Bueno aqui esta el segúndo cap de la semana, disfrútenlo.
Issei estaba ya decidido a hacer lo que debía de hacer. Y cuando regresó a su habitación, vio que sus amigos en general estaban ahí.
-Issei, bienvenido. – Pyrrha vio a su compañero entrar, quien le sonrió. – Justo estábamos pensando en lo que hablabas con Ozpin.
-Weiss pensó que estabas en problemas.
-¡No es cierto! – Yang sonrió burlona a la reacción de Weiss. – ¿Y bien? ¿Qué te dijo? ¿Saben algo más del guante?
-No mucho. – Issei fue a su cama y se sentó al borde de ella, ignorando que Blake se le pegó mucho. – Solo que al parecer, el poder sigue creciendo.
-¿Sigue creciendo? – Ren sonó preocupado. – Eso puede ser malo, si es que no puedes entrenarlo.
-Lo sé. Y no ayuda que no pueda practicar con nadie sin miedo a lastimarlos. – Issei sabe que sus golpes son letales. – Por lo que Ozpin y yo llegamos a un acuerdo para poder ayudarme a entender más mis poderes y estar en mejor control.
-¿¡Oh!? ¿¡Cual!? – Nora sonaba emocionada, dado que los poderes de Issei eran geniales.
Y este era el momento de la verdad. Sabe que puede que no les guste. Pero…
-...Debo de ir al bosque más infestado de Grimms y entrenar allá… – Listo, soltó la bomba.
Miró a todos y notó que estaban helados. Pasaron varios segundos hasta que…
-¿¡QUÉ!? – Fue Ruby la que logró reaccionar primero. Ella se puso al frente de Issei y lo miró con seriedad. – ¿¡Es en serio!?
-Pues si… Solo sería una semana…
-¿¡SEMANA!? – Ahora fue Pyrrha la que gritó. – ¡Issei, los bosques de Grimms son las zonas más peligrosas en todo Vale y Beacon! ¡Nadie va ahí! ¡Hasta los de cuarto año deben de ir con profesores para poder entrenar ahí!
-Bueno, es que no hay nadie como yo.
-¡No es cosa de broma Issei! – Para su sorpresa, fue Yang la que gritó. – ¡No puedes ir! ¡Aun con tu equipo es…!
-...Nunca dije que iría con mi equipo. – Issei maldijo que su honestidad nata salga en estos momentos. No le gustó como lo vieron.
-... ¿Deseas ir solo…? – Weiss habló tras unos segundos. – ¿¡Eres suicida o qué!?
-¿¡Por qué!? – Oigan, eso sí ofende.
-¿¡Por qué!? – Blake se separó de él y lo miró con fiereza. – ¡Te pueden matar! ¡Por eso! ¡No sabes la cantidad de gente que muere ahí Issei, hasta los profesionales no van a esos lugares!
-Es que yo…
-¡No vas!
-¿¡Qué!? ¡Ruby, yo…!
-¡Que no vas!
-¡Tengo que…!
-¡¡¡NO TE PERDERÉ COMO A MAMÁ!!!
El silencio que reinó el lugar, solo era interrumpido por las lágrimas de Ruby, las cuales caían al suelo. Yang no creía que hermana lo hubiera dicho.
-...Ruby…
-Ella… Ella murió yendo a una misión de esa clase… Jamás volvió… Y era la mejor. ¿En verdad esperas que diga que me alegra que quieras ir a ese lugar solo? ¿¡En serio lo crees!?
El muchacho desvió la mirada. Sabe que no es así. Pero sabe que solo así puede entender los poderes del Sekiryuutei.
-No lo hagas, Ise. – Yang también le pidió que no vaya. – Por favor.
Ngh… No lo vean así. Lo hacen dudar. Pasó a ver a los demás y todos con la mirada le pedían que no vaya. Se alegra que se preocupen, pero…
[¡Boost!]
Invocó el Boosted Gear y todos vieron el guante en la mano izquierda. La gema del guante brillaba y él lo mostró.
-No entiendo mucho de este poder. Y les aseguro que si no fuera necesario, no iría… Pero debo de hacerlo. No solo para ser más fuerte, sino también para poder protegerlos de mí mismo.
-¿De ti mismo? – Ren preguntó con cautela.
-...No lo noté, pero hay veces en que mi propia sed de destrucción contra los Grimms crece hasta que pierdo la cabeza. Me vuelvo como un animal. Y puede que en medio del frenesí lastime a alguien. O peor, que lastime a alguno de ustedes.
-¡Eso es ridículo! ¡Tú nunca nos lastimarias! – Ahora era el turno de Nora de unirse a la conversación. Ella no veía posible que Issei, aquel que ve como a un hermano, los lastime de ninguna manera.
-...Nunca lo dije, pero… Cuando peleó con Grimms, solo está la sed de la pelea. El deseo de destruirlos. El resto me da igual… Ustedes 5 lo vieron. – Se lo dijo a Pyrrha y el Team RWBY.
Ellas recordaron la pelea contra el Ursa Major. A Issei parecía no importarle nada más. Y no lo niegan, la expresión que tenía les dio algo de miedo.
-Nosotras…
-Blake… Debo hacerlo. Para ser más fuerte. Incluso para hacerme frente a mí mismo. – La faunus bajó la mirada y apretó los dientes. – Confíen en mí. Volveré una vez acabe la semana en ese bosque.
El silencio reinó en el lugar, hasta que…
-...Júralo. – Nadie esperó que sea Weiss quien lo diga. – Jura que vas a volver.
-Weiss…
-¡Júralo! – La heredera alzó una mano y lo apuntó con su dedo índice a la cara.
Él se sorprendió al ver una emoción que no esperó ver en esos ojos. Preocupación genuina. Solo le quedó sonreír y asentir.
-Lo juro. Por mi vida.
-Bien… Más te vale cumplir, por que de no ser así te juro que encontraré la forma de traerte de nuevo a este mundo y darte la paliza de tu vida por faltar a tu palabra. – Weiss tenía una mirada que lo aterró más que cualquier Grimm existente.
Le cree… Por Dios que le cree.
-Gracias Weiss.
Ella desvió la mirada, tratando de ocultar el rubor en sus mejillas. Al mismo tiempo que Ruby lo abrazaba.
-...Issei…
-Volveré. Y les aseguro que más fuerte que antes. No se preocupen tanto.
-Claro que lo haremos, Ise. – Yang sonaba rendida, se notaba que era determinado… Rayos, porque justo era alguien como él quien ella…
-¡Solo vuelve Líder Intrépido! – Nora le dio la mejor sonrisa que pudo, a pesar que estaba preocupada.
-¿Cuando te vas?
