Caminó entre las filas de mujeres y hombres desconocidos, alerta de cualquier situación inusual y con la mano firmemente alrededor del mango de su varita en el bolsillo interno de la túnica. No era que le parecieran extraños o que tuviera algo de que preocuparse, estaba acostumbrada a merodear entre ellos, entre estas personas que el resto del mundo llamaba escoria del Mundo Mágico, más que nada por su trabajo como Auror en la división francesa y por sus negocios como Maestra de Pociones.

Lo normal era recibir un ave nocturna anónima con instrucciones pidiendo más poción matalobos, sustitutos de sangre para Vampiros, apoyo para los recién transformados o su poción de protección ante los rayos UV para que los Vampiros pudieran salir a la luz del día que se había vuelto bastante popular. Además de las indicaciones en clave sobre donde ubicar al grupo que necesitaba las reservas.

Cada semana viajaba a las nuevas ubicaciones de los refugios ilegales de Gente Mágica Parcialmente Humana, una especificación que el ministerio europeo se negaba a reconocer después de que la mayoría de Hombres lobo y Vampiros apoyaron la causa del señor tenebroso durante la Segunda Guerra Mágica. Sus intenciones eran apoyar a los nuevos miembros del "Club Siniestro" como todos lo llamaban, para evitar una propagación agresiva de ambas especies o muertes innecesarias de Muggles en el camino.

Ese día, las indicaciones la habían llevado en medio del bosque agreste de Hurtgen, en Alemania. Eran las primeras horas de la madrugada y la neblina cubría casi totalmente las casas de campaña esparcidas por el terreno al que habían accedido después de pasar por fuertes protecciones de invisibilidad y repelentes de magos y Muggles.

Su amigo y compañero Auror Theo Nott se adelantó y sin dudar avanzo entre las puertas de la tienda que el guía por fin les señalo, una más grande ubicada justo en el medio del campamento. No tardó mucho en revisar el interior y después de saber que todo estaba bien y recibir la señal Pansy entro en la casa de campaña, sabía lo que se encontraría dentro.

-Haz una revisión de los alrededores- pidió a Theo antes de adentrarse totalmente y él asintió.

El hechizo de expansión indetectable se notó al momento en el que cruzo las puertas de la casa de campaña, noto la extensión del lugar, dentro del cual solo podía dormir parte de la guardia principal del campamento junto con el líder, no había suficiente espacio ni presupuesto para mantenerlos a todos bajo resguardo. Pero no podía preocuparse por eso en este momento, su prioridad era encontrar al líder para completar la tarea por la que estaba en este lugar.

- ¡Parkinson! Que alegría volver a verte- al fin sus ojos se encontraron con los de Rugal.

El hombre era una enorme criatura fusión entre bestia y humano, media más de dos metros y su cuerpo completo estaba cubierto por espeso bello castaño, mientras que de su hocico brotaban colmillos y garras afiladas adornaban sus manos gruesas y humanoides. Pansy lo conocía desde que era pequeña, era así por elección pues podría optar por una u otra apariencia pero a pesar de su feroz aspecto no le temía, sabía que su corazón era amable y sencillo, una de las mejores personas que había conocido y desde que tuvo edad para entender la realidad de su propio linaje y el de su amigo juro proteger el secreto y la línea de sangre, no tenía nada que ver con las tonterías de sangre pura de magos y brujas, solo con supervivencia y lealtad entre hombres lobo y vampiros.

-Hola Rugal- contesto la chica emocionada por volver a ver a su amigo.

Sus últimas misiones los habían llevado a terrenos bastante peligrosos en el caso de ambos y hacía meses que no se veían en persona por lo que había estado preocupada por él. Lo abrazó de forma fraternal, se sentía cálido y contrario a lo que parecería su pelaje castaño era suave al tacto. Con el mero acercamiento se dio cuenta de que no necesitaban preguntas estúpidas como los magos, para reconocer que realmente era él, solo podía confiar en su olfato, su instinto y su calor.

-Me preocupe por ti, supe que hubo un ataque en los Jardines Parkinson a las afueras de Paris, pero, como podrás entender no había mucho que pudiera hacer.

Le comunico el hombre y sus puntiagudas orejas de lobo cayeron un poco en señal de que estaba afligido por no poder ayudarla. Sabía que Rugal se refería a su condición como guardián en ese lado de Alemania y que estrictamente no debía moverse de su posición a pesar de que recibiera noticias de ataques a otros guardianes.

-No te preocupes Rugal, entiendo totalmente y me alegro de que te encuentres bien. Espero que podamos hablar al respecto de tus nuevos miembros para saber sobre su origen y hacer algo al respecto.

El hombre lobo corpulento y evidentemente dotado por su posición de raza pura la miro sorprendido. Sabía que los guardianes mayores de los territorios se sorprendían por su diligencia al ser nombrada miembro de la guardia, sobre todo por su juventud y porque su padre jamás había cuidado debidamente el flanco perteneciente a la familia Parkinson, pero ella era diferente y quería demostrarlo.

-Me alegra mucho que te preocupes por los nuestros, ya sea colmillos o garras, ambos necesitamos apoyo.

Pansy le dedico una mirada conciliadora, pero, antes de poder ponerse al día, su conversación fue interrumpida por la presencia de Theo que entro con paso apresurado, llevaba su varita firmemente en la mano y podía verse aún un vestigio de un protego que se desvanecía a su alrededor mientras su brazo izquierdo sangraba a unos centímetros por debajo del hombro.

Sus miradas se desviaron a la salida cuando escucharon detonaciones extrañas, Pansy pudo ver como las orejas de Rugal se alzaban mientras que sentía sus propios bellos de la nuca erizarse, quien sea que estuviera provocando las detonaciones acababa de traspasar las barreras de seguridad. Pansy percibió un olor extraño proveniente de Theo aparte de su propio olor característico y este se hizo más intenso desde afuera a medida que las detonaciones se escuchaban.

Los gritos del exterior comenzaron a intensificarse.

- ¡Tenemos que irnos ya!

Grito Theo, pero ambos ya estaban corriendo en dirección a la salida con intención de atacar a cualquiera que estuviera atentando contra su gente.

El brazo de Theo se estiro para sujetar a Pansy en cuanto intento pasar a su lado.

-Pansy debemos irnos, ambos son guardianes y no pueden lanzarse a la batalla sin pensar…

Una nueva detonación se escuchó afuera, mucho más potente que las anteriores y los arrojo al suelo lanzando también escombros y polvo dentro de la tienda. La mente de Pansy se nublo y se sintió aturdida por un momento mientras un calor bajaba por su frente. Mierda, acababa de alimentarse y ya estaba perdiendo valiosa sangre, pensó.

