My Hero Academia pertenece a Kohei Horikoshi.
El Aro pertenece al autor Kōji Suzuki.
(N/A: SABEMOS que, en el capítulo anterior, se dice que Izuku tenía la Guadaña de Teke-Teke y la lengua de Yoko, pero también le hemos dado telequinesis)
Como un fantasma encontró el amor
03: Convivencia y El Examen.
Los años pasaron lentamente, mientras que Inko, veía como la amistad entre Sadako e Izuku, permitían que su hijo volviera a florecer. Volviera a sonreír y dejara de temerle a Katsuki, mientras se permitía presumir su Kōsei en su escuela y Sadako presumía sus supuestos Kōseis, volviéndose más populares en la escuela. Gracias al Kōsei de telequinesis que Sadako le transfirió a Izuku (haciendo lo mismo con Inko y potenciando a su madre) entonces la mujer, se permitió pasar más tiempo con su hijo, mientras este, recibía instrucciones de su madre y su hermana mayor, para controlar su tercer poder (telequinesis), además, como un agradecimiento por aceptarla en su familia, Sadako expandió la telequinesis de su madre adoptiva.
Inko encontraba a Sadako tierna y bella. Era una jovencita que había sufrido demasiado a lo largo de su vida mortal y su vida como Onryō (fantasma vengativo) y nunca había podido tener a alguien que la entendiera. Pero Inko se había esforzado por llegar a comprender la vida de Sadako y la vida de Samara y ahora, Sadako se encontraba cómodamente instalada, como la hija adoptiva de Inko, sintiendo el amor de una madre y coqueteando con Izuku.
Casi cada día, Sadako entrenaba el desplazarse entre espejos, pantallas de televisores y vidrios.
Solo el ver a Izuku entrenando la lengua látigo y la guadaña; hacía que Sadako quisiera romper sus límites y seguir adelante. Inko se encontraba muy feliz de que su hijo por fin tuviera un Kōsei y que pudiera seguir sus sueños de ser un héroe.
Sadako contaba ahora, con una gran selección de vestidos informales, formales y ropa de calle, pudiendo así, deshacerse de su vestido blanco y andrajoso; aquel día sábado, ella estaba vistiendo con una camiseta blanca de manga corta, un pantalón tipo sudadera gris y un calzado deportivo.
Izuku vestía con una camiseta verde menta que decía (literalmente) "Camiseta" y un pantalón también tipo sudadera, verde oscuro y un calzado deportivo. — ¡Okasan, vamos a la playa de Dagoba y estaremos aquí a eso de las…! —Izuku miró su reloj y lo pensó mentalmente. — 11:30
—Tengan mucho cuidado, estando juntos, ambos son más fuertes —les comentó Inko con una gran seriedad —y porfavor, llámenme. —los (ahora) hermanos y (posibles futuros) novios asintieron y caminaron a paso calmado, fuera de la casa.
Por el camino, Sadako escuchaba al siempre hablador Izuku. Para ella, el sonido de su voz era relajante y siempre, la pelinegra de ojos escarlata, le pedía a su hermano adoptivo/novio, que le hablara más sobre la sociedad heroica que pululaba hoy en día. Se dio cuenta de que, si su cinta caía en las manos de alguien con un Kōsei lo suficientemente peligroso, entonces ella podría haber estado en grandes aprietos y (quizás incluso) podría haber muerto por segunda ocasión o podría ser controlada…
Sabía que existían Kōseis retorcidos y sabía que existían los criminales.
Finalmente, llegaron a la playa de Dagoba, en donde empezaron a mover la basura y a apilarla a los lados y luego la destruían. A veces, usaban la guadaña de Izuku o su lengua látigo, hasta volverlo fragmentos pequeños.
Sadako entrenaba su telequinesis y su fuerza física, destruyendo objetos en la playa; o también cargándolos con la telequinesis. Si acaso existieran pantallas o vidrios opacos o incluso cámaras, durante el examen en la U.A, entonces ella podría usarlos.
Se convirtió en una especie de costumbre para los hermanos Midoriya, el ir a la playa de Dagoba y destruir la basura que allí había, mientras fortalecían sus Kōseis, ganaban masa muscular.
Y al ganar masa muscular y dejar de temerle a Bakugō, gracias a su nueva hermana/amor platónico, Izuku aumentó también su conocimiento y sus notas se dispararon, hacía los más alto.
Estas cosas, además de demostrar sus Kōseis, hicieron que Izuku se volviera super popular entre las chicas de Orudera. Constantemente, Sadako tenía que recordarse, que ella sería una futura heroína y no estaría bien visto, que dieciocho perras… digo: Adolescentes, cayeran muertas con una expresión de horror absoluto en sus rostros.