-Pasado mañana. Debo descansar para eso y prepararme como es debido. – Ren asintió. – Así que me relajaré lo que queda de mañana.
-Te ayudaremos para que estés preparado Issei. – Pyrrha trataba de sonar fuerte, pero se notaba que había algo de miedo en su voz.
Y era de esperarse, nadie en su sano juicio entraría a ese lugar por cuenta propia. Pero a su vez, ella lo entiende. Issei no era normal. No importa que lo ayuden en ciertas cosas, él solo es el que debe de entender lo que ese guante hace. Y la única manera que lo puede hacer, es lejos de la gente para no lastimarlos.
-Bueno, ¿Te parece una recompensa cuando vuelvas?
-¿Recompensa? – Fueron las palabras de Issei a Blake, quien asintió.
-Si. Veamos… Cuando vuelvas… Mmmm. ¡Ya sé! ¡Nos podemos bañar juntos!
-...¿Perdón? – Issei estaba tratando la idea en su cabeza, así como el resto.
-Si. Sino mal recuerdo, hay una gran bañera en la escuela que puedes separar. Ahí nadie nos molestaría. – Ella le dio una sonrisa ligeramente coqueta. – Y esta vez, iré preparada… ¿Qué dices?
-¡¡¡ACEPTO!!! ¡¡¡AH!!!
-¡Pervertido! – Weiss fue la que le dio el golpe en el estómago con tal fuerza que si le sacó el aire. – ¡Yo preocupandome por ti! ¡Ve y que te maten!
-Sabía… Que… Me … Querías Weiss – Logró decir cómo pudo mientras tenía una sonrisa burlona en su rostro. Weiss sintió como sus mejillas se calentaban, así que se dio vuelta para que no la vean.
-¡Pudrete!
-...¡Yo me uno a la recompensa! – Yang alzó la mano, haciendo que todos la vean con asombro.
-¡Y-Yo también! – Pyrrha estaba toda roja al decir ello, pero estaba determinada.
-¡No pienso quedarme atrás! – Ruby parecía decidida a no dejar terreno libre.
-Renny, me parece curioso como Issei logra poner el ambiente así. Siempre es divertido.
-Es alguien… Carismático por así decirlo.
Issei rio un poco, feliz de tener el apoyo de todos. Aun cuando sepa que tarde o temprano, ellos lo dejarán al saber que les mintió…
-( Gracias por darme la razón Issei-kun.)
-(Que te la dé, no significa que esté de tu lado.) – Vio a Yuma cerca de la ventana. – (Sé cual es mi destino…)
-( ¿Así? ¿Cuál?)
-(Ser el que proteja este mundo y a sus habitantes sin importar el precio que tenga que pagar. Si tengo que quedarme solo y volverme un monstruo, pues que así sea. Todo con tal de que ellos estén bien no me importa lo demás.) – Declaró sin una pizca de duda o arrepentimiento, solo determinación.
Pudo ver como Yuma abrió los ojos con sorpresa. No esperaba esa respuesta. Pero él se sorprendió más al verla sonreír.
-( Parece que sí eres diferente al resto de ellos. Issei-kun.) – ¿A qué se refiere? – ( No importa. Me divertiré al ver que tanto te esfuerzas. No siempre se logra llegar a la meta, no lo olvides. El abismo, es más sencillo de caer cuando veas la oscuridad a la cara… ¿Podrás subir si caes? ¿Sekiryuutei?)
Issei la vio irse, confundido. Estaba empezando a pensar que la imagen de Yuma es más de lo que él cree. Cada vez que avanza, actúa diferente, como si… ¿Lo estuviera aceptando?
-¿Issei? – La voz de Pyrrha lo sacó de su trance. – ¿Todo bien? Te has quedado viendo la ventana unos segundos.
-...Si, solo pensaba en lo que Glynda pensará una vez lo sepa. No quiero estar en los zapatos de….
- ¿¡QUE HAS DEJADO QUE ÉL VAYA A DÓNDE!?
Fue el grito que todos oyeron y juraron que era la profesora Glynda.
-¿No es que la oficina del director está lejos de aquí…?
-Que buenos pulmones…
-Nora… – Aunque esta vez Ren le tuvo que dar la razón.
--
En la oficina de Ozpin, tras su mirada impasible, él estaba asustado por la cara que Glynda le estaba dando. Jura que en cualquier momento ella se le abalanzara encima y le destrozara con sus propias manos.
-¡Explícame la razón de esta decisión Ozpin!
-Es muy sencillo Glynda…
-¡Deja de beber café carajo! – La mujer estaba tentada de destruir esa taza del mal.
-...Ok. Fue decisión de Issei, tras oír lo que el ente del guantelete dijo.
-¿El dragón? – Glynda se sorprendió al oír ello. – Pensé que…
-Han estado en contacto desde mucho antes de lo que te conté ese día que hablamos. Y le dije lo que son las Maidens y demás.
-Ozpin…
-No es un niño Glynda. Esos ojos no son los de un niño que quiere solo vivir su vida. Está decidido… Hasta el punto de tirar abajo toda la humanidad que le queda, con tal de salvar este mundo.
-...Eso no es justo. Él no… – Glynda bajó la mirada…
-No, no lo es. Pero es el camino que eligió. Bien pudo ignorar lo que le dijo ese Dios, pero no lo hizo. Decidió pelear por un mundo que ni es el suyo.
-...¿Sabes? A veces me pregunto si estoy haciendo lo correcto. – Ozpin no pareció entender. – Cuando pasó lo del Team CRDL, juré no volver a equivocarme. A tratar de entenderlo, a ver que clase de persona es. Y solo veo un muchacho honesto, que no merece lo que le pasa.
-...Has aprendido a quererlo…
-Si. – Glynda sonrió. – Sabes que no puedo tener hijos, una de las tantas cosas que este trabajo me quitó por el tiempo y el daño físico. ¿Lo recuerdas?
Ozpin cerró los ojos, el recuerdo era fresco. Hace 15 años, Glynda en una misión quedó tan herida que fue una suerte que estuviera viva. Pero el daño central fue en su vientre. Los doctores lo intentaron, pero el daño era irreversible.
Aún recuerda lo destrozada que estuvo Glynda al saber que jamás tendría hijos por su lado.
-Por eso me hice maestra. Quería al menos centrarme en algo más. En chicos que puedan ser el futuro. Pero como has visto, doy más miedo por lo estricta que soy. Y no me importa. Pero él… Él me tiene miedo, pero me trata como cualquiera. Y no pude evitar pensar… Que esa era la clase de persona que deseaba como un hijo.
