Antes de empezar, quisiera aclarar que este fanfic es la parte final de una saga de fanfics de Hollow Knight que empezó a publicarse hace años, por lo tanto para entender esta parte final es estrictamente necesario haber leído los trabajos anteriores (son bastante entretenidos así que no lo van a sufrir)
Los fanfics en cuestión son
1Cuentos de Hallownest
2 Jamás
3 Memorias de un Bocadillo
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
Edwyn era un bicho muy extraño, era imposible negarlo, todo en él era raro, su aspecto, su familia, incluso las circunstancias de su vida.
Era un gusano, pero no uno cualquiera, tenía garras de mantis, muestra clara de su naturaleza mestiza, eso en sí no era nada tan extraordinario, en este reino habían muchos mestizos y eran aceptados por la mayoría, el problema venía justamente de que fueran garras de mantis ¿Qué mantis en su sano juicio se involucraría con un gusano? No era de extrañar que algunas personas al conocerlo le dedicaran miradas extrañas, estaba a costumbrado a ellas, pero le molestaba que la gente anduviera diciendo que era adoptado.
Por supuesto que NO era adoptado, según sus familiares los genes de su abuelo eran muy fuertes, y él era un gusano, uno brillante, seguro que por eso él también tenía esa extraña bioluminiscencia, de hecho a su hermano Coco le gustaba compartir habitación con él porque su constante brillo le servía como lámpara de noche, a Coco le asustaba la oscuridad.
Y ese era el otro punto extraño en su vida, su mismísima familia, empezando por su abuelo antes mencionado.
Supuestamente era un alto ser, un gusano extraordinario, sabio y poderoso que reinó sobre todos los bichos durante siglos junto a su amada reina, una raíz enorme casi tan poderosa como él, de semejante unión nació una raza de bichos que tenían el aspecto de un escarabajo mezclado con un mosquito sin alas y que se denominaban a sí mismos hijos de las sombras, su padre era uno de ellos. Y por si eso no fuera suficiente, su madre era una mantis.
Con semejante mezcla de sangre Edwyn a menudo tenía dudas respecto a su identidad, él y sus hermanos eran muy diferentes entre sí, pero le habían dicho que no se complicara la existencia, él era un gusano mantis y eso era todo, no le debía explicaciones a nadie y tampoco nadie se las podía exigir, era un príncipe después de todo.
Sí, ese era el otro punto extraordinario en su vida, Edwyn y sus tres hermanos eran príncipes, sobrinos del actual rey de corazón de Hallownest, Big, a su vez sobrinos de la regente de Tierras verdes y de la reina de Nido Profundo, más noble no podía ser, además de que era uno de los cuatro posibles candidatos a rey dentro de algunos años.
Pero sumado a todo eso, Edwyn tenía una cualidad propia que lo hacía destacar aún más dentro de todo ese conjunto: Su extraordinaria inteligencia.
No era exageración decir que se trataba de un super dotado, fue el primero de su nidada en aprender a hablar, el primero en leer, en hacer operaciones matemáticas complejas, cuando sus hermanos recién aprendían el abecedario él ya estaba escribiendo ensayos, fue por eso que no tardaron en sacarlo de la escuela y ponerle profesores particulares que estuvieran a la altura de su intelecto, y ya no le faltaba mucho para dejarlos atrás.
Tal inteligencia podía parecer algo muy bueno, pero junto a todas las cosas buenas que tenía, conllevaba mucha soledad. No lograba llevarse bien con otros niños, a sus ojos eran estúpidos y ruidosos, prefería hablar con los adultos de temas importantes, pero por supuesto como era un niño, no se lo tomaban muy en serio, solo sus tíos Big y Quirrel escuchaban atentamente sus ideas, debatían con él y le daban sugerencias para mejorar.
Pero había alguien de su edad con quién si se llevaba bien, su prima Ren, era tranquila, educada y le gustaba mucho leer, por supuesto leía cosas acordes a su edad, era lista dentro del grupo, pero ni de lejos estaba a la altura de Edwyn. Sin embargo ambos compartían el gusto por los cuentos, eran capaces de pasar tardes enteras leyendo algún libro de aventuras, incluso ella fue la razón de que el gusano empezara escribir y dibujar sus propios cuentos, para que su prima los leyera, le encantaba ver la ilusión en sus ojos cuando le pasaba un nuevo escrito.
Y así como se llevaba bien con su prima, con el resto de sus primos y hermanos la relación era algo tensa.
