VOLVIENDO A ELLA
Esta historia está completamente narrada desde el punto de vista de Ranma. Intenté mantener los personajes lo más fieles a los originales, pero ya son adultos y con vivencias bastante importantes por lo que sus personalidades no van a ser fieles al 100%.
Hay escenas para adultos, por lo que si no es el tipo de lectura que te gusta te recomiendo que no leas la historia.
Sin más, espero la disfrutes.
Capítulo 1
Desde que llegué a Nerima me invade un sentimiento de nostalgia. Es extraño, porque no recuerdo nada de sus calles, nada me parece familiar, pero el cuerpo es como si reconociera el camino. Mis pies me llevan hacia un camino como aprendido por la rutina. A pesar de que mi padre, me dio las instrucciones de cómo llegar, mis pies no parecen necesitarlas ya que se mueven por si solos.
Llego a la puerta de una casa tradicional, donde al costado del portón hay un cartel de madera el cual parece no haber cambiado durante años. La tinta de sus letras está ya casi tan clara que si no fuera consciente de lo que tiene escrito habría pasado como un simple trozo de madera en una pared. En el mismo se lee Dojo Tendo. Un apellido que hace años vengo escuchando en sueños y hace que mi corazón se acelere. La ansiedad de atravesar las puertas hace que me suden las manos a pesar de no hacer calor. Dudo en tocar a la puerta. ¿Qué le voy a decir? ¿Tengo siquiera derecho a haber venido? En este momento siento que fue un impulso puramente egoísta sin pensar en las consecuencias. Mi personalidad al parecer sigue siendo la misma que en mi adolescencia, no he cambiado. Una parte de mí quiere abrir esa puerta y terminar mi pesadilla y otra me pide a gritos que me vaya de aquí por donde vine. Volver quizás no haya sido lo correcto. ¿Por quién volví? ¿Por esa voz en mi cabeza? ¿Por ella…o solamente por mí? Para por fin revelar si las imágenes que se repiten mi mente son recuerdos o todo es simplemente un sueño o tal vez fruto de mi imaginación./p
p class="MsoNormal"Mi madre con la que me he reencontrado hace poco, luego de años de no saber nada de ella, me insistió en que es mi deber venir. Mi deber… en parte quizás todo se resume a eso o quizás el querer contentarla es una forma perezosa de justificar mi venida. Solo sé que ya estoy aquí y que sin hacer nada seguiré sumido en la soledad y en mi mundo de fantasía donde ella es la única que habita.
Levanto la mano para tocar y cuando estoy a centímetros de tocar me detengo.
- Venir fue un error – toda mi convicción desaparece en un instante. No tengo el derecho de querer entrar en su vida.
Doy la vuelta para volver sobre mis pasos y escucho una bolsa caer al piso cerca de donde estoy.
Escucho mi nombre de la voz de mis sueños, esa voz que me es extremadamente familiar, que anhelé escuchar hace mucho tiempo. El corazón me da un brinco y cuando me volteo la veo. Mi corazón entonces se detiene por un momento y luego retumba fuerte en mis oídos. Está más hermosa que en mis sueños. Mis labios articulan su nombre automáticamente - Akane…
Veo lágrimas formarse en sus ojos y me hace sentir culpable de su tristeza. Pero antes de poder articular cualquier otra palabra, ella agacha la cabeza y presta atención a la bolsa. Disimuladamente se frota los ojos para que parezca que no ha estado por llorar, o quizás a mí me pareció que estaba a punto de hacerlo. Algo dentro de mí desea que ella se emocione por verme. Alza las bolsas y yo me quedo helado, tardo en reaccionar a ayudarla.
Ella me sonríe, una sonrisa que se que es de cortesía. Pero en mi interior algo se remueve inquieto. Imágenes de su sonrisa que se me antoja más sincera aparecen en mi cabeza.
- ¿Qué haces aquí? Han pasado muchos años.
Me dice mientras empuja el portón para entrar. Yo me he quedado mudo, no se qué decir en esta situación. A pesar de no haber hecho nada incorrecto tengo un sentimiento de culpa demasiado grande en este momento.
