¡Buenas!...Aquí estoy otra vez. Subo uno más este domingo y nos re-encontramos durante la semana o la semana que viene. Veremos cómo vengo con el trabajo.
Ranma 1/2 no me pertenece. Esta historia es de una fan que decidió compartirla con otros fans.
Mini glosario:
Ranma no baka = creo que es voz populi ya, pero es la frase que suele repetir Akane y por supuesto que Ranma pero usando el nombre de ella. Es "bobo", "tonto", "idiota"...ese tipo de insulto en fin.
futon = cama estilo japonesa.
Capítulo 7
Cuando llegamos a la casa luego de encontrarnos con Ucchan y con Ryoga tenemos una cena ligera y nos quedamos viendo un capítulo de anime con Ryoma. Estamos tomados de la mano todo el episodio. Luego se va a acostar a Ryoma y me quedo solo mirando el televisor de manera distraída. Al rato regresa a mi lado y recuesta su cabeza en mi hombro exhalando sonoramente. La abrazo por el hombro y ella se acomoda mejor.
- ¿Estás cansada?
- Un poco. Pero fue un hermoso día.
Nos quedamos disfrutando de la mutua compañía mirando la televisión, aunque yo no le estoy prestando atención a nada de lo que muestra la pantalla. – Akane… quería preguntarte… - no tengo respuesta y siento su respiración tranquila. Se ha quedado dormida. La levanto en brazos y me dirijo a su habitación para depositarla en su cama. Cuando logro recostarla murmura mi nombre en sueños.
- Aquí estoy.
- No me dejes. No te vayas… - una lágrima recorre su mejilla.
- No me iré a ningún lado. Ya no te dejaré. – le contesto al oído mientras le acaricio el rostro limpiando su lágrima. Una sonrisa se forma en su rostro. Le doy un suave beso en su sien y eleva los brazos atrapándome en un abrazo que casi me quiebra el cuello. – Affame fe ahofgo. - Logro sacar mi boca de su cuello y le repito – Me estás ahogando. – Pero nada hace que afloje. Tomo sus brazos e intento separarlos de mi cuello. - Increíble fuerza de gorila. – Frunce el ceño, creo que no lo gustó nada lo que dije. Rueda sobre la cama arrastrándome con ella. Me muevo como puedo para evitar caer encima de ella con todo mi peso y siento cómo me acaba de sonar una vértebra del cuello. Me va a matar mientras duerme. No recordaba que tenía un sueño tan pesado, pero imágenes de que ya pasé una situación similar con ella vuelven a mi mente. Hago lo posible por acomodarme en el pequeño espacio que se generó cuando se giró para poder partir desde esa posición para salir y no estar en puntas de pie como ahora. Me acuesto a su lado y ella vuelve a voltearse hacia mi lado. Apoya su cabeza en mi hombro y vuelve a nombrarme en sueños – Ranma no baka.
Mejor quedarme un rato así con ella hasta que afloje el agarre y poder ir a mi futon. Paso mi brazo por debajo de su cintura para estar más cómodo y baja sus manos de mi cuello a mi pecho. – Cuando se quede tranquila me voy.
Abro mis ojos pesadamente y siento un cosquilleo en la nariz. Alejo levemente mi cabeza de sus cabellos porque me hacen cosquillas en la nariz. Mi brazo se cierne más sobre su cintura para atraerla más cerca de mí, haciendo que la distancia entre nuestros cuerpos desaparezca. Puedo sentir mi erección apretada deliciosamente a su trasero, hasta ahora uno de los sueños más vívidos que he tenido.
- ¿Ranma?
Solo un poco más, no quiero que este sueño termine.
- ¡Ranma!
La escucho más demandante. Demasiado cerca, demasiado nítido. Abro mis ojos de golpe y me está mirando de frente - ¿Qué estás haciendo aquí?
¡¿No es un sueño?!
- A-Ak-Akane, no es lo que parece.
- Vete ya.
- Perdóname… yo no quería.
- Ryoma va a entrar en cualquier momento. Vete ya.
Me paro como un resorte de la cama. Y se escuchan pasos hacia la habitación. Me voy volando hacia la puerta.
- Nooo. Por la ventana. – me dice bajito.
