confort.
Nunca odio su destino, al contrario, lo agradecía; porque gracias al sufrimiento de él y sus hermanos muchos niños no tendrían que pasar por lo que ellos tuvieron que soportar. Y es que; a pesar de haber crecido sin el cariño de una madre o un padre; tuvo la oportunidad de experimentar levemente lo que se sentía el sostener una vida entre sus brazos… sentir en lo más profundo de su ser; la poderosa sensación de que moriría por él. Por instantes; imagino que él podría darle todo el amor y protección que en sus niñes desconoció, que a su manera… él se convertiría en el padre que nunca tuvo pero si el que necesito; lastimosamente… todos sabemos que eso no sucedió así, lo único que podía hacer, era rezar con que el pequeño Kouga estuviese bien.
Tal comportamiento fue notado por Tama quien solo inclino levemente la cabeza por tocar una fibra sensible de su compañero -ah yo, perdón… no quise… lamento si hablé sobre algo que no debía- no pudiendo hacer otra cosa más que solo disculparse; la castaña miro en como el hombre en frente de ella solo negó con la cabeza
-no, quiero decir… hicimos un gran esfuerzo solo que ella; tenía mayores responsabilidades que… lo que quería construir a su lado- no sabía ni como expresarlo; tampoco es como si le pudiese decir a Tama que se enamoró de una Diosa y que muy probablemente el castigo era peor que la muerte -siempre estuve dispuesto a estar a su lado, cualquiera que fuese el resultado, y trate sabes… de verdad trate de Ser ese pilar para ella. Sin embargo; un día desperté y me di cuenta de que… por permanecer al lado de esa mujer, las personas que amaba y quería resultaban heridas por mi culpa así que; por mucho que amara a esa mujer, para nada éramos el uno para el otro-
Por supuesto; Fue un capítulo amargo y oscuro en los acontecimientos de su vida, así que, de alguna manera, el hablar de ello con alguien lo hizo sentir… bien. Aunque nunca creyó que aquello lo compartiese con una colega del trabajo; ese último pensamiento lo hizo reír… creer; que algo que no compartió ni siquiera con sus mejores amigos, lo converso con una mujer de un universo ajeno al suyo… ahora entendía porque los alumnos la querían tanto; de cierta manera… Tamae desbordaba una sensación alegre y maternal que te hacia contarle hasta tus más difíciles secretos… y todo, sin que te juzgase -al menos lo lograste entender. Hay personas que pasan la vida entera tratando con la persona equivocada-
¿Quién lo diría? intercambiar palabras con esa pequeña mujer fue algo agradable en opinión de Seiya; por instantes… le hizo olvidar la carga sobre sus hombros y eso, era algo que valoraba profundamente, dado que ante los ojos de Tama, él no era el símbolo de la esperanza y mucho menos el caballero dorado que ladraba y predicaba el nombre de Athena sino… solo un hombre más.
-pero sabes… eres asombroso, se podría decir que has hecho casi de todo en tu vida; viajaste por todo el mundo por tu propia cuenta, aunque ¿Qué fue lo que te llevo a venir aquí?- parando el caminar de ambos justo antes de llegar al salón, la simple pregunta de Tamae logro que su compañero de trabajo mirase hacia el suelo con cierto desdén en sus ánimos –quiero decir, tu vida es asombrosa… comparada con la mía- esto último lo dijo mirando a otra parte, pero Seiya entendió el mensaje de Tamae.
-Supongo que... solo quise descansar; Además, ya estoy muy viejo como para andar solo por el mundo- rascándose la cabeza un tanto apenado, el momento fue echado a perder por una sacudida que se estremeció por completo el lugar indicando solo lo peor.
Sin perder tiempo, ambos adultos prosiguieron a poner a salvo a los alumnos llevándolos a los refugios donde encontraron a los demás estudiantes y personal de la preparatoria; lo mejor que podía hacer por el momento era esconderse y esperar que el peligro pasara… excepto para algunos.
Mezclándose entre los estudiantes, Seiya logro alejarse lo suficiente de Tamae como para llegar junto a Reine quien ya lo había estado esperando junto con Shidou –ya es hora- asintiendo ante las palabras de la peli plata, tanto Shido como Seiya prosiguieron a seguirla.
FORTALEZA FLOTANTE/FRAXINUS
Siendo tele transportados hasta ahí, aquel trío llegó justo a tiempo para observar como Kotori y los demás en la cabina central de mando, estudiaban y decían detalles de más del espíritu en cuestión –creí que Tohka era la única espíritu- percatándose en como ahora se ganaba la mirada acusatoria de la peli roja en esos momentos, Seiya dio gracias a Reine por mantenerse siempre informado y no quedar en la misma situación que en la de Shirou.
-me gustaría decir que esta vez la misión será fácil, aunque dudo mucho que eso ocurra- mostrándoles en el monitor de frente, Kotori dio los detalles que el espíritu en esta ocasión no era tan peligroso; comparada con Tohka claro está, sin embargo no por eso significaría que se confiasen pues el batallón de las AST podría tomar acción en cualquier momento.
-carácter dócil y tranquilo, algo conveniente y justo para su edad aunque no creo que eso les importe a esos tipos del gobierno, la prioridad en si es eliminarla así que…- notando aquel comportamiento raro en el castaño, Kotori miro atentamente como el gesto de aquel hombre casi apático formo por breves momentos uno de sorpresa que paso por desapercibido para casi todos los presentes -¿tienes algo que compartir con nosotros… Seiya?-
Devolviéndole la mirada, dicha acción solo confirmo las sospechas de la peli roja –fue hace un par de días, durante la tarde bajo la lluvia; en aquel momento no escuche ninguna alarma y mucho menos sentí alguna presencia hostil en mi contra, fue todo lo contrario a Tohka- logrando detener toda actividad del lugar, Seiya creyó haber dicho algo grave o insólito como para crear ese ambiente.
-Reine ¿Qué significa esto?- con vos de mando, Kotori esta vez se le dirigió a la peli plata como si le pidiese alguna explicación de lo que acababa de oír.
