Yuru-Cycle – Capítulo 4
Primer día de Viaje – Campamento Junto al Lago
Camino al Campamento – Día
Al salir de la casa de Yuuno y Satsuki, comenzamos nuestra travesía pedaleando hacia la salida de la ciudad.
Al inicio la pedaleada es algo pesada, pero una vez nos acostumbramos al ritmo, se va volviendo un tanto más sencilla.
Cuando salimos de la zona urbana y los edificios y casas son reemplazados por largos paisajes y cielo azul, comenzamos a detenernos en ciertos lugares para tomar fotos y recuperar un poco el aliento conversando y tomando agua.
Continuamos así durante una gran parte del día hasta que nos acercamos a la salida de la prefectura y nos detenemos en un pequeño sitio de picnics para descansar y almorzar los sándwiches de chuleta que Yuuno había preparado para nosotras.
– ¿Qué te parecen los sándwiches, Reo?
– Están riquísimos – le responde con la boca aún llena.
– Me alegra que te gusten.
Responde Mai acariciando su cabeza como si fuera su mascota.
Al terminar nuestro almuerzo, volvemos al camino y aproximadamente una hora y media después de haber almorzado, finalmente llegamos a la prefectura de Yamanashi y con ella, nos acercamos al campamento donde nos quedaríamos a dormir este día
Campamento Junto al Lago
Al llegar al campamento, lo primero que hacemos es estacionar nuestras bicicletas para posteriormente ir a la recepción del lugar para registrarnos.
– Buenas tardes – nos saluda la recepcionista.
– Buenas tardes a usted también – contesta Satsuki – tenemos una reservación para siete personas a nombre de Ishigama.
– Así es, aquí están registradas. ¿Cuántas tiendas de campaña serían?
– Cuatro.
– De acuerdo. Pueden pasar e instalarse donde ustedes gusten. Hay madera gratis ya recolectada para su fogata o si quieren, también pueden recoger su propia madera en el bosque. Los baños están de aquel lado y más tarde les llevaré un galón agua. La salida sería mañana a más tardar las 10am.
– Entendido, Muchas gracias.
– Gracias a ustedes, que tengan un bonito día.
Arreglado eso, nos despedimos de la recepcionista y caminamos un par de minutos en el bosque hasta que finalmente llegamos a la zona de campamento a la orilla del lago.
– ¡WOW!
El lugar que había elegido Satsuki para acampar es realmente impresionante.
Un gigantes lago de agua azul cristalina enfrente de nosotras y detrás de él, el gigantesco e imponente Monte Fuji, el cual también se refleja sobre el lago haciendo parecer que hay un segundo Fuji de cabeza dentro del lago.
A parte de eso, la zona para acampar se encuentra en toda la orilla del lago y detrás de ella, se encuentra el bosque por donde entramos lleno de madera seca para recolectar en caso de que queramos hacer una fogata más tarde.
– Increíble – digo maravillada al ver la increíble vista hermosa que tenemos ante nosotras.
Recorremos un poco aquella zona de campamento hasta que elegimos una zona donde instalarnos y una vez ahí, dejamos caer nuestras cosas.
– Muy bien, chicas. Ahora que estamos aquí, lo primero que hay que hacer es armar nuestras tiendas de campaña para instalarnos ¿Hay alguna que jamás haya armado una tienda de campaña?
A excepción de Mai y Rikka, todas las demás levantamos la mano, por lo que Satsuki indica.
– De acuerdo, en ese caso todas saquen sus tiendas y les explicaré paso a paso cómo armarla.
Dicho eso, todas liberamos nuestras tiendas y seguimos paso a paso las instrucciones que Satsuki nos da para armarla.
– Listo, creo que con eso ya hemos terminado. Felicidades por armar su tienda, chicas.
– Arigatou, Satsuki-senpai.
– Son las 3:30 de la tarde, por lo que tenemos algo de tiempo libre para hacer lo que queramos antes de empezar a preparar la cena. ¿Hay algo que les gustaría hacer?
– ¡Hay que entrar a nadar al lago! – dicen Mai y Rikka emocionadas.
– ¡De acuerdo! Entonces todas tomen su traje de baño y ¡Vamos a nadar!
Todas accedemos emocionadas a la idea y una vez estamos en nuestros trajes de baño estilo bikini de dos piezas, entramos corriendo al lago.
Dentro del lago, nos divertimos mucho nadando y disfrutando de la asombrosa vista que el Monte Fuji ofrece para nosotras. En verdad es una vista impresionante la cual, no me canso de ver.