Silky y Chester no eran malos chicos, pero a sus ojos eran unos idiotas que no hacían más que meterse en líos y causar desastres, no entendía como Ren podía ser hermana de esos dos. En cuanto a sus propios hermanos, con quien peor se llevaba era con su hermano mantis, Aster.
Para Edwyn, Aster era el rey de los idiotas, un mocoso engreído y arrogante que se creía mucho solo por ser fuerte, sus calificaciones eran mediocres y siempre buscaba escaparse de los deberes, pero por alguna razón a la gente le agradaba. No podía negarlo, tenía carisma y don de mando, seguro por eso sus otros hermanos, Jazmín y Coco siempre lo seguían y lo apoyaban en todas sus ocurrencias ridículas.
En realidad esto no le hubiera molestado si Aster no le tuviera manía, parecía disfrutar meterse con él y ridiculizarlo solo por no tener buen estado físico. Sí, era cierto que no tenía poder de pelea y estaba algo pasado de peso, pero aún así ¡Era un gusano! Ni aún con sus garras de mantis podía dar una batalla decente, era cosa de biología.
Por desgracia para el pequeño príncipe, su padre nunca fue capaz de manejar la situación correctamente y sin querer solo contribuyó a aumentar la distancia entre los hermanos.
Siempre fue muy notorio que Hollow tenía un cierto rechazo por Edwyn, no lo trataba mal ni lo regañaba en exceso, pero su actitud hacia él era fría, nunca estaba muy dispuesto a escucharlo cuando buscaba conversar y era evidente una cierta tensión en su cuerpo cada vez que estaba cerca, casi como si fuera un invitado no deseado.
Aquella actitud se hacía mucho más notoria cuando se comparaba el trato que le daba a Aster, por quien había preferencia, siempre alababa sus pequeños y grandes logros y adoraba llevarlo a actividades y eventos que se organizaban en el reino, a Coco y a Jazmín quizás les prestaba un poquito menos de atención que a su favorito, pero a ellos no les afectaba, pues su padre aún así les brindaba toneladas de amor.
Pero para Edwyn, solo había frialdad y el trato cortés que implicaba su relación y su estatus, nada más allá, pero al menos el niño era optimista.
Quizás no recibía el amor que necesitaba de su padre, pero su tío Big se encargaba de compensarlo, y el tío Big era el rey, así que eso lo hacía genial, además tenía el apoyo de la tía Hornet y su esposo que siempre buscaban aconsejarlo y luego estaba la tía Clara, que era un amor con todo el mundo, incluso con él.
Por supuesto, no todos sus tíos eran tan agradables, el tío Green, el tío Shadow o el tío Cliff mostraban un marcado rechazo hacia él, luego estaban otros tíos como la tía Kairi y el tío Soul que si eran amistosos. En realidad tenía muchos tíos, según su papá eran más de diez mil, aunque el conocía apenas unos cuarenta y tantos, de hecho se había hecho una tabla de clasificación de tíos, donde estaban ordenados según lo agradables que eran con él. Con eso se manejaba a la hora de tratar con su familia.
Pero en estricto rigor, tampoco trataba mucho con el resto de su familia, era de carácter solitario, prefería entretenerse leyendo o construyendo aparatos y juguetes mecánicos, tenía su propio mundo en su mente, el cual poco a poco iba cerrando, dejando a todos los demás fuera, a pesar de la soledad que eso implicaba.
Aún con el amor de sus tíos y la compañía de su prima, Edwyn se sentía solo, nadie lo entendía realmente, nadie comprendía sus peroratas de física teórica o su entusiasmo por la arquitectura e ingeniería, no tenía a nadie con quien compartir su intelecto y el consuelo que eligió para sobrellevar la situación no fue el más positivo.
"Todos son idiotas" Fue la excusa que se forjó en su cabeza.
Todos eran estúpidos e incompetentes, solo él valía la pena con su mente superdotada, era mejor estar solo que lidiar con toda esa basura, era especial, único, a otro nivel y debía estar orgulloso de ello, la soledad no importaba, porque ese era el destino de los seres superiores como él.
La triste realidad era que, aunque Edwyn se lo negara a sí mismo, no era del todo feliz, aún si era un príncipe que vivía en un palacio fantástico lleno de comodidades y con acceso a todo lo que se le ocurriera, la sensación de estar fuera de lugar o de no pertenecer lo agobiaba. A veces se preguntaba si las cosas habrían sido diferentes teniendo una madre, quizás su padre no lo quería mucho, pero todos decían que el amor de las madres es incondicional, seguro la suya lo hubiera querido aún sin tener un muy buen físico o sin ser bueno para luchar.