-¿Sucede algo? No creo haber dicho nada malo, solo dije que fui a caminar y…- no terminando ni la mitad de sus palabras; Seiya fue fulminado por la mirada de Kotori que la daba a entender que no se metíera en esos asuntos.
Queriendo demostrar que esa niña no iba a intimidarlo, Seiya estuvo por actuar de no ser por Reine quien se paró al frente suyo plantándole cara a su comandante –soy yo la que estoy a cargo de Seiya, así que seré yo quien decida lo que es bueno o malo para él; no le pondré grilletes como a un perro ni lo meteré en un cuarto para que se pueda así que… podemos seguir discutiendo y perder el tiempo, o… concentrarnos en la misión- dejando en silencio el ambiente, nadie de los presentes en la cabina se atrevió a decir nada más después de eso, Kotori tan solo presionó el caramelo en su boca sabiendo de ante mano que por el momento su tercera al mando tenía razón.
-vayan a sus posiciones, entraremos en 2 minutos, Shidou ve y prepárate- dando las órdenes, todos se dispusieron a cumplirlas en silencio por el repentino ambiente hostil que se había creado hace solo unos segundos, ni siquiera Shidou quiso intervenir sabiendo de ante mano que su hermana en esos momentos no estaba de buenas para hablar con nadie –Reine, Seiya… esta conversación aún no ha terminado- sentada en el centro de mando, el castaño volteo queriendo confrontar el problema justo ahora dando la cara pero el brazo de la ojerosa mujer no se lo permite.
-déjame este problema a mí, ve y no te preocupes por los detalles… recuerda que esta noche te toca hacer la cena y quiero camarones- desarreglándole el cabello con sus dedos al jugar con este, Reine logro que Seiya desististee en su intento de defenderse; aunque ello no evita que este la mirase inconforme por no darle la oportunidad de defenderse por sí mismo –no me hagas tocar el tema de la ropa que no recogiste del cordel- la mirada sombría y lúgubre de esta lo hizo desistir de inmediato.
Logrando detenerlo, Reine solo aprecio con pereza como aquel castaño sudaba como si se tratase de un niño al que le habían descubierto una travesura y este por el contrario tampoco quería tocar ese tema, no después de ver cómo incluso alguien como Reine tenía un temperamento de temer –camarones fritos ¿verdad?-
EDIFICIO DESCONOCIDO
Conforme al plan, la estrategia consistía básicamente en la misma que la anterior vez; Mientras Shidou se ocupaba del espíritu, seria Seiya el encargado de asegurarse de que las fuerzas de la AST no interrumpiesen la operación. Y gracias a los cuidados de Reine, Seiya parecía estar en mejor forma que cuando se enfrentó a Tohka; no se recuperó del todo pero si Reine lo tuviese que demostrar matemáticamente, diría que Seiya se encontraba a un 44,4% de su capacidad física.
Quizás demasiado bajo para los estándares humanos pero… no estamos hablando de uno cualquiera ¿verdad? Parado en la azotea de aquel enorme edificio, yacía Seiya mirando en dirección de quienes se suponían querían matarlo aunque… ¿Por qué no atacaban? Quiero decir; solo 15 metros impedían que ambos bandos se agarrasen a madrazos al estar las AST paradas en la azotea del edificio contrario.
-¿no son tan rudas cuando su enemigo no es una niña? ¿Verdad?- rompiendo el hielo del ambiente de la peor manera posible, Seiya parecía estar provocándolas con sus palabras al ver como algunos de ese batallón parecían apretar los dientes por lo que dijo -¿Por qué no intentan matarme como lo hicieron con aquella pequeña? Por favor insisto; quisiera volver a ver esa energía con la cual quisieron darle caza- procurando dar un paso hacia adelante, Seiya no espero mejor reacción al mirar como todas esas mujeres rápidamente lo apuntaron con sus armas.
-si das un paso más, abriremos fuego- seria y amenazante, aquella mujer que parecía ser la superior de Origami no se mostró intimidada en lo absoluto porque aquel semblante de fiereza se lo tenía dedicado especialmente para ese hombre en frente –si actúas tan engreídamente, te costara caro-
Abriendo paso a un duelo de miradas entre ambos, cada quien ignoraba olímpicamente a sus superiores que les gritaban por los auriculares de sus orejas para no echar a perder el plan de cada quien. Aunque con Seiya parecía ser un poco más estresante, dado que Kotori le reclamaba a diestra y siniestra sobre que no las provocase para no armar ningún disturbio que hiciese perder el contacto con el espíritu en cuestión.
-oye, deberías prestarles atención a tus jefes; no querrás que te despidan por insubordinación- siendo de los 2 el primero en hablar, a Seiya pareció no molestarle en lo absoluto lo que Kotori le decía contrario al comportamiento de la otra mujer.
-a diferencia tuya, tenemos algo que proteger, la seguridad de los ciudadanos es nuestra prioridad, algo que tu no entenderías- devolviéndole las palabras como tal, Origami esperaba ver alguna reacción por parte de aquel espíritu frente a las palabras de su comandante aunque no hubo nada especial que resaltar.
-¿me lo dice una señora que esta por dar la orden de destruir este edificio? Vaya seguridad la que protegeS- adornando sus comentarios con sarcasmos, Seiya no evito ver como algunas de esas chicas y hasta la misma Origami parecían asustadas por lo que dijo, más bien… a quien se lo dijo.
-con que anciana eh; que un mocoso como tú me falte el respeto no puedo permitirl…- mostrando una mirada de muerte junto a sus caninos cual fiera en una cacería, la superior de Origami fue detenida por el gesto del otro adulto en la zona quien solo negaba con sus brazos en forma de X de manera chivi.
-la verdad, es que… estoy por cumplir los 40 así que, no es como si fuera tampoco tan joven- señalando su verdadera edad con tal de que no lo tratasen como un niño; Seiya no logro percatarse del daño psicológico que le había causado a aquella mujer ¿Cómo diablos ese hombre podía tener casi 40? Por Dios santo se veía como un joven de veinti tantos años ¿Qué acaso el Dios del tiempo había hecho una excepción con él o qué? Se veía igual o más joven que ella, pero sin los indicios de las arrugas y mucho menos las canas ¿acaso usó algún tratamiento estético para verse así de joven a tal edad? Mientras ella y otras mujeres usaban de todo con tal de lucir un poco más jóvenes, ese hombre iba de lo más lindo por la vida sin ningún cosmético con la bendición de quien sabe que Dios ¿Qué clase de injusticia era esa?
