UN CABALLERO ENTRE ESPIRITUS
En un mundo muy parecido al nuestro, en una de las tantas tierras del Multiverso nos situaremos es las desventuras de cierto mortal… un hombre más del montón, pero con la peculiaridad de que esta era considerada una amenaza; y que por azares de la existencia misma ( y más por capricho de los Dioses ) termino en lo que la mayoría de nosotros consideraríamos… "Un Salto de fe" ¿no lo entienden? Bueno... el tampoco.
Cayendo a una gran velocidad dentro de un gran e infinito vacío oscuro, se encontraba un tipo totalmente fuera de combate y sin la más mínima fuerza como para reaccionar a su situación ¿Por qué? Su propio cuerpo nos daba las respuestas, aun llevando esa extraña armadura dorada puesta encima se veía con claridad que tanto su cuerpo como aquella protección que le recubría la piel estaban completamente dañadas, casi… como si hubiera salido de algún enfrentamiento a muerte dejándolo más muerto. . . . que vivo.
¿Pero que podríamos decir de nuestro joven con la peor suerte del mundo? Nada en especial, técnicamente se encontraba destrozado y apenas si empezaba a recobrar la conciencia siendo sus parpados los que poco a poco se habrían solo para rebelarle que se encontraba en plena caída libre, aunque lo más notorio no fue eso… sino lo que veía frente a sus ojos.
Una inmensa oscuridad con pequeños hilares parecidos a las de una telaraña, conectadas entre sí, una más brillante que la otra pero con la magia de que estas no parecían tener un fin, al menos no uno que aquel hombre llegase a ver, era sumamente fantástico. . . . ya la vez aterrador como aquel negro y tétrico lugar era adornado por un sinfín de estrellas parecido a cristales que, si se concentraba lo suficiente le brindaban la imagen y sucesos de diferentes acontecimientos que iban desde Enormes Dragones peleando, elfas de todas las razas y tamaños , hechiceros, vampiros, guerreros, ninjas, reyes, magos… Dioses, titanes… y hasta la más simple de las historias desamor.
Si estuviese en sus 5 sentidos, aquel extraño juraría estar viendo diferentes realidades y mundos interconectados entre si casi… como si se tratase de alguna especie de Macroverso. No lo tenía claro, pero su situación tampoco le dio tiempo de razonar sus ideas cuando por necesidad, dirigió su mirada a la luz al final del túnel; con lo sucedido hasta ahora ya todo le daba igual y la idea más cercana que cruzo la mente de nuestro desdichado protagonista fue… el final de su camino.
Lo aceptaba satisfecho y por instinto mismo cerro los ojos con tranquilidad, no lo sabía ni le importaba pero ya estaba ahí y por alguna razón, muy dentro de su ser, aquel castaño sintió una extraña tranquilidad donde ya estaba estando en ese punto de su vida. . . , no había vuelta atrás… tan solo… avanzar. Resultaba gracioso incluso para él, paso de estar sintiendo un dolor insoportable por todo el cuerpo… a conocer una paz que jamás experimento… quizás… ya era hora de descansar.
¡No! ¿Cómo podría? no con todo ese viento que golpeaba su rostro; en un acto de reflejo aquel castaño abrió de poco a poco sus parpados siendo la deslumbrante luz del gran astro en el cielo lo primero que golpeo sus retinas ¿el infierno contaba con un sol? Por supuesto que no, en su lucha contra Hades y su travesía por el Inframundo jamás vio una pisca de vida y mucho menos que su cielo fuese tan normal como el del mundo de los vivos.
¿Entonces porque? Porque se hallaba cayendo en pleno cielo a una velocidad que prometía romperle los pocos huesos intactos que tenía si no se detenía pronto; mirando con detenimiento, es que podía ver el gran panorama de donde se encontraba siendo aquella gran ciudad bajo él lo primero de lo que se percató.
Inútil… cualquier intento que hizo para disminuir su caída resulto en vano y más aún por aquella distorsión del espacio a su alrededor que iba creciendo cada vez más y más hasta formarse en una gran cúpula oscura que lo había envuelto por completo. Lo que siguió a continuación lo podríamos describir como una completa destrucción puesto que aquel cumulo de energía negativa que lo devoro había dejado hecho añicos el lugar entero donde este se suponía debía caer.
Y justo en medio de todo ese caos se encontraba aquel castaño batallando con su propio cuerpo que le pedía a gritos abandonar toda idea de reincorporarse, pues en esos momentos se encontraba tirado boca abajo en medio de un gran cráter sin la menor idea de lo que estaba pasando; nadie lo señalaría si tiraba la toalla, hace mucho que ya había dado todo de sí e incluso más y aun así… eh aquí.
Su único confort era que aún se encontraba con vida, a puertas de la muerte y completamente quebrado… pero vivo. Como pudo, aquel hombre con armadura se empezaba a levantar de a poco a poco tratando de asimilar lo que sucedía ¿Cómo culparlo? Estaba completamente desorientado y confundido sobre lo que estaba pasando, de un instante al otro se encontró batallando por su vida para luego… estar rodeado de varias chicas.
Cada una de esas desconocidas le apuntaba con lo que podría decirse un arma ya juzgar por la mirada en sus ojos parecían que no tenían la intención de ayudarlo y mucho menos dejarlo con vida –Aquí Origami Tobiichi, tenemos al objetivo desconocido en frente ¿procedemos con la operación de exterminar al espíritu?- Ok, puede que se encontrase desubicado en lo que respeta al lugar y posición en la que se encontraba pero él sabía cuándo alguien tenía la intención de asesinarlo, y al parecer esa albina tenía el deseo de dispararle plomo directo en su cerebro.
-¿Espíritu? aguarden un minuto, creo qu… que ha habido un malentendido- reincorporándose como pudo, aquel acto no genero más que solo el reaccionar en cadena de todas esas chicas que sin siquiera preguntar a la que parecía ser su líder, dispararon a quema ropa en contra del desconocido con armadura dorada generando otra explosión pero a menor escala.