Ozpin vio algo que pocos tienen el privilegio, una Glynda emocional. Ella solo aparenta ser fuerte, pero es una mujer dañada como muchos en este trabajo. Una mujer que perdió un sueño…
-El te aprecia Glynda. Agradece todo lo que has hecho por él, de eso no tengo duda. – La mujer no pudo evitar que una sonrisa se formará en su rostro, así como que sus ojos ganarán un brillo.
-No quiero que le pase nada, Ozpin…
-Igual yo… Pero él lo decidió. Solo nos queda apoyarlo. Por lo que he visto, creo que se puede volver lo que hemos perdido hace tantos años.
-¿Y es…?
-Un héroe.
Y Ozpin lo creía. Issei sería el héroe que cambiaría este mundo. El Dios de su mundo lo vio en él… Que Issei era alguien que nació para ser un héroe.
--
Al día siguiente…
Beacon. Todo el Team RWBY y HVNL estaba en espera de lo que era el término de la clase del día. Nunca era divertido oír las historias exageradas del profesor Port.
Lo de ayer era emocional, todos le habían dado su apoyo y lo habían ayudado a empacar lo necesario. Issei ya estaba listo. Es más, Glynda le mandó el mensaje de que ya todo estaba para que él parta mañana.
Espera que lo que el profesor diga, no vaya a los exámenes. Pero al oír el timbre, marcando el fin de esta tortura lo hizo sonreír.
-Al fin… – Yang se estiró un poco, sabiendo que la clase le pareció eterna y aburrida. – Con esto podemos decir que no hay nada más que hacer hasta el Lunes. Qué bueno que mañana es sábado de nuevo.
-Bueno… Podemos iniciar con los proyectos futuros para no tener que… ¿Por qué me ven así? – Weiss notó la mirada de sus compañeros y… Pudo ver que, en efecto, no estaban de acuerdo con ella. – Irresponsables.
-Se llama saber divertirse Weiss. Y yo tengo el modo perfecto para divertirnos. – Ruby sacó de su maleta un juego de mesa. – ¡Tada!
-Remnant: The Game… – Blake leyó el nombre con algo de incredulidad. – ¿En serio?
-Es perfecto. Podemos jugar todos. Como equipo.
-Osea… – Pyrrha miró a la chica con duda. – ¿Equipos de a 2?
-¡Correcto!
Ruby sonaba feliz de decir ello, todos la vieron y…
-Ok. – Issei no le vio otra. – Juguemos.
-¡Yay! – La chica lo abrazó, al mismo tiempo que él reía. – Vayamos a la Biblioteca.
-¿Pero no es un lugar para estudiar?
-No seas aburrido Renny. ¡Hay que divertirse! – Nora lo calló y él soltó un suspiro.
-Me pido ser pareja de Issei. – Yang se apresuró a tomarlo del brazo izquierdo.
-¡Tramposa! – Blake y Pyrrha gritaron a la vez. Muy lentas.
-¡Me da igual, vamos!
Yang jaló a Issei por el pasillo para que no pierdan el día, sin notar que tras una esquina alguien los miraba irse.
La chica con orejas de conejo dio un suspiro triste. ¿Por qué no puede ser más valiente…?
Mientras caminaban, Issei miró la ventana y notó algo raro.
Dos Bullheads viniendo en dirección a la escuela. Afiló bien la mirada y pudo notar que eran de la fuerza militar de Atlas. No sólo eso, veía por el camino que rodeaba la escuela… A varios de los soldados de las fuerzas especiales de este ejército.
-Wow. ¿Y eso…?
-La fuerza militar de Atlas. – Weiss fue la que respondió. – Pero, me parece raro. Aún falta tiempo para el Festival.
-¿Sabes quién vino? – Blake sabía de las fuerzas militares de Atlas, pero no quien pudo venir.
-...Por la flota, debe de ser Ironwood.
Con que ese es Ironwood. Hmph, parece que tendrá que verle la cara más pronto a ese general de mierda de lo que creyó.
-( Solo deja que siga con su juego por ahora.) – Si, dejará que Ozpin se haga cargo.
Es lo mejor mientras no intente nada estúpido contra él o sus amigos no tiene por qué meterse en su camino.
--
Volviendo a los dos Bullheads anteriores, se vio como desde la ventana de su oficina, Ozpin, con Gynda a su lado, observaban el obvio despliegue militar de James.
-Ironwood ciertamente adora llevar su trabajo a donde sea que viaje. – La mujer no se mostraba feliz con lo que estaba viendo. Era un espectáculo nada necesario.
-Bueno, dirigir una academia y un ejército lo convierten en un hombre ocupado. – El Director vio que otros 3 Bullheads llegaban a escena… – Pero sí, esos son un poco molestos para la vista. – Escuchar el sonido desde su escritorio, que pedía el permiso de ingreso a la oficina… – Pase.
Al permiso, se pudo ver como las puertas se abrían. Como estas eran cruzadas para mostrar a un hombre que se muestra bien vestido y limpio, al igual que Ozpin. Lleva un abrigo blanco, con una capa interior gris, un suéter negro, una corbata roja y un guante blanco en su mano derecha. Sus pantalones de traje comparten el mismo color que su abrigo y están metidos en botas plateadas acentuadas en gris. Su cabello es negro, con algunas áreas grises, mientras que sus cejas son completamente negras. El hombre tiene una tira de metal plateado sobre su ceja derecha. Este era el Director de la Academia en Atlas, el general James Ironwood.
-Ozpin. – James saludó al Director con alegría.
-Que bueno es verlo, General.
-Deja las formalidades. – Ambos se dieron las manos, mostrando que se tenían el suficiente aprecio y respeto. – Y Glynda, que bueno verte. Ha pasado tiempo desde la última vez.
-¡Hola James! – Se vio como Glynda le dio un saludo con una falsa sonrisa y energía, para mostrar una cara más apática. – Esperaré afuera.
La mujer salió de la oficina del Director con toda la intención de no estar aquí un segundo más, ante la clara confusión del General.
-Bueno, se ve que ella no ha cambiado ni un poco.
Ozpin sonrió al ver que la dinámica entre ellos no ha cambiado nada. Bien Glynda salió del lugar, él se acercó a su asiento… Listo para el tema que deben de tocar.
-Entonces, ¿Qué demonios te ha traído desde Atlas, James? – Ozpin cogió la tetera que estaba cerca suyo y su taza, para empezar a servirse algo. – Los directores generalmente no viajan con sus estudiantes para el Festival Vytal. – Le entregó a James una taza con bebida caliente, antes de servirse una.
-Gracias… – James bebió un poco del líquido con su mano izquierda, vio que estaba muy caliente, por lo que cambió de mano, la derecha, donde se pudo oír el sonido de un clink… – Bueno, sabes cuánto amo a Vale en esta época del año.
-Ajá… – Ozpin se siguió sirviendo su bebida, sabiendo que no era la única razón para James.
