DUAL EMI 1
CAMINATA. CALLE. PENSANDO. MONEDA. CARA. CRUZ. ROJO. NEGRO.
Tenia alguna que otra duda acerca de que si ella podría llegar a ayudarme con todas las rarezas que podríamos encontrar y encima, anoche, no pude pegar un solo ojo debido a que si algo le pasara yo nunca podría llegar a perdonármelo. Entre tantas cosas que podrían llegar a pasarme o pasarle a ella, tenia que pensar en alguna que otra forma, para hacer que ella no se viera afectada por ellos.
En si lo único que quiero es cuidarla.
Lanzando la moneda hacia el aire y atrapándola siempre sale cara, y no se si sea suerte o no, pero algo me dice que debería de decirle en la cara a ella todo lo que le podría llegar a pasar y mas con esa serpiente que tenia y yo transformándome en esos monstruos para ayudarla.
GOLPE. DOLOR. SUELO. INCONCIENTE. ROJO. NEGRO.
El dolor fue tanto que no se que me paso hasta que veo que hay una chica corriendo desesperadamente con bolsas en sus manos. Me levanto con dificultad pero, al darme cuenta, no tenia la moneda y no la había atrapado en ese momento.
No puede ser; dije casi sintiendo que ella me la había robado
Por un lado, casi en un segundo, sentí la liberación de no tener que cargar con una moneda y poder ser libre porque creía que podría llegar a liberarme del hombre lobo y del vampiro pero por el otro, rápidamente en un parpadeo, mi cuerpo comenzó a sentirse realmente extraño y en mi mente, dejando de un lado los pensamientos y todo, estaba empezando a desear tener esa moneda rápidamente. Me levante del suelo y comenze a correr hacia el lugar en el que ella se había ido, casi sin pensarlo dos veces, cada parte de mi cuerpo estaba deseando perseguirla para recuperar mi moneda y asi poder estar tranquilo, supongo, aunque es casi como una sensación de vacio y tan solo ella puede llegar a llenarla.
No corras!... Devuelveme mi moneda!; grite al mirarla como se alejaba de mi
Calle tras calle, casa tras casa, correr tras correr era casi imposible alcanzarla hasta que, en un impulso de mis piernas por alcanzarla, fue que empeze a tomar mas velocidad y me tire sobre ella haciendo que rodaramos como pelotas hasta detenernos.
La mire a los ojos, era una chica de no mas de mi edad, cabello corto negro que me recordaba a Saiki pero sus labios estaban estaban para que la besara sin pensarlo dos veces hasta su pecho tocando el mio y con sus piernas abiertas de par en par, estábamos a punto de tener un encuentro sexual en un momento tan fugaz hasta que parpadeo y se levanto rápidamente.
Porfavor… Devuelveme mi moneda; se lo pedi amablemente porque no sabia de que otra forma pedírselo, aparte de todo, aun estaba viéndola tan bella y hermosa que me era imposible no tratarla con dulzura y amor
Toma; me la entrego sin pensarlo dos veces al sacarla de su bolsillo
Porque se la entregaste? Te hubieras ido; una voz comenze a escuchar y ella miro hacia el otro lado
Ahora lárgate… Vamos sigue corriendo; otra voz pero mas grave escuche y ella comenzó a alejarse de mi dejándome con una sensación de que algo estaba pasándola a ella
Y al darme vuelta para verla vi que había dos sombras que la estaban siguiendo mientras corria sin parar. Algo realmente estaba pasándole a ella.
OLOR. PUTREFACCION. SANGRE. ROJO. VAMPIRO. ROJO. ROJO.
Ese olor a sangre era indescriptible y solo podía llegar a presuponer que ella había vuelto a cazar humanos y, como el olor es tan fuerte en estos momentos, estaba bastante cerca asi que decidi seguirlo para que me lleve adonde esta y poder aclarar un par de cosas.
Hacia ya un buen tiempo que había dejado de pensar en Eri, claro que aun había una vampira por la ciudad, pero ella estaba aquí y hasta quizás estaba aun mas hambrienta que las anteriores veces, aun recuerdo muy bien cuando me trasformo en un vampiro, pedia una cura y me dio una maldición.
El parque estaba igual de siempre pero las sangres y los cuerpos amontonados era lo nuevo que había en el lugar y la casa estaba totalmente limpia por fuera haciendo pensar que todo el lugar era una tumba al aire libre con millones de cuerpos abiertos de par en par y con marcas de mordidas en los brazos, piernas y en algunos cuellos que podía llegar a levantar a medias sin que la cabeza se desprendiese por completo.
ROJO.
Comenze a entrar en la casa y el olor era mas fuerte aquí.
Eri? Que es lo que te pasa?!; dije pero había una mujer adulta con un vestido todo rojo sobre la cocina con un cabello tan rubio que parecía un amanecer hermoso y sostenia, en una de sus manos, un brazo cortado
Que?... Amor!... Volviste!; se me abalanzo hacia mi dándose un beso tan amoroso y tierno que sabia a sangre
Me hice a un lado apartándola de mi mientras escupia la sangre que había entrado en mi boca.
Quien rayor eres tu?... Donde esta Eri?... Porque soy tu amor?; le dije limpiándome con la manga toda mi boca
Oh amor mio… No me recuerdas ya?... Soy yo… Eri; dijo sonriéndome mostrándome los dientes ensangrentados y con la mirada deseando mas sangre de la que ya tenia
Que demonios?; dije sorprendido