Era muy poco lo que sabía de su madre, tenía conocimiento de que se trataba de una mantis, según testimonios de sus tíos era una guerrera formidable, de carácter fuerte y un tanto agresiva, algunos decían que era un poco loca pero que en el fondo era buena persona. Pero más allá de eso no había información, siempre que él o cualquiera de sus hermanos preguntaba por ella, su padre se ponía tan emocional y afectado que preferían no decir nada, y de sus balbuceos de "está en un lugar mejor" habían deducido que simplemente estaba muerta. En verdad Hollow había cometido bastantes errores criando a esos niños ¿Pero acaso se le podía culpar?
El bicho hacía lo mejor que podía, pero era demasiado joven cuando los tuvo, además de otras complicaciones dadas por su propio origen y más que nada, su pasado, uno que en parte estaba superado, pero que aún le traía algo de dolor al recordarlo y que era imposible ignorar teniendo al frente a la viva imagen de su propio padre, el rey Pálido.
Lidiar con eso era complejo para Hollow, aún teniendo el apoyo de sus hermanos, incluso tenía pesadillas con el tema de vez en cuando, aunque últimamente ocurrían más seguido...
...
Hollow escalaba un risco escarpado, una tarea ardua, casi imposible, la roca estaba llena de cantos filosos que herían al contacto, todo su cuerpo estaba lleno de rasguños e incluso heridas sangrantes que salpicaban el camino que dejaba atrás, sus músculos estaban exhaustos, a duras penas eran capaces de levantar su peso, y las manos le escocían por todas las heridas que las surcaban.
Pero no podía detenerse, debajo suyo había un manto de oscuridad que lo perseguía, pero no era una oscuridad amable como el hogar del que provenía, esta era una oscuridad salpicada de rojo, con olor a azufre y una atmósfera opresiva que lo aterrorizaba. Por eso escalaba, debía llegar a la cima donde estaría a salvo de todo el horror que lo perseguía.
Le faltaba poco para llegar a la cima, no lograba vislumbrarla con claridad pero sabía que estaba ahí, solo debía dar un último esfuerzo y su tortura acabaría.
Extendió su mano para aferrarse a la siguiente roca y esta se desprendió de la nada haciendo que perdiera toda la firmeza que tenía. Quedó entonces colgando solo de una mano, con sus músculos chillando de dolor y su corazón latiendo a una velocidad imposible, mientras que la oscuridad a sus pies cada vez se mostraba más cercana.
Necesitaba auxilio de inmediato, ahora era incapaz de subir por sí mismo. Gritó pidiendo ayuda, pero ningún sonido emergió de su garganta, ahora era mudo, nadie lo escucharía, nadie sabría que estaba allí muriendo poco a poco en medio de un terror inimaginable.
Entonces cuando ya las lágrimas brotaban a raudales de sus ojos una luz captó su atención. Una criatura luminosa se asomó desde la cima del risco, su cuerpo era blanco resplandeciente y su mirada más oscura que el abismo más profundo, el ser era un gusano de aspecto ominoso, cuya cabeza misma asemejaba una corona.
Sabía quién era, conocía esa silueta demasiado bien como para olvidar quien era. Ya lo había abandonado una vez ¿Sería capaz de hacerlo de nuevo?
Extendió su mano en una patética súplica de ayuda, le faltaba el último trecho para llegar a la cima, si tomaba su extremidad con eso le bastaría para subir y salvarse, pero todo dependía de la decisión que tomara el ser pálido.
Este lo miró con desprecio, como si fuera una basura indigna de su atención, entonces se acomodó la túnica blanca que llevaba puesta y le dio la espalda.
—No hay lugar en este reino para los fracasos como tú.
Hollow abrió los ojos de la sorpresa, la roca de la que estaba sujeto cedió pero a último momento logró cojer otra más abajo a la que se aferró con todas sus fuerzas. Entonces notó que la figura resplandeciente se inclinaba por sobre el risco, ahora aquella mirada de desprecio se había convertido en una de placer al verlo caer.
—Los fracasos deben ser arrojados al vacío, —sacó una extremidad de entre sus ropas, era una garra de mantis la cual agitó a modo de despedida—. Adiós papá.
El peñasco del que estaba sujeto finalmente se quebró y Hollow se precipitó hacia aquel vacío nocivo donde encontraría su perdición...
...
El bicho despertó gritando entre sueños y para aumentar su terror, al abrir los ojos lo primero que vio fue otro par de ojos negros como el vacío que estaban a escasos centímetros de su cara. Aún aturdido por el sueño y la pesadilla, se incorporó en la cama y le dio un cabezazo a la criatura que tenía encima, la cual retrocedió quejándose del golpe y del susto que le dio.
