Todos los días eran ordinarios, para ella al menos, todos los días era despertar, con ayuda de su padre, cambiarse, desayunar, salir a sus clases de ballet, regresar a casa, descansar y seguir la misma rutina todos los días.

Ese día no era la excepción. Salió de aquel departamento que era exactamente el mismo que los demás, el mismo diseño, la misma estructura.

Comenzó el camino hacia la academia, cuando vió un montón de hombres correr en dirección contraria a la que ella iba, miró hacía atrás y vió como aquellos hombres golpeaban a otro. Corrió a parar los golpes que le proporcionaban Pero no pudo, pues uno de ellos la empujó provocando que cayera en la acera.

Ninguno de aquellos hombres se percató de lo que le habían hecho. Dejaron al otro hombre en paz cuando se cansaron, dejando una última advertencia.

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Sasuke todos los días vivía en una absoluta rutina, se despertaba, salia a buscar un empleo y después regresar a casa nuevamente. Todo era ordinario.

Había veces que los pandilleros del vecindario lo golpeaban solo por no unirse a su pandilla, y ese día no era la excepción. Intentó defenderse, correr, pero no tenía esas habilidades. Pudo ver cómo una chica quiso defenderlo, pero esta fue golpeada por su culpa. No pudo hacer nada. ni por él ni por ella.

Cuando dejó de sentir los golpes de aquellos hombres levantó la vista y pudo verla, aquellos exóticos ojos blancos, su piel extremadamente blanca y pura, su cabello negro largo con destellos azules. Se veía como un ser mágico. Sin más se dejó caer en la oscuridad.

Hinata alarmada por el hombre inconsciente en sus brazos intentó levantarlo, pero sus brazos delgados no le ayudaban en nada. Intentó gritar, pero su falta de voz no se lo permitió. Lo único que pudo hacer fue llorar. En silencio.

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Abrió los ojos, se sentía demasiado adolorido, no reconoció el lugar donde estaba, intentó levantarse pero alguien no lo permitió.

-¿Quién eres?.

Fue lo que salió de sus labios, demasiado débil para su gusto.

No recibió respuesta. Pero pudo reconocer a la misma chica que lo había intentado ayudar.

Ella señaló algo en su oido y enseguida le mostró una libreta con algo escrito.

"Lo siento, no puedo escuchar, tampoco hablar. Pero si puedo leer los labios".

Sasuke se sorprendió al saber la condición de aquella mujer, lágrimas de sus ojos comenzaron a salir, no podía creer que ella lo hubiera ayudado aún en su condición. Sintió rabia por aquellos hombres, por su misma cobardía y su debilidad.

-Lo siento...

Fue lo único que le dijo.

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A partir de ese día prometió que nadie volvería a hacerle daño, ni a él ni a las personas a su lado.

Comenzó a asistir a un gimnasio, dónde aprendió el deporte del boxeo, también comenzó a conocer a Hinata, su vecina, a la cual no había conocido nunca a pesar de tener casi toda su vida viviendo al lado suyo.

Supo que ella bailaba ballet a pesar de no tener el sentido del oído, el cuál perdió cuando era pequeña por una accidente que se llevó a su madre y a su hermana menor también. Su padre era el único que estaba con ella y la apoyaba por completo.

Comenzó a aprender lenguaje de señas, por ella, ahora eran muy buenos amigos.

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-Hoy tengo una competencia para saber quién hará el papel del lago de los cisnes en el próximo festival.

Hinata le contó, Sasuke la podía ver emocionada. Pero también sabía que se le complicaba un poco el balance.

-Solo siente la música.

Fue lo que le dijo, con una sonrisa, a lo que ella correspondió y asintió.

Hinata se fue al salón. En cuanto llegó vió a los jueces, se veian demasiado intimidantes.

Comenzó su baile, pero pronto perdió el balance, recordó las palabras de Sasuke, fue hacia la bocina y sintió el retumbar entre sus dedos, con firmeza regresó al centro y comenzó su número.

Los jueces quedaron encantados.

Su maestra le anunció que sería la nueva cisne.

Corrió hacía el gimnasio donde sabía estaría Sasuke, quería contarle todo. Llegó y vió cómo entrenaba, a ella le parecía un hombre demasiado atractivo, pero siempre había pensado que él nunca la vería como algo más que amigos. No la vería como ella lo mira a él.

Esperó un poco para que él terminara, mientras observaba en lo que se había convertido, en un hombre.

Sasuke terminó con su entrenamiento del día, fijó su vista en su amiga, se veía demasiado hermosa, al parecer habia obtenido el papel principal.

La saludó y le pidió que lo esperara mientras se iba a cambiar. Hinata aceptó y esperó pacientemente en una banca.

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-Felicidades

Sasuke la felicitó después de que ella le contara lo que intuía.

-¿Sabes?, voy a tener una pelea este fin de semana, es mi primer pelea y me siento demasiado motivado. Siento como si desde que te conocí mis días se han vuelto mágicos.

Hinata le prestaba atención a lo que le decía. Ella también estaba muy feliz de verlo cumplir sus metas. Con una sonrisa le respondió.

-Dejame estar a tu lado, porque también siento que mis días son mágicos desde que te conocí.

Sasuke le sonrió y la abrazó. Hinata le correspondió sintiendo el olor de él impregnado en ella.