No entendiendo lo que había causado, Seiya ladeo los ojos levemente hacia la única chica que conocía de aquel escuadrón esperando que le diese alguna pista, pero a juzgar por la mueca en su rostro, había desencadenado algo peligroso –¿con que Señora? Bueno, de viejo a viejo te prometo que te dejare peor que como naciste- levantando su brazo como señal para que todas sus subordinadas apuntasen hacia el objetivo (se volvió personal) Origami y las demás hicieron caso mientras el castaño las miraba desafiante.
-Por lo general no soy alguien que golpea a las mujeres; pero supongo que para todo hay una primera vez así que, quien quiera que…- parando en sus palabras, Seiya se detuvo en seco con un leve escalofrío en su columna vertebral que bien era causado por la incomodidad del momento o por la incesante lluvia que caía sobre él y quizás por la enorme columna de hielo a su detrás, en cualquier caso la situación había cambiado -…está al lado mío… ¿verdad?- apenas si dijo eso, la otra mujer de en frente con la cual había estado discutiendo; También se quedó callada porque en ningún momento se fijó como un tercero se había colado en la discusión de ellos 2.
-¡Oh por Dios Santo es ella!- causando pánico en el lugar, una de esas chicas prepara el gatillo para dar inicio a una batalla campal de todas ellas contra los 2 espíritus de en frente -¡comandante, de la orden!- ¿Qué diablos estaba pasando? ¿No se suponía que Shidou debería estar haciendo su trabajo? Entonces… ¿Por qué esa mocosa se encontraba a su lado?
Puede que Seiya fuese alguien impulsivo y terco en el pasado sin embargo, hasta alguien como él sabía cuándo una situación lo favorecía y cuando no. Y si antes apenas si podía valerse por sí mismo ¿Qué oportunidades tenía con aquella niña a su lado? Estando en esas circunstancias… solo quedaba una cosa por hacer –me rindo-
Levantando sus brazos en señal de rendición, Seiya creyó poder disuadir la situación aunque el tiro le salió por la culata. No contando con el factor sorpresa, aquella peli azul de su costado lo imito de tal forma en que ambos parecían cómplices del pequeño altercado que sucedía en esos momentos por como ambos tenían levantados sus brazos.
-¡Esta con ella, habrán fuego!- dando la orden para disparar a diestra y siniestra, Origami y los demás estuvieron por presionar los gatillos de sus fusiles de no ser por aquella acción improvisada que ese castaño hizo a ultimo segundo.
-¡hey miren, es princess!- causando conmoción en todo el terreno, todos los miembros de la AST voltearon rápidamente por instinto al saber de ante mano que aquel espíritu color violeta era aún más peligroso y violento que ese adulto con aquella niña juntos; aunque… cuando giraron la vista no encontraron más que solo un vil engaño.
-ese canalla- regresando a dirigirle la mirada hacia el castaño, Origami junto a sus demás compañeras observaron cómo ese espíritu de mayor edad cogía a la espíritu menor por la cintura para luego adentrarse por el agujero que abrió bajo sus pies –¡Métanle plomo a ese desgraciado!- sin dudarlo, todas abrieron fuego por el hoyo del edificio causando más destrozos de lo necesario pero cumpliendo su cometido.
En algún piso del edificio destrozado, yacía Seiya mirando el gran desastre que había causado, creyó que meterse dentro de lugares estrechos le daría ventaja pero nunca consideró que esas chicas disparasen a quema ropa sin importarle la estructura del lugar –luces destrozado ¿estás bien? - como si se tratase de una simple pregunta, cabe decir que cualquiera la respondería excepto que… la cosa en frente de él lo desconcertó por completo –caíste de una altura de más de 30 metros y te atravesaste el pecho con ese viejo tuvo oxidado, si no conociera bien a los humanos diría que para estos momentos ya deberías estar muerto-
A solo milímetros de su rostro, Seiya tenía frente a él una especie de ¿marioneta? ¿Muñeco? ¿Títere? Honestamente no le presto más atención aparte de la forma de conejo con parche en el ojo –Saga, si esto es obra tuya no es divertido- totalmente desorientado a su alrededor, Seiya tardo un poco en recapacitar sobre la situación en la que se encontraba, aunque eso cambio pues al recuperar su campo de visión pudo captar la imagen de alguien más a su lado.
Era la misma niña de hace unos momentos, por lo tanto; todo lo sucedido hasta ahora era real –creía estar en un sueño- a manera de burla hacia el mismo, Seiya se levantó del suelo observando su alrededor hecho trizas, pero nuevamente esa marioneta parecía querer llamar su atención.
-es un halago recibir un cumplido por parte de un caballero como usted, aunque no me sorprende en nada que soñara con Yoshino, después de toda ella es la representación de la belleza misma- demostrando tener un comportamiento extrovertido; aquel títere con forma de conejo logro llevarse la completa atención del castaño que lo veía confundido, pero a la vez divertido. Llegado a ese punto, a Seiya ya no le sorprendía ver a un peluche hablando, después de todo, él venía de otro mundo y esa niña parecía ser un espíritu así que de entre los 3 ellos eran la definición de "Normal".
-¿Yoshino? ¿Ese es tu nombre?- dirigiéndose esta vez hacia la pequeña, Seiya solo vio como esta agacho la vista mientras trataba de cubrirse con su capucha– ah claro, mi nombre es Seiya- sabia de ante mano que ganarse la confianza de aquella niña era prioridad; Además, tenía varias preguntas que hacerle sobre si había visto a otro muchacho que se le había querido acercar, de ser así quizás podría encontrar a Shidou.