Cuando levanto la vista pudo ver el enorme cuerpo del hombre lobo tendido cerca de la entrada. Estaba inmóvil, aunque su pecho aun parecía subir y bajar ligeramente. Pero entonces lo sintió y el pánico se apodero de ella. Desde el punto donde estaba tendida en el piso, a unos tres metros de él, pudo sentir como poco a poco su núcleo se extinguía, el volteo y sus miradas se encontraron por una fracción de segundo antes de que sus ojos se apagaran totalmente.

- ¡Rugal!

Pansy grito, pero antes de que pudiera avanzar sintió un peso sobre ella y el mundo dio vueltas, los escombros, la tienda y el cuerpo de Rugal desaparecieron y dieron paso a la hierba húmeda bajo su cuerpo y el verde de los arboles alrededor.

Su nueva oficina era bastante amplia, con un enorme escritorio de caoba frente a las amplias ventanas por las que parecía entrar la luz de un día soleado a pesar de que se encontraba varios metros bajo tierra, las paredes estaban cubiertas por estanterías y archiveros de colores oscuros y en el lado contrario de la ventana, al lado de la puerta se ubicaban dos sillones de cuero negro de una plaza con una lámpara y un perchero para reuniones más formales o largas.

Era definitivamente grande y de alguna manera se las había arreglado en su primer mes como Jefa del Departamento de Criaturas Mágicas para abarrotar cada rincón con libros, pergaminos y folletos de información sobre sus investigaciones e iniciativas de ley.

Cada rincón excepto el librero más cercano a su escritorio donde se exhibían varias fotos, algunas de sus años en Hogwarts, otras en la madriguera con los Weasley, una de sus padres, pero la más importante para Hermione Jean Granger en ese momento era las del frente en la que sus hijos, Hugo y Rose sonreían saludando a la cámara. Apenas un año atrás la foto estaba acompañada por la de entonces esposo Ronald Bilius Weasley de quien recientemente se había separado después de 8 años de relación y 4 de matrimonio. Ciertamente fue una decisión difícil y Ron aun le pedía otra oportunidad en ocasiones, argumentando principalmente que debían estar juntos por sus hijos, sin embargo, precisamente porque los amaba no estaba dispuesta a mantenerlos en medio de un matrimonio en el que ya no se sentía apreciada y amada o feliz. La separación se había llevado de la forma más hermética posible dado que querían cuidar su privacidad y los reporteros aún seguían detrás de cualquier noticia que pudiera haber alrededor del Trio Dorado. Hasta ese momento solo existían rumores, pero nadie sabía a ciencia cierta que el Matrimonio de Plata ahora estaba roto.

Frente a ella sobre el escritorio se encontraban los viejos estatutos sobre la conservación de los unicornios en los que se había sumergido desde temprano, al lado, en un pergamino resaltaban en elegante caligrafía las anotaciones sobre lo que pensaba que debía modificarse. No había tenido tiempo de bajar a comer a la cafetería así que, mientras sostenía la pluma en una mano, con la otra sujetaba un sándwich a medio comer con el que llevaba ya casi media hora.

Mientras le surgía una duda que debía revisar dejo el sándwich en el plato nuevamente y tomo la varita para invocar un libro de la estantería más lejana sin levantar la vista de los estatutos. Lo tomo en el aire y cuando estaba por abrirlo sonó un toque firme en la puerta que la hizo levantar la mirada.

-Pase.

La puerta se abrió y apareció Neville Longbottom. Su amigo, que ahora era un Auror llevaba puesta la reglamentaria túnica negra del Departamento de Defensa Mágica, en su rostro lucía una ligera barba de varios días y algunas ojeras que lo hacían parecer bastante más mayor y cansado. Hermione se sorprendió por su presencia, no era común que se vieran durante el trabajo.

-Hermione ¿Tienes un minuto?

-Claro Neville ¿Qué pasa?

Le hizo una seña para que se sentara en la silla frente al escritorio, el hombre se adelantó unos pasos hasta quedar frente al escritorio, pero no se sentó.

-El Departamento de Defensa Mágica necesita tu ayuda en una investigación. -Dijo mientras le pasaba los expedientes que tenía en sus manos- Hubo un par de ataques, uno la semana pasada en una finca a las afueras de Paris y otro esta mañana en un bosque en Alemania, en ambos solo hay una persona en común.

El primero que Hermione abrió contenía los reportes sobre el ataque en París, así como declaraciones de los testigos, descripciones de los posibles atacantes y fotografías de lo sucedido.

- ¿Qué tiene que ver con mi departamento?

Pregunto mientras abría el segundo expediente que contenía la información del ataque en Alemania.

-La persona en común en ambos ataques es una bruja, pero también es un Vampiro.

Hermione levanto la vista sorprendida, no era común escuchar acerca de vampiros, incluso en su departamento, no sabía de muchos que vivieran en Gran Bretaña y si lo hacían preferían mantener su condición en las sombras, queriendo ser tratados solo como magos o brujas y no como Criaturas Mágicas.

-Después del ataque de esta mañana tenemos fuertes razones para pensar que el hecho de que sea un Vampiro es un factor detonante. El departamento espera que puedas entrevistarla, averiguar más sobre ella y su estado para obtener información que nos sea de ayuda en la búsqueda de los responsables.

Hermione paso más lentamente el segundo expediente, en el figuraba la descripción de lo sucedido en un campamento ilegal de apoyo a Vampiros en medio del bosque Hurtgen en Alemania, había más información acerca de sus intereses que en el primer expediente y entendió la razón de que acudieran a ella.

-Por supuesto. Averiguare lo que pueda, quiero darles toda la ayuda posible.

Neville pareció nervioso por un momento, pero Hermione pensó que se trataba más bien de su cansancio y continúo revisando el expediente.

-Bien, ella estará aquí mañana, por el momento se quedará en San Mungo debido a sus heridas, los sanadores dicen que…

-No te preocupes Longbottom, ya estoy aquí.

Hermione se sorprendió por la voz que llegaba desde la puerta, no tenía que levantar la vista para saber de quien se trataba, o talvez no quería. De pronto sintió un malestar en el estómago, como el tirón característico al tomar un traslador, trato de recuperar la compostura mientras pasaba al tercer y último expediente y vio el nombre escrito en él, solo para confirmar sus sospechas, aunque ya no era necesario.

-Parkinson ¿Estás loca? ¡Tus heridas aun no sanan! – escucho a Neville reprenderla.

-Quiero terminar con esto de una vez para que la investigación pueda seguir. Además, soy un maldito vampiro Neville, voy a sanar rápido – escucho la voz de la chica, quien también sonaba cansada y le sorprendió que utilizara el nombre de pila de su amigo.