-Además, con tu alojamiento y control del Festival de este, pensé que podría ser una buena oportunidad para ponernos al día.
Ozpin dejó la tetera en su lugar. Dio una vuelta por su escritorio, llegó a su silla… Y se sentó. Sabiendo que el tema no iba a ser fácil de tocar. Más al ver como es James…
-Ciertamente puedo apreciar el tiempo de calidad entre amigos, sin embargo, una pequeña flota fuera de mi ventana me preocupa. – Bebió un poco de su taza.
-Bueno, la preocupación es lo que los trajo aquí.
-Entiendo que viajar entre reinos se ha vuelto cada vez más difícil James… Pero esto es una exageración. – Ozpin vio el ejército y los vehículos militares por su ventana. No le gusta esta vista.
-Oz, tú y yo sabemos porque traje a esos hombres. – Ciertamente lo sabía… Solo que no le gusta.
-Estamos en tiempos de paz James. – Ozpin se puso de pie, para caminar hacia la ventana y ver todo con más claridad. – Las demostraciones de poder como esta, solo darán la impresión equivocada a las personas.
-Pero si lo que dijo Qrow es cierto…
-Si lo que dijo Qrow es cierto, lo manejaremos con tacto. Con cautela. – Ozpin miró a su amigo con más firmeza. – Es el Festival Vytal. Un tiempo para celebrar la unidad y la paz. Así que sugiero que no asustes a la gente transportando cientos de soldados a mitad de camino a través del continente.
-Solo estoy siendo precavido…
-Como yo. Es por eso que continuaremos entrenando a los mejores Cazadores y Cazadoras que podamos. – Ozpin terminó de beber de su taza, para ponerla en un costado.
-Tocando ese tema… ¿Puedo preguntarte sobre uno de tus estudiantes?
-Claro… – James sacó de su saco lo que era un file y lo puso en el escritorio de Ozpin, quien vio de quien era. – Oh, el joven Hyoudou. Buen estudiante.
-¿Qué ocultas con este chico Ozpin?
-No entiendo a que te refieres.
-Por favor… He analizado todo del expediente de este chico. Nada es claro. Solo se sabe su edad y su lugar de nacimiento, apenas se sabe que tiene estudios. Todo él es un misterio Ozpin. ¿Qué ocultas?
La tensión aumentó de golpe, ninguno apartaba la mirada sobre el otro y esto siguió así unos minutos que se sintieron como horas hasta que Ozpin decidió volver a hablar mientras afilaba la mirada.
-Es mi estudiante James, es todo lo que mereces saber. Digo, tampoco me has dicho de esa chica… Penny.
-No es necesario.
-Entonces entiendes que tampoco es necesario que te lo diga. Confiabilidad. Es algo que hay entre nosotros. Es un buen muchacho. Ha pasado por mucho, pero desea que el mundo sea mejor. Agradeceré que no hagas nada contra él.
-No es normal Ozpin. Este chico… Un chico de su edad no debe tener las habilidades que él ha demostrado. ¿Qué es?
-Oh, con que sabes que es muy fuerte…
-Todos lo saben. Decomisó a un equipo entero y los dejó traumados de por vida. Todos dicen que derribó un Nevermore solo y de paso destruyó parte de los acantilados de Emerald Forest.
-Al parecer tus espías son tan hábiles como siempre Jame. No esperaba menos del general del ejército de Atlas. – Ozpin sonrió. – Lo que él haga, está bajo mi responsabilidad. Yo lo admití aquí James, y eso te debe bastar.
-No lo hace. Y llegaré al fondo de esto. – El general se puso de pie y caminó al elevador para poder irse.
-Solo ten cuidado James, puede ser que lo que encuentres no te guste. Tómalo como el consejo de un viejo amigo.
-Hablas como si ese chico fuera… Una fuerza que no podemos controlar.
-No todo es controlable en esta vida, James. Y él jamás lo será…
-¿Y por qué lo dices…?
-Porque primero se desata el infierno. Y no dudo que si lo haces tu enemigo, Atlas sufrirá.
Ironwood afiló la mirada y solo se retiró. No sin antes…
-Pregúntate esto: ¿Honestamente crees que tus chicos pueden ganar una guerra? – Se retiró tras decir ello… sin ver la clara sonrisa que Ozpin tenía.
-Espero que nunca tengan que hacerlo…. Pero si la hay… – Ozpin vio el libro de cuentos que le dio a Issei ayer. – Un dragón será de gran importancia para hacerlo. Y para cambiar el mundo.
--
En la Biblioteca, se veía como todos jugaban el juego de mesa en equipos de dos.
Yang e Issei.
Ruby y Weiss.
Pyrrha y Blake.
Ren y Nora.
Y para ser claros, el equipo de Issei y Yang estaba ganando.
-¡No sabía que jugabas tan bien Issei!
-Meh, de niño jugaba muchos juegos de mesa. A ver…
-¡No, mi armada! – Nora lloró al ver su mural caer. – ¡Malvado!
-Todo es válido en la guerra. Te toca Ruby.
-Muy bien. – Ruby vio sus cartas y… – ¡Despliego la flota aérea atlesiana! Parece que puedo volar sobre tu Ursai y atacar tus paredes directamente.
-*GASP* ¡Demonio! – Issei no sabe porque siente que él debió decir eso por una razón. Meh.
-Y dado que Atlas es parte de Mantle, mi tiempo de reparación es solo de un turno. ¡No puedes hacer nada contra mí Yang!
-Bastante astuto, hermana, ¡pero acabas de activar mi tarjeta trampa!
-¿¡Qué!? – Ruby se horrorizó.
-Buena jugada Issei, no pensé que habías pensado en tanto. – Issei se encogió de hombros.
-No sabía que Issei era muy bueno en estos juegos. – A Blake no le importaba parecer ir perdiendo, Pyrrha bajó la cabeza… Nunca ha ganado ni una.
-Soy un hombre con muchas habilidades Blake – Le dio un pequeño guiño.
-¿En muchos talentos nya~? – Ella rozó su pie en la pierna de Issei, haciendo que él salte. – ¡Jajajaja! ¡Eres muy lindo reaccionando así!
-¡Blake, no hagas eso! – Yang miró a su compañera con rabia. – Más cuando estoy en el momento de la verdad. ¡Si saco un siete o más, las plumas fatales partirán tu flota en dos!
-Pero, si sacas un seis o menos, ¡El Nevermore se volverá contra tus propias fuerzas!
-Esa es solo una oportunidad que estoy dispuesta a tomar.
Todos vieron lo que pasó y…
-¡¡¡Nooooo!!! ¡Mis intrépidos soldados! – Ruby vio la destrucción de sus soldados. – ¡Weiss, haz algo!
