Nota de la autora: Este es un fic de exhibición para el Scratch That Niche Fic Fest. Amor Beta para CorvusDraconis, ¡La mejor Beta! Quien me impide 'destruir' con malas 'temperaturas'. (Corvus necesita amor, vayan a leer sus historias) Amor a mi porrista y el crédito por encontrar la inspiración para el nombre de este fic para TheFrenchPress. Este fic está completo y en fase beta y se publicará una vez por semana.

Nota de la traductora: Bueno, hago una pausa de mis muy largas historias en curso para traerles esta historia que es bastante cortita, les recomiendo que aprovechen estos día para leerla ya que salí de vacaciones y mis otras traducciones no serán actualizadas hasta fines de la próxima semana. Además planeo agregar una historia nueva. Como siempre esto es un Sevmione, como siempre si no les agrada la pareja no la lean. Como siempre nada me pertenece, como siempre los personajes pertenecen a JKR, anexos y conexos. Como siempre la historia no es mía, es de la maravillosa DeepShadows2 a quien pueden encontrar en AO3 y FF, la imagen que usé en la portada fue creada por linadel_fb. Como siempre espero que disfruten esta historia porque, como siempre, es con mucho cariño.

En calma está el mar,

No hay brisas errantes

Perturbando la quietud de las profundidades.

El crepúsculo se oscurece lentamente sobre nosotros,

Y adormece al mundo cansado,

Y adormece al mundo cansado.

En calma está el mar,

La marea avanza

Sobre la playa en silencio se roba.

Un silencio llena el pequeño puerto,

Y levanta y mueve las quillas de los pescadores,

Y levanta y mueve las quillas de los pescadores.

En calma está el mar,

Las luces del cielo

cantan sobre su pecho tranquilo.

¡Oh corazón atribulado! el amor eterno

Te mira, cree y descansa,

Te mira desde arriba, cree y descansa.

-Una canción de los mares de Cornualles.

Realmente no había esperado que él viniera la noche en que llegaron, ni la noche siguiente, ya que seguramente sería llamado a rendir cuentas junto con el resto de los Mortífagos.

El Refugio estaba abarrotado, tanto de gente como de emociones tan enormes que parecían hacer que las paredes de la casa se tensaran. Para la tercera noche, Hermione se sentía sofocada, habiéndose desacostumbrado a otra compañía que no fuera la de Harry y Ron. No había ningún lugar dentro de los muros donde pudiera encontrar ni siquiera un momento de paz o tranquilidad. Necesitando ambos desesperadamente, Hermione salió a dar un paseo entre las dunas.

El aire del mar azotaba a su alrededor, mientras ponía cada vez más distancia entre ella y el resplandor de la cabaña. No se acercaría a ella si pensara que lo iban a ver. Sabía que él vendría, era lo único que tenía sentido, simplemente esperaba que el momento fuera el ideal.

Hermione había pasado suficiente tiempo estudiando las cicatrices producidas por maldiciones tratando de ayudar a Harry como para saber que la extremidad herida de Dumbledore era una sentencia de muerte esperando ser ejecutada cuando encajara mejor para la causa.

Sí, su 'asesinato' resultante la había lastimado de alguna manera, pero encajaba tan perfectamente en su lugar que le era imposible creer algo más que Dumbledore había planeado su propia muerte desde el principio. Luego estaba la descripción de Harry de la cierva plateada que lo llevó hacia la espada. Estaba desesperado por creer que era la sombra de su madre, pero su descripción era de un Patronus de libro de texto, lo que significaba que alguien lo había lanzado, alguien con acceso a la oficina del director y la espada genuina.

Deteniéndose en la orilla del agua, Hermione respiró hondo, dejando que la sensación de serenidad que la playa siempre le traía se deslizara sobre sus hombros. Era un respiro temporal; no podía dejar de lado el peso de su misión por mucho tiempo.