Extendiéndole la mano como un saludo normal, Seiya notó la enorme desconfianza que la pequeña le tenía; no la culpaba, él se encontraba en las mismas circunstancias y siendo una niña a la cual habían balaceado hace solo unos minutos era de entender ese comportamiento por lo que decidió retirar su brazo… pero; aquel títere no se lo permitió –un gusto conocerlo señor Seiya mi nombre es Yoshinon, y mi fiel compañera, así como mi mejor amiga se llama Yoshino-
Demostrando tener razonamiento propio, Seiya llego a la conclusión de que mientras la marioneta parecía ser totalmente extrovertida, aquella niña era todo lo contrario casi… como si ese tal Yoshinon hablara y actuara por ella –eres un pequeñín con mucha azúcar- ofreciéndole su meñique para mayor comodidad, aquella marioneta contesto gustoso el saludo hasta el punto en que pareciera que ambos ignoraban por completo a la pequeña.
- A todo esto ¿Qué lo trae por aquí? ¿Una nueva ruta para correr?- pareciendo bromear con la situación, Seiya solo miro hacia el techo destruido de donde se filtraba el agua entendiendo que esa no era la segunda vez que se veían.
-¿estuviste espiándome? Pequeño, eso es de mala educación- bromeando con ese títere, Seiya consiguió lo que quería al mirar como Yoshinon empezaba a rascarse su cabeza cómicamente con nerviosismo.
-no pudimos evitarlo, pasabas todos los días por el mismo parque donde estábamos y… digamos que se volvió nuestro pasa tiempo; el ver como caías todos los días de cara contra el suelo nos resultó divertido- Riendo entre risillas, la duda surgió en Seiya quien solo pensaba en como un espíritu aparecia tantas veces sin detonar un terremoto espacial de por medio; Tal caso solo lo había visto con Tohka una vez, pero ahora…
-Yoshinon no… no debe… deberías decir e… eso- abriendo los labios por primera vez, Seiya capto que aquella pequeña había hecho un gran esfuerzo para vocalizar esas palabras, casi incluso podía ver la timidez y el tartamudeo en persona detrás de esa niña.
-descuida, tu amiguito tiene razón; ver caer a alguien tantas veces puede resultar divertido dependiendo desde que punto lo mires- aliviando el ambiente entre los 3, este vio el momento oportuno –a propósito ¿de casualidad no habrán visto a un joven por acá? Tiene el mismo color de tu cabello, responde al nombre de… Shidou- apenas si dijo eso último, Seiya capto que el ambiente a su alrededor se volvió más gelido de lo habitual quizás… ¿toco algún tema inoportuno?
Para su sorpresa, Seiya vio sorprendida como la pequeña marioneta rompía en risas mientras Yoshino solo desviaba la mirada hacia el otro lado con pena -¿te refieres al romántico? Creo habernoslo topado hace unos minutos, el tipo resulto ser todo un galán; aunque no tanto como yo obviamente- aliviando un poco al castaño con esa información, solo faltaba preguntarle el paradero de Shidou y daría por concluida la misión, sin el peli azul en ese lugar Seiya no tenía nada que hacer ahí –aunque… su noviecita no parecía del todo contenta… hablando del rey de Roma-
Segundos después, tanto Seiya como Yoshinon sintieron temblar el techo y con ello su caída por los restos de lo que quedaba del edificio -¡¿Dónde está?!- oyendo el primer grito de guerra, Seiya solo agrando la mirada al saber de quien se trataba esa "supuesta novia" de Shidou -¡Tráiganme a esa mocosa!- se escuchaba furiosa, sea lo que sea que haya pasado en su ausencia, Seiya no evito morderse la lengua por como las cosas se iban complicando, se suponía que Tohka debería estar en el refugio de la preparatoria con los demás; no en medio de la operación.
-Tohka, para por favor- viniendo detrás de la peli morada, se encontraba Shidou quien intentaba por todos los medios de detener a su amiga quien al parecer había recuperado sus poderes.
-¿Algo de lo que debería saber amiguito?- con Yoshinon, este solo dio carcajadas por como las cosas se habían volteado en tan poco tiempo; la pequeña marioneta dudaba de las intenciones de ese castaño; bien pudo dejarlos a él ya Yoshino a merced de las rocas que cayeron del techo pero en cambio decidió ponerlos a salvo salvaguardándolos primero a ellos antes que a él.
-nada en especial, solo un pequeño triángulo amoroso… aunque contigo presente… acaba de volverse un cuarteto- no entendiéndole nada a Yoshinon; Seiya solo poso su vista al frente encontrando un panorama para nada agradable. Tohka parecía querer saltarle encima y quitarle de las manos a Yoshino que al igual que él, estaba asustada por la presencia de esa chica –antes de que comienze el espectáculo; dime ¿Por qué nos ayudaste? No es muy común ver a tontos como tú salvando damiselas en peligro-
Siendo directo conforme a sus dudas, la marioneta le presto total atención a ese hombre desde cada mueca hasta la más mínima reacción que lo delatase como una posible amenaza; incluso la misma Yoshino tuvo la necesidad de escuchar la respuesta solo que al contrario que Yoshinon, esta lucía intrigada… pero nada. Tan solo veían a un hombre como si le hubieran preguntado de qué color era el cielo –¿Qué no es obvio? los adultos… los viejos como yo; tenemos el deber y la responsabilidad de priorizar la vida de los jóvenes por sobre la nuestra-
Satisfecho a esa respuesta y no queriéndose quedarse atrás; la marioneta quisquillo alegre queriendo también actuar a manera de lucirse frente a ese adulto -en ese caso, deja que yo me ocupe- Yoshinon se cruzó de brazos adoptando una actitud superior a la de los demás presentes mientras Seiya dudaba si poder dejarle manejar la situación -¿Crees que lo logré?- mirando directamente a la pequeña peli azul en sus brazos, Yoshino tan solo se limitó a negar con la cabeza un tanto nervioso por cómo había terminado en medio de una discusión en los brazos de aquel desconocido; pero más que todos, se encontró fascinada por la actitud de su mejor amigo frente a ese adulto.