-No tengo... Absolutamente ninguna idea de lo que está pasando. – Fue la sinceridad de la heredera, haciendo que todos se caigan por lo dicho y ella se sonroje un poco.
-A ver… – Yang se puso de pie y fue a su lado. – ¡Mira, es fácil! Estás jugando como Vacuo, lo que significa que todas las cartas basadas en Vacuo vienen con una bonificación.
-Eso suena tonto.
-Yo dije lo mismo. – Blake miraba sus cartas y frunció el ceño, esto no iba bien…
-Mira, tienes Sandstorm, Desert Scavenge... ¡Oh, oh! – Yang tomó una carta de la mano de Weiss. – ¡Raider ingenioso! Mira, ahora puedes tomar la flota aérea descartada de Nora y Ren.
-¡Noooooooooooooo! – Nora lloró al ver lo que pasó y Ren soltó un suspiro, que exagerada.
-¡Y lo pones en tu mano!
-Ok… – Weiss dejaba que Yang la guíe.
-Y dado que los guerreros de Vacuo tienen resistencia contra los peligros naturales, ¡Puedes usar Sandstorm para desactivar mis fuerzas terrestres e infiltrarse simultáneamente en mi reino! No olvidaré esta declaración de Guerra. – Yang volvió a su asiento.
-Ok… Y eso significa…
-¡Que estamos a tres turnos de ganar! – Ruby pareció revivir de su depresión al oír ello.
Weiss se pone de pie y un trueno acompaña a la risa psicótica de alegría de la chica. Issei sacudió la cabeza, que demo…
-¡S-sí! ¡Teman el poder todopoderoso de mis fuerzas! ¡Acobardarse, mientras saquean sus casas y lloren cuando les quitan a sus hijos de sus mismos brazos!
-( Algo sádica, ¿No?) – Ddraig no sabía que decir… Daba algo de cosa
-(Totalmente de acuerdo mi escamoso amigo, pero es bueno ver qué se está divirtiendo) – Le dirigió una sonrisa a Weiss, es bueno ver qué está actuando más como una chica normal.
Aunque la alegría no le duró nada…
-Carta Trampa.
-¿Eh? – Weiss miró a Yang sin creerlo.
Yang baraja las piezas en el tablero, las piezas de Weiss y Ruby desaparecen en una bocanada de humo.
-Sus ejércitos han sido destruidos.
Nadie dijo nada, hasta que Weiss se desplomó en su silla, lloró y gimió del dolor de la derrota.
-¡Odio este juego de emociones que jugamos!
Parece que si se lo estaba tomando en serio… Ruby saltó al regazo de Weiss.
-¡Mantente fuerte, Weiss! ¡Lo superaremos juntas! – La chica abrazó a su amiga.
-¡Cállate! – Weiss la abrazó. – ¡No me toques!
-...Ahm… ¿Alguien más desea decir algo? – Pyrrha alzó la mano. – Dime…
-Dime que no tienes otra carta trampa que eliminar ejércitos de un turno.
Issei miró sus cartas y sonrió como diciendo que sí. Pyrrha miró sus cartas, las de Blake. Asintió y…
-¡Mierda!
-¿¡Pyrrha!? – Fue el grito de todos mientras que Issei reía.
-¡No es justo! ¡Issei siempre gana! – La chica puso su cara en la mesa. – Jamás ganamos…
-Que puedo decir, soy el mejor – Esa declaración solo le saco un grito de frustración a la pobre pelirroja, jura que un día ganará y se lo restregará en la cara.
-Para poder ser bueno en esto, debes de ser buen estratega.
-Oh, Issei no es eso. – Ren sonrió a lo que Blake dijo. – Lo que pasa es que parece idear cómo ganar mientras la situación avanza. Da algo de miedo lo bien que se adapta.
-¡Verdad, hasta le ganó a Pyrrha cuando ella pensó que ya tenía el juego en la bolsa!
-¡No me hagan recordar eso! ¡Jamás había perdido en ese juego! ¡Juró venganza Issei!
El castaño dio una risa nerviosa, a la vez que Yang le susurraba.
-'Pyrrha es bien competitiva, ¿No?'
-'Como no tienes idea'.
-¡Los oigo!
Todos rieron al ver a la espartana sonrojarse mucho, pero ella después río también. La chica estaba feliz de tener amigos con quien puede ser ella y no quien todos esperaban.
Estaban por seguir hasta que…
-Hey. ¿Cómo están? – Esa voz…
Issei dio un gruñido, justo tenía que llegar él.
-Hey Sun. – Ruby saludo al faunus. – Que sorpresa es verte por aquí.
-Si… Me sorprende que sepas leer pulgas.
Todos miraron a Issei, quien estaba viendo a Sun como si fuera una plaga para él. Eso era raro en él.
-A mí me sorprende que te den libertad para moverte por ahí.
Issei estaba por ponerse de pie para decirle algo, pero la mano de Blake lo detuvo. Él la miró y ella negó con la cabeza. Bien. No hará nada. Por ahora. Pero el insulto se lo guarda.
-¿Qué deseas Sun? ¿No ves que estamos ocupados ? – Blake pasó a ver a Sun con una mirada que decía que no era bienvenido y que no le gusto el como le hablo a Issei.
-Bueno, quería ver como estabas y preguntar si…
-Tengo cosas que hacer. No tengo interés. – Fue su respuesta y ella miró sus cartas.
Parece que eso no se lo esperó, dado que se quedó sin habla. Issei lo vio como una victoria.
-¿Y él es…? – Nora notó al tipo con Sun.
-Neptune Vasilias. Un placer. – El chico les dio una sonrisa encantadora, que todas las chicas la vieron con… Rareza.
-(Dime que no es en base al Dios del Mar de la mitología romana…)
-( No digo nada…) – Genial. – ( Por cierto, parece que viene con intenciones claras. Es como ese mono, pero peor.) – ¿En qué sentido? – ( Mira cómo ve a la princesa de Hielo.)
Lo hizo, y notó la mirada que él le daba a Weiss, ella lo notó. Se apenó un poco y pareció apreciar el interés… ¡Oigan!
-(¡No Weiss, se nota que es un mujeriego! ¡Hasta aquí huelo el aroma de otras mujeres, que asco!)
-( Es de esperarse, la chica parece no saber mucho del romance. Y no ayudas con tu densidad.)
-(¿¡Qué culpa tengo yo!?)
-( Dame paciencia Great Red…) – ¿Quien? – ( Tema para otro día, yo que tú no le quitaría la mirada al mujeriego, puede que sea necesario que intervengas.)
-Así que Neptune, ¿De dónde eres? – Weiss trató de hacer la conversación.