-El objetivo ha sido eliminado, repito el objetivo ha sido eliminado- segura de sus palabras, aquella albina no demostró un interés más allá que haber matado a un simple bicho pero… estaba muy equivocada –pero que… - mirando en dirección donde se suponía Debía estar un cadáver, aquel desconocido demostró que haría falta mucho más que simples explosivos para rematarlo dado que había evitado la explosión con solo el aletear de una de sus alas que provenían de aquella rara armadura.
-No sé si me entiendan, pero no quiero problemas con ustedes… por favor- pidiendo casi incluso a suplicas que lo dejasen en paz, solo logro avivar las brasas de odio y repugnancia de aquella chica, que junto a los demás se iban preparando para atacarlo en conjunto –(Maldición ¿en dónde diablos me encuentro? No logro percibir ningún cosmos a la lejanía y mucho menos el de esas chicas)- un vistazo más exacto le llevo a la conclusión que como tal, ninguna de esas desconocidas usaba el cosmos sino más bien, una especie de tecnología basada en trajes y armas.
-Inicien la operación " Death to the Knight "- con esas sencillas palabras, todas saltaron encima del castaño quien a puro impulso reacciona al ataque inminente en su contra, quizás en otras condiciones esa situación no representase un reto para él pero… tal y como se encontraba, hasta el más mínimo error podría causarle la muerte, prácticamente estaba a merced de sus enemigos.
Todas ellas tenían la posibilidad de cortarle la cabeza o atravesarle el pecho con sus balas, una oportunidad que de seguro los Dioses como Hades o Poseidón no dudarían en tomar para deshacerse de él –eres muy lento- apareciendo por detrás y aprovechando que el hombre estaba desviando las balas de sus compañeras, aquella chica por nombre Origami aprovecho la distracción de aquel castaño para acertarle un tajo limpio por su punto ciego sin contar que nunca considere contra quien se estaba enfrentando.
Pensando que aquel Espíritu estaba en sus últimas, y aparte su aspecto moribundo por lo demostrado hasta ahora, la chica llamada Origami pensó en derrotarlo con suma facilidad al cortarle la cabeza pero… las cosas tomaron un rumbo diferente; contra todo pronóstico su sable de energía había sido detenido por la poderosa mordida de su enemigo quien había detenido su tajo con tan solo los dientes justo en el momento preciso en que ambos cruzaron miradas siendo la del mayor más directa y profunda al demostrarle que si de él dependiese, la mandaría a morder el polvo de un simple golpe.
Y antes de que las cosas se pusiesen más tensas, 2 chicas de aquel escuadrón saltaron en ayuda de su compañera con sus respectivas sables de energía más solo consiguieron el mismo resultado al mirar con perplejidad como aquel "espíritu" había detenido sus ataques con la palma de las manos aunque… se notaba la fatiga en este y más aún al verlo de cerca, su propia respiración agitada lo delataba… estaba muriendo.
–¡agáchense!- con vos de mando, Origami giro sobre su propio eje atinándole una punta pie por encima de las cabezas de sus compañeras directo a su adversario que no pudiendo hacer nada más, recibió el impacto de lleno lo cual de alguna manera tuvo la suficiente potencia para mandarlo a estrellar contra los numerosos edificios a espalda suya –Sargento Origami ¿se encuentra bien?- asintiendo con la cabeza, los demás de su batallón siguieron con su ejemplo de perseguir al espíritu no sin antes la albina viese la condición de su pierna con hematomas con la que pateo a ese sujeto –esa armadura, es muy resistente-
Mientras que con nuestro protagonista, este a duras penas se encontraba consciente tirado en el suelo boca abajo… otra vez, puede que no fuese la primera vez que lo golpeasen con esa fuerza pero no recordaba la última vez en la que una chica lo mandase a revolcar contra el asfalto con semejante fuerza –Si Marin me viera de esta manera de seguro ella más me golpearía- no, conociendo a su maestra, estaba más que seguro que le haría algo peor por dejarse golpear de esa manera siendo ya un Santo dorado; lo peor de todo era que no llevaba ni 1 minuto despierto y ya tenía todo un pelotón de soldados tras su cabeza.
Volviendo a querer levantarse con la seguridad de que aquel montón de desconocidas volverían a por más… aquel último ataque le hizo hincapié en que si recibira un golpe más quedaría fuera de combate al menos por un par de horas, prácticamente apenas si podía apoyarse en una de sus rodillas teniendo su cabeza gacha al no poder respirar adecuadamente mientras se tocaba la parte afectada en su pecho.
Mas eso no evito que sintiese el preciso momento en que un aura amenazante se pusiese frente a él con un enorme sable que apuntaba hacia su yugular mientras el viento jugaba con su maltratada bufanda, a diferencia de los demás, esta chica tenía una vestimenta y aura. . . Completamente ajena pero que al parecer compartía la misma idea de querer asesinarlo al igual que las otras.
- ¿Tu… también quieres matarme? - al unísono, aquella desconocida y él dijeron las mismas palabras como si no esperabasen un mejor trato de las personas que habitasen por ahí –yo pregunte primero- empuñando aquel sable con más fuerza, aquella peli morada demostraba desconfianza hacia él, aunque el sentimiento era mutuo, prácticamente él se encontró en la misma situación.
–¿crees en verdad que en estas condiciones puedo hacerlo? Creo tener el beneficio de la duda por como estoy… y tu amigo el de ahí puede darme la razón- refiriéndose hacia el tercer integrante del lugar, tanto el castaño como la peli morada dirigieron su mirada hacia aquel estudiante normal de preparatoria que parecía más asustado . que sorprendido al no tener nada que ver con lo que estaba sucediendo demostrando que no estaba del lado de nadie.