Finalmente respondo por inercia - Sí, unos cuantos años.
- 7 años - Me corrige mientras va entrando a la residencia. Evita mi mirada y la veo dudar en decir lo siguiente, pero lo dice. No se si por cortesía o por real interés - ¿Quieres pasar a tomar un té?
Posiblemente lo diga para ser amable, pero he optado por mi egoísmo nuevamente - Gracias. Espero no ser una molestia.
Desecha mis palabras y abre la puerta para que pase. El lugar se ve muy cuidado. Hay un estanque al cual mi cuerpo reacciona como queriendo alejarse. El olor de la vivienda me hace sentir como si hubiese llegado a mi hogar. Me descalzo después de ella y me dice que irá a dejar las compras a la cocina y que ahora vuelve. Me invita a ponerme cómodo en la mesa. Siento como si conociera cada milímetro de este lugar y a la vez se me hace ajeno. Recorro observando algunas fotografías decorando el espacio. En ellas se la ve a Akane junto a un muchacho que parece ser un poco más grande que ella. Una sensación extraña se instala en mi pecho al verlo. Junto a ellos hay un niño pequeño. Los tres están sonriendo alegremente. ¿Estará casada y con familia? De ser así, ¿qué estoy haciendo apareciendo en su vida de esta manera? Evidentemente si hubo algo ella me ha superado y solamente soy yo quien no ha podido avanzar en todo este tiempo.
Regresa con dos tazas de té y unos dulces - Perdón que tenga que ser todo tan improvisado. Pero no esperaba visitas.
- Perdóname a mí por venir de improvisto.
- ¿Cómo has estado todos estos años?
- He estado de aquí para allá entrenando. No sé si es el momento…pero necesito contarte mi historia, mis razones por venir ahora.
La veo removerse en su lugar incómoda, pero necesito decir lo que vine a decir y liberarme de esta tortura - Hace unos 7 años me fui a un lugar llamado Jusenkyo. Creo que lo conoces.
Ella afirma confundida - Obvio que conozco Jusenkyo. Estuvimos juntos ahí cuando… entonces es cierto… - al ver mi cara de confusión me explica – Tus padres me contaron que perdiste tu memoria. ¿No recuerdas absolutamente nada de lo que viviste mientras tuviste la maldición?
- Cuando salí de la poza del hombre ahogado mi mente quedó en blanco por unos instantes, no recordaba el por qué estaba allí. El guía de Jusenkyo me explicó que fui a liberarme de una maldición. Que hasta ahora nadie había hecho lo que fui yo a hacer y que al no tener registros no sabían que podía suceder. Parece ser que perdí todos los recuerdos de todo lo que viví mientras la tuve.
Da un salto en el lugar y se cubre los labios. – Entonces… por eso estuviste desaparecido todo este tiempo. Todo lo que vivimos… ¿olvidaste todo, cierto?
- Lo siento mucho. - Comienzo a ruborizarme por lo que voy a decir. Me siento como un niño que se le declara a la chica que le gusta. – Es cierto que olvidé todo, pero… es extraño porque lo único que pude recordar siempre…
Ella no quita sus enormes hermosos ojos de mí y hace que me ruborice aún más si es posible - es a ti, Akane. Siempre aparecías en mis sueños. En un principio pensé que era simplemente eso, un sueño recurrente, pero luego comencé a rememorar situaciones estando despierto… y empecé a dudar si eran sueños o eran recuerdos. No hace mucho me reencontré con mi padre. El viejo me dijo que vivimos aquí mucho tiempo, que más que seguro son todos recuerdos y que no entendía cómo era que había lo olvidado. Por lo que me dijeron en Jusenkyo, al perder la forma maldita es como si hubiese perdido una parte de mí, y es por eso que como efecto secundario perdí la memoria.
Levanto la vista para encontrarme con sus ojos llorosos. No se si es por lástima o si realmente le duele lo que le estoy contando. Tengo la urgencia de consolarla, ya que soy débil ante su llanto.
Cuando estoy por rozar su mano escucho cómo se abre la puerta.
- Mami, ya llegué.