-Haven. Y no creo haber captado tu nombre, Snow Angel
-Um… Weiss…
-Placer conocerte.
Y cuando vio que se estaba acercando mucho a Weiss, Issei se puso frente a él. Y le sonrió, lo que el muchacho lo miró con rareza.
-Un gusto. Soy Issei. Supongo que Sun te contó de mí.
-Oh. Si. Dijo tonterías como que lanzaste fuego por la boca y derribaste unas naves tú solo…
-Jajaja. Oh mi querido Neptune… Sun no exagero para nada. Todo eso es real… Muy real.
Issei lo miró con seriedad y sus ojos se tornaron verdes, a lo que todos se tensaron. Saben que pasa cuando él lo hace. Sun dio varios pasos hacia atrás.
-¿En serio? Vamos viejo, es… – Issei puso una mano en el hombro de Neptune y lo apretó con fuerza hasta que se oyó el hueso rajarse.
-¿Te parece que exagero? 'Insecto…' – Le susurró lo último, dado que este lo sentía menos que eso. – 'No creas que no huelo a todas las mujeres con las que has estado. Y aun huelo a la que te acabas de tirar'. – Neptune sudó al oír eso. – 'Así que te daré una recomendación… Aléjate de Weiss'.
-'¿Y si no lo hago?' – en una demostración de estupidez Neptune intentó mostrarse firme, pero cometió el error de ver a Issei a la cara y pudo ver los colmillos que habían aparecido en su boca y los ojos de reptil.
-'Te juro que te hundiré en las profundidades del purgatorio carmesí'. – Le volvió a susurrar con la intención que solo él escuchara su amenaza.
-¿Issei? – La voz de Weiss se oyó, dado que esos dos han estado susurrando mucho rato.
-No es nada Weiss, solo estábamos conociéndonos mejor. ¿Verdad Neptune? – La sonrisa que le dirigió es una que verá en sus futuras pesadillas.
Sun pudo ver que su amigo estaba helado del miedo. No podía ni responder. Parece que cometió un error.
-Bueno, vamos a descansar. Mañana será un día ajetreado para mí.
-Ah verdad. Vamos. – Ruby le hizo caso y ella con su equipo se retiraron.
Issei vio a su equipo hacer lo mismo, a la vez que se quedaba un poco atrás. Miró a Sun, quien se asustó.
-Tu amigo está advertido. Por su bien y el tuyo, alejalo de Weiss. Porque si me entero que se le acerca o trata de hacer lo que hace con todas las que está, desearás que lo que le estaba por hacer a Roman… Sea lo que les hagas a los dos…
-T-tú…
-Y no te acerques a Blake pulgas. Ella no es para que calmes esas ganas de coger, mono en celo. Es mi última advertencia. Y dile al mujeriego que se cambie el pantalón. Ni usé todo de mí para asustar de verdad.
Issei se fue a paso lento a la salida, esta vez sin mirar atrás.
Sun vio como era verdad… Neptune había mojado los pantalones. Y él no estaba lejos de ello. Y lo peor de todo, es que sabe que sus amenazas son reales.
Pero su orgullo no lo dejaba rendirse, no lo iba a hacer.
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En los pasillos, Issei estaba oyendo como todos decían que irían al cuarto del equipo HVNL para pasar el resto del tiempo con él.
Blake se quedó un poco atrás y…
-Oí lo que le dijiste. – Él la miró y vio su moño. Claro… – Con que es como lo olí…
-¿Puedes…?
-Mi olfato no es tan bueno como el tuyo. Pero sí, olí olor a sangre en su entrepierna y no era de él. Lo debió de hacer con una virgen de aquí.
-Mierda… – No pensaba que Weiss sea una más de…
-Hablaré con mi equipo y el tuyo bien te vayas. Nosotros estaremos alertas. Tampoco deseo que Weiss pase eso. Es mi amiga y su falta de experiencia en el romance puede ser fatal.
-Te lo encargo Blake. Tch, justo tenía que aparecer cuando estoy por irme.
-Aprecio lo mucho que te preocupes Issei. Pero recuerda que no siempre estarás cerca. – Blake lo miró con seriedad.
-...Lo sé, pero igual no lo hace más fácil Blake. Ustedes son todo lo que me queda.
Ella sonrió conmovida y tomó su mano, para luego darle un beso en la mejilla. Eso era inesperado.
-Lo sé. Y lo aprecio. Solo ten cuidado esta semana Issei. ¿Si?
Ngh, era difícil verla con esa mirada.
-Lo haré.
-Bien. Y creo que saber que te vas me ayuda a alejar mi mente de White Fang.
-¿Por qué?
-Tú serás todo en lo que piense. ¿Por qué más?
Issei maldijo el salto que su corazón dio. Rayos… Esta chica no lo estaba haciendo más sencillo. Y Blake sonrió al ver ello. Ver como él parecía notarla poco a poco, era un deleite.
Al final, todos llegaron a sus habitaciones, con Issei diciendo que deseaba poder estar fuera un rato. Quería organizar sus ideas.
Todos lo vieron con duda unos segundos, pero asintieron. Y una vez se quedó solo…
-( Sabes, siempre supe que eras del tipo protector. Pero no a este nivel.) – Miró a Yuma a su lado, viendo el cielo como él.
-(No me fastidies espectro, no estoy de humor. Además no voy a permitir que unos imbéciles lastimen a mis amigas.)
-( No lo decía por eso idiota. Ese carácter tuyo es lo que te mete en problemas.) – Yuma pareció escupir al decir ello. – ( Solo digo que no pierdas tiempo con basuras como esos dos. Son nada. Pero como ellos hay miles. Este mundo, es igual de podrido que el otro.)
-(¿Y? ¿Esperas que me quede al margen y vea a una basura herir a una pobre chica a la que he aprendido a querer? Sigue soñando, sin importar que siempre los protegeré si está en mis manos.
-( ...Je. Creo que pido mucho de alguien como tú. Demasiado noble para su propio bien. Eres una rareza entre los mortales Sekiryuutei.)
-(¿Por qué me llamas así ahora? Ya no lo haces como antes.) – Issei quería respuestas y Yuma río.
-( Ja. ¿Realmente crees que te lo diré? Sueña. Esto es parte de tu prueba. Yo no estoy para ayudarte, yo deseo ver como caes en lo que los demás hicieron. El destino de todos los que te precedieron.)
-(¿Prueba? ¿Cual prueba? ¿De qué demonios estás hablando?)
-( Solo diré… Que lo estás haciendo mejor de lo que pensé. Tal vez me equivoque contigo. Pero no significa que te acepte. Necesitas hacer más.) – Yuma se le acercó y pareció poner una mano en su mejilla. – ( Demuestrame… Que tu voluntad supera mi odio, Issei-kun.)
