Ranma ½ no me pertenece. Todos los derechos son propiedad de su autora, la gran Mangaka Rumiko Takahashi. Es un escrito sin fines de lucro.

Esta historia participa en la dinámica #RanKaneWeek2024 titulada: #Por_amor_al_fandom de la página #MFFIYR .

*Es una AU (Universo Alterno) donde los personajes pueden tener comportamientos distintos a la historia original de Ranma.

ENTRE COMPROMISOS Y RAZONES

Capítulo 3

Día 3: #AsíComoEnSueños

Por supuesto que el viaje de Akane a la Prefectura de Kochi, no sería tan fácil como parecía.

El primer obstáculo, fue su "prometido". La Señora Saotome le hizo prometer que no le contaría a nadie, ni siquiera a Ryu, sobre su mensaje a Ranma.

Así que ahí estaba frente a él, discutiendo de nuevo por no hacer lo que él le ordenaba. Ryu era bastante anticuado en muchos aspectos. Consideraba que, después de casarse, Akane no debería seguir dando clases en el Dojo de su familia. Puesto que ya casi se consideraba el "dueño" de ambos Dojos, El Saotome y El Tendo, le dejó claro que se haría cargo y solamente él tomaría todas las decisiones.

Odiaba que él fuera tan estrecho de mente, tan irracional.

Que en todo momento deseara controlarla, decidir por ella sobre su trabajo, sus amigos, ¡incluso sobre su familia!

Ahora mismo la discusión era porque Ryu no estaba de acuerdo con el mes entero que Akane pasaría en la Prefectura de Kochi visitando a su hermana Kasumi.

– ¡No puedo permitir que te marches por un mes! ¿Por qué necesitas irte tanto tiempo? – Ryu estaba fuera de sí. En su pequeña cabeza no concebía el hecho de que su prometida no lo obedeciera sin rechistar, como siempre ocurría con el resto de la gente de la ciudad.

Akane intentaba no perder la paciencia, pero Ryu era bastante caprichoso en cuanto a sus propios deseos.

– Comprende, por favor. Voy a estar con mi hermana hasta que nazca el bebé. Ella me necesita…

– ¡Necesita a un médico! – La interrumpió Ryu – ¿Para que te va a necesitar a ti? Lo que pasa es que quieres ir a perder el tiempo. ¿Por qué no estás avanzando con nuestros planes para la boda?

Akane lo miró fijamente antes de contestar – Te he repetido hasta el cansancio que aún no tengo deseos de casarme. ¡Tengo planes para el Dojo! Mi trabajo ahí es importante.

– ¡Nada de planes! Ya te informé lo que se hará con el Dojo de tu familia. Lo mejor es cerrarlo. El Dojo Saotome es más que suficiente para albergar a todos los estudiantes. Es inutil que le inviertas tiempo y esfuerzo a ese asunto.

Akane se apretó el puente de la nariz, totalmente exasperada. Respiró hondo y de nuevo lo miró. – No retomaremos la misma discusión. Me voy con mi hermana éste fin de semana. No te estoy pidiendo permiso. Es mi familia y tú no tienes derecho a decidir cuando la veo o no. Punto.

Akane se dió la vuelta dejando a Ryu totalmente furioso.

Este compromiso obligado la tenía harta. Había llegado el momento de tomar decisiones para su propia vida. Y el viaje en tren de Nerima a Kochi era perfecto para alejarse de todo y reflexionar sobre lo que realmente deseaba hacer. Vivir su vida como anhelaba, así como en sus sueños. Hacerse cargo del Dojo sin necesidad de una fusión y poder impartir los conocimientos que adquirió con el paso del tiempo.

Después de 8 horas de viaje, Akane descendió del tren que la trasladó desde Nerima hasta la Prefectura de Kochi donde residía su hermana desde que se había casado con el Doctor Tofu Ono.

El Doctor Tofu fué médico familiar en la ciudad de Nerima. Siendo una persona sumamente gentil y solidaria con cada habitante, logró la confianza, respeto y simpatía de todos.

Y cuando se le propuso a su hermana Kasumi, su padre no dudó en aceptar el compromiso.

Con lo que no contaban, es que el médico tuvo que volver a su ciudad natal, Kochi, para hacerse cargo de la Clínica de su familia al fallecer su padre.

Su madre viuda acudió a confirmar el compromiso con la Familia Tendo y después de un tiempo, su hermana y el Doctor Tofu contrajeron nupcias y se marcharon a vivir a Kochi.

Ahora, después de un año estaban esperando a su primer bebé y Akane estaba muy emocionada con la posibilidad de volverse tía. Deseaba mucho poder amar y consentir a su futuro sobrino. Además le alegraba que su hermana si pudiera casarse por amor y no por "negocios" como ella.

Meditó sobre su propia vida, lo que parecía ser un camino ya trazado al lado de un hombre al que no amaba y quien no tenía respeto por sus deseos, tenía temor de no poder soportarlo.

Era una hija obediente de las tradiciones familiares y una de ellas era respetar lo que su padre decidiera. Así que se encontraba llena de dudas. Confiaba en que éste viaje le ayudaría, después de todo, su hermana siempre fué su mejor consejera.

– ¡Akane!¡Por aquí! – su querido cuñado le estaba gritando desde su auto. – ¡Bienvenida!.

Akane lo saludó agitando su mano y se acercó a él, arrastrando sus maletas en el proceso.