Sus manos se juntaron ante ella mientras levantaba la barbilla. Ella ya no estaba sola. Escuchó el crujido de sus botas detenerse mientras se acercaba a través de las conchas y la arena esparcidas.

"Por favor, acérquese, director", dijo sin volverse para mirarlo, "lo he estado esperando".

Los pasos se reanudaron, hasta que la sombra del hombre alto se proyectó sobre ella. Hermione no necesitaba mirar para saber que era Severus Snape, su presencia era irrepetible. Fijó sus ojos en las crestas blancas de las olas, observando como la marea de la tarde comenzaba a subir.

El choque de las olas ahogó cualquier otro ruido que pudiera haberse producido, incluso el sonido de su respiración era anulado por el sonido del mar.

El suspiro que soltó apestaba a resignación. "No quiero hacerle daño, señorita Granger".

Volviéndose hacia él, una leve sonrisa cruzó sus labios. "Soy consciente de eso director. Por favor, camine conmigo". Se volvió hacia el extremo sur de la playa, hacia los afloramientos rocosos y las calas. "Estará demasiado expuesto aquí y los demás no lo saben".

Él la siguió mientras ella lo conducía por encima y alrededor de la elevación de un grupo de rocas. La cabaña ya no se podía ver, su tejado estaba oscurecido por las rocas rociadas por el mar. Hermione bajó a la cala aislada, su silencioso compañero la siguió sin decir palabra. Hermione se detuvo en el borde del agua una vez más, su mano apartando su cabello de su cara. "Sé que usted no es mi enemigo, señor".

Él resopló mientras se detenía a su lado. "Realmente la hemos subestimado, ¿no?"

"Enormemente", reflexionó Hermione, mirándolo con los ojos antes de que su mirada regresara al agua. "Sabía que él iba a morir a causa de la maldición, tiene mucho sentido que le hiciera hacerlo para demostrarle su lealtad a él".

"Supongo que entonces habrá determinado el motivo de esta visita", dijo arrastrando las palabras, mirándola de reojo.

Hermione asintió, tragando saliva ante las eventualidades que una vez más se posaban sobre sus hombros. No se había equivocado hasta el momento y no había ningún motivo para alardear con alguna pretensión de idiotez. "Debo ser un plan de respaldo, si cae antes de que pueda realizar cualquier tarea que se le haya encomendado, debo asegurarme de que sea completad".

Al volverse hacia él, notó que estaba considerablemente más delgado que la última vez que lo vio. Su rostro no sólo era cetrino, sino también ligeramente demacrado, y sus ojos oscuros estaban más atormentados que dominantes. Él giró la cabeza y levantó una ceja ante su inspección. "De hecho, tiene razón".

Un suspiro que no sabía que estaba conteniendo salió de ella y se alejó de él, encontrando una roca sobre la que sentarse. Esperaba que lo que fuera que él estuviera allí para decirle no fuera algo que ella no pudiera manejar.

El director Snape no le dio la espalda al mar, sino que dio un paso atrás y hacia un lado para quedar frente a ella. "Soy consciente de que han logrado destruir varios de sus Horrocruxes".

Volvió a mirar el mar, que se estaba volviendo dorado por la lenta puesta del sol. "Tres, por lo que sabemos, la mitad de ellos. Nos ayudó con el último, que se estaba convirtiendo en una carga pesada para nosotros. No me imagino que Harry o yo hubiésemos podido llevarlo por mucho más tiempo".

"Por eso estoy aquí". Snape respondió, su tono no era tan mordaz como lo había escuchado antes. Casi sonaba humano.

Su cabeza se giró hacia él, examinando su atuendo negro en busca de algo que pudiera haber pasado por alto. "¿Lo trajo con usted?"

"Difícilmente." Él se burló.

Hermione resopló, presionando su mano sobre la roca húmeda en la que se había sentado. "Me temo que entonces no lo entiendo".

Sus ojos oscuros se encontraron con los de ella y Hermione sintió un escalofrío recorrer su espalda. Había algo en su expresión que le heló la sangre. Hermione tragó mientras esperaba que él hablara.