Segundos después, ambos vieron como del cielo llegaban aquel grupo de chicas con trajes tecnológicos listas para arremeter contra ellos, más habían llegado en un mal momento –comando a base, repito, comando a base- escuchando el tono de una radio en el micrófono de alguna de esas chicas, el sujeto con armadura se fijó en como todos sus atacantes empezaban a mirarlo de diferente forma a como lo hicieron en su primer encuentro, pues esta vez parecían mirarlo en conjunto con la chica de enorme sable a su lado.
–entiendo, cambio de planos- deshaciendo el comunicador de su oreja, aquella albina parecía completamente seria y fría en dirección a sus 2 potenciales víctimas –que comienzan " Operation: The Princess and Her Knight "- seguidamente todas empezaron a moverse a gran velocidad por Todo el lugar en un intento de confundir a sus víctimas que al igual que ellas, levantaron la guardia ante cualquier ataque por la espalda.
–no quiero sonar entrometido pero lo mejor sería que tomes a tu amigo y salgan de aquí… - ocultando su dolor físico tras ese rostro apático ya la vez serio, nuestro castaño tan solo levanto su puño en dirección al rostro de la joven a su costado que ni se inmuto por tal acto -…ahora- abriendo la palma de su mano levantada, aquel caballero dorado dejo caer los trozos de barias balas que habían estado por impactar en el rostro de aquella peli morada
-no lo conozco y definitivamente no somos amigos- devolviéndole el gesto, la chica de la enorme espada, balanceo su arma con la suficiente fuerza y precisión para detener el ataque sorpresa de una de esas mujeres que había estado a punto de rebanar el cuello del tipo a su costado –lo que quiero saber es… si estas de parte de ellas- entrometiéndose en medio de las charla de esos 2. Un potente tajo de aquel sable por parte de aquella albina logro separarlos al dar en medio de aquel par obligándolos a separase.
Mientras que por un lado aquella chica con vestido raro y llamativo se enfrentaba a todo su grupo de atacantes, el caballero dorado hacia todo lo posible para defenderse de su único atacante que contrario a sus demás compañeras esta demostraba un mejor uso y técnica en cuanto al dominio de sus armas que no paraban de arremeter hacia su adversario, quien a pesar de poder ver todos los ataque de su enemigo en cámara lenta, eso de nada le servía si su cuerpo no cooperaba en la reacción al estar tan mal herido, una ventaja que esa niña no iba a dejar pasar.
–No desaprovechare esta oportunidad- era claro, aquel "espíritu" con el que estaba luchando estaba en sus últimas, al parecer alguien más se había encargado de dejarlo a medio morir y ella... se encargaría de terminar lo que ese "alguien" comenzó.
–lo siento- en aquel breve segundo, Origami quedo absorta perdiendo su visión por breves momentos a causa de la sangre que había salpicado directo hacia sus ojos por parte del hombre al que consideraba su enemigo –pero no puedo dejar que me mates, al menos no hasta que consiga respuestas- queriendo dejarla inconsciente con algún golpe leve en su nuca, este no pudo ver venir el tremendo impacto por parte de un rayo de energía que le dio de lleno por un costado suyo donde, en cámara lenta se podía apreciar el momento exacto cuando aquel castaño quedó perplejo por lo sucedido; lo habían mandado a revolcarse por segunda vez contra los escombros de la zona solo que esta vez su espalda choco con algo que amortiguo su recorrido violento por la graba, lo que lo llevo a terminar donde empezó.
-¿sigues vivo?- respirando agitadamente mientras escuchaba aquellas palabras, el castaño solo rio de la ironía al mirar por el rabillo de su ojo con detenimiento como a sus espaldas estaba aquella chica de cabellos morados claramente superior y dominante sobre el combate contra todo aquel batallón de mujeres con las que le había tocado lidiar.
-lo lamento, pero al parecer… los años no pasan en balde- por un demonio apenas si tenía 39 años y ya se sentía como todo un viejo decrépito, jamás imagino llegar a esa edad de la adultez pero nadie le dijo que esa etapa de su vida se sentiría como un viejo roble sin embargo, no falto ni un segundo más para que rápidamente volviese aquella albina de pelo corto para un segundo asalto complicándole más la vida en lo que respeta a su situación crítica –señorita ¿puedo pedirte un favor? - sin entenderle ni una palabra a ese desconocido, aquella peli morada vio como algo caía al suelo distinguiéndolo como una daga… "dorada"
Claramente esto le volvió a generar desconfianza pensando que aquel sujeto con armadura dorada intentaría algo en su contra pero… toda eso desapareció al ver el estado tan deplorable en el que se encontraba, a duras penas si podía estar de pie –tus brazos, están… - pese a estar tiñendo el suelo de rojo, aquel castaño se mostraba de lo más normal como si tener los brazos rotos y quemados no fuese la gran cosa para él.
-Es un poco vergonzoso pedírtelo en estas circunstancias pero… podrías poner el mango de esa daga en mi boca- dirigiendo su mirada hacia aquella pequeña arma tirada en el suelo, aquella chica lo medito un poco antes de hacerle caso, con suma cautela recogió esa daga dorada para cumplirle la petición a aquel extraño.
Aunque antes de eso tenía una pregunta que hacerle, no le importaba si los atacasen en esos momentos pero quería una respuesta a sus dudas –quiero saber… ¿Qué rayos eres tú?- a juzgar por su mirada, aquella chica parecía querer escuchar lo que este tenía que decir, no era alguien común y corriente y eso; ya lo había dejado bastante en claro al estar en una situación parecida a la de ella dado que todas las presentes en ese lugar querían matarlos a ambos por igual.
Sin embargo, aun con aquella mirada afilada en su contra, el semblante tranquilo no abandonar el rostro de él castaño, en lugar de eso solo le genero una leve mueca de burla hacia él mismo –solo… un tipo que quiere volver a casa-tales . palabras dejaron desconcertadas a esa chica en frente que se quedó paralizada por esa respuesta, pero para cuando se dio cuenta, pudo fijarse como aquel extraño caminaba por un costado suyo en dirección hacia donde se encontraban todo ese pelotón de mujeres listas para asesinarlos.