Issei la vio desaparecer y él sentía que se estaba volviendo loco. ¿Qué estaba diciendo? No lo entendía. Solo entendía que…
-¡Issei! – Se giró y vio a Ruby salir. – ¡Me olvidé el juego en la Biblioteca!
-Je. Vamos a… ¿¡Hm!?
Issei sintió un escalofrío. Una sensación oscura… Sus instintos le decían que se ponga en guardia.
Él y ella se giraron para ver que…
-Oh, al fin vemos gente aquí. – La chica era de tez bronceada y cabello verde.
-Hola. Soy Ruby. ¿Eres nueva? – Ella vio que un chico de cabello gris estaba al lado de la chica de uniforme negro.
-Lo somos… – Ruby vio como una nueva estudiante se hacía presente al lado de la primera. – Visitando desde Haven, en realidad.
Ruby vio a la nueva chica. Su cabello negro y sus ojos eran… Llamativos. Pero algo en ella le hacía pensar bien lo que debe de decir. Se sobó los ojos, porque le picaban por alguna razón.
Issei sentía su brazo izquierdo temblar, era Ddraig… Estaba alerta y lo entiende, esta mujer… Su esencia lo pone de los nervios.
-¡Oh! ¡Están aquí para el festival! Pero los estudiantes de intercambio tienen su propio dormitorio. – Dejó de lado la extraña sensación que ella le daba, para seguir con la conversación.
-Supongo que debemos de dar la vuelta. – El varón dijo lo que era obvio.
-No se preocupen. Pasa a veces. Su edificio esta en el lado este. Si desean Issei y yo podemos…
-No. – La respuesta de Issei la sorprendió, pero él sólo miró a la mujer que se le quedó viendo. – Recuerda que tenemos que ir por tu juego.
-Oh… Pero podemos…
-No podemos hacer esperar a los demás Ruby, recuerda que tenemos que aprovechar el tiempo. – Le dijo sin quitarle la mirada a esa mujer, algo en ella… No es normal.
La mujer afiló la mirada, había algo en este chico que la ponía de los nervios. Con que él era quien Roman peleó.
-Pues… De todas maneras gracias. – La otra chica agradeció a la vez que se retiraba con su grupo.
-¿Su amigo está herido en las piernas? – Los tres lo miraron con rareza. – Huele a sangre en la zona de las piernas.
Cinder abrió ligeramente los ojos, a la vez que Mercury empezó a sudar. Emerald se giró…
-Se lastimó en la mañana. Ya lo llevamos a que lo vean. Es nada.
Pero ella vio que Issei no se lo creía. Siguió analizando a esos dos, pero asintió. Parecía no querer indagar más por ahora.
Los tres estudiantes se retiraron, mientras que Ruby miraba a su amigo…
-Issei.
-Aléjate de ellos Ruby.
-¿Qué? Pero… Issei…
-¡Hazlo! – El grito la asustó. Hasta el punto que ella bajó la mirada y pareció ponerse muy triste.
Demonios, eso no era lo que quería. Se dejó llevar. Por eso debe aprender a usar sus poderes. Sus emociones salen muy fuertes cuando siente peligro.
-Ruby… Yo lo siento, pero confía en mí, hay algo en esos tres que no me gusta. Estaría más tranquilo si se que te mantendrás lejos de ellos.
Ruby alzó la mirada y pudo ver que él lo decía en serio. Issei siempre ha sido honesto con ella. Si él lo dice, es por algo. Ella asintió varias veces…
-...Solo si me abrazas.
Eso no lo esperó, pero no se lo negó. Abrazó a la chica, quien devolvió el gesto. Ruby cerró los ojos y disfrutó del tacto. Sus sentimientos van creciendo con cada día, empezando a entender que quizás esto sea más que un simple crush.
Pero Issei no dejaba de pensar en esos tres. En especial la mujer… Pero lo que llamó su atención, era que los pasos del chico… El sonido no era normal.
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Fuera del edificio…
-¿¡Vieron como nos trató!? ¿¡Quien se cree ese…!?
-Es bueno… – Emerald interrumpió a Mercury. – Y su olfato es fuerte. Pudo oler la sangre que ya lleva un día en tus piernas.
-Sospecha de nosotros ahora. – La chica pelinegra apretó los dientes y pasó a ver a ambos tontos con… – Idiotas.
-¿Eh?
-Mataron a alguien cuando no debían. Eso hizo que él huela la sangre. Era un faunus, pero se ve que tiene un poderoso sentido del olfato.
Ambos asesinos abrieron los ojos con algo de miedo ante la mirada de su líder. La mujer sabía que el chico no tenía una idea clara, pero tenia el olor de la sangre como una sospecha. No sólo eso… Había notado algo tan banal, que le hace pensar que solo era cuestión de suerte antes de que enlace más hilos.
-Hay que hacer lo que sea para tener a ese chico de nuestro lado. O que no piense mal de nosotros. ¿Entienden? – Ambos asintieron a las palabras de la pelinegra. – Ahora, debemos saber más de él. No es alguien normal. Su mera presencia… Siento el poder de la Maiden en mí alterarse por alguna razón.
-¿En qué sentido Cinder? – Emerald preguntó con un dejé de duda.
La nombrada Cinder parecía meditar sus palabras, esa sensación era incluso mayor a la que siente de su maestra y pensó que eso era imposible, la sola idea de que eso sea verdad… La aterraba.
-...Solo siento que no querremos verlo molesto. Es todo…
-Bah. Tengo la certeza de que puedo hacer que muerda el polvo. Podremos pelear contra los de acá en una semana. Pediré pelear con él. Ya verán que no es nada.
-Pensé que pediríamos pelear con esa Pyrrha.
-No. Deja que lo haga. – Cinder empezó a caminar. – Esa chica no es la amenaza. Ese chico lo es.
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A la mañana siguiente, Issei ya tenía sus cosas listas. Solo tenía una pequeña maleta con cosas necesarias para su supervivencia. No más.
-Ok. Es hora.
-( Debo de admitir que me emociona un poco volver a la naturaleza salvaje. Ir y sobrevivir, pelear. Esa es la vida de un dragón y así es como me hice muy fuerte.)
-(Sonaste a un anciano recordando "los buenos viejos tiempos".) – Issei comentó con gracia sacándole una risa al dragón.
-( Ja. Tengo miles de años. Y ser viejo significa experiencias. No lo olvides. Y esta semana, haré que sientas lo que es la vida de un dragón. Esta semana para ti, serán fácilmente 5 años de entrenamiento dado que pelearás con Grimms sin ayuda y tratarás de sobrevivir, sin contar que tu cuerpo como va, estará muy acostumbrado al combate. Como meta, deseo que al fin de esta semana seas tan poderoso que solos los mejores cazadores te hagan frente y esa Maidens, hasta que nos hagamos con el Balance Breaker.)