Las olas rugieron, el único sonido a su alrededor durante un largo momento. Con otro profundo suspiro, Snape cruzó los brazos sobre el pecho y se volvió hacia el agua. "Potter también es un Horrocrux".

El aire salió de sus pulmones cuando sintió que todo el color desaparecía de su rostro. Seguramente ella lo había escuchado mal. Ella tropezó con las sílabas mientras jadeaba, con una de sus manos sobre su corazón. "¿Qué?"

"Esa noche, cuando..." Snape hizo una pausa, con los ojos cerrados como si algo le doliera. "Cuando el Señor Oscuro lo atacó, su alma se hizo añicos y un pedazo buscó al único ser vivo en esa habitación".

"Harry", jadeó, tapándose la boca.

Snape le respondió intencionadamente. "Sí."

Miró la arena y sus ojos se movían de un lado a otro mientras reflexionaba sobre todo lo que había sucedido hasta ese momento. Las pesadillas, la lengua pársel, cómo le dolía la cicatriz cada vez que estaba expuesto a algo que tuviera que ver con Tom Riddle.

Hermione levantó la cabeza y volvió a mirar a Snape a los ojos. "¿Su cicatriz?"

"No es una cicatriz de maldición normal". Snape explicó.

Hermione apenas se dio cuenta de que él se había acercado un paso más a ella. El sol era medio disco de oro sobre el mar pintado, hundiéndose cada vez más. La belleza del lugar quedó empañada por lo que todo esto significaba. Harry era un horrocrux y su misión era destruirlos a todos. Un dolor subió por su brazo y se puso la mano sobre el antebrazo, deseando alejarlo para poder concentrarse en lo que le acababan de decir. "Entonces, eso significa que para que podamos destruirlos a todos…"

"Potter debe morir". El tono de Snape era uniforme. "Pero no antes de que los demás hayan sido destruidos".

Cerró los ojos por un momento, ratificando este nuevo conocimiento en su realidad. "Merlín."

"Es problemático escucharlo, lo sé". Snape no parecía contento con esto, como si la noticia fuera amarga en su boca.

Hermione lo miró y un pensamiento hizo que el miedo subiera como bilis a la parte posterior de su garganta. "¿Lo haré yo? Tendré que-"

Sacudió la cabeza, su cabello negro se movía con el azote del viento de la tarde. "No creo que lleguemos a eso. Según tengo entendido, el propio Señor Oscuro debe hacerlo. Su objetivo es asegurarse de que viva lo suficiente para llegar a ese punto, además de sus otras misiones".

Ella miró la arena bajo sus pies una vez más, mordiéndose el interior de los labios para evitar que lágrimas no deseadas brotaran de ella. "Entiendo."

"Siempre fue la más madura de los tres, más que cualquiera de los de su edad". Ella lo escuchó exhalar.

De repente, un ciervo azul brillante dobló la esquina, lo que hizo que tanto ella como el director sacaran sus varitas.

El Patronus de Harry se detuvo ante ella y la voz de pánico de su amigo salió de él. "¡Hermione! Hermione, ¿dónde estás?"

Snape, con la varita todavía en la mano, se giró para salir de la cala cuando ella levantó la mano para detenerlo. "Un momento, tengo más preguntas".

Se subió las mangas largas y movió su varita mientras lanzaba el hechizo, y una fantasmal nutria azul apareció a la vista. "Harry, estoy bien, sólo necesitaba un paseo para aclarar mi mente, volveré pronto".

La nutria se alejó saltando, rebotando traviesamente en dirección a quien la estaba buscando.

"¿Es eso obra de Bellatrix Lestrange?" Preguntó Snape, y Hermione lo miró extrañada antes de notar que sus ojos estaban fijos en su brazo.

Se bajó la manga para cubrir la desagradable hinchazón que había rodeado las letras que mancillaban su piel. "Me han dicho que tengo suerte de que eso sea todo lo que ella me hizo".