Arrojando aquella daga a los cielos con su boca, todos en el lugar miraron como ese tipo con armadura se inclinó lo suficiente como para dejar en claro que estaba tomando impulso en sus piernas para arremeter contra sus adversarias, pero en sus condiciones ¿Qué es lo ¿Qué podría hacer? –me arte de querer convencerlas, si de verdad quieren matarme son libres de hacerlo pero les advierto… que hoy no me encuentro de buenas- creyendo que solo estaba alardeando, un par de aquel grupo de chicas se arremetieron en contra del castaño.
-estas moribundo y apenas puedes sostenerte en pie-
-eres tu quien va a morir-
Fueron los comentarios que aquel dúo lanzó en contra de su adversario -¡alto!- tarde, fue la advertencia que recibió por parte de Origami quien nada pudo hacer al ver con estupefacción junto a los demás como en un simple pestañeo, aquel "espíritu" Había cortado a sus compañeras en pleno aire utilizando solo un pequeño cuchillo… con los dientes.
–¡Habrán fuego!- dando la orden de ataque, todas empezaron a detonar su munición en contra del espíritu mas eso no sirvió de nada. No importase que tanto apuntasen o cuanto munición derrochasen, ninguna lograba atinarle al objetivo –comando, repito ¿Cuál es la velocidad del objetivo?- queriendo un análisis rápido del enemigo al que enfrentaban, Origami quedaría helada por lo escuchado en su radio.
–" Mach 20 repito, Mach 20, el objetivo puede moverse a una velocidad de Mach 20 y sigue en aumento, equipo salgan de ahí ahora mismo es una orden"- la señal se había perdido, pero dejando en ello un silencio sepulcral que aunque durase poco, fue más que suficiente para transmitir el miedo a toda esa brigada.
–Debe ser una broma- pronto, las ganas de luchar de todas iban desapareciendo y con ello las deplorables caídas de sus cuerpos contra el suelo producto de los cortes que iban y venían de cualquier dirección; era como si… se enfrentasen a un monstruo.
Nadie tan moribundo podría alcanzar esa velocidad y menos alguien que estaba tan cerca de la muerte, lo mismo podríamos decir de la otro espíritu que, a diferencia de los demás, esta movía sus parpados de un lugar a otro como si pudiese ver la velocidad de aquel sujeto pero nada más alejado que solo ver un destello dorado saltando de un lugar a otro, incluso para ella se le era difícil poder ver con claridad los movimientos que aquel extraño realizaba, si tuviese que luchar contra él… incluso ella admitía que estaría en problemas al no poder seguirle el ritmo.
Después de unos segundos, aquella neblina de polvo que se había creado por la exagerada velocidad de aquel hombre fue disipándose hasta mostrarnos como había dejado por los suelos a toda esa brigada de mujeres salvo… a una –mierda- respirando agitadamente y con sus 5 sentidos. . puesto en el campo de batalla, Origami tenía en mente que nunca debieron subestimar a ese nuevo "espíritu" hace poco solo unos minutos no parecía más que solo un cadáver y ahora, tenía la apariencia de uno de esos guerreros que solo podría encontrar en los libros antiguos… un Berserker, no importaba cuánto lo cortase, lo golpease o disparase; Ese sujeto se las arreglaba para volverse a levantar y seguir su arremetida.
-¿Qué clase… de monstruo eres tú?- al igual que él, Origami también se encontraba en las ultimas ya juzgar por sus heridas y cortes por todo el cuerpo se notaba que no aguantaría mucho más; contrario al otro sujeto que aun con ese deplorable estado daba la impresión de poder enfrentarse a 50 más como ellas… simultáneamente.
Pestañeando por un leve instante a causa del dolor en su pierna, aquel segundo esencial fue más que suficiente para sentenciar su cabeza al mirar con detenimiento como ese sujeto con la daga en sus dientes estaba por rebanarla… sin embargo.
Fue ese mismo error lo que sentencio a ese castaño, quien; al estar tan concentrado en acabar con esa absurda pelea, no pudo ver venir el ataque sorpresa que le dio de lleno en su hombro izquierdo… no, más que eso, Múltiples rayos de energía salieron por todo el lugar impactando en todo su cuerpo dejándolo indefenso ante el contraataque de Origami quien sin pensarlo 2 veces corto el cuerpo de su adversario tiñendo de rojo el área a su alrededor mientras miraba aun con asombro que pese a casi partirlo por la mitad, ese "Espíritu" no había retrocedido ni un milímetro demostrando que Aún estaba muy lejos de rendirse.
-(de donde… salieron esos disparos)- no los vio, ni en el anterior encuentro ni ahora, aquel último ataque de verdad que lo había dejado lastimado y por mucho que su voluntad lo empujarse a seguir, todos tenían un límite y él, hace mucho que lo había traspasado –(esto es malo, no puedo moverme… mi cuerpo no responde)- no conteniendo más su condición actual, este escupió una gran cantidad de sangre por la boca producto de los órganos cortados, que pese a haber estado protegido por una armadura dorada recibida de lleno el impacto.
El daño acumulado hasta ahora le empezaba a cobrar factura y en su caso, no pudo haber sido en un peor momento, aquella chiquilla estaba por cumplir el sueño de cientos de Dioses que habían fantaseado con cortarle la cabeza y esta vez… no había nadie quien lo ayudase… afortunadamente… estábamos equivocados.
Ya sea para mal o para bien, el ataque de Origami jamás impacto en el peli café ¿Cómo era posible? Pues digamos que… La Princesa… fue en ayuda de su caballero –se acabó, esta vez yo seré tu oponente- tomando distancia de su atacante, Origami solo chasqueo la lengua por haber perdido la oportunidad de matar a su primer "Espíritu" y ahora , en su lugar debía enfrentar a aquel otro espíritu, nombre clave "Princesa"
Por otro lado, nuestro castaño poco o nada podía hacer mientras sentía como sus fuerzas lo iban abandonando, antes de caer fuera de combate lo último que alcanzo a ver, fue a esa chica de largos cabellos morados parada justo delante de él al mismo tiempo en que varias mocosas se abalanzaban desde todas las direcciones sobre ellos con las claras intenciones de asesinarlos.