- ¿Ser vampiro también te hace más idiota o esa es solo tu personalidad? - la voz de Neville sonaba más bien divertida que en reproche.

Hermione supo que no podía mantenerse mirando el expediente por siempre así que tomo un largo respiro antes de levantar la vista y ahí estaba, frente a ella, parada en el marco de la puerta con los brazos cruzados y su expresión arrogante de siempre, Pansy Parkinson.

La Slytherin vestía un atuendo tipo táctico en color negro que le quedaba bastante ajustado, llevaba un cinturón grueso que caía de lado sobre su cintura y caderas en el que se enganchaban varias bolsas pequeñas y una funda con su varita, traía puestas unas botas altas y una túnica igualmente negra. Su rostro con maquillaje muy ligero estaba enmarcado por su cabello negro intenso que ahora era más largo, caía un poco al frente por debajo de sus hombros y; a pesar de que su aspecto era de cansancio y los parches en su frente, mejilla y cuello denotaban que había estado en medio de la batalla; era perfecto como Hermione lo recordaba de sus días en Hogwarts.

- ¿Hermione?

Escucho la voz de Neville, parecía que había dicho algo más, pero no le estaba poniendo atención.

- ¿Estás de acuerdo en hacer la entrevista ahora?

Neville la miro nuevamente preocupado. Entonces tuvo sentido la mirada, el hombre estaba nervioso de que pudiera tener algún conflicto por tratarse de Pansy Parkinson.

-Si, por supuesto.

Contesto la castaña y tomo su varita para poner orden sobre su escritorio.

-Bien – Neville camino a la puerta y luego se dirigió a Parkinson- Cuando termines búscame en el 5to piso, Wilkes y yo te escoltaremos al lugar donde te quedaras.

El Auror salió de la oficina y cerró la puerta tras él.

-Por favor, siéntate- indico Hermione aun sin mirarla a los ojos mientras sacaba más pergamino.

Parkinson siguió la instrucción y se sentó en silencio mientras Hermione invocaba algunos libros, los hojeaba, hacia anotaciones de los puntos importantes y revisaba los expedientes. Continuo así por un par de minutos hasta que le pareció tener toda la información necesaria para iniciar.

-Me disculpo, como comprenderás me han tomado por sorpresa y debía reunir algunos datos- explico la castaña mientras al fin levantaba la vista en dirección a Pansy y la encontraba con expresión de fastidio y brazos cruzados. - ¿Estás lista?

-De otro modo no estaría aquí, Granger.

Hermione se limitó a poner los ojos en blanco y continuo.

-Veo que en tu expediente no hay nada acerca de tu condición ¿Por qué?

Ahora fue turno de Parkinson de poner los ojos en blanco.

-Preferí mantener mi condición en privado, simplemente- dijo de forma cortante.

- ¿Hace cuánto que te transformaron?

Parkinson lo pensó por un largo momento y a Hermione le pareció extraño, no podía ser que no lo recordara, definitivamente debió ser un acontecimiento importante por decir lo menos.

-Ese no fue mi caso, yo nací así.

Hermione la miro sorprendida, ese dato ciertamente aparecía en algunos libros, pero se trataba solo de teorías y ninguna información era concreta al respecto.

-Entonces ¿Tus padres también son vampiros?

-Mi padre lo es y antes que él muchos ancestros Parkinson lo fueron, para resumirte mi linaje familiar.

Dijo apresuradamente.

-Supongo entonces que debes tener acceso a bastante información al respecto del Vampirismo, a diferencia de aquellos que son transformados por error, me refiero…

-Alto, nosotros no transformamos por error.

La chica pareció ofendida por el comentario, pero no agrego nada más, por lo que Hermione pensó que se estaba saltando algo importante.

– Y si, Granger, tengo acceso a una biblioteca llena de información acerca la condición con la que vivo desde que nací.

Los ojos de Hermione se iluminaron al saberlo y simplemente ignoro el enojo de Parkinson al imaginarse una biblioteca llena de cientos de años de conocimientos sobre una de las Criaturas Mágicas Humanoides más desconocidas en el mundo. Para ella quien ahora era Jefa del Departamento encargado de esas Criaturas ciertamente la idea de tener acceso a ello era sumamente tentadora.

- Necesito que me proporciones toda la información que tengas al respecto, documentos, historial, cualquier dato nos será útil, sobre todo porque los vampiros siempre han sido muy herméticos al respecto de su condición.

Parkinson enarco la ceja y observo con duda a Hermione quien casi no podía controlar la emoción que sentía.

-Dije que ayudaría, también es mi interés proteger a los míos. Pero no voy a proporcionarte años de información reservada en bandeja de plata y mucho menos con el clima como esta…

-Precisamente por el clima que vivimos de agresión a ti y a los tuyos, es necesario que proporciones información, de esa forma el Ministerio y mi departamento en específico podremos estar más seguros de cómo actuar y protegerte.

Hermione la miro con exasperación y sostuvo la pluma fuertemente a escasos centímetros del pergamino donde había anotado algunas de las dudas que tenía. Se mantuvo en silencio esperando una respuesta mientras la otra mujer parecía debatirse en su interior.

-No voy a mostrarte ningún documento, Granger.

Dijo con un tono que denotaba que no cambiaría de opinión, lo que solo hizo aumentar frustración de Hermione, pero cuando estaba a punto de objetar, la pelinegra levanto una mano en señal de que esperara.

- Soy parte de la guardia de esa información, una de las ultimas y me tomo el papel muy en serio por su importancia y porque hice un juramento inquebrantable de no revelarla a cualquiera que pueda utilizarla de forma equivocada. Pero puedo contestar las preguntas que tengas ahora en la medida en que no afecten ese juramento y que no perjudiquen a los míos.

Hermione entendió la complejidad de la situación. Ciertamente la implicación de un juramento inquebrantable complicaba las cosas y aunque la chica no le agradaba del todo, tampoco quería matarla. Su semblante se relajó y miro su pergamino.

-Supongo que eso está bien por ahora, Parkinson. – contesto entre dientes.

-Perfecto, entonces adelante.

La insto a comenzar con su interrogatorio.

- ¿Sospechas que esto puede tener que ver con alguna rivalidad con los hombres lobo?

Parkinson sonrió, no supo si era porque ya esperaba la pregunta o porque se burlaba de ella.

-No hay tal rivalidad, no es que tengamos lazos estrechos, pero tampoco somos enemigos. Quien haga esto va por hombres lobo y vampiros por igual y no creo que tenga que ver con alguna de las dos especies.