Ganar musculo y obtener hasta tres Kōseis en una única noche, le permitieron a Izuku, ser más extrovertido, más amigable y ganarse algunas nuevas amistades, ante las cuales, Bakugō se encontró impotente, por la fama, los varios Kōseis y nuevo físico ahora ganado y demostrado por el peliverde. Quien seguramente, ahora sí que, en verdad, iría a la U.A y él no lo podría evitar de ninguna forma.
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Algunos años después…
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— ¡Saben lo que significa estar en tercer año! —decía el profesor — ¡Es ahora cuando deben de pensar en su futuro, ahora les pasaré sus documentos de aspiraciones para el futuro! —el silencio se hizo en la habitación y el profesor arrojó al aire los papeles —Pero hey, todos ustedes quieren ser héroes, ¿verdad? —y empezaron a usar sus Kōseis —Bueno, bueno. Todos son excelentes en sus Kōseis, ¿verdad? Saben que no deben de usarlos en este salón de clases, así que esperen, hasta poder ingresar a Shinketsu, Ketsubutsu, Seiai o a la U.A Espero que den lo mejor de ustedes, porque este mismo fin de semana, es cuando se presentarán allí.
Todos se marcharon a casa, con los sueños por los cielos.
Nadie pudo dormir. Ese mismo fin de semana, lo darían todo, para ingresar a aquellas Academias de Héroes.
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—La U.A el Departamento de Héroes. Es la Academia más difícil de ingresar, pues menos del 1% de entre 300 de los examinados, lo consiguen. —le contaba Izuku a Sadako, cuando estaban ambos, ante las puertas de la prestigiosa Academia —All Might, Endeavor, Best Jeanist. Si quieres llegar a las grandes ligas, es a la U.A a donde tienes que ir.
Sadako le enseñó una sonrisa a su hermano de cabello verde, pasó su mano por el hombro e ingresaron en el edificio principal, siguiendo las señalizaciones y a los alumnos.
— ¡SEAN TODOS USTEDES, BIENVENIDOS A MI SHOW! —Dijo el héroe Present Mic — ¡TODOS DIGAN YEAAAAAAAAHHHH!
— "Si no lo conociera bien" —Habló Izuku, al oído de Sadako — "diría que es un animador de último minuto, porque el último sufrió un muy fatal accidente" —La pelinegra se tapó la boca, mientras se reía de la broma.
—Existen 7 ciudades falsas en las cuales ustedes deberán de correr, mientras buscan nuestros Robots, repartidos por toda la ciudad. —les informó Present Mic a los examinados —Los robots tienen números pintados en ellos, del 1 al 3. Utilicen sus Kōseis, para destruir a estos robots. Si atacan a otros alumnos, entonces serán descalificados.
— ¡Disculpe! —Alguien se levantó de entre el público — ¿Puedo hacer una pregunta?
—Adelante, participante 872.
Y un foco iluminó a la persona en cuestión. —En el folleto se leen cuatro tipos de villanos. Si es un error de impresión, entonces es vergonzoso para la U.A y es algo que debe de ser corregido de inmediato —dijo el chico quien llevaba un traje de saco y corbata, era demasiado serio — ¡Y ustedes, el chico de cabello verde despelucado y la del cabello negro liso! Han estado hablando a lo…
—Disculpa que te detenga allí, Teinei-San (Sr. Educado) —le interrumpió inmediatamente Sadako, con un tono de voz, que causó algo de escalofríos en varios de ellos. Uno de sus poderes sobrenaturales: Causar respeto… o terror, según su deseo —Si estamos molestando a alguien, con nuestra charla, entonces esperamos que sean las personas a nuestros lados o delante nuestro, quienes nos pidan callarnos. No alguien que está a diez asientos por delante nuestro y quien, aparentemente, no ha tenido problemas en escucharnos. No hay nadie a mi izquierda o a mi derecha, mirándome con el ceño fruncido, por estar cuchicheando, excepto tú.
El chico sufrió un escalofrío y volvió a sentarse. Present Mic habló. —El cuarto villano, es muy especial y se trata del Robot Punto Cero, del cual ustedes, tienen que escapar. No hay puntuación alguna, por destruirlo. Y recuerden las palabras de Napoleón Bonaparte: "Un Héroe nunca se deja vencer por la vida" y ahora, vayan a sus lugares de prueba.