-Shidou…- mirando en dirección de la marioneta que dijo su nombre, este se quedó quieto al divisar de entre el polvo como Seiya yacía mirándolo con confusión mientras traía cargando a la niña con la que previamente se encontró antes de la llegada de Tohka y el derrumbar del edificio -¿todavía sigues empeñado en esa cita con Yoshino?-
Recuperando el valor perdido de hace unos buenos momentos, este salió decidido un paso delante de Tohka para misma sorpresa de Seiya que lo veía esperanzado con que acabase esa incómoda situación de todos ahí presentes –Por supuesto que quiero esa cita- pareciendo poder darle un fin a ese encuentro; fueron las risas de esa pequeña marioneta las que cesaron cualquier esperanza de terminar ese asunto en buenos términos.
-¿Qué fue lo que dijiste Shidou?- tales palabras solo causaron alarma en Seiya quien pensaba en intervenir en favor del chico por como el aura de Tohka se intensificaba; hablar bien del muchacho o señalar sus mejores virtudes tal y como Kotori se lo menciona previo a la misión como una alternativa para que él también ayudese a Shidou en caso la situación se saliese de control como justo ahora.
No habiendo pensado bien sus palabras conforme a la situación en la que se encontraba; Shidou se fijó en como ahora él se llevó la completa atención de Tohka quien parecía completamente desconforme con lo escuchado –no me malentiendas, mis acciones tienen un motivo justo, como para…- no terminando de decir sus palabras, fueron las burlas de aquel pequeño títere quienes evitaron su disculpa.
-¿Lo ves ahora? Shidou ya no gusta de ti; no solo el, sino también mi buen amigo Seiya quien tiene un excelente ojo a la hora de elegir una hermosa y bella esposa- Siendo la manzana de la discordia en la situación; Seiya miro un poco sorprendido y hasta casi atónito en como aquella marioneta infantil tenía una lengua demasiado afilada para su diseño tan alegre -sin embargo debo decir; que lo lamento mucho muchacho pero esa cita no sucederá, el príncipe azul de Yoshino es este fino caballero de por acá- señalando a Seiya quien lucía más perdido que trabajador nocturno por el turno de la mañana, es que Yoshino tartamudeaba de una manera nerviosa e infantil por como su mejor amigo la involucraba en situaciones tan vergonzosas al punto en que sus mejillas se tornaron de un fuerte carmín al voltear por instinto hacia el hombre el cual la sostenía de manera nupcial.
-¿porque siento que no me gusta a donde va todo esto?- con un tic en el ojo, yacía el único adulto presente tratando de asimilar lo que había escuchado; de por si tratar con Tohka fue de lo más estresante al tener que lidiar con alguien 20 años menor que él por lo que volver al negocio de las citas ahora con alguien que literalmente podría ser su hija, no le hizo gracia para nada. Volver a su mundo no valía tanto la pena, casi incluso podría jurar que Athena y sus amigos lo entenderían.
No quedándose ahí; la enérgica voz de la marioneta salto al aire por como parecía inflar el ego en su tono -alguien tan agraciada y encantadora como Yoshino merece solo lo mejor de lo mejor; comprenderás Shidou… que no puedo permitir que alguien tan común y corriente como tú este a cargo de la protección y felicidad de Yoshino; no cuando existen mejores opciones, porque…- no midiendo sus palabras y su "sinceridad" Seiya estuvo por intervenir a favor del joven al querer contradecir a la marioneta, misma que volteo a verlo con un aura seria y fría que, pese a no mostrar emociones, el mensaje era claro - …solo tu luz, es digna de iluminar la senda de Yoshino-
Ese conejo; resulto ser más astuto de lo que supuso –(él; siempre lo supo desde un principio, pero como… a no ser… por supuesto)- tras meditarlo unos segundos; Seiya llego a la conclusión de que si bien él podía sentir las presencias de los espíritus gracias a esa energía que emanaban, de igual manera ellas también podían sentirlo, podían detectar su cosmos –(fui un ingenuo; subestime la capacidad de esta niña)- Lo que dijo Yoshinon fue una mentira, Seiya nunca paso por el mismo parque, él nunca tomó la misma ruta... esos 2, siempre lo estuvieron siguiendo... siempre estuvo ahí. Si alguien tan pequeña como la niña en sus brazos pudo detectarlo ¿Qué le garantizaba que los demás no podrían hacerlo al mismo tiempo en que ocultaban su propia energía?
El silencio de Seiya fue suficiente para que la pequeña marioneta recuperara su actitud habitual por cómo empezó a aplaudir con sus manitas victoriosas al aire -bien, eso lo resuelve todo ¿Cuándo es la boda mi estimado? Te advierto que soy muy exigente con las ceremonias- echándole más leña al fuego; la pequeña marioneta no desaprovecho la oportunidad de mofarse de los otros 2 presentes, pero en especial, de la que irradiaba un olor a muerte que más que todo… tenía puesta su mirada fría y sin emociones fijas en Seiya.
–Yoshinon; ya basta, no es correcto burlarc…- en tan solo un pestañeo, Seiya sintió como el ambiente a su alrededor se volvió completamente hostil y para cuando reacciono, lo único que obtuvo fue un fuerte empuje en su pecho que tuvo la suficiente potencia como para mandarlo a estrellar contra los muros a su espalda.
¿La culpable? Había sido Tohka quien sin mucho esfuerzo había mandado a revolcar a un desprevenido Seiya mientras que ahora, su prioridad principal radicaba en el títere que sostenía con su brazo por encima del suelo en esos momentos –dime ¿sigues sintiéndote capaz de hablarme con esa actitud tan engreída tuya?- ejerciendo fuerza en su agarre, Tohka apretó sus nudillos con la intención de subyugar a ese conejo hecho de tela sin percatarse de que quien sentía el dolor de su fuerza era la pequeña niña a quien pareciera que ni noto –vamos, estoy esperando tus burlas- sin medir consecuencias, Tohka hizo acto de su fuerza al punto en que los huesos de Yoshino crujieron por todo el lugar y con ello el desgarrador llanto de la pequeña.