"De hecho, como alguien que ha sufrido antes el sadismo y la depravación de Bella, puedo corroborar eso". Snape se había dado vuelta ahora, mirándola. Sus finos labios estaban apretados y sus cejas estaban fruncidas mientras la examinaba.

Hermione quería saber a qué se refería, ya que no podía imaginar que alguna vez la mujer lo superara. Incluso aunque pareciera que no había estado cuidando mucho de si mismo, seguía siendo imponente y poderoso.

"Bellatrix es una de las favoritas del señor oscuro, lo que Bella quiere, Bella lo obtiene, independientemente de los sentimientos reales de su actual objeto de obsesión" Él le respondió como si hubiera leído sus pensamientos. Por lo que ella sabía, él podría haberlo hecho, ella no sabía nada ni de Legeremancia ni de Oclumancia.

Su respuesta fue suficiente para convencerla de que era mejor que no hiciera preguntas más profundas sobre el asunto, incluso si él estaba siendo sorprendentemente sincero en ese momento.

En cambio, se centró en lo que necesitaba saber sobre lo que acababa de descubrir. "¿Sabe él que Harry es un Horrocrux?"

El director se cruzó de brazos y sacudió la cabeza con una expresión amarga en el rostro. "No lo sabe, fue un accidente y por lo tanto, no se le ha dado a conocer. De lo contrario, estaría deseando poner a Potter bajo algún tipo de protección, en lugar de intentar matarlo".

"¿Cuánto tiempo hace que usted lo sabe?" Preguntó Hermione, usando su varita para secarse los pantalones después de estar sentada en la roca mojada.

Snape frunció el ceño. "Apenas antes del final del último trimestre".

"Él también lo mantuvo en la oscuridad". Hermione suspiró, sacudiendo la cabeza. Para alguien tan brillante, Dumbledore era sumamente inepto a la hora de preparar a alguien para sus planes maestros hasta el último momento.

Parecía que Snape estaba de acuerdo: "Como era su tendencia, sí".

Los últimos rayos del sol atravesaron el creciente color púrpura del cielo mientras se hundía bajo el horizonte acuoso. Esta reunión tendría que terminar pronto. La próxima vez sería una persona la que aparecería rodeando las rocas hasta la cala.

"Comenzarán un grupo de búsqueda si no regreso pronto", explicó, metiéndose la varita en los pantalones.

Él inclinó la cabeza hacia ella. "Comprensible."

Hermione se dio cuenta de que existía una posibilidad real, considerando lo que ahora sabía, de que necesitaría saber más sobre lo que estaba pasando en la escuela de lo que podía averiguar por sí misma. Su sospecha era que al menos uno de los Horrocruxes faltantes estaba entre sus paredes.

"¿Cómo puedo comunicarme con usted si lo necesito?" ella preguntó.

El director pareció hacer una pausa, mirándola con curiosidad. Ella sintió su escrutinio como si fuera una sonda, buscando deshonestidad o una trampa por su parte. Después de un momento, metió la mano en el bolsillo interior de su túnica y sacó un pequeño óvalo. "Tome esto, manténgalo consigo y que nadie más lo sepa".

Hermione tomó el óvalo en su mano, el cristal reflejaba su rostro. No necesitaba que él le dijera qué era, había leído todo sobre ellos en la clase de encantamientos. "Un espejo de dos vías".

Él asintió, levantando su varita hacia un segundo espejo en su mano. "Sólo funcionará con una contraseña y después de que lo sintonice con su firma mágica. Nadie más puede usar esto, ¿ha entendido, señorita Granger?"

Hermione asintió con la cabeza, sacando su propia varita y colocándola en el cristal como él había hecho con la suya. La superficie plateada brilló con un color amarillo pálido, luego dorado y luego volvió a la normalidad.

Ella lo miró expectante. "¿La contraseña?"

"'Negligencia'. Vibrará ligeramente si la llamo". Explicó, guardando su espejo en su bolsillo.