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Una vez en el lugar del Examen, Izuku suspiró, algo molesto por el hecho de que no estaba junto a Sadako, sino que ella estaba en otro. —Todos se ven muy calmados ¿Están realmente tan bien, con todo esto? —las puertas se abrieron y todos comenzaron a correr al interior. Izuku usó su telequinesis, para elevarse a sí mismo y luego usó su lengua, para aferrarse a las farolas —Esto es gigantesco, es una ciudad entera ¿Pero cómo puede la U.A costear esto? —Dos robots aparecieron abajo e Izuku se lanzó en picada, mientras alargaba aun más su lengua y lanzaba un corte vertical, cortándolos por la mitad y destruyéndolos de inmediato.
«¡Destruir!»
Izuku volvió a alargar su lengua y atravesarle la cabeza, haciéndolo explotar a él yal que estaba detrás. —8 puntos. —corrió por un callejón y encontró a cinco robots reunidos, hizo que dos de ellos se estrellaran entre sí, levantó a uno y otro se le vino encima, así que lo arrojó contra ese y al último, lo cortó por la mitad con su guadaña —10 más… 18 en total. —Izuku volvió a correr, usó la telequinesis, levantó a un robot punto 3 y lo mandó contra otros robots en el lugar, yendo a revisar la explosión que provocó —Entonces aquí tengo… 20… 23… 24… 26… 28… 33… 35
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En otro campo de batalla, Sadako manipulaba el aire mismo que la rodeaba y hacía surgir el agua contenida en el aire, haciendo parecer que tenía un Kōsei de Hidroquinesis…
Lo cual no estaba muy equivocado.
Los robots eran tremendamente resistentes y ella requería de toda su concentración, empujándolos con la fuerza, hasta de seis mangueras de incendios, para mandarlos a volar. Salía de sus lentes y luego les arrancaba la cabeza con su gran fuerza física, para mandar a volar las cabezas contra otros robots o arrancaba los "escudos" y los arrojaba contra aun más robots a su alrededor. —58… ¿59 o era 62? —se preguntó la adolescente —Rayos, creo que perdí la cuenta.
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En la zona de Izuku, todo comenzó a temblar y un robot gigante apareció, derribando parte de algunos edificios.
Era el Punto Cero, que comenzó a avanzar. Todos comenzaron a correr, mientras gritaban aterrados, que la U.A estaba demente. Qué en que estaban pensando, como para tener algo así, en la Academia.
Cuando todos comenzaban a escapar, Izuku fue el único que escuchó un grito de dolor: Había una chica de cabello castaño, atrapada bajo los escombros. Izuku se acercó a la chica y comenzó a usar su telequinesis para quitar los escombros, ella usó también su telequinesis… No.
Su Gravedad Cero.
Pero el Robot Cero Puntos estaba demasiado cerca e iba a aplastarlos. Izuku entonces, incluso con el dolor de cabeza que provocaba la telequinesis, trajo nuevamente la Guadaña, mientras se sentía cansado y sus ojos comenzaban a ver borroso y flotó a toda velocidad contra el robot. — ¡DANTESUKU RIMBO NO SHINIGAMI NO HENGOKU! (LIMBO DANTESCO DE LA PARCA ESCARLATA) —Los maestros de la U.A, tenían grandes sonrisas, cuando notaron que Midoriya Izuku, se lanzó a salvar la vida de Uraraka Ochako, cortando al robot y haciéndolo explotar.
«¡EL EXAMEN HA TERMINADO!»
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Izuku y Sadako volvieron a casa, estaban sudados, apestados.
Primero se bañó ella y luego él, ambos contaron casi la misma historia a su madre: Hicieron un sencillo examen escrito y luego, tuvieron que combatir contra un montón de robots, para acumular puntos y así poder ingresar a la U.A, pero todavía no sabían el resultado.
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Pasó una semana y llegaron dos sobres, uno para cada uno de los hermanos Midoriya.
Uno era de All Might (Izuku) y el otro de Midnight (Sadako), les informaron que llegaron al Departamento de Héroes de la U.A
Ante tal noticia, Inko lanzó un grito de felicidad y orgullo por sus hijos, ella encontró los papeles que sus hijos debían de rellenar, con un bosquejo de sus trajes de héroes. Debian de hacer un reporte con las especificaciones de sus Kōseis y sus cuerpos. Era completamente comprensible y aceptable, el que los alumnos detallaran sus especificaciones sobre como querían sus trajes de héroes y una compañía afiliada a la U.A toma la información y crearía los trajes ideales.
Inko auxilió a sus hijos, recomendándoles una cosa u otra. Ninguno de los dos (especialmente Izuku) se había percatado de cuan buena y detallista era Inko al dibujar. Pero hizo bosquejos, dignos de un manga de Murata.
Los hermanos se miraron y grandes sonrisas, aparecieron en sus rostros, sus ojos brillaban y estaban más que preparados, para ingresar a la U.A y convertirse en Héroes Profesionales.