Su cuñado bajó del auto y de inmediato acudió a ayudarla. –Dame tus maletas, por favor, para subirlas al coche. – Después de darse un gran abrazo, ambos se acomodaron para partir –Tu hermana está feliz de que pases un tiempo con nosotros. Ambos te echamos mucho de menos.

Akane le sonrió. –Yo también los eché mucho de menos. La casa y la ciudad no es lo mismo sin ustedes. Y cuando nuestros vecinos se enteraron que vendría a visitarlos, comenzaron a llevar pequeños obsequios para ambos. Es por eso que traigo 2 maletas conmigo, una es mi ropa y la otra son detallitos para ustedes.

– ¡Ahora lo entiendo! – el doctor Tofu sonrió con tanto gusto que Akane sintió nostalgia por todo el tiempo que no había podido verlos.

Al no tener hermanos varones y ante la poca cercanía que mantenía con su padre, el Doctor se había convertido en su mejor amigo y confidente, a la par de su hermana Kasumi. Sin ellos presentes en su vida, se había sentido completamente sola.

Llegaron en cuestión de minutos a la casa del Doctor. Una gran casa de estilo occidental donde la familia de su cuñado había empezado su pequeña clínica y con el paso del tiempo, habían podido comprar el terreno contiguo para mudar y ampliar la clínica para convertirla en un pequeño hospital. La madre de Doctor, Kin Ono, seguía viviendo con ellos, pero al ser una persona mayor, ya casi no salía de la casa.

A pesar de ésto, la madre del Doctor era una persona muy activa y ayudaba a Kasumi a mantener el orden de la casa y preparar los alimentos de cada día.

Sobre todo con la cercanía del alumbramiento de Kasumi.

Por eso la ayuda de Akane era más que bienvenida. La madre del Doctor podría seguir encargándose de las cuestiones de la casa mientras Akane se haría cargo de ayudar a su hermana con su bebé.

Kasumi salió a recibirlos, con una gran sonrisa, aunque se le notaba cansada. Estaba ya en la última etapa de su embarazo, en la que ya se complicaba mucho poder dormir. Aún así, su hermana mantenía su dulce sonrisa.

Akane la abrazó con cuidado de no aplastar su abultado vientre, conteniendo el deseo de correr hacia ella y apretarla con todas sus fuerzas. Habría sido hilarante que con su abrazo, el bebé saliera como un pequeño tapón, haciendo ¡pup!...

¡Vaya cosas que se le ocurrían!

Entraron a la casa charlando muy animadas y en el comedor ya las esperaba la madre del doctor y sonriendo, les pidió que se sentaran a comer.

Después de tantas horas de viaje, Akane se encontraba sumamente hambrienta y todos los platos sobre la mesa desprendían deliciosos aromas.

Y entre charlas para ponerse al corriente sobre los últimos acontecimientos sucedidos en Nerima, transcurrió el tiempo. Hasta que, ya entrada la noche, decidieron irse a dormir para que Akane descansara del largo viaje y Kasumi reposara con sus pies en alto.

El matrimonio Ono se encontraba ya en su recámara, conversando.

– Cariño, ¿No crees que sería prudente contarle a Akane, sobre Ranma y como fue asistente de tu padre? – Kasumi estaba descansando su espalda; recostada entre almohadones, mientras su esposo le proporcionaba un suave masaje en sus hinchados pies.

Tofu consideró un poco su respuesta mientras se detenía. –¿Será necesario? – Al decir esto, reanudó el masaje a los pies de su esposa.

– ¡Claro que lo es! Akane estará muy confundida cuando se dé cuenta que mantenemos mucha cercanía con Ranma.

– Tal vez tengas razón. Le contaré a Akane como es que Ranma terminó viviendo aquí en Kochi.

Akane, fiel a sus hábitos, se levantó temprano para ir a correr. No avisó a nadie en la casa porque supuso que aún estarían durmiendo.

Probaría a trotar un poco alrededor de la casa de sus anfitriones. Aún no conocía el lugar y no deseaba meterse en algún problema por correr donde no debía. En el transcurso de los días podría informarse con su cuñado sobre los mejores lugares para hacer ejercicio.

Realizó unos pequeños estiramientos para calentar articulaciones y empezó con un trote suave. Amaba sentir el frescor matutino mientras corría, así su mente se dejaba llevar y reflexionaba sobre aspectos de su vida y a donde deseaba dirigirla.

En esas estaba cuando chocó con un pecho musculoso que casi logra derribarla en el impacto.

–¡Disculpeme, por favor! No estaba poniendo atención por donde corría. – Akane hizo una reverencia a modo de disculpa y al levantar la vista, sus ojos se ensancharon de la sorpresa.

Sus ojos no daban crédito de lo que veían.

– ¿Ranma?...¿Ranma Saotome?

—-

Hola, mis niños!

Aquí les tengo el capítulo 3 de mi Fanfic.

Realmente deseo que les esté gustando.

Como les comenté, es una historia sencilla sin más pretensiones que entretenerlos un poquito.

Infinitas gracias a quienes se están dando un tiempo para leer,le han dado seguir y marcaron como favorita mi historia…de verdad, muchas gracias!

No los nombro uno por uno porque no deseo que nadie me quede fuera, como habrán podido darse cuenta,FF a tenido muchas fallas y no está mostrando los fanfics o los review.

Gracias a MFFIYR por la invitación para participar.

Gracias a mis Locas Por El Dios Griego que siempre están ahí para mí.

A mi Maya Shapiro.

A mis asesores hermosos Raúl y Jime.

Y saludos especiales para un pequeño seguidor,que empieza su camino en la lectura.

Con cariño:

Juany Nodoka.