—¡Hollow! ¡Qué rayos te pasa!
—¿Big? —Finalmente la nebulosa que obstruía los pensamientos del caballero se levantó y fue capaz de reconocer a su hermano— ¿Qué haces aquí? O más bien ¡Qué rayos hacías encima mío!
—Te iba a despertar.
—¿Eh? ¿Qué hora es? —Miró el reloj que tenía en su mesa de noche y marcaba las dos de la mañana.— Esta no es hora de estar despierto, al menos no para la gente normal.
En lo que respectaba a ciclos de sueño, Big dormía una cantidad ridículamente pequeña de horas, se acostaba tarde y se levantaba temprano, luego tomaba una siesta de media hora y con eso le bastaba para funcionar bien, según él, pasó demasiados años "soñando", así que ya había dormido la mitad de lo que necesitaría dormir durante toda su vida.
—Perdón por todo eso, ya había terminado mi trabajo y me dirigía a mi dormitorio, pero cuando pasé por fuera del tuyo te escuché suplicar por ayuda, así que entré, estaba a punto de despertarte pero al final lo lograste tú solo.
—Ya veo —Hollow se dejó caer de nuevo sobre sus cojines y buscó el peluche de tiktik con el que compartía la cama para abrazarlo—. Odio tener pesadillas.
—A nadie le gusta, son desagradables e impiden el buen descanso. El pobre Ogrim el otro día tuvo una que lo dejó muy mal, al final le tuve que pedir que se retirara temprano para descansar.
—Pobre, Charlotte el otro día también tuvo pesadillas, ese día los niños almorzaron tarde porque se quedó dormida antes de servir la comida.
—De ese incidente nadie me avisó —El tono de molestia en su voz se hizo evidente, cualquier cosa que involucrara algún perjuicio para sus sobrinos, por muy mínimo que fuera lo enfadaba.
—No era nada grave, no te íbamos a molestar por esas pequeñeces.
—Los niños deben comer a sus horas
—Sí, pero no fue culpa de ella, a todos les pasa, ayer mismo sorprendí a un par de guardias durmiendo durante mi turno, luego del regaño me dijeron que ninguno pudo dormir bien por las pesadillas.
Big de pronto puso una expresión de preocupación, algo no le cuadraba.
—Hollow... ¿Que tus guardias o la gente del servicio se queden dormidos es muy común?
—No realmente.
—¿Qué tan seguido ocurre?
—Pues... Antes la verdad no ocurría nunca, quizás te encontrabas a alguien bostezando o haciendo las cosas más lento, pero nunca al nivel de literalmente quedarse dormidos en el trabajo.
—Entonces es algo reciente.
—Pues... Más o menos, ocurrió un par de veces en los últimos meses, pero en las últimas semanas ya pasa más seguido.
—Esto no es normal —declaró el monarca.
Solo cuando Big lo dijo a Hollow se le ocurrió pensar que ver a tanta gente durmiendo durante el día era algo extraño. Su mente conectó algunos puntos y no tardó en darle toda la razón a su hermano, había un aumento sustancial en la cantidad de pesadillas. Cualquiera diría que era una mera coincidencia, pero quienes habían tenido que lidiar con dioses y espectros de los sueños podían ver más allá que solo un evento curioso.
—¿Qué hacemos? —Preguntó el caballero tenso.
—Por el momento investigar. Mañana ordenaré que hagan entrevistas en las distintas partes del reino para cuantificar cuantas pesadillas ha tenido la gente, averiguar si son más comunes o intensas en algunos lugares que en otros y saber si eso ha afectado el desempeño laboral de la gente, este asunto es importante.
—Suena a un plan inteligente.
—Sí... Ese sería el primer paso. Pero lo segundo sería ver si el contenido de las pesadillas está relacionado de algún modo, dime ¿Qué soñaste Hollow?
El aludido tardó algunos momentos en responder, se le hacía incómodo hablar de eso.
—¿Es necesario que te lo diga? —Apretó el peluche que tenía entre los brazos.
—Yo creo que es lo mejor —Se sentó en la cama—. Tengo la sensación de que tu sueño es algo muy personal y doloroso. Más allá de que esto tenga un origen sobrenatural, a menudo los sueños son manifestaciones de nuestros miedos o problemas, ver cuanto te cuesta hablar de esto me hace sospechar que algo te pasa y me preocupas.
—No es nada...
—¿Y qué soñaste?