Mientras nadamos, Miya no se separa de mí en ningún momento, mientras Rikka y Sayuki también andan en lo suyo y Mai ayuda a Reo a nadar en el lago con ayuda de sus flotadores de patitos.
Satsuki es la que más se aleja, sumergiéndose y nadando mucho más lejos que nosotras. Supongo que esa clase de energía y disciplina es la que se obtiene gracias a las innumerables horas que ha pasado en su bicicleta.
Ya que se hace más tarde, Satsuki sale del lago revelando ante nosotras su perfecto cuerpo atlético de universitaria mojado, únicamente con aquel bikini color verde turquesa para cubrir su desnudez. Las gotas de agua que caen por su cuerpo acentúa aún más sus curvas, las cuales le rebotan cuando sale del agua.
Al ver Miya que me le quedo viendo demasiado, se acerca a mi oido y me susurra.
– ¿Qué pasa? ¿Acaso tienes envidia de lo bien que come Yuuno-sama? Me haces sentir celosa, Risa.
– M-Miya.
Ya que ha salido del lago, toma una toalla para secarse el cabello y nos indica.
– Muy bien chicas, ya va a ser hora de empezar a preparar la cena ¿Alguna de ustedes alguna vez ha cocinado en exterior?
En esta ocasión, son Sayuki y Mai quienes levantan la mano, por lo que les dice.
– Entonces no se diga más. ¿Podrían ayudarme a preparar la cena?
– Por supuesto, Satsuki-senpai.
Ambas chicas salen del lago y cuando lo hacen, Miya voltea a verme para preguntarme.
– ¿No vas a ir a ayudarlas tú también, Risa? Tú también sabes cocinar ¿No es así?
– Bueno, sí, pero… no creo que mi cocina sea tan buena para ayudarles, además que jamás he cocinado fuera de casa.
– Descuida, estoy segura que lo harás bien. Seguro que necesitarán algo de tu sazón especial para que la comida quede deliciosa.
– Miya… de acuerdo, intentaré hacer lo que pueda.
– Esa es mi Risa.
Así, también salgo con mis amigas para ir a ayudarlas, pero al momento que salgo del lago, no me doy cuenta que Miya toma el hilo de la parte inferior de mi bikini, por lo que cuando salgo, este se desabrocha dejándome desnuda de la cintura para abajo.
– ¿Uh? ¡Kyaaaaa! ¡MIYA!
Afortunadamente alcanzo a darme cuenta tan pronto salgo, por lo que me vuelvo a meter al agua antes de que me vean y empiezo a perseguir a Miya dentro del lago.
– ¡Devuélveme la parte inferior de mi bikini! ¡Ahora!
– No puedo hacerlo, Risa. Ahora este bikini es parte de mi colección.
Les da una buena olfateada pegándolas contra su nariz.
– Ah, nada como el aroma fresco de mi querida Risa allá abajo. Es tan erótico.
– ¡No las huelas de esa manera, pervertida!
Eventualmente logro alcanzarla y ya con mi bikini puesto de vuelta, salgo a ayudar a mis amigas con la cena.
Noche
Al caer la noche, después de habernos bañado y preparar la cena juntas, finalmente esta queda lista y les mostramos a nuestras amigas el delicioso estofado de tomate que hemos preparado.
– ¡Wow! – exclaman al verlo y olerlo.
Servimos para empezar una porción para cada una y tras agradecer la comida, empezamos a comer.
– Itadakimasu.
– ¡Sugoi!
– ¡Esto esta delicioso!
– Me alegra que les guste, chicas.
Todas cenamos con mucho gusto y alegría hasta que la cacerola queda vacía y entonces pasamos el segundo tiempo, con un guiso especial de pescado a las brasas que hemos preparado.
– Esto esta bastante bueno.
– Muchas gracias, el secreto es lavarlo y sazonarlo bien antes de cocinarlo y dejarlo a las brasas hasta que quede bien crujiente por fuera y suavecito por dentro.
– Pues esta increíble. Muchas gracias por ayudar en la comida.
– No hay de que, amigas.
De esta manera, continuamos cenando todas juntas alrededor de la fogata y una vez que hemos terminado, no pasa mucho tiempo hasta que ya estamos todas bastante cansadas por el gran día pesado que hemos tenido y nos preparamos para dormir.
– Cielos, en serio estoy agotada – menciona con un bostazo, Mai.
– Lo sé, estoy tan cansada que siento que en cualquier momento me desmayaré – dice Sayuki con un bostezo recargándose en Rikka.