Con Shidou, este estuvo a punto de actuar por la desesperación del momento de no ser por aquel resplandor dorado que fue disparado en contra de Tohka con tal potencia que al mero instante de colisionar provocaron una onda de viento tan violenta que disperso todo a su alrededor. no dejándole más opción a Shidou que se cubra detrás de las columnas para no quedar atrapado entre los cimientos.
En cuanto a Tohka, esta tan solo chasqueo la lengua con fuerza al estar forcejeando con ese castaño. Disipándose la polvareda tan rápido como vino; Shidou podía apreciar cómo Tohka había detenido el puño y la embestida de Seiya con solo un brazo, era ilógico; se suponía que Seiya era completamente superior a Tohka en cuanto a fuerza y velocidad… al menos… eso es lo que se demostró en el enfrentamiento que tuvieron aquella tarde, entonces ¿Por qué? ¿Por qué Tohka… se veía tan superior a Seiya en esos momentos?
Bueno, nuestro protagonista tampoco lo sabía –(en ese golpe iba toda mi fuerza y ella…)- con un rostro desconcertado reflejado en su ser, es que Seiya llegó a una conclusión veredicta –(…lo detuvo con suma facilidad)- lo había pensado, no quería creerlo, pero al parecer así de grave estaba su situación; su cosmos… la energía de la que tanto dependía en sus batallas… estaba desapareciendo poco a poco.
Ejerciendo más fuerza en el agarre de sus nudillos, Tohka logro reventar el puño de Seiya como si se tratase de simple plástico para impresión misma de Shidou quien veía como espectador a solo unos metros de ahí. Para cualquier persona, recibir una lesión de esa magnitud solo provocaría gritos incesantes de dolor y agonía por tener los huesos rotos, la carne de la piel expuesta y los ligamentos de las articulaciones destrozadas… y aun así, ese hombre mantenía una seriedad absoluta como si … se preocupase más por lo que haría después.
-tu…- mirándolo con detenimiento, Tohka no sentía en lo absoluto que estuviese enfrentando al mismo sujeto que la humillo días antes –…ya no posees… el mismo poder que tenías antes- afilando la mirada, los ojos de Tohka se asemejaron más a las de una leona en plena caza a punto de asesinar a su presa… grave error.
Si bien desde cualquier Angulo Seiya tenía las de perder, había algo que todos olvidaron por completo… "Voluntad" aquella simple palabra como cualquier otra, pero una… que separaba a los débiles de los fuertes; la que mejor representaba a los hombres nacidos bajo la estrella de Pegaso y la que sin duda… definia al puño que se revelo contra Dios.
Creyendo tenerlo bajo su merced, Tohka quiso intentar algo más sin percatarse de que el puño el cual sostenía, empezaba a arder como el mismo fuego –pero que rayos te sucede- intentando resistir el empuje de aquel hombre, la peli morada aplico más fuerza en sus nudillos terminando por doblarle el brazo a Seiya de una manera asquienta al haberle roto la articulación del codo dejándolo con su extremidad colgando de sus ligamentos y con los huesos expuestos.
Tal escena solo provocaba que Shidou sintiese la necesidad de soltar su desayuno por la boca, los segundos que espero para escuchar los gritos del castaño parecieron eternos pero… nada pasaba. En lugar de gritar de dolor, Seiya solo formo una risilla al obtener lo que quería –perdiste- apenas si dijo eso, Tohka quedo desconcertada por sentir como un puño se incrustaba en su rostro… aquel hombre… la había golpeado con su brazo completamente roto, que si bien no le causó daño en lo absoluto, si tuvo el efecto que Seiya quería.
-¡mis ojos!- deshaciendo el agarre en sus manos, Tohka retrocedió un par de pasos desorientada por lo ocurrido, la sangre que bañaba a ese puño le había entrado en sus retinas dejándola ciega al menos por el momento –¡eres un…!- no pudiendo ni maldecirlo por lo que le había hecho, Tohka sintió el impacto de un cuerpo rocoso 5 veces más grande que su tamaño que termino por arrastrarla hacia atrás ante la incredulidad de Shidou quien miraba pasmado como ese sujeto… sin ningún poder o armamento, hizo retroceder a un espíritu tan fuerte como lo era Tohka con solo haber pateado aquel descomunal bloque de roca.
Sin embargo; el costo para Seiya por haber logrado aquella hazaña había sido un brazo sin embargo… la seguridad de la niña que sostenía en esos momentos había valido la pena. Yoshino había quedado inconsciente, quizás por el dolor en la articulación de su muñeca o por el miedo a todo el alboroto y "espectáculo" que él había ocasionado frente a sus ojos, era un milagro que la pequeña no ocasionase ninguna catástrofe por todo lo sucedido, cualquiera fuese el caso ya no importaba.
Lo único importante… era como haría para escapar de ese lugar sin terminar como una coladera; si lo pensaba bien, en esos momentos estaba a salvo de las chicas que yacían a fuera con sus armas esperando a que saliesen para fusilarlos ya que entrar a lugares estrechos era una clara desventaja para los miembros de la AST aunque… estar en ese edificio tampoco era tan seguro; con solo mirar en esa dirección, Seiya se hacía una idea de cuánto tiempo tendría antes de que Tohka se levantara para continuar con su pelea.
lamentablemente, las cosas se le complicarían al punto de salirse de sus manos. No pasaron ni siquiera 2 minutos y todo el lugar empezó a ser bombardeado –pero que…- mirando con detenimiento, Seiya vio como aquel leve brillo por la ventana a espaldas de Shidou, dio comienzo a la demolición del lugar. Tomando acción, Seiya actuó lo más rápido posible tomando al adolescente por su camisa sacándolo de la zona del impacto donde un misil estallo –Shidou ¿puedes hacer algo con ella?- con seriedad, Seiya miraba hacia los escombros donde Tohka se reincorporaba como si nada.
-quizás pueda…- tratando de sonar decidido, Shidou no vio venir como de un empujón Seiya lo arrojo por la ventana.