—Yo... —suspiró y terminó por ceder— Soñé... Con papá... Con él dejándome caer del precipicio hacia el vacío, mirándome con desprecio, como si fuera basura...
—Continúa.
—Eso es todo.
—¿Estás seguro?
No había forma de engañar a Big, era casi como si le leyera la mente.
—Al principio era mi padre quien me estaba abandonado pero... Al final se convirtió en Edwyn...
—Hollow, ya te lo he dicho más de una vez, Edwyn no es papá, se parece mucho sí, pero es diferente.
—Pero ¿Y qué tal si lo que tiene de parecido es la idea de desechar a aquellos que no le sirven.
—Papá no disfrutó tener que deshacerse de ustedes, sufrió mucho con eso.
—Y aún así su sufrimiento no lo detuvo —un dejo de resentimiento se notaba en su voz.
—Porque quería salvar a su reino, a todos aquellos que creían en él.
—Nosotros también creímos en él.
—Pero él no lo sabía, teóricamente ustedes no tenían mente para creer.
—Ya dejemos esta discusión Big, nunca nos lleva a ningún lado —Se envolvió en sus sábanos dándole la espalda a su hermano—. Nosotros no podemos ver las cosas desde tu punto de vista porque nosotros no convivimos con el viejo rey y tú no puedes entendernos porque tú no fuiste desechado. Simplemente son dos ideas irreconciliables, tú lo ves como el bueno y para nosotros era el malo.
—Ummmm... Bueno... En realidad, ¿Quizás ambos tenemos razón? O sea, una persona es algo complejo, nadie es la bondad o la maldad absoluta, todos hacemos cosas buenas y malas por distintas razones y...
—Big ¿Te parece que estas son horas de ponerse a filosofar? ¡Son las dos de la mañana! Y necesito dormir siete horas para mantenerme hermoso...
—De acuerdo, de acuerdo te dejo.
Se levantó de la cama y se dirigió hacia la puerta, pero antes de salir se volteó para decir unas últimas palabras.
—Hollow, por favor no odies a Edwyn, él no tiene la culpa de verse como su abuelo.
—Yo no lo odio, es mi hijo, lo quiero mucho, es solo que... Me asusta... Tengo miedo de que se vuelva como su abuelo y... Nos termine desechando cuando se entere de lo que son sus tíos...
—Ay Hollow, te tiene mal el hecho de que este año les diremos al verdad... Tranquilo, los niños a menudo son más comprensivos que los adultos, nos entenderán y seguirán queriendo a sus tíos como siempre, Edwyn es un buen chico y muy listo , también lo comprenderá, no te preocupes por eso.
—Espero que tengas razón.
—Ten más fe en ellos, son tus hijos. En fin, buenas noches, descansa.
El monarca salió de la habitación cerrando la puerta suavemente. En cuanto se hubo retirado, Hollow tomó el peluche de tiktik y lo levantó sobre su cabeza mirándolo atentamente.
—Criar niños es tan difícil... ¿Qué harías tú Orquídea?
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
No sé si alguien se acuerde de mí... Nah, seguro hay alguien por ahí, y por esta personita que se acuerda de mí daré algunas explicaciones.
Han pasado literal años desde que publiqué la última parte de esta saga o siquiera desde que me pasé por esta página, la realidad es que este fanfic lo empecé a escribir hace unos tres años, pero algo me decía que tendría problemas con la historia y así fue. Resulta que por ese período terminé una relación sentimental de 10 años, y sufrí demasiado por eso, estuve un año y medio llorando por él, sí, los rompimientos duelen, algunos pueden durar mucho más que otros y en este estado de tristeza profunda me puse a escribir el fanfic. Originalmente la historia iba a ser mucho más alegre y desenfadada pero mi tristeza terminó contaminando la obra y quedó esta tragedia, porque sí, esto se va a poner trágico.
Me tardé varios años en avanzar porque mi estado de ánimo hacía que a veces me costara hasta ir a trabajar, pero de a poquito fui mejorando y creo que eso se nota en el fanfic, segun mis impresiones el estilo de escritura, la calidad y el tono de la historia es super variable a lo largo de los capítulos, esto hará muy notorio para ustedes en qué periodos estaba mejor y cuando estaba peor, a veces aún sintiéndome mal me forzaba a escribir para sentir un avance.
Todo lo que está aquí ya fue publicado en wattpad, se me hace fácil escribir desde la aplicación allá. En fin, ahora por fin estoy llegando al final de la historia y creo que ya me puedo permitir publicar aquí sin miedo a dejar el fanfic inconcluso.
Gracias por leer todo esto.
n_n