UN PAR DE HORAS DESPUES
Por lo general cuando uno queda fuera de sí, suele despertar tranquilamente a la espera de un nuevo día o continuar con lo que dejo pendiente pero, ese beneficio él no lo tendría –despejen- apenas si escucha eso, una increíble corriente de electricidad lo sacudió en todo su ser solo para que después desapareciese mientras el humo salía de su cuerpo –de nuevo, despejen- con solo oír aquel tono de voz, nuevamente la electricidad lo golpeo sin freno alguno logrando extraer quejidos de dolor –háganlo de nuevo, despejen- Siguiendo con la tortura, este dejo salir varios gritos de dolor antes de demostrar que se encontraba completamente despierto y ajeno a su situación a como se encontró un par de horas atrás.
-¿Dónde… dónde estoy?- con los ojos cansados y la visión borrosa, lo máximo que llegaba a distinguir en esos momentos es que se encontraba en algún lugar parecido a una instalación científica, salvo que se sentía más a una rata del laboratorio que lo anterior.
-miren quien despertó, saluden a nuestro invitado de honor- esas, fueron las primeras palabras que hicieron eco por todo el lugar, ajustando su visión, el castaño logro dar con 3 personas en particular; una de ellas llevaba un abrigo rojo sobre un uniforme blanco con una corbata negra de un borde rojo, una falda roja con una tela blanca que sobresalía y un par de largas botas negras que le llegaban hasta la mitad de sus muslos y aquel pequeño detalle del dulce en la boca.
La otra era una mujer de aspecto joven y aunque pareciese rondar los 30 años, aparentaba tener una edad inferior a esa. Su cabello era de color plateado atado a una cola de caballo del lado derecho, sus ojos eran azules y ojerosos como si no hubiera dormido en días. Llevaba un par de gafas y al igual que la otra, su distintivo parecía ser aquel pequeño oso de peluche azul con numerosos parches que cabía en su bolsillo, fuera de eso no parecía resaltar en nada más.
Y aquel muchacho, era el mismo tipo con el que se había topado en su encuentro con aquella otra chica durante el conflicto que tuvo –antes de que alucines, no, no estás muerto pero estuviste a nada de estarlo, puedes darnos las gracias por mantenerte. con vida-Caprichosa, fue el pensamiento que rondo la cabeza del prisionero en el lugar que miraba sus extremidades las cuales estaban inmovilizadas por campos magnéticos y demás artefactos que cumplían con la misión de dejarlo como prisionero.
-¿las gracias? Porque ¿por amarrarme como a un perro?- pese a su situación, todos en el interior de la instalación de investigación veían como ese "espíritu" tenía una mirada desafiante ante su comandante –¿y quienes se supone que son ustedes? ¿En dónde diablos estamos? ¿Dónde estoy?- finalizando con un tono de ira en esas últimas palabras, todos los presentes miraron con asombro y miedo como pese a ver aplicado todos los parámetros de emergencia en contra de los espíritus, ese tipo parecía poder liberarse en cualquier momento por como las venas de esos brazos se iban marcando en la piel dándoles el mensaje que forcejeaba para salir de ahí.
–aumenten la potencia del campo de concentración, 10 veces, ahora- una de las tantas científicas o investigadores del lugar aumentó la potencia de lo que se suponía debía contener a un espíritu clase AAA y aun así, ese sujeto parecía estar a nada de poder liberarse y provocar el desastre que caracterizaba a los espíritus, las únicas tranquilas a la situación parecían ser aquella peli roja junto a aquella adulta con ojeras.
–proyéctalo- como si fuese una orden, la mujer adulta de pelo plateado saco de entre sus bolsillos un dispositivo que a los pocos segundos proyecto la imagen de una chica que fue más que suficiente para tranquilizar al castaño que por poco y tumbaba la nave a base de fuerza bruta en la que se encontraban todos.
-ohhh parece que la conocerás. Dime ¿Qué relación tienes con ella?- mirando el rostro de aquel hombre, aquella niña con el dulce en mano no percibió otra emoción más que solo sorpresa y curiosidad por parte de su prisionero –la chica que vez en frente, es a lo que llamamos "Espíritus" aparecen siempre seguidas de un terremoto espacial, como en el caso de ella… y el tuyo-
Parpadeando en el acto, nuestro castaño volvió a su yo normal mirando con desdén a la niña que se suponía era su carcelera –no tengo idea de lo que estás hablando, pero no soy ningún espíritu o lo que sea que estén pensando, soy humano como el que más- pese a sus palabras que sonaron convincentes, y el estudio previo a su fisonomía, todos llegaron a la conclusión que como tal… era un humano común y corriente pero… todavía había muchas preguntas por contestar.
-si lo que dices es cierto, entonces explica qué es lo que hacías en ese lugar- proyectando 2 videos, Seiya miro como en ambos hologramas se reproducía los eventos a los que él se tuvo que someter cuando estaba en aquella caída libre por los cielos , el domo de energía tragandolo y la destrucción concordaban con lo que recordaba, pero la cereza del pastel fue ver como al final, su propio rostro apareció en uno de los hologramas.