El ceño de Hermione se frunció, estaba sorprendida por la información y también surgía la duda de porque Parkinson pensaba eso último.

- ¿Por qué piensas que no tiene nada que ver con alguna de las dos especies?

-Estoy segura de ello. Desde la discriminación por los actos de la Segunda Guerra Mágica; me refiero específicamente a los actos cometidos por Fenrir Greyback, por el lado de los hombres lobo y Sanguini quien mato y bebió la sangre de al menos 3 docenas de nacidos de Muggles, por parte de los vampiros; ambos pactamos mejorar las relaciones con los magos. Sé que no lo parece, pero entre nosotros el honor es importante al igual que la tradición y aunque las restricciones del ministerio sobre la distribución de la poción matalobos y la resistencia ante los sustitutos de sangre han vuelto las cosas más difíciles no nos emociona ser nuevamente cazados, por eso respetamos este acuerdo de admistia.

Hermione movió la pluma con prisa escribiendo los puntos importantes sobre lo que Pansy recién había dicho.

-Entonces si existe alguna clase de pacto o convenio entre ambas especies. ¿También hay algún organismo de regulación? ¿Cómo un consejo o algo fuera de la Sociedad de Tolerancia para los Vampiros?

Parkinson frunció el ceño, parecía que estaban entrando en terrenos peligrosos y apenas empezaban.

-Sí, sin embargo, su naturaleza, miembros o cualquier información al respecto es totalmente confidencial.

-Lo suponía- Hermione resoplo con frustración y escribió en el pergamino – Y tú eres parte de este consejo.

Dijo sin levantar la vista, era más una afirmación que una pregunta.

-Si- Parkinson se limitó a afirmar, aunque no era necesario.

- ¿Tienen alguna forma de registro, algo para identificarse, rastrearse o …

-Una lista sí, pero ni muerta compartiría esa información – Interrumpió Pansy visiblemente molesta - Y si lo que quieres decir es si nos marcamos como perros, como la marca tenebrosa para poder rastrearnos y controlarnos, la respuesta es no, Granger, no somos parte de un culto de criminales.

Hermione estaba consciente de que tanto hombres lobo como Vampiros se habían manifestado en contra de la propuesta de ley del Ministerio de registrarlos y hacer pública la lista. Personalmente ella también estaba en contra de un registro público y había sido una de sus luchas desde que tomo posesión de su puesto actual.

-Disculpa, no fue mi intención asumirlo, pero debía preguntarlo- concluyo arrepentida por la forma en la que fue tomada la pregunta.

-Entiendo, acepto tu disculpa.

Parkinson movió la mano en señal para que Hermione prosiguiera con su interrogatorio. Le pareció extraño que no peleara más al respecto y aún más que aceptara tan verbalmente su disculpa, pero continuo.

- ¿Qué tanto de las teorías sobre ustedes y sus habilidades es correcta?

-Esa es una pregunta muy ambigua para ti Granger. ¿Podrías ser más específica sobre las habilidades a las que te refieres?

Parkinson sonrió. Hermione supuso que se preparaba para burlarse si las habilidades sobre las que preguntaba eran muy fuera de lo real o demasiado fantasiosas. Sin embargo, no podía detenerse, en ese punto asumiría que todo lo que sabía sobre los vampiros era como mínimo mentira o teoría.

-Bien, primero ¿La inmortalidad?

-Es falso, podemos vivir más, aunque no somos inmortales.

- ¿Qué hay de las debilidades? ¿Ajo, estaca en el corazón, el sol, etc.?

-Veamos, el ajo es un claro repelente y es muy molesto- puso su mano bajo su barbilla en señal de pensar acerca de la pregunta – Sobre la estaca en el corazón, creo que mataría a cualquiera, como dije, no somos inmortales- Parkinson se rio, pero no había burla en ella, más bien una sonrisa conciliadora.

Hermione se contagió y sonrió entre dientes, tachando algunas de sus anotaciones en el pergamino.

-Lo sé, fue una pregunta estúpida en este punto. - acepto con una sonrisa ladina.

-Sí, es algo extraño viniendo de la ¿Cómo era? - continúo pasando sus dedos por su barbilla- ¿La Bruja más brillante de nuestra era?

Los ojos de Parkinson se llenaron de algo parecido a la nostalgia y una sonrisa sincera permaneció en sus labios.

-Sabes que no me gusta ese apodo.

Respondió Hermione sonriendo a la par y manteniendo la mirada en la mujer frente a ella. Por un momento sintió que el tiempo retrocedía a su ultimo año en Hogwarts…

Parkinson se aclaró la garganta y se movió incomoda en su silla sacando a Hermione de sus pensamientos, se estaba desviando y tenía que volver al presente. Se acomodó en su lugar, borrando la suavidad de sus ojos y poniéndose seria nuevamente.

-Y sobre el sol, debido a nuestra piel pálida y ausencia de melanina nos afecta considerablemente, un día especialmente caluroso podría traducirse en quemaduras de tercer grado, pero hemos desarrollado algunos hechizos de protección para poder salir a plena luz del día.

- Mencionaste que sanas mas rápido, ¿Qué hay de las otras habilidades? ¿Fuerza, velocidad, olfato?

-Las tres son sobrehumanas, es todo lo que puedo decir.

- ¿De dónde viene su sed de sangre?

Esa pareció ser otra pregunta complicada, Parkinson volvió a pensarlo durante un momento prolongado.

-Digamos que no la producimos al ritmo que nuestro cuerpo necesita, debido a nuestras habilidades sobrehumanas tenemos un mayor gasto energético y esta sed de sangre aumenta según como utilices estas habilidades. No puedo explicar más por ahora.

- ¿Qué hay de la reproducción? – las mejillas de Hermione ardieron, avergonzada por la naturaleza de la pregunta que había salido sin pensarlo debido al buen ritmo que había tomado la entrevista. – Me refiero a que – continuo, con un tono más alto de lo que pretendía, para aclarar a lo que quería llegar con la pregunta. – Mencionaste que tu padre es vampiro, por lo tanto, la reproducción es posible, pero ¿Cómo funciona?

De alguna manera sonó peor de lo que quería y Parkinson sonrió divertida y con algo de picardía.

-Vaya Granger, que pregunta tan indiscreta- se inclinó sobre escritorio apoyando el codo en la superficie y su barbilla sobre la palma con una mirada sugerente- Pero si, es posible entre nosotros y con magos. Todo funciona…Si quieres puedo mostrarte.

Hermione desvió la mirada, sus mejillas se sintieron aun mas calientes si eso era posible y sus labios se apretaron mientras sentía la mirada de Parkinson, seguramente se estaba burlando de ella lo cual no era raro, lo que si era totalmente raro era que Hermione reaccionara tanto y tan visiblemente a sus comentarios.