"¿Negligencia? Era una elección inusual de contraseña. Hermione se encontró estudiando al director con confusión desenmascarada.

Una ceja se levantó y él suspiró. "Fue elegida al azar por el... por Albus, no significa nada".

"Entiendo. Gracias." Hermione se negó a insistir más en el tema, reconociendo que incluso mencionarlo parecía oscurecer la ya malhumorada expresión de Snape.

"Será mejor que no me contacte durante el día, estaré imposibilitado para responder, incluso si es una emergencia. A menudo me retiro a mis habitaciones alrededor de las 9 de la noche, puede contactarme después de eso", explicó Snape, con los ojos mirando hacia el agua una vez más.

"Lo tendré en cuenta." Hermione guardó su propio espejo en su bolsillo con su varita.

El director Snape se giró rápidamente, moviéndose hacia la boca rocosa de la cala aislada en la que habían estado. "Le deseo buenas noches".

Hermione se giró y lo alcanzó. 'Espere, director..."

Su largo paso se detuvo e inclinó la cabeza hacia ella, con la curiosidad reflejada en su rostro.

"Estamos en guerra…" Ella resopló.

Sus labios se curvaron en una sonrisa hostil. "Qué observador de su parte".

"Su lengua venenosa nunca falla". Ella torció los labios y sus dientes inferiores se mostraron en un gruñido ante su interrupción. "Como decía, estamos en guerra y existe una gran posibilidad de que ninguno de nosotros vivamos para ver el día siguiente".

Él pareció desconcertado por el hecho de que ella le hablara de esa manera y se cruzó de brazos mientras la evaluaba. "¿En efecto?"

Sabiendo que era ahora o nunca, tragó saliva y luego hizo lo que había querido hacer desde que descubrió la verdad sobre él. "Quiero agradecerle por todo. Por todo lo que deberían haberle agradecido, pero que nadie se tomó el tiempo".

Su expresión se niveló hasta convertirse en algo parecido a la neutralidad desinteresada. "Es innecesario".

Hermione no iba a permitir que él la callara cuando tenía algo que decir. No cuando quizás era la única vez que podría decirlo. "Sea como fuere, le seguiré dando las gracias libremente, sin expectativas de nada ni deudas implícitas. Gracias por ser lo suficientemente fuerte como para soportar cargas que derribarían a hombres inferiores".

Su boca se movió para decir algo, pero fue interrumpido por un grito que resonó entre las rocas.

"¡HERMIONE!" La voz de Ron resonó en las rocas, sonando como si estuviera en todas partes. Estaba cerca, demasiado cerca como para que fuera seguro.

El director Snape puso los ojos en blanco y se giró hacia ella, con una inclinación de cabeza. "Parece que llegan los refuerzos. Buenas noches, señorita Granger."

"Soy Hermione. Buenas noches, Severus" dijo descaradamente mientras él desaparecía con un pop apagado, dejándola de pie en el aire frío y salado del mar.

Nota de la traductora: siempre es un gusto ver que Severus no está completamente solo durante su periodo infernal como director. Y me encantó que Hermione simplemente armara las piezas del rompecabezas porque honestamente, quien más podría sino la Bruja más brillante de su época? Y es que honestamente yo nunca entendí porque nadie sumó dos y dos, y honestamente me desconcierta que incluso en el fandom hubo gente sorprendida al saber que Snape estaba en el lado del bien. A mí, personalmente, me sorprendió el motivo, pero no que no fuera el villano, que yo ya había dejado de pensar eso de él desde el final de la primera peli, un cretino? Si, un villano? Para nada ? y hasta estaba segura que todo lo de la muerte de Dumbledore era falso (porque el tipo tiene un phoenix de mascota y de patronus y es el líder de la Orden del Phoenix, así que según yo, algún poder de resucitar tendría que tener).

En fin, vamos a ver como este pequeño acercamiento afecta la trama. Y nos leemos en el próximo capítulo.