Mas específicamente en el centro de toda esa destrucción como si… él la hubiera causado, del mismo modo, aquella chica extraña que conoció horas atrás parecía tener que ver con lo que estaba pasando, solo que a diferencia de él, ella nunca demostró fatiga o ningún síntoma de agotación tras la colisión de aquel domo destructivo, contrario a él claro esta
-la que vez en pantalla, es un espíritu que ya ha estado visitando nuestro planeta en un par de ocasiones, las Naciones Unidas y el gobierno de nuestro país la llaman "Princess"- ampliando la proyección de los hologramas por todo el lugar, Aquella peli roja se encargó de reproducir cada video o imagen para que aquel castaño viese con detenimiento cada acción y decisión que tomaban los de su especie –ella solo aparece tras un terremoto espacial y por lo que aparente, al igual que tu ella también demuestra una clara descompensación en su cerebro al no recordar casi nada de como llegó hasta nuestro mundo, seria demasiado tonto pensar que ambos aparecieron el mismo día a la hora y lugar exacto por casualidad-
Acercándose lo suficiente como para plantarle cara a ese castaño, aquella peli roja se sintió con la suficiente seguridad como para actuar de esa manera, contrario a los demás que parecían querer tener su distancia segura –Kotori, aléjate es muy peligroso- gritando por toda la sala, la peli roja miro con desanimo hacia el culpable de echar a perder la diversión del momento.
–¿no sabes mantener la boca cerrada verdad? estamos en medio de un interrogatorio- pese a su reclamo hacia ese peli azul, una sonrisa por lo bajo adorno el rostro de aquel peli café que miro en dirección de aquel que le había proporcionado la información.
–Kotori ehhh, a juzgar por la forma en cómo te llamo, y el tono que utilizo debo suponer que ustedes 2 tienen alguna relación… ¿hermanos quizás?- mordiendo el dulce en su boca, la mencionada Kotori solo podía apretar los dientes con frustración al ver que ese sujeto con solo un par de palabras había descifrado por completo más de lo que ella pudo hasta ahora.
-si, somos hermanos, pero no veo como eso pueda ayudarte en estos momentos- pese a querer sonar con seguridad en sus palabras, Kotori sabía que no podía bajar la guardia frente a ese sujeto, suficientes riesgos había tomado ya con traerlo hasta su base de operaciones.
–al contrario, lo cambia todo- cerrando los ojos, todo mundo miro como si este estuviese dándose por vencido… ingenuos. Tomando una gran bocanada de aire, ese tipo encadenado empezó a desprender una energía dorada que empezó a hacer temblar todo el lugar entero prometiendo que el lugar se caería a pedazos –Primero iré a por el mocoso- rompiendo los paradigmas de todos los presentes, aquel moribundo "espíritu" se las había arreglado para impulsarse con sus piernas directo a ese joven con intenciones nada buenas por la manera en como tenía su puño preparado.
-¡Shidou!- gritando el nombre de su hermano como reflejo a su preocupación por su mayor, aquel mencionado solo se quedó estático por el miedo que le recorría a su ser mirando con detenimiento como ese sujeto estaba a nada de golpearlo en todo el rostro. . pero… el sistema de seguridad lleva un tiempo y con ello la contención del castaño que volvió a su lugar, como si una fuerza magnética lo retuviese por todo el cuerpo.
Con los hermanos, Kotori inspeccionaba que Shidou estuviese bien, en esos momentos solo podía arrepentirse de haber traído un espíritu peligroso como ese, estaba por dar las órdenes de eliminarlo aprovechando que su querido hermano mayor estaba inconsciente y por lo tanto no viese la atrocidad. a la cual ella estaba acostumbrada a ver pero… eso nunca sucedió.
-coman… dante- escuchando aquellos quejidos de dolor, Kotori miro con horror como su fiel compañera a la que consideraba su mano derecha estaba rodeada por el brazo de ese tipo que la sostenía a por el cuello por encima del suelo ahorcándola más y más al punto que su rehén dejase de luchar producto de a ver salvado a ese joven llamado Shidou al haberlo empujado mientras ella tomaba su lugar
–diles que me liberen en este momento si no quieres cargar con la muerte de esta mujer- ejerciendo más fuerza en el agarre de sus nudillos, la mujer en su brazo derecho dejo salir varios quejidos entre dolor y agonía por sentir como su frágil cuello estaba a nada de romperse por toda aquella fuerza
–¡señorita Reine!- gritando de la preocupación, todos los trabajadores en el lugar miraban con horror como su colega estaba en peligro si no cumplían con las demandas de ese espíritu, segundos después apareció la caballería pesada que empezaron a apuntar con sus armas hacia el objetivo en frente esperando tan solo la orden para abrir fuego y con ello, dar fin a la vida de ese espíritu.
-suéltame ¡ya!- pronto los demás presentes del cuarto empezaron a cumplir con sus demandas pero, aquel grito los detuvo de golpe por la estupidez que estuvieron a punto de cometer
-¡he dicho que nadie haga nada!- firme en sus palabras, todo el mundo creyó que su comandante había perdido la cabeza, negarse a cumplir con las exigencias significaría la muerte de la señorita Reine
-comandante, no estamos en posición de negarnos, si no hacemos lo que dice ese tipo matara a… - no pudiendo decir nada más, aquel pobre infeliz se llevó la mirada asesina de la pequeña peli roja que lo fulmino con la mirada indicándole en silencio que cerrase la boca
-¿Es que acaso la vida de tu subordinada no significa nada para ti? Si no hacen lo que les digo... pienso romper a esta mujer- amenazando con quebrarle el cuello de un solo movimiento, este creyó tener una oportunidad de salir al mirar la desesperación de todos ahí presentes... sin embargo, esa niña; lo miraba de igual a igual como si sus palabras no tuviesen peso alguno para ella.
-o sino… que- desafiándolo con la mirada, este no vio un atiz de nervios o algo que delatase el miedo en esa mocosa por perder a uno de los suyos, al contrario, lucia como si tuviese el perfecto control de la situación-
–La hago trizas- la atención estaba en el aire, cualquier movimiento desencadenaría o bien la muerte de aquella mujer en manos de ese sujeto… o las fulminantes ráfagas de la munición del equipo de seguridad, sea cual sea, iba a ver sangre de por medio.
-Wow eso se oye algo cruel… adelante- como si no fuese la gran cosa, Kotori le restó importancia al darle la espalda para proseguir a retirarse dejando la situación peor que como comenzó.
-¡va a ser muy fácil! ¡Un mondadientes, rompiéndose!- pese a que grito con todas sus fuerzas en un intento de que aquella mocosa se quedase y tomase su amenaza con seriedad, lo único que ocasiono fue la burla de esa enana que se detuvo instantes antes de salir del lugar solo para apenas girar su cuello.