-Eso no…- Hermione se aclaró la garganta, aun sin volver la vista a la otra mujer – No será necesario.

Recupero la compostura y volvió a mirar al pergamino para continuar con sus anotaciones.

-Dices que es posible entre ustedes y con magos ¿Qué hay de los Muggles?

-Es complicado, hasta donde se es imposible por el ritual necesario, un ser no mágico no podría sobrevivir a eso y como las familias de vampiros han sido mayormente Sangre Pura no es un tema que les interesara profundizar. Tu entiendes.

Hermione entendía perfectamente a que se refería, obviamente los magníficos Sangre Pura no tendrían interés alguno en relacionarse cercanamente a un Muggle, de ahí que no fuera necesario investigar al respecto.

- ¿Tienen alguna clase de compañero de por vida como las Veelas o algo así?

-Es posible elegir una persona, como proveedor de sangre y compañero de por vida, pero no es algo tan estricto y obligatorio como en el caso de las Veelas, se trata más bien de una decisión. Aunque el ritual es muy profundo una vez realizado y ambas partes quedan unidas por sus núcleos mágicos. Es realmente algo hermoso, si me lo preguntas, poder elegir activamente unirte a alguien sin que el instinto o la naturaleza te obligue a ello.

Hermione de sorprendió ante su uso de la palabra "hermoso" y como parecía hablar apasionadamente al respecto de ese tema. Parkinson continuo.

-El estudio del vínculo con el compañero de sangre es algo que particularmente me intriga, se crea voluntariamente y una vez realizado, los núcleos mágicos se unen de por vida, permitiendo a cada parte experimentar los pensamientos y sentimientos del otro. En algunos casos puede incluso aumentar su magia mientras ambos estén juntos y sus núcleos sean compatibles. Sin embargo, es algo que ahora no se usa mucho debido a la existencia del sustituto de sangre y que la mayoría de Vampiros prefieren la soledad y la aventura. Lo cual es mi caso.

Concluyo con una sonrisa, aunque no parecía sincera. Hermione observo sus reacciones mientras hablaba y estaba segura de que la cuestión del vínculo era algo que le importaba mucho más de lo que quería dejar entrever la pelinegra. Por un momento la posibilidad de que realmente tuviera un compañero hizo que sintiera una extraña opresión en el pecho. ¿Qué le estaba pasando?

-Pareces saber mucho al respecto- Hermione bajo la vista para seguir con sus notas y su tono sonó mas frio de lo que pretendía.

- ¿Es tu forma de preguntarme si tengo un compañero de sangre?

Parkinson se inclinó nuevamente poniendo los codos sobre el escritorio y esa mirada burlona en su rostro y Hermione se sorprendió al descubrirse a sí misma ávida de saber la respuesta a esa pregunta. No contesto, simplemente miro directamente a los ojos verdes de la chica intentando no parecer tan ansiosa como extrañamente estaba.

- No Granger, no tengo un compañero- Contesto finalmente aun sonriendo.

- ¿Por qué? - la pregunta de Hermione salió casi como un suspiro involuntario lo que la sorprendió.

Parkinson pareció sorprendida también por un momento, su sonrisa se borró por completo y miro a los ojos a Hermione como si buscara algo muy profundamente en ellos. Finalmente volvió a apoyar la espalda en el respaldo de la silla y cruzo los brazos frente a ella.

-No creo que mi vida amorosa tenga que ver con la investigación, Granger- Contesto de forma fría y tajante.

Hermione se cuenta de lo fuera de lugar que estaba la pregunta y se preguntó porque carajos la había echo. No tenía ningún interés en la vida amorosa de Pansy Parkinson. Definitivamente saltarse el desayuno y el almuerzo le estaba cobrando factura.

-Tienes razón, yo… me disculpo- expreso mientras guardaba los pergaminos y libros que había sobre el escritorio- creo que es mejor terminar por ahora.

-Claro que si, Señora- contesto Parkinson con cansancio recuperando su expresión arrogante y poniéndose de pie.

Hermione la observo darse la vuelta y caminar hasta la salida sin mediar más palabra, simplemente hizo un gesto con la mano sobre el hombro en señal de despedida, salió y cerro nuevamente la puerta tras de sí.

Cuando Pansy entro en la oficina principal de los Aurores se sorprendió, ciertamente no esperaba una cálida bienvenida pero tampoco los gritos furiosos del Jefe del Departamento de Aurores, Harry Potter, el mismísimo Niño Que Vicio, en persona.

- ¿Que mierda estabas pensando, Parkinson?

Debido a su trabajo como Auror en la división de Paris, Pansy había tenido misiones de campo y trabajo en conjunto con Harry, Neville e incluso con la odiosa comadreja Weasley, quien en ese momento estaba cruzado de brazos mirándola furioso desde el otro lado de la habitación, lo que a Pansy realmente le importaba una mierda, no tenía especial interés por llevarse bien con el pelirrojo larguirucho y si su odio significaba que se mantendría lejos de ella lo prefería así.

-A pesar de que me encanta la idea de estar aquí y que me grites todo el día ¿No crees que sería un mejor uso de nuestro tiempo si revisáramos la investigación? – pregunto Pansy mientras se pellizcaba el puente de la nariz, estaba comenzando a afectarle el cansancio y sentía que la cabeza le iba a explotar.

- ¡Claro que no! Seguiré gritándote y luego ustedes dos se irán a descansar.

Grito nuevamente señalándola y a Theo quien estaba detrás parado al lado de Neville. También se veía bastante cansado, había perdido sangre y el sustituto que les proporcionaron en San Mungo no tenía la calidad que acostumbraban. Pansy miro a Harry indignada y molesta.

- ¿Descansar? ¿Cómo mierda pretendes que…

- ¡Esto no es una sugerencia Pansy! – la corto el hombre- Es una orden, soy tu superior y estamos en el Ministerio, ni siquiera deberías hablarme así, pero lo dejo pasar porque estoy consciente de lo que has vivido el día de hoy.

Harry la miro al fin con suavidad, supo a lo que se refería e inmediatamente desvió la mirada, no quería pensar en eso ahora, no frente a sus compañeros de trabajo y definitivamente no se derrumbaría frente a la comadreja.

-Solo dime ¿Por qué no nos llamaste? ¿Qué te hizo pensar que estarías a salvo en medio de un campamento ilegal de vampiros a pocos días de haber sido atacada en tu propia casa?