-lo tomare como un si- sin haber quitado la vista de frente, Seiya se percató de que la mirada afilada que Tohka le dirigía, cambió radicalmente a una llena de preocupación dirigida especialmente hacia Shidou quien caía rumbo al suelo. Importándole poco su disputa contra Seiya, Tohka paso de largo por el costado de aquel castaño –muy bien… ahora…- con el lugar demoliéndose, cabe decir que escapar era su mejor opción, pero…
No por donde salieron Tohka y Shidou; de ser así regresaría al mismo punto en donde Tohka los atacase y eso era lo último que necesitaba en esas circunstancias, salir por otro lugar parecía ser más factible en esos momentos, aunque… la suerte parecía haberlo abandonado. A pesar de haber corrido lo más rápido posible –mier… da…- a solo unos metros de la luz al final del túnel, un enorme pedazo de concreto le había caído encima obligándolo a ponerse de rodillas teniendo que soportar todo el peso descomunal de la roca que a cada segundo prometía aplastarlo no solo a él, sino también a la pequeña niña debajo de suyo.
Si aún pudiese usar el cosmos entonces… no, de nada serbia pensar en el "Hubiese" si no hacía algo rápidamente, terminarían aplastados en los escombros del edificio –y justo cuando empezaba a disfrutar mi estadía en este mundo- ahora no era más que solo un humano, común y corriente como cualquier otro. Lo único que lo separaba de la muerte en esos momentos era la fuerza física que había obtenido a través de los años.
Internamente le agradecía a Marin por todo el entrenamiento que le inculco desde temprana edad, si no fuese por ella… en estos momentos no sería más que solo un montón de carne molida, sin embargo… en lo personal, ser aplastado por todas esas enormes rocas no le importaba, Seiya había recibido mayor daño en sus peleas pasadas teniendo la seguridad que aún sin cosmos, el daño que recibiría podría soportarlo pero…
¿Qué hay de la niña bajo suyo? ¿Podría resistir ser aplastada por más de 100 toneladas? Quizás por su condición de espíritu lograría sobrevivir, pero… realmente no era algo que Seiya quisiese averiguar; al menos no con la pequeña debajo de él –lo lamento Reine, pero hoy cenaras sola- con risillas lamentables hacia sí mismo en un intento patético de confortarse, Seiya no tuvo mejor idea que arriesgarse.
Tomando todo el oxígeno posible para sus pulmones, este logro incrementar su masa muscular por breves momentos obteniendo la fuerza suficiente para levantar el peso en su espalda que poco a poco se iba incrementando con los escombros que iban cayendo; al mismo tiempo, Yoshino iba despertando poco a poco siendo aquel liquido escarlata lo primero que sus ojos visualizasen.
Como toda niña, la conmoción fue más grande de lo que se esperaba; puede que Yoshino fuese un espíritu como tal y que quizás haya visto cosas que los demás niños no pudieron pero… frente a ella, aquel hombre apretando los dientes parecía un auténtico demonio salido del mismísimo averno. Quiso escapar, alejarse lo más rápido de ese sujeto bañado en sangre, sin embargo, sus piernas no le respondían, la faceta de miedo se había apoderado del rostro de la peli azul; simplemente… estaba en shock, y estando a punto de perder el control de sus poderes, fueron unas simples palabras las que de alguna manera evitaron que toda la ciudad se sumergiera en una nueva era de hielo.
-¿te encuentras bien?- casi como un susurro, Yoshino juraría haber escuchado unos pequeños susurros por parte de ese hombre encima suyo -no te preocupes, todo estará bien- a pesar de su aspecto, la pequeña espíritu juraría estar viéndolo sonreír de una manera que le transmitió un sentimiento nuevo… esperanza. El pequeño resplandor que siempre aprecio y observo desde la lejanía, brillaba con más y más fulgor desde lo más profundo de ese hombre -¿puedes ver aquella luz al final del pasillo? Si caminas hacia allá… podrás salir de este lugar- dedicándole una sonrisa reconfortante; Seiya espero darle suficiente confianza como para que Yoshino pueda moverse con todo ese miedo que cargaba… funciono.
Yoshino empezó a arrastrarse a paso lento pero firme para confort de Seiya quien solo formo una mueca de victoria por conseguir lo que quería; aunque claro, eso no evito que el edificio siguiese siendo bombardeado y con ello… el aumento de la carga del castaño quien empezaba a sentir como sus fuerzas iban mermando poco a poco –me pregunto… si el Inframundo de esta Dimensión será igual al que conozco- morir aplastado no le parecía una mala manera de irse; sin su cosmos y su armadura sus posibilidades de sobrevivir se reducían drastiicamente, sumándole el hecho de que su cuerpo no se encontraba en las mejores condiciones entonces… visitar las puertas de San Pedro estaba a la vuelta de la esquina.
No soportando más el peso sobre sus hombros, este cayo de rodillas apretando los dientes con fuerza intentando aguantar un segundo más, solo hasta que esa niña se alejase lo suficiente de ese lugar, pero… esa idea se fue al tacho justo en el momento en Que Seiya sintió un calor reconfortante al tocar sus mejillas. Al levantar levemente la mirada, este pudo dar con la imagen de esa pequeña mocosa asustada, aferrada a él con todas sus fuerzas mientras su rostro solo expresaba miedo y pavor pero con una pisca de valentia la cual le habia dado la fuerza para volver atras -¿Qué diablos se supone que haces?- adoptando una actitud más seria y estricta; Seiya no tuvo reparos en reclamarle sobre lo absurdo e imprudente que había sido el dar media vuelta para volver a una tumba segura aunque…
Esa cría no le prestó atención en lo más mínimo, ni siquiera lo miro a los ojos pese a que Seiya le dirigió una mirada de completo enojo –te ayudare- fueron las simples palabras temblorosas que salieron de los labios de Yoshino quien hacia todo lo posible. para jalar al castaño consigo a la salida; tal acto solo desconcertó a Seiya… y pensar… que una simple mocosa a la que apenas si había conocido hace unos minutos… se estuviese jugando el cuello por él.