– Descuiden, es normal que se sientan así, después de todo fue un día muy pesado en el que pedaleamos, caminamos e incluso nadamos – responde Satsuki con una sonrisa – será mejor que hoy durmamos temprano para mañana estar llenas de energía y continuar con el camino.
– Lo entiendo. En ese caso si les parece bien, vamos a ir preparándonos para dormir.
– De acuerdo.
Todas contestamos al unisono y vamos preparando todas las cosas necesarias para acostarnos a dormir.
Y una vez que apagamos la fogata y nos acostamos todas en nuestra respectiva tienda, nos encerramos y preparamos para dormir.
– Buenas noches a todas.
– Buenas noches, chicas.
Rikka con Sayuki en su tienda compartida, Mai con Reo en la suya, Satsuki en su propia tienda individual, y por supuesto, Miya y yo en la nuestra.
Una vez encerradas, preparamos nuestras bolsas para dormir al exterior en verano y una vez acostadas, nos damos un pequeño beso en los labios antes de desearnos las buenas noches.
– Buenas noches, Miya.
– Descansa, mi Risa.
Nos acostamos de cucharita con Miya abrazándome por detrás e intentamos dormir hasta que unos 15 minutos después, escuchamos unos susurros muy familiares viniendo de la tienda de al lado.
– M-Mai, ya basta.
– ¿Ah? Reo, pero en verdad quiero hacerlo.
– No me importa lo que quieras, ya acuéstate a dormir.
– Pero no podré dormir si no me dejas hacerlo un poco.
– ¿Y eso a mí qué importa? Además ¿Cómo es que aún tienes energía para hacerlo después de todo lo que hicimos?
– Siempre tengo algo de energía extra para ti, Reo. Ahora afloja y déjate querer.
– Mai ¿Qué estás diciendo? ¡Mai!
Reo le grita lo más bajito posible para que no las escuchemos, pero es inútil. Podemos escuchar perfectamente lo que dicen y a los pocos segundos, se escuchan unos gemidos muy leves viniendo de la tienda de al lado.
– Ah, Reo…
– Mai… Mai… Aahhh…
Los gemidos de la tienda de al lado continúan escuchándose, haciéndome imposible que pueda dormir. Especialmente porque… escuchar a mis amigas hacerlo al lado… esta haciendo que me excite un poco.
"Esto es malo es, es muy malo, si Miya se da cuenta que me estoy excitando, yo..."
– Risa…
– ¡Kyaaa! ¿Miya?
Miya lleva su mano allá abajo, metiéndola entre mis pantis y acariciando mi flor directamente con sus dedos.
– Miya… Baka ¿Qué crees que haces?
– No puedo dormir, necesito tu calor para poder conciliar el sueño, Risa.
– Miya.
Continua tocándome allá abajo, frotando sus dedos contra los pétalos de mi flor, por lo que le digo.
– Tarada, ya deja de hacer eso.
– Ara, eso es lo que tus labios de arriba dicen, pero tus labios de aquí abajo no piensan lo mismo. Mira nada más lo húmeda que ya estás. La verdad es que tú también quieres hacerlo ¿verdad?
– ¿Eh?
Se acerca para susurrarme al oído.
– Te excitaste escuchando a nuestras senpai ¿No es así? Eres una pervertida.
– Miya, eso… no es cierto, Miya.
Mientras tanto, los gemidos en la tienda de al lado continúan.
– Mai…
– Reo… Reo…
– ¡Aahhh!
Los gemidos de al lado se van volviendo cada vez más intensos, lo que me hace más difícil controlarme.
Miya se aprovecha de eso y comienza a acariciarme con aún más intensidad allá abajo, incluso rozando mi preciada perla.
– ¡Aahhh!
Cubro mis labios para que no me escuchen, lo cual aprovecha Miya para acercarse a mi oído y susurrarme.
– Vamos Risa, vamos a hacerlo. Sabes que quieres, sabes que quieres hacérmelo.
– Grrr... Esta bien, pero será mejor que seamos muy calladas al hacerlo ¿De acuerdo?
– No lo haría de otra manera, jeje.
– Cielos, Miya.
Al final ya no puedo controlarme más y con un cálido beso en los labios, termino cediendo a los deseos de Miya, entregándome por completo a ella hasta que finalmente nos hacemos venir una a la otra y podemos descansar en paz.
Ya ni nos enteramos cuando es que terminaron de hacerlo en la tienda de al lado.