Pansy lo medito por un momento, al principio en realidad no estaba segura de que el ataque inicial fuera para ella por su condición, muchos aspectos en sus trabajos y su vida en general podían traducirse en un riesgo, Merlín sabia que sus relaciones románticas o personales no eran las más sanas y ser un Vampiro no estaba entre las cosas que ella pensaría que podrían ser del dominio público y que buscaran atacarla por ello.

-No pensé que estuvieran yendo por mí, no por eso, creí que estaría segura y que la confidencialidad y protección alrededor de esas misiones me mantendría a salvo.

Respondió con sinceridad y pudo ver la preocupación en los ojos de Harry, eso era nuevo. Estaba consciente de que los años de trabajar y arriesgarse codo a codo habían hecho mella en ella misma, llegando al punto en que confiaba en Potter como compañero y respetaba sus habilidades como Auror, pero saber que se preocupaba por ella era algo que nunca pensó vivir. Menos después de que fue ella la primera en gritar pidiendo que el joven Potter fuera entregado al Señor Oscuro durante la Segunda Guerra Mágica.

-Fue algo imprudente de tu parte, Pansy. La primera condición para permitirte seguir participando activamente en esta investigación será que no cometas mas intentos de suicidio, debes hablar todo conmigo, cualquier sospecha, cualquier indicio o plan estúpido que tenga, lo debo saber ¿Está claro?

La última parte del mensaje fue dicha con voz más severa, dando a entender que no lo decía como amigo, lo decía como jefe y debía obedecer. Su condición de Auror le obligaba a seguir las ordenes de su superior.

- ¿Eso lo dice quien fue detrás del Señor Oscuro sin un plan? – Bromeo Pansy tratando de aligerar el ambiente y se alegró de ver una sonrisa asomándose en los labios del hombre.

-Lo sé, pero ya no somos unos adolescentes y pudiste haber muerto ahí.

Pansy lo sabia y el resto de sus compañeros también. Neville y Theo la miraron con preocupación hasta que un bufido proveniente del fondo de la habitación los distrajo, seguido de una risa burlona.

- ¿En serio eso hubiera sido una gran pérdida?

Pansy pensó que la comadreja ya se había tardado en hacer algún comentario estúpido y estuvo a punto de reaccionar, pero Theo se le adelanto.

-Si no sabes de lo que hablas será mejor que mantengas la boca cerrada, idiota.

Su amigo Slytherin era el más consiente de la situación en la que se encontraban, siendo también un Vampiro, solo había podido confiar en su lealtad para ayudarle en las misiones de apoyo a los refugios, solo él sabía que era parte del Consejo del Secreto y de su condición de Guardián. El joven dio unos pasos en dirección a Weasley y parecía mas que dispuesto a iniciar un duelo en ese preciso lugar mientras avanzaba y llevaba su mano a la funda del cinturón donde se encontraba su varita.

- ¡Basta! No quiero discusiones entre compañeros. Ron, si no dirás nada útil será mejor que te abstengas.

Fue extraño escuchar a Potter reprender a su mejor amigo, aunque también era su jefe y Ron era un idiota, pero ser la causa del regaño fue extraño y causo algo de satisfacción en Pansy.

-Sera mejor que vayan a descansar – continuo Harry – Neville y Wilkes los escoltaran y se quedaran para vigilar hasta ser relevados. Los veré aquí mañana a las 9 am en punto para discutir los avances.

Pansy no quiso objetar más, no estaba en las condiciones para eso. Siguió a los otros dos Aurores a través de la salida, el pasillo y luego el ascensor con Theo caminando a su lado.

Antes de entrar en las chimeneas de la red Flu en el vestíbulo le sorprendió a donde le dijo Neville que debía ir, pero su sentido de objeción seguía apagado así que continuo e hizo lo que le indico el chico.

Llego a una pequeña y cálida habitación, con un par de sofás grandes y mullidos apostados a los lados de la chimenea, en el centro había una mesita de café, un candelabro colgaba del techo iluminando de forma intensa el lugar con paredes de ladrillo expuesto, simple pero elegante. Los demás no tardaron mucho en aparecer detrás de ella.

-Solo esta chimenea estará conectada al Ministerio mientras estén aquí. Sus habitaciones están al lado y la zona estará vigilada y restringida. Haremos turnos y revisiones en este y el primer piso y en cuanto los relevos se lleven a cabo les avisaremos. ¿Alguna Duda?

Pansy levanto la mano y Neville enarco una ceja.

-Botones, me preguntaba si el servicio de barra libre está incluido, porque me muero por una copa de whisky de fuego- menciono con el tono más frívolo que pudo encontrar mientras fingía observarse las uñas.

-Ja, muy graciosa Parkinson, pero te aconsejo que pienses primero en darte una ducha porque apestas- contesto el hombre en tono de burla.

-Uy, pero que grosero- se quejó fingiendo indignación y llevando su mano al pecho con dramatismo.

Neville se rio de buena gana antes de caminar a la puerta. Theo y Pansy lo siguieron y a Wilkes fuera de la habitación. Se detuvieron en la primera puerta indicándole a Theo que era la suya y después solo Neville se quedó al lado de Pansy para llevarla a la otra puerta. A mitad de camino Pansy recordó algo y saco un frasco de tamaño mediano con la apariencia de un jugo de tomate de una de las bolsas de su cinturón. Se lo paso a Theo bajo la mirada inquisitiva de Wilkes y cuando volvió la vista a Neville supo que se daba cuenta de lo que pasaba, pero de inmediato el hombre miro al techo y continuo su camino por el pasillo, indicando que se haría de la vista gorda. Los sustitutos de sangre que usaba Pansy no eran exactamente regulados por el Ministerio, pero a estas alturas el joven conocía suficiente al respecto y simplemente evitaba hacer comentarios.

Neville entro primero en la habitación y comenzó a murmurar algunos hechizos de inspección mientras ella miraba alrededor. No había mucho que apreciar, todo lo que conformaba el cuarto era una cama con dosel que parecía cómoda, un escritorio al frente de una ventana, un pequeño closet del otro lado y una puerta al fondo que Pansy suponía era el baño.

-Parece que todo está bien. Trajimos algo de ropa para ti desde los Jardines Parkinson – anuncio señalando el baúl frente a la cama - ¿Necesitas algo más?

-Estoy bien- contesto Pansy y el joven mantuvo su mirada inquisitiva- Estaré bien- reafirmo.

-Si necesitas algo estaremos en el pasillo.

Pansy asintió y se quedó de pie frente a la cama mientras Neville salía de la habitación y cerraba la puerta tras de sí.

Un profundo suspiro salió de su boca, lanzo un hechizo de bloqueo a la puerta y se retiró rápidamente la túnica de los hombros, luego tiro el resto de su ropa al piso mientras se dirigía al baño donde se encontró con una pequeña tina. Nada glamoroso, pero definitivamente servía para sus propósitos de limpieza en ese momento.