–enséñame- Pronto el lugar entero se llenó de un silencio sepulcral que nadie quería romper por miedo a lo que sucedería después, y pese al duelo de miradas que tuvieron Kotori y ese castaño… este último apretó los dientes con frustración y derrota soltando en el proceso a la mujer entre sus brazos –sabía que no podías hacerlo- con un tono de superioridad, Kotori camino hasta ponerse frente a frente contra ese hombre.
-careces de la fuerza necesaria para asesinar a inocentes, eres débil, terco e imprudente… dudaste y eso; te llevo hasta aquí- no pudiendo refutarle nada a esa mocosa, este se quedó en silencio al saber que todo lo que le decían era verdad, de haber continuado… quizás en estos momentos ya sería libre.
–alguien como tu… no merece morir de una forma tan lamentable- dando media vuelta e irse, todos los presentes suspiraron aliviados de que el peligro se haya contenido pero… el sonido de la liberación de los grilletes los alarmo en seguida; aquel desconocido sintió como sus extremidades se aflojaron lo suficiente como para liberarlo dejándolo caer al suelo totalmente absorto de lo que pasaba.
-tu…- mirando la espalda de la que se suponía era la comandante del lugar, este comprendió que esa niña no era por nada la jefa del lugar.
–bienvenido al círculo de confianza "knight"- Pasaron las horas y tanto la peli roja como la que estuvo ahorcando le contaron todo lo que debía saber acerca del mundo en el que actualmente se encontraba como los terremotos espaciales, las espíritus, las organizaciones que se encargaban de cazarlos y la opinión del gobierno respecto a las grandes catástrofes que habían ocurrido a lo largo de la historia de aquel mundo.
-así que… en pocas palabras… todos los gobiernos del mundo creen que soy un espíritu, me culpan a mí y las demás de lo sucedido por lo que paso hace ya más de 30 años y para rematar… me encuentro en otro plano de la realidad sin ninguna pista de como volver a casa- caminando de un lado al otro, aquel castaño no evito llevarse sus manos a su cabellera por tener que asimilar lo que le estaba ocurriendo, si bien tenía sentido, al menos en una parte; se le era casi difícil saber cómo diablos había acabado en ese lugar, Dimension, mundo o lo que sea que fuese.
-en esencia, tienes razón, pero debes recordar que aquel odio de la sociedad no solo es dirigido hacia usted, lo es del mismo modo hacia ellas- enseñándole la imagen de aquella chica peli morada con el sable, este entendió que no era el único al que querían cazar –puede que resulte difícil asimilarlo, pero es el primero de su clase en aparecer- tratando de sonar lo más razonable posible, la mujer con ojeras no esperaba que aquel sujeto apretase los puños y con ello cierta parte de la infraestructura en la que se encontró.
-¿el primero de mi clase? ¿Qué podría tener yo que me diferencia de los demás?- claramente aún no se tragaba el cuento de los "espíritus" pero con lo que tenía en su baraja, poco o nada tenía que pensar sobre su actual condición, en cualquier caso estaba lejos …muy pero muy lejos de casa.
-en términos científicos y bilógicos, eres el primer macho… en aparecer en las mismas condiciones que un espíritu- lejos de desconcertarlo, esto solo logro hacer que este tuviese curiosidad acerca de esa pequeña peculiaridad –como lo escucha, de todos los reportes de espíritus hasta el momento, usted es el único ejemplar del sexo opuesto en aparecer; casi siempre tendemos a lidiar con ejemplares femeninos y digo casi porque hoy… tuvimos que hacerlo con usted- maldición, esa mujer tenía razón en todo el sentido de la palabra y él… no tenía nada con que contradecirla.
-aun si lo que dijiste fuese cierto, les digo que yo no soy ningún espíritu, nací humano y me lloro como tal, sí; Es cierto que tengo poder pero de dónde vengo algunos somos capaces de usarlo. De alguna manera alguien debió enviarme aquí pero les aseguro que no soy ningún espíritu- expresándose lo mejor que pudo, aquel castaño solo miro como sus palabras no causaron la reacción que él quería, sino todo lo contrario.
-ese es el problema, para el mundo y los gobiernos tu eres un espíritu, hasta no comprobar la veracidad de tus palabras todos te trataran de igual manera que ha ellas- arrojándole una fotografía sobre la mesa, es que se pudo apreciar la imagen de aquella chica de la mañana –puede que estés diciendo la verdad o no, pero eso… - señalando hacia la pantalla más grande de la cabina de mando, es que este pudo apreciar la imagen de si mismo arrodillado frente a ese espíritu como si fuese su guardián o… algo más.
–no es algo que puedas borrar de la noche a la mañana, te vieron cerca de "Princess" ya juzgar por tu armadura y pose con la que te le dirigiste; te nombraron un espíritu de amenaza AAA nombre clave "Knight"… de no haber sido por ella no habríamos podido sacarte de ahí… te defendió- tenía sentido, no solo su encuentro con esa chica, hasta la maldita estética encajaba con él y ella, Era más que claro que todo era un malentendido y que él no tenía nada que ver con ese espíritu o lo que sea que fuese, pero también era obvio que ir y explicarles su situación a los gobiernos del mundo no resolvería nada.
Llegado a ese punto ¿Qué podía hacer? Se sintió frustrado, derrotado… en términos simples… acabado.
Y eso, lo podía ver claramente aquella mujer con ojeras en el rostro, y aunque estuvo a punto de ser asesinada por ese tipo, al menos quería ayudar a afrontar lo que le pasaba –¿tienes algún nombre?- rompiendo el hielo del ambiente, ni la misma Kotori pudo adivinar la jugada de su compañera de trabajo, quizás… ¿ganarse su confianza y extraer alguna información?