Tal acto desinteresado solo provoca una risilla en este. Aquí o en su mundo… ese tipo de nobleza existían por igual –eres… el espíritu más débil con la que me he topado...- mientras extendía la palma de su mano hacia el vientre de la joven, Seiya le regalo una sonrisa burlesca al mismo tiempo en que le guiñaba el ojo -…sin embargo… sin duda, eres la más valiente de todas pequeña- con solo decir eso, las pupilas de Yoshino se abrieron lo suficiente como si esas palabras golpearan fuerte en su ser.
Aunque ese gesto embobado de Yoshino desapareció al sentir como una onda de viento golpeo en su estómago con la suficiente potencia para mandarla hacia atrás sacándola del edificio en el proceso –que mal… se olvidó de recogerte- mirando a un costado suyo, Seiya dio con aquella pequeña marioneta en forma de conejo la cual asumio que Yoshino dejo caer por accidente por todo el ajetreo –niñas…- seguidamente… todo se derrumbó.
Desde a fuera, todos los miembros de las AST siguieron disparando hasta que su comandante levantó el brazo en señal del cese al fuego –revisen el perímetro, si encuentran el cadáver… remátenlo- con las órdenes ya dadas; Origami y el resto empezaron a desplazarse por el lugar en busca de los restos de su objetivo, aunque… algunos todavía dudaban si en verdad había algo que encontrar.
Sin embargo, dicen que si buscas y encuentras algo muy valioso por casualidad… nunca debes gritar para no llamar la atención de los demás, bueno; Origami lo encontró, y dependía de ella el de conservarlo o… asesinarlo. Cualquiera que elija para mal o para bien, sin duda alguna habría de cambiar el rumbo de su historia.
Fin del capítulo
OMAKE
"En alguna calle de la ciudad lluviosa/noche"
O. Tamae: Fue muy amable de tu parte el acompañarme a hacer las compras; la verdad, agradezco el haberte encontrado cuando más te necesitaba
Seiya: *sosteniendo el paraguas y las bolsas* fue muy irresponsable de tu parte salir tu sola a tan altas horas de la noche; Peor aún, caminar sola por estos callejones en plena lluvia… pudo haberte pasado algo.
O. Tamae: *cabizbaja* A diario… muchas personas mueren debido a los terremotos espaciales; y muchos otros desaparecen en los escombros así que, el que yo muera no creo que le afecte a nadie
Seiya: …hueles a Alcohol.
O. Tamae: *Tambaleándose con las mejillas rojas* Dime ¿Qué hay de malo en la muerte?
Seiya: …
O. Tamae: ¿A que le tenemos tanto miedo? ¿Por qué no tratar la muerte con cierta humanidad, dignidad y decencia? y me perdonaras, pero… hasta con humor ¿Sabes porque la muerte es tan hermosa?
Seiya: …
O. Tamae: *sonrisa inocente* Porque nadie nunca ha vuelto de ella.
Seiya: Supongo, que esa es una buena manera de verlo, aunque para mi… la muerte no es más que solo un trago amargo el cual debemos digerir.
O. Tamae: Es lo mismo con el amor
Seiya: ¿?
O. Tamae: Tu expresión delata que perdiste a alguien que amaste y tu corazón se rompió en mil pedazos.
Seiya: *risa melancolica* ¿tan evidente soy?
O. Tamae: Por suerte para ti, tienes una buena y una mala noticia
Seiya: Y según tu ¿Cuáles serían esas noticias?
O. Tamae: La mala noticia, es que nunca superaras la pérdida del ser amado pero la buena… es que vivirá por siempre en la huella que dejo en tu corazón. No se supera la pérdida del ser amado, solo se aprende a vivir con ello… llorarle es honrar porque es la manera natural en que el amor rinde tributo a lo que extraña *lo toma de la mano* El duelo es el precio que se paga por amar y aun asi; No quisiera amar ni un poco menos porque el dolor del duelo no se compararía con la dicha, de haberte tenido en mi vida.
Seiya: *levantando la mirada hacia el cielo* No me imagino; lo que tuviste que pasar para llegar a tal reflexión, tus palabras… no las dijiste solo por decir.
O. Tamae: Cuando pierdes a tus padres, cuando te toca madurar desde temprana edad, en el momento en el que pierdes tu infancia… una aprende de todo un poco, te sorprendería las muchas ocasiones en las que quise rendirme, tirar la toalla y simplemente… cerrar los ojos.
Seiya: Lo lamento, pero en eso discrepo contigo
O. Tamae: ¿?
Seiya: Se necesita tristeza para entender la felicidad, caos para apreciar la paz y ausencia… para valorar la presencia. Esa es la belleza de la vida, lo bueno no puede existir sin lo malo, sé que tus dificultades pueden parecer abrumadoras en este momento; pero te prometo, que te han estado preparando para la grandeza que esta por venir; los mejores días de tu vida… aún están por llegar.
O. Tamae: *apegándose a su lado* en ese caso, espero que me acompañes cuando eso suceda
Seiya: *riendo por lo bajo* dices cosas muy interesantes cuando te pones así
O. Tamae: Es que estoy ebria *lo vomita*
AVANCES DEL SIGUIENTE CAPÍTULO
K. Ryouko: *con venas de enojo en la frente* ¡¿Cómo es posible que tenga 39 años ese tipo?! ¿Si no es un espíritu como explica su rostro de adolescente? Dios yo también soy tu hija *seria* aun así defenderemos a los inocentes cueste lo que cueste; no me importa si con ello tenga que mancharme las manos ¡¿Qué?! ¿Qué es ese brillo dorado en el cielo? Parece una flecha de oro surcando el firmamento… ¿siempre fue así de apuesto? ¡Arde al máximo tu cosmos, caballero dorado! "La sombra de un amargo pasado, el último adiós a un amigo" y tú ¿has sentido el poder del cosmos?
Seiya: ¿En serio crees que soy apuesto?
K. Ryouko: *se sonroja* ¡que no se te suba a la cabeza! el hecho de que este bueno no significa que te dejare de cazar.
Seiya: Te das cuenta que siempre me veo así ¿cierto? *le muestra su foto de carnet*
K. Ryouko: Si, pero tampoco tienes que presumir… oye que haces.
Seiya: *arrodillado* Gracias Diosito