Se relajó en el agua caliente intentando bloquear los recuerdos del día, pero estaban ahí alrededor, chocando uno con otro y contra ella esperando ser asimilados, casi peleando. El primero que entro y se expandió por completo en su cabeza como una bomba de humo, fue el de Rugal, tendido en el piso de la casa de campaña mientras sentía apagarse su núcleo mágico. Y simplemente se dejó llevar por las lágrimas que luchaban por salir. Su lado humano y sentimental quería gritar y sufrir por la muerte de su mentor, la única persona en quien había podido confiar para hablar sobre su condición y quien realmente le enseño lo que la lealtad entre garras y colmillos significaba. Por otro lado, su parte Vampiro vengativo clamaba con furia por encontrar a los culpables y hacerlos pagar.

Por supuesto que lo haría, los encontraría y se vengaría, pero en ese momento solo dejo que su parte humana tomara el control y derramara las lágrimas que necesitaba mientras recordaba a su amigo caído. Se permitió llorar en silencio durante varios minutos hasta que la posición en la tina la entumeció y decidió salir.

Seco su cuerpo con un hechizo repelente y busco en el baúl algo que pudiera servirle para dormir. Se encontró con un pequeño conjunto de lencería sencilla en color beige, esperaba que Neville no se hubiera tomado tan concienzudamente la tarea de buscarle ropa porque la idea de su amigo husmeando en su cajón de interiores no sonaba muy atractiva. Finalmente decidió que lo mejor era permitir a su cuerpo liberarse para que pudiera recuperarse más rápido así que solo se colocó la parte inferior del conjunto antes de tumbarse en la cama.

El siguiente pensamiento que entro en su mente explotando de forma rítmica y escandalosa casi como fuegos artificiales, fue el de Granger. La chica realmente se había convertido en una mujer hermosa, elegante y segura de sí misma. Aunque casi al final de la entrevista sus reacciones le parecieron extrañas a Pansy, sabía que podrían ser solo alucinaciones suyas, anhelos de un pasado que nunca pudo ser, porque esa mujer de ahora no era la Hermione que ella había conocido y con la que convivio tanto tiempo durante su último año en Hogwarts, con quien paso aquellas tardes largas en la biblioteca estudiando, con quien salía a pasear a los jardines cerca del lago negro, a quien le confeso todas sus dudas sobre su futuro y quien le abrió su corazón a Pansy sobre sus propias inquietudes. La Hermione con quien paso noches alucinantes en la Sala de los Menesteres mientras…

¡No! Grito una voz en su interior sacándola de esos pensamientos, porque por más que quisiera no debía revivir esos recuerdos, por más que doliera debía volver a enfatizarse a sí misma que esta Hermione era una mujer con dos hijos y que estaba felizmente casada con Ronald Idiota Weasley.

Su mano se estiro buscando el cinturón abandonado en el suelo al lado de la cama hasta que encontró el bolsillo que contenía los frascos de pociones de sustituto de sangre. Lo bebió con avidez al sentir el sabor metálico rozando su lengua y disfruto de la nueva anergia que comenzaba a circular por sus venas lentamente. Con un movimiento de su varita corrió las cortinas del dosel para poder evitar la luz del día que aun entraba por la ventana y se permitió abandonarse al sueño, dejando a su cuerpo asimilar la poción. En un par de horas estaría lista y de pie como nueva.

Hermione entro en el Caldero Chorreante pasadas las 6 de la tarde. Su hora de comida se le había pasado entre la entrevista con Pansy Parkinson y los pendientes que tenía sobre la investigación, quería seguir trabajando en ese tema y normalmente no era impedimento que su hora de salida hubiera pasado, pero después de la visita de la Slytherin simplemente no había podido concentrase como quería. De alguna manera esa mujer le ponía los nervios de punta y no podía superar el shock de todo lo que había pasado ese día, desde verla entrar en su oficina hasta la plática que habían tenido y sobre todo el comentario sugerente que le había hecho. Sus recuerdos volaron de regreso a Hogwarts y no estaba lista para eso. Finalmente decidió que el día no podría ser más productivo, no podría seguir con ese trabajo si no sacaba los sentimientos que la abrumaban y solo atino a llamar a Ginny para que la acompañara a comer y tomar una copa en el Caldero Chorreante.

Miro a su alrededor y le alegro ver que la pelirroja ya estaba en el lugar, sentada en una de las mesas del fondo esperándola.

La pelirroja se puso de pie y la saludo con un cálido abrazo y una sonrisa. Ambas pidieron algo de comer y de beber al camarero que se acercó de inmediato y comenzaron a hablar sobre trivialidades del clima y como el Caldero Chorreante había cambiado en los últimos años desde que la propiedad paso a Lavender Brown y Parvati Patil.

Las chicas lo convirtieron en un lugar más vistoso y acogedor, muy distinto a las viejas mesas de madera, adornos de caza y polvorientos retratos que solía tener, ahora había sillas de madera pulida y elegantes sillones de cuero negro con mesas bajas en los alrededores y mesas altas con bancos de metal en el centro. La barra al fondo cubría toda una pared llena de botellas de licores y demás bebidas y en el techo colgaban varios candelabros que iluminaban bien el local completo, pero aun conservaban las chimeneas y la estructura de piedra y ladrillo expuesto cubierta con pequeñas farolas.

La comida llego unos minutos después, mientras discutían sobre los nuevos platillos que habían implementado y, como Hermione se moría de hambre se quedó mayormente callada mientras se concentraba en su carne asada y escuchaba a la pelirroja hablar sobre el inicio de la nueva temporada de Quidditch y como no estaba segura de cual oferta de equipo elegir.

- ¿Y bien? – pregunto finalmente Ginny mientras el camarero retiraba los platos vacíos.

Hermione le dirigió una mirada inquisitiva sin entender a que se refería.

-Oh por Merlín, Hermione -dijo exasperada – desde que te separaste de mi hermano solo han sido algunas cartas por aquí, excusas por allá, cuentos del trabajo para no salir con nosotros a beber o extrañas cancelaciones por compromisos cuando hay reuniones en la Madriguera. Incluso la petición de que Ron enviara a Rose y Hugo solos por Red Flu cuando es tu turno de tenerlos, lo cual es una estupidez, Hermione Jane Granger… y ahora de pronto un mensaje urgente de reunirnos, es simplemente injusto.