Me volteo a ver a un niño pequeño con su bolso de escuela. Es claramente el niño de la foto. Sus ojos y el color de su cabello son como los de Akane, es evidente que tienen parentesco. Ella lo mira con urgencia y disimula nuevamente sus lágrimas.
- Ryoma… ¿cómo te fue en la escuela? No te escuché llegar.
El niño me mira ceñudo y desconfiado - ¿Quién es?
- Hola, soy Ranma Saotome. Un viejo amigo de Akane. Mucho gusto.
El niño abre los ojos sorprendido y repite mi nombre. Luego la mira a su madre y vuelve a fruncir el ceño - Mamá, ¿te sentís bien?
- Sí, amor. Presentante ante Ranma.
- Soy Ryoma. Mucho gusto. – El niño me hace una reverencia pero no me quita los ojos de encima, parece que no le agrado.
- Hablábamos de viejos tiempos con Ranma. ¿Por qué no vas a dejar tus cosas a tu cuarto? En un rato comienzo a hacer la cena.
El niño me mira de reojo y baja la mirada, parece debatirse qué hacer.
- Quizás llegué en mal momento… - Comienzo a decir moviéndome nervioso.
Akane me sonríe nuevamente y me insta a quedarme en mi sitio - Ryoma, vamos, ve a tu cuarto.
El niño se va sin dejar de mirarme de soslayo. Se hace el silencio y ella retoma nuestra conversación.
- Perdón, no recordaba que Ryoma llegaba más temprano hoy de la escuela. Ryoma es mi hijo.
Me lo imaginaba por las fotos pero escucharlo de sus labios no se por qué me estrujó el corazón. Ella tiene una familia ahora, una en la que yo no estoy. Y acabo de decirle que tengo sueños sobre ella… me doy una bofetada mental por eso.
- Sus ojos y el color de su cabello, se parece mucho a ti.
- Sí, pero tiene mucho de la personalidad de su padre.
Se hace un silencio incómodo entre nosotros.
- Lo siento, Ranma. Por mucho tiempo pensé que solo habías decidido no volver…que ya no querías volver. Y me enojé por eso. Por mi orgullo decidí no buscarte…estaba equivocada. Cuando tus padres me contaron lo que había pasado me costó creerles al principio. Creí que solo buscaban justificarte de alguna forma.
- No te disculpes. No hiciste nada malo. Y otra vez, perdón por haber desaparecido todo este tiempo.
Ella niega con la cabeza y me regala una sonrisa que me reconforta el alma.
- Imagino que tu esposo estará por llegar… así que si quieres puedo irme.
- Actualmente no estoy casada y Shinichi, el padre de Ryoma falleció hace dos años.
-FIN DEL CAPÍTULO-
¡Hola!
Espero hayas disfrutado del capítulo. Hace mucho tiempo que no escribo nada, he tenido unos años realmente ocupados últimamente. Mi vida cambió 180 grados. Finalmente estoy viviendo en el país que cambió mi vida, el cual es Japón, estoy por cumplir un año aquí. Y para llegar me ha costado sangre, sudor y lágrimas como se dice.
Se que aún tengo una historia sin concluir, la cual no he abandonado, pero esta se me vino a la mente como un flash y necesité plasmarla de alguna manera. Por lo que he dedicado mucho de mi poco tiempo libre a redactarla para compartirla. Puedo decir que la tengo terminada, tengo escrito incluso el epílogo que es lo único que aún quiero terminar de darle forma. No será una historia demasiado larga, y el largo de los capítulos también es bastante dispar. Esta vez toco uno corto, puede que los próximos sean tan cortos como este y algunos más largos.
Mi idea es que sea una historia con los personajes ya bastante más maduros que en la historia original, porque no solamente son mayores ya sino que además han tenido distintas vivencias. Así que reitero que posiblemente en algunas cosas sean out of character. Además intenté escribirla en el Español más neutro que me fue posible, así que perdón por alguna expresión que se me haya escapado.
De ser posible subiré un capítulo por semana y cuando pueda subiré más de uno por semana. Todo depende de mi vida laboral. XD
Sin más, espero la disfrutes de igual forma que yo al escribirla.