Miro la ventana y salgo por ella en modo automático. Me quedo afuera al costado de la misma sin mover un músculo mientras escucho cómo se abre la puerta.
- Mamá, buenos días. Ya me voy a la escuela.
- Buenos días, hijo. No te olvides el bento esta vez. Que tengas lindo día.
- ¡Gracias!
Y escucho cómo la puerta de la habitación se cierra y unos pasos apresurados bajando por la escalera. Largo el aire contenido y voy por el tejado hacia la ventana de la que sería mi habitación para entrar por allí antes de que salga Ryoma al patio y pueda verme en el techo.
Ya dentro de la habitación respiro aliviado y al ver el futon al costado sin armar caigo en cuenta de que terminé durmiendo con Akane. En mis manos y ropa tengo aún restos de su perfume. Que no me haya matado cuando me descubrió esta mañana ya es mucho, pero cómo le explico. A ver, no hice nada malo, ella se quedó dormida, yo la acosté y cuando me agarró como un pulpo y no me pude escapar no me quedó otra que quedarme con ella. En definitiva eso es lo que pasó, o sea, no debería haber ningún problema, ¿verdad? Que a la mañana la haya pegado a mi cuerpo fue sin darme cuenta, no hubo ninguna segunda intención. Mi amigo dentro de mis pantalones no opina lo mismo, pero por suerte no habla. Sí, si le digo eso tiene que aclarar todo. Simplemente fue un accidente.
Termino de arreglarme pasando por el baño y cuando bajo veo que está preparando todo para desayunar en la mesa.
- Buenos días.
Se ruboriza levemente y escapando a mi mirada me devuelve el saludo.
Me siento frente a ella. – A-Akane…sobre anoche.
Se pone aún más colorada y eso hace crecer mi bochorno. – Quería aclararte… el que haya dormido contigo… estabas dormida y cuando te acosté me abrazaste y no quería despertarte y… luego también me quedé dormido yo y….
- Está bien Ranma… no hace falta…
- Fue un accidente. No era mi intención – la interrumpo.
Abre los ojos grandes y su cara pasa a ser de enojo de golpe – Ah, ya veo. Claro, quién querría estar con alguien poco femenina, que no sabe cocinar, para nada sexy y torpe, ¿no?
¿Qué? Me desconcierta con la que acaba de decirme – Espera, espera, yo no dije nada de eso.
- Cierto que no lo recuerdas, pero parece que tu necesidad de rechazarme sigue latente.
- ¿Rechazarte? ¿De qué estás hablando? ¿Cuándo te rechacé?
- Acabas de hacerlo ahora.
Me estoy empezando a impacientar - ¿En qué momento?
- Creo que fue bastante claro.
- ¡Obviamente no para mí! Sino no estaríamos discutiendo.
- Por mí haz lo que quieras.
Golpeo la mesa frustrado. - ¡No seas necia!
-¿¡A quién llamas necia!?
- ¡Tú, tú eres la necia! ¿Cuándo te rechacé?
- ¡Acabas de hacerlo!
- ¿¡En qué momento mierda!?
Se para de golpe para irse y yo la detengo del brazo pero se suelta bruscamente con lágrimas en los ojos. - ¡Déjame sola! – quedo paralizado al ver su rostro llorando. Y ella se va de la casa.
En un ataque de furia golpeo uno de los pilares de la casa haciendo que algunos cuadros de la habitación se caigan. No me importa en lo más mínimo. No entiendo qué es lo que acaba de pasar. Esta mujer es mi bendición y mi tormento. ¿Cómo que la rechacé? Si con cada momento que pasa mi necesidad de tocarla y de compartir con ella se hace más grande. Si los sueños con tengo con ella son lo menos santo que hay. Tengo que tranquilizarme porque así no voy a llegar a ningún lado. Necesito salir de la casa para pensar.
-FIN DEL CAPÍTULO-
¡Gracias por haber llegado hasta aquí! Espero te guste la historia tanto como a mi me gustó escribirla.
Siendo Ranma y Akane tiene que haber malentendidos y ambos son de poca paciencia. Espero haber podido reflejar un poco de esa personalidad explosiva en mis personajes, sabiendo que obviamente son un tanto OOC.