Hermione no supo que decir o como defenderse, entre su frustración por hablar con alguien de confianza no había pensado en que Ginny tuviera tantas cosas que reclamar, no la culpaba, todo lo que había enumerado era correcto, pero se había sentido tan fuera de lugar de volver a salir o convivir con los Weasley después de separarse de Ron. Sabía que la seguían considerando parte de la familia, pero simplemente había querido estar alejada y resolver sus problemas por su cuenta.

-Lo lamento mucho Ginny, yo simplemente necesitaba redescubrir mis convicciones, mis prioridades y a mí misma, en resumen, me permití ser egoísta. Durante mucho tiempo me concentre en preocuparme por Harry y Ron o ser parte del Trio Dorado. Y simplemente quería ser solo Hermione Granger y no la otra mitad del Matrimonio de Plata.

Ginny puso los ojos en blanco.

-Claro, Harry y yo siempre seremos el Matrimonio Dorado, no lo olvides- dijo levantando un dedo y riendo después.

Burlarse de los apelativos que les asignaban los periodistas siempre había sido un chiste privado entre ambas chicas durante las tardes de té en la Madriguera, las citas de juego con sus hijos mientras bebían una copa de vino o las noches de salidas para beber con el resto de sus amigos.

El semblante de Ginny se volvió serio nuevamente y continuo.

-Sabes que no solo eras la esposa de Ron para nosotros, desde antes eras parte de la familia y que se separaran no significa que te dejáramos atrás, solo significa que vemos a Ron como un maldito idiota por perderte.

Ginny tomo su mano sobre la mesa y ambas sonrieron por el comentario.

-Lo sé, lo siento- contesto luchando con las lágrimas que trataba de reprimir – Prometo que ya no me perderé.

-No lo hagas, a mamá le encantara que vuelvas a visitarla, ha estado preocupada por ti.

-La visitare en cuanto pueda.

Se dedicaron otra sonrisa conciliadora y un apretón de manos para cerrar la reconciliación de la amistad entre ambas.

-Muy bien, entonces ahora si suelta el chisme ¿Qué es lo que te tiene tan preocupada?

-Necesitare algo del alcohol en mi sistema para eso- contesto levantando la mano para llamar al mesero nuevamente.

El joven volvió unos minutos después con dos vasos de whisky de fuego, pero antes de que se alejara nuevamente Hermione bebió hasta el fondo su vaso completo y pidió otro bajo la mirada sorprendida de la pelirroja.

-Oh vaya, esto realmente te está molestando, no puedo esperar a saber de qué se trata.

Ginny se burló abiertamente y a Hermione le pareció refrescante la actitud impetuosa de la mujer, realmente la había extrañado y a su carácter bromista y despreocupado.

-Hoy vi a Pansy Parkinson.

Soltó simplemente, tal vez por el efecto del alcohol o talvez porque la frase ya estaba golpeando sus labios desde horas atrás. Ginny no pareció sorprenderse, aunque su expresión se volvió divertida y dio un sorbo a su whisky antes de contestar.

-Oh Merlín, entonces por fin sucedió, creí que ella vendría hasta la próxima semana.

- ¿Tú sabias que vendría?

-Por supuesto, Harry me conto sobre lo sucedido en Paris después de que la última lechuza que le envié a Pansy no fue respondida. Me dijo que el Ministerio de Magia local la protegería e investigaría al respecto. Él en persona se encargaría de su traslado a Londres, pero tenía entendido que sería hasta la próxima semana.

Hermione se sorprendió de lo bien informada que estaba la chica, aunque no era de extrañarse siendo la esposa del Jefe de Aurores Harry Potter.

-Al parecer hubo otro ataque esta mañana y por eso decidieron adelantar el traslado.

-Vaya, imagino que por eso Harry no tuvo tiempo de decirme nada.

-Espera un momento- Hermione recién capto otra parte de la confesión de Ginny - ¿Por qué te envías lechuzas con Parkinson?

Ginny puso los ojos en blanco, exasperada.

-Hermione, el hecho de que tu hayas olvidado el último año en Hogwarts no significa que yo también. He mantenido el contacto con Blaise, Draco, Theo y Pansy e incluso con las odiosas de Davis y Greengrass. No diré que somos muy íntimos, pero ciertamente somos amigos y por si no lo recuerdas Harry y yo asistimos a la boda de Draco y Astoria hace cuatro años. Además, Pansy ahora es un Auror y paso algunos años en Rumania trabajando con Charley en sus investigaciones, cosas de dragones, en realidad no estoy bien enterada al respecto, pero fueron muy cercanos, mamá en realidad pensaba que al fin el más rebelde de los Weasley sentaría cabeza, pero le dije que no se hiciera ilusiones.

Ginny volvió a sonreír y beber sin apartar la mirada y Hermione imaginaba que también se burlaba de su propia expresión de sorpresa por toda esa información.

Ahora sabía que Parkinson era Auror, lo único en lo que pudo concentrarse después de la visita de la chica fue en leer atentamente su expediente. Sabia sobre las misiones en conjunto con el Departamento de Aurores Ingles y su prolongada estancia en Rumania investigando sobre las propiedades de la sangre y el corazón de dragón, imaginaba que se trataba sobre su búsqueda por un sustituto de sangre más apropiado para los Vampiros y anoto el dato para preguntar después al respecto, pero hasta ese momento reparo en lo que todo eso implicaba. Por supuesto que sería cercana a Harry y Neville por su trabajo, por eso lo había llamado con tanta confianza en su oficina. Y luego estaba su relación de trabajo con Charley, lo que también debió deducir, pero claro que no quería asumir que Parkinson y el hermano playboy de los Weasley fueran "muy cercanos".

- ¿Parkinson y Charley? – la pregunta salió sin pretenderlo- ¿Y cómo es que recién me entero de todo esto?

Ginny le dedico una sonrisa juguetona al principio y después levanto los hombros quitándole importancia.

-Tú y Ron siempre parecieron muy renuentes al tema de socializar con los Slytherins, de él lo entendí, es un idiota rencoroso y cabeza dura, pero cuando ambos rechazaron la invitación a la boda de Draco supe que te había contagiado…

-Espera ¿Qué? - Hermione interrumpió- Yo nunca supe que Draco Malfoy nos invitó a su boda.

-Talvez Ron recibió la invitación y la rechazo sin decirte, tiene sentido que hiciera eso. Nunca dije nada, pero si me sorprendí. Después de nuestras locas aventuras con los Slytherins durante el último año en Hogwarts creí que habías superado las diferencias, aunque al final pareció que cambiaste de opinión, no quise juzgar ni preguntar más al respecto.

-Yo…en realidad no recuerdo mucho sobre el último año en Hogwarts…

Mentía, claro que recordaba perfectamente ese último año, de no ser así, ver ahora a Pansy Parkinson no le afectaría tanto…