-(¿Dudas que lo consiga ahora?)
-( Puede que ganes la resistencia física mínima para ello. Pero te lo diré, es superar una barrera mental… Lo que genera el cambio final. Dudo que lo logres aquí. Solo centrate en ser más fuerte. Hasta te enseñaré a usar el Transfer y ejercicios para despertar la magia.)
Issei se sentía emocionado. Esta semana será intensa.
Abrió la puerta y vio a su equipo esperando por él. Asintió, era la hora de irse.
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Ya en la zona de embarque….
-¡Ten cuidado Líder Intrépido! – Nora abrazaba a Issei con fuerza, quien se estaba quejando un poco. Pero alegra el sentimiento.
-Nora, déjalo. – Ren hizo que su amiga lo suelte. – Esperamos tu regreso Issei.
-Claro. – Alzó un puño y Ren al entender hizo lo mismo, ambos lo chocaron en señal de que era una promesa.
El castaño miró a Pyrrha, quien parecía querer decirle algo. Pero no parecía hallar palabras. Bajó la mirada y apretó las manos entrelazadas que tenía. Issei solo se acercó y la abrazó, haciendo que ella haga lo mismo.
-Cuida que Nora no haga locuras. – Pyrrha dio una risa que se mezcló con un sollozo. No lo quería dejar ir. – Descuiden, la semana pasará rápido, en menos de un parpadeo regresaré.
Issei se separó de ella. Pyrrha tenía ganas de besarlo. Ahora entendía lo mucho que significaba para ella. Ahora lo hacía… Pero no dijo nada, dado que no sentía el valor para hacerlo. Solo lo vio pasar a ver al Team RWBY.
Blake fue la primera en abrazarlo, le susurró y él hizo lo mismo, haciendo que ella ronronee. Lo soltó y se limpió la lágrima que se le escapó.
Luego fue Yang, ella si lo hizo con más fuerza, a lo que él alzó la mano y acarició su cabeza. Ella se hundió en el tacto, dejando de lado que tocó su cabello. No le importaba… No si era él.
Ruby fue la que lo abrazó sin restringir sus lágrimas. Tenía miedo que su mejor amigo y el chico que era su primer amor, no vuelva. Pero él le dijo que lo haría. Confiaba en él.
Y sólo quedó una, que estaba algo alejada.
-¿Qué? ¿No hay abrazo? – Le sonrió con burla a Weiss, quien bufó.
-Sabes que no me gusta que me toquen.
Issei rodó los ojos, era cierto. La nave se estaba por ir y él se giró para irse, miró a los demás una vez más para seguir su camino.
Weiss lo vio irse. Y sintió miedo de que a pesar de todo el poder que tiene, no regrese. Algo que la asustó mucho.
Antes que su mente decida, su cuerpo lo hizo. Y fue tras él…
-¡Issei!
El muchacho se giró y se sorprendió por el abrazo que ella le dio. Miró a los demás y ellos estaban igual. Que Weiss haga eso es…
-Mas te vale volver, ¿Entendido? – Dijo mientras tenía su rostro oculto en su pecho, negando que él vea su rostro sonrojado.
-...Claro princesa.
Ella no pudo evitar la sonrisa que apareció en su rostro. Para que luego él se aleje y ella solo lo vea subir a la nave. La cual partió a los segundos y era en medio del sonido que Weiss tuvo el valor de decir algo…
-¿Por qué debes ser tú el que me hace sentir así, idiota?
Todo lo dijo en medio del sonido de la nave, pero Blake la logró oír. Su sorpresa era notoria, pero a su vez… Todo al fin tenía sentido. Weiss solo lo negaba… Y poco a poco ya no era capaz de hacerlo.
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En la nave, Issei miraba por la ventana como poco a poco se alejaba de la civilización. Y se adentraba a los Bosques.
-¿Seguro de hacer esto?
Giró para ver a Glynda, quien era la que lo acompañaba hasta donde deba de ir.
-No… Pero debo de hacerlo. – Issei apretó los puños. – De todos modos, gracias por la preocupación profesora.
Al parecer hoy es un día lleno de sorpresas, ya que en menos de un segundo se encontró entre los brazos de Glynda… Se sentía cálido.
No pudo evitar regresar el gesto.
-Solo ten cuidado, sé que tu fuerza está fuera de este mundo literalmente. Pero igual no te confíes.
Issei sonrió, le recordó en algo a su madre. No puede creer lo mucho que extraña los regaños. Asintió y se separó. Ella se limpió una lágrima que le ganó.
-Irás a la zona más peligrosa de los Bosques de Vale y del mundo entero.
-¿En serio?
-Si. – Glynda mostró un mapa en su Scroll. – Estarás muy cerca de Montaña Glenn. Una acumulación natural de Grimms. Hay de todo… La comida y el agua serán escasas. Y el ambiente es pesado por la negatividad de los Grimms. Lo llamamos… el Bosque del Infierno.
-...Vaya nombre. Pero será un buen lugar para empezar. – Issei invocó el Boosted Gear. – ¿Algo que deba de saber?
-Es una zona infestada de Alfas. Por lo que no bajes la guardia. – Glynda vio que ya estaban sobre la zona. Soltó un suspiro y… – Es hora.
Issei vio las compuertas abrirse. Tragó saliva, miró a Glynda. Le dio un saludo con la mano, antes de correr hacia la compuerta y saltar hacia el vacío.
La mujer bajó la mirada a la vez que la compuerta se cerraba y solo pudo soltar un suspiro. ¿Así se sentía tener un hijo? Ahora entiende a su madre…
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En medio del descenso, Issei sacó sus alas y tras planear unos segundos, piso el suelo. Miró la zona donde cayó y vio que era un bosque con varios árboles. Pero a su vez, habían muchas ruinas de edificios. ¿Pensaban construir una ciudad aquí?
-OK, lo primero será… ¿¡Hm!?
Se giró y pudo ver como una jauría de Beowolf se acercaban a él. ¿¡Tan pronto!? Agh, y son Alfas.
-[ Es como Glynda dijo, parece que será una batalla constante de supervivencia y lo poco que descanses, lo usaremos para darte conocimiento… ¡Mi tipo de entrenamiento!]
Dejó de lado que Ddraig se divertía. Solo pudo afilar la mirada al ver a los Grimms, sintiendo que se acercarán más.
-Oh genial… – Se puso en guardia y… – ¡Vengan bestias de mierda!
Los Grimms se lanzaron contra el Sekiryuutei, quien dio un grito de batalla. Era el inicio de una larga semana…