Aunque claro, la desconfianza por parte de ese castaño no se hizo esperar, quizás esa era la única característica que compartía con los espíritus… desconfiaban de todo el mundo –llamarte por el nombre clave que te dio el gobierno debe ser un tanto irritante, y si como dices vienes de un mundo parecido al nuestro, entonces debes tener un nombre como todos nosotros… me presentare- extendiéndole la mano a manera de saludo, fue que aquella peli plata se le acerco lo suficiente como para que le contestasen el gesto –mi nombre es Murasame Reine, me gustaría decir que es un placer conocerte pero creo que ya sabes cómo fue nuestro primer encuentro- esto no genero más que solo el pesar en el hombre que dejo caer sus hombros hacia atrás como si le culpasen de casi haberla matado .
Pero bueno, no es como si no admitiese que habría considerado hacerlo –perdón por eso- aunque le contesto el saludo, los ojos de aquel castaño solo yacían hacia abajo como si sintiese la culpa sobre sí.
–si en verdad quieres que te disculpe, al menos podrías decirme tu nombre- sin ningún cambio en su voz neutral, el hombre desconocido podía ver que decir su nombre no haría nada de malo en esas circunstancias, después de todo ¿Qué mal podría hacer? ? ? de aquí en adelante?
–Seiya… mi nombre es Seiya- puede que no supiera mucho, pero para Kotori y Reine fue un completo avance en lo que respeta a su investigación, mucho más allá de conocer que no eran el único mundo en el universo y saber que no estaban. . . solos en el infinito espacio, el que un habitante de otro mundo les diera algo de confianza ya era un logro, casi incluso se sintió como si hablabasen con algún extraterrestre.
-¿Seiya? Que nombre tan extraño- mirando en dirección al techo, esto solo ocasióno una pequeña tranquilidad alrededor de ambos.
–Reine… tampoco es un nombre del que haya escuchado mucho, creo que de dónde vengo ni existe- no fue por mal educado, pero claramente al ser de diferentes mundos era obvio que tenían diferentes culturas y por lo tanto diferente historia.
–hey ustedes 2, si ya terminaron de formalizar su presentación, les recuerdo que aún tenemos un montón de cosas sobre las que hablar- siendo la voz de la razón dentro de aquel trío, Kotori se encargó de devolverlos a la realidad en la que estaban , y si en verdad lo que decía aquel hombre llamado Seiya era verdad, esto pondría de cabeza al mundo entero.
AL DIA SIGUIENTE
Todo lo ocurrido el día anterior no fue más que solo un trago amargo y por lo tanto, las obligaciones cotidianas de la ciudad prosiguieron con normalidad y con ello también nos referimos a la de los estudiantes… y los maestros.
–muy bien clase, el día de hoy tengo el agrado de presentarles a 2 colegas míos que estarán acompañándonos por el resto del año escolar, sé que es el segundo día de clases pero espero que puedan llevarse bien con sus nuevos profesores- Ok, quizás esto no estaba planeado y mucho menos tenía sentido, puede que Seiya haya pasado por un sinfín de adversidades en su vida pero ninguna de ellas había sido la escuela o alguna institución de educación superior por lo que sus conocimientos en la mayoría de áreas eran casi nulas. . . … la preparatoria no era uno de sus puntos fuertes.
Fuera de ello, todos en la clase parecían sorprendidos y atraídos hacia sus nuevos profesores salvo por dos alumnos a los cuales no les sorprendió en lo absoluto, una por el hecho de que lo había enfrentado a muerte el día anterior y el otro, por casi haber sido asesinado por él -me llamo Murasame Reine y él… Murasame Seiya, somos… hermanos-
NOTAS DEL AUTOR
Como habran leido, el Seiya que tomo como base para la historia es el de la vercion Omega por lo que tendra una personalidad mas madura acorde a su edad y posicion como Santo dorado, de primera mano tendremos a un Seiya pesimista que hara de todo con tal de volver a su mundo mientras que en el proceso conocera a algunos espiritus que le traeran dolores de cabeza; todo ello mientras aprende a conllevar una vida común y corriente al lado de la segunda al mando de Fraxinus... la mujer rarita con ojeras y apariencia descuidada que le enseñara que a veces no es el lugar el que importa; sino, el tiempo que compartes con la persona que menos esperabas.
OMAKE
*Enfermeria de Fraxinus*
M. Reine: Y dime ¿A que te dedicas en tu mundo, ya nos dijiste que eras un caballero de Athena y que luchas por el amor, la paz y la justicia sin embargo... ¿Como te sostienes economicamente hablando?
Seiya: Bueno, la verdad... no es como si nos pagaran por salvar el mundo. De hecho, ni siquiera tenemos vacaciones... es mas, un acto de voluntad de nuestra parte.
M. Reine: Osea que los explotan desde que nacen hasta que mueren... vaya vida.
Seiya: Al menos en mi mundo no le tememos a niñas vestidas de chicas magicas que parecen haber salido de un Shoujou
*Silencio incomodo*
M. Reine: *Volteando la mirada mientras apoya su menton en uno de sus brazos* Mantenido
Seiya: *Con unas venitas remarcandole el rostro* ¿quieres que te ahorque verdad?, te extrangulare, no creas que no lo volvere a hacer, juro que lo hare, no me ignores, se que puedes escucharme, hey ¡te rompere el cu...!
AVANCES DEL SIGUIENTE CAPITULO
M. Reine: Me acaban de estrangular y lo peor es que creo que me gusto... ¡¿Que?! ¡¿ya estamos grabando?! *se aclara la garganta* proximamente, intentaremos rescatar a la espiritu de enorme sable con cabello morado de las garras de las AST, alias Princess ¿Qué? ¿el caballero no sabe cortejar a una dama? No importa, para eso estoy aqui; el proximo capitulo de este fanfic sera "El arte de enamorar ¡consigan esa cita!" y tu ¿Has sentido el poder del cosmos?
Seiya: ¡Un segundo! se suponia que soy yo el que deberia dar los avances.
M. Reine: Sera para una proxima
Seiya: Bruja
